Gealittera 26

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GEALITTERA REVISTA DIGITAL Tierra de letras, tierra de otros; aquellos que se dan cita para escribir. Coeditada por Cecilia Ortiz (Argentina) y Carmen Membrilla Olea (España). Bajo la infinita ilusión de unir voces literarias pertenecientes a países y continentes distintos. revistagealittera2014@gmail.com IBSN: 14-08-2014-55

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Imágenes interesantes y vídeos exclusivos

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INDICE

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Carmen Membrilla Olea Cecilia Ortiz

Editorial

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Bittersweet Seguir soñando Sueños Ensoñación Nocturno Sueños Efervescente Dragón Quiero soñar Sueños Un sueño deseado Sueño, mucho sueño A un solo latido Insomnio Sobre tu piel

10 12 14 16 17 18 19 20 22 23 24 26 28 29 31 33 34 35 36 37 38 40 41 42 43 45 46 48 50 52 54 57 58 59 61 63 65 67 68 70 72

POESÍA Magda Robles María Marta Liébana Mercedes Eleine González Carmen Sampedro Raquel Jaduszliwer Aleqs Garrigóz Sergio Omar Otero Mariel Monente María Comorera Paco Déniz Bruno Isabel San José Mellado Isabel Rezmo José Ramón Castaño Díez Gloria Gayoso Lazara Nancy Díaz Maite García Córdoba Cecilia Ortiz Carmen Membrilla Olea Frank Pereira Hennessey Ana Maritza Aguirre de Schwarzl Estela Molinas Báez Mary Acosta Socorro Carranco Säo Gonçalves Charo Guarino Fernando Sarría Isabel Pérez Aranda Patricia Corpas Gutiérrez Irene Vinci Milagro Haack Daniel Reyes Chia Giráldez Tinoco Rosa Lía Cuello J. Javier Terán Diez Jorge Serra Rosa Esther Moro Marita Ragozza de Mandrini Graciela Diana Pucci Zaida Giles de Quirós Elvira Duarte Luis López- Quiñones Ruiz

El sueño de las coordenadas Sueños de mujer En los sueños Mística consagración Sueños rotos El color del sueño Sueños de libertad Sueños soñados Ensoñación Tan pocas cosas soñadas X Sueños… sueños Sueños Sueño Sueño contigo Sueños Sueños Donde piensan los sueños Eflorescencia Reivindiquemos nuestros sueños Sueños 4


Consuelo Jiménez Sandra Gudiño Alejandro Drewes María Teresa Fandiño Pedro Pablo Pérez Santiesteban Isablack Rose Amelia Arellano Ruth Mirian Pastorcich Elisabeth Cincotta Mavi Gómez Marianela Puebla M. José Menacho Castellano Isabel Pisani Issa Martínez Llongueras Alicia de León Epp Ana Aguirre Roxana Rosado Laura Novoa Julián Gómez de Maya Mar de Fondo Pura Fernández Segura Anamaría Mayol Pilar Ayala Miryam Colombotto de Seia Gladis Mereles Pereira Nancy Haro Pontón Belkys Sorbellini Inma Ferrero Icela Elizalde

Al soñar me soñabas Tijera Lágrimas de nostalgia Caprichos de los sueños Ése sueño Paradojal Viajero de otro tiempo Ser tu amante Somos sueños Sueño Destino sueñero No importa el tiempo Hay que creer Sueño o realidad… El país de los sueños Conclusiones del sueño Tour de force La de los sueños ligeros Sueño Él Sueños mágicos En falta, los sueños Soñándote Sueño Sueños Mar nebuloso Desolación…

73 74 76 77 79 80 81 83 84 85 86 87 89 90 92 94 95 97 99 101 102 104 106 108 110 112 114 116 118

RELATO Aly Corrado Mélin Rolando Revagliatti Jorge Lacuadra Adri Delfini Margarita Polo Viamontes Ethel Saavedra García Mayte Álvarez Ana Lucía Montoya Rendón Araceli García Martín Rodolfo Torres

De porcelana Nunca soñé Los sueños Procesando un sueño… Sueño recurrente Tiempos de Paz Donde acaban los sueños Emparedada El salto Andábamos por las nubes. ¿Andábamos?

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EDITORIAL

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En nuestro Nº 26 planteamos como tema “SUEÑOS”. Existe un significado para cada sueño, quizá en Gealittera podríamos confeccionar un diccionario de sueños. Nos gusta pensar en el color de los sueños, en el valor de los sueños, en esa dimensión altamente maravillosa que los aleja de la realidad. Nos gusta pensar en los sueños como evasión, como escape, como refugio y también pensamos en fábricas de sueños que trabajan a ritmo rápido para que nunca se acaben. Y que al despertar no se deshagan. Que nos acompañen durante cada jornada. En el proceso de soñar mezclamos imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones. Traducirlos en ideas, en palabras, en poemas; construir escenas, personajes, escenarios, objetos para los textos narrativos. A veces parece que no es solamente un sueño, es algo que ha estado dentro nuestro, pero ¿dónde? Está ahí, detrás de los párpados, un claro y puro sueño, pegado a nuestro cuerpo, que comienza a deprenderse, adelgazándose a medida que los sonidos del día nos invaden. Y deseamos volver a soñar. Pero cómo. Algo que nos ha sucedido soñando, se ha ido. ¿Dónde? 7


A nuestra Tierra de letras que se ha tornado “onírica” para resguardarlos. Mezclados con la fantasía, la magia, el misterio, el deseo. Y la belleza que implica todo este proceso. Aquí están, todos los sueños. Para siempre. En la tierra de los que se atreven a escribir. Gracias por hacer realidad nuestro sueño. Carmen Membrilla Olea Cecilia Ortiz

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POESÍA

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MAGDA ROBLES BITTERSWEET

Hoy me he soñado sin ti. El aire quemaba como cuchillos afilados jugando a tatuar un cuerpo insomne y descarnado. El silencio era felino, presto a dar el zarpazo que arrancase de cuajo el latido que acompasaba mi espera. La sábana se tornó asfixiante lápida sin epitafio de un sentimiento enterrado en vida. Rasgó el silencio un leve tañer de campana lanzada a duelo. 10


Y la noche, más que amante, fue puta vencida en tu lecho. Trocó la redención del alma por pecado mortal subyugado. Hoy me he soñado sin ti y doliente ansié la sal de tus labios. Mas llega el alba y redentora me arrastra a la vida. Es entonces que me diluyo y me creo en ti. Mujer y carne. Inmensa y tuya.

Magda Robles León. Granada.España

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MARÍA MARTA LIÉBANA SEGUIR SOÑANDO

Quiero un mundo nuevo quiero una mañana sin desvelo o desencanto. Quiero ver la luna dibujando un te quiero Sacudir el polvo de las sutilezas, poder alcanzar las metas. Soñar que se puede seguir soñando, atizar el fuego de un amor, un canto. Quiero borrar de los labios las penas y los resabios 12


que empañan día a día el transitar de los años. Dejar que el invierno frío se transforme en primavera dejar que los desatinos se conviertan en prudencia Soñar con un mañana, que la vida me sorprenda, abogar por los proyectos que quedaron en espera. Dejar que las manos suelten las cadenas que condenan preguntándose a diario ¿Tienen límites los sueños? Los sueños se limitan en los ojos y en la mente de quien deja de soñar y espera inútilmente.

©María Marta Liébana-Resistencia, Chaco (Argentina)

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MERCEDES ELEINE GONZÁLEZ SUEÑOS

Lo vi como se ven las cosas en los sueños Tan nítido, tan tierno, tan dulcemente fresco Como esos breves lapsos Después de las mañanas. Apenas el sol en su cenit asomaba su rostro dorado más allá de la nada. Tal vez era la sed que me quemaba, Quizás una arenilla fina y blanca Opacaba la luz del medio día, No sé. No pude vislumbrar lo que pasaba. Se volteo de repente y mientras lo miraba Le dibuje su boca divina para un beso, Boca de rojos labios, gordezuelos, 14


Entreabierta, era como una boca enajenada, su cabello dormido cayéndole en la frente, su perfil desafiante y la espalda tan amplia e indolente que daban antojadizas ganas de abrazarla. Quise cerrar los ojos ante tanta insolencia de sus ojos amados y esa boca entreabierta, Pero su olor tan joven despertó mi pereza Y desgajo mis ansias pletóricas de ausencias. Entonces Acudí a la fe que aun me quedaba Una fe pequeñita cual grano de mostaza, Y sin abrir los labios Apenas con tibieza Musite una oración con la esperanza de que se fuera lejos, Muy lejos de mi vista, donde no lo alcanzaran mis ojos de naviera. Lo vi como en un sueño, Hermoso y transparente, Y mientras lo soñaba besaba su boca divina, refulgente, Tan fresca, tan lozana Que me dejó en la mía Un delicioso sabor como a granada.

Mercedes Eleine González- Cuba/ Miami- U.S.A.

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CARMEN SAMPEDRO ENSOÑACIÓN

Horizonte abismo máquina que rueda. Filo de un mar que anhela sediento la luz de la luna nueva. Bajo el polvo de los sueños se amontonan las estrellas y la noche se desliza entre relojes de arena. Horizonte abismo rueda.

Carmen Sampedro- Linares-España 16


RAQUEL JADUSZLIWER NOCTURNO

Distribuidos en los capullos de la noche dormimos a lo largo y a lo ancho de nuestras ciudades y los sueños contorsionistas a la hora de huir de la crisálida se sueltan por el desierto de las calles avanzan hacia la zona liberada ocurre entonces que abandonaremos nuestros refugios diremos lo que quieran será una confesión habremos de entregarnos con los brazos en alto iluminados apenas por los grandes terrores Raquel Jaduszliwer, Argentina

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ALEQS GARRIGÓZ SUEÑOS

He soñado un clima que no es duro. He soñado el roce, el fruto y que mi corazón de cripta una semilla azul escondía. He soñado tantas noches –que han venido atadas entre sí, unidas por el más fuerte lazo, violentas– con asomarme y no palpar estéril mi entorno. Te he visto venir en mis sueños y hablarme de caracolas y plumas. He soñado un mundo que no es frío. Y en ese mundo tú estabas conmigo y sentías lo mismo. Aleqs Garrigóz- Guananjuato- México 18


SERGIO OMAR OTERO PASIÓN EFERVESCENTE

El retazo de lo que fue se expresa con gritos mudos. El deseo de ella se cobija en la morada del sueño, el frenesí de él es solo un pedazo de ciencia obsoleta. Vacíos los zapatos se amontonan en final del suelo, las horas han hecho su trabajo en la ropa desparramada, un aire de lujuria viene a llenar los espacios somnolientos. Aun perduran en el ambiente escenas de la noche interior, la estela fragmentada de rugidos áureos aun subsiste sobre sus cuerpos enterrados bajo un mar de sábanas. En lo tibio de sus vientres todavía se arrinconan emociones, rezagos de una pasión efervescente que agoniza en ese visceral y étnico descanso de los deseos satisfechos.

