Gealittera 31

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GEALITTERA REVISTA DIGITAL Tierra de letras, tierra de otros; aquellos que se dan cita para escribir. Coeditada por Cecilia Ortiz (Argentina) y Carmen Membrilla Olea (España). Bajo la infinita ilusión de unir voces literarias pertenecientes a países y continentes distintos. revistagealittera2014@gmail.com IBSN: 14-08-2014-55

Todas las imágenes utilizadas en este número están sacadas de Google y Pinterest.

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INDICE

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EDITORIAL Carmen Membrilla Olea Cecilia Ortiz POESÍA Emilia Marcano Quijada Carlos Norberto Carbone Carlos Enrique Cartolano Fernando Sarría Mary Acosta Norma Starke Ana Maritza Aguirre de Schwarzl Graciela Mosquera Carmen Membrilla Olea María P. Comorera Isabel Pérez Aranda Cecilia Ortiz Edilberto Cárdenas Anamaría Mayol Patricia Corpas Gutiérrez Isabel Rezmo Irene Vinci Mar Blanco Carlos Torrijos Ethel Saavedra García Roxana Rosado Rolando Revagliatti Lazara Nancy Díaz Paco Déniz Bruno Alicia de León Epp María Cristina Sorrentino Elvira Duarte Mariel Monente Milagro Haack Tomás Sánchez Rubio Lucas Damián Cortiana Marianela Puebla Isabel Pisani Victoriana Díaz Lominchar María Laura Coppié

Rosa Lía Cuello Zaida Giles de Quirós María José Menacho Castellano

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Tu boca Precipicio besos de fotografía Preludio a un beso Sin atajos Apasionados besos

El recuerdo de tus besos

Besos Algo de bello Besos que no pedí Éxtasis Poema- beso Súplica Mi boca Suavium Muchos besos Besos Mundo de besos El sabor de los besos Santiago ríe Descubrimiento Escapemos (inicio) Adolescencia Para un miserable, nada como besar a un poeta Aquel beso Besos Tus besos Emocionalmente involucrados o como untar correctamente una tostada Beso Horizontalidad Besos atrasados 4

11 12 13 14 16 17 18 19 20 21 23 25 26 27 28 29 31 33 35 36 37 39 40 41 43 44 45 46 47 49 50 52 54 56

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Carmen Cecilia Morales Cynthia Rascovsky Graciela Diana Pucci Amelia Arellano Isabel San José Mellado Marita Ragozza Edgardo Néstor Brites Ivana Szac Gloria Gayoso Elizabeth Santiago Eva García Madueño Mónica Analía Ortíz Sandra Gudiño Adri Delfini María Teresa Fandiño Nydia Ovalle Marcela Barrientos Mar de Fondo Ana Lucía Montoya Rendón Jorge e Rueda Consuelo Jiménez Sara Brussa Alibut Sarabia Estela Molinas Báez Jorge Serra Ana Aguirre Mirian Pastorcich Gladis Mereles Pereira Belkys Sorbellini Dana Laila Aymara Aruwiri María Marta Liébana Esneyder Álvarez Lorena Brito Issa Martínez Llongueras Icela Elizalde Araceli García Martín Isablack Rose Mabel Coronel Cuenca Inma Ferrero

Pétalos de cerezos Tu boca Itinerario Tu boca No fue un beso de apuesta Antigua magia Siglos extrañándote Entretejiendo tu nombre Cosas del querer El poder de un beso Besos de fuego Caldera Besos de sal Sin pudor Un corazón desvalido Mis besos soñados Icariana Sinfónicos Mis besos Utopía Triverso de los besos Bésame Dame un beso que… Escozor inquieto Bésame… Entre tus besos El beso que me cautivó Trémula Labios Sólo eso… Pena Se busca un beso Tu beso El beso Amo tus besos… Soñando un beso Beso muerto Hambre de besos

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RELATO Margarita Polo Viamontes Maite Glaría José Javier Terán Diez Alicia Corrado Mélin

Besos robados El oscuro espacio de tu nombre Besos ausentes Claroscuro 5

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Rodolfo Torres Adriana Gualtieri

El beso mรกs ardiente de mi vida Quiteira, la vendedora de besos

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EDITORIAL

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Queridos amigos: En nuestro Nº 31 planteamos como tema “BESOS”. Besar es presionar los labios sobre la piel de otra persona como una expresión social de afecto, de saludo, de respeto o de amor. Al besar liberamos adrenalina en un torrente sanguíneo que aumenta el ritmo del corazón y el bombeo de la sangre. Besar nivela los niveles de estrés y siempre nos da una sensación de bienestar. Desde el principio de los tiempos el arte y la literatura se han adueñado de los besos para trabajarlos desde el punto de vista pictórico, escultórico o literario. Bien, pues este es nuestro reto para el mes de marzo: escribir besos, describirlos, narrarlos, mezclarlos con nuestros versos… Gracias gealiteranos por escribir Besos. Si lo pensamos un poco, el tema, muy atrayente, es un gran desafío para poner en imágenes hechas con palabras. Y lo han hecho. En esta edición 31 de nuestra Gealittera, están para permanecer siempre, todos los Besos. !!Felicitaciones a todos!! Y nos despedimos con estas frases muy elocuentes. 8


“El beso es un dulce movimiento que la naturaleza ha inventado para cerrar las conversaciones cuando las palabras se vuelven inútiles”. INGRID BERGMAN “En un beso, sabrás todo lo que he callado”. PABLO NERUDA Somos Gealittera

Carmen Membrilla Olea Cecilia Ortiz

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POESÍA

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EMILIA MARCANO QUIJADA TU BOCA

Si yo fuera otro yo, me besaría con el más puro y vil resentimiento, me besaré con odio, con desprecio, con sorna falsedad e hipocresía. Porque mi boca busca así la tuya, la que se fue, llevándoselo todo, y en una vieja foto me contempla, tejiendo la ilusión que me recuerda, que irremediablemente estamos solos. Me beso con los labios siempre abiertos, el alma es un caudal de rabia loca, un grito de dolor por tu recuerdo, un sorbo que he tomado de tus besos, al suicidarme yo y mi necia boca.

Emilia Marcano Quijada- Isla de Margarita- Venezuela

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CARLOS NORBERTO CARBONE PRECIPICIO

“Entre tu verdad más honda y yo me pones siempre tus besos” PEDRO SALINAS. Entre brumas arranco un beso trágico muero lentamente de muerte natural Corro asustado pero No logro poner distancia sigo exactamente a tres pasos de tu boca Carlos Norberto Carbone del libro EN LA HUELLA DEL HOMBRE 12


CARLOS ENRIQUE CARTOLANO besos de fotografía

cómo no postrarse pregunta eco* ante el altar de la certeza/ y agrega mi escasa autoridad acaso bajo regencias del equilibrio universal resta otra verdad/ subalterna quizás oculta todavía yo consulto por leyes a la física: no podré adherir trabajoso los fragmentos de mayores gozos en mi vida/ alzar en el constructo una evidencia con nombre y domicilio porque tantas veces fracasó el sueño/ y tanto soñé los imposibles/ lo falaz obra realidades miente el poder mienten los miedos trampea la codicia fusilan al amor en basurales hay besos de fotografía y espejos traficantes *En “El Péndulo de Foucault”© Carlos Enrique Cartolano. Setenta jardines, 2016. Mar del Plata- Argentina

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FERNANDO SARRÍA

Hay besos de sangre, besos de raíces, besos de la tierra, besos del hola, besos del adiós, dulces, amargos, ácidos, besos húmedos, apasionados, besos ciegos, besos negros, besos de labios, besos de lengua, de tornillo, de saliva, besos de piel, de los recodos, de manos y de boca… hay besos cortos, largos, lentos, rápidos y devotos, los hay eslavos, los hay de oriente, los hay cercanos, besos de frentes, besos de mejillas, besos de silencios, besos de gemidos, besos como dagas, besos como pétalos, perfumados, con sabor de fresa, con gusto a tabaco, que destilan ron, los hay consumidos 14


apenas rozados, besos de traición, besos de mentira, besos de osadía, besos sin problemas, los hay caros, regalados, besos primeros y besos últimos, piadosos, tristes, melancólicos, de hasta luego y hasta nunca… Porque para cada cosa de la vida siempre hay un beso.

Fernando Sarría- Zaragoza- España

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MARY ACOSTA PRELUDIO A UN BESO

Primavera sollozando en las esquinas vende felicidad último modelo. Una boca sin rostro corta la medida segmentada de un callado beso desgarrando el ángulo deseado de pétalos obtusos al desnudo. Fue preciso salir a tiempo de las redes invernales, para ver florecer filigranas libres de imposibles en la dimensión intermitente de la hiedra. Corazones de pájaros sin límite estrenan el pálido vuelo de los sueños desde la rampa encantada del destino obstinado duende, que abierto en dos ensaya realidades absolutas en el horizonte siempre inalcanzable. Mary Acosta- Buenos Aires – Argentina 16


NORMA STARKE Sin atajos

un labio y una letra deviniendo en inquietud la instancia de un brote sin resuello desmenuzado el privilegio del amante labio a labio no se olvida un primer beso en las sombras desde tu boca al dedo mĂĄs pequeĂąo antes la espalda el sabor inquieto del largo recorrido desnudando la palabra la estampida desatada de los cuerpos la pregunta por el verbo insurgente con lentitud tu nuca mi aliento mi nuca tu aliento beso a beso sobre la estera los labios los labios Norma Starke- Buenos Aires- Argentina 17


ANA MARITZA AGUIRRE DE SCHWARZL APASIONADOS BESOS

Tus besos se funden con los míos, se complementan tan precisos, ese roce de labios carnosos, sensuales, se entreabren presurosos al beso, y tu lengua socavando el firmamento erupciona como magia al deseo. Ay tus labios, que apetitosos labios, los repaso con mi lengua, a mordiscos nos besamos, y tú enardecidamente te internas en mi ser.

