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INTRODUCCIÓN
Cuando se declaró la pandemia en nuestro país, las medidas inmediatas que se propusieron fueron el confinamiento y la inmovilización social. ¿Las condiciones del confinamiento, y las medidas a adoptar eran posibles de seguir por todos? ¿el lavado de manos y el uso de mascarillas formaba parte de nuestros hábitos? ¿los servicios de salud podrían atender casos agudos y crónicos? Al poco tiempo nos dimos cuenta que existían factores estructurales que limitaban estas medidas.
A pesar de la cuarentena la ciudadanía se contagió rápidamente y nuestro sistema de salud colapsó. La pandemia expuso nuestras limitaciones de infraestructura, de desarticulación del sistema de salud, falta de personal de salud, liderazgo en el sector salud, aprovechamiento del sistema privado de salud, entre otros aspectos. Las soluciones sostenibles no solo eran de tratamiento sino principalmente de prevención.
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La pandemia Covid 19 puso en relieve la importancia de un enfoque de comunicación para la salud y el rol de los comunicadores en este proceso. Informar, orientar y educar, fueron y son aún, funciones claves para visibilizar conductas positivas y alertas para conductas de riesgo. La comunicación se vuelve así en un elemento fundamental para la prevención y contención de la epidemia actual y tiene la posibilidad de promover cambios de comportamiento en la ciudadanía.
Sin embargo, las y los comunicadores y periodistas, no siempre cuentan con conocimiento y especialización para abordar la problemática de la Covid 19; en parte porque existe poca comprensión del periodismo en temas de salud, la ética y calidad periodística se ejerce desde el sensacionalismo,se tiene limitadas fuentes de opinión e información, a veces la producción informativa está basada solo en fuentes oficiales, existe una limitada contextualización regional de la pandemia, entre otros aspectos.
Pero la comunicación y en particular los medios de comunicación pueden cumplir tres funciones relevantes: a) informar y educar, b) fiscalizar las políticas públicas, c) ser promotor del debate.}
En el campo de la salud esto es particularmente importante, porque se requiere un periodismo informado y especializado con conocimiento de la política pública, del sistema de salud, de las demandas del ciudadano para que pueda orientar y educar a la ciudadanía, así como colocar los temas de interés ciudadano en la agenda pública.
INTRODUCCIÓN
Por ello, CALANDRIA se propuso como objetivo general en este periodo: “Fortalecer el rol del periodismo en la prevención de la COVID 19, informando y orientando a la ciudadanía e incidiendo en las autoridades para el cuidado sobre posibles situaciones de riesgo”.
El primer paso para ello es escuchar sus experiencias y transformarlas en metodologías útiles para hacer más y mejor periodismo. En ese sentido el presente manual es producto de los talleres que realizamos con más de 70 periodistas de la región costa, sierra y selva, espacios donde presentaron sus experiencias, sus lecciones aprendidas, los mitos que existen en la comunidad y las buenas prácticas que están implementando.
En los talleres también se analizó la oferta informativa, de manera autocrítica, y se contrastó con las demandas de la ciudadanía, jóvenes, mujeres, adultos, adultos mayores y diferentes públicos a los que debemos llegar como parte de una estrategia de comunicación más amplia.
La presenta publicación presenta parte del debate que se ha realizado, así como recomendaciones para fortalecer las capacidades de las y los periodistas en este especial contexto.
El primer capítulo presenta conceptos de comunicación para la salud en situaciones de riesgo, para así comprender de manera más amplia el enfoque comunicacional desde el cual mirar la problemática para el diseño y/o análisis de políticas públicas.
INTRODUCCIÓN
El segundo capitulo aborda la relación entre el gobierno y la ciudadanía; la cronología de la pandemia, las estrategias de comunicación gubernamentales vs las demandas ciudadanas, sus mitos y expectativas.
El tercer capítulo plantea el rol de los medios, la ética y calidad informativa, así como buenas prácticas llevadas a cada, con recomendaciones para mejorar la cobertura y tratamiento en este tema.
La Asociación CALANDRIA agradece el apoyo y la confianza de la Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) para el desarrollo de este material en el marco de la iniciativa del proyecto “Orientaciones para la aplicación de medidas de salud pública no farmacológicas en grupos de población en situación de vulnerabilidad en el contexto de la COVID 19”.