Sergio Omar Otero- Ciudad Autónoma de Buenos Aires- Argentina

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MARIEL MONENTE DRAGÓN

El dragón vive en la espalda adherido a la columna sus alas abrazan las costillas su cola se enrosca entre las piernas Escamas rojas, sí El problema es su aliento soplado hacia adentro La llama carcome los órganos vitales los vuelve ceniza los redime justifica el pulso y el espasmo A veces duerme 20


extremidades abiertas y el vientre expuesto al agua. Entonces, hay lugar para el vino y para las menudas contiendas. Transcurren los relojes el tiempo se derrite se mece como un niño en el regazo Algo lo despierta voces de antaño o palabras saladas la historia late serpiente, late medusa y rabian escamas erectas El flagelo de su boca se endereza, combustiona en piedra azucarada en hierbabuena es una s la médula es un cordón agitado, un látigo hostil que se enrosca Piedad para su fuego blanco piedad en las arenas.

Mariel Monente- Buenos Aires- Argentina Inédito

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MARÍA COMORERA QUIERO SOÑAR

Quiero soñar que subo a lomos de un caballo, no me importa sea de color negro o blanco. o mejor llamo a Pegaso que me lleve al espacio, quisiera columpiarme en una nube, descargar lluvia de rosas con fragancias olorosas. Quiero soñar que estoy en el bosque encantado, el de los siete enanitos, aquellos tan salados, que hablo con Blancanieves, y me dice que ya no come manzanas, que hace compota de fresas, que son muy sanas. Quiero sueños hermosos, de hadas, de duendes locos, traviesos, no quiero ogros, ni sapos verdes ni brujas malvadas de amarillos dientes. Sueños bellos que coronen mis momentos, y que siempre me lleve en brazos Morfeo, y juntos podamos subir a lomos de un corcel perfecto, o de un unicornio color del cielo. María Comorera- Segur de Calafell. (Tarragona). España

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PACO DÉNIZ BRUNO SUEÑOS

Tus recuerdos fluyen, a mi sublime mente, como torrentes de aguas cristalinas, cayendo salpicadas al bravío río, en grandes cascadas peregrinas, recordaciones ilustres del amor tuyo y mío. Soñando con tu divino cuerpo desnudo, el mundo se detiene al idealizarte, en noches fantásticas de intenso amar, cuando contigo me pongo a soñar. Mi camino es fantasear con tu linda figura, anhelando vehementes veladas locas, de magnas alucinaciones amorosas, a la orilla de la ribera deliciosa. Diosa primorosa, deidad divina, fortificas mis ficciones, en mis celebres noches de insomnios, cuando mi corazón se acelera, soñando contigo a mi vera, como en frondosa primavera. Amazona de mi saber estar, ¡suéñame!, hazme de amor temblar. Paco Déniz Bruno- Las Palmas de Gran Canaria- España

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ISABEL SAN JOSÉ MELLADO UN SUEÑO DESEADO

Paseando sola por la vereda, ensimismada iba pensando, cuando de repente percibí que alguien se iba acercando. Al girarme y ver quién era, sentí un pequeño desmayo, no era una triste quimera, mi sueño se había consumado. Los dos mudos sin habla nos fundimos en un abrazo y, en un apasionado frenesí, discretamente, soltó mi lazo. Asomaron mis senos sin pudor, sus labios besaron los míos 24


con tanta pasión y tanto amor que me hizo perder el sentido. ¡Cuánto placer, qué deseo!, fue todo un desenfreno. Poco a poco, sosegados a la realidad regresamos. Sola por esa verde vereda, otra vez seguí paseando, él había desaparecido, sigiloso, como había llegado. Sólo fue un sueño deseado, tan deseado que pareció real. He vuelto, juro que he vuelto una y mil veces a pasear, pensando, o deseando soñar, pero a mi lado, nunca más, volví a sentir su presencia para amarlo hasta mi final.

Isabel San José Mellado- Madrid- España Derechos de autor –

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ISABEL REZMO SUEÑO, MUCHO SUEÑO

Como todas las noches, cierro los ojos. Nunca dejo un ojo abierto u otro cerrado. Nunca dejo la mitad de un lado abandonando al otro. Nunca dejo para noche lo que al día le corresponde. A veces es sentarse frente a la cama leyendo la parsimonia que queda en el techo. A veces es pensar que no llegue la mañana a importunar el devaneo de querer multiplicar el problema de ser humano. De vivir acorde a los tiempos, a la necedad del individuo. A veces solo quiero estirarme en mis sueños, 26


y decir que siempre vinieron a mi lecho. Que siempre postergan la encina de un deseo, se duermen en los laureles de un ciego. Nunca es demasiado ambiguo pensar en la fantasía diurna de una pequeña baldosa, un trébol solitario en la vereda ausente, en los dominios de la duermevela. Mientras me lleva a la profundidad del péndulo, a la osadía de no sentir mis huesos, buscar castillos en el aire, bosques encantados en mi conciencia, sal, verbo, sueño, mucho sueño. Vivir es un rico momento para situar la niña, el faro, el tiempo, el deseo, el labio cerrado. Entre la almohada y el alba. No vaya a ser que nunca existieran. Que nunca hablaran entre mis brazos.

Isabel Rezmo- Úbeda- España

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JOSÉ RAMÓN CASTAÑO DIEZ A UN SOLO LATIDO

Si mis sueños quisieran tomar aposento, desvelar la quietud que presagia distancias que en mí reconocen heredados gestos, tal vez yo pudiera volver a tu boca y rozar con mi aliento ese instante tan tuyo donde, a un solo latido, encadenabas la noche y el fuego. Mas de aquellas mareas ahora solo quedan arenas olvidadas y el diezmo de entorchadas heridas iluminadas de todos los vientos.

José Ramón Castaño Diez – Oviedo (Asturias – España)

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GLORIA GAYOSO INSOMNIO

Daba a luz el poeta entre sueños y espanto, narcotizado en la noctámbula espesura. Derramaba cadencias en la almohada; daba vueltas evitando a Morfeo, que reía, que se burlaba, del sueño encapsulado en estrellas lejanas. Insomne atrapaba palabras, las escondía reverente entre las sábanas. Alguien empecinado en el poema cosquilleaba en su alma. Arriba un ángel deslumbrado le soplaba silente en la cara. Y los ritmos bailaban cimbreantes al son de la hiperbólica metáfora. Daba a luz el poeta sin ayuda 29


al fulgor de una vela en la ventana. Y un hada y una bruja, casi cómplices, se reían desnudas, de su afán presuroso, casi al alba. Daba a luz, el poeta… Yermo el ojo de párpados durmientes, abandonado a letras despeinadas. ¡Insomnio de creación!¡Insomnio alado! que espiaba el parir de la mañana.

Gloria Gayoso ©-Buenos Aires-Argentina Derechos reservados

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LAZARA NANCY DÍAZ SOBRE TU PIEL

He llenado un crucigrama sobre el lienzo de tu piel ternura, caricias versos, añoranzas sueños, besos al derecho y al revés. En cada poro una frase en cada palmo un cantar de norte a sur en tu cuerpo -Palomas echo a volar Abrí ventanas al mar donde un velero torcía una ola que cubría algún invisible altar. 31


Sobre tu piel fui a bailar como en cualquier crucigrama y un beso que ardía en llama me lleno de su calor . lució todo su esplendor el verso , la mar , el viento y recorrí con tu aliento al derecho y al revés el crucigrama que extiendo de mi pupila a tus pies.

Lazara Nancy Díaz García – Cuba/ Miami- U.S.A.

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MAITE GARCÍA CÓRDOBA

Ante tus ojos dulces me presento desnuda. Con el cielo claro abierto y pecho y amor en un beso. ¡Y tú me miras y abres la noche! Fecunda. Y llena de estrellas. Pareciera que me vistes alma, piel y penas. Y así siento la luz, de esos tus ojos dulces. Que festejan. Que son alegría y gesta. En arrumacos de odas. En senderos de versos. Que abren mi sueño, de ser tu susurro cierto. (Y una mariposa blanca me arrulla. Ánfora clara de todos los sueños que aman) Maite García Córdoba- Valencia- España Copyright” © 2016 33


CECILIA ORTIZ

Sueños anunciando lo breve la angosta línea que dibuja realidad severa, delirio consecuente. Tan breve el silencio mientras nombra lo que duele y evito con palabras de niebla. Soy pez del zodíaco y sueño que escribo en los grandes libros olvidados en los pequeños espacios del alba. Sueño que veo poetas dentro del impacto de una guerra llevan libros al hombro y flores rojas que clavan en el suelo. Será que ha muerto la lengua o escondida en el mar aguarda que alguien la escriba. Una palabra se hace fin del camino principio de paisaje vaso de esperanza en mis manos. Sueño que escribo el dialecto del cielo en la tierra. Cecilia Ortiz- Olivos- Buenos Aires- Argentina 34


CARMEN MEMBRILLA OLEA

Mi sueño era una secuencia de ciudad. Transparencia en los balcones Y…nuestras manos Sin necesidad de puertas por las que huir. Nuestra ropa… Sin desear puentes donde desaparecer. Nuestras caras… Sin distancias que disfrazar. En mi sueño éramos tú y yo. Antes… Mucho antes de atravesar la niebla.

Carmen Membrilla Olea. Guadix. Granada. España. Poema perteneciente al poemario Canto en sepia. Dairea Ediciones.

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FRANK PEREIRA HENNESEEY El SUEÑO DE LAS COORDENADAS

En el extremo de las coordenadas se cuecen los horizontes detrás de una tormenta que repite la posteridad del camino. En cada esquina de la penumbra el resplandor se abre a su brebaje de luz y la vibración de los pétalos de una sombra golpean las cicatrices del alba. Es tal la raíz de un astro virgen que provoca el susurro de fuego, merodeando la hendidura de la piedra, con migajas de humedad en el tapiz de un sueño.

Frank Pereira Hennessey- Barranquillai- Colombia

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ANA MARITZA AGUIRRE DE SCHWARZL SUEÑOS DE MUJER

Siempre busco en mi corazón la llama que quedo encendida en la lejanía recuerdos que crecen con lozanía cuando en silencio a voces te reclama. Presente aún en mi mirada perdida pensando porque me dejaste sola tu recuerdo va y viene como una ola fui para tí mimada y comprendida. Mi mente retrocede para amarte mitigando un no sé qué que aún calcina y deseo en mi corazón guardarte. Amores que siempre nos enternecen a veces mágicos que te iluminan son sueños de mujer que resplandecen. Ana Maritza Aguirre de Schwarzl. (Peruana-Española/ Residente en Alemania). Copyright © derechos reservados 37


ESTELA MOLINAS BÁEZ EN LOS SUEÑOS

En los sueños de otoño te alcanzo, con torbellino que se cuela manso, por tu piel, donde busco descanso, mientras, con unas caricias avanzo, por, dulce sendero de tu remanso, allí, te amo intenso, y no me canso. En los sueños de invierno te quiero, entre suspiro frío de sabor a enero, desbordando en mi mar de esmero, como travesía de pasión que libero, y te tengo aquí, justo como espero, entre fuego que desliza aventurero. En los sueños de primavera te amo, sobre fragancias por el vuelo calmo, que por tu brillante figura derramo, siendo susurro de brisa en reclamo, y con eco de flores frescas exclamo, el deseo, de convertirte en mi amo. 38


En los sueños de verano te eternizo, justo en el instante que más preciso, atrapar ecos de tu amor escurridizo, entre vuelos del silencio resbaladizo, que trae, tentación sin compromiso, y aun en los sueños, el alma te erizo.