Ana Maritza Aguirre de Schwarzl. De Perú.Residente en Alemania. Copyright © derechos reservados 18


GRACIELA MOSQUERA

Voy a llegar puntual -en el atardecery voy a caminar tu brazo por la tarde recorreré distancias insondables en la noche de luna y -despuéstu beso me pondrá el vestido de la madrugada dormida

Graciela Mosquera- Ciudad de Buenos Aires- Argentina

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CARMEN MEMBRILLA OLEA

Y aquel beso me hizo pensar que el mar no es incompatible con la lluvia…Y así sentí todo el amor que caía.

Carmen Membrilla Olea. España.

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MARÍA P. COMORERA EL RECUERDO DE TUS BESOS

El recuerdo de tus besos quedan en mí sellados dentro del alma, nadie podrá arrancarlos, ni llevárselos.

Un altar pequeño he creado, y en él tus besos he guardado, sé que jamás volveré a tenerlos, y por eso los acuno como un tesoro secreto. 21


Besos suaves como el roce del ala de la paloma blanca, besos de terciopelo, besos cariñosos del hombre que quiero, todos ellos los llevo tatuados a fuego lento, muy, muy hondo en mi pecho.

Besos al aire yo envío, esperando que la brisa, allá donde tú estés, te los entregue de parte del corazón mío.

María Comorera .Segur de Calafell (Tarragona) España.

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ISABEL PÉREZ ARANDA

¿Besos? ¿Será el golpe que se dan dos cosas cuando se tropiezan una contra otra? ¿O será el simple roce minúsculo, que deshace la muralla y desala el mar? ¿Cuánta pasión cabe en un beso? El beso del primer amor, los besos de juventud que no se olvidan los....... besos dulces de madre, los..... besos que arropan de hermanos, los.... besos de titas que aprietan los..... 23


besos de primas en fiestas los.... besos de amigas y encuentros, besos y mas besos, los que damos y regalamos los que olvidamos, los que ignoramos, y hasta los que no deseamos. ¿Cuánto de todo cabe en un beso?

Isabel Pérez Aranda / Guadix / Benidorm - España

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CECILIA ORTIZ

Está escrito lo prometió la marea el poema me regresa al camino de los besos al sendero de mi nombre a decir tierra/ ancestros/ corazón. Lento aprendizaje/ itinerario (antiguo) desde los primeros labios. Está escrito al norte, siempre al norte donde fragua el barro y surgen palabras alrededor de la boca. Lo prometió la marea -viaja más rápido que mi sangre-

© Cecilia Ortiz- Olivos- Buenos Aires- Argentina. Zona de fuego 25


EDILBERTO CÁRDENAS BESOS

Besos que besé en esa boca de luna, serán los mismos que llevaré en mi eterna locura.

Besos de amor, aroma de ella, los que encendían inmortal ventura, besos de mujer, eterna estrella que tirita en el cielo cual ninguna…

Besos de su boca de diosa carmín que matiza aquel recuerdo que en la prisión de mis labios vivirán eternamente enamorados.

Edilberto Cárdenas- Perú/ U.S.A 26


ANAMARÍA MAYOL ALGO DE BELLO

Hay algo de bello en tu olvido en la melancolía del silencio que nunca dijo adiós algo de bello en este dulce dolor que se apoya en mi pecho como un pájaro a salvo en la tormenta algo de bello en tu olvido que no deja que me desprenda de ti sepulte tu nombre desdiga al corazón algo de bello en esta muerte que me besa los labios con tu boca

Anamaría Mayol- San Martín de los Andes- Argentina

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PATRICIA CORPAS GUTIÉRREZ

Se funden Se rinden Se derriten Se confunden Se superponen Se aúnan Se devoran Se saborean Se circundan Se combinan Se succionan y aspiran Se rodean y revolotean Se envuelven y revuelven tu boca y la mía cuando se besan Patricia Corpas Gutiérrez- Barcelona- España 28


ISABEL REZMO BESOS QUE NO PEDÍ

¿A dónde recorrerán los besos que no pedí?, los rompí en tu piel encaramados en profecías de mi sexo, esgrime gritos en palabras rotas. La vida es lasciva, un tumulto entre las manos, un cualquiera en la mirada de un párrafo prolongado, de un desamor roto en cristales despedazados por mi furia, la que me habla a voces en tormentas de un rayo en lo salvaje, cuando mis ecos se prolongan en pesadillas atadas 29


por la incomprensión de mi mente, es entonces, mi vida, la que asoma en un pedestal mugriento de aromas, los que cacé en un safari de mi inconsciente. En la inmediatez, de tu desnudo, me alojé y la ventana cerró a los deseos... que se cavan en fosas oscuras. El aliento se esfuma en la niebla, de la desesperación. No lo dudes, las quimeras no existen.

Isabel Rezmo- Úbeda- España

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IRENE VINCI ÉXTASIS

No estaré encarcelada en el martirio ni en el llanto, llegará el ruido de un momento en el trueno y en el canto. Saldré a caminar despojos en el campo sin manto… No sentiré el frío ni el trino, caminaré en las nubes y en el río descalza de desilusión y miedos. No habrá oscuridad, luz, sendero, majestuoso atardecer vacío. 31


Habrá ternura sin versos en las caricias y los besos. Volará la noche con mi ángel travieso. Habrá silencio, sonidos, fuego, crepitar de anhelos …y el cielo.

Irene Vinci- Mendoza-Argentina

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MAR BLANCO POEMA-BESO

“Ésa es la verdad de la saliva.” J. Saramago.

Cierra tus ojos Hunde la boca toda en el poema Entra en mi las constelaciones transparentes. Da a la flor que nutre la garganta yerma, el agua el borbotón. Todo lo que en mí se vierte de tu lengua se deshace , muta De la fértil humedad De juntar mi lengua con la tuya Brotan a racimos flores, perlas , corales, 33


espirales de algas y lazulitas Labio a labio regresa - permanece en nosotros, segĂşn la profecĂ­a el legado de las aguas su fondo submarino. Como un rayo en mitad del mar estremecido, brilla la verdad de la saliva.

Mar Blanco Larrosa- Zuera-Zaragoza- EspaĂąa @SafeCreative

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CARLOS TORRIJOS SÚPLICA

Un beso. Tan solo... ... Un beso

Carlos Torrijos- Cuenca- España

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ETHEL SAAVEDRA GARCÍA MI BOCA

Mi boca conocía perfectamente la carnosidad de tus labios. Tu labio inferior que me extasiaba. Ella no olvida los extensos rituales donde las libélulas recorrían todo mi cuerpo y me hacían volar hasta las más altas esferas, esas esferas que nos recibían a cada instante y que perdidos en el tiempo vivíamos el placer de amarnos… el placer de los besos, entre tu boca y la mía.

Ethel Saavedra García Colombia

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ROXANA ROSADO SUAVIUM

Hay besos que matan, que duelen, que muerden haciendo sangrar el labio el vientre y el alma. Besos cautivos que quieren ser libres encadenados a un sueño insomnio transformado nocturno del alba. ¡Besos de azúcar, de miel, de cascabeles 37


de esferas de colores, de luces, de nieve! Oliendo a vainilla, a nata y leche tibia encerrando un pasado, un rebozo, un abrazo. O aquellos besos que se posaban delicadamente como mariposas en aquella dulce frente en ese ser, semilla germinada terminación de un suspiro, gemido agonizante. Besos de vino, de lujuria, de deseo que yacen en el fondo de un bolso raído en espera a que alguien lo abra y descubra que aún viven, que piensan, que existen. Besos que se añoran, se devoran, que vuelven como ese sueño repetitivo acariciando tu boca y ese rostro que se refleja en el vaho que sueltan mis labios queriendo besarse. Y por último, aquél beso que se lleva el aliento cuando la última nota de la noche se ha tocado y la última cuerda del violín ha fenecido un minuto antes de las doce.

Roxana Rosado- CDM- México

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ROLANDO REVAGLIATTI Muchos besos

Muchos besos querida muchos besos o qué se yo muchos besos querida muchos besos Me rindo nupcial afrodisíaco turgente Mucho te besaré querida mucho te besaré.

Rolando Revagliatti- Ciudad de Buenos Aires- Argentina

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LAZARA NANCY DÍAZ BESOS

En mis pestañas hay voces de otros suspiros obesos, ...y un ángel guarda los besos de los relojes veloces. Herido en los altavoces, huraño sobre una hoja, un pantano se deshoja y esta hora se emborracha, ya no soy una muchacha ... y mi mejilla se moja.

Lazara Nancy Díaz García-Cuba/Nueva York- U.S.A 40


PACO DÉNIZ BRUNO MUNDO DE BESOS

Tu vida real supera los sueños, besarte es perder la noción del tiempo. Si robar tu corazón a través de besos, es volverse uno ladrón; en la cárcel con mis huesos, mi vida me gustaría albergar, pues tantos besos tuyos quiero, que en prisión para siempre; tendría que morar. Mirando hacia el cielo encendido; de insigne luna llena, de un suave solsticio de invierno, nos faltaron estrellas en el firmamento, 41


al hacer la similitud de tal cantidad de luceros, con nuestros amorosos besos. La tenue luz del nuevo amanecer, como siempre a nosotros nos sorprendió, besándonos con la misma pasión, de aquel lejano e insólito día, el primer encuentro verificado, de nuestra vigente historia de amor.

