GEALITTERA REVISTA DIGITAL Tierra de letras, tierra de otros; aquellos que se dan cita para escribir. Coeditada por Cecilia Ortiz (Argentina) y Carmen Membrilla Olea (España). Bajo la infinita ilusión de unir voces literarias pertenecientes a países y continentes distintos. revistagealittera2014@gmail.com IBSN: 14-08-2014-55
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INDICE
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EDITORIAL Carmen Membrilla Olea Cecilia Ortiz
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POESÍA José Alexander González Quizpe Sol Brissolesi Milagro Haack Lucas Damián Cortiana Paco Déniz Bruno Ruth Sánchez Tomás Sánchez Rubio Macarena Maggi Nancy Haro Pontón Rosa Esther Moro Graciela Diana Pucci Cristhian Chiscul Uriarte Inés Oviedo Isabel Pérez Aranda Elvira Duarte Marianela Puebla Isabel San José Mellado Ana Maritza Aguirre de Schwarzl Zaida Giles de Quirós Edilberto Cárdenas Isabel Pisani Estela Molinas Báez Elizabeth Santiago Adri Delfini María López Benítez Ana Romano Cecilia Ortiz María Julia Druille Gabriela Rivero Ana Lucía Montoya Rendón Lorena Brito Rosa Lía Cuello Alicia Corrado Mélin Alicia de León Epp Ethel Saavedra García Lazara Nancy Díaz Ana Aguirre
Siempre estás en mí A donde vayas Patricia Corpas Gutiérrez XX Refugio Truco Oración Refugio Refugio Refugio Refugiado El mar Refugios mentales Alma Refugio En ningún lugar Refugio inhóspito Impertérrito Y por los peldaños austeros del refugio… Narcisismo Dame refugio Nuestro lugar Refugiados Esquirlas de amor Creación Pájaros Construcciones Metáfora/refugio Fueron refugio mis alas Lar Refugio Refugio Sólo un refugio Oración Gaviota blanca Soy mi refugio… 4
10 11 12 13 15 16 17 18 20 22 23 24 26 27 28 30 32 35 37 38 39 40 41 43 44 46 48 49 51 53 54 55 56 57 59 61 63 64
Isabel Rezmo Ivana Szac Mercedes Eleine González Consuelo Jiménez Mayte Álvarez Belkys Sorbellini Jorge Serra Carlos Conato Juan Idiazabal Sara Brussa Jorge Lacuadra Inma Ferrero María Laura Coppié Gladis Mereles Pereira Esneyder Álvarez Amelia Arellano Icela Elizalde Isablack Rose Dana Laila Aymara Aruwiri M. José Menacho Castellano Mabel Coronel Cuenca Julián Gómez de Maya Mar de Fondo Graciela Mosquera Silvia Aída Catalán Carmen Membrilla Olea
Quiero cambiar las flores Refugios Refugio Pócima En su frío refugio Escapar Refugios Indefenso Refugios de refugiados Refugio materno El hombre del refugio Maldito predictivo acusador Tú eres mi dulce refugio Quiero refugiarme Refugio Alma en vilo… A mis hijos Escape Exilio Refugio Mujer sin ataduras Sagrado Briznas Volcán Una prisión refugio
66 67 69 71 72 74 76 78 79 81 82 84 86 88 90 91 93 95 96 97 98 100 102 103 104 106 107
RELATO Juan Carlos Vecchi Remedios Pernas Margarita Polo Viamontes Roxana Rosado Javier Terán Diez María Angustias Carrascosa
Nobody es profeta en su sótano Confortable refugio El refugio de tu abrazo Refugiados Refugio de alta montaña Refugio o prisión
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EDITORIAL 6
Imagen Eva Armisén
En nuestro Nº 29 planteamos como tema “REFUGIOS”. Refugio es un espacio habitable protegido contra los efectos de todo aquello que no nos gusta, de todo lo que nos hace infelices, de todo eso que nos proporciona desamparo. Este mes en Gealittera buscamos cobijo, protección, nos resguardamos de la lluvia, del dolor, de la tristeza. Los lugares más comunes pueden ser nuestro refugio. Unos lentes oscuros nos refugian de los rayos del sol. Un par de zapatos refugian nuestros pies del piso. Un paraguas nos refugia de la lluvia o de la nieve. Una sombrilla, del sol. Una manta del frío. Una palabra amiga nos da refugio siempre. Y nos refugiamos para hacer lo que más nos gusta, que es escribir. Nos ocultamos para dar rienda suelta a nuestra creación literaria, que en esta nueva entrega perfilará las líneas que definen eso que nos hace sentir bien, seguros, protegidos, plenos… Este ha sido el reto para crear sus textos. Los hemos recibido con mucho placer. Nos han demostrado que cada desafío lo superan muy bien. Estamos felices por ello. Gracias por acompañarnos y refugiarse en nuestra Tierra de letras. En nuestra familia Gealitterana. 7
ยกAbrazo para cada uno! Somos Gealittera Carmen Membrilla Olea Cecilia Ortiz
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POESÍA
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JOSÉ ALEXANDER GONZÁLEZ QUIZPE SIEMPRE ESTÁS EN MÍ
Imagen: Eva Armisén
Sé que muchas cosas hice mal, que nunca te di el lugar que tú merecías. Nunca me di cuenta que tú parecías en un mar profundo de penas, mientras yo llenaba mi conciencia y mi cuerpo de efímeros placeres. Ahora, cuando la vida me abre los ojos, y veo que es demasiado tarde, intento recuperarte pero no, tú me esperaste hasta donde humanamente podías hacerlo, bajo la lluvia y la nieve, entre el silencio y el dolor. Te marchas, lejos de mí, no quieres verme, no quieres conservar nada de lo nuestro, ningún recuerdo o cosa que te haga acordar que yo te encontré en el momento perfecto, te hallé en los momentos en que necesitaba un apoyo, un abrigo para mi corazón frío y dolido. Tal vez algún día, tu alma sane, y tú me perdones. Eres tú mi princesa, el reflejo del cariño y no del odio. Te espero todo el tiempo necesario, y si Dios me llama algún día y borra mis pasos de este mundo, no te preocupes. Sabés que yo te amo y que no te guardaré rencor, porque en mi ser solo existes tú. José Alexander González Quizpe Ecuador 10
SOL BRISSOLESI A DONDE VAYAS
Imagen: Eva Armisén
A donde solo estés, es ahí donde te daré la mano para jamás soltarte, para nunca fallarte. Te van a clavar cientos de puñales pero jamás encontrarás uno con mi nombre. Te secaré las lágrimas y haré de payaso para ti. Solo quiero pedirte que no me hieras con tus palabras, duelen tanto como un puñal en el corazón. Brincaremos en las nubes que nos llevarán a conocer el arco iris más bello que un unicornio un día construyó… ¡Juntos al fin! Sol Brissolesi-Argentina11
PATRICIA CORPAS GUTIÉRREZ
Imagen: Eva Armisén
Tu mirada me llama me nombra me dice me cuenta me reclama. Y me quedo atrapada en tus párpados al cobijo de tus pestañas en el refugio de tus ojos.
17.12.16(P.C.G). Patricia Corpas Gutiérrez- Barcelona- España
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MILAGRO HAACK XX
Imagen: Eva Armisén
Él me llama con su navego océano con su gesto de jugoso espejo Me atraviesa lo espontáneo del regalo levando anclas Cordero enigma Interno ojo y heredero
parto fruto refugio de sus espinas 13
iluminando vencido luto colgando horas
Milagro Haack- Valencia- Venezuela Del libro inĂŠdito: Con Pie de Lluvia
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LUCAS DAMIÁN CORTIANA
Imagen: Eva Armisén
Ha quedado vestigiado el refugio esplendoroso De decadéntica ruina la antes prospérica guarida No fue amparo si no excesivísima insutil violación Lo profanado fue la arquitectura corpórea las enamorádicas aristas forcejeadas las angulares obscenidades abusadas del albergue inguarecido sin acogida perpetua Ondulancias en las grietas el desplome también cobija es estruendosidad muda en la inflexión repugnántica del que asila para acallar el grito de socorro
Lucas Damián Cortiana – Chivilcoy – Argentina
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PACO DÉNIZ BRUNO REFUGIO
Imagen: Eva Armisén
Haz de cada bella flor, un resguardo de amor, dándome tu sosiego y calma, en serenas noches de pasión. Tu cuerpo dotado de grandes montañas, refugios repletos de nobles cavernas, campos sembrados de jazmines, donde la poesía tiene corazón. Sentir tus cálidos besos, alivio de mi alterado ser, cuando a gritos reclama, silente refugio de tu querer. Aprietos de pecho a pecho, tus nobles palabras me confortan, entre tus brazos no siento el desamparo, ni la fuga de tus fastuosos besos. Paco Déniz Bruno- Canarias- España 16
RUTH SÁNCHEZ TRUCO
Imagen: Eva Armisén
Quiero que descanse ese amor que ya no es más mío, sino tuyo y aún está clavado como puñal… Guardo en mi mochila todos esos recuerdos y ya no doy más. Desnuda mi alma quiero, llevate todo. No quiero ni tus besos (ya no son míos). Deja de perseguirme, como una sombra, amor. Si te alejaste te doy un adiós, buena suerte y que encuentres en la vida a que aferrarte y no vuelvas jamás. Si te he visto no daré vueltas. Voy por el camino solito, solo vine y solo me iré y con un adiós callaré ese suspiro. Porque no es macho el que ama y retiene, sino el que ama y deja marchar, aún amando… ¡Porque no hay dolor más grande que saber que ya no te aman! Pero ya está la última carta tirada en la mesa y aunque sabes que tienes un cuatro de copas gritas truco, y arriesgas. Pero una verdad es cierta: Como quieras juega la vida, pero el amor ya está perdido y aunque cantes y retruques, ya se ha ido. Y en tu mesa el vino y otra copa, paisano, para olvidarme de ella. Ruth Sánchez, Argentina.
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TOMÁS SÁNCHEZ RUBIO ORACIÓN
Imagen: Eva Armisén
Para Lourdes Cúbreme con la sombra de tus manos limpias como raíces encaladas,
con tu risa alta como la penúltima rama de una ilusión.