[23/09/2016] © Estela Molinas Báez-Juan León Mallorquín - Paraguay

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MARY ACOSTA MÍSTICA CONSAGRACIÓN

Todas las noches muero en el cofre cristalino de mi cuerpo. Mis transparentes huesos celebran su victoria entre fugaces constelaciones. Mi sagrado subconsciente asiste al exorcismo de las vísceras en llamas, que en ebullición reclaman, la huida de mi alma. A través de una brújula sin sangre exiliada en esta vida por años en el oráculo de un cuerpo, todas las noches muero nutrida por mis sueños hacia el lecho misterioso de la eternidad. Mary Acosta- Buenos Aires- Argentina 40


SOCORRO CARRANCO SUEÑOS ROTOS

Tras la noche, avanza sereno el destino. Abre las alas alcanza la fantasía que no descubre. A partir de este instante necesito desgranar el miedo romper el viento despedir mi nombre aprisionar con fuerza mi antigua gloria. Luego la ausencia, tarda en aparecer con la respuesta se entretiene de recuerdos por el silencio que se instala en tu boca. Socorro Carranco- Tuxtla Gutiérrez- México 41


SÄO GONÇALVES EL COLOR DEL SUEÑO

Se preguntó tantas veces; ¿de qué color se vestían los sueños? Liberados los temores y las cadenas de la inquietud, el sueño era un largo campo de lavandas. Con gestos simples, pintó la noche del color de su vestido

São Gonçalves.-Portugal/Luxemburgo

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CHARO GUARINO SUEÑOS DE LIBERTAD

Imagen seleccionada por la autora

A menudo sucede: sueño que, sin pensarlo bato mis brazos y, de repente, me alzo en vuelo. Y voy tomando altura suavemente. Planeo y siento el aire acariciar mi rostro, mientras feliz diviso montañas y llanuras. La libertad deja en mi boca un gusto almibarado de ambrosía… Pero, de pronto, intuyo, aun en sueños, que debo regresar 43


porque Morfeo se bate en retirada. Me aterra ese momento, porque entonces un miedo pánico me invade y se hace dueño de mis actos. En el accidentado aterrizaje, soy consciente de que todo fue sueño. Consuela, sin embargo el saber que será gracias a eso que tornaré a volar cualquier día de estos.

Charo Guarino, Murcia (España)

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FERNANDO SARRÍA

Imagen seleccionada por el autor

Sigo borrando las palabras como si ellas tuvieran la culpa de mis deserciones. Uno no es nada, acaso una hoja escrita en morse temblando todavía en un árbol, lo fugaz de una sombra, el arqueo de la luz delante de una mirada, aquella que contempla en silencio el horizonte. Sabes que todo es relativo y un poco cruel. Ahora hay fuego en las manos de un hombre mientras otro conserva la nieve y piensa en el invierno... Me gusta contemplar las nubes reflejadas en el agua, en medio de las tormentas, ese instante de silencio en que nos devora la ansiedad, y los cirro limbo sortean las isobaras sin saber el lugar en que han de dejarse morir, volviendo a ser la parte más genuina, la realidad que todo lo transforma, cuando cae la lluvia y se empapa la tierra dejando atrás todos los sonidos, todos los relámpagos, y solo quedo yo perdido en mi silencio. Fernando Sarría- Zaragoza- España 45


ISABEL PÉREZ ARANDA SUEÑOS SOÑADOS

Los sueños sueñan deseos de futuro, que renuevan en el aquí y ahora, los ligan de olas y arcilla, de metas por conquistar, de piezas de aire y sol y añoranzas que empujan, pues la mente así lo quiere. Los sueños que no sueño, los sueños que no vivo, quizás los sueñen otros, los vivan otros, y aun así los sueños no soñados, no vividos quedan enlazados y atrapados en la fútil despensa del olvido. Sueño que he soñado amaneceres oro 46


atardeceres ocre y anocheceres blancos, pues la mente así lo quiere.

Isabel Pérez Aranda / Guadix / Benidorm - España

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PATRICIA CORPAS GUTIÉRREZ ENSOÑACIÓN

Suéñame como yo te sueño Tu cálido aliento en mi nuca Tus brazos rodeando mi cuerpo Suéñame Sintiendo tu olor en el aire Oyendo tu voz en el viento Suéñame Mirando juntos un nuevo día Despidiendo juntos otro ayer Suéñame Con el alma completamente desnuda Con el corazón rebosante de amor Suéñame Tus labios y los míos unidos 48


Tu piel y mi piel un solo ser Suéñame Y entre sueño y sueño Despierta conmigo Para soñarnos otra vez 30.09.16 Patricia Corpas Gutiérrez- Barcelona- España

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IRENE VINCI TAN POCAS COSAS SOÑADAS

Posiblemente me vaya caminando en la mañana y no se vea el sol entretejiendo solitarias telarañas caminaré tres pasos, solo tres uno a la derecha otro a la izquierda el último al revés caminaré en el aire y la tierra deslumbrará de luces sin soles sin lunas reflejadas en los zarzillos de sus colores caminaré tantos pasos como sean necesarios tantos menos que me acerquen a tu abrazo 50


serás árbol pluma de ave risa de arenas movedizas oraciones entre las piedras y el agua del río socavando ascensiones. posiblemente me vaya caminando por la mañana será para probar que las alasolas pueden volar de solo pensarlas de solo sentir que sueño hay tan pocas cosas soñadas Irene Vinci-Mendoza- Argentina

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MILAGRO HAACK X

sola con un deseo mar sobre los pinos abre el sonido de afuera refleja el paso del caballo por la rendija voz de la noche despertando el agua dentro del viento la belleza del camino por donde pasa el pĂĄjaro en cruz quebrando la quietud de la maĂąana sola con un deseo espejo

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olvido el movimiento de la mano hacia el vaso cuando vacĂ­o la llave que rodea el cuello del cielo

Milagro Haack-Valencia- Venezuela Del libro inĂŠdito a la sombra de un rĂ­o. 2014-2015

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DANIEL REYES SUEÑOS… SUEÑOS

Sueños, sueños ingrávidos, subterráneos, inquietos, quietos, heridos, moribundos, extraños; sueños de hoy, de ayer, de mañana, de siempre, sueños complejos, distantes, simétricos, negativos, hambrientos, húmedos, lejanos, perversos, enamorados, tiernos, ajenos; sueños de otros, míos, exiliados, torturados, yertos, congelados, prisioneros. Sueños de mí, de ti, de nosotros, de los otros de libertad, de silencio, de soledad... Sueños cristalizados, encontrados, perdidos, olvidados, desaparecidos, electrocutados, 54


abortados, aniquilados, extraviados, suicidados, sueños oscuros, transparentes, frescos, desterrados, oxidados, despellejados, herméticos, panfletarios, adolescentes, viejos, humanos. Sueños de sueños. Sueños soñados. Sueños en cajones ocultos. Sueños sin patria. Ay sueños sin dueños! Sueños dilatados, paridos, permitidos abolidos, experimentales, carcomidos, sepultados, ausentes. Sueños sin libertad, sin determinados colores, sin alas, sin sílabas, sin cantos, sin aliento, sin luz, sin sol. Sueños naturales, celestiales, desparramados, vacíos, solos compactos, grises, excéntricos, conquistados, frenéticos, baratos, ebrios, individuales, grupales, profundos, superficiales. Sueños no soñados. Sueños sin cajones. Sueños perseguidos. Sueños de mar, de amapolas, de hormigas, de peces, de mesas de almacenes, de niños, de helechos, de pájaros, de poetas. Sueños, solo sueños de sueños. Sueños continuados, terminales, contagiados, depredados, censurados, callados, domésticos, salvajes, estructurados, separados, errantes, ausentes, sombríos, lapidados. Sueños dulces, luminosos, lentos, limpios, sexuales, locos, delirantes, sangrantes, teñidos, esparcidos, devueltos. 55


Sueños de agua, de hojas, de luna, de amor, de paz, de ojos de manos, de pies, de piel, de mujer, de vientre, de parir. Sueños ni más de menos, ni menos de más, solo sueños de otros sueños... quizás aún no soñados.

Daniel Reyes- Olivos- Buenos Aires- Argentina Del libro: Sueños perdidos

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CHIA GIRÁLDEZ TINOCO SUEÑOS

Nunca apunté más alto de lo pude lograr y siempre estuve despierta a que mis sueños soñaran contigo para hacerte cierto, tanto esperé , que quedé convertida en sombra, en la vida solo algunos sueños se cumplen.

Chia Giráldez Tinoco- Punta Umbría- Huelva- España

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ROSA LÍA CUELLO SUEÑO

Déjenme creer que estoy soñando que ayer se detuvo el reloj cuando cruzaba el tiempo frente a tu puerta. Que las palabras son ciertas y tu risa despierta amapolas. Déjenme creer que el cielo es un invento de grillos azules y tus manos recrean la osadía de algún pintor loco. Que el mañana es hoy y yo todo lo puedo excepto olvidarte. No me hagan saber la verdad déjenme creer que estoy soñando. Rosa Lía Cuello-Cañada de Gómez- Santa Fe-Argentina

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J. JAVIER TERÁN DIEZ SUEÑO CONTIGO

Sabría volar si tú así lo quisieras y ello fuera el Único motivo por el que me dejaste de querer; Extrañándote en mis sueños cada día vuelo, cual Ñandú corredor que quiere huir a toda prisa; mientras yo Oculto en mi huída los sinsabores del ayer.

Contando estoy las horas, en tanto emerge la Oscuridad que todo lo envuelve en medio de la 59


Noche, donde espero poderte soñar, para así También lograr amarte, aun en la distancia de tu Intransigencia, donde buscas refugiarte para no Gozar conmigo en mis sueños de cada noche, Oyéndote llegar sigilosa a mi alcoba cuando piensas que estoy dormido.

©J. Javier Terán-Palencia (España).

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JORGE SERRA SUEÑOS

“Los sueños son la realidad más hermosa que tenemos a mano.” J.S.

Regocijar el alma arropándola en sueños tender en una línea con destino infinito un millón de oraciones descolgadas de un cielo con velos de misterio. Toda la geografía de una ilusión dorada es un tambor batiendo dentro de la hojarasca que volando su vuelo por las venas urgentes va despojando auroras en la inocencia clara.

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Y escudriña por dentro de la arista del sueño la magnolia dorada que ilumina el camino Y en la cruz angulosa del destino soñado un ángel te susurra tu canción favorita.