Paco Déniz Bruno- Islas Canarias- España (D/R) 2016

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ALICIA DE LEÓN EPP EL SABOR DE LOS BESOS

En esa hora mágica al final del día el silencio deja caer su beso el beso del silencio sabe a poesía. Sobre la oscura piel de algún desvelo la luna va dejando sus besos blancos los besos de la luna saben a cielo. En la faz de la noche, entre fragancias Apacible la brisa sopla su beso el beso de la brisa sabe a distancias. Sobre la sutil rosa adormilada el rocío posa su tenue beso el beso del rocío sabe a alborada. Sobre un azul suspiro, o un rojo grito cae el ardiente beso del algún amante y ese beso de amor, sabe a infinito… Alicia De León Epp Uruguay/Canadá 43


MARÍA CRISTINA SORRENTINO SANTIAGO RÍE

Cabalga el potro loco ombligo al viento jinete aventurero en mi rodilla es trote o galope el movimiento repica un cascabel tras la cosquilla. Insiste: “¡Otra vez!” casi al momento saltando muy inquieto trastabilla yo vuelvo a repetir aquel intento crujiendo las maderas de la silla. De leche es la sonrisa del pequeño que entrega lunas llenas con su abrazo y dulce caramelo con los besos. En upa de la noche llega el sueño el niño ya descansa en su regazo ─la tregua que suplican viejos huesos─.

María Cristina Sorrentino, cdad. de Bs. As. Argentina.Poemas para la hora del té, ed. Mis escritos, Bs. As. (2017).

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ELVIRA DUARTE DESCUBRIMIENTO

“EN UN BESO SABRÁS TODO LO QUE HE CALLADO” PABLO NERUDA

Descubre Un assio interior. Un secreto. Un assionent. Surge de las entrañas Un amoroso y sabio palpito de vida, como luminosa revelación de cercanía. Un irresistible hechizo de luz incandescente, hace vibrar el corazón con su mágica carga de amor. Beso Identificación de almas. Un salto al éxtasis, con apetencia de infinito. La silenciosa manifestación de la assion. Elvira Duarte- Buenos Aires- Argentina 45


MARIEL MONENTE ESCAPEMOS

Escapemos de la muerte entre fascinación y embeleso no nos ha visto aún. En un susurro que no sepa que atamos nuestras palmas y tatuamos en los labios nuestros nombres que nos olvide, finjamos nuestro sueño oliendo a azufre se expone lo vulnerable de la llaga que con tu aliento, suavemente tocas. Un beso de terciopelo negro es la noche. Mariel Monente- Buenos Aires- Argentina 46


MILAGRO HAACK (Inicio)

Ser Sombra que acompaña el brindis por lo subterráneo de la ciudad Ente Nacido entre dos a mano instantes con una sola pasión que cautiva

el nado la noche

-Cabalgando sólo lo náutico Rapsodia Espejo Colector del destino que glorifica 47


escudo aliento

en sublime movimiento

- Honrando el Beso – Escape Por única puerta con siglos de centinela íntima cumbre

del reloj en tu rostro

-Subterráneo Cuerpo y nada cambia

Milagro Haack – Valencia - Venezuela Del libro inédito: Horizonte entre dos puertas

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TOMÁS SÁNCHEZ RUBIO ADOLESCENCIA

Soñaba que me estallaban en la boca tus besos como pólvora mojada. Dicen que los sueños acaban haciéndose realidad. Al fin. Tomás Sánchez Rubio -Sevilla-España 49


LUCAS DAMIÁN CORTIANA PARA SER MISERABLE, NADA COMO BESAR A UN POETA

A la hora del desayuno prefiero comerte a besos. Las tostadas con dulce de membrillo me dan náuseas. Y no entiendo las publicidades de la tele: una nena unta miel en la galletita y por la ventana entra un oso y le rompe el cuello. Antes era todo más sencillo, uno se moría de soledad y no intentaba vender nada con eso. Tal vez lástima. Ya me habían dicho que dios prefiere vernos reír, y que son bienaventurados los que besan como buscando la explicación a las preguntas de siempre de dónde venimos a dónde vamos si lloverá este lunes que no la tengo si me olvidó si me quería si me recuerda Ah, porque la desdicha bien practicada puede ser otro motivo de alegría. Y para ser miserable, nada como ser poeta. Las palabras no son de nadie pero me gusta 50


decir que te regalé algunas, en versos mediocres. Qué gañido, qué mandarina, qué batiburrillo qué celofán, qué cualquiera de las acepciones de esto; pienso que deberíamos detenernos más en las hojas de un diccionario en los ojos de un conejo en los besos de dos viejitos en la plaza y no tanto en la sección de policiales o en el obituario para ver si otra vez me morí de soledad o me desangré en medio de una propaganda de yogures.

Lucas Damián Cortiana - Chivilcoy – Argentina

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MARIANELA PUEBLA AQUEL BESO

Como aquel beso prohibido súbito, intruso se quemó en la tarde en las pupilas de un gato. Ese encuentro de labios deseosos, desnudó los cristales de la ironía. Más tarde, no hubo reproches, el roce dejó su tibia huella y anidó en la misma sangre. Beso tierno, beso insolente, 52


osado, crepuscular, apagó las luces de la sensatez y la pasión soltó el sueño carnal en la selva del espíritu. No hubo nada que decir, ese beso se perpetuó en los labios adueñándose del momento. Aún quema su contacto insaciable. Aún enciende la piel la flama de su llamado que se niega a extinguirse. Ven a mí, ven, que muero de muerte estelar, como estrella enferma esperando que regreses y robes todos mis besos.

Marianela Puebla Chilena

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ISABEL PISANI BESOS

Hubo un beso primero, un soplo divino que agrietó la garganta, que anidó en las entrañas y afloró en almas santas. Luego se encendió en la mirada… y del macho a la hembra y su descendencia se fue encadenando a los labios para dar calor a esta audaz existencia. Hubo besos de Reyes y Papas, de otros Judas, por el vil dinero; de amantes o amigos eternos, de Romeo a Julieta, en balcón lisonjero. Hay besos de lluvia en campos y alcores, 54


de briosas sirenas montando las olas, de vientos marinos ahítos de espuma que dejan su eco en las caracolas. Hay besos ansiosos de boca profunda que hiende su lengua en corazón tierno, besos de llanto en ojos cansados y en manos cegadas por su cruel infierno. ¿Qué besos tú quieres? ¿Los del verano con sol agobiante o de primavera y fiebres olientes? ¿Los de otoño , travieso de brumas, o de inviernos fríos y muertes silentes?

Isabel Pisani (Bs.As. 22-2-17) ) © Todos los derechos reservados

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VICTORIANA DÍAZ LOMINCHAR TUS BESOS

¿Dónde están esos besos? ¿Dónde tus manos veloces? ¿Dónde la dulzura de esos mimos? ¿Dónde el estremecer de tu roce? Con el viento te has marchado Dejándome inerte el alma Tan hondo tú me has calado Robándome vida y calma Hoy no puedo olvidarte ¡Ay! amor aunque quisiera Mi pena no deja de abrazarte Te llevaste mi vida entera 56


Imagino tu mirada candorosa Tus firmes y dulces manos Tus labios tersos de rosa Cubriendo de caricias mis vanos Ya mi cuerpo se marchita Mi aliento sueña tu boca Mis ojos cegados gritan Amándote como una loca… Eres llama viva y candente Sueños que en ti andan presos Único retrato de mi mente Oasis de ternura y besos

Siento el huracán de mi piel Solo con pensarte me estremezco Eras mi refugio y mi broquel Mi alegría intermitente El lienzo imperfecto sin pincel Y el surtidor de mi fuente Aun se enciende mi cuerpo Como se riza el estambre Como me mina el deseo Cuando te imagina mi hambre Se pierden tus dedos En la espesura de mi tez Mis ojos te besan Avaros de sed… Es tanta la tristeza Que lloran mis adentros Prefiero morir de pena Que vivir de recuerdos… Quiero el calor de tus manos ¡Quiero tus ávidos besos…! Victoriana Díaz Lominchar-Toledo- España 57


MARÍA LAURA COPPIÉ Emocionalmente involucrados (o cómo untar correctamente una tostada)

Hubo un tiempo de corazones saliendo por la garganta y aterrizando en tus manos. Éramos el más perfecto de los rompecabezas. Tu aliento denso abría el ombligo de las rosas, el sol desteñía la mesa de la ventana. Pero todo lo que sabemos, -todo lo que hay- asoma al límite, se guarda en umbrales de final y ahora en cada cara que pasa estás pero no me mirás. 58


Las manos de ellos no son tus enormes gestos, otros los animales que se acomodan a mi costado. Cerré las persianas a la hora en que los pájaros huyen y las nubes como trapos viejos y el latido dormido. No hubo perdón ni salvavidas. Intenté decirte, mientras contaba trivialidades, que ésa sería la última vez que nuestra piel, hablé mudamente del beso muerto, de las miradas sin espejo, del cierre de los poemas y todo lo que ya no, lo que ya nunca pero no entendiste mi lacrimógeno esperanto. Me abrazaste breve pensando que mañana y me alcanzaste una servilleta de papel para retocarme el rimmel, que arrugada y sucia ni siquiera sirvió para barquito. ¿Seremos capaces entonces -cada uno en su caminode definir la profundidad de este abismo?

María Laura Coppié- Buenos Aires- Argentina

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ROSA LÍA CUELLO BESO

Beso la altura de tu beso la profunda mirada que me busca y me besa sin tocarme. Subo hasta tus ojos dejo la huella de mis besos en la ávida dulzura que habita en tus labios. Completo la eternidad con el silencio de tu boca madura fruta que abraza la mía. Rosa Lía Cuello-Cañada de Gómez-Santa Fe-Argentina

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ZAIDA GILES DE QUIRÓS HORIZONTALIDAD

Eres mi abertura de siempre: calcinas entre vértices dorados la eternidad que soy, eternidad virtual, anónima ella, horizontal, desaparecida entre pliegues, roces que embriagan, surcos que empapan de vital genética la carne que una es entre tu suerte. ... y salpico de verticalidad la espuma que eres entre mis labios.