Méceme y haz que escuche 18
en tu regazo el oleaje calmo de tus caricias.
Deja que la claridad de tu voz anegue mis sueños, mis amaneceres, mis esperanzas.
Tápame la cara cada noche con tus hojas,
con esos delicados besos de lluvia que hacen sonrojarse a la tímida madrugada.
Tomás Sánchez Rubio –Sevilla-España
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MACARENA MAGGI REFUGIO
Imagen: Eva Armisén
Hay veces que cuando me siento mal, pienso, siento o creo, que no hay nada ni nadie que puede entender mi estado o ayudarme a superarlo. Por eso más de una vez cometo el error de no hablar con nadie u ocultar mis sentimientos al máximo. Pero llega un momento en el cual se me hace imposible hacerlo, ya que la tristeza se apodera de mí y es muy evidente que no estoy bien. Mis ánimos son de lo peor y hasta trato de mala manera a las únicas personas que me sostienen y apuntalan día a día. Es por esto, que llega la ocasión en la cual es mi madre la que me obliga a decirle que es lo que está pasando por mi mente, ya que me niego a hacerlo; trato de no preocuparla, pero ahí es cuando llega papá y al hablar las lágrimas comienzan a surgir, a recorrer cada centímetro de mi rostro, y es ahí cuando mi ser se quiebra y comienzo a hablar sin poder dejar de tartamudear y llorar. Allí salen todas mis penas y preocupaciones, allí es cuando logro abrirme y dejar que alguien me ayude. Pero también es allí, en dónde mi mamá me dice: “Ya sabía que estabas mal por eso, te conozco hija, no te olvides de que soy tu madre”, y es cuando yo 20
comprendo que mi único refugio en la vida es mi familia, padres, hermanos, tíos, abuelos, a lo mejor algún amigo; a su vez comprendo que son ellos lo que sin que yo se los diga ya saben que anda por mi mente, con solo mirar a mis ojos pueden verlo, porque los ojos son el espejo del alma y es allí en dónde mis pesares se guardan.
Macarena Maggi, Argentina
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NANCY HARO PONTÓN REFUGIO
Imagen: Eva Armisén
Salió aquella noche en busca de no sé qué. Vestía de tristeza. ¿Huía? Tal vez… Iba debajo de la lluvia camino a ninguna parte… ensimismada, absorta, perdida en una marea de caminos entrecruzados, nublados, confusos… Sin embargo, era una fecha especial en todos los calendarios, en todas las calles, ventanas y escaparates, había fiesta en todos los rostros… Sin pensarlo dos veces dio la vuelta a la esquina, caminó algunos pasos, retrocedió, avanzó… Sin saber cómo llegó a allí, a su puerta, tocó dos veces, iba a marcharse… de pronto escuchó: No te vayas, ven. Volviose y su rostro se iluminó, su mirada de luna se fundió con el destello cálido que dulcemente la acogió… Sus risas tenían acordes de guitarra y sus voces eran una algarabía de pájaros en el huerto…
Nancy Haro Pontón – Ecuador
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ROSA ESTHER MORO REFUGIO
Imagen: Eva Armisén
Aire seco lacera pieles Tórrido desierto el tiempo Personajes anclados los pies Resistiendo espectros que rondan fronteras Tenebrosas formas durmiendo voluntades No hay mañanas desalojando noches Solo mi aullido Clamando por la habitante de lo profundo Creadora de sueños Y segadora de dioses desteñidos Que gritan en ocasos mentiras sin dueño La indómita no pregunta repone garras Derrota y mata aquello extranjero Socaba en lo profundo hasta el lugar Donde brota la humedad nutricia Refugio milagroso agua verde y azul Mientras el ave de la mirada fulminante En el estruendo de lo que acaba Revolotea buscando la palabra nueva.
Rosa Esther Moro – Buenos Aires- Argentina
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GRACIELA DIANA PUCCI
Imagen: Eva Armisén
Esa boca que no calla renueva cadáveres en la piel le ruego que enmudezca que vuelva a dormirse en el olvido necesario no quiere rebelde en su decir desprende dolorosos recuerdos manos de piedra trepan a mis oídos y la impúdica boca no calla
me niego a escucharla busco el silencio en una mirada ojos cobardes escapan ciega regreso a mi refugio de algodón mojado (útero ancestral que me han impuesto) me incomoda huyo la acuática esencia 24
me lleva a profundidades sólo mías encuentro alas vuelo ¡impúdica boca ya no te temo! ¡ojos cobardes ya no los miro! -pronuncio desde la altura-
detengo el vuelo mi boca se desangra la escucho -me escucholabios despiertos esparcen realidades los que están fuera de mí no quieren oírlas -espejo de almas en el que no me reflejogiro dejo mi espalda alada en el hueco de una sorpresa la impúdica boca y los ojos cobardes se repliegan no los necesito rescato el aullido primigenio que yace en mí y sobremuero cada instante para renacer conmigo
Graciela Diana Pucci- Buenos Aires- Argentina
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CRISTHIAN CHISCUL URIARTE REFUGIADO
Imagen: Eva Armisén
Refúgiate en la esperanza de la vida de donde emana el elipsis del goce tanto espiritual como terrenal. Teniendo un equilibrio entre lo que sentimos y lo que pensamos dejando en claro que es hora de Sonreír. Refugiándose en el más profundo pensar de lo que se quiere edificar en este sendero llamado mundo lleno de exigencias. Donde no hay opción a renunciar ni echarse para atrás ya que así como uno cae también debe levantarse. Ahí el pensamiento: Vive refugiado en la esperanza de la vida. Cristhian Chiscul Uriarte, Perú. 26
INÉS OVIEDO EL MAR
Imagen: Eva Armisén
El mar travieso trae turbulentas olas que suelen acariciar y salpicar hasta mojar. Mi soledad se refugia, para que no la dañen los hechos cotidianos, que no sé cómo explicar. Recuerdos, pensamientos, lugares, que van envejeciendo como yo. Refugio de vida pasada que no pueden ser vividas hoy. Inés Oviedo. Mar del Plata. Argentina.
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ISABEL PÉREZ ARANDA REFUGIOS MENTALES
Imagen: Eva Armisén
Sé bien donde hallar la calma, conozco senderos que escalo mentalmente creando mundos perfilados con tesón, a veces, solo a veces, divago en libertad y acierto a ver la singularidad del ser humano.
Los refugios amplifican la existencia, se ofrecen fluidamente como escape, a veces, solo a veces, de una realidad absurda, incompleta y cotidiana.
Los hallo en mitad de la nada, en un susurro, 28
o en mundos paralelos, cautelosos flotan a mi alrededor, me acogen en ese breve instante, a veces, solo a veces donde un refugio te salva del horror.
Anuncian mal tiempo, este simple presagio, se deriva, se codifica se reinicia en búsqueda, y a veces, solo a veces hallo un refugio de calma. Isabel Pérez Aranda / Guadix / Benidorm – España
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ELVIRA DUARTE ALMA
Imagen: Eva Armisén
Voy a mi alma, refugio sagrado que es simplemente amor. Armonía musical. Armonía de colores. Armonía de silencios. Donde encuentro mi mejor momento cósmico.
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Sintonizo con el tiempo. Con una amplia visiรณn exploro mis emociones, descubro nuevos caminos, busco la ruta a seguir. Busco el canal para vivir la maravilla de lo รณptimo.
Atenta, con plena conciencia, de forma elevada, llego a mi centro. Regreso a la luz brillante del amor y a la serenidad que llevo siempre conmigo.
Elvira Duarte- Buenos Aires- Argentina
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MARIANELA PUEBLA REFUGIO
Imagen: Eva Armisén
Buscas con tesón el refugio anhelado, un alero que cobije tu malograda vida. Pides a las tinieblas den abrigo y un descanso a tu atribulado deambular. Has cruzado las barreras del oprobio, astillado tus pies con el cardo de la indiferencia, estropeadas tus manos escalando conciencias, inescrupulosas miradas te circundan con desafío, dudas yacen sin respuestas a tu paso.
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¿Quién eres? ¿Qué esperas? ¿Por qué continúas en un calvario de añoranzas?
Callas, lanzas una mirada de súplica al espacio, te atrincheras junto a la fría muralla que no da cobijo. No hay una palabra alentadora, sólo la indiferencia camina desbocada, no voltea la vista, eres invisible, un don nadie, alguien que se escurre bajo las sombras, acechado por miedos ancestrales.
Encuentras el refugio inesperado, lo tomas por asalto, ya es tuyo. Ahora puedes esconder tu presencia de cuervos espiadores. Ahora, das descanso a tu contrito corazón y dejas caer tu cuerpo cual oxidada armadura, mientras afuera, el otoño barre las zozobras que no te permiten conciliar el sueño.
¿Podrás dormir, alivianar el peso que te agobia?
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No lo sabes, tu boca escupe el desagrado, en tu pequeĂąo asilo asumes una postura de entrega. No, no hay fuerzas para seguir luchando. Cierras los ojos, y el mundo cae a tus pies.
Marianela Puebla. Chilena
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ISABEL SAN JOSÉ MELLADO EN NINGÚN LUGAR
Imagen: Eva Armisén
Marcharé silenciosa hasta la cima de una lejana montaña, donde pueda, en cada día nuevo poder admirar su mañana. Navegaré tranquilamente buscando un islote en alta mar, donde al atardecer sintiendo su brisa te pueda recordar. Caminaré serena hasta un silencioso verde y fresco valle, donde en cada noche estrellada mi alma grite y no calle. Soltaré los lazos de mis vestiduras con suma delicadeza, para que mi piel desnuda pueda desechar toda tristeza. Escucharé con los ojos cerrados una sublime composición y así, mi mirada, no mostrará el dolor que lacera mi corazón. 35
Buscaré en un apartado paraje un solitario escondite, para decorarlo con las caricias que mintiendo me hiciste Y cuando esos refugios esta amargura me hagan olvidar, contaré al mundo que tu amor quedó, en ningún lugar.