Jorge Serra- Buenos Aires- Argentina

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ROSA ESTHER MORO SUEÑOS

Viento del este apenas iluminado Rondando en las penumbras del refugio del sueño Sueño de pájaros domesticados Sueño profundo de aguas dobles Donde un pez dorado se mueve y girando Resplandece sobre la piedra El viento del este juega Con la muerte dormida que sueña En la hora que se cierne en el oeste Luz herida que se hundirá entre los árboles Abierta grieta oscuro recinto Instante luz y sombra sonido inquieto que se expandirá 63


Silencioso en geografía de mi tiempo Allí soy ese misterio pintando palabras Para un cuadro más allá del espacio de la luna Palabras destinadas desde antes que se gestara Esta huella de andar sin retorno.

Rosa Esther Moro- Buenos Aires- Argentina (De mi libro: “Ojo oblicuo” y mención de honor-Juegos Florales- ed. Mis Escritos)

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MARITA RAGOZZA DE MANDRINI DONDE PIENSAN LOS SUEĂ‘OS

Me advirtieron que la infancia no es un derecho adquirido sino una fiesta en donde uno es traicionado la adolescencia no tiene los atributos de la infalibilidad y a pesar de todo insisto y con furia fetichista beso discos de los Beatles y la cruz de Jesucristo. 65


La tierra no es redonda sino que tiene la dimensión exacta de mis pies y mi voz rompe distancias en bandadas de sed. Es tonto tener más de setenta años (y media estrella) que la muerte viaje a la velocidad de mis puntos suspensivos…

persigo las alas de los pájaros anclo en el lugar donde piensan los sueños palpo una subida luego del penúltimo fondo y desde el vértice de los imposibles escribo escribo escribo encendida con el fósforo de Dios. Marita Ragozza de Mandrini- Pehuajó- Argentina

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GRACIELA DIANA PUCCI

Áridos los ojos ante la fértil duda que inunda la razón el alma se suicida sólo perdura el cuerpo vagando entre sueños almidonados y oscuros silencios.

Graciela Diana Pucci- Buenos Aires- Argentina

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ZAIDA GILES DE QUIRÓS EFLORESCENCIA

Desde la tierra que no es mía amanezco de sueños. Otro paisaje descubro otro que sin ser, es tu cuerpo -masculino perfil, que entre panes aroma el total de lo etéreo-. Insuflo al pálpito mil veces tus versos condenados, aburridos, amañados, … ciertos, te reflejo a rombos vestido de brotes cálidos, 68


de poemas húmedos en los que lo real se torna pura ficción entrometida sin fundamento. Pestañeo y el caudal de dudas se desvanece en lo eterno de tu costilla forjada en mis matices de nácar, los entresijos del viento. Eres tú, eflorescencia, tatuada en mi lecho.

Zaida Giles de Quirós, Sevilla España Octubre 2016

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ELVIRA DUARTE REIVINDIQUEMOS NUESTROS SUEÑOS

SUEÑOS Mensajeros de dimensiones superiores. Semillas sembradas con esperanza. Flexibilizan nuestros sentimientos, activan nuestra creatividad. Presentes, como el ritmo incesante del mar. expanden nuestra mente, sin límites. Hasta la cosecha. SUEÑOS 70


Azules, cálidos. Reveladores de caminos, Poblados de vida nueva. Abren las puertas al triunfo. Redundando en frutos dorados. SUEÑOS Mágicos, hacen aparecer las cosas. Iluminan la realidad. Mirando los colores de un paisaje, en la aurora y en el crepúsculo. Explorando los hechos, con conciencia y voluntad logramos la concreción de nuestros sueños.

SUEÑOS Dulces sueños, alados. Invitando a un espacio sagrado. Conectados a nuestro ritmo de circuitos internos y a lo que nos tiene preparado el universo. SUEÑOS Existimos porque existen nuestros sueños, En armonía con la Divinidad. Creemos que es posible el paraíso. ¡Lo hacemos tangible! Elvira Duarte- Buenos Aires- Argentina

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LUIS LÓPEZ- QUIÑONES RUIZ SUEÑOS

Los sueños que yo sueño son cambiantes y volubles, alguno germina y crece, la mayoría enferma y muere. Unos nacieron conmigo, crecieron con mi cuerpo; otros se revelaron como un algo sobrevenido. Varios mudaron su piel mientras otros se arrugaban, los más se transformaron en fósiles oníricos, se apagaron los de infante, murieron los de joven necio y cientos de madurez por el tiempo envejecidos. Los sueños de otros tiempos casi nunca los recuerdo, sepultados por los nuevos que me sirven como faro, que me evaden, me empujan como el viento favorable y hacen que me olvide que al final siempre despierto.

Luis López-Quiñones Ruiz- Munich- Alemania 03 de octubre 2016 72


CONSUELO JIMÉNEZ AL SOÑAR ME SOÑABAS

Me paraliza pensar en el verso cuando la palabra no mana y la sed se bebe el nombre. Me pena no ser pétalo con aroma a te quiero. Me paraliza no soñarme no soñarte mientras aguardo en el pasillo donde ardían los latidos y la ternura hacía nido. Me pena no ser deseo nube, ola y vuelo. Pero ¿sabes? Pienso: que entre vuelco y locura al soñar me soñabas lo sé. Consuelo Jiménez-Barcelona- España 73


SANDRA GUDIÑO TIJERA

Tic tac tic tac herida soledad me sume en insomnio lento definitivo. La almohada toma posesión de mi desvelo: jaula sin nombre en tiempo de sombras. Sensación de haber dormido años 74


el sueño me rechaza sumo y me resto multiplico pájaros y me divido. Qué pienso pienso: nada. Qué siento pienso: nada. Nada que interrumpa la nada ni siquiera esta soledad. La cabeza en el abismo equivocado juego: piedra, papel o tijera grita el silencio mano abierta gano: soy de papel aquí encierro mi historia alrededor de la piedra. La tijera corta el insomnio. Entonces duermo.

Sandra Gudiño- Santa Fe- Argentina

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ALEJANDRO DREWES

de esa forma precisa despedimos al mundo: cual sombra que oculta hasta los celajes de la luna o impalpable paso de luz cruzando las cañas una escena perdida en el sueño de otros algo que ni siquiera luego ha de recordarse un dolor a medio camino entre el barro y los astros de esa forma imprecisa nos reclama el origen el canto siempre inacabado pequeños huesos que roe paciente la boca infinita del mar y hasta el fondo. Alejandro Drewes- Buenos Aires- Argentina 76


MARÍA TERESA FANDIÑO LÁGRIMAS DE NOSTALGIA

Amor…en la distancia fuego y en los sueños placer. Ella o él, no importa quién Hoy soñé contigo. ¿Qué soñaste? Lo olvidé. ¿Lo olvidaste o era pecado? Tal vez era pecado. Apenas hay pecados. ¿Qué pasó con ellos? Se convirtieron en cosas comunes. Entonces ahora se puede amar en sueños. Antes también. Antes era pecado. Y un placer. En ellos puedo besar tus labios. 77


¿Un par de besos húmedos? ¿Cómo lo sabes? No lo sé. ¿Lo adivinas? Lo soñé. ¿Lo soñaste o lo soñé? Lo soñamos, tal vez. Te quiero en sueños. ¿Sólo en sueños? Te quiero en mis sueños Y yo en los míos también ¿Qué soñaste? Te acaricié ¿Qué soñaste tú? Sentí tus caricias al anochecer.

María Teresa Fandiño -La Coruña, España

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PEDRO PABLO PÉREZ SANTIESTEBAN CAPRICHOS DE LOS SUEÑOS

Anoche mientras la luna cruzaba fronteras, nadie pudo impedir que te soñara de nuevo, que escuchara el acorde final de la guitarra de Serrat; mientras mis ojos dormidos esculpían tu figura; tan corpórea y efímera como el azul del cielo. Un espacio, un silencio y una noche encaprichada en los recuerdos…

Pedro Pablo Pérez Santiesteban- Cuba/Miami. U.S.A.

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ISABLACK ROSE ÉSE SUEÑO

Al cerrar los ojos el sopor de una larga noche me venció, tu tierno abrazo la calidez que necesitaba me brindó y el silencio cómplice de nosotros se volvió. El crepúsculo anunciaba el momento de mi partida; más los corazones etéreos, cada uno en su cuerpo pero muy juntos, en unánime y eufórica voz latían. ¡Fueron minutos que marcaron mi existir! Recordarlos con detalle se tornó ensoñación, una lejana esperanza. Ahora son talismán, ¡bandera de la nueva alianza! Desde aquella noche destinados a tantas vidas, a tantas muertes. A mucho tiempo lejos, a la tortura de añorarte… No obstante, ahora al día a día… ¿Y si te cuento el parecido de esta realidad con aquel sueño, ése que hallara refugio entre tus brazos? Isablack Rose- Texcoco de Mora- México 80


AMELIA ARELLANO PARADOJAL

“La vida es mucho más pequeña que los sueños”. ROSA MONTERO

La mujer viste de rojo, leve rojo caído. El pelo es un breve destello de la noche. El espejo solo refleja su espalda. Hace zapping de amores. Sueña que es sueño este vivir descalza. La foto, solo una pequeña parte de historia. A su derecha Bob Marley y su hijo. A su izquierda La Pantera rosa y su hija. 81


Por el pasillo descarnado su padre huye. La madre se esconde detrás del espejo mohoso. Al frente un hombre que ya no ama. No lo amará jamás. Vientos, veranos y espigas, han quedado en ayeres. También parece que el OTRO es” más pequeño que sus sueños.” Una ecuación tardía: ¡Que tu color me cubra, primavera! “Picture en Picture” Una línea azul y un dogo muerto Entre la tierna imagen de la muerte, la mujer queda excluida. Hay que traducir la paradoja.

Amelia Arellano- San Luis- Argentina

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RUTH MIRIAN PASTORCICH VIAJERO DE OTRO TIEMPO

Apenas era medio hombre artista y silencioso, marcando en su destino un raro secreto de amor. Su mano se agitaba como un rezo entre pincelada y pincelada buscando el equilibrio de colores sobre el lienzo. Emergió su amada como una diosa, y anhelante bebió con sed de su boca tibia y bosquejada. Su alma se volvió diáfana, se sintió viajero de otro tiempo partiendo con rumbos de frágil bajel. Cerró los ojos hasta alcanzar la meta que lo transportaba al Edén, donde su fantasía lograba estremecerlo de emoción.

Ruth Mirian Pastorcich.-Bahía Blanca- Argentina 83


ELISABET CINCOTTA SER TU AMANTE

Ser tu amante, acaparar el reloj entre suspiros, encender la hoguera de los sueños en dorada espiga. Compartir el mantel de la victoria, proponerle al día menos horas, asombrar a la noche entre brazos. Ser llama, boca, ritmo, melodía, sinfín de cánticos que ofrenden la gloria amanecer tras las caricias Elisabet Cincotta-Hudson- Argentina 84


MAVI GÓMEZ SOMOS SUEÑOS

Somos espejismos en un mundo demente. Somos exiliados que naufragan mendigos de anhelo, que deshilvanar los sueños. Manos vacías, pies agrietados bailan bajo la lluvia comparsas de los que un día fracasaron Desconozco sin habita en ellos, un atisbo de esperanza. Mavi Gómez. Madrid- España. 85


MARIANELA PUEBLA SUEÑO

Llegas con tu connotada somnolencia invadiendo los recónditos espacio de la mente. Subyugas el impreciso instante de fatiga y haces tuyo el mundo insipiente del ensueño. Vienes con tu carga utópica y te apropias de la almohada, de su suave acunar sin melodramas, de la conciencia que rendida cae a zalameras promesas y deleites. Sueño preciso, desatado en el disco duro de mi alma en donde tu empírico vagar toma decisiones señaladas en el profundo rincón del subconsciente.

