Psicología Positiva

Page 1

Una nueva forma de entender la psicología

L

a psicología positiva es una llamada de atención a la psicología general para que mire más allá de la enfermedad mental y el tratamiento y se transforme en una fuerza positiva destinada a comprender y promover las cualidades y las fortalezas de los seres humanos.

Forman parte de su campo de estudio las emociones positivas, el optimismo, la felicidad, el sentido del humor, la capacidad de crecer tras una experiencia traumática, los estados de flujo, las fortalezas personales... y, en general, todos aquellos aspectos de la experiencia humana que son positivos. La psicología positiva no es novedosa en cuanto a conceptos, no pretende haber inventado el optimismo, el sentido del humor o la felicidad. Su valor estriba fundamentalmente en haber hecho posible que la comunidad científica se fije más en ellos, que aumente el interés por su investigación, y, en última instancia, que se equilibre una balanza descompensada durante años hacia el lado negativo del ser humano. “La misión de la psicología positiva no es decir a las personas que deben ser optimistas, o espirituales, o amables, o estar de buen humor, sino describir las consecuencias de tales rasgos. Lo que cada uno haga con esa información depende de sus propios valores y objetivos”. Martin Seligman, 2002

Psicología positiva BEATRIZ VERA POSECK

E

n el año 1998, el famoso psicólogo norteamericano Martin E. P. Seligman inauguraba su cargo como presidente de la Asociación Americana de Psicología (APA) con un discurso en el que reparaba en el escaso interés que la psicología ha concedido al estudio de los aspectos positivos del ser humano. Centrada como había estado en reparar las heridas, había olvidado aquello que de bueno y valioso hay en los seres humanos. Este discurso marca el comienzo de una nueva corriente dentro de la psicología que toma el nombre de “psicología positiva”, y viene a equilibrar una balanza descompensada durante años hacia el lado negativo del ser humano. La psicología positiva busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen a las fortalezas y emociones positivas del ser humano, y nos recuerda que el estudio de la salud, el bienestar y la felicidad es tan importante, serio y científico como el de la enfermedad, la disfunción y el malestar. Desde la publicación en el año 2000 del monográfico sobre psicología positiva en la revista American Psychologist, que supone la presentación oficial del movimiento, el interés por este campo ha ido en constante aumento y tiene visos de convertirse en un auténtico fenómeno dentro de la profesión. Dada su absoluta novedad, aún son muchas las dudas, curiosidades y preguntas que surgen en torno a ella. Este libro tiene como objetivo ofrecer una visión global de esta nueva forma de entender la psicología, permitiendo al lector aproximarse al estudio científico de los aspectos positivos del ser humano.

PSICOLOGÍA POSITIVA BEATRIZ VERA POSECK

Psicología Positiva

Una nueva forma de entender la psicología

Beatriz Vera Poseck

L

icenciada en Psicología Clínica por la Universidad Complutense de Madrid. La lectura del primer monográfico publicado en Estados Unidos sobre psicología positiva marca su camino a seguir, y desde entonces se dedica a su estudio y divulgación, siendo una de las pioneras en este campo a nivel nacional.

Coordina y gestiona la web www.psicologia-positiva.com (la primera aparecida en castellano) y en la actualidad imparte cursos y conferencias por todo el país dando a conocer esta interesante y nueva rama de la psicología. Es autora de numerosos artículos sobre el tema, algunos de ellos publicados en las revistas de psicología científica más prestigiosas de España. Su labor divulgadora se extiende en la sección “En positivo” que cada mes publica en la revista Mente Sana. Es autora del libro Imágenes de la locura. La psicopatología en el cine, publicado en 2006.

Calamar Ediciones C/ Gran Vía, 69. 7ª Planta. 28013 Madrid. Tel.: 91 548 77 47. Fax: 91 548 77 48 E-mail: info@calamarediciones.com www.calamarediciones.com