© Zaida Giles de Quirós, Sevilla, España 61


MARÍA JOSÉ MENACHO CASTELLANO BESOS ATRASADOS

Besos atrasados blancos como palomas, larga ausencia como la noche negra que se cierne indolente al abrigo de un invierno más en la quejumbrosa serie de los años. Puede que nunca estuvieses en París o en la bella ciudad del lago, quizás fue otra ficción, pero supo a sopa caliente de cebollas y a helado de higos entre platos de loza color crema. Brilla el sol como entonces y suenan las mismas campanas bien templadas, corre el buen aire por donde solía y siguen los astros su ruta sabida de memoria. No me digas que no estuve allí. Mientes. María José Menacho Castellano- Sevilla- España

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CARMEN CECILIA MORALES PÉTALOS DE CEREZOS

Pétalos de cerezos Atraviesas el umbral de la tarde solo con gotas de luna que gimen en burbujas de labios impacientes como murciélagos a la espera de las sombras. Ruge la inocencia en el orificio de tu carne en zumo de cerezas flotan los ángeles erguidos. Tus ojos revelan ventanas en el tragaluz de un fulgor. Tal vez, en otro lugar, en otro tiempo pueda brindarte mi aroma impregnado de poesía sobre pétalos de cerezos. Carmen Cecilia Morales. Chinú, Córdoba, Colombia La danza de los dedos. 63


CYNTHIA RASCOVSKY TU BOCA

Solo el desafío de tu boca con nombrarla araña las paredes de mis labios devorando, encendiendo. Mi boca, rugiendo a la luna también respira estallidos. Están vivas, bebiéndose. Y nosotros en la superficie del espejo capitanes bailamos hasta que ellas acaben. Cynthia Rascovsky- Buenos Aires- Argentina 64


GRACIELA DIANA PUCCI ITINERARIO

(el río en su trayecto hacia el mar) No te detengas sigue el rumbo prefijado -dice esa voz en tus entrañasno te detengas corre camina trota/descansa descansa en los seres que te habitan y abandonan no te detengas en la noche acunas velas (el viento las encendió durante el día) sigue recibes lágrimas de un celeste vuelto gris -te desbordan con su furia del surno te detengas es largo el camino 65


piedras cenizas (creen que las guardas) te siguen -las guĂ­assigue tu cauce a veces un dorado intenso detiene tu marcha te desnuda y aletarga no te detengas sigue brazos abiertos esperan tu llegada -beso de sal en dulces labiosse funden (confunden) no mires hacia atrĂĄs en ese instante estarĂĄs volviendo.

Graciela Diana Pucci- Buenos Aires- Argentina

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AMELIA ARELLANO TU BOCA

“El primer beso no se da con la boca sino con la mirada” TRISTAN BERNARD Calla, amor. Calla y dame tu boca. Yo te he dar mis ojos, mi mirada, mi pausa. Es noche de conjuros y de lobisones. El séptimo hijo cae en los abismos. La serpiente se arrastra y el ángel cae. En la cueva de Merlín hay sonidos extraños. El búho se esconde y la cigarra calla. Dame tu boca de jazmín de leche. Tu boca andrógina en mis pechos de hembra. Se mono. Pez azul. Ballenato Dame el milagro de tu concavidad de fugas y corcheas. 67


Tan exacta Tan certera. Tan puntual .Como la milenaria brújula del viento. Tu boca, ansiosamente dolorosa. Tu boca, rumor de tallos y espumas de azucenas Tu boca, tu boca universal. Tu propia existencia te sostiene. Como el aire tibio, la arena y el deshielo. Me sostiene tu boca. Improvisado poema de mí especie: Huerto fértil. Y tu pulso, mi niño, ah, tu pulso. Latido .Lirio irredento. Espurio. Casi saciado. Duerme mi niño, duerme y calla tu boca. Afuera. Lejos de mis brazos. Deambula un mundo, sin promesas. Sin promesas, un mundo.

Amelia Arellano- San Luis- Argentina

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ISABEL SAN JOSÉ MELLADO NO FUE UN BESO DE APUESTA

Ya no me hagas más daño, entierra de una vez el pasado, un corazón año atrás año no aguanta tanto desgarro. Pasa ya de una vez página, vive tu vida en gloriosa paz, yo solo fui dulce golondrina y no una desangrante rapaz. Tan solo supe quererte amándote hasta la saciedad, nunca acepté ningún presente, solo deseaba tu felicidad. 69


Deja ya de atormentarme, hace tiempo de aquel final jamás supiste amarme, nunca conocerás amor igual. Comienza a vivir con sosiego, verás que poco te cuesta, nunca quise trastocar tu ego, no fue un beso de apuesta.

Isabel San José Mellado- Madrid-España

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MARITA RAGOZZA ANTIGUA MAGIA

Lectura de libros apócrifos. Labios convulsos pero delicados mejillas teñidas por una débil llama y un débil contacto entre las manos cierto asombro en el anochecer y una suerte de antigua y persistente magia cuando la ternura inquieta de los cuerpos florece en un beso incendiado con el alba.

Marita Ragozza- Pehuajó- Argentina 71


EDGARDO NÉSTOR BRITES SIGLOS EXTRAÑÁNDOTE

Pareciera que nos conocemos desde hace siglos desde tiempos inmemoriales hasta los futuros venideros Hoy, estamos acurrucados de calor en sabanas contándonos secretos a besos nos teníamos que volver a encontrar entonces saber que era de nosotros juntos saber qué somos cuando estamos juntos saber de uno saber de otro acurrucados de calor en sabanas contándonos secretos a besos. Edgardo Néstor Brites- Ciudad de Buenos Aires- Argentina

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IVANA SZAC ENTRETEJIENDO TU NOMBRE

Entre tenerte y no tenerte prefiero tener la luna en el cajón entretenerme con tus besos púrpuras todo está en- tre- cor- ta- do por rompecabezas perversos inútil es tejer tu nombre entre nosotros hay peces nadando a contramano.

Ivana Szac- Ciudad de Buenos Aires- Argentina 73


GLORIA GAYOSO COSAS DEL QUERER

El labio le dijo al beso: ¡No te apures, sé paciente; que besar es algo serio! No vayas con intenciones a matar este momento. Posarás sobre la boca, como un ángel sobre el cielo. Con un suspiro por base beberás cálido aliento; Morderás en un instante todo el fuego del deseo y serás entre rubores del alma, manso recreo. 74


El beso le dijo al labio: -Si no me ayudas, me muero; abre el cáliz de la rosa… lo demás va por mi reino. Así hablaban por la noche… beso y labio, labio y beso.

©Gloria Gayoso- Buenos Aires- Argentina Derechos reservados

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ELISABETH SANTIAGO EL PODER DE UN BESO

En los brazos de un beso agoniza el fracaso; herido gravemente por palabras de amor. Las ganas de besarte le desatan el lazo a la camisa negra del rencor. Los gritos, las ofensas acortaron el paso; cediéndole el camino a la pasión. Otra vez nuestras manos se unieron trazo a trazo y caminamos juntos las sendas del perdón.

Elisabeth Santiago- Santiago de Cuba- Cuba

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EVA GARCÍA MADUEÑO

Aún, en mis momentos de lucidez, extraigo de mi memoria el poema que plantaste en mis raíces. Esa cálida humedad que me desborda, dulce néctar que tu lengua deposita sobre mi boca ‒que anula mi voluntad‒ hambrienta de tus labios. Anhelos que se derraman en líquidas caricias que bebemos sorbo a sorbo con avidez, embriagados de delirio, sedientos de pasión. Versos plantados en mis raíces, poema tatuado sobre mi piel. Eva García Madueño (Málaga-España)

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MÓNICA ANALÍA ORTÍZ BESOS DE FUEGO

Acercas tu boca, prohibida y malvada sabiendo que anhelo tus besos de fuego, te alejas y arrojas mi vida al viento. Mi piel se eriza al rozar tus dedos, me quema la imagen de esos labios tiernos. Torturas mi alma en el vaivén del viento, sufro cual mártir de besos no dados… Ya no me atrevo adonis de fuego, a rozar mis labios con tu boca proterva siento desmoronarme con tu cercanía pero tampoco vivo si tú te alejas. Y en el devenir del tiempo, de mi voluntad que claudica me sumerjo en tu boca , y me quemo… completa.

Mónica Analía Ortíz- Corrientes- Argentina

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SANDRA GUDIÑO CALDERA

Muerdo la noche, y ella grita de placer. Aldo Luis Novelli

El deseo gorgotea en las venas y estalla borbotón de besos azules en la boca. Esa boca Caldera de te quieros donde me sumerjo a beber tu mundo. Con urgencia como se bebe una pócima que calma hasta la última de las inquietudes. Verbo fuego conjugado en todo el cuerpo. Tu costado derecho se atraviesa en el terco insomnio 79


de mi canto invernal asesina un racimo de placer a gemidos y me mira. La respiración las uñas los pelos. El señor del mar muerde la noche y la reina para su altar se despeina con una historia sin salvación enarbolando una simple dignidad. Es peligroso amar. Amemos -dijo. Ella le creyó.

Sandra Gudiño- Santa Fe- Argentina

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ADRI DELFINI BESOS DE SAL

Me enerva tu poesía melosa, viril, seductora cuando tu rima comienza a descubrir el alma mía desnudas tus besos de miel con toda sabiduría tu sapienza es alegría enciendes toda mi piel quitas las nubes del mal animas a todas las flores te enamorarás de mis sabores hombre que contiene el mar desparrama en mi cuerpo tus tibios besos de sal. Adri Delfini- Ciudad de Buenos Aires- Argentina 81


MARÍA TERESA FANDIÑO SIN PUDOR

Bésame con tu aliento que perfuma el mar, quiero ser tu musa, vibrar mi cola de sirena; este lugar, ¡mi jardín de ostras! ¡qué placer rezuma! Ciñe mi cuerpo con espesa bruma la reina noche ¡Escucha mi cantar! Bésame sin pudor, mi rey del mar méceme sobre tu mágica espuma. Sopla el viento en la cresta de tus olas y abraza a mis sentidos sin cordura. ¡Se oye el sonido de las caracolas! Es un barco que atraca, mas procura esquivar las sirenas; a estas horas cantamos en las rocas con dulzura. ¡Se espera una locura! son musas que seducen, enamoran a hombres de mar, y locos las adoran.

