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Capítulo 38:Carne de oso y el estofado de una buena esposa....................................Pp
from Hokuou Kizoku 1
CAPÍTULO 38 %
CARNE DE OSO Y EL ESTOFADO DE UNA BUENA ESPOSA
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Continuamos jugando a ser marido y mujer. Bajo la excusa de evitar que las personas a nuestro alrededor nos descubrieran, ahora tengo más oportunidades de tocarla. Quizá porque me he sobrepasado algunas veces, ella ha estado actuando un poco fría últimamente. Pero, pienso que tal vez solo pueda hacer esto ahora. Luego de que el periodo del contrato termine, los dos nos convertiremos en extraños. De modo que, seguía disculpándome con ella en mi mente.
La miré en silencio y la abracé por la cintura. Estando entre mis brazos, Sieg se congeló. Acaricié su cabello y susurré: —No haré nada que no quieras —Y espere a que se entregara a mí.
Después de un rato, Sieg se apoyó un poco sobre mí. La forma en cómo ella torpemente me permitía hacer lo que quisiera era insoportable. Me pregunto si estaba necesitado de calidez humana. A medida que abrazaba a Sieg con fuerza, sentí que me relajaba.
Estaba intranquilo de que yo fuera el único en éxtasis. Como mi intención no era ignorar los sentimientos de Sieg, le pregunté. —Si te desagrada, Sieg, puedes empujarme.
— …
Sieg dijo «No» con una voz débil y luego se quedó quieta. Si eso implicaba un rechazo, entonces ya estaría estampado contra la pared.
Se estaba esforzando por interpretar “el papel de la esposa”. Era desalentador pensar así, pero el hecho de que ahora estábamos juntos era más importante. Satisfacía mis deseos utilizando el esfuerzo de Sieg. ¿Permanecerá esto como un buen recuerdo? ¿O como una reminiscencia de un pasado feliz? —Sieglinde…
«Te amo», esas palabras tan pesadas serían demasiado para ella, así que las guardé en mi corazón. Sabía que estas acciones serían en vano, pero no podía detenerme.
Mi vida como pareja temporal con Sieg continuó de esta forma.
❄❄❄
Llegó la hora de comer la carne de oso que recibimos de Teoporon. Ya que destripar a un oso y madurar su carne era algo nuevo para mí, llevó algo de tiempo. La forma en que madura también es diferente a otras piezas de caza.
Primeramente, la carne se divide en diferentes partes, después se envuelven con una tela limpia, se colocan en una caja llena de hielo del invierno y se almacena en la bodega subterránea que es fría por una semana. Luego de eso, la carne se saca de la caja de hielo y se deja reposar por un mes en la bodega fría.
En este paso es importante tener cuidado con la humedad. Si hay presencia de agua, la carne se pudre. Hay conductos conectados a la bodega subterránea para que tenga ventilación. El hielo se trae de las montañas, por lo que no se derrite fácilmente; pese a eso, durante el verano se forma un rocío, así que es necesario limpiarlo con frecuencia. Además, colocamos carbón de la casa para remover el olor y la humedad.
El oso que Teoporon cazó se encontraba en un periodo donde comía desenfrenadamente luego de haber despertado de su hibernación, así que la carne estaba deliciosa. Encima de eso, era hembra. Había grasa como garantía de su delicioso sabor. La carne que sacamos de la fría bodega subterránea terminó bien. —Mira, Sieg, es carne de oso.
—…Ah…
Sieg frunció el ceño luego de ver el color de la carne, lo cual no me sorprende. La grasa se estaba volviendo amarilla y la carne oscura. No obstante, este es el mejor estado de una carne madura de oso.
De vez en cuando Teoporon me regalaba trozos de muslo de oso. Hasta el momento desconozco cuantas veces fallé. En esta ocasión, tuve cuidado en no dejar que se pudriera, así que fue un éxito rotundo. La carne de oso posee el olor más fuerte de entre las piezas de caza, así que uno debe tener cuidado cuando lo cocina. Tiene que ser asado a la parrilla con hierbas finamente picadas o hervido en vino tinto y retirar la espuma, o simplemente rostizarlo y comerlo con salsa agridulce de cítricos para remover el olor.
El día de hoy, Ruruporon tenía el día libre, así que los dos comenzamos a trabajar en la cocina detrás de la casa. Colocaríamos la carne en vino tinto y hierbas para eliminar el olor. Lo sacamos de la bodega subterránea y luego de secarla, la cortamos en trozos pequeños antes desumergirla dentro de la cazuela. También cortamos otros vegetales en tamaños adecuados. Usamos cebollas, zanahorias, champiñones y tomates junto con muchas otras clases de hierbas.