ISBN: 978-84-96235-24-3

calamar ediciones

Calamar Ediciones

www.psicologia-positiva.com



Psicología positiva BEATRIZ VERA POSECK

Una nueva forma de entender la psicología

Calamar Ediciones


Primera edición: mayo 2008 © 2008, Beatriz Vera Poseck copyright de esta edición: © 2008, Calamar Ediciones, s.l. Gran Vía, 69. 7ª Planta. 28013 Madrid Tel.: 91 548 77 47. Fax: 91 548 77 48 E-mail: info@calamarediciones.com www.calamarediciones.com diseño gráfico: Miguel San José Romano isbn: 978-84-96235-24-3 depósito legal: m-23.660-2008 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

impresión: Fareso encuadernación: Ramos Impreso en España – Printed in Spain


1. Introducción a la psicología positiva Delimitando su campo de estudio...................................... 7 2. Las emociones positivas Las grandes olvidadas de la ciencia .................................. 19 3. Optimismo Ver el vaso medio lleno ................................................... 35 4. Felicidad La búsqueda incansable.................................................... 51 5. Sentido del humor Los beneficios de reírse .................................................. 73 6. Fluir (flow) La organización de la conciencia .................................... 91 7. Resiliencia y crecimiento postraumático Resistir y crecer ante la adversidad ............................... 109 8. Las fortalezas personales Rasgos positivos de la personalidad ............................... 123 9. Terapia positiva La psicología positiva aplicada ...................................... 137 10. El futuro de la psicología positiva El camino hacia la integración ....................................... 151 Bibliografía recomendada ............................................. 167 Referencias bibliográficas .............................................. 173


Introducci贸n a la psicolog铆a positiva Delimitando su campo de estudio

1


Un recorrido histórico El movimiento que conocemos como psicología positiva aparece en Estados Unidos a finales de los años noventa. Hay consenso en establecer su inicio formal en la conferencia inaugural que pronunció Martin E. P. Seligman al comenzar su etapa como presidente de la APA (Asociación Americana de Psicología), en 19981. En su discurso reprochaba el excesivo interés que la psicología ha concedido a la enfermedad y a los problemas, olvidando casi por completo los aspectos positivos del ser humano. Según él, desde la Segunda Guerra Mundial la psicología se habría ido alejando cada vez más de su objetivo original: el bienestar del ser humano. Hasta entonces, los principales propósitos de la psicología como ciencia eran tres: (1) curar las enfermedades mentales, (2) hacer que la vida de la gente normal sea más feliz, (3) e identificar y cultivar el talento. Sin embargo, terminada la guerra, y tras la aparición de la Ley para los veteranos (1946) y la creación del Instituto Nacional de Salud Mental (1947), las dos últimas misiones quedaron relegadas a un segundo plano y pronto fueron olvidadas, mientras que la primera pasó a ser el elemento central y casi exclusivo. La psicología se convirtió prácticamente en sinónimo de “tratamiento de las enfermedades mentales”, mientras que su objetivo histórico de hacer que las personas “sin problemas” tengan una vida más productiva y plena quedó reducido a un papel secundario, y los intentos de identificar y cultivar a los genios fueron abandonados. Seligman transmitía al comité de la APA su convencimiento de que aquél era un buen momento para retomar ese objetivo original. Con su llegada a la dirección de la asociación se abre una línea de actuación centrada en el desarrollo de una nueva ciencia psicológica que amplíe su foco de atención al estudio de la parte positiva de los seres humanos. psicología positiva. una nueva forma de entender la psicología 7


“La psicología no es una mera rama del sistema de salud pública, ni una simple extensión de la medicina: nuestra misión es mucho más amplia. Hemos olvidado nuestro objetivo primigenio, que es el de hacer mejor la vida de todas las personas, no solo de las enfermas mentales. Llamo a nuestros profesionales y a nuestra ciencia a retomar esta misión original justo ahora que comienza un nuevo siglo”. Cierre del discurso de Martin Seligman en la APA.

El espaldarazo teórico definitivo a esta nueva línea de pensamiento abierta por Seligman vino gracias a un manifiesto firmado por un grupo de investigadores en enero de 1999 durante el I Congreso Akumal celebrado en México (desde entonces, todos los años se organiza un encuentro durante una semana de enero en el centro turístico Akumal del Yucatán, en un ambiente relajado y distendido que promueve expresamente el estado de ánimo positivo). A través de este manifiesto, Ken Sheldon, Barbara Fredrickson, Kevin Rathunde, Mihalyi Csikszentmihalyi y Jon Haidt establecieron la definición, las metas, los enfoques y las aplicaciones de la psicología positiva. La firma de este manifiesto representaba un compromiso por parte de estos investigadores de ampliar su foco de atención a los recursos de salud y bienestar. Seligman no va a tardar mucho tiempo en conseguir el apoyo de algunas instituciones privadas y reunir así una cuantiosa suma de dinero con la que empezar a trabajar. Su primer paso es crear el Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania, desde donde comienza a desarrollar su labor de promoción y difusión de esta nueva corriente. A este centro se suman pronto tres más, que pasan a conformar la Red de Psicología Positiva, presidida por él mismo: el Centro de Experiencias Subjetivas Positivas, a cargo de Ed Diener en la Universidad de Pensilvania, el Centro de los Rasgos Positivos Individuales, a cargo de Mihalyi Csikszentmihalyi desde la Universidad de Chicago, y el Centro de las Instituciones Positivas, 8 beatriz vera poseck