Isabel San José Mellado Derechos de autor – España
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ANA MARITZA AGUIRRE DE SCHWARZL REFUGIO INHÓSPITO
Imagen: Eva Armisén
Le pareció encontrar en él un refugio, sus ojos suplicantes hicieron que lo habite, estaba solitario, su corazón no era blando, ella cortó la mala hierba de su sentir, lo llenó de amor, de flores y aromas, creó un paraíso y se amaron. Rápidamente empezó a crecer maleza, se extendió en sus campos de primavera y no hubo forma de sacar tanta maraña que torturaba el mismo roce cuerpo a cuerpo en latidos y golpes de sangre. Su palabra muda se hizo llanto, presa en un refugio inhóspito de un vil maltratador. La tormenta azotaba por las tardes, llegó la noche oscura y nadie escuchó sus gritos, hoy descansa en sueño eterno entre cantos de ruiseñores y alabanzas. Ana Maritza Aguirre de Schwarzl (Peruana-Española/Residente en Alemania) Copyright © derechos reservados 37
ZAIDA GILES DE QUIRÓS IMPERTÉRRITO
Imagen: Eva Armisén
Asilarme en tu lluvia cuando vives en pleno desierto y no existe humedad que compensar pudiera tanta sequía adquirida… Cobijarme entre las dunas de tu escasa cabellera que a trote me trasladó, vestida de sombras al país de la virtualidad… Resguardarme de tu risa, dependencia de aromas en la vorágine que sustituye tus ausencias verticales… Refugio entre versos ese sos vos, impertérrito, aún con la débil apariencia de la nada exhausta que revivir quiere tu boca párvula. Zaida Giles de Quirós, Sevilla, España. 38
EDILBERTO CÁRDENAS Y POR LOS PELDAÑOS AUSTEROS DEL REFUGIO…
Imagen: Eva Armisén
Y de repente nos ha llegado un sueño de encrucijadas En medio del tedio de las angustias, Y vez deshabitadas las huellas que te conducen Hacia un presagio de escalofriantes marejadas… Pero los charcos de la guerra perduraran irremediables, Las calles silenciosas sin los pasos desamparados derramaran sangre por los destinos incurables, Libres de cadenas, a la luz de la muerte expiraremos desterrados. Vestidos en ese instante con el traje de la indigencia No habrá dolor en la muerte flagelada de exilios Y un raudo tren cargado de olvidos trasportará los excesos. Nada cambiará en la vida, ¡Tan solo es un muerto! Y por los peldaños austeros del refugio Súbitas pisadas entreabrirán los ojos y los llantos…
Edilberto Cárdenas. Arequipa. Perú
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ISABEL PISANI NARCISISMO
Imagen: Eva Armisén
El arpa, la flauta y el violín ensayan el hechizo de los sonidos remotos en olas que agitan cuerpos exangües, en la bulimia de viles sensaciones y en el ser incapaz de amar a otros. El albedrío se refugia cobarde en la infinita juventud prometida, en la persistencia del sismo, en el entusiasmo pasajero, en la máquina de Narciso y de sus monstruos milagreros. Un desierto nos sellan en la frente los gurúes de la obsolescencia. Un teatro sin palcos ni escenarios vende, lascivo y codicioso, el recaudador de todas las ausencias.
Isabel Pisani© Todos los derechos reservados. Argentina
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ESTELA MOLINAS BÁEZ DAME REFUGIO
Imagen: Eva Armisén
Dame refugio en el despertar de tu mirada, cada vez, que renace, otra nueva alborada, con rayos del sol, apostados en mi morada, cangando el aroma de tu luz, tan esperada, para traspasar, mi figura, aun inexplorada, y fijaré en tu corazón mi puerto, mi parada. Dame refugio en la luna de miel de ternura, que se derrama por el sendero de tu figura, entre caricias envueltas con cálida dulzura, que me lleva en mar de la mágica aventura, nacida allí, justo en el umbral de tu cintura, y claro, aceptaré envolverme con tu locura. Dame refugio en el edredón de tu tibia piel, donde, se desliza una cascada de pura miel, entre deseos que bailan en vaivén de papel, diseñando una acuarela de amor sin pincel, y como, una pasión viajando en un carrusel, seré tu huésped, tu amante de corazón fiel. 41
Dame refugio en la mejor poesía de tu vida, para, entregarte cada rima que se me anida, en los labios para darte en beso sin medida, dame refugio en tu alma, haz la mía querida, cual una llama, que se mantiene encendida, con la esperanza, de eternizarme en tu vida.
[02/01/2017] © Estela Molinas Báez Juan León Mallorquín – Paraguay
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ELIZABETH SANTIAGO NUESTRO LUGAR
Imagen: Eva Armisén
Hay un lugar que existe sólo cuando te pienso: tiene calles intrincadas en silencios fortuitos, y grafitis de añoranzas en sus muros solitarios. En sus rincones tu ausencia es la más cruel de las presencias. Hay un lugar en el que me harías falta… aunque nunca te hubiera conocido. Elizabeth Santiago. Italia, 2016.
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ADRI DELFINI REFUGIADOS
Imagen Eva Armisén
Amansaré tu cuerpo cabalgando a mis antojos me mirarás obnubilado verás el cielo en mis ojos. Tatuaré tu piel desequilibrando cada poro lamiéndote toda la miel serán mis besos réprobos. Entre vaivenes topacio y lujuriosos anhelos nos devoraremos despacio la pasión en rojo vuelo y totalmente extraviados 44
palpitaremos exhaustos entre temblores extasiados amaneceremos refugiados.
Adri Delfini- Ciudad de Buenos Aires- Argentina
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MARÍA LÓPEZ BENITEZ ESQUIRLAS DE AMOR
Imagen Eva Armisén
Ella quedó atrapada en el refugio de sus quimeras: sueños bajo la Luna clara del amor que él prendiera. Días que aunque nublados, del arco iris prendieran ilusiones y esperanzas de compartir a su vera. Pero él marchó una mañana, dejando la puerta abierta del refugio de su vida y la emplazó a que saliera. Pero ella no quiere irse porque no encuentra manera de avanzar por el sendero..., de sortear la tormenta 46
que dejó en su corazón... ¡Y aún lo espera en la puerta! María López Benitez Priego – Cuenca (España) Derechos de autor.
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ANA ROMANO CREACIÓN
Imagen Eva Armisén
Hundirme en el silencio del verde perdido o acaso sólo rezagado resistente mientras me desmenuzo en la ansiedad de la tela que me imagina y perpetúa en su osadía este anhelo. Ana Romano- Argentina
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CECILIA ORTIZ PÁJAROS
Imagen Eva Armisén
El aire libre hecho de adiós como el olvido – E. Molina ¿Dónde ha quedado el perfume hermano pájaro del nido sobre el flanco del álamo? La tormenta -seductora del vientogritó su mensaje amargo y las raíces no sirven solo sostienen el árbol. Te ofrezco mis manos/refugio para suplir lo robado. 49
El día que nazcan tus crías entre tus alas me volveré pájaro
©Cecilia Ortiz- Olivos- Buenos Aires- Argentina
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MARÍA JULIA DRUILLE CONSTRUCCIONES
Imagen Eva Armisén
En una singladura de sueños El marino quita el polvo A su cuaderno de bitácora La noche palidece al borde del relato Se pega a la piel como briznas Y entre los presentes pedacitos de placer Se nos impregnan Como quien corta el pasto e ilumina de verde La mañana Yo mientras tanto dibujo la figura En el tapiz Pienso en los lugares donde he elegido vivir 51
En mis sitios invisibles Construcciones del alma Que guardo para mĂ Como un navegante solitario MarĂa Julia Druille- Ciudad de Buenos Aires- Argentina
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GABRIELA RIVERO METÁFORA/REFUGIO
Imagen Eva Armisén
Las metáforas están desapareciendo caminan al filo de un pasillo estrecho nos empujan a atisbar un futuro probable todo es demasiado concreto, no estoy dispuesta a sentarme y ver como todo se derrumba el futuro es un animal flexible sino dejamos el corazón dentro del cuerpo las metáforas no se explican, están desapareciendo son un deja vu, de millones de deseos inconclusos mientras tanto no puedo dejar de alegrarme por el otro, por vos o por mi tampoco soslayar la angustia de este presente de inexplicable premonición así, tan concreto, salvaje y voraz. Gabriela Rivero- Ushuaia- Argentina 53
ANA LUCÍA MONTOYA RENDÓN FUERON REFUGIO MIS ALAS
Imagen Eva Armisén
fueron refugio mis alas… sí…livianas mi sangre y mis alas siempre embriagadas de sueños y vuelos uno solo fueron mis alas mi sangre y mil rutas no importaba si iban al infierno o al cielo siempre abajo o arriba volaban mas hoy están secas muy secas sí… hace evos están secas mis alas y mi sangre y mil rutas han muerto de espera por ellas a mis alas les duelen sus alas les duele un refugio añorado y bordado en mil rutas y les duele mi sangre… les duele… les duele pobrecita la brújula murió señalando un Norte ¡qué pesar! sin refugio sin alas sin rutas… señala y señala Ana Lucía Montoya Rendón Colombiana.
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LORENA BRITO LAR
Imagen Eva Armisén
Rasa la tierra, límpida y quieta. Elijo las rocas, los filos concuerdan. Pequeño es el muro que evoca a la luna; será mi refugio si embiste la furia. Colchón de hojarasca, los leños reposan. Luego serán brasas, alimento ahora de este fuego suave que el destello inicia trepando cortezas, sutil cual caricia. Naranjas intensos, suspiros profundos… las llamas envuelven, no existe ya el mundo. Me entrego rendida al abrazo ardiente. Chispa, fuego, brasa. Crepita insolente. Merma lo agitado y se desvanece. Ceniza que vuela. Nueva vida crece. Lorena Brito. Buenos Aires, Argentina.
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ROSA LÍA CUELLO REFUGIO
Imagen Eva Armisén
Profano distancias esta tarde para alcanzar las fronteras del olvido. Desando caminos infinitos busco la que soy y la que he sido. Transito la piedad de algún otoño con el sueño fugaz de otro domingo. Franqueo túneles con mis alas teñidas por un gemido de óxido y misterio. Hoy deambulo por la espera y el silencio y me refugio en los espejos de mi duelo. Rosa Lía Cuello- Cañada de Gómez- Santa Fe- Argentina
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ALICIA CORRADO MÉLIN REFUGIO
Imagen Eva Armisén
La tarde bajó hasta mis pies húmedos sonrisa guardada en objetos perdidos con voces huidizas hacia un viento norte. Claro de luna entrometida que insiste y ahuyenta enero escapo me adentro en una nube hasta que un hada acaricia la pena y otorga espacio. Así está más abrigado Tengo ¿Suerte? ¿Destino? No se discute. 57
Es este el lugar.
