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GEALITTERA REVISTA DIGITAL Tierra de letras, tierra de otros; aquellos que se dan cita para escribir. Coeditada por Cecilia Ortiz (Argentina) y Carmen Membrilla Olea (España). Bajo la infinita ilusión de unir voces literarias pertenecientes a países y continentes distintos. revistagealittera2014@gmail.com http://revistagealittera.blogspot.com.es/ IBSN: 14-08-2014-55
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INDICE
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EDITORIAL Carmen Membrilla Olea y Cecilia Ortiz
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POESÍA María Comorera Isabel Pérez Aranda Raquel Jaduszliwer José Ramón Castaño Diez Brenda B. Lennox María Cristina Sorrentino Marianela Puebla Julián Gómez de Maya Isabel Pisani Rolando Revaglietti Tomás Sánchez Rubio Isabel San José Mellado Alejandro Drewes Marita Ragozza Lazara Nancy Díaz Carlos Norberto Carbone Alicia de León Epp Carmen Membrila Olea Milagro Haack Anamaría Mayol Oscar Vicente Conde Araceli García Martín Amelia Arellano Álvaro Álvarez Rojas Mercedes Eleine González Graciela Diana Pucci Emilia Marcano Quijada Miriam Álvarez Fernando Sarría Sandra Gudiño Custodio Tejada Andrea Zeballos Amanda Espejo Luis López- Quiñones Ruiz Gloria Marecos Rodas María Ester Chapp Säo Gonçalves
Grutas del sentido Diluvio Ofrenda Peregrino Persona En busca de tu aliento El caso Miradas Poema y poeta Desencuentro Te buscaré Altar de búsquedas Búsqueda y memoria Horizonte Mi voz (Balanza) Busco el origen Búsqueda Ya sé que nos estamos en abril Búsquedas La búsqueda Búsqueda Lo que me place No tener II Camino de Santiago Buscándote Preposiciones La búsqueda La utopía de encontrar 1905 Búsqueda 4
9 10 12 13 15 16 18 20 22 23 25 27 29 31 33 35 36 38 39 41 42 43 45 47 49 51 53 55 56 58 60 62 64 66 68 69 71
Natalia Alena Cali Pineros Genaro Riera Hunter María Elena Espinosa Mata Antonio Pérez Cozar María Teresa Fandiño Luci Garcés Mariel Monente Pura Fernández Segura Isabel Rezmo Mar Blanco Larrosa Mar de Fondo Inma J. Ferrero Sara Brussa Gladis Mereles Pereira Laura Vera Lya Naranjo Mabel Coronel Cuenca Esneyder Álvarez María Elena Padilla Alma del Campo Julia del Prado
Renacimiento Puntillosidad De búsquedas y olvidos Búsquedas Leucosia, mi bella sirena poetisa Canción de muerte Creer en la deriva Luz de luz Termina el párrafo Buscarse Euforia Tu geografía de hombre La búsqueda Te busco a ti mi amor Poemar Equilibrio Busco Búsqueda en azul Búsqueda Búsqueda
73 75 76 78 80 82 84 86 87 89 91 93 95 96 98 99 101 103 104 106 108
Búsqueda
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En el prado Buscarse La búsqueda te lleva al éxito Buscaré mi alma… Buscando la amistad perdida La búsqueda El silencio La búsqueda Volver a empezar Búsquedas
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FOTO- POEMAS Cecilia Ortiz RELATO María José Riazuelo Elisabet Cincotta Enrique A. Meitín Adri Delfini Javier Terán Diez Jorge Eduardo Lacuadra Mayte Álvarez Edgado Benítez José Javier Ramos Alcocer Ana Lucía Montoya Rendón
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EDITORIAL
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Imagen: Arunas Rutkus
En Gealittera, durante este mes de octubre buscamos para encontrar. Y así es como hemos hallado otoños y primaveras que proceden de los dos hemisferios. Las palabras nos siguen acompañando como siempre y a través de ellas hemos diseñado los lados de esta búsqueda incesante que acaba desembocando en mil brillos distintos, transcritos en hojas de papel. Poemas que traducen sentimientos. Relatos que cuentan fragmentos de vida. Ambos géneros se dan cita este mes en nuestra Tierra de Letras donde la escritura actúa con su eterno poder balsámico y nos conduce de lleno hacia los encuentros más insospechados. Gealittera habla de nuevo. Gealittera busca. Gealittera encuentra. Carmen Membrilla Olea. Guadix-Granada-España Cecilia Ortiz. Olivos- Buenos Aires- Argentina 7
POESÍA
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MARÍA COMORERA
Imagen: Arunas Rutkus
Búsqueda incesante siempre del amor y del sentimiento, eso pretendemos, búsqueda de nuestro ‘’yo’’ interno, del sueño perpetuo, del éxtasis supremo. Senderos en busca y captura del motivo sincero de entender la existencia, de descifrar si vivir vale la pena. Búsqueda de un algo, aunque sea efímero, nosotros lo haremos eterno, búsqueda incansable siempre….¡¡ lo presiento ¡!
María Comorera –Tarragona- Cataluña- España
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ISABEL PÉREZ ARANDA GRUTAS DEL SENTIDO
Imagen: Arunas Rutkus
Enlazar en suave seda y sin atraso los instantes descubiertos, discurrir sin inquietud de manera que un alarde de humildad los cautive eternamente. Palmo a palmo descender las enraizadas grutas del sentido, senda en marcha y en sigilo ascender recobrando la cordura. Avienta grano y seda en la tenue oscuridad enlazando nuevamente la trama de su salvia,
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Liga el hilo que le aviva y sabrĂĄs que no hay fin, empapad de dulce miel esa penumbra y veras el sendero plagado de bondad. Consecuencia, hilo y rama conducidos enlazados y adheridos, en las grutas del sentido, conectados hasta el final.
Isabel PĂŠrez Aranda / Guadix / Benidorm - EspaĂąa
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RAQUEL JADUSZLIWER DILUVIO
Imagen: Arunas Rutkus
Digo ese cielo y pienso en otro cielo digo la lluvia y pienso no es la misma a la quietud constante de las cosas las barre un viento bíblico de pérdida constante pruebo buscar entre lo diminuto digo el estambre y pienso el hormiguero en el refugio de lo pequeño y múltiple lenta me voy perdiendo en el detalle quizá sea más fácil de ese modo soportar el diluvio y la disgregación
Raquel Jaduszliwer- Buenos Aires- Argentina 12
JOSÉ RAMÓN CASTAÑO DIEZ OFRENDA
Imagen: Arunas Rutkus
Nos desnudaron las palabras como eximente de otras inquietudes provocadas por nuestra imperfección que un tibio tacto se jactaba de ocultar. Nos traicionó el silencio bajando la mirada, buscando ese espacio vacío que se ubicaba 13
entre nuestros cuerpos. Nos fatigó el tiempo con su aire de rutina y de recuerdo, con su lacerante trajín como desordenado afán por alcanzar no sé qué meta. Nos acogió la noche, fría y sin esperanzas, humeante en camas de sudor, sucias alcobas donde vine a buscar el vino de tu boca para ofrecerte mi sed desesperada.
De “Arena en los bolsillos” (2015) José Ramón Castaño Diez – Oviedo (España)
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BRENDA B. LENNOX PEREGRINO
Imagen: Arunas Rutkus
Deslizo la lengua buscando la semilla del fruto prohibido. Abre con tus dedos el camino.
Brenda B. Lennox (Espa単a)
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MARÍA CRISTINA SORRENTINO PERSONA
Imagen: Arunas Rutkus ...El amor ama el odio. / El amor ama el miedo… Paulina Vinderman.
Doblegada esconde con sonrisas el alma silenciosa que aprende ─poco a poco─ a gritar en la poesía. Aturde el silencio del teclado y el filo de hojas en blanco la desgarra. Uñas roídas abren cicatriz oculta: la oquedad de lo que no fue. En inciertas aguas oscuras se quita el polvo de ayeres y recuerdos para encontrar olvido. 16
Sin odio bajo el amor queda un cuerpo inerte que responde a su nombre. No median ventanas donde asomarse y abre la puerta en busca de sĂ misma.
MarĂa Cristina Sorrentino- Ciudad de Buenos Aires- Argentina Entretanto- Eder-Bs. As. 2.015
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MARIANELA PUEBLA EN BUSCA DE TU ALIENTO
Imagen: Arunas Rutkus
Voy tras tus pasos perdidos en los intersticios del silencio. Sólo me guía el afán de encontrar esas huellas imprecisas, escarbando la tierra que aún respira tu presencia. Busco con delirio la señal de tu cercanía en el horizonte y me detengo sobre la senda sombría de mi pena ensimismada en la tibieza de tu piel en rebeldía. Sé que es tarde para encender la flama de la esperanza, las nubes llorosas se deslizan oblicuas en mi cara quieren consolar, darme el beso del olvido, indicar otro rumbo a mis agotados pasos. Céfiro me empuja, murmura palabras secretas, se agolpan en mis sentimientos 18
y deja caer su mensaje contristado sobres mis atormentadas noches de insomnio perenne, con sus manos aladas envuelve mis lamentos y los desparrama a los cuatro confines. Y yo, y yo abro mis brazos en vestigio de abarcar el universo, lanzo mi voz como un rugido infalible que se pierde en el espacio, va siguiendo la brisa fugaz de tu partida. Soy pájaro sin rumbo, no hay lugar para migrar mi destino, campana que replica su infinita soledad en busca de tu aliento que vaga otras dimensiones. ¿Qué más puedo lanzar en un llamado a lo imposible vuelta irremediable a la temible realidad que me acongoja? Galopa mi soledad por un camino en ruinas, flores marchitas saludan mi pedregoso paso y no hay más que un sollozo iracundo, salido desde el fondo mismo de mi ilusorio cansancio. No más apoyo de un destrozado sueño que se queda pendiente en el borde de la nada. Mi voz se pierde tras un trueno inquisitivo, anuncia un ocre final al ocaso del día. Es tarde, el crepúsculo deja sobre el horizonte la sangre del minotauro derramada en un rojo pañuelo de despedida.
Marianela Puebla- Valparaíso- Chile
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JULIÁN GOMEZ DE MAYA EL CASO
Imagen: Arunas Rutkus
La maquinaria en marcha (la ley, la policía, la justicia…), prosiguen los trabajos de rastreo en pos de alguna pista, los interrogatorios, los nauseabundos tratos, aunque en suma de tanta utilidad, con confidentes, la colaboración —su cuota heroica— de la ciudadanía (todo indicio será gratificado), una reconstrucción de la secuencia de los hechos tras otra —como un rompecabezas, como un bucle—, el obligado cupo de las denuncias falsas, el zafarrancho siempre repetido de controles de tráfico, batidas, precintos, revisión de grabaciones de seguridad, ruedas 20
de reconocimiento quizá en tal cual careo derivadas, toma de huellas y otras muestras significantes con miras a montar sólidos cargos… Los investigadores manejan ya una firme, contrastada lista de sospechosos y el cerco les estrechan implacables por dar con los efectos del delito, en tanto se barajan diferentes hipótesis acerca de los móviles del crimen, Es más —y esto ya es algo confidencial—: siquiera presunto todavía, autor intelectual ya se señala…, agentes, periodistas y pública opinión, todos a una. Por lo demás, metódica continúa la busca del cadáver… Cierto escritor de ingenio y de relato negro acaba estos días de aventurar —sin pruebas, pero con qué inventiva— un desenlace: ¿y si el muerto, y si incluso el asesino se escondieran debajo de toda esta hojarasca, en fin, de tanta palabrería nuestra..?
