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Capítulo 24:Acercándonos...............................................................................................................Pp

CAPÍTULO 24 %

ACERCÁNDONOS

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—Entonces, ¿regresamos?

Luego de preparar el trineo de renos, le dije a Sieg que las preparaciones para volver ya estaban listas. Cuando llegamos aquí con equipaje, los dos trineos estaban conectados; sin embargo, durante las extensas noches polares hice un trineo con una cama para que los dos pudiéramos viajar. Fui el primero en subir, luego le extendí una mano a Sieg. —¿Qué pasa? —¿Eh? No, nada.

Debo haber levantado su sospechacuando me giré inmediatamente después de que verificará como estaba. Para no ver el rostro de mi esposa, miré hacia el frente.

A diferencia de los trineos anteriores, este tiene respaldos, así que no tenemos contacto entre nuestros cuerpos; sin embargo, como las palabras de Sieg: «Está bien si lo haces cuando regresemos a casa» no salían de mi mente, me moví torpemente.

— … —Nos vamos.

—Estaré bajo tu cuidado. —Sí.

…Oh, no. Estoy siendo demasiado consciente de eso.

Me arrepiento de haberlo terminado solo con un beso en la mejilla. Por supuesto, en caso de que Sieg diga que sí, lo haría con mucho gusto. Aun así, el arrepentimiento se debía a mi estado actual.

Cuando miré al cielo, había un despejado cielo azul. A fin de regresar antes de que se ponga elsol, le ordené a los renos que se movieran.

Todavía había un escenario invernal con un bosque teñido de blanco. —Ah, venados.

A unos cuantos metros de la ruta del trineo, había venados corriendo sobre las llanuras cubiertas de nieve.

Teniendo el mismo color que la nieve, había una manada de siete venados. Normalmente, los perseguiría alegremente; sin embargo, ya que en esta época no cazo, me moví junto a ellos.

Cuando el sol comenzó a esconderse en el horizonte, llegamos a casa. Me relajé ante el hecho de que fuimos capaces de regresar antes del anochecer. Miruporon salió para darme la bienvenida. Le entregué el pan condimentado con especies que compré como recuerdo y ella dio un pequeño golpecito en su pecho como muestra de gratitud. Aunque sus músculos faciales no se movieron ni un poco. A mí siempre inmutable sirvienta, le dije: «Estoy de regreso», y entré.

Como el baño ya estaba listo, le ofrecí a Sieg que entrara primero. Mientras esperaba en la sala, Ruruporon me trajo una bebida caliente de bayas. —Gracias.

Ruruporon sonrió refrescantemente y se golpeó el pecho a medida que se marchaba. Sobra decirlo, pero Miruporon de verdad se parece a su padre.

Una vez que estuve nuevamente solo, enrollé hacia arriba mis mangas para sentir los exquisitos adornos de estaño con mis dedos. Recuerdo que mi papá se jactaba del brazalete que recibió de mamá hace mucho tiempo. Mi madre era una de las mejoras artesanas en la aldea e hizo decoraciones de estaño en forma de copos de nieve.

Estaba celoso de eso, así que le pedí varias veces que me lo diera; pero, la respuesta de papá siempre era: «Pídeselo a tu esposa cuando te cases», una fría negativa. Sin duda alguna no debe haber sido popular.

Mientras estaba sumido en mis pensamientos, Sieg terminó su baño. —Sieg. —Dime.

A la persona que se lo merecía más el día de hoy, le ofrecí mi asiento. Cuando se lo señalé, colocó una mano sobre su pecho, dobló un poco sus rodillas y luego se sentó. —Gracias por lo de hoy. Hacer los bienes, cuidar del puesto. —Nada de eso, es algo que se esperaría de una esposa.

— … —No necesitas agradecerme en cada ocasión. —Está bien… Gracias a las francas pero cálidas palabras de Sieg, me sentí más tranquilo.

