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Capítulo 17:Más vale prevenir que lamentar........................................................................Pp

CAPÍTULO 17 %

MÁS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR

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Ahora que ya he terminado de preservar la comida e inspeccionar a los aldeanos, tengo que comenzar a preparar luz, agua y materiales para las artesanías tradicionales.

En esta aldea usamos velas hechas a base de la grasa de los animales y hierbas para remover el olor.

—Nunca imaginé que haríamos nuestras propias velas. —Bueno, tenemos que ser auto-suficientes. Los productos que los mercantes traen vienen incluidos con los costos de embarque, así que también son un despilfarro.

El día de hoy estamos fabricando juntos las velas. Ya que Sieghabía estado saliendo al bosque con Miruporon estos últimos días, ha pasado un tiempo desde que trabajamos los dos.

— … —¿Um?

Sieg me miró de una manera extraña. —No es solo que, te ves bastante feliz, así que me preguntaba si te gustaba hacer velas.

Creo que tengo el corazón en la mano. Podría decirle que estoy feliz de trabajar con ella, pero sería malo si se aleja por eso, así que solo sonreí como respuesta.

Para elaborar las velas utilizamos la grasa de los intestinos del jabalí hembra. El de los machos es demasiado fuerte para ser borrado con hierbas.

La grasa, que fue apartada durante el procesamiento de los animales, se corta en tamaños iguales y se coloca en una cazuela con agua hirviendo. Luego se añaden hierbas en polvo para remover el olor.

A medida que lo hervimos, la grasa forma espuma blanca. Una vez que retiramos eso varias veces y el agua está completamente limpia, podemos obtener aceite de jabalí.

A partir de este aceite de jabalí, y una vez que le agreguemos unas cuantas hierbas, podemos fabricar ungüento o jabón. —La sabiduría de nuestros antepasados es asombrosa —dije mientras continuaba trabajando con Sieg.

Ahora que la grasa tenía una forma semisólida, se colgaban las mechas hechas tras retorcer unos cuantos hilos de un largo palo de madera. Luego se zambullen en la grasa y se sacan por un rato hasta secarse. Tras repetir eso una par de veces más, se consigue una vela. Hacer solo una requiere de una gran cantidad de tiempo y esfuerzo; sin embargo, ya que es la única fuente de luz además de la chimenea durante las noches polares, no puedo escatimar esfuerzos.

Concerniente al agua, la extraemos del bosque que está detrás de la aldea. Por alguna extraña razón, el manantial no se congela aun en invierno. Dicen que es gracias al poder del Espíritu. Tomando en cuenta que el río en el bosque estaba congelado, hasta Sieg se sorprendió.

A fin de prepararnos para las noches polares, llenamos unos contenedores y los llevamos de regreso a casa. Por supuesto, ya que no se pueden mantener por mucho tiempo, tenemos que salir aunque este oscuro de vez en cuando. No obstante, alrededor de esa zona, no aparecen animales salvajes así que es seguro. Solo se necesita de una lámpara.

Como fuentes alternativas, y otros propósitos que no sean ser consumidas, utilizamos aguas freáticas o nieve derretida. Hay suficiente agua, así que no tenemos problemas con eso.

Finalmente, saldremos a buscar materiales para hacer artesanías. Los obtendremos para trabajar durante las largas noches polares.

Un producto tradicional icónico de nuestra aldea es una taza de madera llamada Kuksa, se fabrica a partir de los nudos del abedul, los cuales se forman en los árboles para cubrir la corteza luego de que un animal la daña.

Esos trozos se dejan secar lentamente por dos meses antes de trabajar con ellos. Aunque ya tengo algunos preparados, necesito aprovechar y salir por más antes de que lleguen las noches polares y no podamos entrar a los bosques.

Además de las tazas de madera, hacemos bolsas y brazaletes de piel de reno, canastas con raíces tiernas de árboles, fundas de astas de reno, entre otros artículos. Ya que todos son hechos a mano, generalmente son muy caros; sin embargo, después de las noches polares se venden a un precio relativamente accesible en las ciudades. No se puede evitar, considerando que todos los aldeanos tienen una gran cantidad de los mismos bienes, el valor cae.

Una vez que las noches polares terminan, un rompehielos viene al puerto cercano y abre paso sobre el mar congelado.

Durante esa temporada, el puerto se llena de personas y un mercado de pulgas abre todos los días. Así que las noches polares son un periodo adecuado para elaborar las artesanías tradicionales.

—…Y, pues, ¡eso es todo!

La bodega estaba llena de comida preservada y contenedores con agua. También había carne que estará lista tras fermentarse bajo la nieve y piel sin procesar.

Le informé a Sieg que estábamos completamente preparados.

Sin duda alguna, la motivación es diferente cuando se tiene miembros de la familia involucrados. Realmente podía sentirlo todos los días.