liderado por Kathleen Hall Jamieson, decana de la Escuela de Comunicación Annenberg, de la Universidad de Pensilvania. Recién estrenado el siglo xxi, asistimos a un nuevo hito en la evolución de la psicología positiva: la aparición de un monográfico en la prestigiosa revista American Psychologist. Este número, publicado en enero del año 2000 y dedicado íntegramente a la psicología positiva, supone su “presentación en sociedad” y permite que todos los profesionales a lo largo y ancho del planeta accedan por vez primera al conjunto de bases teóricas y metodológicas que conforman el nuevo movimiento. En él participan algunos de los grandes investigadores de la psicología positiva como el propio Martin Seligman, Chris Peterson, Mihalyi Csikszentmihalyi y Ed Diener. A partir de este momento, la psicología positiva toma verdadera forma y serán muchas las revistas científicas y divulgativas que, a lo largo de los años siguientes, se sumen al interés despertado por el estudio de los aspectos positivos del ser humano. Pero ¿quién es Martin Seligman?, y ¿cuál es su secreto para haber conseguido poner en marcha esta increíble maquinaria? Martin E. P. Seligman (1942, Albany) es uno de los psicólogos más prestigiosos y reconocidos a nivel mundial, así como uno de los más citados en la literatura científica gracias a sus más de treinta años dedicados a la investigación, en los que ha desarrollado conceptos tan importantes como la indefensión aprendida. Actualmente trabaja como profesor en la Universidad de Pensilvania y mantiene una prolija actividad investigadora en distintos centros públicos y privados. Ha publicado más de doscientos artículos en las revistas científicas más prestigiosas del planeta y escrito veinte libros que han sido traducidos a múltiples idiomas. Ha sido distinguido con infinidad de galardones, premios y reconocimientos a su carrera; entre ellos, fue investido doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid en el año 2001. Desde que pusiera en marcha el engranaje de la psicología positiva, Seligman ha actuado como un catalizador y unificador de los esfuerzos de muchas y diversas iniciativas surgidas alrededor del mundo en torno al estudio de los recursos positivos del ser humano. Ha conseguido, además, el apoyo de instituciones privadas que psicología positiva. una nueva forma de entender la psicología 9


financian sus investigaciones, logrando en pocos años resultados valiosos y sólidos. Las décadas de investigación y docencia académicas avalan, sin ningún género de duda, a Seligman y lo alejan de cualquier tipo de especulación sobre su oportunismo, charlatanería o ánimo de lucro que algunos han creído ver en su defensa de la psicología positiva. Establecidos los orígenes históricos y presentado su principal difusor, es el momento de definir y acotar el concepto de psicología positiva. Como se trata de una línea de trabajo muy reciente, es necesario que desde el primer momento queden establecidos sus límites de una forma muy precisa y clara, de manera que mantenga su identidad y no se confunda con otras líneas o métodos de trabajo.

¿Qué es la psicología positiva? La psicología positiva es… una rama de la psicología de reciente aparición que busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen a las fortalezas y emociones positivas del ser humano2.

La psicología positiva representa un nuevo punto de vista desde el que entender la psicología y la salud mental que viene a complementar y apoyar al ya existente. Desde la psicología positiva se nos recuerda que el estudio de la salud, el bienestar y la felicidad es tan importante, serio y científico como lo es el de la enfermedad, la disfunción y el malestar. Su objetivo principal es equilibrar la balanza, no restando importancia al estudio de la parte negativa del ser humano, sino aumentando la importancia de la parte positiva. Una de las ideas centrales que subyacen a todo este movimiento es la de prevención. La psicología se ha centrado en ayudar a las personas que padecen enfermedades mentales y ha dejado en un segundo plano el actuar antes de que la enferme10 beatriz vera poseck