Julián Gómez de Maya. Cehegín, España.
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ISABEL PISANI MIRADAS
Imagen: Arunas Rutkus
Ojos que miran a quienes los miran mirar... Sombras del llanto de quienes lloran sin cesar... Aullidos que reclaman a los que no se quieren quejar… Ojos, sombras, aullidos, fantasmas a los que nuestra búsqueda constante no deja descansar...
© Isabel Pisani Buenos Aires- Argentina
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ROLANDO REVAGLIATTI POEMA Y POETA
Imagen: Arunas Rutkus
Se hinch贸 el poema de esperar a su poeta (asignado) Busc贸 a poetas de turno Dio con uno y 茅ste lo produjo Cierto es que nunca se quisieron
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El poeta desconfía del poema Airado el poema - en el fondo – melancólico multipublicado aún espera. Rolando Revagliatti- Buenos Aires- Argentina
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TOMÁS SÁNCHEZ RUBIO DESENCUENTROS
Imagen: Arunas Rutkus
Las manos se vuelven más ásperas cada otoño que cruza la calle cubriendo rostros y apariencias. Se hace el alma corteza de pan y camino rudo de piedras y arena sucia a cada costado. Indago en la vida y forcejeo con los años, y mi búsqueda se hace espadaña y espinas de rosas que caen en medio de burdas sombras. No acaba de nacer la esperanza y ya se la desafía, se le miente, se la rehúye. 25
Vivo para el encuentro y me vacío en el tránsito
Tomás Sánchez Rubio –Sevilla- España
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ISABEL SAN JOSÉ MELLADO TE BUSCARÉ
Imagen: Arunas Rutkus
Saldré una tarde a buscarte porque te amo sin condición y sé que voy a encontrarte, lo presiente mi corazón. Buscaré en el universo hasta encontrar tu estrella, y te daré un amor tan inmenso que en tu alma dejará huella. Inhalaré el aroma de la rosa, porque allí te encontraré y no habrá vida más hermosa, que la que yo te ofreceré. El tiempo dejará de existir 27
mientras yo no te encuentre, para mi sangre eres su elixir, como es el agua a la fuente. Te buscaré en el centro de la tierra como si fueses puro zafiro y cuando en mis brazos te tenga, te daré hasta mi último suspiro.
Isabel San José Mellado- España
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ALEJANDRO DREWES
Imagen: Arunas Rutkus
Como un agua oscura es la sombra derramada ya sobre la tierra un silencio hay que se alza hilo de humo al fin de arduas batallas olvidadas 29
buscando tal vez su otro cielo posible y entretanto quĂŠ lenta esa corriente de agua oscura en la noche polar infinito el viento agreste un rugido que pasa mucho mĂĄs allĂĄ de nosotros
Alejandro Drewes- Buenos Aires- Argentina
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MARITA RAGOZZA ALTAR DE BÚSQUEDAS
Imagen: Arunas Rutkus
Tu boca murmura palabras arrancadas del vacío rasguñas tardes pálidas ensimismada en tu fiebre de nunca llegar. Ahora la noche se detiene para cobijar al relámpago vives fuera de ti o muy adentro vislumbras el tamaño exacto de la pena en el lado oscuro del jazmín eres estatua en soledad no te mueves solo exploras alguna lumbre y un pájaro vuela por los bordes de tus piernas la respiración se confunde con el vapor de las ventanas 31
adivinas la pasi贸n eterna donde nada es pasado presente futuro y edificas en el desierto un altar de b煤squedas.
Marita Ragozza de Mandrini- Pehuaj贸- Argentina
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LAZARA NANCY DÍAZ BÚSQUEDA Y MEMORIA
Imagen: Arunas Rutkus
Cae el sol tras los muros del viento Contemplo su luz desfilando resplandores - sobre la tardeArde la mirada del horizonte - en su lejanía finitadonde la búsqueda se hizo verso en el silencio de los náufragos que levitan en espíritu …en irrepetible danza de sollozos allí ,el amor se rompió en gotas -diminutas y frías33
palidece en su desmayado brillo - el color del díacomo extraviado espejo sin rescate acaricia su rostro la memoria inquieta la que no olvida el retozo de aquellas pupilas despiertas sobre la imaginaria cruz de la esperanza.
© Copyright Lazara Nancy Díaz García- Cuba/Nueva York-U.S.A “Archivo de sueños”
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CARLOS NORBERTO CARBONE HORIZONTE
Imagen: Arunas Rutkus
Vol贸. La rama se mueve a煤n solo un temblor queda del leve paso de esas alas buscando un destino.
Carlos Norberto Carbone- Buenos Aires- Argentina
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ALICIA DE LEÓN EPP MI VOZ
Imagen: Arunas Rutkus
Me desprendí de la aurora y emprendí mi jornada. comencé a buscarla entre voces ajenas y ajados ideales. La confundí con otras, entre suspiros de ángeles y rugidos de fieras la busqué en los azules y en los rojos, en los secretos lugares de mi pecho, en las palabras con pasado y en los sueños más altos me convertí en la búsqueda. 36
Crucé el medio día creí encontrarla mas me la arrebató el gris de la rutina y por un largo tiempo mi garganta hospedó telarañas y abandoné la búsqueda. Luego mis pasos hendieron el crepúsculo y en mi redoma abundaron las lágrimas mi corazón se abrió hacia la pena humana se dobló mi rodilla y mis manos fueron alas de auxilio y sin buscarla ella me encontró a mi se escuchó clara, entre suspiros de ángeles y rugidos de fieras mi voz, me encontró a mi brotó de mi alma me definió, y así la voz fue mía y fue de otros la búsqueda.
Alicia de León Epp- Uruguay/ Canadá
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CARMEN MEMBRILLA OLEA
Imagen: Arunas Rutkus
Busco edificios azules y a veces beso canciones lejanas. Esta soledad me mira despacio. Suelo preguntar a las sombras tu nombre pero no hay rostros, no hay luna, no hay nada.
No importa. Siempre preferĂ la luz de las farolas rotas.
Carmen Membrilla Olea. Guadix. Granada. EspaĂąa.
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MILAGRO HAACK (BALANZA)
Imagen: Catherine Haack
Nadie dijo que la malaquita no deba enterrarse Al otro lado el cielo esconde un gramo de incienso Amuleto luna al saberse cuerpo abre ensalmo Peso el entorno cuando susurra que todo es válido para el regreso de quién sólo escucha un trapicheo ¿la despedida? Nadie dijo que polen escalofrío no deba visitarse No es importante encontrar el ritmo 39
y pactar con el campanero Viramos redondo andar en caza de la voz arrullando ceniza lanzada desde el cerro Crisparse en una semana dando giros dentro y fuera del mordisco viento con buche tos estable -hay un dúoAlguien asoma un verdoso grano ¿es sólo color? Esperanza enreja otros gramos de incienso Está frente a mí dictando el arco por donde entra el humo Está frente a ti enigma cuando su sebo hueso oscurece
Milagro Haack- Valencia- Venezuela Del libro inédito Con boca de Mar
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ANAMARÍA MAYOL BUSCO EL ORIGEN
Imagen: Arunas Rutkus
Huyo del árbol equivocado ese perenne verde que olvidó el desnudo rastreo en el bosque una rama posible donde anidar los ojos y la muerte esconderme de ti busco el origen de la noche para nacer mañana desde ella
Anamaría Mayol- San Martín de los Andes- Argentina
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OSCAR VICENTE CONDE BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
Busqué los clavos y sólo hallé la sangre busqué la sangre y sólo encontré la cruz quise oír los gritos y me sorprendió el silencio
busqué la palabra y recuperé al hombre
Oscar Vicente Conde © Lanús-Prov.de Buenos Aires República Argentina
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ARACELI GARCÍA MARTÍN YA SÉ QUE NO ESTAMOS EN ABRIL
Imagen: Arunas Rutkus
¿De qué se empañan tanto mis ojos solitarios? A veces sueño: abrazos en bandolera gozosos besos, el tierno apretón que turban las carnes, los huesos, despertando a la guerrillera, invitan a recordar con los ojos del corazón a un amor que se marchó, sin decir quién era. Siempre buscando, buscando siempre. Continua sed de perfección. Rehuyendo entre sombras y soledades al olvido. Atando al viento sus quimeras por haberle rehuido. Sepulcral silencio de nube entristecido. Dejó, entre notas y papeles, anaqueles repletos de besos sin parir. ¡No me guardéis rencor, tuve que partir! 43
Siempre buscando, buscando siempre. ¿De qué se empañan tanto mis ojos solitarios? Otras veces, sueño, con un sentir al filo de la madrugada. Despertando cuerpos entre un rocío fresco. Y vivir una engañosa primavera. Ya sé que no estamos en abril. ¡No me guardéis rencor, tuve que partir! Siempre buscando, buscando siempre Abriendo el balcón de la esperanza nuevos vientos de otoño animan a seguir. Subiendo por el espléndido sendero del fuego osado. Presto vuelo, sólo en sueños. Viento huracanado, vendaval y ciclón, hacen sonar campanas de risas impetuosas, despiertan de nuevo mi corazón. ¿De qué ríen ahora mis ojos solitarios?
Araceli García Martín-Granada-España
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AMELIA ARELLANO BÚSQUEDAS
Imagen: Arunas Rutkus
Recorrí todos los laberintos. Todos los tiempos. Los tiempos de los tiempos De siembras. De cosechas. De sequías. De duraznos. De sentarse a la mesa. De panes. De langostas. De alumbramientos. De penumbras. De vinos agrios, café frío y garganta ardiente. De llegadas. De esperas. De laureles en flor. Busqué en cada rosa moribunda. En el clavel del aire. En la ortiga. Hubo señales: menudas, imperceptibles, casi. Agua de lluvia. Caza. Constelación de Orión. Casi escucho el tropel. El jadeo. Y los pasos se acercan y mi oído se aleja. Me he reencarnado en pez, en luna y abedul. Un pez de dos cabezas. Sedal. Anzuelo. Red Tira y afloje. Se va pero se queda. ¡Touché! 45
Leona de Savuti. Amamantando Tswanas. Recorriendo dominios feroces y prohibidos. Geómetra de abedul. Canoa. Bosque. Todos los pájaros sagrados me han amado. Busqué en arcanos mayores y menores. Me asomé al precipicio de tres caras. Colgado, entre las ramas. Frágiles ramas de mis ramas. Allí lo he encontrado...y me he liberado.
Amelia Arellano- San Luis- Argentina
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ÁLVARO ÁLVAREZ ROJAS LA BÚSQUEDA
Arunas Rutkus
La búsqueda: … de la tierra prometida, luz del camino … de conocer los frutos en inciensos de oráculos … de secretos de alquimia, tesoros de DOFUS. … de apurar ilusiones, goces de la vida. … de contemplar la maravillas, extasiados de amor … de abrazos y alientos de selvas vírgenes perdidas … de bailar con auroras boreales, cantar con sirenas … de la dulce alegría de los tiempos viajeros.