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¿A dónde vas sueño, con tus quimeras y trajines, apoderándote de seres taciturnos que con pasión desean, caer en tus mullidos brazos? No te limitas, estás henchido con el enigma estimulante de tu roce, la incitante dádiva furtiva que almacenas bajo la almohada y el deseo febril y agotado de quien quiere yacer sólo en tus aras. Sueño reparador ven a mí... Ven a mí, esta noche de total extenuación. Marianerla Puebla- Chilena

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M. JOSÉ MENACHO CASTELLANO

Hijo de la noche, heredero del caos, el sueño camina con paso firme, hermanado a la muerte, acaricia los párpados más incrédulos y los hace descender al piso de abajo en su escalera de color, en la que no hay lugar para nubes no hay espacio para dudas ni escondite a salvo de las miradas absortas de quienes se dejan seducir por él. Detrás de su crin plateada brinca la fiera de las mentes perturbadas, en torrentes de besos, abismos de caricias, lagos de miradas , cavernas de perdición. Cabalga el seso despierto, lo lleva al oasis en el fondo del páramo, desea romper en carrera y no mirar atrás. Sólo piensa en no despertar. M. José Menacho Castellano- Sevilla- España 88


ISABEL PISANI DESTINO SUEÑERO

Sueño de una tibia cuna, dulce arrullo de infantes, aunque batallen gigantes y huyan duendes a la luna. Sueño de amores migrantes con sus duelos e ilusiones, pródigo en red de pasiones, zurce besos extenuantes. Sueño del feliz orante que transita blancas huellas, abrigando las estrellas de un inmortal Dios amante. Isabel Pisani – Buenos Aires- Argentina -Todos los derechos reservados 89


ISSA MARTÍNEZ LLONGUERAS NO IMPORTA EL TIEMPO

Se van quedando las horas en la piel, en el crepuscular tinte de los minutos en fuga casi abrupta. Voces dormidas y despiertas que se intercalan, manos antiguas, imágenes ampulosas vertidas en algunas noches inorgásmicas. Pliegues sutiles cercando pupilas y labios de sonrisas en mitades, carnes estiradas a fuerza de hambrientas succiones, de párvulos labios y de viriles almizcles acoplados a galope. Sueños cuarteados en el espejo de la espalda, coplas de lirios muertos, luces, que de tan resplandecientes, hicieron harakiri en la fe divinamente débil, y oculto en la tez, un universo de erotismos indomables negándose a envejecer. 90


(Aún queda el sudario rasgado en llanto para sujetar la osadía de ignorar los años , seguir fusionando y derramar a través de cada poro, el verbo soñar) Issa Martínez Llongueras- Cd.México- México

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ALICIA DE LEÓN EPP HAY QUE CREER

Cuando se muere un sueño se le deja caer en una fosa de imposibles y se le cubre con olvido. En secreto se lamenta su muerte pero a la vista del mundo se vive, detrás del escudo de una sonrisa. Se enluta el corazón y por un tiempo sus latidos son lágrimas y por un tiempo no hay brújula ni horizonte ni camino y por el hueco que su ausencia deja 92


se escapa el gozo. Por eso mismo no hay que permitir que el sueño muera que tal vez soñar sea de locos pero amparar el sueño es de valientes. No hay que dejar que muera, si no es su tiempo de florecer que se adormile, que evolucione, que viaje con los días que cabalgue los años que se trepe al columpio de la espera pero que no sucumba. Y hay que creer que los imposibles son tan solo espejismos y que no hay olvido tan largo o tan ancho como para cubrir los restos de un sueño… Alicia De León Epp- Uruguay/ Canadá

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ANA AGUIRRE SUEÑO O REALIDAD…

Será sueño, tal vez realidad, no lo sé, tampoco quiero descubrirlo. No quisiera despertar, y con ello borrar, ese pequeño instante, que se eterniza el sueño, -realidad o fantasía¿qué importa? Apenas… son unos segundos…

© Ana Graciela Aguirre Núñez-Pedro Juan Caballero - Paraguay

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ROXANA ROSADO EL PAIS DE LOS SUEĂ‘OS

Muchos hombres me han tocado, algunos han dejado su huella en mi interior, no se han interesado en saber lo que tengo que decir. He gozado con algunas manos, que me han acariciado repetidamente, en los lugares exactos, y en el momento siguiente he sentido lo que algunos llaman orgasmo. Otros, ni siquiera han reparado en mĂ­, se que no siempre soy de su agrado, me analizan con mirada escrutadora, 95


hacen una mueca, y me olvidan al instante. Sin embargo, persisto en la búsqueda del amante perfecto, aquél que me lleve consigo, que me arrope en su lecho, me haga sentir amada, protegida, y me recuerde con afecto. Esa espera ha provocado algunos desgarres en mis carnes, algunas marcas en mi piel, roturas irreparables, pero en el fondo, en mi espíritu, sigo intacta, llevo signos de las mil manos que me han profanado, pero ninguna ha cambiado ni mi esencia, ni mi sentir. Aún me emociona el que alguien se me acerque, quisiera volar a su encuentro, que fuera visible a sus ojos, para que me regalase una sonrisa, y decidiera rescatarme. Mientras llega ese momento, espero pacientemente en el anaquel de esta librería, escaparate de historias e ilusiones, soñando con el lector amante de mis letras, que llegue y me lleve, al país de sus sueños.

Roxana Rosado- Cd. De México- México

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LAURA NOVOA CONCLUSIONES DEL SUEÑO

“… has soñado esta noche que vivías de nada y morías de todo” César Vallejo

Entredormida soy el tiempo inédito de la noche. soy el silencio que culmina en la humedad que gira hasta la aurora. La transparencia de las horas no es más que un recuerdo exaltado en la opacidad de la penumbra. Entredormida el sueño me ha atrapado con sus puertas abiertas a la luna 97


enloquecida de besar tantas mareas. Pero yo sé que siempre me repito eterna en el rumor de este sueño y en cada lámpara encendida.

Laura Novoa- San José- Costa Rica

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JULIÁN GÓMEZ DE MAYA TOUR DE FORCE

De oníricos resabios que un tiempo desmembrado mal tolera, de su ardor nuestros labios jadean, paramera adelante: la luz, de dentro afuera. Plano de disyuntivas para una fuga mística y barroca, anmesias redivivas de un mal sabor de boca, de alguna pesadilla que nos toca… ¿Faltará quien lo achaque a hipnosis, quien avente pesadillas que un narcótico jaque 99


mate dejase a orillas del sentido, quien pene a pie juntillas..? ¡Casa deshabitada por la otredad que apenas nos barrunta, penúltima morada donde el destiempo apunta entre culpa y rencor, votiva yunta! ¡Vado de los infiernos donde alcabala paga nuestra huida y el mantra viene a sernos que todo lo elucida: sueño rectangular, junta perdida..! Julián Gómez de Maya. Cehegín, España.

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MAR DE FONDO LA DE LOS SUEÑOS LIGEROS

No puedo alcanzar mis sueños…, altaneros, envanecidos, pretenciosos: despierto en una realidad lejana cuando a un paso estoy de rozarlos. No puedo alcanzar mis sueños…, melancólicos, sentimentales, nostálgicos, pero al cerrar los párpados se atropellan, me invaden traspasando la línea que nos separa; ellos están seguros de que soy intocable al abrir mis ojos, traviesos utilizan mi espíritu y me dejo llevar. No puedo alcanzar mis sueños…, mas insisten en habitarme todo pensamiento hasta darme alcance, hasta soñarme a mí la de los pies ligeros…

Mar de Fondo (Mar García Treviño). Murcia, España. 101


PURA FERNÁNDEZ SEGURA SUEÑO

Irrevocable aquel sueño agónico, regresa como delirio lúgubre. Llevo un cuchillo envuelto en la sombra magenta del costado. Afilada hoja que corta o libera las maniatadas manos de uno o varios hombres. Palidece el sueño donde las manos, cercenadas, caen graves hasta el suelo. Festín macabro para las aves carnívoras y recias. Pájaros de hambre voraz, que cesa fulminante al contemplar las uñas solas, clavadas en la arena. 102


Espejuelos siniestros de alabastro, replicantes corneas, que al sol espantan. Uñas huérfanas de manos y dedos, diabólicos seres que crecen sin pausa. Atroz sueño, enloquecidos rostros que aprieto contra mi pecho mudo para ocultar la mirada de los hombres sin manos que he cortado o liberado. Noche luctuosa cuajada de tréboles litúrgicos.

Pura Fernández Segura -España

Del Poemario ZONA PRÓXIMA Ed Dauro

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ANAMARÍA MAYOL ÉL

Él Leía Evtushenko hablaba de la revolución salía a la calle con otro nombre y todos los días se despedía para siempre dejaba poemas como al descuido que se posaron en mi corazón anidando el deseo Él hablaba de un sueño posible de otra Latinoamérica tejía la urdimbre de los días 104


por venir en nombre propio y de los otros la patria ardía por las calles Él sigue estando en el grito de las palabras en los primeros gestos del amor y en los últimos sueños

Anamaría Mayol- San Martín de los Andes Argentina

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PILAR AYALA SUEÑOS MÁGICOS

Te pienso y veo la luna brillante, todo se apaga alrededor, silencio, mis ojos mudos, el sueño los venció navego, veloz llego en un instante. Tu verde mirada me observaba, me refleje en tus ojos ¡Enamorada! cada instante disfrute extasiada, ¡Bendita visión, no te esperaba!, Tu voz, caricia exquisita, delirante, suaves notas a mis oídos brindaste, en tus cálidos brazos me envolviste, me refugie en tu tibieza inquietante. Presa entre tus brazos y tu mirar, cerré mis ojos, el mundo podía callar, 106


nuestros labios su sed buscaron saciar, no pude más que por ti dejarme amar. Mis sábanas exhalaban tu aroma, ¡tanto sin saber de ti!, musitaba, tú solo sonreías, ¡Qué importaba! si mi mente inundabas cual bruma. ¡Duerme entre mis brazos!, pedías, mis ojos con tus labios me cerraste, un profundo sueño me obsequiaste, y soñé que por siempre me querías. Abruptamente desperté, lo descubrí, ¡Cuánto vacío, no estabas junto a mí! Divagué, asumí que te habías marchado, ¿Hasta tu perfume se había esfumado? Medité un instante, ¡Fue fantasía! fue un sueño, no estuve a tu lado, la luna, de dicha mi ser ha colmado, si contigo la noche pasé ¡Algarabía! Pilar Ayala Velázquez- Cd. De México-México.

