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Capítulo 18:Kaamos..............................................................................................................................Pp
from Hokuou Kizoku 1
CAPÍTULO 18 %
KAAMOS7
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En medio de una tormenta de nieve, Sieg y yo alimentamos a los perros. Los renos se encontraban en el área cercada del bosque. Si el viento aminora, podemos sacarlos a dar un paseo, sin embargo, debido al clima de hoy, los enviamos de regreso y les ordenamos que permanecieran allí.
Me gustaría decir que entonces me relajé junto a Sieg; sin embargo, un noble pobre no puede darse el lujo de tal elegancia.
Había una montaña de trabajo esperándonos en casa. Cuando le comenté eso, Sieg dijo que ayudaría tanto como pudiera. Realmente es una esposa confiable. Me conmoví tanto que casi lloro.
Primeramente, comenzaremos a procesar las pieles que hemos estado rezagando. La piel no se debe lavar en agua; en cambio, se limpia usando un jabón especial en polvo con hierbas.
—Primero rociamos este polvo especial sobre las pieles.
El día de hoy trabajaré con una estudiante. Sieg, quien modelaba un delantal, era una aprendiz ardiente que anotaba cada paso del proceso en su libreta.
Rocié el polvo sobre toda la piel y lo froté con mucho cuidado. —Hasta que el color del polvo cambie, seguiremos frotando. Aunque es difícil de apreciar a primera vista, la piel se ensucia fácilmente —murmuré conforme seguía cepillando la piel, asegurándome de remover cualquier mancha—. Si el color del polvo deja de cambiar, lo retiramos.
Con movimientos ágiles removí los granos con el cepillo. Para dar el toque final, una tela empapada de agua con jabón se utiliza para limpiar la piel.
Ahora que terminé con la explicación, es el turno de Sieg. Para asegurarme de que no hubiera errores, la supervisé. —Así es, lo estás haciendo muy bien.
Gracias a que tenía una buena percepción, limpió la piel con una agilidad inesperada de un novato. Cuando le pregunté al respecto, me dijo que era similar al mantenimiento
7 N. de la T. Kaamos: es otro nombre con el que s e conoce a l as noches pol ares .
que le daban a los equipos de cuero cuando estaba en el ejército. Siendo así, tenía sentido.
Abrigos, zapatos, sombreros y guantes. Debido a que ambos trabajamos, solo nos tomó un rato terminar con todo.
—Qué suerte tengo de que Sieg esté conmigo esta vez, antes yo solo lo hacía cada año.
Hay el doble de artículos debido a Sieg, pero fue divertido trabajar mientras charlábamos. Soy del tipo que trabaja más lento cuando estoy solo, así que es realmente agradable contar con la compañía de Sieg.
A continuación, limpiamos la casa.
Si bien era la preciada hija de una familia de nobles poderosa, también era una mujer del ejército. Por lo que hizo la limpieza perfectamente. —Teníamos que limpiar nosotros mismos. —Ya veo.
—Ah, ya que a nadie le gustaba limpiar, jugábamos durante nuestros recesos y los perdedores se encargaban de eso…
Cuando recién se enlistó en la armada, a la edad de trece, Sieg perdía tanto que se volvió buena limpiando. Sin embargo, siendo de la clase que odia perder, compró libros y estudió estrategias para ganar. —Ahora entiendo porque no puedo ganar. —Pero tienes potencial. —¿Eh, de verdad? Me pregunto si pronto podré empezar a ganar~ —¿Quién sabe? —Entonces, ¿me dejarías ganar una vez?
Mientras charlábamos alegremente, llegó la hora del almuerzo. Para comer, calenté el resto de la sopa y rosticé carne de reno con hierbas en una brocheta junto a la chimenea.
El reno de hoy fue el que recientemente me ayudó Sieg a cazar. Incapaz de seguir resistiéndome, le di un mordisco. La textura era asombrosa y el delicioso jugo de la carne se esparció por mi boca. Lashierbas no interfirieron con la carne y se mezclaron con el jugo.
Hasta Sieg mostró una expresión sorprendida por la gran diferencia de sabor de la carne de reno de costumbre.
—Es extraordinario.
—¿Verdad?
—Realmente delicioso.
—Me alegro. Quería que lo probaras. Mejor dicho, es gracias a ti que podemos comer esto.
Tras decir eso, Sieg no hizo ni una cara modesta ni afirmativa; simplemente mostró una sonrisa cálida.
Cuando vi esa expresión tan preciosa, inconscientemente me enamoré de ella.
Lamentablemente, esa sonrisa desapareció rápidamente y fue reemplaza por una mirada estricta.
—Es peligroso cazar renos solo. —…Sí.