Š Alicia Corrado MÊlin-Mar del Plata- Argentina
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ALICIA DE LEÓN EPP SÓLO UN REFUGIO
Imagen Eva Armisén
Tan sólo una presencia es mi refugio un ala azul la roca que ha dado a luz al tiempo y tiempo al sol una palabra viva es mi refugio un sólo amor una torre de gracia es la que ampara mi corazón y soplan sobre mi alma todos los vientos con gran fragor pero el lugar más alto es mi alcázar, mi habitación y allí las mariposas de la esperanza toman color y el flamante suspiro de la alborada huele a perdón allí es donde la lágrima derramada se hace canción 59
tan sólo una presencia es mi refugio un sólo amor un ala azul que cubre mi frágil vida con compasión.
Alicia De León Epp Uruguay/Canadá
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ETHEL SAAVEDRA GARCÍA ORACIÓN
Imagen Eva Armisén
Protégeme cuando las tormentas me invadan de miedo abrázame cada que mi tristeza no encuentre calma, custodia mis ojos para que las lágrimas no afloren. Sé mi refugio cuando necesite el calor de tus brazos, el beso de tu boca, calienta mi cuerpo con tu cuerpo, besa mi alma para que ilumine la mía. Sé mi amparo en tiempos en que el polvo de luz se convierta en tinieblas, apoya mi caminar cuando me vuelva lenta y ataviada de cansancio. Acógeme cuando mi ser pierda su resplandor y tema volverme fría. Cuando ansíe que los cocuyos alumbren nuevamente mi mirada triste. No dejes que se ahoguen en mi garganta los gritos de desesperanza 61
sé mi protector, no permitas que las borrascas del tiempo vuelvan inhóspito mi cuerpo y navegue por las arrugas de la vida. Eclípsame y ampárame que mi fragilidad ora por tu refugio.
Ethel Saavedra García, Colombia
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LAZARA NANCY DÍAZ GAVIOTA BLANCA
Imagen Eva Amisén
Vuela una gaviota blanca en el cielo de un pantano y en un ojo del verano hay un aletear que canta, donde el agua es una manta que dibuja el entrecejo hace la lluvia un festejo con góticas de rocío y se cambia el atavío refugiada en el espejo. Lazara Nancy Díaz Garcia- Cuba/ Nueva York- U.S.A.
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ANA AGUIRRE SOY MI REFUGIO…
Imagen Eva Armisén
Cuando en mi vida afloran desesperanza, envidia, maldad e intolerancia, cuando en mi pecho se instala la tristeza, el dolor, el desamor, -de quien no merece mi amorde quien no me supo valorar. Cuando siento en el alma, la ausencia del ser querido que se marchó, del amor que no volvió, de quien se fue, borrando su huella de quien ya no volveré a ver. Cuando azota el vendaval arrasando esperanzas; cuando siento un olor a soledad, y el dolor me convierte en casi nada, cuando acechan, egoísmos y maldades... 64
Yo tengo un refugio al que me escapo. Es un gran refugio, cercado por los cuatro lados, cerrado herméticamente, donde guardo mis recuerdos esculpidos, y en el correr de la vida acumulados. Cuando estoy en él, me siento tan fuerte, no me amedrenta nada, y respiro consuelo hasta en el llanto. y me siento tan grande y tan alta, que me parece estar viendo el mundo desde una estrella. Este refugio al que me aferro... es mi fortaleza; mis ganas de vivir y mi conciencia , mi capacidad e inteligencia. Este regio refugio que tengo yo, es mi corazón, es mi mente, es mi alma... ¡ Soy yo misma!... Yo soy mi asilo... Yo soy mi abrigo... YO SOY MI REFUGIO... © Ana Graciela Aguirre Núñez-Pedro Juan Caballero - Paraguay
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ISABEL REZMO QUIERO CAMBIAR LAS FLORES
Imagen Eva Armisén
Quiero cambiar las flores. El último beso. Cambiar los besos por el azul de un verso. Quiero de ese querer que no hable. No entiende quedar mudo, ciego, sordo, muerto. Quiero quedarme contigo, suspiro último que muere eterno. Huye, huye finalmente antes que pueda decirte que vengas a mi sol, o la luna, a la inercia, o al abandono, o al retiro, al olvido, si , sinuosamente …Al olvido. Isabel Rezmo- Übeda- España
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IVANA SZAC REFUGIOS
Imagen Eva ArmisĂŠn
Sacudo mis miedos no dejo que me ataquen como un virus todas las noches limpio mis heridas llego a mi cama refugio que me cobija y me lleva a otra realidad.
II Huye de ĂŠl 67
como de una casa abandonada son muchos los silencios que la abrazan no le resultรณ fรกcil ser su refugio.
III Los huesos buscan o t r o lugar donde apoyar su l u z
Ivana Szac- Ciudad de Buenos Aires- Argentina
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MERCEDES ELEINE GONZÁLEZ REFUGIO
Imagen Eva Armisén
Allí, en el refulgente sitio donde descansa el sol hay un lugar limpio de toda mancha, de todo lastre terrenal, de toda angustia, de todo malestar. Es el sitio más hermoso de la tierra. Allá, en la quieta somnolencia del desierto, iluminado apenas por la pálida luna de un horizonte incierto, ante el asombro inusitado de este amor sublime que una tarde cualquiera cautivó mi endeble corazón casi marchito, dormita la nostalgia. Es el sitio más sublime del planeta. Acá, Junto a la fuente inagotable del que espera, en el exacto sitio donde convergen las aguas mansas del pensamiento puro, y reposan las mejores intenciones 69
nacidas del tierno corazón humano, hay un esplendido refugio de amor y de dulzura donde estás para mí. El sitio más amado de todo el universo. Amado mío, refugio de ansiedad y de honda pena, ya estaba para ti cuando aún solo eras un pensamiento frágil en la mente inasible del destino. Presagio infinito de los días, refugio de esperanza y lozanía. Es el sitio donde nace el amor. Mercedes Eleine González-Miami. U.S.A.
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CONSUELO JIMÉNEZ PÓCIMA
Imagen Eva Armisén
Me huyo en la palabra, en ella soy cometa del instante. Vivo en un grueso libro, escondite, árbol de hojas crecido en las entrañas de la duda, refugio de un caracol de humilde baba y escasa voz. Soy silencio en el rincón que escribo el verso, allí me encuentro en las imágenes que se saludan con la sombra de mi luz, mientras uno de cada cuatro verbos me rescatan de ser inútil ancla en soledad, donde me compongo.
Consuelo Jiménez- Barcelona- España
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MAYTE ÁLVAREZ EN SU FRÍO REFUGIO
Imagen Eva Armisén
Lejos de los abrazos, huyó, lejos del calor se arropó, donde nadie penetra, donde nadie la inquieta, su mejor refugio halló. Pensando que era cálido su propio calor se abrazó a sí misma buscando confort en remanso de paz duradera, de dulce calma embustera, allí, sí, lo halló, lo halló. Al abrigo de las flechas que Cupido lanzó, a resguardo de tentaciones que no liberó, encerró su corazón en una piedra para evitar una futura siembra de quien no mereciera su amor. Frío refugio de cálida sensación, cálido refugio de imposible penetración donde su solo calor la inundaba creyendo que nada necesitaba, un abrazo, su realidad implosionó.
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¿Qué harás ahora –le dijo su voz interiorreina, heroína y villana de tu soledad atroz? Te escondiste tras la ventana del “hago lo que me da la gana” negando tu pavor a hacer el amor. ¿Qué harás, dama de acero, con tu helor tras haber descubierto un hábitat mejor? Fría se ha tornado tu guarida, muda, gélida y dormida. ¿Ganará tu miedo o tu intuición?
Mayte Álvarez. Alcoy (Alicante). España.
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BELKYS SORBELLINI ESCAPAR
Imagen Eva Armisén
Escapar dejar atrás los bombardeos el olor a pólvora la destrucción y la muerte. Dejar atrás el desamparo la orfandad y montada en la esperanza cruzar el mar.
Escapar Llevando la simiente de una familia destruida y como todo equipaje la incertidumbre latiendo en el pecho la sangre corriendo temerosa por las arterias corrompidas por el horror. Otra tierra otro lenguaje 74
otros rostros otras miradas otras manos que se extienden ofreciendo un lugar un pedazo de tierra, un destino un refugio para volver a empezar y hallar la paz. Belkys Sorbellini-Santa Fe-Argentina
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JORGE SERRA REFUGIOS
Imagen Eva Armisén
Persigo ansiosamente en una senda obscura entre las tinieblas de una tormenta aguda encontrar a tu olvido… y no consigo hallarlo Ese recuerdo tuyo que ahogándome el aliento lacera las heridas que tu olvido impiadoso dibujo con puñales dentro de mi existencia. Dentro de cada gota de mi sangre dolida va embebida tu sangre mortificando el trance de saberte por siempre ya lejos de mi vida. Quiero partir a dentelladas filosas y severas ese recuerdo tuyo que me empoza el aliento, ese recuerdo tuyo que obstinado y constante va golpeándome el alma. Detrás de qué destino amable y generoso 76
encontraré el refugio a mi dolor presente un refugio que exima de tenerte por siempre adolorando huellas… en mi vida vacía
Jorge Serra- Buenos Aires- Argentina
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CARLOS CONATO INDEFENSO
Imagen Eva Armisén
Que nadie me consuele me basta con expresarme, solo yo sé dónde duele… ¡sólo yo puedo curarme! En cuanto el dolor se pierde sale el lenguaje a buscarle, no hay lugar donde esconderse ante un verso kamikaze.