María Teresa Fandiño. La Coruña, España 82


NYDIA OVALLE UN CORAZÓN DESVALIDO

Dulce embeleso de tu boca, que ama con el alma; ese beso insinuante que roba y derrocha. Con un beso se vencen imposibles, caricias que esperan anhelantes y un corazón que adormece en la bella utopía de un sueño. Los ojos callan en prudencia, y el juego a juego angelical saborea el preludio universal que sucumbe ante tu alegría. Toca mis labios con un beso, vence el dolor de la derrota, en el umbral de tu ternura, queda un corazón desvalido.

Nydia Ovalle Ciudad de Guatemala-Guatemala, C.A.

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MARCELA BARRIENTOS MIS BESOS SOÑADOS

Mis besos soñados del alma nacen, no son solamente lujuria y pasión. Mis besos soñados caricias hacen y son refugios, no una mera invasión. Mis besos soñados se dan con los sentidos traspasan lo físico y llenan el espíritu de paz. Mis besos soñados elevan de amor los latidos, no se roban ni engañan como un ave rapaz. Mis besos soñados son comprometidos, te abrazan el corazón con sensibilidad. Mis besos soñados son cobijos cálidos, son dulces y no afectan la vulnerabilidad. Mis besos soñados son magia pura, un arco iris después de un diluvio. Mis besos soñados la luna procura 84


y asĂ­ juntos alcanzar el plenilunio Mis besos soĂąados son una entrega embriagados de puro sentimiento. Mis besos soĂąados son alfa y omega, y te llevan a alcanzar el firmamento.

Marcela Barrientos-Buenos Aires- Argentina-CopyrightDerechos de autor reservados

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MAR DE FONDO ICARIANA

Invento un pretexto para trepar al árbol, para ofrecer mis labios al pájaro huidizo antes que emprenda el vuelo. Construyo alas para alcanzar los besos que en ti germinen, para rozar el punto de unión, el nexo entre el cielo y tu aliento… Mar de Fondo (Mar García Treviño). Murcia, España.

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ANA LUCÍA MONTOYA RENDÓN SINFÓNICOS

cantan esas líneas… coloridas y sonoras sus voces pentagrama ardiente que abre las corolas preña de sentido los espacios mudos escondidos detrás de la batuta los amantes locos especializan el alegro estimulante de los besos y la vigilia continua de sus dedos esas líneas que cantan acostadas estuvieron de pie hoy esos barrotes ya disueltos melódicos susurran… susurran… susurran

Ana Lucía Montoya Rendón. Colombiana

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JORGE e RUEDA MIS BESOS

Testigo el silencio y el claro de luz que se posa en tu pecho, cual mariposas, sedientos se adhieren a los tímidos capullos ausentes de aliento. Y‌unas yemas, plasman en ellos noches eternas de versos.

Jorge e Rueda- U.S.A. Marzo 2017

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CONSUELO JIMÉNEZ UTOPÍA

La ventana deja ver la noche, salpicada de vivaces colores, verdes, rojos, amarillos, azules, estrellas fosforescentes parpadeando sin sostén, se bastan solas para romper la oscuridad de un poema. Curiosas luces sumidas en la caverna, hechiceras ancladas en mi puerto, mariposas sisadas en cualquier gesto, son tus besos, livianos versos rozando el viento.

Consuelo Jiménez- Barcelona- España

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SARA BRUSSA TRIVERSO DE LOS BESOS

Hay besos, que desertan de madrugada. Que saludan, que condenan, que transvasan. Que te injurian que despiertan de mañana. Hay besos que te atrapan, que te abarcan, que te sumergen en la flor de la lujuria, desde los confines de la tierra tempranera. Hay besos como hálitos de muerte, que te hielan al apenas tras tocarte. Hay besos aguatosos de salmuera, que devuelve una virgen trasnochada... Hay besos, como ángeles dormidos… Te tocan y nada. Y hay besos como tú, mariposa en vuelo y en capullo de flor amarilla… Microgotas de espuma estallan, la comisura de mis labios… 90


Y reconozco los tuyos, donde muere el Campoamor en mayo. ¡Oh! línea de tus vertebrados versos. ¿Eras tú? ¡El innombrable pesar de esta desdicha! ¡Perdóname! Déjame rodarte de besos la frente, sepulcrales las cenizas. Lascivos deseos como hormigas púrpuras, caminan a mi trampa húmeda. Entonces te veo, mi alma dormida, sedienta, placida... Umbría… Tal vez perfila o no pecaminosa como verso. Un verso en sólo nombrarte como la noche. En una lágrima caída o en una gota tibia de saliva. Y salgo a buscarte febril a las húmedas espigas de trigo. Como esculpidas estatuas, somos a la luna en tu beso caído. Besos, atravesando la noche de este brutal abismo de muerte.

Sara Brussa. San Carlos Centro. Santa Fe. Argentina.

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ALIBUT SARABIA BÉSAME

Tus besos son savia sustanciosa que me revitaliza, y enardece cada pliegue de mis labios desde que la noche empieza hasta que el día amanece. Son vitaminas en mi alma; son la sangre en mi corazón que se dispara hacia mi cuerpo, y penetra todos mis sentidos con una roja esencia de pasión. Sólo necesito de tus besos para poder tener la fuerza y dejar que tu boca me recorra de norte a sur, de este a oeste y así, quedar en ella, inmersa. Bésame de las dos a la una; en tus labios tibios, aprésame; bésame de Enero a Diciembre; bajo el sol y bajo la lluvia, o donde lo prefieras tú ¡Bésame! Alibut Sarabia- México

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ESTELA MOLINAS BÁEZ DAME UN BESO QUE…

Dame un beso que parezca ser robado, del afrodisíaco manantial acaramelado, que se desliza entre el surco azucarado, de este corazón, que yace ya extasiado, a los pies de tu amor aun no expresado, y en la espera, de mantenerte a mi lado. Dame un beso que le tome de sorpresa, a mi boca que ya sólo espera tu sutileza, para corresponderte con esa franqueza, del alma enamorada, que tiene certeza, de regalarse entera, a tu boca que besa, y libar de tu miel será mi caricia traviesa. Dame un beso que me llegue sin motivo, me enrede, entre un arco iris sorpresivo, en vuelo al paraíso celestial tan esquivo, 93


y en tus labios de beso eterno, intensivo, se tatuará el deseo por cual me desvivo, como la esencia, que ni siquiera percibo. Dame un beso que quede eternamente, en mis labios, en mi piel, y en mi mente, dame ya un beso atrevido e irreverente, que desnude mi alma, muy dulcemente, y me hipnotice con tu sabor envolvente, hasta ya enloquecernos, frente a frente.

© Estela Molinas Báez Juan León Mallorquín - Paraguay

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JORGE SERRA ESCOZOR INQUIETO

Sólo quiero que conduzcas tus labios a recorrer la ribera sensual que circunda los míos, que puedas descubrir en el aliento esa pasión aguda que obligas a germinar dentro de los átomos de mi sangre. Si luego de besarme tu corazón cambia definitivamente sus latidos, tu cielo viste colores diferentes, y sientes que la ansiedad alcanza a desbordarte en caricias sutiles y definitivas, que una melodía colmada de brillos te sacude el alma, y encuentras en tu boca una cereza roja, desnudando suavemente las pasiones que anidan en la oquedad profunda de tu alma. Si después de besarme, tu corazón salta de nota en nota sobre el teclado mágico de un piano, y tus manos desnudan un escozor inquieto, 95


tus ojos te revelan paisajes diferentes y notas que tu piel sĂłlo quiere habitar mi periferia. Viste entonces a tu corazĂłn alas ligeras y con tu corazĂłn pegado al mĂ­o bailemos esa danza sensual y milenaria, la portada febril a nuestra eternidad de enamorados.

Jorge Serra- Buenos Aires- Argentina

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ANA AGUIRRE BÉSAME…

Bésame con los besos de tu boca mi alma sedienta, antes de que llegue los rayos del Rey, y se adueñe de mí la conciencia. Desnuda con tus besos, los deseos que se esconden, en los hoyuelos de mi rostro. Llévame por la travesía de tu cuerpo, fundidas tu alma y la mía, al exhalar el aire de la existencia. Embriágame con tus besos, esta boca sedienta de sueños, que ya no importe el tiempo que dure. 97


Sólo llévame en el mar misterioso de tu cuerpo, y llena mi existencia con el fuego de tu presencia. Deja impregnado en mi ser, el sello de tu boca con tus besos, que tanto tiempo mi alma esperó en cada alba. Y rendidos al despertar, ya no nos importe, de qué nos acusará nuestra conciencia.

© Ana Graciela Aguirre Núñez Pedro Juan Caballero – Paraguay

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MIRIAN PASTORCICH ENTRE TUS BESOS

Acaricié tu rostro en la oscuridad, bebí tus besos locamente palpitando el fuego de tu cuerpo. De pronto abrí los ojos y mi corazón sintió tu ausencia. Mi ilusión quedó estrujada una Y otra vez frente a la nada. Qué haré con éste amor Cuando amanezca nuevamente? Cómo vivir sin vos Cuando las horas fluyen Y el deseo crece? Cómo albergar éste amor aunque lo presienta de otra? Cómo intentar un olvido si no hago más que soñar tus besos acariciando tu nombre Sin quererlo a cada instante. Cómo, cómo...dímelo?.