La búsqueda: … del arcano, lo recóndito, el desvelado misterio … de la felicidad, eternizada, sincera verdad … de comprender leyes exactas de la naturaleza … de reconocer e amor, en el dolor del alma.
En búsqueda de: … la paciencia y sabiduría de los ancianos … encontrarnos y amarnos a sí mismos … de recobrar nuestra verdadera historia 47
… del vuelo libre de gaviotas al infinito mar.
La búsqueda, sí eterna ¡búsqueda! De mirarme contigo a los ojos cada mañana Besarnos cual remolino de pasión sin fin Y todos los días y noches… seguir En la búsqueda de la siempre esquiva felicidad.
ALOZ. Villavicencio – Colombia Sept / 2015
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MERCEDES ELEINE GONZÁLEZ BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
Mi búsqueda comienza en ti, amado mío, en tu tibio corazón de nácar. Te buscaré en el verdor de los árboles y en la fresca claridad de un manantial. Te seguiré buscando en los temblores del viento y en a lluvia incipiente de un verano, en el reflejo del cristal de una ventana y en la ardiente arenilla del desierto. Te buscaré incesantemente en todas las galaxias y aún mucho más allá del tiempo. Te buscaré en el lado opuesto de la luna y hasta quizás en el vuelo de luciérnagas, florecillas de luces en la aurora. Que adornan las noches con su vuelo. 49
Pero aún no te habré hallado para mí. Mi búsqueda no tendrá fin si acaso el brillo de tus ojos ennoblece los míos. Sé que te encontraré en cualquier parte donde menos lo espere, tal vez en la sonrisa de aquel joven bisoño o en la obvia y tediosa costumbre de los días, en las grietas del techo, o en algún escalón de esa eterna escalera que conduce hasta el cielo. Mientras mi boca sea presa de tu boca, Mis manos de las tuyas Y mi abrazo se cierre con tus brazos Ciñendo mi cintura, Hasta ese mismo instante Yo te estaré buscando. Entonces, después de los elogios, y las vanas palabras, en el rincón más agreste del planeta debajo de la sombra de los astros, cuando encuentre tus labios tan húmedos y cálidos esperando por mí pondré fin a mi búsqueda que comienza y finaliza en ti. Mercedes Eleine González Miami, 10/01/2015 Copyright
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GRACIELA DIANA PUCCI
Imagen: Arunas Rutkus
Inquietud
Soledad Silencio
en mis noches tejo caricias manos ĂĄvidas de piel desvanecen en el aire -noche sin retornola respiraciĂłn se entrecorta adherida a mi piel llevo la sal del Ămpetu estallo en soledad entonces descorro los velos del absurdo -desnuda realidad que me lastimasiento Dolor
Incertidumbre Duda 51
desvivo el fantasma de mĂ vuela a buscarte.
Graciela Diana Pucci- Buenos Aires- Argentina
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EMILIA MARCANO QUIJADA LO QUE ME PLACE
Imagen: Arunas Rutkus
Un día que ya fue quise vivir el mundo en un fragmento, en la punta carcomida de un espejo que nació roto, roto e impredecible. Yo vivo rota, más rota cuando escribo; y rota me desvivo en encontrarme por callejones donde todo se dispersa y la gente necia arroja su basura. Rota soy, tan rota en las costuras como esas viejas pelotas que tan blancas al fondo inaccesible de una caja cambiaron el color del abandono. 53
Por eso no creo en finales comunes. Por eso tiene lĂmites mi sombra. Y me hago libre de cambiar al horizonte siendo tan solo un paso diferente de lo mismo, y tal vez quiera ponerle escamas a las aves buscando sabrĂŠ yo que cosa. Por eso me siento a contemplar el silencio, que es lo que me place. Escuchar lo que se escucha cuando no hay ruidos, ni voces, ni aparatos encendidos. Cuando no hay nada, que es lo que me place.
Emilia Marcano Quijada- Isla de Margarita- Venezuela
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MIRIAM ÁLVAREZ NO TENER
Imagen: Arunas Rutkus O no hay cómo seguir si no se vuelve Diana Bellesi
No es el camino. Es el primer aliento que aletargó el invierno. No es el errar. Es el humo blanco, tieso fogón de hojarasca. No es la búsqueda. Es el no tener. Buscar/volver Es darse cuenta. Miriam Álvarez – Formosa - Argentina 55
FERNANDO SARRÍA
Imagen: Arunas Rutkus
Morir bajo la lluvia, cuando los silencios tienen la holgura de lo que duele. No hay ciudad que conozca que no se quede parte de mí, de ese instante en que mis pies fueron huella frágil sobre ella, en las horas en que mi piel tuvo la caricia de su entorno, la compañía, como un único hemisferio que se recoge para siempre donde nadie puede borrarlo. Probablemente nunca muera en París, ni acabe mi existencia rodeado de los canales de Venecia, ni expire en Florencia, Roma, Budapest o Praga... Un círculo, nevado por el invierno, tiene mi corazón entre sus dedos, y si cierro los ojos en días de distancia y soledad, 56
puedo seguir navegando por el Loira, contemplar en mi búsqueda los muelles de Honfleur, pisar la isla de Csepel rodeado del Danubio o dejar caer mis monedas en medio del teatro en Epidauro y saber que su eco suena como si fuera un sonido universal.
Fernando Sarría- Zaragoza- España
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SANDRA GUDIテ前 II
Imagen: Arunas Rutkus
Me parto en dos mitades perfectas cuando la noche afila sus cuchillas y caen uno a uno los silencios de mis manos.
Las palabras se arrastran piel afuera entre sudores cuando me desnudo de amor bajo la elipse de un cielo sin pテ。jaros. El espejo del aire copia mi rostro la soledad 58
abre las alas de la risa para entrar como un dios en el núcleo del dolor que me da forma. ¿Qué hago en la noche hiriendo la mirada? ¿Qué quiero, qué espero, qué busco? Hurgo en la incisión célica de las lágrimas: no encuentro la respuesta.
Entonces amanece más y más. Sandra Gudiño- Santa Fe- Argentina
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CUSTODIO TEJADA CAMINO DE SANTIAGO
Imagen: Arunas Rutkus
Peregrino, ¿adónde vas por esta senda?, ¿a quién buscas por este camino alejado del mundanal ruido? Peregrino, ¿cuáles son tus plegarias y cuáles tus miedos más íntimos? ¡Dímelo, sin reparos, al oído! “Vengo desde Roncesvalles arrastrando mis pies como puedo y estoy deseando llegar a Monte do Gozo para ver a Compostela y darle rienda suelta a mi espíritu.” Peregrino, ¿qué pretendes encontrar tan lejos de tu casa y tan perdido, por estos santos lugares?, ¿por qué persigues quimeras 60
y admiras tanto la aventura de los mapas? Peregrino, ¿cuándo dejarás de darle cuerda al horizonte y cuándo alcanzarás la lejanía de los relojes? Peregrino, ¿cómo es que vas tan pensativo bajo estos cielos encapotados? ¡Buen Camino, peregrino! Y en la Catedral de Santiago nos veremos, Dios mediante, allá, donde la estrella brilla y donde nos aguarda la indulgencia plenaria y el cobijo del deber cumplido.
Custodio Tejada. Guadix-Granada (España). Octubre 2015.
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ANDREA ZEBALLOS BUSCÁNDOTE
Imagen: Arunas Rutkus
¿Cómo hallarte entre tanta gente? Camino en las huellas del silencio con la piel encendida la mirada ardiente Preñada de soles oscuros mi alma te busca en la orilla del rio Laberintos de caracolas apagadas son las voces que te nombran Una lágrima besa la comisura de la noche que te evoca con un eclipse de sangre ¿Cómo hallarte entre tanta gente? Te huelo entre letras sueltas Te siento en la humedad del rocío y estás pero no estás en los rojos en los azules y sigo buscándote Te leo tejiendo sueños enhebrando magia te llamo Una estrella se disuelve 62
en la laguna azul murmurando te amos olvidados ¿Cómo hallarte entre tanta gente? Pájaro me vuelvo buscando el nido de tu pecho y soy arrullo en el viento golpeando las ventanas para que me escuches ¿Cómo hallarte entre tanta gente? Cayeron las murallas de la razón derritiendo los hielos del olvido y ando buscándote amor con el corazón al desnudo
Andrea Zeballos – Argentina
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AMANDA ESPEJO PREPOSICIONES
Imagen: Arunas Rutkus
Así te busco: ante el espejo bajo la mesa con los sentidos contra ventana de noche a noche desde la cama en cuatro patas entre las sábanas hacia el pasillo hasta la puerta para colarme por los rincones según instinto sin condiciones sobre la almohada tras la respuesta. (Cabe decir que no estás, que no eres) El eco trastornado de tu falta inunda todas las preposiciones del cuarto. Fluye un llanto seco de mis dedos, caracolea desde el vientre hasta mi espalda. NO vienes. 64
(Si por lo menos anidaras en la palma de mi mano podrías…¡acariciarme toda!) Ya conforme con el arte del refriegue y conjugado el verbo en todas sus opciones invertiré la rueda fatal del minutero para gozar al máximo esta “pequeña muerte”. Una vez ida en la ambigüedad del sueño repetiré inconsciente el predicado de siempre: Buenas noches, amor…hasta mañana.
Amanda Espejo /Quilicura, Chile.
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LUIS LÓPEZ-QUIÑONES RUIZ LA BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
Busco el hombre que tú mereces de ésos que quise ser y no soy, aquel que intenté cuando era más joven y que aparece si lo llamo, busco ese niño que se ahogó en el pozo la mañana que despertó acompañado, que atropelló el ruido de la vida que pasa y que enterré en un álbum entre fotos. Busco la paz entre mi desorden que dé descanso al yo gangrenado, que en mi pecho crezcan nardos y rosas de un alter ego que está llegando. Quiero una brújula que en vez de norte señale el camino de vuelta a casa, senda de cuento de miga de pan y un mapa que encuentre tus ojos. Quiero una luz para encontrar mis llaves, un lecho blando para el reposo, 66
el calor de tu cuerpo bajo la manta y un beso tuyo cuando amanezca. La enseñanza de lo vivido me susurró el secreto de lo importante, aquello que te hace mejor es lo que necesitan los que quieres. Ya no ansió utopías ni imposibles, ya no busco tesoros ni fama, solo un buen hombre para habitar y tu alma como patria.
Luis López-Quiñones Ruiz-Munich 4 de octubre del 2015
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GLORIA MARECOS RODAS LA UTOPÍA DEL ENCONTRAR
Imagen: Arunas Rutkus
La vida es inacabada búsqueda, como las alas de los pájaros que existen para rastrear al viento. Buscar es eternamente partir hacia el soñado encontrar lo que nunca se alcanzó, creyendo que alcanzar es la meta del escabroso perseguir. Pero encontrar es la utopía del llegar. Porque llegando se inicia un partir buscando otro encontrar y otro adiós…y otro… y otro… que nunca es el final del buscar.