Carlos Conato-Puerto Rico
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JUAN IDIAZABAL REFUGIOS DE REFUGIADOS
Imagen Eva Armisén
Caen bombas alrededor de los niñitos hambrientos, disparan consignas reyes primeros ministros presidentes líderes religiosos, perros de la guerra sedados por los flashes de las cámaras, verdugos lavadores de cerebros sin coraje ni dios ni patria partida al medio que ha sido perdido antes de comenzar, todos toditos todos hechiceros de la muerte que llora en un rincón apenada, miran sin creerlo a los niñitos hambrientos del principio de esta prosa, refugiados que encuentran refugios en abrazos besos hombros donde llorar miradas caricias arrullos platos de comida camas médicos docentes pelotas muñecas ropas medicamentos juegos canciones charlas escuchas cariño amor vivir vivir 79
vivir morir
morir vivir
Juan Idiazabal-Mar del Plata, Argentina.
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SARA BRUSSA REFUGIO MATERNO
Imagen Eva Armisén
Para Almita Refugia como un duende su inusual hermosura. Pero no puede evitar su deslumbrante belleza. Hay en sus ojos mares misteriosos, y cantos monosílabos, superan a las sirenas. Inquietante y creciente, como una luna, se refugia nuevamente, vuelve al origen del olor reconocido. Y así, como una mariposa leve y suavemente... Ilumina cuanto. Toca.
Sara Brussa. Santa Fe .Argentina.
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JORGE LACUADRA EL HOMBRE DEL REFUGIO
Imagen Eva armisén
Era uno de esos hombres viejos que lanzaba cometas deshilachados al ojo furioso de las tormentas pero doblaba mal las páginas de un libro. Una vez me dijo que caía, como caía también en sus sueños. Y al levantar su cuerpo lo descubría leve y que las piernas eran anclas de barro. Poseía un cangrejo domesticado que en los días de lluvia azul solía exhibir por las marismas como un corazón atado a su persona. Supo ser dueño de un bar, una pocilga con saleros de cristal que servía el mejor mojito del Caribe pero solo permitía fumar en pipas de brezo. 82
Cuando el último cliente partió del lugar solo quedó un refugio para las tormentas las mesas se blanquearon de sal y el último cristal sucumbió en la arena. Era uno de esos hombres viejos que lanzaba cometas deshilachados al ojo furioso de las tormentas pero doblaba mal las páginas de un libro.
Jorge Lacuadra- Córdoba- Argentina
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INMA FERRERO
Imagen Eva Armisén
(A Miguel Ángel León, palabra y alma en mí siempre presente) El cielo ha callado sus quejas, enredado entre hilos dormidos. El sol es una araña celeste, tejiendo mi extraño destino. Descalza estoy esperando calzarme, arrodillada ante el mapa que escribo y escribo. Estoy en una esfera esperando encontrarlo, y apunta siempre el mismo camino. Mi brújula me engaña, el tiempo se agota… y yo… en rumbo perdido. Se ha cansado mi lengua, y el sudor 84
en mi frente, me dice que vuelva al inicio. La noche es una sombra perversa, tras la sospecha asustada de un grito. Y huyo, ¿Quién quiere encontrarme, para que vuelva al principio que olvido? El viento sonríe verdades, esperando que encuentre mi sitio. Y yo en pié escapando a mi norte, en pié escapando a mi ruido.
© 2013 Inma J Ferrero-Madrid- España Poema: Esperando mi norte Geografía Inversa (La palabra en mi reloj manchado) Nº de Asiento Registral 16/2013/6760 ISBN-10: 150897005X ISBN-13: 978-1508970057 Copyright © Todos los Derechos Reservados
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MARÍA LAURA COPPIÉ MALDITO PREDICTIVO ACUSADOR
Imagen Eva Armisén
Él ama hacia el norte, yo apunto al sur y sin embargo cuando el vino y la piel se atraviesan, acampamos en las bocas, nos pesan los párpados y las manos empiezan a construir escenas. Ésta es nuestra comunión: él mordiendo la madera -el altar de nuestro dios-, tocando esa guitarra que supo germinar y traer florecido al sol desde su centro. Abraza la raíz que nos une, la pone a cantar ronca y muy nuestra y tanto lo quiero pero ya no es poema, la voz que en otra voz brota // fruta jugosa.
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Ya no es el olor a hogar ni el que espera paciente hasta que sea luna llena. Hacemos las paces. Una nana seca mece la casa que ya no pisará. Es que pasó la edad de la piedad silbando penumbra, desmalezando este invierno. Cada uno se ocupará de sus propias muertes, de tejer el duelo y de abrir las ventanas que creen que lloramos. Mientras se rompe la vajilla del ajuar que nunca tuve, me refugio en quien crea su viento en tilos: el dispuesto a sembrar mariposas en mi patio.
Ahora todo deslumbra. Ahora demasiada luz, ¿cómo habrá hecho el gran señor para crearla en sólo un día?
María Laura Coppié- Buenos Aires- Argentina
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GLADIS MERELES PEREIRA TÚ ERES MI DULCE REFUGIO
Imagen Eva Armisén
Mis labios reclaman tus besos, mis labios te pertenecen, complácelas con un beso de amor eterno, con un beso suave y tierno. Me invaden los más bellos recuerdos, cuando no estás conmigo, no te quiero olvidar ni un segundo, ya que llevo en mi piel el calor de tu piel y en mi alma toda la pasión que me regalabas en intensas noches de amor, palabras cariñosas retumban en mi mente de aquellos momentos contigo. Te extraño. No te imaginas cuanto deseo estar contigo! En mi refugio preferido, entre tus brazos cerquita de tu corazón, basándonos entre lágrimas y risas, donde se quiebra el silencio de este sufrido sentir y se transforma en dulces melodías de amor. Observo a la brillante y silenciosa luna que me acompaña en esta terrible noche de soledad. Sufro tanto, porque tú no estás conmigo y sólo puedo dejar escrito en papeles y no en tu piel, todo el amor que yo siento por ti y este deseo enorme de refugiarme entre tus brazos me está matando poco a poco. 88
Aquí estoy amor mío y en cada silencio, en cada suspiro voy nombrándote con ansias loca de verte, de amarte una y otra vez, ya no puedo estar sin ti. Tú, tú eres mi dulce refugio, mi eterno amor.
Gladis Mereles Pereira. La Eterna Soñadora. Paraguay.
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ESNEYDER ÁLVAREZ QUIERO REFUGIARME
Imagen Eva Armisén
Quiero refugiarme, Donde no sientan los gritos de la tristeza, Donde aislarme del frio de la soledad, Donde la lluvia de las mentiras nunca me roce, Donde en las paredes no pueda encontrar los retratos de la violencia. Quiero refugiarme Junto a ti, Para el calor de tu compañía, Para sentir la lluvia de tus besos, Donde las paredes se llenen de retratos de nuestro amor. Esneyder Álvarez -Medellín - Colombia
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AMELIA ARELLANO REFUGIO
Imagen Eva Armisén
Traigo una piedra temblándome en los siglos. Un talismán. Espacio de los santuarios de todos los azules. De todos los arroyos. De todos los jirones de mi cuerpo. Él llegó porque sí. Como llega la lluvia. Nos encontramos en un rincón de la palabra nueva. Venía de trenes de cemento .De vagones de moho. Yo, iba buscando de nuevo, las acacias. Una metamorfosis de Eva y de manzana. Abrió la puerta. Y en esa puerta, desnuda, lo saludo. Desnudez más casta que una niña en el páramo. El llega, ardiendo en lejanías. Con un vino callado. Tan callado. Como un toro .Como una plaza. Como un niño dormido. ...Y recordamos juntos... Antiguas osamentas .Enlutado país, en renuncia de trigo. Inservibles monedas, de indescifrables signos. 91
Viejos profanados en delirio de escarcha. Jóvenes amordazados de purgatorios tristes. Niños muertos sobre maderas vírgenes. ...Y aquí estamos. Fundando otra vez, refugios. Un oasis, una pared de pircas. Una barricada. Con boca amarga, con resaca. Desmenuzando una tristeza en migas.
Amelia Arellano- San Luis- Argentina
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ICELA ELIZALDE ALMA EN VILO...
Imagen Eva Armisén
Aniquilas el tiempo como suave gaviota que desliza su vuelo más allá de la aurora. Con sublime silencio vas marcando tonadas y ése duelo embustero hoy se ríe a carcajadas. Unas manos vacías tan sedientas de todo viven en agonía salpicadas de lodo. Y en busca de un refugio 93
que aliviara el desierto de un alma cual dibujo es invierno obsoleto. Icela Elizalde (MĂŠxico) Derechos Reservados de Autor. Enero 07 2016
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ISABLACK ROSE A MIS HIJOS
Imagen Eva Armisén
Son tus ojos; igual si me miran o si descansan cerrados. Son tus manos, su suave calidez doblegando mi ocasional enfado. Me conquistas con una mirada, tu risa plena me devuelve la energía perdida. Es tu manera de andar; ¿herencia o personalidad?... Es el hecho de saber que mi sangre corre por tus venas. Te observo para sosegarme ante la desdicha del día que termina; para olvidar un poco la crueldad de un mundo absorto, convulsionado en frivolidad y apatía. Eres mi refugio, el hogar que mi alma anhelaba. En donde todo nace, a quien con gusto habré de entregar el resto de mis días. Isablack Rose-Texcoco, México, México.
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DANA LAILA ESCAPE
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Me escondo, de todo aquello que me rodea de lo malo que puede haber allá afuera. En mi pequeño mundo espiritual dónde puedo ser feliz y serena. Pero no siempre me podré refugiar de los días oscuros. Sé que tarde o temprano la maldad acabará no importa lo que pase yo seguiré adelante, refugiándome... en la felicidad. -Dana Laila Edad : 10 años Página Facebook: El Mundo de Dana Laila Ciudad de México.
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AYMARA ARUWIRI EXILIO
Imagen Eva Armisén
Dónde el tiempo es una nube púrpura y las estrellas libres siluetas fugaces. Dónde hay rosas bajo el mar y sirenas volando todos los cielos. Dónde los ángeles no tienen edad y la historia no sabe de erosiones, ni de abismos. Dónde todo existe pero nada permanece. Ese lugar es mi lugar de exilio mi refugio permanente dónde yo escribo el idilio de las letras y los sueños. Dónde soy brisa trémula de volcanes Dónde soy retrato efímero de cataclismos Dónde extrañamente soy...gaviota pasajera.