❄❄❄

Una tarde, Sieg sacó una caja de madera que trajo desde su casa. —¿Qué es esto? —Pensé que podríamos venderlos para complementar los gastos.

Cuando abrió la caja y desenvolvió la tela, había pañuelos bordados allí. Una gran cantidad de ellos además.

—Sieg, ¿y esto? —Son cosas que hice cuando estaba en casa para matar el tiempo. —¡Espera, ¿quieres decir que tú hiciste todos estos?!

Tenía la idea preconcebida de que no era buena con las labores femeninas, así que me sorprendí de que fuera inesperadamente buena con las manualidades. —Ah~, pero son demasiadas. —¿? —Los mercantes de por aquí probablemente no los compren a menos que sean baratos. Los lugareños no usan pañuelos hermosos de seda como estos.

Supongo que se podrían vender a un alto precio en las ciudades. Sin embargo, tardabas un par de días en llegar hasta allá incluso por reno. Cuesta dinero ir a las ciudades, así que no era algo económico. —Sería una buena idea ponerlos en la tienda de regalos que abre desde primavera hasta principios deotoño. Los turistas son o nobles o ricos. —Conque así es. Bueno, dejaré que tú te encargues de eso. —Gracias.

—No, pues, no creo que haya ayudado mucho en realidad. —Pero estoy muy feliz.

Cuando dije eso, Sieg hizo una expresión preocupada. Últimamente tiene ese tipo de expresiones seguido, así que trato de no decir nada innecesario.

Más tarde, las noches polares arribaron con una ventisca. —Es sorprendente la cantidad de nieve que hay. —No parece que vaya a ceder pronto.

Las ventanas traqueteaban cuando el viento golpeaba la casa con un ruido feroz. Era duro en el exterior; sin embargo, adentro era cálido y pacífico.

Ya que la familia de raza marcial descansaba a partir del día de hoy, haremos todo nosotros mismos.

Coloqué una olla sobre el fuego, traje algunos ingredientes idóneos de la despensa y comencé a cocinar.

La sopa de hoy está inspirada en un platillo de la tierra natal de Sieg. Digo inspirada por que la estoy haciendo de manera improvisada. Aunque Sieg dijo que no sabía cocinar, peló los vegetales con una habilidad admirable. Efectivamente se trataba de una asistente digna de confianza.

Los ingredientes eran: grandes cantidades de patatas, tubérculos y carne de jabalí ahumada. A la sopa le añadí especias y la deja hervir hasta que los ingredientes se tornaran pastosos. Conforme hervía, aplasté los ingredientes usando una espátula.

En el país de Sieg, las patatas son la base de la mayoría de las comidas. Allí hay un dicho de que las mujeres no pueden casarse a menos que aprendan a cocinar doscientos platillos diferentes de patatas. Por supuesto, eso no garantizaba que las mujeres que cocinaran bien, se casaran con un buen partido. Sin embargo, se trataba de una alegoría para demostrar que las mujeres debían ser capaces de cocinar a tal grado para contraer matrimonio.

Tomé una brocheta de salchicha de reno, la condimenté y la asé junto a la chimenea. Una vez que la grasa comenzará a salir sobre la superficie y el jugo goteara, estaría lista.

Un consistente pan de centeno que Ruruporon horneó ayer, junto con un poco de queso, salchichas y sopa. Todo esto nos daba un desayuno completo.

Sieg elogió que la sopa estaba muy bien hecha. Ya que deseaba hacer más platillos de su país, le pregunté sobre ellos. —Oh, sí, me gustan las bolitas de papa. Son chiclosas y saben bien con carne. —¡Wow, suena delicioso! —También hay un platillo de salchichas y patatas fritas con especias, unas salchichas que se hacen de carne molida con ruibarbo, pan con bayas…

A pesar de eso, la receta seguía siendo un misterio así que tendré que prepararlos de acuerdo a los gustos de Sieg.

Luego de terminar de comer, como de costumbre, llegó la hora de que nuestros estómagos descansaran. —Por cierto, ¿cómo les fue a los Rango con sus propias preparaciones? —Ellos estarán bien. Teoporon sale a cazar aun estando oscuro y tanto Ruruporon como Miruporon entienden las noches polares, así que tomaron las debidas precauciones. —De verdad. En ese caso, eso es bueno.

Hace poco revisé su almacén y tenían más comida que aquí.

Cuando me casé, les regalé una casa que se encontraba cerca de la aldea. Teoporon procesa a los animales cazados en la cabaña junto a la mansión; sin embargo, las otras labores las realiza en su casa. Ellos de igual forma se habían preparado para las noches polares.

Luego de esto, comenzaremos con la fabricación de las artesanías tradicionales en el taller. Ya que descubrí que Sieg es buena con el trabajo manual, le pedí que hiciera algunos conmigo mientras le enseñaba el proceso.

En esta época, no sirve de nada estar inquieto, así que es mejor relajarse. A medida que hablábamos de cosas por el estilo, pasamos tranquilamente el rato.

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