Defender el valor del estudio de los aspectos positivos del ser humano no implica restar importancia al estudio de los aspectos negativos: si queremos entender al ser humano en toda su riqueza y complejidad, debemos abordarlo desde todas sus perspectivas.

dad mental esté presente, cuando el individuo todavía se encuentra sano. Mientras que en las últimas décadas las intervenciones preventivas en medicina han supuesto una auténtica revolución, no ha ocurrido así en el campo de la salud mental. ¿Por qué la psicología parece encontrarse aún lejos de desarrollar modelos preventivos eficaces? Para progresar en el desarrollo de medidas de prevención no se puede partir del modelo tradicional de enfermedad, pues lo que sabemos sobre el tratamiento de las mentes enfermas aporta poca información sobre cómo prevenir las enfermedades en mentes sanas. El verdadero progreso en la prevención de enfermedades mentales vendrá cuando seamos capaces de identificar y potenciar aspectos positivos que actúen como barrera contra el desarrollo de futuras enfermedades. El modelo de enfermedad adoptado tradicionalmente por la psicología sólo se plantea compensar carencias, no potenciar fortalezas, de ahí la necesidad de adoptar un modelo más amplio y flexible sobre el que desarrollar esquemas de prevención válidos y eficaces. La psicología positiva persigue ampliar el foco de interés de la psicología, pasando a abarcar todo el espectro de conductas, emociones y rasgos del ser humano, no sólo aquellos característicamente negativos. La psicología debe mirar más allá de la enfermedad mental y el tratamiento, y transformarse en una fuerza positiva destinada a comprender y promover las cualidades y las fortalezas de los seres humanos. La focalización casi exclusiva en lo negativo que ha dominado la psicología durante tanto tiempo ha contribuido a adoptar psicología positiva. una nueva forma de entender la psicología 11


una visión bastante pesimista de la naturaleza humana. Características como la alegría, el optimismo, la creatividad, el humor, la ilusión… han sido ignoradas o explicadas de forma muy superficial. Basta hacer una búsqueda en las bases de datos de revistas científicas dentro del ámbito de la psicología para advertir que las publicaciones dedicadas a tópicos negativos como depresión, ansiedad o estrés desbancan a las dedicadas a tópicos positivos como satisfacción, felicidad, bienestar y disfrute.

Los tres pilares de la psicología positiva Tal y como la define Seligman3, la psicología positiva se basa en tres grandes pilares: –Emociones positivas. Emociones tales como la alegría, la esperanza, la ilusión, el agradecimiento… han permanecido relativamente olvidadas durante muchas décadas. Desde la psicología positiva se pretende retomar su estudio a partir de la creencia confirmada de que el valor adaptativo de las emociones positivas resulta fundamental para la especie humana. –Rasgos positivos. Para alcanzar una vida satisfactoria es necesario conocer y cultivar aquellas variables internas o rasgos de personalidad que nos ayudan a ser mejores y más felices. Con el objetivo de reconocer, medir y potenciar estos rasgos, Seligman y Peterson han elaborado una clasificación de fortalezas y virtudes personales que los psicólogos pueden identificar y promover para ayudar a las personas a alcanzar mayores niveles de bienestar. –Instituciones positivas. Las sociedades actuales deben aspirar a poseer un conjunto de instituciones positivas que apoyen, fomenten y validen las emociones positivas y las fortalezas personales. Instituciones positivas son, por ejemplo, la democracia, la familia, la libertad de información, la educación, las redes de seguridad económica y social… 12 beatriz vera poseck


¿Qué no es la psicología positiva? La psicología positiva no es… un ejercicio de autoayuda o un método mágico para alcanzar la felicidad, ni un movimiento que pretende ganar adeptos o difundir dogmas de fe.