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MIRYAM COLOMBOTTO DE SEIA EN FALTA, LOS SUEÑOS

..cuando guardo la tarde cada día -a esa hora en que el cielo se tiende sobre el campoalgo se desdobla en mi garganta. ‘ Pájaros de alas huecas. Inmensas montañas de aire -que se llevan mi aire‘ Luego más tarde se queda la luna tan alta bebiendo un río entre negruras de cielo aprieta contra su pecho los ruidos de la noche en un desierto de olvido y telarañas. 108


‘ Me llama muy quedo y lo sé, lo siento. La noche se parte en la evidencia de los días despojados. En falta, la esperanza y los sueños.

Miryam Colombotto Seia- Santa Fe- Argentina

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GLADIS MERELES PEREIRA SOÑÁNDOTE

Eres tú mi dulce sueño de amor, eres tú mi dulce secreto, mi mayor anhelo, eres tú todo lo que quiero, eres tú todo lo que escribo, mi mayor antojo, mi sueño de amor. No quisiera despertarme nunca de este sueño donde yo te amo entregándote todo mi amor, todo mi corazón, todo lo que soy. Tú eres el protagonista de toda mi historia donde sueño con besarte bajo la lluvia o bajo la tenue luz de la luna, a escondida, en silencio, sin prisa y sin testigo. Ven en una cálida noche y cobíjame suavemente entre tus brazos, apriétame contra tu pecho para sentir tus latidos dulce melodía en nuestras noches de amor. Ven dame tu calor, regalarme tus más dulces besos, bésame, róbame el alma con tus besos que quede tatuado en mis labios tu sabor. Ven hazme sentir única, única como lo eres tú para mi, tú no sabes pero yo siempre te pienso y te amo a cada noche, tu eres mi dulce sueño de amor. 110


Mil emociones rondan mi mente, sensaciones sublime que recorren mi sangre, llenándome de ganas de ti. En mi sueño yo te amo y te entrego mi corazón y todo lo que soy, porque tú eres mi único y gran amor. Mi alma tiembla de emoción cada vez que te recuerdo, no te puedo olvidar, porque estas en mi, te apoderaste de todo mi ser, porque tú eres mi sueño de amor. Derechos Reservados Gladis Mereles Pereira. Paraguay. 05/10/2016. La Eterna Soñadora.

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NANCY HARO PONTÓN SUEÑO

Sueño despierta y dormida sueño con un mejor mañana para todos con el vino y el pan multiplicándose y el alba sonriendo en las praderas. Sueño con nuevos vientos libertarios cóndores insumisos rompiendo las cadenas panteras redentoras arrancando barrotes liberando a la vida prisionera. Sueño con alboradas justicieras con horizontes radiantes de ternura con nuevos mundos unidos y fraternos donde los trinos se trinen sin temores. Sueño con nuevas savias reverdeciendo al mundo manantiales sublimes de belleza nuevos siglos pletóricos de lumbre 112


con la esperanza venciendo a la tristeza. Sueño con la caricia fecunda de la tierra repartida equitativamente entre todos con las sonrisas infantiles creciendo los abrazos multiplicándose la justicia floreciendo. Sueño sencillamente con un mundo en PAZ. Nancy Haro Pontón- Ecuador

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BELKYS SORBELLINI SUEÑOS

Una maraña de pensamientos una nube de esperma me sacude oscilo entre las luces y las sombras busco bajo oteo el subconsciente. Me sumerjo en las profundidades del océano Orfeo me recibe me acuna entre sus brazos a lo lejos, creo oír los acordes de una nana, no, no lo es. ¿Acaso una caricia remota? 114


Sueño ¿Alguna vez sentí sus caricias? Sueño, trato de encontrarla de asir una imagen pero ella no está nunca estuvo ni siquiera en mis sueños. Belkys Sorbellini- Santa Fe- Argentina

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INMA FERRERO MAR NEBULOSO

Espero tus besos, la suave despedida que no ha de producirse. El tintineo en la ventana de esta lluvia que no cesa. Fuera la primavera engendra el nuevo verano, y mis ojos se aferran al invierno. Al invierno que dibuja mis sueĂąos grises, y me oculta el cielo en un mar nebuloso de extraĂąos suspiros. 116


Quiero amarte, y en la oscuridad busco tu acento. Busco la voz que a ti me acerque. Pero el eco se vuelve silencio, y me condena a contemplar este horizonte que jamás habrá de abrazarme.

Inma Ferrero- Madrid- España Del libro Adagio ma non troppo

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ICELA ELIZALDE DESOLACIÓN...

En el borde del tiempo que golpea mi alma van rodando los sueños por veredas que matan. Sollozante el silencio donde anida el recuerdo de tus tiernas caricias de tus bellas miradas. Y se pierden al viento un sinfín de palabras que nacieron de lo hondo y ahora son estocadas En un mar que me ahoga en la fría tormenta 118


en la noche sin luna se pierde mi existencia Y te llevo conmigo sin contar los tatuajes sin contar los errores ni los tiempos salvajes.

Icela Elizalde (MĂŠxico) Octubre 07 2016 Derechos Reservados de Autor.

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RELATO

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ALY CORRADO MÉLIN DE PORCELANA

Llevaba veinte años guardada para salir de ese cubículo y…zas. De lavandas olvidadas, hoy este aroma a talco, a bebé, a caprichos. Tuve rizos, ahora me duele la nuca cuando los estiran. Fragilidad Made in London expuesta bajo el calor, con la mísera sombra de una parra. El piso del patio arde; por momentos ella me deja ahí y corre a mí alrededor. No la entiendo, me busca, adorna mis vestidos, ordena Lolita, pórtate bien. Y yo estoy vieja, dormí mucho. Me duelen las piernas, los brazos. Escucho más suave la voz de mi madre Cuídala que es muy frágil. Y la pequeña que me sacude para un lado, para otro. Saltamos juntas a la soga, bailamos. A veces duermo en un espacio tiza de patio embaldosado. Otras, paseo colgada de su mano por veredas y galopan mis pestañas en cada ring raje. 121


La niña me adiestra y hace de mi lo que se le antoja. Su madre sí supo cuidarme. Esta generación no debería revisar cajas guardadas en roperos mudos. Tendrían que poseer mascotas y juguetes de acero inoxidable. Soy una de las pocas en la ciudad… ¡Porcelana pura! Llegué en barco a este país, me expusieron con luces y carteles, hasta que mi madre me llevó a su casa…Después, lo de siempre, creció, obtuvo sus sueños, se casó, la tuvo a ella, su niña y dormí en un ataúd de cartón pero envuelta en papel de seda. Hasta que la entrometida me encontró y me dejó así marcada. Estos son mis pedazos rosa piel. Los quieren juntar y añadir. No deseo que apuñalen la magia de mi esencia, prefiero dormir otros veinte años que verme así y detesto que anden diciendo Pobre Lolita. Alicia Corrado Mélin Mar del Plata (Pcia Bs As) Argentina.

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ROLANDO REVAGLIATTI NUNCA SOÑÉ

Nunca soñé con tres ojos que me escrutaran desde un pescuezo de jirafa. Que me escrutaran no sin dejar de entornarse alguno, alternativamente. Tres ojos y no tres pares de ojos de diferentes tonalidades. Tres ojos oscuros idénticos. Y que se posaran sobre mí sin benevolencia ni animosidad. Desde un pescuezo inconfundible, irreprochable. Desde una jirafa de la que pudieran pender arañas plateadas, moribundas, o exhaustas. Pendiendo como sólo penden lo esencial y lo sutil. Lo sutil exhausto, lo esencial moribundo. No estaríamos ellas y yo en un zoológico o en un ambiente no trastornado por el hombre. Pero yo no distinguiría el sitio, y hasta ese momento sería únicamente mis cuatro pintorescas narices, olfateando en vano, desasidas de cabeza reconocible. Yo consistiría, hasta entonces, en una pura memoria guiñolesca, afanándose por recuperarme. Sería, claro, una sustancia en su propia procura.

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Nunca soñé con algo rubio gelatinoso aposentado sobre un punto cardinal. Ni me soñé punto cardinal sobre el que se aposentara determinada o indeterminada gelatinosa rubiedad. Nunca soñé con escaleras derritiéndose sobre un valle de incienso. Dos mil ochocientos peldaños, sumando las sesenta y seis escaleras de fibra. Incienso que cubre todo el valle al que pertenezco desde mi primer sueño anotado en un cuaderno infantil. No estaría allí como ninguna de mis presencias mensurables. Y sin embargo, me brindaría a derretirme. Nunca soñé con hexágonos de piel humana impidiéndome apoderarme de la gracia. Es poco no haber soñado nunca con la gracia apoderada impidiéndome la humana piel de los hexágonos. Nunca soñé con el antojadizo poder de cristalizar, seccionar y envasar un crepúsculo. Y darlo a consumir sin reparos. Antojo de consumición. Nunca soñé con un espejismo, ni cóncavo ni convexo. Espejismo con el que hubiera podido restituírseme la gobernabilidad de mis sueños.

Rolando Revagliatii- Ciudad Autónoma de Buenos Aires- Argentina

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JORGE LACUADRA LOS SUEÑOS

Los sueños están condicionados al entorno del continente del cuerpo que los cobija. Así, mis sueños están supeditados al ajetreo cotidiano y retoman pequeños trozos del pasado, fragmentos de tu nombre, recuerdos de luces y de rostros como una fotografía sepia de lugares olvidados. Quiero contarte mi sueño de esta noche inconsolable, quiero traducirlo a palabras antes que la tibieza matutina engañe mis ojos y lo vista de día nuevo. Mi sueño tropieza así: “El aire irrespirable de este bar, me sabe a derrota, a tristeza, a cristales verdes y fríos humedecidos por la lluvia. Si cierro los ojos, deslizo mis lágrimas una vez más sobre la piel de esta mesa cualquiera en la penumbra de otros hombres. Mi melodía de almas perdidas se pierde entre las lentas volutas de humo, entre sillas que flotan sobre nubes de risas grises. La copa vibra sobre la mesa, me invita, su sabiduría de vinos 125


rancios penetra en mis desengaños. Todos ríen siempre a mí alrededor, elevan sus voces, intentando apagar el sonido que dejé tendido, que dejé olvidado sobre una desprolija almohada. Las viejas vetas de pino empapadas de sudor, conocen mas de mí, que tus dedos que ayer señalaron un sitio escondido de mi cuarto. Soledad, quietud de miradas apagadas en la noche, oquedad de alcohol, tal vez, que todo lo sepulta y vive. Los insectos danzan en su deseo milenario de rayos de energía quemando sus alas como un saludo o un homenaje a gastados ídolos de luz. No poder decir nunca adiós a esos fantasmas negros, que sacuden el polen de sus alas como yo el polvo acumulado sobre mis manos que te amaron. Sacudir la copa para verificar la inexactitud de estar aquí, sin soles, sin lunas, tus ojos clavados en el grito de mi corazón. A mí alrededor, hay hombres que se esquivan buscando tesoros de palabras, hombres que se encuentran así mismos en la sinceridad de una botella. Hay espacios reducidos, contaminados de verdades y mentiras, un muestrario de hilachas de vida y jirones de consternación nocturna. Afuera el aire, que no es aire, no consigue mantener la edad de la lluvia y precipita arreciando sobre gatos y caminantes apurados, transeúntes de otras pesadillas. Es la misma intensidad en la persistencia de la memoria la que nos lleva al abandono y a la pesadez de manos sobre el alabastro manoseado de la mesa de este bar o de este sueño. Tengo una razón sin pausa para evocar tu rostro, tu mejilla, entre los períodos de vana lucidez entre las sombras. El desgaste de mi cuerpo frente a esta mesa, tomando por asalto las defensas de este rito sin tiempo, almacenado en la evocación de las pequeñas cosas, de los pequeños ceniceros, las pequeñas alas de esos insectos caídas entre mis dedos. Y no puedo gritar, y no puedo morir, no es mi tiempo, es mi simple ilusión de amor, de mesas transparentes y silencios. Es aporrear una vez más la historia del olvido y sepultar tu recuerdo en mi última canción.” Y a esta altura no saber, que parte es sueño y que es real, todo se confunde en un desgastado deambular de objetos frente a mis cansados ojos, la copa de coñac entre mis dedos, y el silencio de los insectos rebotando torpemente contra una luz que veo entre jirones de nocturnidad.