-Aymara Aruwiri Página Facebook: El corazón en la barbarie Ciudad de México
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M. JOSÉ MENACHO CASTELLANO REFUGIO
Imagen Eva Armisén
No se quiere arropar el horizonte con el manto de la noche todavía. Prefiere lucir su último esplendor con sosiego. El coche avanza por la carretera de la comarca abrazada por ramas de olivos amables y de asfalto gastado, sobre el que los faros halógenos reflejan la prisa por llegar. Se hace tarde y el refugio en la montaña espera oscuro y callado, necesitado del calor que traerá la llegada, la pequeña maleta, una carga de leña para la chimenea y unas sencillas flores. Nunca faltan las flores en la mesa del refugio, no importa la estación del año, son las flores del alma. Todavía se aprecia la línea de las montañas que un día dibujo el dedo de Dios, al principio de los tiempos, 98
con la intención de adornar el horizonte de los hombres en la oscuridad, tratando de poner color en sus vidas recién estrenadas, dejando espacio para lo salvaje que no quisiera vivir al abrigo del fuego. Así el paso por la carretera está más acompañado, los montes suenan desde lejos y llaman a la calma, todo sigue en sus sitio, a pesar de la noche amenazante. Casi llueve. María José Menacho Castellano- Sevilla- España
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MABEL CORONEL CUENCA MUJER SIN ATADURAS
Imagen Eva Armisén
Cual sol en el poniente al atardecer voy buscando mi guarida por la vida que me protejan de la envidia y de la ira y se curen mis heridas en mi ser. Cual loba en celo, a los cuatro vientos gritaré si se trata de proteger a mi manada, aunque caiga herida y me sienta mal amada, no siempre en la vida dolores evitaré. Cual corriente de agua, con fuerza derribaré las paredes de tu roca y un hoyo cavaré, y cual arena blanca ese espacio ocuparé, con pétalos de rosas y poesías llenaré. Cual niño en los brazos maternales tú serás 100
cuando sientas el candor de mis abrazos, y mi esencia de mujer sin ataduras, ésa que será siempre tu refugio, sin plazos. ©Mabel Coronel Cuenca Hernandarias - Paraguay
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JULIÁN GÓMEZ DE MAYA SAGRADO
Imagen Eva Armisén
Trabajos del expulso —su extrañamiento hacia ruinas-refugio que bate el tiempo—: no hay escondite ni apenas fuero interno que al hombre asile. Julián Gómez de Maya. Cehegín, España.
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MAR DE FONDO BRIZNAS
Imagen Eva Armisén
Dialogo con las briznas del tiempo, esas que en el pensamiento se aposentan, converso bajo la lluvia con el futuro mientras sus gotas salpican de planes inciertos. Las nubes dicen que soy mujer callada, un animal tímido cuyo hábitat florece en la duda, pero se equivocan: hablo demasiado, mis voces están ahí, donde no se las oye. Hago de mis refugios un poema, de mis fantasías una canción… Y el día de ayer sonó diferente al de hoy como este vibra distinto al de mañana.
Mar de Fondo (Mar García Treviño). Murcia, España.
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GRACIELA MOSQUERA VOLCÁN
Imagen Eva Armisén
A veces una historia golpea desde el centro surge como volcán entre los dedos cráteres y el alma se convierte en un río de lava Entonces el corazón arma una pálida canción donde la letra es un cemento 104
y cuesta tanto decir una palabra que no sea dolor! Pero de todo -de las entrañas mismas del abismoemerge tu sonrisa -tu estrepitosa fuente de alegríatu calidez de nido y la vida se convierte en una calma en una paz donde tu voz me eleva y el tiempo -esa curiosa nervadura que es el tiempoqueda por fin absuelto para refugiarse libre en tu mirada.
Graciela Mosquera- Ciudad de Buenos Aires- Argentina “VOLCÁN”, DEL POEMARIO “MAREA ROJA” A PUBLICARSE EN 2017.
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SILVIA AÍDA CATALÁN REFUGIO
Imagen Eva Armisén
¿Y adonde fue tu Luz? Preguntó la rosa abriendo su corola. ¿Hacia qué centro fue a posar la noche tus sarmientos plenos de incipientes bríos? Te he buscado sobre los cuernos de los caracoles. En las esquinas de los jardines. En la maraña gris de algún longevo En las huellas de silentes y diminutos pasos perdidos en el ombligo de la Isla. ¿A donde fue tu Luz? ¡DAME UNA SEÑAL! Sobre balcones lunares las estelas guiñan Quizá, en algún unicornio la esbeltez refugió su Gloria y te encumbraste a Su diestra para morar por siempre. Silvia Aída Catalán- Buenos Aires- Argentina
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CARMEN MEMBRILLA OLEA
Imagen Eva Armisén
Mis versos caminan por atajos perdidos, abren puertas que chirrían, atraviesan callejones estrechos, se disfrazan de condena, chocan contra todas las paredes encaladas, sienten el cansancio de mil derrotas ajenas, emergen en superficies lisas, sufren el sabor amargo de un destierro que se espera, luchan contra las máscaras de estatuas y genios vencidos, siguen la estela de salones eternos, sueñan con castillos y vagones de metal, viajan por carreteras que no conducen a ninguna parte, mueven los hilos de esta búsqueda incesante… Y cuando ya están extenuados; se refugian en buhardillas invisibles. Carmen Membrilla Olea- Guadix- Granada- España
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RELATO
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JUAN CARLOS VECCHI NOBODY ES PROFETA EN SU SÓTANO
Imagen: Eva Armisén
“Nada más seguro que los clásicos de amor…”. (Romántico anónimo). Baldomero era muy popular y querido en su pueblo porque todas las noches caminaba las calles de piedra recitando poemas clásicos de amor con un embudo de verde plástico barato comprado en reciente liquidación. Una noche de capa baja y faroles rotos decidió compartir con sus buenos vecinos un poema de autoría propia titulado “Los canelones de espinaca, huevo duro, salsa blanca y cebollines cortados con golpes karatecas de mi abuela paterna son poesía pura”; desde una azotea con vista al cementerio dos manos anónimas le arrojaron una batería de tractor que le partió la cabeza. Pero no murió Baldomero. Desde entonces, respira una nefasta humedad encerrado en el sótano de su casa, dedicado full time a la trágica lectura de la tabla de logaritmos, la guía telefónica local y zonal y la enciclopedia “Las hormigas pican, pero no les digan nada que son muchas”, del zoólogo uruguayo Francisco Humberto Washandwear” (edición 1957, de 25.521 páginas) , decidido a flagelar mente, alma y espíritu santo. Aguante, mi compadre Baldomero.
© Juan Carlos Vecchi. (OlavarrÍa, provincia de Buenos Aires, Argentina.)
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REMEDIOS PERNAS CONFORTABLE REFUGIO
Imagen Eva Armisén
-¿Qué es eso? -Nos están mirando -Escucha esa voz- Dice que somos dos-Como ¿recién se enteran? -Parece que si -Y ese muchacho que se espanta ¿Quién es? -Es nuestro padre. -Entonces ¿no está contento? -¡Si ¡ pero no sabía que éramos dos -Sientes esa mano cariñosa que acaricia nuestro refugio -¡Si¡ -¿Quién es? -¡Es mamá! -A mi me gustan mucho sus caricias, a veces estoy dormido y me despierta y ¿a ti? -Por supuesto, conmigo se pondrán muy contentos 110
- ¿Por qué contigo? -Pero ¿no entiendes? ya tienen una nena como tú, ellos querían un varón -Yo escuché a mama decir ¡Que sea lo que Dios quiera¡ -Bueno esta inspección terminó, por tres meses, estaremos tranquilos. -Tú no comas tanto, no dejas nada para mí, ¿no ves que chiquita soy? - Déjame dormir tranquilo -Cuando salgamos de este refugio ¿seguirás dando órdenes? -Está bien descansa, yo haré lo mismo TRES MESES DESPUES -¡Ufa¡ otra vez nos están mirando- Quieren saber cómo estamos, ¡escóndete! -Pero dale con esconderme, ¡NO¡ llego la hora que sepan que soy una nena -Bueno, como quieras, veremos si se ponen tristes-Veremos -Escucha, ves como están contentos, mamá y papá, dijeron ¡ES UNA PAREJITA¡ -Ahora nos queda esperar tres meses más, para dejar este refugio -Pero por favor, no comas tanto -Yo como y duermo lo que quiero, córrete, déjame lugar -No me patees más, ¡no ves que flaquita estoy! -Yo no tengo la culpa, espero que cuando dejemos este CONFORTABLE REFUGIO, me dejes en paz, ¡NO TE SOPORTO MAS!
Remedios Pernas- Buenos Aires- Argentina
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MARGARITA POLO VIAMONTES EL REFUGIO DE TU ABRAZO
Imagen Eva Armisén
¡Llueve a cántaros! Rueda violenta el agua como manantial desde el cielo. Veo caer la lluvia sobre el cristal de mi ventana y pienso en ti. ¡Qué soledad, cuando no tengo el refugio de tu abrazo! Entre las acuosas imágenes, danzan los recuerdos. Tú allí de pie, fue solo un instante, observaste el entorno y no me divisaste en la muchedumbre. ¿Cómo, si no me conocías? Alguien vino en tu auxilio y me señaló con su índice, abriendo paso entre tantas personas, al fin tu vista se clavó en mí solo un instante, el preciso para definir el futuro irreal que es el presente. ¿Qué día, a qué hora sucedió? No existe constancia del momento exacto, de aquel nuestro primer encuentro. Luego, por cumplir, se convirtió en rutinario mi ir y venir a tu lado. Cuando el destino manda, poco se puede hacer para cambiarlo. Ni tú, ni yo programamos la encerrona que estaba al 112
final de nuestros caminos. Un día, como por arte de magia comenzamos la conversación trivial. ¿Llovía o hacia intenso sol en las calles aledañas? Ni tú, ni yo nos percatamos de ese detalle sin importancia. Sentí fuego en el pecho, el ritmo de mi respiración se aceleró. Sólo necesitaba pensar que nos encontraríamos nuevamente. Entonces ocurrió lo inevitable. Llegaste y con hondo pesar me abrazaste. No era necesario el pretexto que traías contigo. Yo esperaba tu abrazo y tú el mío. No podías desprenderte de mí, ni yo de ti. Era un absurdo total, inexplicable. Tus brazos se convirtieron desde entonces en el refugio más cálido del mundo. ¡Cuánto diera ahora por un abrazo tuyo! Esos que me cubren ante el temor de lo incierto, y me ofrecen la certeza de que el futuro siempre será nuestro. Margarita Polo Viamontes- Cubana que vive en Miami
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ROXANA ROSADO REFUGIADOS
Imagen Eva Armisén
Cuando llegamos aquí únicamente trajimos un par de maletas con las pertenencias más importantes. No sé cómo podíamos escoger lo más importante en tan poco tiempo cuando todo tenía un valor y nuestra vida estaba en riesgo. Quise traer mis libros y un par de muñecas, algo de ropa y otras cosas, pero la maleta pesaba demasiado y tuve que escoger. Esa fué la primera vez que tuve que decidir, cargar solo con lo que realmente valía para mí y dejar atrás una vida, que aunque era muy niña, era mi historia.