La psicología positiva no debe confundirse con ningún tipo de corriente dogmática que pretende atraer seguidores incondicionales, y en ningún caso debe entenderse fuera de un riguroso contexto profesional y científico. Cualquier persona que se acerca por primera vez a la psicología positiva debe tener presente que no se trata de un movimiento filosófico o moral y que no pretende promover el crecimiento espiritual ni humano a través de métodos de dudosa calidad científica. Tampoco estamos ante un movimiento de marketing impulsado por un grupo de autores oportunistas dispuestos a subirse al carro del éxito fácil. Muy al contrario, los principales defensores de este movimiento son investigadores consagrados y prestigiosos con sólidas y prolíficas carreras que llevan décadas trabajando en el campo de la salud mental. La búsqueda de los aspectos positivos del ser humano que defiende esta rama de la psicología no está basada en sueños dorados, utopías ni espejismos, sino que adopta el método de la psicología científica, con todo el rigor y seriedad que eso implica. En este sentido, es importante distinguir claramente la psicología positiva de los movimientos que se encuadran dentro de la autoayuda. Las librerías están saturadas de este tipo de libros que venden recetas mágicas para alcanzar la felicidad, el amor o el éxito, y, con la aparición de la psicología positiva, no son pocos los autores y editoriales que han aprovechado para utilizar esta etiqueta. Como dejan claro Avia y Vázquez en su libro Optimismo inteligente4: “Los libros de autoayuda están repletos, las más de las veces, de ideas simplonas que dicen a la gente lo que ya sabe y quiere oír, mientras que otras son enteramente erróneas y en el mejor de los casos, aunque agudas e intuitivas, están psicología positiva. una nueva forma de entender la psicología 13


alejadas de los conocimientos fundados en que se basa la psicología científica”. La psicología positiva nace con la rigurosidad científica y la solidez empírica de cualquier otra rama de la psicología, y una de las principales tareas de los psicólogos que se enmarcan dentro de esta corriente es, precisamente, velar porque esto continúe siendo así. Los temas que aborda la psicología positiva son muy atractivos y se prestan a la palabra fácil y al empleo oportunista, por lo que aquellos que trabajamos y defendemos la validez de este campo debemos ser especialmente cautelosos en todos nuestros abordajes. Resulta muy tentador utilizar temas como la felicidad, el optimismo, la gratitud o la esperanza como instrumentos de publicidad y marketing y venderlos como remedios definitivos para los males del mundo o eficaces soluciones para los problemas de la humanidad. El psicólogo positivo debe permanecer siempre dentro de los límites que impone la utilización rigurosa y científica de estos temas y nunca tratar de atribuirles más usos y funciones de los que realmente cumplen. El camino que nos lleve a la comprensión de cómo funcionan estas variables positivas es largo y lento, y no se debe cometer el error de querer avanzar demasiado deprisa o de saltarse fases en el proceso de avance. No podemos afirmar más de lo que los datos permiten y hay que evitar caer en un excesivo optimismo que nos lleve a querer ver más de lo que realmente hay detrás de estos conceptos.

Lo que la psicología positiva debe a la psicología humanista A pesar de su carácter innovador, la psicología positiva no pretende descubrir nada nuevo. No es, ni mucho menos, la primera en preocuparse por la felicidad y el bienestar humano, y, de hecho, la filosofía occidental, desde Aristóteles hasta nuestros días, lleva siglos preguntándose por estas cuestiones. Por otro lado, los estudios científicos sobre aspectos positivos del ser humano no empiezan en 1998, sino que están presentes en la investigación científica desde la misma creación de la psicología como ciencia. Lo que 14 beatriz vera poseck


ocurre es que antes de esta fecha se trataba de estudios aislados, que carecían del marco holístico e integrador necesario para ser tomados en cuenta. En este sentido, el principal mérito de la psicología positiva no es otro que reunir bajo su seno todo un conjunto de estudios y proporcionarles un reconocimiento y una importancia de los que antes carecían. Podemos encontrar claras tendencias positivistas en la psicología humanista de los años sesenta, representada por autores tan reconocidos como Carl Rogers, Abraham Maslow o Erich Fromm. Esta corriente surge como reacción a las teorías conductistas y freudianas vigentes en la época, rechazando, por un lado, la visión excesivamente mecanicista de la mente humana del conductismo y, por otro, la insistencia de la teoría freudiana en explicar la mente a partir de la patología y poner énfasis en los aspectos negativos de la naturaleza humana. La psicología humanista pretende dar una visión más global y menos rígida del ser humano destacando los atributos positivos de la vida, como la felicidad, la satisfacción, el éxtasis, la amabilidad, la generosidad… Ya en 1954, Maslow lamenta el excesivo interés de la psicología por la enfermedad y el olvido de los aspectos positivos del ser humano: “Cualquier teoría de la motivación que sea digna de ser escuchada debe estudiar las más altas capacidades del hombre fuerte y sano tanto como las maniobras defensivas de los espíritus enfermos. Igualmente debemos analizar las más trascendentales preocupaciones que vivieron las grandes figuras de la historia humana. Nunca obtendremos ese conocimiento si limitamos nuestro estudio a las personas enfermas. Los teóricos de la motivación tienen que llegar a ser más positivos en su orientación”5. Abraham Maslow, en quien encontramos un claro antecesor de Seligman, se convierte en un auténtico visionario adelantado a su tiempo. No cabe duda de que la época en la que Maslow vivió era muy diferente a la actual, lo que puede explicar, en parte, el poco impacto que las demandas de la psicología humanista tuvieron sobre la psicología del momento. Las circunstancias actuales, no sólo las que tienen que ver con el campo de la psicología, sino también aquellas que afectan a otros ámbitos de la sociedad y de psicología positiva. una nueva forma de entender la psicología 15