Gloria Marecos – Lambaré, Paraguay 68
MARĂ?A ESTER CHAPP 1 9 0 5
Imagen: Arunas Rutkus
a la abuela de mi abuela alguien espera este poema alguien canta el fondo de las cosas se agitan en mĂ esos tiempos heridas de antes 69
tiendo a sus ecos un puente tomo barco a Kiev donde mi abuelo hasta Ekaterinoslav (Provincia de Jersón) alguien allí hace un siglo espera este poema de tierra de sandías progroms por esta hoja visito rostros de mi ayer Ekaterinoslav (Provincia de Jersón) parte un tren abuela niña se lleva con sus padres nieva un árbol decapitado en esta hoja la abrazo me abraza abuela de abuela María Ester Chapp- Buenos Aires- Argentina
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SÄO GONÇALVES BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
Sentada al margen del tiempo en una contemplación otoñal tardía… quiero encontrar el sentido de las cosas perfectas profundas… En un mundo lleno de desasosiego envidia, guerras, pueblos conflictivos oscuridad por momentos apenas puedo mirar para adentro hacia el corazón de la tierra madre 71
ahí, encuentro el verdadero sentido al desprendimiento de las cosas inútiles inmensidad en un rayo de silencio busco el significado de la vida extasiada el tiempo es el constructor el don de la divina existencia encuentro la resignación del momento presente el fugaz margen del futuro, permanente búsqueda
Säo Gonçalves- Portugal/ Luxemburgo .Traducción Cecilia Ortiz
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NATALIA ALENA CALI PINEROS REENCUENTRO
Imagen: Arunas Rutkus
Las hojas más verdes y brillantes, Las piedras más duras y filosas, Los arboles más robustos y perennes Y las selvas más húmedas y frondosas. Paraíso terrenal imaginario Que mi mente busca incansable Perfección y naturaleza pura De límites y extensión inimaginables. Solo allí me encuentro a mi mismo A mi esencia y a mi inquieta alma Solo allí puedo vagar con el cuerpo Encontrándome con exquisita calma. Pero no hay en este mundo Lugar semejante a aquel de mi mente Y en mi búsqueda prosigo constante Sin dejar que otros placeres me inquieten. 73
Lugares mundanos e insípidos Rodean mi diaria existencia Yo vivo deseando alejarme Por lo pronto desde mi consciencia. Y reencontrarme conmigo mismo En aquel increíble infinito lugar Donde puedo desnudar mi alma toda Y con mi cuerpo, entre árboles vagar.
Nati Alena Cali Pineros -Mar de Ajó, Buenos Aires, Argentina
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GENARO RIERA HUNTER PUNTILLOSIDAD
Imagen: Arunas Hunter
Somos agua de río que nunca se cansa de buscar el mar. ¿Será el mar la buscada verdad? Fluimos desde afuera buscando un adentro y desde la profundidad del adentro anhelamos vientos de afuera. Buscamos ausencias sin dolor y encontramos dolor en la ausencia. El buscar sin encontrar es corte artificioso que imagina discontinuidad. Genaro Riera Hunter – Asunción, Paraguay
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MARÍA ELENA ESPINOSA MATA DE BÚSQUEDAS Y OLVIDOS
Imagen: Arunas Hunter
Se me olvida pensar que estoy pensando. El café se me enfría sobre la mesa y no logro saber para qué sirve la cuchara temblando entre mis dedos. Se me olvida el olvido en que me agobio, que la noche ya viene, el día termina y no enciendo la luz pues se me olvida que la luz se derrama en los faroles. Se me olvida tu nombre con mis prisas de andar desde la puerta a la ventana. Se me olvida… No sé qué se me olvida pues no tengo otro oficio que buscarte entre la nebulosa gris de mi cerebro donde eres un pájaro de niebla 76
y a veces eres llanto que no cesa, otras veces la risa contenida o brutal tarascada entre mis dientes. Se me olvida pensar qué falta me hace tu presencia en la angosta madrugada, el vaivén de tu cuerpo sobre el mío, tu suspiro quemando mi cordura. Todo lo que eras tú se me ha olvidado: tus silencios de cómplice remoto, tu suavidad rozando mis espinas, tu cuerpo de marea voluptuosa en colisión tenaz con mis rompientes y tu lengua excitando con urgencia la arenosa vertiente de mi playa. Todo lo que eras tú se me ha olvidado: el marino color en tus pupilas, el insomne aquelarre en que oficiabas sobre mi pecho abierto a tus decretos. Pero no se me olvida que te quise como solo se quiere lo distante, como se quiere aquello que se pierde o se desea tener cuando se ha ido. Entre el caos que domina mi cabeza busco desesperada recordarte. Exploro los rincones del desierto en que se ha convertido mi memoria y de pronto la búsqueda termina cuando logro encontrarte en mis olvidos y entonces eres pájaro de niebla y entonces eres llanto que no cesa.
María Elena Espinosa Mata .- San Nicolás de los Garza, N.L. México
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ANTONIO PÉREZ COZAR BÚSQUEDAS
Imagen: Arunas Rutkus
Tras la identidad Sigue adelante en su búsqueda, pues tú no tienes sucesor. Y si amaneces hundido frente a lo inmenso que es la vida con el lentitud abatida del desaliento, obedece a los impulsos que fluyen de ese corazón tuyo tan grande y, devuélveme de tus ojos negros el estridente rayo de luz que ubique el proceso de tu historia, viva hacia adentro y hacia afuera, 78
con un eterno bombear de la sangre limpia en tus primitivos sentimientos. Hoy se despierta con cierta dosis de amargura la búsqueda en tu inocua piel de anaranjados soles olvidados que en el tiempo perdura como perennes ráfagas de viento o como encarnecidos rostros de improntas cicatrices. Antonio Pérez Cozar-Palma de Mallorca-España
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MARÍA TERESA FANDIÑO LEUCOSIA, MI BELLA SIRENA POETISA
Imagen: Arunas Rutkus
De frente al horizonte, me confieso ante mi mundo fiero y puritano. Busco el fulgor que da tu suave mano tu abrazo, tu poema, un tierno beso. En ti encontré calor, feliz regreso y por ti seré pez, seré un arcano Navegaré a tu lado muy ufano y en el fondo marino cual poseso Te vi tras una roca desde el barco. En mi corazón, loca de pasión clavaste aquella flecha con el arco,
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que a Cupido robaste en un balcón. Busco esperanza en este desembarco, tu poema sereno. Una canción sale del corazón Febril busqué en tu mar espuma un día y encontré aquel sabor a fantasía.
María Teresa Fandiño La Coruña, España
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LUCI GARCÉS CANCIÓN DE MUERTE
Imagen: Arunas Rutkus
La muda del sinuoso reptil reposa, aún tersa y brillante sobre el camino. La huella de tus pies alados marca el polvo de otros senderos.
El único cóndor que sueñan las montañas, no es sino un buitre lejano. Al tiempo no lo escuches, miente. No enturbia el brillo de esa guadaña que siega siempre verde. 82
Te he visto pasar, alcé mi mano para detenerte y sólo pude agarrar el viento, esa nada que te lleva a todas partes para que mi búsqueda sea eterna.
Luci Garcés 2002 La Coruña- España
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MARIEL MONENTE CREER EN LA DERIVA
Imagen: Arunas Rutkus
Creer en la deriva, falsa lasitud apostando al azar a la marea callamos lo sabido de antemano confiando que el rumbo sea el deseado que coincida que se debata el viento este que la rosa de los vientos tenga el norte El deseo sopla suave, con los labios apretados finge ser viento y fingimos creerle a la deriva 84
de reojo controlamos los timones. Los cardúmenes nocturnos empujan a la barca nos eligen y tememos más al azar que a la noche.
El azar está allí nos antecede con sus dones
Nunca es tarde siempre es pronto el deseo arde en su capilla acomodamos el aceite juntamos las manos contra la más leve brisa el azar lo enciende.
Mariel Monente- Buenos Aires- Argentina
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PURA FERNÁNDEZ SEGURA LUZ DE LUZ
Imagen: Arunas Rutkus
Fui en tu busca y estabas perdido. Te busqué por bosques y anchos mares. Busqué en las nubes, debajo de la arena, y en las rocas volcánicas e incandescentes. En los ojos quemados de los ciegos, casi perdí la vida, solo por encontrarte. Al cabo de los siglos, creí vislumbrar tu rostro un instante, para seguir buscando.
Pura Fernández Segura Del Poemario ZONA PRÓXIMA Ed Dauro
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ISABEL REZMO TERMINA EL PÁRRAFO
Imagen: Arunas Rutkus
En el altozano me tienes, en la plaza ahogando los suburbios en los segundos del día, ignorando la pulcritud de la propia muerte. ¿Te acuerdas cuando discurría el óbito entre dos tercios de tu boca? Sobre mis muslos latentes de ensueño, y las espaldas rotas por una letra que sabe a mil amaneceres en el consuelo. Estar triste es un señuelo de la propia soledad mientras la gota se percata de mi razón abduciendo la química de los ramilletes. Hecho poesía en verso muerto o prosa acabada. Hecho memoria o virtud latente de los mediodías. Caracolas subyacentes de hormigón armado. El polvo negro de la pólvora me quema las palabras en los versos aullando acertijos sonoros de madreselva o de estalactitas en lo irremediable. Se puede ser indecente en los sonidos, en el vil cubierto del almuerzo diario. 87
Se puede o no se puede, o se debe, se quiere verter el sabor unísono de las carencias en las formas. No discurro entre motetes o letanías. Las abejas sitiaron mi panal clavándome las pupilas como aguijones sin el trébol de cuatro hojas, entre el azul o el intenso paladar de quien no le escribe, entre el sudor de una roca, el clamor...clamor que opera y rebaja las defensas, y termina el párrafo pronunciando la palabra que se repite en la niebla de las damas.
Extraído poemario EGO AMARE, ED. EL TALLER DEL POETA, S.L- 2015 Isabel Rezmo- Úbeda- España
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MAR BLANCO LARROSA BUSCARSE
Imagen: Arunas Rutkus
Tengo un plano sencillo -pero coherentecon el que orientarme, en ese territorio tan resbaladizo como inexplorado que es el alma de una estación de tren. Ruidos de seda, apertura de un embrión con miles de ojos brillantes, la respiración tierna de las cosas, tiempo de labios. El corazón que se acelera y tiembla de fe con la alegría de un descubrimiento, de una revelación. Algo ante lo que se puede volver a inspirar y a emocionarse. Él hacia mí. Silbidos silenciosos. La tierra caliente, la carne viva. Mi nombre dicho con amor. Las formas reviviendo en esa calle mía, sólo mía. 89
He encontrado la razón de ser, la raíz firme de las cosas, el camino intacto para volver a casa. Caminar sobre mí misma. Hacerme y regalarme. Aprender a llegar al compás de la vida. Los límites son imprevistos, transparentes. Y me transmuto. Para siempre en viaje. Absolutamente nada, ahora, es como hace un instante. Cuando uno se busca a sí mismo -en otrolo que acaba encontrando es el mundo. Mar Blanco Larrosa- Zuera (Zaragoza) España
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MAR DE FONDO EUFORIA
Imagen: Arunas Rutkus
Los lamentos languidecen en tus valles, penetrando en miradas extraviadas: de mis entrañas inhalaré coraje y fuerzas. ¿Cómo hospedarme en tus ojos tristes, cómo cambiarte el pulso sino a golpe de euforia? Me atrapa la esperanza del místico fulgor con que te ríes: las grietas de mi espíritu serían restauradas, devueltas al instante preciso, al momento concreto de amarnos y rezar... la oración olvidada de nuestra búsqueda. Decido hospedarme ahora en tu materia arrojando valentía y pasión porque me esperas. Sigo el curso de la existencia, ignorando las líneas de la mano, leyendo intuitivamente el curso de mis aguas, el caudal del misterio que nos empuja. Nado en la casualidad o el destino, 91
buceando en sinsabores, rebelándome en todos los sentidos, floto en el gusto por la vida. Continúo ciega, con mi bastón, hacia delante, retrocedo para rescatar amigos, tomo carrerilla, me lanzo hacia el futuro, llevando mis errores en cada zancada, no sin antes detenerme un segundo, para decir, sin prisas: respiro, luego vivo.