Jorge Lacuadra- Córdoba- Argentina

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ADRI DELFINI PROCESANDO UN SUEÑO…

¿Cómo se cumple un sueño?... sí…ése que soñás despierto y acariciás durante el día con las manos de otros pensamientos, para que un día sea verdadero… Quién tiene una esperanza, ha puesto una semilla, cualquier cosa que hemos deseado con fuerza, primero lo hemos pensado, entonces comienza el proceso de esa energía…es como encender el horno y esperar a que se cocinen las masitas. Somos porfiados, nos boicoteamos, no creemos que se pueda cumplir lo que soñamos, porque no nos creemos merecedores de lo que deseamos, y le vamos quitando la energía…ponemos peros… (que feo eso) o nos postergamos y queda guardado en el último cajón de la mesita y por supuesto nos olvidamos. (Andá y revisa el cajón vas a ver que encontrás todo lo olvidado). ¿Volviste?...sigamos Como toda semilla que ponemos en la tierra y no vemos que sigue su proceso (porque el horno sí lo abrimos y espiamos como van las masitas) el sueño sigue desarrollándose (pero aún no está doradito) no lo vemos y en algún lugar del éter, ya ha sido grabado y su tiempo no es el nuestro…porque no hay apuro en el cielo, ni relojes. 127


Pasan los días y los meses, luego los años …y un día nos acordamos – del horno de los sueños, o del cajón olvidado- donde habíamos guardado una vez un anhelo y comenzamos todo de nuevo (porque aún no hemos apagado el dichoso horno etéreo - no hay perrillas para eso-) y algo sucede …le hemos puesto energía nuevamente, -como agüita a las plantitas- y a esa energía dormida, le damos cuerda invisible…y se cumple…bueno, a veces no en el tiempo que esperamos, por eso te digo: si tenés un sueño y querés que se cumpla…tirá los peros a la basura… ¿Y vos, ya encendiste el horno?

Adri Delfini- Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A)- Argentina

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MARGARITA POLO VIAMONTES SUEÑO RECURRENTE

Estoy perdida en las calles de la ciudad habanera. Mis pasos me llevan invariablemente a un callejón sin salida. De pronto, frente a mí, una casa «conocida» me ofrece refugio, pero entro y no puedo salir, sus pasillos, largos interminables, me conducen a un laberinto sin escapatoria posible. Cansada de tanto andar, diviso a lo lejos, inalcanzables, los edificios cercanos a mi hogar, pero una fuerza imantada sobre mi espalda me detiene. Me encuentro en la calle súbitamente, no sé qué rumbo tomar, que ómnibus cruzará por esta vía casi en penumbras, decido seguir a pie… las cuadras del barrio desconocido se alargan hasta un infinito incierto. Al fin, diviso un camino de tierra, largo, escarpado, lleno de rocas, pendientes pronunciadas, fuertes desniveles que dificultan el acceso a una zona boscosa. Luego una llanura con alta hierba, a lo lejos una colina no muy grande, como la que existe frente a la finca familiar camagüeyana… 129


camino por este lugar, a veces trillo por lo angosto, voy sin rumbo fijo, pero ahora no temo andar, pues sé, que en el horizonte aparecerán nuevamente los edificios habaneros cercanos a mi hogar… Oscurece de pronto, nuevamente es mi camino el torbellino de las calles, frente a mí una callejuela, semejante a las cercanas de Tamarindo y Rabí, en el habanero barrio de Santo Suárez. Ahora, converge la vía con otra transversal, formando un cuchillo, señoreando sus rotas aceras, edificaciones antiguas, destartaladas y siniestras, invadidas por una lóbrega soledad. No quiero mirar, me pasman de pavor sus grises formas. Presiento que, en cualquier vericueto, puede albergarse un rufián y atentar contra mi vida… A veces en el camino, tengo compañía, no reconozco sus contornos, no defino sexo o personaje familiar, es una sombra protectora solamente, con quien hablo de mis temores a no llegar, a no encontrar el rumbo exacto… se ríe de mi angustia, porque de pronto, en el horizonte se divisan los edificios modernos cercanos a casa, deshaciendo mi zozobra… Sin embargo, siento una sensación de impotencia crecer dentro de mí alma, que me angustia y estremece: ¡Nadie me ayudará, aunque grite por auxilio! Me aterran las sombras, no me gusta la noche en las calles, ni permanecer a esa hora nona tras la puesta del Sol. Máxime en la barriada de Diez de octubre, en las calles cercanas de la Víbora, donde reina la penumbra, o la luz de bombillos amarillentos y opacos. Cuando esto ocurre siento que mi piel se electriza, como la alarma de un sexto sentido, cual campanilla en mi cuerpo… no encuentro la paz hasta que distingo los edificios cercanos del Vedado… entonces se relajan mis músculos, hasta entonces tensos por el terror. ¿Cuál será el origen de este sueño recurrente? ¿Qué me lleva hasta el punto de quedarme sin poder hablar ni reaccionar? ¿Será la incertidumbre en que vivimos en este año 1993 en Cuba? ¿Dónde encontrar el sueño reparador que aparte de mí, las zozobras de la áspera pesadilla? Margarita Polo Viamontes -Cuba/ Miami- U.S.A.

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ETHEL SAAVEDRA GARCÍA TIEMPOS DE PAZ

El paisaje estaba en silencio. Era de noche. Las montañas mostraron sus colores. Abajo el río y una carretera. De pronto... se escucharon sonidos de tambores y poco a poco fueron entrando en la escena varios hombres, danzaban al compás de las notas que emergía de los tambores. Eran guerreros, todos con bastón en mano. Sus pasos alineados y acompasados llamaron la atención de la vidente quien sintió la música en su cuerpo. De pronto, el toque más fuerte de los tambores hizo que el agua del río se encrespara y corriera más aprisa.

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La luna salió detrás de las montañas y apaciguó todo, pero los tambores siguieron haciendo sonar su música y los hombres continuaron danzando en la vigilia y el sueño mostró su significado: Eran tiempos de paz y el silencio de la noche, hizo que un artista pintara esta escena sobre un lienzo totalmente blanco.

Ethel Saavedra García. Cali - Colombia

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MAYTE ÁLVAREZ DONDE ACABAN LOS SUEÑOS

Ruedas. Unas ruedas nuevas, limpias, negras, eran el final de su sueño, de su gran sueño; delante de ellas estaba, donde la osadía por querer ser él mismo le había llevado. Donde tantos iban a encontrar angustia, decepción y arrepentimiento aplastante él había llegado hasta esas ruedas para hallar lo que perseguía, su redención. El resto del camino sería libertad, también buscada. “Donde acaban los sueños…” escribió en la pizarra. Así comenzó a analizar la estadística que arrojaba las respuestas de sus pacientes, de este modo llegó a la conclusión del mal generalizado por el que la gente ve pasar sus vidas, el arrepentimiento, que ahogaba sus sueños, que permanecía solamente latente para martirizarles cuando los veían realizados por otros. Su respuesta a los puntos suspensivos, escrita a continuación en un papel, plegada y guardada quedó hasta ese momento, fue el primer paso hacia esas ruedas, su propia respuesta fue lo que le empujó hasta allí. Ahora se encontraba en el último paso. Mientras tanto… explicó mil veces que se podía apreciar mejor el aroma de una flor, que se percibía más exquisito y delicado sólo si antes se había olido el azufre del infierno. Pero por más que lo repitiera pocos habían 133


bajado al averno y él los había visto todos, por eso sabía valorar el aroma de las flores. Estaba en situación de poder mofarse de los problemas ajenos, hubiera podido, incluso, reírse en la cara de muchos de sus pacientes. A veces llegó a sentirse en el epicentro de un maremoto consolando y tranquilizando a los que permanecían en la plácida orilla de una playa llorando, aterrorizados por un ridículo sirimiri. Entonces se cuestionaba si le seguía motivando pasarse la vida ayudando a los demás a resolver sus problemas, cuando, en realidad ya sabía que eran ellos mismos los que convertían en problema lo que algunos eran capaces de usar como palanca de lanzamiento. Hasta que un día la respuesta fue un “no”. Ocurrió antes de la frase- experimento en la pizarra. En aquel momento comenzó el camino para llegar al final de su sueño. ¿Quién era él? ¿Qué le gustaba? ¿Qué quería hacer con su vida? Cinco palabras. Una respuesta de cinco palabras que continuaba a los puntos suspensivos era la respuesta a todas sus preguntas. De loca, valiente, osada, atrevida, temeraria, inconsciente, irresponsable y hasta suicida calificaron su idea, a algunos les desató el traicionero arrepentimiento, pero, ampliamente, sin avivar lo más mínimo la gratitud ausente, acudieron a la última conferencia del terapeuta alocado que había decidido dar la vuelta al mundo a sus cincuenta y cinco años. La mayoría eran o habían sido pacientes suyos, los demás acudieron por saciar su expectación por el tipo raro. Ese día empezó diciendo: -Hoy voy a ser el pastelito de guindillas que a muchos les deberían haber hecho tragar alguna vez. Los sueños suelen morir en lenta agonía, los pocos que acaban convertidos en realidad han sido perseguidos con tesón, con ahínco. Y aquí huele a cobarde. Dos meses después lo tenía todo arreglado para partir, pese a que se había pasado los cuatro últimos con los preparativos. Ya nunca acabaría el día diciendo: “¡malditos inútiles que se ahogan en dos dedos de agua!”. Otra vocación, mantenida antes como afición, la fotografía, la había desarrollado y volteado para convertirla en su nuevo trabajo, nómada, como su espíritu. Sobre las ruedas nuevas y limpias, estaba su casa móvil, también nueva y limpia, además de práctica, reducida y acogedora. A su lado, el único que, sin hacer preguntas, le iba a seguir hasta el fin de sus días, su perro Bruno. Casa, trabajo, amigo y víveres y enseres. Era todo lo que necesitaba. Lo tenía. Antes de marchar transcribió a la pizarra la frase de su papelito. Donde acaban los sueños… empieza la maravillosa realidad. Mayte Álvarez. Alcoy. Alicante. España. 134