Mirian Pastorcich – Bahía Blanca- Argentina 99


GLADIS MERELES PEREIRA EL BESO QUE ME CAUTIVÓ

Me besaste con tanta pasión que dejaste huellas en mis labios, en mi piel, esas huellas jamás serán borradas, por más que pase el tiempo, porque han llegado hasta mi alma, esos besos que me han cautivado y han robado mi atención. Así como soñé, entre tus brazos descubrí el amor y la felicidad, me amaste con el alma, con pasión verdadera, sentía que me entregabas el alma en cada beso. Cómo negar este inmenso amor que nació en mi, que nació en ti, en aquella noche de plenilunio, nos amamos desde el primer momento en que se cruzaron muestras miradas. 100


Fue tan bonito nuestro amor, te amé con tanta pasión como tú a mi y en cada beso que me entregabas descubrí que la vida valía la pena. Esta vida ajetreada, sufrida y amarga que llevaba . Lo olvidé completamente entre tus brazos, Aunque te fuiste sin saber por qué te seguiré amando con toda mis fuerzas, con la pasión que me caracteriza porque no se amar de otra manara. Si no regresas cerraré mi corazón me niego a sentir otra emoción, te amaré eternamente y mientras viva conservaré el sabor de tus besos en mi boca..

Gladis Mereles Pereira- Presidente Franco- Paraguay Derechos Reservados

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BELKYS SORBELLINI TRÉMULA

Es agosto y ya huele a primavera, trémula de amor una alborada asoma y enciende mi mirada. Me sumergí en tu boca lamiendo el silencio duplicado. El tiempo se detiene, no transcurre. Besaste mis labios hurgando en mis sentidos asombrados y como el agua mana, todas las sensaciones despertaron. Es agosto. 102


Los besos de rocío humedecieron tu alma y la mía. Mudamos la piel imitando la crisálida Volamos. Un vuelo iniciático desde tus labios y los míos. Y ya nada seria igual Nada Mi cuerpo y mis labios aún guardan el sabor de la alborada.

Belkys Sorbellini Santa Fe- Argentina

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DANA LAILA LABIOS

Quiero ser y no saber Pero las cosas no funcionan así Funcionan de manera romántica, rebelde y hasta un poco aventurera. Pero al final que importa Quiero ser y sentir no volver a dudar de mí. Y verme de manera perpetua… Cobijada en un beso tuyo.

Dana Laila Edad:11 años Página de Facebook: El Mundo de Dana Ciudad de México.

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AYMARA ARUWIRI SÓLO ESO…

Un beso, que me atrape en tus entrañas, que derroche sus sabores, que me arrope entre tus brazos, que caliente mi sonrisa. Un beso, Que se lleve el el color de mi vacío, Que me eleve a dimensiones. Un beso Que selle tu inocencia en el mío. Hoy sólo quiero eso, Un beso, Que derrita mis labios en esta agonía. Un beso, que borre la ironía de tu partida. Aymara Aruwiri- Ciudad de México El corazón en la barbarie- página de Facebook

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MARÍA MARTA LIÉBANA PENA

Me preguntan por qué lloro en silencio no saben que debo callar mi dolor, dejo mi mente con la mirada perdida en esa distancia que un día me unió. Las estrellas velan como antorchas que encienden mis dulces penas de amor las noches en que lo triste y obscuro me aleja de su vida y su corazón. 106


El pecho me estalla de dicha divina cada vez que un segundo escucho su voz y mi alegría se exalta encendida cuando sus carcajadas lanza al sol. Me tiemblan las manos vacías de versos se estremece mi alma vacía de adiós sólo recordar que sus tiernos besos un día mi cuerpo y mi vida encendió.

©María Marta Liébana Resistencia, Chaco - Argentina

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ESNEYDER ÁLVAREZ SE BUSCA UN BESO

Se busca un beso, Que inunde de sensaciones mis moribundos labios, Que les permita sentirse útiles, Que les permita llenar acariciar el cielo nuevamente, Que les permita remojar su reseca piel. Se busca un beso, Que me devuelva los sueños, Que me permita recordar lo dulce de la compañía de una mujer, Que me lleve a ese mundo que solo se solo se disfruta en la pasión. Se busca un beso, Tan solo uno, Que se convierta en el oasis de mi desértica vida. Esneyder Álvarez- Medellín- Colombia 108


LORENA BRITO TU BESO

Para olvidarte ofrecí el firmamento, y cada astro con tu nombre grabado. Para quitarte de la piel he muerto, pero en mi esencia quedaste incrustado. Como alma penitente ando vagando por limbos de colores tan extraños en los que tu voz vuelve en sordos ecos, en los que yo soy paria por mil años. Entiendo que este abismo será eterno, es mi castigo por haberte amado más que a mi propia vida, es un infierno. La redención será un paso buscado, pero tu beso aún me sabe muy tierno. Acaso tras siglos… habré olvidado.

Lorena Brito -Buenos Aires- Argentina

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ISSA MARTÍNEZ LLONGUERAS EL BESO

Preludio de pupilas inciertas: gota de ansia en un vértice del tiempo, y al límite del roce… el bálsamo de los labios. Párpados inmóviles para la estampa perpetua renuncian subyugados apenas se instala el beso en el grito mudo de la sangre. (El lenguaje de la carne crepita en los ponientes…) Issa Martínez Llongueras- Playa del Carmen-México

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ICELA ELIZALDE AMO TUS BESOS...

Añorando los momentos cuando viajo entre tus brazos, en el fuego de tu cuerpo que me incendia en el ocaso. Hay caricias a la espera que, impacientes, se dibujan. Hay suspiros por ahora, en las almas... nunca hay prisa. En amor compaginamos, los instantes, siempre juntos. Somos aves delicadas que no cambiarán el rumbo. Bajo un toque de misterio en la magia de tus besos. y en el dulzor, de tu agua pura, dejaré mis labios presos.

Icela Elizalde (México) Derechos Reservados de Autor. Marzo 07 2017 111


ARACELI GARCÍA MARTÍN SOÑANDO UN BESO

Había soñado con sus ojos, con su frente. Había sentido sus manos rodear su cuerpo miles de veces. Le lanzó con la honda sobre la sien y sin embargo se les metían en el estomago los pajarillos cuando de lejos sentía chiflar al Murillo. Aun eran unos chiquillos cuando se marchó se puso a llorar porque se iba No volveré a verle más. pensó. Le prohibió la palabra, y hasta mirarle. Pero cuando en aquél baile le vio acercarse Ella le sonrió todo se olvidó. La sacó a bailar y por aquél tango se dejó llevar a su ritmo y al compás. 112


¿Como será un beso suyo? Solo pensarlo su cuerpo tembló y la cara se le puso colorada. Solo eso, por pensar, un beso suyo. Bésame Murillo Los ojos cerró y volví la cara porque creía que le adivinaba lo que en ese momento pensaba. Fue en ese baile que se olvidó la rencilla que tenía con el En sueños cuantas veces pudo ver sus ojos y el brillo de su cara Pasaron los años, una guerra y un monte Gurugú. No creía volver a verle Ni a la cicatriz de su frente Ni a los ojos revoltosos Ni al movimientos de sus orejas cuando se ponía nervioso. Bésame, bésame, Murillo. Y pasados los años el más de treinta y ella más de veinte en el jardín del triunfo se dieron el primer beso Es beso, con el que ella había soñado tantas veces.

Araceli García Martín. Granada/ España

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ISABLACK ROSE BESO MUERTO

Te espero dulce amor, desde una calidez paradójica de un sol incapaz de llegar a la oscuridad oculta entre mis manos. Desde hace muchas lunas quedé al acecho del pensamiento tuyo; el anhelado que te haga decir mi nombre, verme en sueños y provocarte una sonrisa, un suspiro… Todo apagado entre nuestros desvelos; todo apostado en un beso muerto. Uno no nacido; desasosiego de aquellos labios inermes, pesados de deseo y ansia pero destinados a la derrota por el silencio abrasador. Beso que matamos entre desidia y apatía, beso que haría la diferencia entre esta nihilista realidad y mi fantasía. Isablack Rose- Texcoco de Mora- México 114


MABEL CORONEL CUENCA HAMBRE DE BESOS

Mírame, no digas nada, lee en mis ojos, escucha los gritos… Es mi corazón llamándote. ¡Ven, apresúrate! Acurrúcate a mi lado. Siente la ternura de mi piel, y la dulzura de mis labios. Deja que mi lengua traviesa recorra tus senderos. Entrégate seguro, no temas, Hoy son sólo ansias… Sólo tengo hambre de besos.

©Mabel Coronel Cuenca Hernandarias-Paraguay

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INMA FERRERO

Me faltas tú en este horizonte... en este beso que se aferra a mis labios.

Inma Ferrero- Madrid- España

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RELATO

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MARGARITA POLO VIAMONTES BESOS ROBADOS

Me tienta robarle un beso desde el inicio de los tiempos más remotos, me vienen esas ansias de besarle desde vidas anteriores. Admiro sus labios de soslayo, no debe sospechar mis intenciones en nuestro primer encuentro. Sin embargo, la indiscreción de mi vista detenida en sus facciones, le alertó de mis deseos más íntimos. Advierto su temor, la sospecha de que los encuentros se convirtieran en una relación de amor. No puedo sustraerme a sus miradas, observó el movimiento de sus ojos intentando esconderse de los míos y las palabras se convierten en silentes, para no gritar la incontenible necesidad de robarle un primer beso, cándido beso fugaz, tratando de detectar, desde el primer intento, cómo es el néctar de su boca. Su conciencia le alertó más de una vez el peligro inminente conmigo, pero aceptó una nueva ronda de miradas indiscretas, de palabras inocentes, del calor de los abrazos. Las citas se sucedieron ingenuamente. Los saludos cariñosos, abrazados con sencillos besos en las mejillas, dieron margen a la conversación fraternal, amigable, llena de sitios comunes y de anhelos 118


similares. Los NO certeros como balazos al comienzo, se diluyeron en un no es posible, un no es el caso, no es la forma… La llegada imprevista provocó desconcierto, y en el saludo de siempre hubo un calor más intenso del abrazo, con una despedida impredecible, donde el rostro se desplazó más allá de la mejilla, los labios casi chocan sin previo aviso, el frenazo a la caricia hizo emerger una carcajada sonora. El beso casi robado, no dejó margen al equivoco, hubo intención culposa con alevosía. Este primer intento navegó durante días entre sonrisas y destellos de algo más. Ninguno necesitaba la cita. Era imprescindible el reencuentro y entonces, las conversaciones navegaron en las jaranas, y en el convite de un pequeño chocolate. El brindis fue elaborado con un juego de atracción y huida, los labios se abrieron como una flor, esperando el dulce, su boca lo capturo con una leve mordida quedando casi al caer una parte del bombón, instante que aproveché para robar el beso tan ansiado. Los labios, después del primer impacto se fundieron en uno, se alargó la caricia hasta llegar a la intensidad necesaria, donde el sabor de uno se mezcla al del otro, en fusión delicada y amorosa.