Mar de Fondo (Mar García Treviño). Murcia, España.
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INMA J. FERRERO TU GEOGRAFÍA DE HOMBRE
Imagen: Arunas Rutkus
(El final de la búsqueda y el comienzo del camino) En esta mañana inundada, me acecha como un beso tu nombre. Me recuerda que existes, que eres cierto… que escritos en mi, están tus ojos. Que en la suave luz de esta penumbra me estás esperando. Que debo acudir a tus brazos. 93
Que el silencio es frío, y he de emprender el camino. Que mi viaje es largo, y tú, mi destino, cogerás mis manos. Que atravesaré el oleaje de mis pensamientos, mientras contemplo este sin fin de hojas. Que el miedo quedará tras de mí, sucumbiendo a mi paso. Y que al fin serás tú, mi único tacto, mi único anhelo en tu geografía de hombre. Poema: Tu geografía de hombre Geografía Inversa (Luna en pétalos que amor me llamas) © 2015 Inma J Ferrero Nº de Asiento Registral 16/2013/6759 ISBN-10: 150897005X ISBN-13: 978-1508970057 Copyright © Todos los Derechos Reservados Inma J. Ferrero- Madrid- España
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SARA BRUSSA LA BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
No te voy a encontrar. Porque estás allí. Buscándome todos los días e interfiriendo en mi sentir. No te voy a dejar. Porque tu desesperada manera de buscar, entorpece tu casi humana animalidad de amar. No te voy a querer. Porque no debo. Porque estás aquí. Como un acabado guijarro del arroyo, o un prohibido fruto de la selva. No te voy a dejar. Porque estás invocado en mis profundas soledades. Sara Brussa . Santa Fe- Argentina.
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GLADIS MERELES PEREIRA TE BUSCO A TI MI AMOR
Imagen: Arunas Rutkus
Nunca me cansaré de amarte así, como te amo. Nunca me cansaré de buscarte amor mío. Aunque estés lejos de mí, Te quiero, más y más, Aunque estés en otros brazos, yo te pienso, yo te quiero, yo te busco. Sufro tu ausencia y no tengo tu amor, Cuando cae la tarde ya tus recuerdos me invaden, Invaden mi ser, invaden mi alma! Y cuando me ahoga la añoranza, salgo a caminar, Bajo la luz de la luna, mi eterna compañera, mi confidente, Cuanto te quiero amor mío! Será que no sentís la intensidad con que te deseo? Será que no sentís la intensidad con que te necesito? Nunca me cansaré de amarte así, Mientras viva te querré, No puedo evitarlo, estás en mi, estás en mi alma! 96
Te llevo clavado en mi corazón y con cada latido, recuerdo tu nombre, Recuerdo tu voz, recuerdo tus caricias, recuerdo tus besos, que me embriagan y me dominan. Imposible de olvidarte, Nunca me cansaré de amarte así, Si algún día, me vez y me pregunta que hago, Te responderé lo siguiente, Te busco a ti mi amor
Derechos Reservados -Gladis Mereles Pereira- Ciudad Presidente Franco- Alto ParanáLa Eterna Soñadora- Paraguay.
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LAURA VERA
Imagen: Arunas Rutkus
Jazmín del Cabo fragancia de entresueño de largas tardes bautizadas por la búsqueda. Pequeños ramilletes compañía de aromas siempre deseada cuando asoma octubre. Algunos decidieron su partida en este mes de luces y jazmines qué extraño remolino los apartó de su sedoso amparo. Laura Vera. Ushuaia – Buenos Aires
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LYA NARANJO POEMAR
Imagen: Arunas Rutkus
Buscar la poesĂa, es algo duro. Casi siempre desencanta. Es como huir de una misma. Escaparse sin escape; encontrarse y darse vuelta. Poemar es algo triste. Hurgar el yo, el tĂş, el nosotros, escarbar sin tregua ni medida hasta perderse. Es ir y volver por la misma y conocida senda. Buscar siempre otro camino. Es herirse las arterias para llegar al germen de todas las protestas. Construir diques en las olas, inventar palabras como cactos. Poemar tambiĂŠn es algo dulce, 99
dulce como lluvia sobre el prado tierno. Crecer en la ternura, estallar de amor y recoger, místicamente palabras como hostias. Poemar es descarnarse. Inventar desde las células solitarios malabares; buscar, buscar el metal más ágil, un trapiche de cristal, un panal de soles con sílabas ardientes. ¿Ve usted? Poemar es muy difícil Es tañer con cien campanas mil voces de cristal sobre mi vida.. !Quizá un día , cuando nade libremente en la burbuja de mi misma, con toda mi inconsciencia y su espejismo, encuentre por fin la Poesía! Lya Naranjo- Quito- Ecuador
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MABEL CORONEL CUENCA EQUILIBRIO
Imagen seleccionada por la autora
Al contemplar un cielo sin estrellas, las nubes en calma y un viento leve que del Este provenga cual doncella, deja volar los sueños que embotellas. Perfuma con pétalos de una rosa los deseos que de tu corazón brotan cristalinos y tan sólo reza que estén en sintonía con la razón. Abre tu vieja lámpara y carga en ella aceite virgen, de esos que ya no hay. Amarra bien tu piedra y luego cuélgala, haz de ella tu péndulo, olvida tantos ay! 101
Busca el timón y mantente en equilibrio pues quien a golpes de yunque y martillo hiere, es porque ya está en desequilibrio. Ama, y deja que el amor guíe tu búsqueda.
©Mabel Coronel Cuenca Hernandarias – Paraguay Imagen tomada de la red
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ESNEYDER ÁLVAREZ BUSCO
Imagen: Arunas Rutkus
Busco el motivo para tu sonrisa, Busco el espacio para hacerte compañía, Busco el pretexto para ser parte de tu conversación, Busco la excusa para acariciar tu piel, Busco el momento perfecto para decirte… ¡Te Amo! Esneyder Álvarez Medellín - Colombia
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MARIA ELENA PADILLA BÚSQUEDA EN AZUL
Imagen: Arunas Rutkus
Quiero abrir las sólidas puertas azules de mi historia asomarme y descubrir en el interior escaleras cubiertas de mosaicos escoltadas por barandas de hierro pasajes cerúleos a cocinas escondidas cuadros de jarras con violetas en los muros terracota al final de los pasillos alcobas de grandes camas habitadas por doctas mujeres lapislázuli En sus manos la realidad es recortada por pinceles Flanqueados por helechos corredores me llevarán hacia balcones de horizontes turquesas donde anidan aves sin jaula y mascotas de sombras añil que contemplan la vida envueltas en mantas y edredones de cuadros mientras celestes sombreros de plumas yacen en mullidas butacas 104
Busco conciliar tras las puertas la voz de mi niñez adormecida con el cielo desvaído de las mañanas lluviosas y el zafiro del océano en las noches sin luna Busco saber de mí interrogarme en el silencio taciturno reconocer mi llanto en el índigo espejo fragmentado arena y brisa canto y latido de la mujer marina que me alberga bajo la luz que en la tarde languidece.
Mariena Padilla Monterrey, Nuevo León, México Octubre 2015
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ALMA DEL CAMPO BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
Del árbol del alfabeto se desprenden tres retoños con los que conforma Dios una palabra fugaz. Fugaz, porque es diminuta y con alas para huir del Hombre que la reclama…y esa palabra, es, ¡PAZ! Tiene siglos de existencia, ya que viene desde el Génesis; pero, aún, pese a su tiempo no logra la Humanidad, encontrarla y poseerla .Grabar su imagen de cielo o retener sus caricias ávidas de libertad! Yo… como todos, también, corro tras esa esperanza. Vivo una continua búsqueda- enriqueciendo mi afán. La busco en la fervorosa oración de los que creen, en donde mueren las guerras y en la abundancia de pan.
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Y… la busco en algún pájaro- sobre todo en la palomacuando atraviesa el espacio bajo la luz matinal… y… en el silencio del campo cuando lo baña el perfume apacible y nostálgico de un día primaveral. La busco, pero tan sólo la vislumbro. o la presiento… Y esto es, porque el Hombre, aún, no conjuga el verbo amar. Prefiere el odio, el rencor, la venganza o la violencia a la acción noble y sublime de aprender a perdonar. Pero…si el Hombre puliera la piedra del sentimiento y pintara para siempre una sonrisa en su faz, él y yo, encontraríamos, luego de tan larga búsqueda el modo de convivir a la sombra de la ¡PAZ!
Alma del Campo- Libertad- San José-Uruguay
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JULIA DEL PRADO BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
Busco la primera brisa del viento para que llegue a mi rostro en templanza. Su ulular y su frescura. La fuerza de su rostro en alas de madrugada. Y la llegada también de tarde en saludo de brisa. Miro desde la ventana. Veo y escucho su espacio en la rosa de ese viento.
Julia del Prado Lima, Perú- 20 de setiembre del 2015
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FOTOPOEMAS
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CECILIA ORTIZ
Imagen: negis art
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RELATO
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MARÍA JOSÉ RIAZUELO EN EL PRADO
Imagen: Arunas Rutkus
Camina y se detiene, observa, escucha…, pero solo el silencio lo acompaña. Sin embargo, le pareció escuchar un sonido suave, como de unos pies ligeros sobre el césped..., pero nada…, nada se escucha. ¿Estaré soñando? ¿Es tanto el deseo que tengo de escuchar, de ver, de encontrar que tengo alucinaciones? Ahora vuelve a escuchar el mismo sonido, es como un rumor, como la brisa cuando mueve las ramas altas de los árboles, pero ahora ¡no hay viento! Tiene que ser algo o alguien. Mira en todas direcciones pero no ve nada. Esperanzado vuelve a concentrarse en escuchar, su cuerpo quieto, sus oídos alerta, sus ojos medio entornados para poder agudizar mejor la visión. El sonido, ese sonido viene de…, todo su cuerpo se gira en esa dirección. Está empezando a creer que está allí, que no se mueve, que se queja, que tal vez necesite ayuda, que quizás esté herido… Se va acercando despacio, con sigilo, hacia el lugar del que vienen los sonidos porque no quiere asustarlo para que no salga huyendo, quiere ayudarle, que no tema, que confíe, que vuelva a la vida normal… 112
Entre la maleza lo encuentra. Unos ojos claros en los que en el fondo brillan el temor, la inquietud, la alegría, el miedo y la duda en partes iguales, lo están mirando. Parece que esos ojos se preguntan: Este humano ¿me quiere hacer daño o me vendrá a ayudar? El hombre se acerca con cautela, se agacha hasta casi ponerse al mismo nivel del cachorro para que no vea una amenaza en su tamaño y comienza a acercarle la mano para que lo huela, para que se familiarice con él y mientras con la otra le ofrece una galleta. Está perdido, solo, hambriento, mojado, con frío, pero no está herido y poco a poco recobra la confianza ante la galleta y se dispone a comerla. El hombre sonríe y lo toma en brazos, lo acaricia y calienta, lo envuelve con una manta sin dejar de hablarle y lo pone en una bolsa que lleva colgada al hombro. Ya puede regresar al hogar. Hoy los niños recuperarán la alegría porque el padre encontró la mascota que se había escapado cuando dejaron la puerta abierta. No pensaron que podía escaparse, que era demasiado pequeña para saber volver sola a casa… Ha sido una lección que no olvidarán. M. José Riazuelo. Huesca, España.