la ciencia, como el prodigioso avance de la comunicación o la tecnología, hacen que sea más viable abogar por una psicología de lo positivo con éxito. A pesar de lo interesante de sus planteamientos, la psicología humanista chocó una y otra vez contra dos enormes muros: el conductismo y el freudismo, que imponían su visión del ser humano sin apenas dejar espacio para visiones discordantes, de manera que fue imposible hacerse un hueco como alternativa sólida. Pero los deseos de Maslow eran exactamente los mismos que los de Seligman, y así lo deja reflejado en uno de sus libros más famosos: “No hay ninguna razón para que la ciencia renuncie a problemas como amor, creatividad, valor, belleza, imaginación, moral y alegría, dejándolos del todo en manos de los no-científicos: poetas, profetas, clérigos, dramaturgos, artistas o diplomáticos. Todas estas personas pueden tener intuiciones maravillosas e incluso estar en lo cierto y poseer la verdad en muchas ocasiones. Pero, por más seguros que ellos se sientan, jamás conseguirán que la humanidad lo esté. La ciencia es el único camino para introducir la verdad en quien se encuentra remisa a ella”6.

El término “psicología positiva” ya está presente en la obra de Maslow. La primera vez que aparece es en 1954 en su libro Motivación y personalidad dando título a uno de los capítulos (Hacia una psicología positiva). Vuelve a hacer referencia a él en 1968 en El hombre autorrealizado: “Es este pues un capítulo de ‘psicología positiva’, del futuro en el que se estudian seres humanos saludables y en plenitud de funciones, y no solamente seres habitualmente enfermos”.

Se ha achacado a la psicología humanista su falta de profundización teórica y su escaso valor científico; sin embargo, como puede leerse en el párrafo anterior, Maslow tiene muy claro que la ciencia es la única vía para llevar a cabo el cambio positivo que propone. Si 16 beatriz vera poseck


la psicología humanista careció de base sólida, no fue, desde luego, porque no se creyera en la importancia de la ciencia. Por todas estas razones, es justo otorgar a la psicología humanista en general, y a Maslow en particular, el lugar de honor que se merecen en la lucha por una psicología más global y positiva7.

“Creo que otra labor a realizar antes de que podamos encontrarnos en posesión de un mundo bueno, es la elaboración de una psicología nacida de la compasión y el amor a la naturaleza humana, más que del sentimiento de aversión y el derrotismo”. Abraham Maslow, en el prólogo a la segunda edición de El hombre autorrealizado.

Una vez aceptado que el estudio de lo positivo que hay en el ser humano no es algo novedoso y particular a la psicología positiva, no puede dejar de recalcarse que sí es ésta la primera vez que se puede abordar desde un punto de vista comprensivo, científico y sistemático. Las investigaciones en materias como la sabiduría, la creatividad, la gratitud, la humildad, la curiosidad, el altruismo, la inteligencia emocional… existen desde hace mucho tiempo, pero antes de la llegada de la psicología positiva eran consideradas de forma aislada, sin elementos que las conectaran entre sí. Hoy, estas áreas de investigación se han unido dentro de un mismo enfoque y pueden entenderse formando parte de un marco teórico común que permite comprenderlas y estudiarlas en interacción unas con otras. Si Maslow viviera para poder ver los progresos alcanzados en menos de una década por Seligman en su defensa de una psicología de lo positivo, podría sentirse, desde luego, más que satisfecho.

psicología positiva. una nueva forma de entender la psicología 17


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.