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El finlandés tetracampeón de rallys, el Rey de Reyes
TOMMI MAKINEN Se trata de Tommi Makinen, un granjero de Puoppola que, como todo buen finlandés, pronto se vio atraído por todo aquello que tuviera cuatro ruedas y se moviera a motor. Tenía cinco años cuando condujo un coche por primera vez.
Al mismo tiempo aprendió a llevar un tractor, casi antes de ir a la escuela. Obligado por las tareas familiares, su debut en competición fue conduciendo tractores. Con sólo 20 años fue campeón de Finlandia en 1984, hecho que se repitió no una, sino dos veces más. Su primera competición en rallys fue en 1985, donde se proclamó campeón junior finlandés un año más tarde. A partir de ahí su carrera en el Mundial estuvo en manos de la mal llamada “Finnish Mafia”, que no es otra cosa que una mala entendida solidaridad entre compatriotas, aunque siempre rivales. Apoyado por el tetracampeón mundial Juha Kankkunen, Makinen acometió diversos programas dentro de los
campeonatos de Europa y Mundial de Rallys, encuadrado en la categoría de Grupo N con un éxito rotundo. Pero la llamada de un equipo oficial no se produjo. Parecía que la raza de los finlandeses voladores estaba destinada a la extinción. Sin embargo, la salida de Jesús Puras del equipo Mazda le supuso disputar el Rally de los 1000 Lagos, donde acabó quinto al volante de un vehículo poco competitivo. Ello le valió ser llamado por Nissan al año siguiente, aunque su vehículo no fue lo que se llama un caballo ganador. Un desastroso programa privado con Lancia en 1993 le llevó a aceptar correr de nuevo para Nissan al año siguiente, aunque fuera en el Open Británico.
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Makinen dudaba, en ese tiempo se preguntó muchas veces si valía la pena continuar corriendo. Pero su oportunidad estaba por llegar, y no la desaprovechó. Ford le ofreció en 1994 correr el 1000 Lagos al volante de un Escort Cosworth oficial y, aunque ni vehículo ni equipo habían demostrado gran cosa a lo largo de la temporada, el piloto finlandés se impuso de forma clara. Su colaboración con la marca de Boreham no tuvo continuación, pero bastó para que Andrew Cowan, director del equipo Mitsubishi dirigiera su mirada hacia él. En 1996, la marcha del sueco Kenneth Eriksson a Subaru le supuso el papel de primer piloto del equipo, que coincidió con un magnífico estado de forma del Mitsubishi Lancer. El