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ELISABET CINCOTTA BUSCARSE
Imagen: Arunas Rutkus
Se calzó las babuchas y casi sin ganas una campera al tono. Así se lanzó a la calle. Te preguntarás si a buscarte. No, a buscarse. No sabía en qué esquina se quedó olvidada una tarde queriendo al amor. Quería recuperarse para confiarse el propio dolor, quería gritarse que todo era posible. Y ¿sabés?, no estaba. Un farol le dijo que se había ido por la ruta de la nostalgia una noche cuando el cielo lloraba.
Elisabet Cincotta -Berazategui-Argentina
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ENRIQUE A. MEITÍN LA BÚSQUEDA TE LLEVA AL ÉXITO
Imagen: Arunas Rutkus
Según el diccionario de la Lengua española la palabra búsqueda, es un sustantivo femenino; considerado como la actividad o acción de buscar para tratar de encontrar a una persona o cosa. Según el Diccionario Enciclopédico Larousse en su Volumen 1 lo relaciona con el trabajo científico, como Investigación, pesquisa, investigación, averiguación e indagación. Pero señores para nosotros los cubanos, la búsqueda no es más que lo que podemos hacer en cualquier actividad para buscarnos algo…, perdonando la cacofonía, algo extra, ya sea por vía directa o a través del cambio. En fin lo que todos nosotros entendemos por “resolver”, y que se ha convertido para nuestro pueblo en todo un arte.
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Si el régimen comenzó…, allá por los años sesenta cambiando cuarteles por escuelas, e incluso fue capaz de cambiar a los heroicos hombres que regresaron armados a su tierra natal, con el propósito de liberarla de la tiranía, por compotas y cambiaba o cedía tierras para instalar cohetes de mediano alcance por petróleo o maestros y médicos y “asesores” de seguridad a gobiernos de la región más recientemente, por lo que quisieran ofrecer a cambio... ¿Qué podía hacer el ciudadano de “a pie”? Había que buscarse algo extra; “resolver” para vivir, y en eso los de allá han sido todos, unos artistas. Para el cubano de allá, la “tentación” a la solución de sus problemas se ha tornado en acción. No importa que sea un profesional, administrativo, un simple empleado o ama de casa. Todos sucumben ante tal posibilidad... He dicho todos. Desde el anciano al infante; desde la niña de la Escuela Primaria hasta el médico especialista de un Hospital; desde el oficial del Ministerio del Interior, hasta el “bodeguero” del barrio; desde el chofer de la “guagua”, hasta el mecánico de los Mercedes Benz del Comité Central del Partido, todos de una manera se involucran a esa actividad obligados a “resolver”. En ese colosal fenómeno usted puede comprobar, que lo mismo se cambia un litro de leche de in infante, por un “spray” para un asmático o una cajita de condones por un paquete de cigarrillos, por señalar dos de las más notables operaciones de cambio, o mejor aún, una goma para bicicleta china, por una lata de carne rusa. Prueba de nuestro “internacionalismo proletario ¿No es verdad? Entre todos los “buscadores” de mi país, llamémoslos así a fin de darle un reconocimiento a la actividad que estos desempeñan, y que se han ganado por su continua y fructífera labor, un rol destacado lo han tenido las mujeres. Por supuesto que no lo han hecho solo ya las mujeres adultas, ni las madres solteras necesitadas de mantenerse ellas y su prole, sino todas y de todas las edades, pues no hay edad para ser una eficiente y real artista en la búsqueda…, llámese cambio o manera de “resolver” Por ejemplo, he visto a una abuela, en la cola del Banco donde cobra su pensión, cambiar su turno por el único pan de la cuota de ese día de otro abuelo pensionista; a una mujer ya entradita en años, cambiar sus aretes de “afuera” porque le arreglen su televisor con urgencia, para no perderse la novela; también a una adolescente dar un disco de Michael Jackson, a cambio de la cuota mensual de toalla sanitarias de su amiga, y aunque no me crean mis amigos, hasta una niñita de apenas cinco años, cambiar su sortija de “bisutería”, por una pastilla de chicle... 116
Sin embargo siempre hay personas que se destacan por sobre el resto en cualquier actividad, y Martina no solo poseía ese “don” natural y algunas de estas características, sino que fue capaz en poco tiempo llegar a ser la mejor en toda la ciudad. Para empezar es bueno señalar, que a pesar de las limitaciones y la carencia en que tuvo que vivir, cuando su esposo hubo de “partir” al más allá y la dejó con una “mano adelante y otra atrás” en compañía de su segunda hija ---con apenas doce años---, pues la primera ya no vivía con ella. Se había ido también, pero un poco “más acá”... a noventa millas y olvidado de la madre, esta se negaba a aceptar la ayuda que sus vecinas le ofrecían de manera “desinteresada”. Comenzó a fijarse como algunas de sus vecinas lograban subsistir con lo que se buscaban, ya fuese en dinero efectivo, material, compromisos o favores, gracias a una que otra actividad que realizaban en el hogar; a las relaciones con sus amistades y con las de estas; o con la sustracción ---mejor léase robo---, de algo de su centro de trabajo. Porque siempre hay alguien que en su trabajo tienen acceso fácil a esto o aquello, lo toma y le da el uso necesario para obtener aquello de lo que carece. Luego con lo obtenido, lo que no utilizan, lo emplean para cubrir las necesidades de otras, enfrascándose así en un continuo intercambio de soluciones. Indagando al respecto supo que cuando alguna no tiene nada que ofrecer o dar a cambio para obtener lo que busca, llega a “ofrecer” una parte de su cuerpo o la totalidad del mismo. Para eso la cubana está muy bien equipada y algunas han estado dispuesta a mejorar su situación “cambiado” ---se puede decir vendiendo--- para por un puesto familiar en la lotería de visas, obteniendo con dicho intercambio la ansiada salida del país. Pero no se sorprenda amigo, que no son solo las cubanas las que por “necesidad” han llegado a vender su virginidad. Aquí en Estados Unidos también están a la venta, sino visite la Internet y lo comprobará. Además en el propio territorio americano es bastante frecuente el casamiento para legalizar a un indocumentado ¿O no lo sabe? ¡Despierte amigo! Pero volviendo a Martina. Ella supo de la existencia de otras mujeres verdaderos genios en la búsqueda: sinónimo de “resolver”, que han confeccionado magníficos y eficientes inventarios con los nombres de todo el que conoce. Donde se refleja además: edad; lugar de trabajo; que puede aportar; necesidades, ambiciones y perspectivas del sujeto. Verdaderas expertas en marketing y artistas de las relaciones públicas ¡Qué grandes empresarias! Exclamaba Martina ¿Cómo podré yo ser como ellas? ¿Por qué no intentar hacer algo parecido, por mejorar? 117
Si antes iba por la vida, como una defensora de las causas perdidas sintonizando con todas las fragilidades humanas de sus vecinas, pero sin poder hacer nada por aliviar sus penurias. Apoyando a aquella “gorda”, recomendándole algún método para adelgazar; ayudando a subir al ómnibus a la anciana que lo espera arrastrando su vejez. Si justificaba a aquella “palestina” de mediana edad que recorría La Habana en busca de una “barbacoa” de alojamiento, y tuviese que pagar la estadía con su cuerpo; o a aquella “santa” que atiende pedidos de almas y es rechazada por la gente ante la ineficiencia de sus “conjuros”. Ahora se daba cuenta que no era Teresa de Calcuta ni mucho menos. Ya era hora de que algo le permitiera a ella “resolver”, y aprovecharía cualquier ocasión que el tiempo le brindara. Esgrimiendo su divisa: “...quien se apasiona por obtener algo teniendo en cuenta el bien común de su gente, triunfará” y a sabiendas de que en Cuba no hay nada, pero hay de todo si sabes buscarlo se aventuró a la confección de una especie de caramelo muy gustado por los infantes de nuestra Isla, que va ensartado en un palito… y que por supuesto está ausente en los mercados: la llamada “chambelona”. Primero utilizó el azúcar que le daban por la “libreta”. La cuota de ella y de la niña, a las que sumó algunas libras más que obtuvo cambiándolas por los cigarros que le daban, también por la “libreta”, pues ella no fumaba. No faltó la amiga de la farmacia que le “resolvió” los palitos ---esos de apliques para la garganta---, ni la de la panadería donde confeccionaban “cake” o “tortas”, y que gentilmente le facilitó el colorante para los tonos de la confitura. Buscó también el celofán para envolverlas, que se llevaba de la Papelera en que trabajaba y aquel empleado de una fundición que le confeccionó los moldes para “fundir” el caramelo. Las planchas eran para hacer seis de un solo viaje. La primera que tuvo “cambiada”, por una cena, al no permitir Martina que en fundidor en una visita que le hizo se fuese de su humilde casa sin compartir su comida con ella, obligándolo a aceptarla. Hasta ahí todo gratis. Después alguna inversión... la mínima. Buscó las planchas que fue necesitando a medida que aumentaba el negocio, “cambiándolas” por algún otro favor. No vayan a creer que dando su cuerpo a cambio, pues estaba muy vieja para eso. Finalmente los recipientes para hacer el caramelo y el calor del fogón lo pondría ella. De pronto ¡Flash! “chambelonas” caseras comenzaron a aparecer en los hogares habaneros facilitado por la escases, junto a la ineficiencia del gobierno para suplir esa falta tan demandada por los niños de la ciudad. 118
Pero sobre todo debido a la visión de ella, la dedicación y el esfuerzo y sobre todo la “cara dura” de Martina, quien empezó a venderla primero en la Escuela de su hija y en las Playas del Este de Las Habana, a riesgo de que las autoridades la detuvieran, luego en cuanto lugar se le presentara. Su éxito no se hizo esperar, y al poco tiempo de creada la fábrica casera de “chambelonas”, su producción se extendía a los veintiocho barrios de La Habana y Playas adyacentes. Ya ni ella, ni la hija, ---que se había incorporado al “negocio”---, daban abasto a la demanda, necesitando producir más. Por ende más de todo, pero nunca pararon, ambas crecieron junto a la expansión de su mercado. Toda la Habana Vieja, desde la Alameda de Paula a la Muralla; desde la Bahía hasta el Prado o desde La Punta a Talla Piedra, prácticamente nadie dejó de conocer de las habilidades de esa mujer para “resolverles” a sus clientes y de intercambiar con ella... mucho menos de comprarle sus caramelos caseros. Que no hizo Martina, apoyada en sus famosas “chambelonas” para lograr todo lo que ansiaba buscarse, llegando al éxito. Enrique A. Meitín Duluth, GA (USA)