Margarita Polo Viamontes- Cubana que vive en Miami- U.S.A.

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MAITE GLARÍA EL OSCURO ESPACIO DE SU SOMBRA

Estaba de espaldas cuando él la besó. No había sentido sus pasos en la alfombra, pero el suave almizcle de su peculiar olor lo delató. Casi inconscientemente, ella había inclinado un poco su cabeza dejando libre su nuca esbelta sin dejar de mirar a través de la ventana de cristal por la que disfrutaba de un ocaso majestuoso mientras el sol se escondía tras el mar. Mas no giró para verlo llegar, tan solo había preparado el inicio del camino de aquellos besos que, comenzando desde atrás y por su cuello, harían enardecer su cuerpo. Los breves instantes en que esperaba sus besos los dedicaba a intuir lo que sucedería después: esa especie de tántrico ritual que la absorbería toda, presagiando un encuentro telúrico y un espléndido clímax para luego terminar laxa, purgada de pecados y cada vez más enamorada.

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No había llegado todavía el primer beso y ya su piel era una lanza de terciopelo en ristre esperando aquella ancestral batalla de dos cuerpos trepidando en una danza de ritmo sincopado. Unos labios tibios, húmedos y cautelosos, iniciaron finalmente la lluvia febril de unos besos que, comenzando por el cuello, bajaron después despacio, como si fueran tímidos, por los hombros de ella, por los surcos de su espalda, requisando su cintura, atesorando sus nalgas, hasta bregar hacia el oscuro espacio de su sombra.

Maite Glaría Cuba-USA

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JOSÉ JAVIER TERÁN DIEZ BESOS AUSENTES

En tu ausencia, fueron aquellos tiernos y apasionados besos tuyos del pasado los que me alimentarían cada día tiempo después. Aquellos besos, sí; tan inocentes al principio, como jóvenes e inexpertos que éramos en esto del amor, pero que luego fueron ganando en calidad y cantidad y transformándose en sinónimos de pasión encendida entre los dos. Hasta el punto de que bien pronto nos acostumbramos a ellos cada día de manera irrenunciable, los necesitábamos para seguir viviendo; y ¡qué mal lo pasábamos!, por contra, cuando no los teníamos el uno del otro y al revés… Eran nuestro regalo más querido en el saludo diario y también en la despedida. Eran el termómetro exterior que marcaba nuestro estado de ánimo interior; pues dependiendo de la pasión que el otro ponía en ellos, podía adivinar el que los recibía su talante en aquel momento: si algo le estaba molestando, si le afligía algún problema o no, si algo no le iba bien y chirriaban hasta cada uno de los minutos a medida que iban pasando las 122


horas del día…; o si, por el contrario, era feliz en aquel momento, en definitiva. Pero ya dice el dicho popular que tanta felicidad y tanta dicha no puede durar mucho en el tiempo. Y, en nuestro caso, por circunstancias laborales sobrevenidas e irrenunciables a un tiempo, hubimos de separarnos temporalmente; aunque en nuestro ánimo anidó desde siempre la esperanza de que fuera por el menor tiempo posible. Y era entonces, cuando la tristeza me envolvía, y en mi corazón seguían anidando tus recuerdos, en esa ausencia tuya junto a mí, cuando aquellos besos tuyos del pasado me reconfortaban y alimentaban el alma, y hacían que, a pesar de la distancia, notase tu presencia un tanto cercana por momentos. Aquellos besos del ayer que alimentaron, en abundancia en ocasiones, primaveras alegres y veranos cálidos e incluso tórridos; sustentan ahora, bastante en precario, este nuestro particular invierno de amor en la distancia, que se me está haciendo especialmente largo por la ausencia tan sentida de tus besos.

J. Javier Terán-Palencia (España)

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ALICIA CORRADO MÉLIN CLAROSCURO

Ahora sé que las emociones son engañosas y algo de ellas va a parar a un basural. Habían pasado unos años desde la última cruzada casual, por entonces me encontraba con una amiga en un bar; él apareció como transportado desde otra galaxia. En esa ocasión me comporté atenta, tan educadita como mi madre supo enseñarme, sumado claro, a la sorpresa de verlo allí, mirándome al roce de la contemplación ¿La familia, bien? ¿Vos? ¿El trabajo? Preguntas amontonadas sin oír las respuestas. Luego, se hizo tambaleante llevar el pocillo de café a mi boca, podría haberlo derramado pero no Vos sos fuerte era uno de los legados matriarcales. Ayer fue diferente. Salí desde mi casa así nomás como estaba, limpiando, con la ropa que solemos usar algunas mujeres en esas odiosas tareas domésticas. Remera vieja con un agujerito, short descolorido no por moda sino por tiempo, zapatillas que alguna vez fueron violetas y el cabello en armonía con el noventa y nueve de porcentaje de humedad. No tenía más lavandina en casa y quedaban sitios para blanquear. Era el feriado de una mañana pegajosa de febrero, con turistas raleados, así que atravesé la plaza de la avenida para ir hasta el chino y en el trayecto vi a un hombre inmensamente alto, como vigía de mi andar; me pareció atractivo o quizás 124


sentí eso de me mira, le respondo la mirada ¿El hilo rojo? Bah, hecho el contacto visual, el tipo avanzó hasta interceptarme con un Hola, Taboada. Enseguida me besó en la mejilla, labios asustados dejando huella a madera y sándalo. Quedé desconcertada, murmuré Hola sin saber quién era, estaba en desventaja parada ahí con atuendo pordiosero ante alguien que conocía mi apellido ¿No me conocés? Y ya al término de su aplastada frase, lo reconocí. De haberlo hecho inmediatamente hubiese evitado la sincro de miraditas y el beso. Quedó esperando mi respuesta, mientras revoleaba sus ojos desde mi pelo cuasi afro hasta mis zapatillas lilas. Todo era vintage, hasta nuestras pieles. Solo respondí Ah, no te había conocido y continué para lo del chino, me pesaban las piernas la humedad la humedad de esta puta ciudad… Fui hasta la góndola de lácteos, el frío alivió hasta darme cuenta que no era el sector que buscaba. No me despedí de Fabián, tampoco le pregunté nada; conociéndolo, supongo que habrá quedado allí parado, observándome y analizando mi huida, de loquita capaz imaginó. Salí del chino con los cinco litros, sin verificar siquiera si el vuelto era correcto, solo mirando para todos lados, deseando no volver a encontrarlo. No vi nada, solamente bultos de colores en la calle, así pude agrupar lo que había, montoncitos de diversos tonos y el verde de la plaza como una forestación amazónica, justo donde había sucedido el encontronazo. No pude detectar más que eso, mi pensamiento estaba en retrospectiva de una década atrás, cuando Fabián y yo estábamos juntos y ahí sí nos reconocíamos en cada esquina, en cada beso. En aquella época no había marchas, leyes, nadie nos informaba del punto amar-poseer, menos en mi familia cuando las consignas amatorias eran poderosas. Fabián con el tiempo había intensificado nuestra relación, hasta hacerla agobiante y fue justo ahí cuando lo dejé. Apostó por triplicado esa intensidad con persecuciones, escenitas, acechos, insultos y todo un abordaje de macho cabrío abandonado. Se hizo difícil la transición pero el mandato Vos sos fuerte ganó hasta dejarme más descreída, libre y con cierta amnesia cuando me cruzo a un Fabián en una esquina, camino al chino a comprar lavandina, para aclarar lo amarillento.

©Alicia Corrado Mélin. Mar del Plata. Pcia Bs As. Argentina.