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Mi madre me abrazó y con lágrimas en los ojos me dijo -solo lo más indispensable mi niña-. Entonces, también con mis ojos llorosos vacié la maleta y de todo eso metí una muda de ropa, el cepillo de dientes y de cabello, mi libro de lecturas y de matemáticas, un cuaderno y un lápiz y dos cosas más escondidas entre la ropa -el libro de cuentos que me regaló mi abuelo cuando cumplí diez años y la cajita de música que era de mi abuela-.
Las bombas empezaron a caer y tuvimos que salir de la casa antes de lo previsto. Mientras caminábamos veía como nuestros vecinos salían corriendo de sus casas para unirse a la caravana. Voltee y a lo lejos distinguí el que había sido nuestro hogar. Pronto sería escombros. ….. Han pasado varios meses (ya no sé cuántos) desde que llegamos y muchas cosas han sucedido. Me visto con ropa que llega por donaciones. También la comida y las medicinas llegan del exterior. La ropa no me queda bien, o es muy chica o muy grande, pero no me quejo. Al menos puedo taparme. Esta vez conseguí unas sandalias. Tenía tiempo caminando descalza. Lo malo del campamento es cuando llueve, todo se vuelve un lodazal. Y cuando hace frío tengo que frotarme los pies con las manos todo el tiempo para que no se me congelen los dedos. Una vecina perdió sus dedos por el frío.
Los libros que traje los he leído muchas veces. Ya sé de memoria cada punto y coma. Pero no me importa leerlos otra vez. A veces empiezo con el final para que no me sea tan monótono.
Cuando todos duermen, me alejo un poco de nuestra carpa y llego hasta donde está la malla que nos separa del mundo y ahí en soledad recuerdo mi casa, mi jardín y a mi perro. ¡Me duele tanto! No pude traerlo. Cuando
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cayeron las bombas se asustó y salió corriendo. Espero que esté bien. Aún lo extraño. ….. Hoy solo comí un pedazo de pan. ….. Hubo una epidemia. No supe bien qué fue pero algo estaba descompuesto o el agua estaba contaminada. Varios niños y personas mayores fallecieron. Yo me enfermé pero sobreviví. Ahora la ropa me queda muy grande. Mi madre dice que soy tan fuerte como lo era mi abuela y eso me agrada. ….. Hoy llegó otra caravana de refugiados. Reconocí varias caras. Sorpresivamente entre toda esa gente llegó mi perro. Pobrecito, venía cansado y hambriento. Pero cuando me vió corrió para saludarme y también lo abracé. Creo que vino siguiendo nuestro rastro. ¡Me sentí tan feliz de verlo! Le amarré un lazo en el cuello y lo até a mi mano. Ya nunca se escapará de nuevo. Mi madre me dijo que no hay suficiente comida para alimentarlo pero no me importa compartirle la mía. ….. Unas personas que trajeron ropa y medicinas instalaron una carpa más grande y ahí improvisaron una escuela. A partir de hoy los niños y jóvenes iremos a estudiar. Nos sentamos en el suelo polvoso, tenemos pocos libros y los cuadernos y lápices debemos cuidarlos porque apenas alcanzaron, no hay de sobra. Estoy feliz de estudiar otra vez. (Mi perro también me acompaña a la clase). ….. De acuerdo a lo que dijeron los voluntarios hemos estado aquí tres años. Tres largos años. Y no he perdido aún la capacidad de reír. ….. 116
A veces me desespero mucho porque hay gente que no comprende nuestra situación. Hoy nos han pedido que no nos alejemos de nuestras carpas porque afuera hay personas que no nos quieren. ¿Qué culpa tengo de que mi país esté en guerra? Nos miran como si fuésemos leprosos. Nos avientan basura y animales muertos. No entienden que no estamos aquí por decisión propia, sino por necesidad. Benditos ellos que sí tienen casa y comida. Si llegaran a perderla tendrían que estar aquí en lugar de nosotros y yo no les aventaría basura. Les compartiría lo que tengo. ….. He estado aquí en total cinco años. Las noticias que nos llegan no son alentadoras. Siguen entrando refugiados al campamento. Les tenemos que dar alojamiento mientras se acondicionan otras carpas para ellos. Ya somos muchos. Faltan alimentos y ropa, calzado y medicinas. Mis sandalias ya están rotas y tengo que amarrármelas con trapos. Eso es mejor a estar descalza con el calor del dia y el frío de la noche. Espero que esta vez nadie se enferme. El hospital que tenemos está siempre lleno. …... Conocí a un muchacho entre los que recién llegaron. Es muy agradable. Es maestro y también sabe tocar el piano. Lástima que no tengamos uno. Mi madre no aprueba que me visite porque no es de nuestra ciudad pero le digo que esa ciudad ya no existe por mucho que la amemos. Sólo quedan ruinas. El campamento es ahora nuestra ciudad. …... Cuando voy a caminar él me acompaña. Me cuenta historias de cuando trabajaba en la escuela y me hace reír mucho. También me cuenta cosas tristes. A veces llora cuando recuerda el jardín de su abuela y el olor a jazmines (su abuela falleció en uno de los bombardeos). Cuando me habla de eso me quedo en silencio. Después él también se calla. Compartimos el mismo dolor. Me ha preguntado cómo es la vida aquí. ¿Vida? Sobrevivimos solamente. Comemos una vez al día. Hay poca agua y, al igual que los alimentos, es racionada para que alcance. ¿Las peores épocas? El verano con su calor 117
extremo, las lluvias y sus noches frías, y el invierno con ese viento helado que congela todo alrededor. ….. La lluvia nos inundó. Afortunadamente nuestra carpa se salvó pero otras no tuvieron tanta suerte. Ahora dormiremos más apretados porque ayudamos a una familia que se quedó sin lugar para dormir. Dicen los voluntarios que nos ayudarán con carpas nuevas y costales de arena para evitar que el agua nos inunde nuevamente. ….. Hoy el maestro le pidió mi mano a mi madre. ….. Jamás pensé que me casaría en un campo de refugiados. Ni siquiera sabía que existían hasta que llegamos. Hoy formalmente ya estoy casada pero no tenemos carpa propia así que tendremos que dormir en la de mi madre. Mi esposo es muy atento y nos ayuda en todo. Creo que tendré una buena vida con él. ….. Mi madre está feliz. Recibimos noticias de su hermana que vive en el extranjero. Está haciendo gestiones para sacarnos de aquí, pero no será fácil. Según supe lleva años tratando de llevarnos con ella. Espero que pronto estemos en otro lugar. No quisiera vivir aquí por siempre. ….. ¿Hasta cuándo terminará todo ésto? Las bombas...en verdad tengo los nervios hechos polvo. Todos nos abrazamos cuando escuchamos ese ruido tan horrible. La tierra cruje y parece partirse en dos. Las carpas se mueven agitadamente y una nube de polvo nos cubre. Tenemos que cerrar los ojos para evitar que se nos infecten. ¡Cuánta gente ha perdido la vida en ésta guerra inútil! ….. 118
Sigo sin entender por qué siguen peleando. Ya quiero que termine. ….. Ahora estoy trabajando en la escuela dando clases. Me hace feliz dar un poco de alegría a los niños, distrayéndolos unas horas y sacándolos de este mundo que nos encierra bajo metrallas y polvo. ….. Tengo varios días con náuseas. Iré a ver al médico. ….. Estoy embarazada. Cuando me lo confirmó la doctora lloré. No supe si lloraba de alegría o de tristeza. No quiero que mi hijo nazca aquí. Debo encontrar una forma de salir de este lugar. Aquí no nos espera nada, no tenemos nada. Hay pocos bebés que sobreviven. Debemos irnos. ….. Mi esposo estuvo hablando mucho tiempo con unos voluntarios. ¿Será para conseguir sacarnos? ….. Mi bebé se mueve. Sé que está bien. Trato de alimentarme y descansar un poco durante el día. Mi esposo se ve triste y preocupado. Sé que también quiere irse. ….. Tenemos un permiso para salir del campamento y viajar a la frontera. Parece que mi tía logró rescatarnos. Pero no podemos viajar todos. El pase es sólo para dos personas. Mi esposo decidió que saliéramos mi madre y yo. -Soy más fuerte que ustedes, puedo quedarme y viajar después-. Sentí que mi corazón se partía en mil pedazos. No quería dejarlo pero él insistió. Solté el lazo de mi muñeca y lo amarré en la suya. -Te dejo a mi perro. Él te acompañará en las noches. Cuando tengamos tu pase por favor tráelo contigo. No lo dejes aquí-. 119
-Así será querida mía-. ….. Mi hijo ya tiene tres años. Vivimos en casa de mi tía y hemos conseguido un permiso permanente de residencia por cuestiones políticas. Tal vez en un par de años nos den la nacionalidad. Seguimos pidiendo la salida de mi esposo. Espero que pronto pueda estar con nosotros y conocer a su hijo. Conseguí entrar a la escuela y ya puedo dar clases de manera formal. Ya soy maestra. No me gusta leer los periódicos ni escuchar las noticias, pero sé que mi amada tierra sigue sufriendo los estragos del egoísmo y la codicia. En las noches, cuando todos duermen, salgo al jardin y me pregunto hasta cuándo seguiremos padeciendo los horrores de la guerra. Y pienso lo mismo que cuando tenía diez años y llegué al campo de refugiados. Espero que pronto termine.