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ADRI DELFINI BUSCARÉ MI ALMA…
Imagen: Arunas Rutkus
Cuando un amor profundo y tan fuerte se aleja, la mitad del alma con él “se las pica”*, será por eso que queda una sensación de hueco, como un tremendo vacío…quizá la mitad de mi alma aún esté contigo ¿Quién sabe?...Y como la vida continúa sé que la necesitaré para poder entregar un amor completito si la vida así lo permitiera. Me puse a reflexionar en las mitades que tengo guardadas en el cuartito del fondo, hace años tan 120
bien colgadas, acomodadas por color, lavadas y almidonadas y nadie se atrevió a buscarlas ni siquiera las reclama, y no quisiera que le pase lo mismo a la mía, una no sabe cuándo le va a hacer falta. Que misterio lo del alma que a la noche cuando el cuerpo descansa, se pasea por el mundo o por las estrellas, viaja a algún sitio sin pagar pasaje ni nada… “viajes astrales” los llaman. No es para reclamar…ni siquiera para molestarte pero esta noche, ya te aviso que no quisiera sorprenderte o desvelarte, con el permiso de Dios y si me acompañan los ángeles, ya que tengo la dirección aprovecharé para ir a buscar la mitad de mi alma antes que se apolille en algún rincón de la montaña y quede por ahí tirada. PD: ¿Cuarto piso me dijiste?... Adri Delfini- Buenos Aires- Argentina *“se las pica” significa que se va
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JAVIER TERÁN DIEZ BUSCANDO LA AMISTAD PERDIDA
Imagen: Arunas Rutkus
Nadie me dijo nunca, mujer amiga, que una vez dada prácticamente por perdida tu amistad; fuera sencillo el caminar en solitario en los días que seguirían; siempre con el recuerdo a cuestas de los buenos momentos del pasado, mostrándose a cada paso y sin la posibilidad inmediata de recuperarlos para seguir disfrutando de ellos. Y si es así en lo que a mí respecta, quiero entender que también lo será en cuanto a ti; porque nuestra amistad era sana, sincera, compartida y sin limitaciones, a excepción de las propias del buen gusto y la tolerancia lógica; y se adivinaba dilatada en el tiempo… Recuerdo que, en los momentos de más alto grado de amistad, me decías que, si un día nuestra amistad fuese decayendo hasta terminar rota por completo, cómo serían aquellos instantes y aquellos días posteriores; y que, llegado ese fatal momento, si alguno de nosotros sería capaz de buscarla de nuevo para tratar de retomarla, habida cuenta de los buenos ratos que la misma nos proporcionó… 122
Mas el tiempo fue pasando y, en medio de todo aquello, algo que yo no acierto todavía a describir, debió ocurrir en su transcurso, y que truncó de plano –eso sí lo puedo asegurar-, los hilos de comunicación que la mantenían a flote. Y la relación de amistad se fue apagando poco a poco hasta que, dadas las evidencias, hubo que darla por desaparecida en la práctica, con el consiguiente dolor del corazón. Para estas situaciones, los viejos manuales, tan asépticos ellos, siempre nos recuerdan que cuando uno atraviesa en algún determinado momento por alguna contrariedad manifiesta o algún inconveniente de una cierta gravedad y, para tratar de superarlo, se lo cuenta a un amigo de verdad esperando un consejo y el apoyo incondicional; casi siempre el otro, tras poner de su parte todo lo que le es posible, al final te responde que, en cualquier caso y sobre todo, el tiempo con su paso inexorable –para lo bueno y para lo malo-, se encargará en último término de borrarlo todo y colocarlo en su justo momento. Y a bote pronto, uno tiene que reconocer que es cierto, porque la propia experiencia así nos lo recuerda, habida cuenta de que lo habremos podido comprobar en muchos momentos todos y cada uno de nosotros.
Pero yo no quiero que en este caso ocurra así, mujer; que todo se vaya al garete y termine diluyéndose con el transcurrir del tiempo; máxime cuando nos quedan tantas cosas todavía por compartir… Y, por otro lado, no resultan claros los motivos que nos llevaron a este punto que ya parece ir camino del no retorno. Por eso, ¡pidámonos perdón ambos!, si es eso lo que se interpone en nuestra amistad, y busquemos –con mayúsculas-, la forma de volver a retomarla paso a paso, y a revivir nuestros dulces momentos del ayer… Será posible todavía?... Te animas a buscarla de nuevo, mujer?... ©J. Javier Terán Palencia (España).
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JORGE EDUARDO LACUADRA LA BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
Así como el agua del arroyo, no se detiene aunque lo quiera, en la orilla que vislumbra, empujada por otras olas o una mano delicada que le otorga, el envión pasajero, la caricia necesaria para continuar, hacia la muerte de la desembocadura. Así como la historia de unos pocos se repite día a día, o como la noche opuesta y enigmática aguarda en su lóbrego escondite la puesta de un sol lejano, para adueñarse luego del planeta. Así se hallan los hombres innombrables, envueltos en su propia bruma, continuando su carrera de soledad vana de recuerdos. Conquistando ellos solos el puñado de tierra hosca, capturando para sí el pequeño charco, barro y agua precipitada de otras nubes; gotas de materia, de olvido. Y continúan los hombres, pero ya sin el objeto de su pregunta, ese átomo de idea indestructible, el débil aleteo de pensamiento derramado desde las grises celdas de la desesperanza. Mientras tanto, alguien sueña, pájaro sin alas que recorre el mundo, en la inexplicable búsqueda de la inmortalidad. 124
Los hombres han caminado toda la noche, sumergiendo sus pupilas en las sombras. El Padre Viento ha acompañado a esos hombres y ha gritado, deformando las dunas eternas, confundiendo su camino o tiñendo de olvido su historia. Mi rostro demudado, es como un mar negro que busca, que atrae, barcos de dioses tristes y los sepulta en su mortaja de sal amarga. Miro a los hombres bajo la luna azul, y no comprendo su crimen perfecto, de amor simple y solitario, de fuego que convierte la arena salvaje en dócil pájaro de vidrio. Observo silencioso, como sus huellas mancillan el grito de las piedras, el santuario de mi reino, mis recintos circulares de océano desecado en tiempo inmemorial. Los hombres partieron un día equívoco, en el que la montaña les ocultó mi existencia. Los hombres atravesaron valles de desesperanza a medida que el peso de las piedras comenzaba a ser todavía más pequeño, más volátil. Los hombres saben que morirán. El sol no tardará en acortar sus distancias equinocciales y correrán porque están completamente locos, o porque han hallado a su cordura sentada en el borde del camino, detrás de sus huellas. Mi culto solo es religión de uno solo: el que sobrevive, el que mata al buitre para beber la sangre, que fuera de él apenas algunas horas atrás. Miro el cielo sobre los hombres y pregunto: - ¿La muerte convierte al individuo en profeta de la ignorancia, o en mago de lo que antes era y ahora no? – Los hombres han caminado toda la noche y han sumergido sus manos en la arena simple. Me han llamado y acariciado, musitando palabras en silencio. Sus lágrimas cayeron sobre mi reino y jugaron en los recovecos oscuros de los hijos de la piedra curva, que es mi dulce hermana, pétrea forma, símbolos de la anciana roca. Entonces les grité: - ¡Esculpí mi número en sus frentes, y me llamaron Sed! – los sepulté a todos y solo quedo un sutil epitafio impronunciable, y por nombre escrito: ¡Desierto!
Jorge Eduardo Lacuadra – Córdoba, Argentina.
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MAYTE ÁLVAREZ EL CAMINO
Imagen: Arunas Rutkus
Lorenzo se divertía, como un niño travieso, oyendo lo que se suponía que no debía oír, debido a una sordera que fue transitoria pero que él no comunicó para tener ventaja sobre sus cuidadores, un sobrino pródigo y su esposa. Se divertía, postrado en la cama y sentenciado a muerte por su médico de cabecera. Ya lo había aceptado, era el final de su camino, y lo asumía tanto, que, junto con la satisfacción plena (pese a todo) que sentía de sí mismo, hacía que le costara morirse, pues siendo feliz la gente dura más. - Pero… ¿de qué se ríe? ¿de qué se ríe? ¿de qué se ríe?- decía, por lo general tres veces, Josefina. Sergio no solía contestar, se le agudizaba esa vaga expresión de pasmado permanente. 126
Esa escena, tantas veces repetida, le resultaba a Lorenzo tan cómica, que era una buena proporción de sus risas habituales, por consiguiente, dosis del elixir de la longevidad, sin embargo hoy se reía más que de costumbre. Los dolores, volvían los malditos dolores. Y llegó una noche negra. Josefina, cumplidora con Lorenzo para no manchar su karma, y servicial como buitre que espera su legado, acudió a las primeras risotadas desencajadas, le dio un fuerte calmante y volvió a su cama. Sergio estaba despierto, la esperaba. - Si me llegan a decir que me iba a acostumbrar a oír a alguien reír cuando le duele algo, no me lo hubiera creído. No sé cómo lo hace, pero lo admiro- le comentó a su pareja antes de meterse en la cama. De lejos le venía esa manera en que había modificado la forma de expresar el dolor, y que él llamaba “recurso”, de los tiempos en que al final de la guerra civil española una bala le causara una lesión que… dolía, dolía mucho, pero que dado que con ella debía convivir, le sirvió como experimento pionero en que se probaba que su propia mente podía usar el recurso de marcar el patrón de la excepción con el dolor. Pese al calmante, poco después se volvió a despertar Lorenzo. Risas, risotadas, y… un alarido, que asustó y extrañó a Josefina y Sergio. Acudió antes ella, Lorenzo la agarró de los brazos y le apretaba, le faltaba el aliento, pero consiguió hablarle. Cuando Sergio entró, a continuación, pudo ver como Josefina le asentía varias veces y Lorenzo desfallecía. Se fue. Más tarde le preguntaría si le había dicho algo. - Sí, me ha dicho: “el tesoro es tuyo, disfrútalo”. El puñado de familiares presentes en la lectura del testamento de Lorenzo se comportó muy calladamente. Al final, mencionó el notario lo que tantas veces les había prometido a la pareja, su tesoro. Les dio un sobre, que Josefina se apresuró a abrir, con expresión muy similar a la de su marido, de lelo, y se encontró con un libro, que, en realidad era apenas unas hojas encuadernadas. Este era el texto del libro, que ella leyó en voz alta: Página 1La búsqueda es el camino. El tesoro es el conocimiento.