Primero, hervimos la carne de oso con las hierbas y cáscaras o sobras de los vegetales. Cuando la espuma comenzó a subir, la retiré con una cuchara. Una vez que hirvió bien, solo sacamos la carne y tiramos el resto. Vertimos vino tinto y sopa en la cazuela con una relación de uno a uno, luego agregamos el resto de los ingredientes. Acto seguido, la dejamos hervir a fuego lento. Una vez que los ingredientes estaban cocinados, añadimos un frasco de tomates marinados que preparé como comida
preservada y, para darle el toque final, la condimentamos para aumentar el sabor. Después deeso, la dejamos hervir por otra hora. —Requiere mucho trabajo. —Ya que tiene un sabor y olor fuerte, además de que fácilmente se vuelve dura, el proceso de preparación también es difícil.
Pese a eso, amo la carne de oso. Sieg me ayudó con el largo proceso de preparación sin quejarse. En cuanto al periodo de ebullición, tomamos turnos. Cocinamos mientras hacíamos trabajo en el huerto.
Cuando estuvo lista la cena, estaba sonriendo por mi propia cuenta mientras veía el estofado en la cazuela. Sieg lucía un poco exasperada. —Gracias por ayudarme. —No, cualquier cosa que Ritz prepara es deliciosa. Lo estoy esperando con ansías. —¡Me alegro!
Sieg realmente es amable y sabe decir las cosas correctas. De verdad que es una esposa grandiosa.
Cuando probé un poco, el estofado de oso estaba muy bien preparado. Formulé planes para tener pan y vino, así como queso. Cuando me dirigí a la puerta principal con la cazuela, me encontré con invitados. —Ah, Lord Revontulet. —H-ha pasado un tiempo.
Las personas frente ala puerta eran el jefe de la aldea vecina y su segundo hijo. Ahora que lo pienso, olvidé por completo que teníamos una reunión el día de hoy. Una vez al año, cenábamos con el jefe de la aldea vecina e intercambiábamos información. Estaba tan emocionado sobre la vida de recién casados con Sieg que olvidé esta importante ocasión.
—¿Ella es la esposa de los rumores? —Ah, sí, ella es mi esposa, Sieglinde.
Sieg saludó al jefe de la aldea y a su hijo, el cual tenía alrededor de veinticinco años. Si no mal recuerdo, seguía soltero. Quizá porque le incomodaba mi esposa, robaba miradas superficiales.
Ya que era hora de cenar con nuestros invitados, les ofrecí que tomaran asiento en el comedor. En cuanto al estofado de oso, Sieg lo llevó a la cocina. Mientras acompañaba a nuestros invitados, Sieg sirvió té herbal. Luego de eso, también preparó la carne. Sobre la mesa estaba el pan que Ruruporon había horneado ayer junto con rebanadas gruesas de queso, arenques encurtidos y paté de hígado de pato. Fue una comida extravagante. El estofado de oso llegó al final. Se trataba de la obra maestra que hice con mi esposa.
Sieg quitó los sedimentos del vino y lo sirvió en copas. Luego de brindar, dio inicio el festín.
La carne de oso que estaba bien cocinada era muy suave. La grasa se derretía en la lengua. El sabor agrio del tomate iba bien con la carne de oso. Tampoco se sentía el sabor y olor fuerte típico de esa carne. Cuando eché un vistazo a Sieg, que estaba sentada junto a mí, nuestros ojos se cruzaron por coincidencia. Por su expresión feliz, me percaté cómo se sentía. Puedo afirmar que me esforcé solo por este momento.
El jefe de la aldea también elogió el sabor del estofado de oso. Había bastante así que les ofrecí un segundo plato. —Vaya, es la primera vez que pruebo un estofado de oso tan delicioso. —Me alegra que pienses eso.
Su hijo estoico también asintió en silencio junto a él. —Aun así es una lástima.
—¿?
Cuando inquirí qué era una lástima, el líder de la aldea dijo algo grandioso. Su hijo, a un lado de él, parecía aturdido. —Me hubiera gustado tener a una joven que cocine tan bien como la esposa de mi hijo.
— … Los dos nos petrificamos por la sorpresa. No obstante, Sieg lo corrigió de inmediato. —Eeh, mi esposo fue quien preparó el estofado. —¡¿En serio?!
— …
El jefe de la aldea parecía sorprendido, mientras que su hijo claramente lucía decepcionado. Pensé que la corrección era innecesaria, pero sería un problema si le pidieran matrimonio a Sieg luego de que nuestro contrato temporal terminara. Por eso, llegué a la conclusión de que fue una decisión acertada corregirlos.
Como el líder de la aldea me preguntó, le escribí la receta y luego nos despedimos. No hubo ningún problema y tampoco sospecharon de mi relación con Sieg, así que me sentí aliviado.
Así transcurrió el día en el que probé carne de oso con Sieg.