En cuanto a ella, puede que solo este respetando su contrato como esposa temporal. Sin embargo, eso no me detenía a tener la esperanza de que se convirtiera en mi esposa de verdad por sus esfuerzos.

Tenía muchas cosas pasando por mi mente; pero, lo que salió de mi boca fue algo ridículo.

—Oye, Sieg… ¿recuerdas lo que dijiste en el mercado?

En el instante en que escuchó eso, la expresión de Sieg se paralizó. Solo podía pensar en lo arrepentido que estaba; ansioso de que anunciara una violación del contrato.

No obstante, su respuesta fue totalmente inesperada. —Claro que lo recuerdo. —...¿Perdón? —¿No me escuchaste? —No.

¡¿A-acaso esto significa que besar está bien?!

Cuando extendí lentamente mi mano y toqué sus mejillas, las cuales se encontraban suaves y exquisitas por haber salido recién del baño, fui observado por esos ojos similares a los de un ave de rapiña. A pesar de eso, ahora, incluso esa mirada me excitaba.

Bueno, si a ella no le agradaba, ¿no me alejaría de una patada como a Emmerich? Como si mi débil estado hubiera sido una mentira, salté a la acción.

—Por favor cierra los ojos, Sieg.

— …

El día de hoy mi esposa actuaba obediente.

Tras confirmar que había cerrado los ojos, me acerqué. Ya que sería deprimente si me odiaba por besarla en los labios, lo hice justo a un lado de ellos.

Cuando me alejé, Sieg abrió los ojos. Sus hermosos ojos grises estaban teñidos con un misterioso matiz.

—Lo siento.

—No, no es necesario que te disculpes.

— … Ni siquiera podía restarle importancia a esta atmósfera embarazosa con una risa.

Cuando regresé a la sala luego de tomar un baño, Sieg se comportaba como de costumbre; así que me sentí profundamente aliviado de que pudiéramos regresar mañana a nuestra usual y agradable vida.

❄❄❄

Era una mañana refrescante donde el despejado cielo azul se extendía por el horizonte. Después de terminar nuestras comidas, salí al bosque con Sieg. Incluso en lo profundo del mismo, la nieve había comenzado a derretirse. El mundo blanquecino se estaba difuminando.

En esta ocasión, el propósito no era cazar. Ya que nos encontramos en la temporada cuando la mayoría de los animales dan a luz, hay una regla tácita de no matar animales en este periodo. —Ah, este es el árbol.

Nos detuvimos frente al árbol de abedul que estaba buscando. —¿Tiene algo diferente este árbol? —Sí. Es más grueso que los otros.

Hoy estamos aquí para extraer savia del árbol. Considerado como un regalo del bosque, la preciada savia se forma en los árboles luego de absorber agua de la nieve derretida. Esta solo se puede extraer durante esta época y solo por un mes.

El método es sencillo. Se corta la superficie del árbol, luego se coloca allí una pipa conectada a un recipiente. Incluso si lo dejamos así solo por una noche, se puede reunir una gran cantidad. —¿Cómo se usa esta savia? —Las mujeres lo emplean cómo producto de belleza. También se utiliza como ingrediente en la pasta para lavarse los dientes, a veces se poner a hervir y se usa en lugar de la azúcar. —Eeeh. Así que es una panacea. —Así es.

¿Cómo era? Recuerdo que papá investigó las sustancias de la savia del abedul. ¡Ah, xilitol! Creo que así se llamaba. Tenía el efecto de matar a los gérmenes de la boca y también lo usaban como endulzante en los países extranjeros. Considerando que las personas de antes no sabían que existían tales sustancias, creo que la sabiduría antigua era sorprendente.

Luego de preparar varios contenedores para recolectar la savia del árbol, nos fuimos.

A la mañana siguiente, cuando regresamos a ese árbol de abedul, los recipientes estaban repletos de savia. Tratando de no derramarla, volvimos a casa con cuidado.

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