Página 2Observando, he aprendido, y buscando, he hallado. 127
Cuando analicé a un avaricioso, aprendí el justo valor de lo material, y cuando analicé a un místico, aprendí el justo aporte de lo espiritual. Observando, he obtenido las lecciones para circular por la vida. Y empujado por ese ímpetu de búsqueda interior, que me acompañó como zozobra adjunta, la mayor parte de mi vida, busqué, sin saber muy bien qué, hasta que me di cuenta de que ya había encontrado todas las respuestas a mi búsqueda.
Página 3Ese es mi tesoro, éste es mi legado, resumido en una simple frase: La búsqueda es el camino.
- ¡Maldito viejo loco! ¡Momia repelente, así te pudras en el infierno! ¡¿Qué mierda de tesoro nos has dejado, cabrón?! – estalló Josefina, aparcando, de sopetón, esa mezcolanza de creencias en las que tenía fe, a pies juntillas, de Buda y de Jesús, en la reencarnación y en el infierno, en los ángeles, espíritus y supersticiones… y, desatando una voz, que contrastaba con su dulce y lento timbre al que les tenía acostumbrados - ¡Malnacido, bastardo, nos has engañado! ¡Si lo llego a saber te cuida tu puta madre desde el infierno! ¡Hijo puta! ¡Hijo putaaa… ¡ Se la tuvieron que llevar, presa de un ataque de histeria. El notario se quedó solo, ojeando de nuevo ese fino libro, que habían dejado sobre su mesa. La curiosidad le llevó a pasar la tercera hoja, una vez leída; allí se topó con una cuarta hoja, que leyó también.
Página 4Si has llegado hasta aquí es porque eres tú y no otra persona la merecedora de poseer mi tesoro. El mejor lugar para guardar un secreto es a la vista de todos, por eso, en mi biblioteca perfectamente ordenada, hay un solo libro que no lo está, el primero, se titula “El camino”. Ese es mi mayor tesoro, el conocimiento que he adquirido por la experiencia de una vida larga y plena, para entender todos los porqués de la búsqueda humana. La lección que
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engloba todo el conocimiento es la comprensión de que la meta de la búsqueda se halla en el camino. La meta es el camino en sí. Por eso: ¡Vive!
Nadie le vio marchar. Pocos días después de pasar a ver qué tal se encontraba Josefina y de pedirle un libro de la biblioteca de Lorenzo, el notario se fue. Solo dejó una nota: “Me voy a andar la búsqueda” Mayte Álvarez. Alcoy. Alicante. España.
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EDGARDO BENÍTEZ LA BÚSQUEDA
Imagen: Arunas Rutkus
Se sentó a observar a su hija que se debatía con la muerte. Se encontraba en la cama del hospital, en medio de un nudo de tubos y personal médico. Recordó aquel día cuando sentada sobre sus piernas, le platicaba… —¿Por qué no fuiste por mí al colegio, papi? —La verdad, estuve ensayando hasta tarde y le pedí a Juan que fuera por ti. —No es lo mismo cuando tú llegas. Juan es muy enojón, y no permite que abra la ventana del coche. —Lo hace para protegerte de accidentes. —Pero tú me haces falta, nunca te veo, nunca puedes venir. Mi cumpleaños pasado no estuviste y me quedé esperando tu llegada. Acariciaba con los dedos el rostro de su padre. —Recuerda que te pedí disculpas por ello. ¿O ya has olvidado que no fue mi intención faltar? Y aún le resonaban las preguntas que nunca pudo responder y que ahora se habían convertido en un martirio. Suplicas incumplidas que en este momento buscara cumplir. Tal vez por un descuido de esos que ocurren en la vida, quizás por indolencia, quién sabe porqué. 130
—¡Papito! ¿Cuándo interpretarás para mí aquella canción tan linda y que tanto me gusta? ¿Cómo es que se llama? Los aplausos se contaron por miles. Las personas que asistieron al concierto dijeron que Ivanov estuvo sensacional, la opinión general fue que era el pianista que no se había dado en muchas generaciones. El intenso drama mostrado por su música irradiaba amor a su público. Intentó llegar al camerino, la prensa obstruía su paso. Entró y cerró de un portazo, respiró profundo, se deshizo del frac… Una mujer que se encontraba dentro, esperaba por él. —¿Qué haces acá? —Con un gesto de enfado. Lo delató la manera que lanzó el cinturón contra la pared. —Ya te he dicho hasta la saciedad, que no es de mi agrado que vengas. —Estoy aquí porque es urgente que platiquemos, deseo comprendas... —¿Qué es lo que ocurre?, ¡tú y yo no tenemos nada de qué hablar! —Es acerca de Karen. —¿Karen? ¡Dime! ¿Qué es lo que ocurre con ella? En el rostro del artista se notó la preocupación, abrió los ojos en señal de alerta. —Está hospitalizada. — ¿El qué dices? ¿Qué le ha ocurrido? —Un accidente de tránsito. Perdió el control del coche y se precipitó hacia el acantilado, parece que fue difícil rescatarla. Sus amigos cuentan que discutió con John, bebían juntos. De pronto, abandonó el lugar de la fiesta de manera intempestiva, parecía haber sido atemorizada por algo y no pudieron darle alcance… —… ¿y cómo se encuentra? ¿Imagino que has ido ya? —Grave, bastante grave. Vine por ti para ir a verla. Parece que... A su llegada al hospital platicó con los médicos quienes pronosticaron un terrible desenlace. —No es mucho lo que se puede hacer, es un “estado de coma”. Esperaremos que reaccione, por el momento no podemos hacer nada. Solo queda esperar. —¿Cuánto tiempo estará así? —Tal vez un día, un año. No se sabe. Es imposible tener una certeza… Hasta el día de hoy, la ciencia no ha podido contar con un registro válido, que hable del estado de coma. Le golpeaban los recuerdos. Pensaba en la melodía que su pequeña pedía le dedicara en un concierto, algo que nunca hizo. —¡Sr. Ivanov, Sr. Ivanov, despierte! —una enfermera le tocaba el brazo—. Son las doce de la noche. ¿Desea comer algo? 131
— No, gracias. La verdad que estoy agotado. Pienso que es mejor me vaya a casa. ¿Y ella, sigue igual? — Sí, continúa en el mismo estado. Esa noche, selló aquel encuentro con un beso en la frente de su hija. Casi daba por seguro que ya no la vería con vida. Pasaron meses y él seguía entregado a su música y a viajar. Los contratos por el mundo llenaban de dólares sus cuentas bancarias. Un día, después de visitar a Karen, se encaminó al teatro a preparar el concierto de la noche. Incluiría en el programa, “Ballade Pour Adeline”. Como de costumbre, las personas abarrotaron el teatro. Ovacionaban al maestro. Para finalizar su participación, abandonó el piano y de pie, dijo: “El siguiente tema, deseo dedicarlo a una persona que en este momento está con nosotros, aunque no físicamente, ya que se encuentra en un hospital de la ciudad, en cuidados intensivos. ¡Ella es mi hija! Al oír esas palabras, “el respetable” se puso de pie y atendió en silencio. “Ballade Pour Adeline” fue ejecutada de forma magistral. De la multitud brotó una ovación, prolongada. Ivanov con los brazos abiertos, lloraba y recordaba a su hija. Los presentes se abrazaron, el ambiente era diferente. Ni la multitud, ni la prensa, se agolparon para pedir opinión, al contrario, abrieron el paso para que caminara con libertad hacia el camerino. Al abrir la puerta, encontró a su mujer que sin mediar palabra corrió hacia él y se lanzó a sus brazos. —¿Qué haces acá? Ella lloraba. La búsqueda había terminado.
Edgardo Benítez- Santa Ana- El Salvador
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JOSÉ JAVIER RAMOS ALCOCER VOLVER A EMPEZAR
Imagen: Arunas Rutkus
¿Hay algo en la vida que no se busque? En nuestra existencia se busca todo, felicidad, amor, bienestar, compañía… La vida es un gran cúmulo de búsquedas, finalmente todo se encuentra, aunque sea por solo un momento, un instante, un instante simplemente perfecto. El problema es que como todas las cosas, todo aquello que conseguimos encontrar, lo perdemos, nada es eterno. La vida en si es una propia búsqueda, una búsqueda que tiene como fin encontrarte a ti mismo. Cada hallazgo es llegar a una meta distinta, un objetivo que te propones para intentar superarte. Buscas, buscas y pasas todos tus días buscando, al final consigues encontrar cosas que luego se pierden y tienes que volver a empezar a buscar. José Javier Ramos Alcocer- Guadix (Granada)España 133
ANA LUCÍA MONTOYA RENDÓN BÚSQUEDAS
Imagen: Arunas Rutkus
Hay búsquedas que nos llevan a tocar muchas puertas, puertas que al momento de comenzar nuestra tarea jamás imaginaríamos iban a abrirse de golpe y simultáneamente ante nosotros. Un día estuve mirando muchas imágenes para editar y hacer montaje de un relato mío que fue leído en un programa radial. En esa búsqueda, principalmente en Internet, no hallé algo que me llamara la atención. Persistiendo fui a Youtube a mirar en qué videos habría algo que se ajustara a lo que ya tenía bosquejado en mi mente, así fue como me atrapó la versión cinematográfica de La Bohème de Puccini, de allí extraje algunas imágenes que en ese momento no sabría si usaría. Ya con las imágenes a buen recaudo y picada mi curiosidad, quise mirar cuál fue la motivación de Puccini para hacer esa obra y encontré que, antes de "Escenas de la vida bohemia" de Henry Murger, Puccini había deseado hacer el montaje de "La Loba", cuento corto de Giovanni Verga; busqué esa obra e inmediatamente la devoré; seguí indagando sobre el tema de la loba que rondó a Puccini antes de crear La Bohème, pues siempre he tenido mucha curiosidad por la "personalidad" de la loba, esa mujer 134
primera o Eva primigenia, personaje que he recreado intuitivamente en varios de mis poemas, de esa forma me topé con un estudio de María Laura Pérez Gras* , titulado: “La loba: una comparación entre Giovanni Verga y Alfonsina Storni”. Curiosamente en ese ensayo, la autora llama nuestra atención sobre algunas voces y símbolos usados tanto por Verga como por Storni, los cuales también he encontrado subrayados claramente en el estudio de Clarissa Pinkola Estés, "Mujeres que corren con lobos". En los textos que menciono, observo símbolos que, repito, he usado de forma intuitiva en mis escritos, y me digo, hay un hilo o columna vertebral común que a muchos nos mantiene erguidos, una argamasa sutil que nos mantiene adheridos, un aire que nos mantiene fundidos, un Corazón Uno que palpita en infinitud de pechos, los nuestros y los de tantos que, como nosotros, trepida dichoso mismos sentires y también hay un Ojo que nos aúna en similares visiones. Es esa afinidad supra tempo-espacial el pegante que nos mantiene en misma línea, mismo atalaya y disfrute, yendo así, unidos desde lugares y épocas tan diferentes en busca de un idéntico horizonte. Es por eso que, cuando uno inicia una búsqueda, debe llevar suficientes vituallas pues siempre sabrá cuándo inicia un camino, una empresa, pero jamás conocerá anticipadamente cuándo ni cómo la ha de terminar. * http://p3.usal.edu.ar/index.php/gramma/article/view/333
Ana Lucía Montoya Rendón- Colombia
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