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1.2.2.Asesinato de Álvaro Obregón

Gil.” (Lillemey y García, 2013, párr. 35). No será hasta después de tres años de conflicto que el mismo Emilio Portes Gil, con la mediación de Estados Unidos, en mayo de 1929, llega a un acuerdo de paz, en el que se establece la reanudación de las celebraciones por parte de la iglesia, a cambio de que ésta se comprometiera a respetar la Constitución de 1917. No obstante, en los años siguientes, aunque la guerra había terminado formalmente, los enfrentamientos entre el ejército y la iglesia continuaron. Una cifra extraoficial indica que el número de muertos llegó a un máximo de 250.5 mil, entre civiles, fuerzas cristeras y el ejército mexicano. (Jiménez, S., Pérez, G. y Pérez, B., 2018)

Asesinato de Álvaro Obregón

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Durante la presidencia de Calles, en el proceso de la Revolución Cristera, se suscitaron muchos hechos que sacudieron a la sociedad mexicana de ese entonces. Posterior a las revisiones realizadas a la Constitución del 17 en materia de elección, con el objetivo de ser capaz de reelegirse y prolongar la presidencia de cuatro a seis años; el 1 de julio de 1928 se llevaron a cabo elecciones y Obregón se postularía para la presidencia, obteniendo así, su reelección. (Recuperado Anales y Hechos de la Revolución Mexicana, https://www.youtube.com/watch?v=R7rz_-v7ufg)

Conflicto entre la Iglesia y Estado, fue arreglado el sucesor de la presidencia de Calles, y a pesar de la situación, la noticia de la presidencia de 1928 no causó tanto impacto como en 1924, en la revolución delahuertista. Obregón expresó su deseo de reelegirse, violó la Constitución del 17, sin embargo, Calles no fue capaz de hacer algo al respecto debido al apoyo que había recibido Obregón por parte de la élite política y militar. Dado que Obregón se proponía a reelegirse, la Fuente: Casasola, 1928.

Constitución del 17 tuvo que ser revisada, ya que no permitía la reelección del presidente, llegando a la conclusión que la candidatura de Obregón no sería reelección, puesto que no eran periodos de presidencia continuos. (Tobler, 1993)

Se demostró que el general Álvaro Obregón no contaba con el apoyo de todos los revolucionarios, no obstante, en agosto de 1925, fue mencionado como el candidato militar

a la presidencia por parte del general Amado Aguirre al secretario de Guerra, Francisco Serrano. Pese a la aspirada revisión de la Constitución, los obregonistas la impidieron en 1927, e incluso, lograron extender el periodo de presidencia de cuatro a seis años. Todo esto fue gracias a que Obregón se presentaba como el salvador de la crisis política que se vivía, usando a los yaquis (indígenas de Sonora, México) para triunfar en la batalla y escalar en su posición política; poco a poco Obregón tomó fuerza en candidatura hasta convertirse en presidente electo. (Tobler, 1993)

A lo largo del mandato de Obregón, al ser presidente, se hizo de muchos enemigos de parte de la iglesia, en especial de la Madre Conchita; esta tuvo la idea de matar al presidente Obregón cuando se rencontró con la esposa de León Toral, la cual, le mencionó cómo la política estaba capturando a los católicos y los enviaban a los sótanos políticos. La Madre Conchita no deseaba quitarle el poder a Obregón, sino que quería quitar la reforma que se había implementado a la Constitución Política de 1917, para así poder ayudar a su religión católica a salir de la crisis en la que se encontraba. Esto provocó que la Madre Conchita quisiera acabar con su presidencia, pues uno de sus propósitos como presidente era quitarle la influencia a la iglesia en los asuntos políticos, provocando que la religiosa acudiera a José de León Toral, el cual consideraba que al matar a Obregón se obtendría la paz en el país y la libertad de la religión católica. (Recuperado Anales y Hechos de la Revolución Mexicana, https://www.youtube.com/watch?v=R7rz_-v7ufg; Ramírez, 2014) 17 de julio, León Toral se levantó a las seis y media de la mañana y se dirigió a la casa de la madre Conchita. [...] Después de intercambiar algunas palabras con los presentes, decidió permanecer y escucharla. Al final se despidió del sacerdote, de la madre Conchita y salió a la calle. Todos vieron que llevaba un block de dibujo, pero no la pistola. (Ramírez, 2014, p. 213-214) José León Toral con el objetivo de matar a Obregón, llegó al restaurante La Bombilla disimuló y comenzó a realizar unas caricaturas en el cuaderno que traía consigo mientras los invitados se iban aglomerando. Hizo los dibujos del director de orquesta, Alfonso Esparza Oteo. Percibió en un instante que Ricardo Topete, obregonista y escolta de Álvaro Obregón, estaba sospechando de él y lo observaba; no obstante, él prosiguió con sus caricaturas y dibujó a Aarón Sáenz y Aurelio Manrique, ambos pertenecientes al lado de Obregón. Dado

que Topete siguió observándole, José León se dispuso a mostrarle lo que estaba haciendo y Ricardo Topete expresó que era muy bueno, nunca notó el arma. (Ramírez, 2014) Enseguida se acercó a Obregón por el lado derecho, con el block en la mano, y le mostró sus dibujos. [...] Sin imaginar lo que le sucedería, Obregón volteó la cara para ver los dibujos. Lo hizo en forma sonriente y amable. Casi de inmediato, León Toral se pasó el block de la mano derecha a la izquierda, sacó la pistola y le disparó en la cara. Le vació media docena de balas en el cuerpo. Sobra decir que Obregón cayó muerto en forma instantánea. (Ramírez, 2014, p. 216) Al capturarlo, no confesaba nada respecto a cómo era que se había llevado a cabo el plan para el atentado y quién era él, solo se limitaba a decir su nombre y que estaba solo. Por supuesto que era imposible de creer, no era factible que se hubiera encargado de todo. Lo torturaron con el propósito de obtener más información, pero esos esfuerzos fueron en vano. (Ramírez, 2014) Cuando le preguntó cuál era su nombre, el asesino se limitó a contestar que Juan, utilizado en su calidad de jefe de la Liga en la colonia Santa María. Por supuesto que nadie se percató de ello. Como desde un principio había calculado morir en el restaurante La Bombilla, no le importaba recibir toda clase de presiones, golpes y tormentos. (Ramírez, 2014, p. 217) Por más que fue torturado y maltratado, no sé dignó a hablar. Sin embargo, León Toral estaba consciente que la noticia llegaría pronto a su familia a la Inspección General de la Policía, así que decidió hacer un trato en el que no se involucraría a su familia por lo que había hecho. Caso contrario, sus padres llegaron a donde él se encontraba, pero no había nada que hacer; León Toral, acompañado de muchos agentes de la policía, se dirigió con la madre Conchita para finalmente morir. (Ramírez, 2014)

Después del atentado en La Bombilla, el pueblo y el gobierno se concentraron en la implicación de la iglesia católica en la política mexicana, específicamente en su respuesta ante la guerra cristera y su papel en los atentados hacia Obregón, esto se confirmó con los comentarios positivos que recibió el acto de la Madre Conchita por parte de la iglesia; como también León Toral y la religiosa afirmaron que ellos habían sido los únicos implicados en el asesinato del presidente Obregón, pero al salir los escritos de su juicio, se notó que casi

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