Gracias a que presencié la inusual sonrisa de Sieg, me encontraba deredere8, aunque enseguida regresó a ser una capitana. Recordéfuertemente que no todo en el mundo es dulce.
—Pero.
—¿?
La charla todavía no había terminado. Me paralicé mientras sujetaba una cucharada de sopa a mitad del aire y observé a mi esposa. —El próximo año podría ayudarte. Cuando llegué el momento, vayamos a cazar juntos. —…¡¿Eh?! ¡Auch, auch, está caliente!
Por lo que dijo, terminé derramando la sopa sobre el dorso de mi mano que estaba descansando sobre la mesa. Mientras seguía confundido por sus palabras, Sieg limpió con una servilleta la sopa de mi mano. Luego, abrió las ventanas para conseguir algo de nieve, la envolvió en una tela y la colocó sobre el dorso de mi mano. —¿Qué estabas haciendo?... —L-lo siento~
No puedo decirle que fue porque mencionó algo sobre el próximo año. Si lucía expectante sobre esto, creo que podría agobiarla.
Por ahora, Sieg permanecerá a mi lado por un año. Eso es más que suficiente, pensé convenciéndome a mí mismo.
8 N. de la T. Deredere: al go as í como es tar en modo amoros o o románti co.
Luego de almorzar, nos dirigimos al taller. De nueva cuenta, me acompañaba mi aplicada estudiante Sieglinde. —Hoy fabricaremos Kuksas.
La Kuksa es una artesanía tradicional de las personas Sami, se trata de una pequeña taza para beber hecha a través de un proceso fastidioso.
La materia prima es un nudo seco de abedul que fue recogido hace dos meses. Se supone que se elabora a partir de madera robusta y de grano muy fino. Sin embargo, en esta área, solo contamos con abedules, por eso pienso que no tenemos otra opción más que usarlos. —Primero, cincelamos para retirar las cortezas hasta convertirlo en un pedazo de madera.
La corteza se retira con un cincel especialmente diseñado. Ya que la madera es dura, creí que sería difícil paras las mujeres; pero, incluso aquí Sieg era fuerte y tenía destreza.
El trozo de abedul redondo se talla hasta tener una forma cuadrangular, luego un hueco circular se labra en el centro. Tomándose su tiempo, Sieg hizo una mientras que yo tres. —Sieg, ¿están bien tus manos?
La madera de abedul es realmente dura. Tras recordar que terminé con ampollas la primera vez que hice una, le pregunté preocupado. —Están bien. La piel de mis manos ya es resistente. —Ya veo. Me alegra oír eso.
—En cambio… —¿? —La mano de Ritz está aún peor. —…Ah, es que, a decir verdad no nos aplicamos medicina después… — …
Murmuré conforme contemplaba mi mano llena de cicatrices. Las adversidades son interminables aquí en el país de la nieve.
En esta aldea, las personas simplemente se lavan la herida con agua fresca y la frotan con cuidado para curar las heridas.
Hace algún tiempo, en un baile en el extranjero, hubo una ocasión donde me caí porque estaba ebrio. Allí aplicaron medicina sobre mi herida y la vendaron, así que estaba muy sorprendido. Gracias al uso de la medicina, el dolor rápidamente desapareció y apenas dejó alguna cicatriz. Por esa razón, hice que la tienda de la aldea
importara medicina, sin embargo, ya que los aldeanos todavía creen en los viejos métodos siempre hay medicina de sobra en el almacén.
Desde luego, si sufrimos de una herida severa o una enfermedad seria, llamamos a los doctores. Todo esto se logró porque mi abuelo abogó que las enseñanzas del Espíritu se encontraban en gran parte equivocadas.
Cuando le comenté sobre ese tipo de cosas, Sieg también comprendió.
Ya que más trabajo me esperaba, suspiré tras tomar un sorbo de vino especiado caliente.
El cuarto pedazo todavía no se encontraba en un punto donde podía ser labrado limpiamente. —Una vez hecho esto, las enterramos bajo la nieve.
Aún estaba la tormenta de nieve; a pesar de eso, salí de todas formas. Enterré los que acabábamos de hacer y saqué la madera de abedul que enterré ayer. —Este todavía no está listo.
Después de que repose en la nieve por un día, la madera entonces se hierve en agua con sal, siendo su concentración la misma que el agua de mar. Si hacemos eso, la madera apenas tiene grietas. —Tras hervirlo, tenemos que secarlo para dejarlo limpio. Bueno, esto también toma tiempo.
Y requiere incluso más tiempo darle forma a la taza.
Luego de que se hierve, requiere aproximadamente siete días en secarse. Esculpí un poco la madera seca de hace una semana y tras considerar que era suficiente por un día, limpié y salimos del taller.
Este fue el comienzo de las largas noches polares.