Roxana Rosado- Cd. de México- México
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JOSÉ JAVIER TERÁN DIEZ REFUGIO DE ALTA MONTAÑA
Imagen Eva Armisén
Siempre quisimos emprender aventuras, nuestros años de juventud nos lo estaban demandando a cada paso y nuestro espíritu inquieto de por sí aportaba también su granito de arena en pos de la misma causa. Así que, aprovechando que uno de los amigos tenía una casa familiar en plena montaña palentina, decidimos pasar en ella los días de aquella Semana Santa; nada mejor que huir del mundanal ruido y encontrar paz y sosiego para esos días propios para la reflexión y el descanso. Todo ello, antes de que se extendiese en nuestro país el boom de las casas rurales, antes incluso de que ni siquiera se hubiese descubierto, creo más bien. Aunque en nuestro caso, el descanso brillase por su ausencia, porque nuestra idea de principio era salir cada día a la montaña en pos de aventuras de cualquier tipo que se nos presentasen: esquivar, que no luchar, ante la presencia de algún oso que tuviera a bien cruzarse en nuestro camino, adentrarnos en algunas de las cuevas del lugar, ver con nuestros propios ojos la bocamina de alguna explotación de carbón de aquel sitio, emocionarnos al descubrir el nacimiento del río que recorría la provincia de norte a sur y que tenía allí mismo su nacimiento…, y en general, deleitarnos con el paisaje. Pero cualquiera de estas aventuras quedaría mermada en intensidad, ante la que decidimos emprender el último de los días de nuestra estancia en el lugar. Consistía en llegarnos andando hasta otro pueblo de aquel norte provincial, que según nuestros cálculos debía encontrarse tras aquellas montañas que teníamos al frente; pero hacerlo a través de las mismas, 121
escalando riscos y promontorios, descendiendo a valles y depresiones; y no sabiendo en realidad con lo que íbamos a poder encontrarnos en las pequeñas y medianas cumbres que teníamos de frente, antes de llegar al lugar pretendido. Y contando sólo con un pequeño mapa orográfico y ciertas dosis intuitivas de uno de los amigos. Que siempre sostuvo que la distancia más corta entre dos puntos era invariablemente la línea recta. Claro, no sé si contaba con que en nuestro caso la línea recta surcaba necesariamente valles y montañas. Como profanos en la materia, no calculamos el tiempo que necesitábamos en tamaña aventura y cuando estábamos en lo más alto de una de las montañas, comenzamos a notar que las horas de luz iban mermando y que muy pronto llegaría la noche. Y nosotros perdidos en medio de la montaña, sin ningún tipo de comunicación, ni artilugio susceptible de poder detectar nuestra presencia en aquel paisaje (el teléfono móvil ni siquiera se había inventado todavía). En esos pensamientos andábamos, cuando alguien del grupo pareció divisar al fondo de una especie de valle, un pequeño chozo o refugio de montaña. Hecho el descubrimiento y comunicada a todos la buena nueva, lo celebramos con profusión y en cada uno de los rostros se nos colocó de pronto un gesto de alegría y corrimos montaña abajo a su encuentro. Y, en efecto, allí estaba el refugio, presto para poder ocuparse y ofreciéndonos a nosotros la mayor de sus prestaciones: ser nuestro cobijo para pasar la cruda noche dentro de él. Con total presteza y antes de que la noche cayese definitivamente sobre aquellos parajes, recogimos toda la leña que nos fue posible en los alrededores para poder encender un fuego en su interior y poder calentar nuestros fríos y ateridos cuerpos. Y como la noche era fría en exceso –en los alrededores incluso se advertía la presencia de nieve helada-, y aunque el fuego continuamos avivándolo incluso durante muchas horas de la noche, el frío penetraba no obstante en el interior del refugio por todos los costados y apenas si nos dejaba conciliar el sueño algunas horas. Si larga y fría fue la noche, el amanecer fue espectacular en aquel valle rodeado de montañas; y hasta el sol quiso acompañarnos bien temprano para caldear un poco el ambiente, ya de por sí frío. Con las luces del día y con el sol como compañero de viaje, parecía como si todo nos resultase mucho más fácil; y la intuición misma nos hizo llegar hasta lo alto de otra de las montañas desde donde se observaba ya con meridiana claridad el pueblo que íbamos buscando. La alegría se nos plantó de nuevo en el rostro, y con ella colocada ya permanentemente en todos nosotros, llegamos al cabo de poco tiempo a un camino que nos 122
condujo hasta las primeras casas del pueblo. Aquello era ya coser y cantar para nosotros, las calles llanas y bien asfaltadas y las chimeneas de las casas arrojando su humo al exterior, como signos de civilización. Aunque todavía tendríamos que andar unos cuantos kilómetros más hasta el siguiente pueblo para poder tomar el tren que nos llevase a la capital, aquello era ya en llano y en plena civilización. De vez en cuando, mirábamos a lo alto de la montaña y hasta nos parecía imposible que hubiésemos estado allí arriba y que en medio de ella hubiésemos pasado la noche, en aquel refugio tan proverbial que la suerte misma nos puso en el camino. No quisimos pensar en qué hubiera pasado si no lo llegamos a encontrar…., al menos en aquellos momentos. Antes, al contrario, ya teníamos una pequeña aventura que contar en el futuro a nuestros hijos. ©J. Javier Terán-Palencia (España).
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MARÍA ANGUSTIAS CARRASCOSA REFUGIO O PRISIÓN
Imagen Eva Armisén
Jamal se tapa en silencio con la lona de plástico, para no ser visto por los guardias que patrullan el puerto. Lleva colgada al pecho una pequeña mochila que ha sido su compañera permanente durante tres largos años. En sus bolsillos lleva unos pocos francos, casi convertidos en servilletas redobladas de papel, para poder comprar algo de comer cuando llegue en tres días a Francia. Dentro de las botas lleva un carnet de conducir y unas hojas de libreta con seis direcciones de París. Mira con cautela la diminuta luz de su móvil, que le guiña cuando le entra un mensaje de whatsaap o un hanguts. Pero no se mueve un ápice de su escondrijo, porque esta noche puede por fin lograr subirse a una barca hinchable gigante y escapar de su pueblo. Lleva nueve meses preparando su marcha y quiere lograr llegar a París y tener trabajo, dinero y renombre, como su primo Faed. Durante largos meses ha estado trabajando como estibador en el puerto, trabajando de día y de noche, para pagarse el pasaje de 800 euros. Siempre que se quedaba dormido delante el plato con el arroz recocido, se sonreía así mismo pensando en que lograría juntar el dinero necesario para poder marcharse de su mísero pueblo y triunfar en Europa. Pero esta noche no sonríe porque le invade el miedo al mar, y, aunque no se ve mucho oleaje desde el espigón mayor del puerto, los
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viejos dicen que la mar estará picada al volcar los islotes, que las lunas lo predicen y nunca se equivocan. Jamal aprieta las manos una contra la otra, intentando darse la fuerza necesaria para resistir bajo la oscuridad de la lona en la que se oculta, pero no logra calentarlas. Lleva oculto desde las siete de la tarde, esperando que anochezca y que las sobras lo oculten todo bajo su manto. Esta noche se le está haciendo eterna la larga y angustiosa espera. De pronto su móvil le guiña con el ojo verde y le avisa de que acaba de entrarle un mensaje nuevo. Con cautela lo abre y lo lee despacio: -“muelle 9, barca neumática Troller, no hay demoras, 5,30 a.m.” Jamal traga saliva varias veces y se frota los ojos, releyendo de nuevo el escueto mensaje. Unos metros más allá se escucha otro guiño de móvil y Jamal se acurruca junto a su pequeña mochila de estibador, abrazándola con nerviosismo. Y se pregunta quién estará escondido tan cerca de él, si será de su mismo pueblo o habrá viajado hasta aquí para embarcar y marcharse sin demora. Cuando vuelve a escucharse otro guiño de su compañero desconocido, Jamal no puede evitar levantar una esquina de su lona de plástico para intentar descubrir quien se oculta tras los containers del muelle. Ve unas piernas cubiertas por unos vaqueros marrones que corren en la dirección donde permanece oculto Jamal y se le corta de pronto la respiración. Si le descubren, le entregarán a la policía marítima y entonces lo habrá perdido todo en segundos. En unos minutos ha dejado de estar solo bajo la lona de plástico porque ahora tiene compañía. Envuelto en estos pensamientos, Jamal se detiene en un punto luminoso de su nuevo compañero y un destello le ayuda a entrever el rostro de su misterioso vecino de escondite. Tiene no más de quince años, lleva el pelo muy rizado y largo, y su mirada ha cruzado a estas alturas más caminos que nadie. Jamal se arma de valor y le pregunta con gestos de sus manos si estaría dispuesto a hacer la travesía junto a él, respondiéndole con la cabeza afirmativamente su interlocutor.
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Un nuevo guiño de móvil hace ponerse aún más serio a su compañero de trayecto cambiando la ubicación de todos los integrantes, por lo que se percibe un ambiente rudo y hostil para pequeñeces similares. Al faltar 40 minutos para dirigirse al punto comunicado e iniciar la travesía por el mar, hora fijada las 5,30 horas de la noche, Jamal está muy nervioso. Tiene mucha sed y nota el pulso de su corazón en lo alto de las sienes. El corazón le late a toda prisa y se acelera su respiración. Es la hora. Va a subirse a la gran barca neumática por fin. Se ha terminado su larga espera y va a dejar su triste pueblo hoy. Ya no hay marcha atrás. Se ha decidido todo. Ya se vislumbra la luz del faro del puerto, compitiendo con el amanecer. Jamal va a dejar atrás sus raíces y sus sacrificios. Ahora solo piensa en alcanzar Europa y ser libre. Dejará de refugiarse en su familia y sus amigos. Estará a kilómetros de sus amistades y de sus familiares. Pero se repite una y otra vez que lo conseguirá. Ya está amaneciendo y Jamal ha dejado de tener frío.
Mª Angustias Carrascosa.Guadix- Granada- España
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