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1.4.2.Política Expropiatoria

marcó la historia de México y los siguientes en la silla presidencial. (Bazant, 2010; Tobler, 1994)

Política Expropiatoria

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Lázaro Cárdenas del Río, después de llegar a la presidencia en 1934, impuso una serie de reformas que tuvieron como consecuencia la expropiación, es decir, la transferencia de alguna propiedad privada hacia el estado mediante una indemnización; se expropiaron bienes que les pertenecían a empresas extranjeras, como las vías ferroviarias y el mismo petróleo de México que estaba en manos de extranjeros. Todo esto lo logró después de que el 25 de noviembre de 1936 se publicara la ley de expropiación, la cual, tiene como artículo 1ro “La presente ley es de interés público y tiene por objeto establecer las causas de utilidad pública y regular los procedimientos, modalidades y ejecución de las expropiaciones” (Ley No. 2241, 1936.). Esto se menciona debido que el gobierno no podía expropiar cualquier cosa, debía tener fundamentos para que pudiera ser transferida al gobierno, misma razón por la que Lázaro Cárdenas tenía como prioridad la expropiación de la industria mexicana, ya que él sabía de los beneficios que podía traer al nacionalizar el llamado oro mexicano.

Un año después de que Lázaro Cárdenas asumiera el cargo como presidente, el 24 de junio de 1937 se nacionalizarían los ferrocarriles y las vías que se encontraban en México, mismos que eran propiedad de diferentes empresas extranjeras. Este proceso empieza desde el 28 de marzo de 1908, cuando se crea la empresa Ferrocarriles Nacionales de México, cuyo objetivo era agrupar y consolidar varías líneas de ferrocarriles, solo que estaban controladas por intereses extranjeros. En 1914, cuando Carranza era presidente incautó los ferrocarriles y asumieron la deuda de estos; situación que se mantendría de esa manera hasta 1922 cuando la deuda se incorporaría a la deuda exterior en México. (Carmona, 2020f)

Después de que se consumara la revolución mexicana, las vías ferroviarias quedarían en mal estado y bajo este hecho, el gobierno de México regresaría los ferrocarriles a sus propietarios para que los administraran, además de que había una falta de organización en el sector ferrocarrilero y debido a “la situación financiera del país no se podían hacer mejoras ni en vías ni en equipo y que los costos de operación habían aumentado considerablemente, sobre todo, en el área de sueldos.” (Carmona, 2020f, párr. 3). Esta situación se quedó de esta manera hasta que se expropiaron, después, el 30 de junio de 1937,

se creó el Departamento de Ferrocarriles Nacionales de México y posteriormente en 1938 se entregó a los obreros para que se hicieran cargo de la administración de la red ferroviaria mexicana. (INAFED, 2017).

Quizás el suceso más relevante, en la cuestión de la política expropiatoria del gobierno cardenista, fue la expropiación petrolera, dicho suceso se sigue conmemorando hasta nuestros días; este hecho significó un gran avance en la economía mexicana, pero, desde la amenaza del gobierno, e inclusive después de que se diera emitiera el decreto de la expropiación petrolera existió una gran tensión entre la república mexicana y las potencias extranjeras que manejaban el petróleo en aquella época (Serrano, A. 2018). La expropiación petrolera es consecuencia de, además de la política expropiatoria del gobierno, un conflicto entre el gobierno de México y las empresas extranjeras que manejaban el petróleo en México, ya que como menciona la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH): La historia del petróleo en México ha estado unido a una constante pugna entre el Estado y las empresas extranjeras […] Conforme a esto en 1935 se creó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), con el firme apoyo del gobierno federal. […] reclamaba reivindicaciones económicas, las cuales fueron rechazadas por las compañías petroleras, entre ellas: la semana laboral de cuarenta horas; pago salarial durante enfermedades; indemnización familiar en caso de muerte o incapacidad total, salario mínimo de cinco pesos, jubilaciones, entre otras. (CNDH, 2019, párr. 2) Debido a este conflicto mencionado entre el gobierno y las empresas petroleras, además del rechazo de éstas ante el reclamo de mejores condiciones de trabajo por el STPRM, en mayo de 1937 se organizó una huelga masiva por parte de los trabajadores del sector petrolero, misma que paralizó todas las actividades en la industria. (SIAP, 2020). A pesar de esta huelga, las empresas en su mayoría estadounidenses mantenían un rechazo hacía estos reclamos de los trabajadores; así que, no fue hasta 1938 que después de que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje pronunció un laudo para que las empresas cumplieran con el reclamo de los trabajadores y el gobierno. (CNDH, 2019).

De esta manera, fue el 18 de marzo de 1938 que el presidente Lázaro Cárdenas del Río expidió el decreto de la expropiación petrolera, en el cual se mencionaba la apropiación legal del petróleo de 17 compañías extranjeras, además de “La expropiación legal de

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