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RODOLFO TORRES EL BESO MÁS ARDIENTE DE MI VIDA

A falta de una idea para contribuir con la edición Nro. 31 de la Revista Digital Gealittera, bajo el tema “Besos”, dispongo de dos. Y esto es lo bueno. Lo malo es que no sé por cuál de las dos decidirme. Una tiene que ver conmigo, a los casi trece años de edad; la otra, con uno de los dos gatos que nos trajimos a Alemania. Voy a desarrollar ambas y enviaré la que me toque el corazón. Me acuerdo de que proyectaban el filme Blancanieves, de Walt Disney, en la matinée infantil del cine Carmen --en mi natal cubana Ciego de Ávila-- y yo quería verlo por enésima vez, nada extraño si se tiene en cuenta que en aquellos tiempos era normal seguir siendo niño a pesar del bigotico que se me insinuaba y los repentinos cambios de voz. Mi hermano Alberto se sentía ya muy “grande” --aunque fuera otro niño-- y no quiso acompañarme. Por eso, me gané los diez centavos de él, que uní a los míos, y esa vez pude ir a platea. En cuanto a Bembón, por los labios de intenso color negro que resaltaban en su carita blanca, pensé a pie firme que albergaba el trasmigrado espíritu de un poeta de fina sensibilidad. Le encantaba pasearse por entre las flores del jardín y se detenía ante las rosas y las adelfas para aspirar fragancias con sus ojos cerrados como si con ello se embriagara, además de que abandonaba el más suculento de los manjares 126


gatunos para acudir a la diaria puesta de sol desde el alero de nuestra casa, digo el que daba al Malecón y donde los aires marinos le traían todo tipo de efluvios que él se complacía en descifrar; ni que se hubiera ido a la caza de los más atrevidos olores. Así que con veinte centavos en el bolsillo me apuré a humedecer mis rebeldes cabellos para dominarlos de alguna manera con varios pases de peine y de mano, me vestí a la carrera y sin bajar la velocidad arranqué al encuentro de los enanos mineros que cobijaban una princesa de las maldades de la bruja que creía ser la dueña absoluta de la belleza eterna ante un espejo mágico. Y como siempre, a mitad de película yo levitaría en pos del triunfo de la vida y el amor llegado en los labios de un príncipe rendido ante la beldad de una muchacha dormida por el mordisco a una manzana envenenada. Empezaba a aprender que el sueño excesivamente largo nos entra casi siempre por la boca, mientras que la pasión genuina lo hace a través de los ojos a los que poquito a poquito van uniéndose los oídos, la nariz, los dedos... Regreso al Bembón para decir que le adorábamos --como al Gris y porque era lo opuesto en todo--, ya que prodigaba su cariño mirándonos y pestañeando repetidas veces; era por entonces su manera de besar, aunque le faltaba la más delicada y que llegaría a dominar como ningún otro gato. Vuelvo a lo del cine porque me acuerdo de que apenas llegado a aquel sitio la vi a ella, digo a T. Q., parada allí, en la misma entrada, nerviosa, con su ticket en las manos y mirando hacia todas partes, a la espera de alguien que no podía ser yo ni mucho menos, por supuesto, porque yo seguía con mi niñez a pesar del estirón de los últimos tiempos. Se trataba de una muchacha que no me disgustaba (obsérvese que no digo que me gustaba) y no estaba nada mal para reír mientras tomábamos helados en la cafetería, pero creo que para nada más al menos en mi caso. Al parecer, ella discurría de modo muy diferente con respecto a mí porque cuando hube adquirido el boleto y me dirigía a la puerta oculta por un grueso cortinaje fue como si se le activaran todos los músculos, hasta la cara le cambió, soltó una risita, me tomó de la mano y dijo así: “Acabemos de entrar, anda, que hacía mucho rato estaba esperándote.” Y yo no pude o no supe o no quise hacer resistencia. 127


Por supuesto que nuestro Bembón era un romántico de pura cepa y creo que también muy observador porque Petra y yo nos besábamos luego de horas sin vernos, a la llegada a la casa, lo mismo que hacíamos con el niño y los amigos que nos visitaban, y en consecuencia aquel peludo poeta de cuatro patas nos pedía que le cargáramos para también abrazarnos con sus manitos además de hundir la cara en nuestros cuellos y perderse, de ojos cerrados, en los largos cabellos de mi esposa y también en los cortos míos. Creo que por entonces no había aprendido el arte del otro tipo de beso, me refiero al que más contacto y placer proporciona. De modo que como no quise oponerme, aunque en verdad me dejé llevar por una razón que permanecía oculta dentro de mí mismo y que guardaba estrecha relación con la testosterona, ella me arrastró de la mano derecha hacia la oscuridad. Delante de nosotros iba la vieja y gorda acomodadora, linterna en mano, rezongando como siempre y para nadie: “Uno de estos días cualquiera de estos muchachos va a quedar embarazado, tú verás…” Callaba un instante y volvía a lo mismo: “Uno de estos días cualquiera de estos muchachos va a quedar embarazado, tú verás…” Yo la escuchaba y a la vez iba diciéndome que de ninguna manera podía presentarme ante mi madre con una barriga, pero no podía resistirme a que aquella muchacha me arrastrara hacia el asiento más oscuro a hacer no sé qué... Entonces, como al Bembón le gustaba sobremanera ocupar el centro de la atención, que para eso él era uno de los pocos artistas dispuestos a actuar en todos los escenarios, cada vez que nos veía en la abrazadera y el besuqueo quería participar como uno más en la familia y se sumaba al ejercicio del reparto de la ternura a cuatro manos o cuatro patas, que en definitiva es lo mismo. Y poco a poco, lo juro, vino incorporando una nueva y curiosa manera con la que expresaba sus más profundos sentimientos... Así que al tiempo que allá en la pantalla desfilaban escenas capaces de provocar las más encontradas reacciones sentimentales, la mayoría de ellas de mucha simpatía y gran dulzura, acá en la oscuridad de estos dos asientos nuestros empezábamos a acomodar los cuerpos y ella a soltar las dos manos que fue con las que atrajo mi cabeza hacia su espacio, como si 128


me la arrancara, lo juro, para juntar su cara a la mía y abrir la boca igual a un pez fuera del agua para sacar su lengua y rectar con ella por todas mis muelas y dientes. No miento si digo que la sentía andando por mis zapatos, puah!! Lo cierto fue que el Bembón, de repente, sin previo aviso, empezó una de las tantas veces en que nos intercambiábamos cariños y él a querer trepar para entregar los suyos de una manera un tanto especial y que en verdad se trataba del más genuino de los besos porque ya lo hacía con sus labios, mas no con el característico sonido muac!!, sino con un shmuash más bien silencioso porque era húmedo ya que utilizaba nariz, labios y lengua y en ocasiones los dientes si la pasión se le desbordaba. Pasados los años y habiéndome mudado a Ciudad de La Habana -todavía sin conocer siquiera a la madre de Bembón--, hice de alguna manera contacto con un taller literario, cayó en mis manos el boletín producido por sus poetas y narradores. Lo hojeé como uno y más y un título saltó ante mis ojos: EL BESO MÁS ARDIENTE DE MI VIDA. Lo firmaba T.Q., en el que relataba cómo, ante la proyección de la “ingenua” película de Blancanieves, ella recibió “el único, el primero y más inolvidable beso” de su vida, cuando el joven a su lado la sacó de “el sueño mágico de la adolescencia, colocándola en la plena adultez del amor loco y apasionado”. Nada, perdón, he decidido quedarme con el apestoso a pescado beso de mi Bembón, que ése sí es sincero. Y es el que voy a enviar a la revista.

Rodolfo Torres, cubano que vive y trabaja en Berlín, Alemania.

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ADRIANA GUALTIERI QUITEIRA, LA VENDEDORA DE BESOS

Acomodaba las dos sillas, una frente a la otra, al costado el cartel que rezaba: “Se venden besos: Hay de todos colores y tamaños. Solo debe pedir el que Ud. necesita. El aroma de azahares se percibía a su alrededor. Quiteira se acomodaba en su asiento, controlando que todo esté en su lugar, las sillas, el cartel, la cajita de madera con un corazón pintado en la tapa en la que sus clientes colocaban el pago que les dictaba su espíritu y que ella siempre recibía con amor. Mientras tanto, ya se empezaba a armar la fila de gente, allí en aquella esquina tan especial de Santiago del Estero donde está la plaza de Las Chismosas. —¿Usted se dio cuenta que cada día aparecen situaciones más inesperadas? —Comentó una señora muy arreglada a su compañera, mientras cruzaban por la plaza mirando de reojo a la extraña joven y la cola de clientes que esperaban. La otra solo se encogió de hombros, negándose a gastar palabras en algo tan fútil. Quiteira invitó a su primer cliente a que se siente, como si ya conociera la rutina, el anciano se acercó e hizo su pedido en voz baja, hablándole al oído. Ella lo miró con dulzura y acercando sus labios a las mejillas de él, lo besó tiernamente repetidas veces. Entonces el hombre sacó una pajarita de papel rosa y la colocó en la cajita con el corazón.

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Luego fue el turno de una joven con mirada triste, sin hablar solo le acercó un papel en el que decía: “extraño mucho a mi mamá”. Quiteira se acercó abrazándola y depositando besos en su cabello con aroma a limón, descendiendo por su frente, besando sus ojos cerrados hasta terminar en sus pómulos. La joven abrió lentamente sus ojos y la miró sonriendo, la tristeza se había atenuado, abrió la caja y depositó un ramito de perfumada lavanda. Y así se sucedió la clientela durante toda la mañana. En la cajita se acumularon pan casero, dulce de naranjas, algunas frutas, una carta de amor y muchos objetos más que ella agradecía siempre. Sencillamente, se levantó sonriendo, llevando su cajita y guardando el cartel. Regresaría a la tardecita, cuando el sol aminorara su asedio. Lo cierto es que Quiteira era una joven brasileña que llegó siendo pequeña, prendida de la pollera de su madre, quién seguía a un amor con alas de bombo, a la tórrida ciudad argentina. No la asustaba el calor, pero extrañaba su tierra, el mar y el amor de su mamá que ya no estaba con ella. Como no tenía a nadie cerca que pudiera brindarle afecto, decidió entregarlo ella, porque sabía muy bien que lo que se da, se recibe con creces. Fue así que puso en práctica su idea y se dedicó a vender besos. Así se sucedían los días, algunas caras se repetían y siempre aparecían algunas nuevas. Una tarde, al final de la jornada, se presentó un joven alto y bien parecido, se sentó en la silla que le ofrecía Quiteira y mirándola fijamente, se acercó a su oído y dijo: “Quiero darte un beso de amor… Te amo hermosa”. El tiempo pasó, ya no se sienta todos los días, como antes, guarda sus besos para su amor santiagueño y sus cuatro hijos, pero de vez en cuando llega hasta allí y se sienta en un banco para recordar y echar besos al viento. Por eso cuando pasas por allí, si prestas atención, podrás sentir cómo un beso con aroma de azahares, te roza sutilmente.

Adriana Gualtieri – Ciudad de Santiago del Estero- Argentina

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