ANA LUCÍA MONTOYA RENDÓN EMPAREDADA

Eran muchos. Todos vestidos de blanco. Dijeron debía olvidar todo concepto de ensoñaciones, de ideas y planes. Exigieron no elaborar proyectos porque era innecesario esmerarse en crear mundos nuevos, había que dejar correr el agua. Dejarla ir cima abajo. Quedarse viéndola caer sobre el valle como velo de novia. Saberla deslizándose sobre una superficie que aunque rugosa, se dejaba vencer por el ímpetu del alma de los líquidos. Así con el poder del agua se han disuelto las noches y con ellas la necesidad de sentir el sereno. Campo arrasado la capacidad de ser. Sí, ese día sabía que algo de su entorno había cambiado. Las sensaciones de temperatura y de color no aparecieron más. Solo veía desfilar ante sus ojos un proceso acelerado de pérdida. Todo lo que se movía se hizo parte del mobiliario, quedó fijo como una fotografía, solo que estaba en 3D y el tono sepia le hablada de la muerte acercándose en picada sobre ella y sobre sus anhelos. En la habitación estaban el soporte para las bolsas de suero, la silla para el visitante, la mesa de comedor, el tarro para la ropa sucia, las canecas para la basura regular, el pote rojo para la basura de 135


riesgo, la cama enfermera, una mesa de noche, un teléfono, un televisor, el cuarto de baño, las bolsas de los fluidos de la orina expulsada por la uretra y del drene sanguinolento del riñón derecho. Viendo eso, dio un portazo y se largó, o flotó. Ni supo. — ¿Sabe qué se siente cuando la vida queda congelada entre dos mundos? — preguntó con voz cansada mirando a través de la ventana las pintas de rojos, amarillos, verdes y ocres de los árboles, entreveradas con el concreto de los bloques de edificios que conformaban el sanatorio. Su pregunta era más una reflexión que un comunicado. No quería respuesta alguna, solo hablar, susurrar. Así, congelada, pedazo de carne entre dos rebanadas de pan; era ella el relleno de un sánguche de realidades y sueños, imagen y alma de la que se miraba en el espejo todos los días para depilarse las cejas. Mundo rígido de tonos tristes y silencios, donde había muerto hacía varias décadas y otro, paralelo, que se movía entre los colores de la vida radiante y la algarabía dentro de sí misma. Hoy, justo hoy, dicen de ella, —la que fue—, por la que se reza un novenario y, sin descanso, toman muchas tisanas y tazas de café. No quiso volver a hablar por un buen rato. Estaba sumergida en una montaña de olvidos. Ese punto de fuga se había vuelto su tabla de salvación y la llevaba a guardar como una joya lo poco que de ella había quedado. ¿Dónde hallar la convergencia? ¿Dónde coincidir? ¿Dónde encontrar ese punto "cero" que todos saben existe pero que tantos ignoran, ¿dónde está? Esa fusión de mundos la dejaba flotando entre ser y no ser, viviendo entre lo tangible y lo sutil, entre la alegría y la nostalgia, entre el amor y el odio, entre el infierno y el cielo. Hubiese querido quedarse en ese punto muerto, sin tener que ir a una fosa. Quedarse en ese lugar donde no importa la piel ni los sentimientos, mucho menos la abstracción de las ideas, ni ser lógico o iluso. Desde esa apertura de la mente sabía que podía lanzarse al vacío y viajar al infinito de dónde nunca debió venir. ¿Sabe? — Preguntó de nuevo — ¿Quiere saber usted cómo he sobrevivido en este emparedado? Pues fíjese, sólo me he enterado que vivía así cuando empecé a sentir que hacían cortes a mi pobre ego. La primera dentellada alcanzó a mutilar mi cabeza y me despertó a una dulce inconsciencia. Así, como entre brumas supe que congelaban mi ser y lo envolvían en un sopor delirante. Allí, en ese punto, se me despertó el ansia de caer, de despeñarme, de corresponder a las tinieblas que me

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engullían y que vertiginosamente me llevaban hasta un lugar donde todos vivían de igual manera, donde todos éramos hibernantes. —Señor, mire allí; alguien abrió el refrigerador. Adentro hay una cabeza destrozada como si la persona dueña de ella hubiese muerto por impacto. Se ve que ha sido recogida con cuchara para armarla de nuevo y así saber la identidad del muerto, recogieron esos restos como recogen los de las muñecas de porcelana cuando se rompen. ¿Ve y escucha cómo chorrea todo lo que ha discurrido por la mente de su dueño? —Parezco una excreta, ¡me he vuelto mierda!—, fue el último pensamiento que pasó por esa mente. Ana Lucía Montoya Rendón- Colombia

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ARACELI GARCÍA MARTÍN EL SALTO

Durante los primeros segundos espero sentirme fuera de allí y no abro los ojos. Así por el sonido trato pensar que estoy en la cocina, por unos segundos parece que mi cuerpo se electriza pienso que será el movimiento constante de la batidora preparando el gazpacho. Sí, claro es mejor así. Me veo cantando a los niños una de esas canciones infantiles con estribillos repetitivos. Entonces me doy cuenta de mi estupidez. — ¿Porqué estaré con los ojos cerrados si me gusta ver el paisaje desde las grandes alturas?. Ahora sigo un vuelo soñando despierta. Respiro profundo. Abro los ojos y puedo ver el Valle de Aran, paraje sin igual con faldas empinadas hacia las cimas. Allí el lago entre las dos montañas, la luz y el reflejo de un lindo rallo de sol que se abre paso entre las nubes algodonosas. Voy planeando y abro los brazos imitando al gran pájaro que está a mi lado, me quiere hablar, el picoteo en mi cabeza. En tono de Morse. 138


— ¡Toc - Toc!. Entramos en un gran entendimiento mutuamente para seguir comunicándonos. De alguna manera le entiendo. Me dice que estas corrientes de aire frío son normales, subiendo y bajando tomando empuje y así se unen con las corrientes cálidas. Formando las continuas tormentas. Respiro hondo de nuevo, relajo mi cuerpo para no temblar, pues noto mis dientes castañear, y me dejo llevar por el viento. El planeo del gran águila sobre el lago usando sus alas sin esfuerzo para controlar el misterioso vuelo. Me da seguridad. Pero a la vez algo de miedo al verme tan suelta. — ! ¿A dónde vas? ¿Qué sientes? — Le pregunté. — ¡ Vuelo y disfruto de la vida, de cuanto me rodea, haciendo lo que quiero, y lo que la naturaleza me deja! Contesta con gritos agudos, por unos minutos es mi instructor de vuelo. De nuevo lanza un grito y cambiamos de rumbo. Me llama, decide que le siga. — Ven, ven, siente somos parte de este cielo, de la tierra, del agua. Mi intención es de acurrucarme en posición fetal, pero algo me lo impide. Es en este momento que mi cuerpo se desliza poco a poco y salgo de este círculo oscuro de hierro donde he permanecido una hora. Hay personas que le llaman la lavadora. Para mí ha sido revivir aquél salto que siempre quise recordar mientras me hacían el TAC (Tomografía Axial Computarizada.) Recordando el pasado, he escrito mi presente. © Araceli García Martin. ® Granada-España

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RODOLFO TORRES ANDÁBAMOS POR ¿ANDÁBAMOS?

LAS

NUBES

Mi madre se expresaba así, casi con dolor: “Este hijo mío anda siempre por las nubes”. No me lo decía a mí nada más porque mis hermanos se ganaban igual apreciación, con la misma fuerza. Roberto, por ejemplo, perdió los dientes el día que se anudó una toalla roja al cuello con la idea de emular a Superman más allá de las estrellas. Otro día se fracturó un brazo por su empeño en salvar a Jane de cocodrilos hambrientos y pigmeos con cerbatanas de dardos ponzoñosos… Manolo hizo algo con más sentido común pues creó par de alas de cartones gruesos y revestidos con plumas de una gallina que mi madre destinara al almuerzo dominical. El vuelo adquirió seriedad cuando Cache --un hombre negro que fabricaba flores de papel crepé-- dio una peseta a Manolo para que descendiera un momentico del recorrido por las nubes y 140


comprara una cajetilla de cigarros en la cafetería de Lucas… ¿Qué si alzó vuelo? Naturalmente y prueba de ello fueron las marcas en su nariz, brazos, manos, nalgas, espalda… Alberto fue el mejor de todos pues empujado por otros tomó la personalísima decisión de convertirse en “Cinco Picos”, que era la cantidad de veces que un joven ascendía al Turquino, la montaña más alta de Cuba, y el día que regresó a casa no cabía en sí de tan inflado del orgullo y los moretones porque –lo gritaba— había “paseado entre nubes”, “paseado entre nubes”, “paseado entre nubes”, aunque muchos alrededor quisieran traerlo a la realidad, él seguía “paseando entre nubes” y contando que cada vez que intentó poner un pie sobre alguna descendía diez metros cabeza abajo. ¿Yo? Pues a los seis años de edad robé la batea de madera y aluminio en la que una vecina lavaba y con mil esfuerzos la llevé a “La Turbina, un lago artificial al noreste de mi ciudad natal. Quería hacer mucho más que Cristóbal Colón porque descubriría numerosos mundos a través de aquellas aguas estancadas. Suerte increíble la del marino genovés que me atraparon a medio camino hacia la eternidad. O el día que regresé llorando dónde mi madre para decirle que varios niños del barrio malo “La cueva del humo” me habían arrancado el peso del bolsillo con el que debía comprar picadillo de carne de res y otras menudencias. Ella me dio un peso extra y corrí que me mataba a pagar por veinte globos grandes y coloridos, en la “Tienda de Raúl”, en la esquina de las calles Máximo Gómez y Marcial Gómez. Los inflé todos hasta quedar mareado, los uní con una soga algo gruesa para que soportara mi peso y me lancé desde una elevación nada pequeña con el propósito de darle una ojeada a los techos del barrio… Hubo un solo estallido, con sangre derramada y bastante dolor. Años después creí que había sido la ingenuidad la que nos empujara a las descabelladas aventuras, pero al mismo tiempo –ya de adulto-soñaba con la misma fuerza ir más allá de la tierra conocida, más allá de la superficie marina que distingo, más allá de las nubes que veo, más allá de las estrellas que adivino, más allá del tiempo que se me escapa. Esto es soñar. Solo el ser humano es capaz de soñar. Y yo cada día sueño con vivir tanto tiempo que me permita ser testigo –y hasta actor, ¿por qué no?-- de 141


los viajes al planeta Marte y más allá. Quiero vivir mucho para disfrutar de una larga paz fabricada por mis descendientes. Deseo ser muy pero que muy longevo, con fuerza en los músculos y en la mente, para contribuir a hacer de este nuestro Planeta Azul la casa de todos en la que todos nos respetemos y tengamos espacio y tiempo para soñar con vuelos cada vez más altos, más lejos, más profundos…

Rodolfo Torres, cubano que vive y trabaja en Berlín, Alemania.

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