Revista Carta Abierta N°6

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edición. 6 Marzo - Junio 2015

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Oposición

Civil

FondobuitreÁlvarezRodrichContratenorYunzanegraTiticaca

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ÍNDICE 4. Editorial 6. Gran parte de la deuda de la Reforma Agraria será pagada por el Estado a empresa norteamericana Paloma Verano 20. Opinión. Des-unión civil Ramiro Escobar

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22. Informalidad laboral en los restaurantes de Lima: las escuelas de cocina y la Sunafil también son responsables Alejandro Guzmán 30. Diálogos de Taberna. Las viejas, los viejos y los comadreos oscilantes Diego Olivas Arana 32. Entrevista Central. Carlos Bruce: “A veces miro al techo y digo, ¿para qué mierda me metí en esto?

Diego Castillo

Revista Carta Abierta / Coordinadora general: Pamela Puglianini / Coordinador de producto: Paolo Benza / Diego Olivas Arana, Víctor Manríquez, Diego Castillo, Diego Salazar Abecasis, Victoria Meneses, Hanguk Yun, Giovani Alarcón Colaboradores: Alejandro Guzmán, Carlos Portugal, Norma Lietzenmayer / Ilustradora : Thalía Gonzáles / Diagramad Mario Munive / Facebook: www.facebook.com/cartabierta / Twitter: @cartaabiertapucp / Youtube: www.youtube.com/ca total o parcial de los co

Contacto: carta.abie

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ÍNDICE 42. Opinión. Los pasos de Radio Ambulante Emilio Camacho 44. Augusto Álvarez Rodrich: “El Comercio quiso tener más afinidad con el gobierno de Alan García Julio Rospigliosi 56. Alonso Tipacti: la voz es lo que sale de adentro Carlos Portugal 66. En Polvos. Atrápame si puedes Víctor Manríquez

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68. Hogar, tradición y trago: una crónica de la yunza negra de El Carmen Jimena Rodríguez 80. Fotorreportaje. Instantes flotantes del Titicaca Diego Olivas Arana

/Asesor de edición: Ramiro Escobar / Coordinador gráfico: Giovani Alarcón / Equipo: Julio Rospigliosi, Paolo Benza, n, Erick Nazario, Paloma Verano, Carlo Reátegui, Jimena Rodríguez Romaní / Columnistas: Ramiro Escobar, Emilio Camacho / dor: Diego Salazar Abecasis / Ejecutivo de cuenta: Arán Martínez / Agradecimientos: Vera Lucía Jiménez, Rómulo Franco, artabiertafcac / Revista producida por la organización de comunicación social Carta Abierta / Prohibida la comercialización ontenidos de esta revista.

ertapucp@gmail.com

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Luis Castañeda asumió por tercera vez el mandato como alcalde de Lima Metropolitana el 1º de enero de este año. Durante toda su campaña, en la que evitó cuanto pudo declarar a la prensa, su lema fue: “Vuelven las obras”. Decía que estas hablarían por él. Según los analistas, el 50.7% de limeños que lo eligió tenía un clamor desesperado por resultados tangibles. La frase “roba, pero hace obras” se convirtió en muletilla irónica para describirlo. En oposición a su principal contendora, la saliente alcaldesa Susana Villarán, a quien se le había caracterizado bajo el estigma de la ineficiencia, Castañeda llegaba al municipio para resolver los problemas de Lima con la capacidad de quien sabe lo que tiene que hacer. ¿Y qué pasó? Todo lo contrario.

El 27 de marzo, la Municipalidad declaró nulo el proceso de licitación de tres de los cinco corredores complementarios del Sistema Integrado de Transporte. Esto le dio la estocada final al principal proyecto de Susana Villarán. Semanas atrás

también se había renovado las licencias de varias empresas de transporte público, entre ellas la cuestionada Orión. Finalmente, ese mismo viernes, se canceló el contrato de concesión del proyecto de teleférico que buscaba unir el cerro San Cristóbal con el Parque de La Muralla con fines turísticos. Estos son cuatro ejemplos en áreas importantes que toda ciudad debería desarrollar: cultura, infraestructura urbana, transporte y turismo. Todas afectadas.

En Carta Abierta no pretendemos cuestionar la concepción que privilegia al cemento sobre cualquier otra expresión de trabajo edil, tópico sobre el cuál encontraremos sólidos argumentos a favor y en contra; sino que buscamos llamar la atención sobre una verdad que está resultando desastrosa: en vez de hacer, Castañeda se ha dedicado a deshacer. No se trata de estar de acuerdo o no con la idea que nuestro alcalde vendió a los limeños en la campaña, sino de entender que la actitud que ha tomado es la de rechazo a lo avanzado, de retroceso y de venganza sobre resultados. Quizás lo más penoso es que esta no es la primera vez que sucede en la ciudad. Durante los primeros meses de la gestión de Susana Villarán, la alcaldesa puso demasiado énfasis en investigar a Castañeda, en detrimento al verdadero trabajo de gestión municipal.

Lima es una ciudad que no puede permitirse ningún lujo, mucho menos, el de ver replicado en sus sistema de gobierno el caos que se percibe en la ciudad, aquel en el que si una combi te cierra el paso, le golpeas el espejo.

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Tomaremos cuatro ejemplos de distintas áreas de acción para demostrarlo. El 13 de marzo, el alcalde anunció que desde el día siguiente iban a “desaparecer todos los murales del Centro de Lima”, en virtud de una ordenanza que se remonta a 1994. El anunció se cumplió. Una semana después, se conoció la cancelación del proyecto Río Verde, que mediante áreas verdes pretendía poner el valor 6 Km de la ribera del río Rímac. Con ello también se dejó en la incertidumbre a 265 familias del pueblo Shipibo de la comunidad de Cantagallo, quienes viven al lado del río, sobre un relleno sanitario, y que habían acordado su reubicación con la gestión anterior.

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Gran parte de la deuda de la 7 Reforma Agraria será pagada por el Estado a empresa norteamericana Paloma Verano Fotografía: Giovani Alarcón

Cuarenta y seis años después de que el general Juan Velasco Alvarado anunciara que el “patrón ya no comerá más de la pobreza del campesino” e implementara su célebre Reforma Agraria, expropiando más de un millar de haciendas en todo el Perú, parece que por fin la deuda que tiene el Estado con los expropietarios será pagada. El problema es que no a quienes se debería pagar.

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San Miguel, 6 de la tarde, casa de doña Eugenia “Todo nos han quitado, sin nada nos dejaron. Mi hacienda se llamaba Pariamarca, le decían ‘El Mirador’ y quedaba en la provincia de Huaylas en Áncash. Tenía 280 hectáreas y cosechábamos papa, cebada, trigo, maíz y quinua. La Reforma Agraria ha sido un desastre, una cosa terrible. Dicen que muchos se suicidaron porque se quedaron paraditos, sin nada”, dice doña Eugenia mientras se acomoda en el sillón de una humilde casa ubicada en una quinta en San Miguel. A sus 92 años, sorprenden la lucidez y memoria con las que cuenta cada detalle de la hacienda de la que fue dueña desde 1942 hasta 1972, el año de la

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Reforma. Su temblorosa voz adquiere fuerza cada vez que recuerda que le quitaron lo que tenía: “Se llevaron todo, todo, todo”.

Esa misma frase la repetirá cuatro veces en la conversación.

Eugenia Espinoza de Lúcar nació en 1922 en el departamento de Áncash. Recuerda que desde que era pequeña visitaba la hacienda de su abuela, que quedaba en la provincia de Santa Cruz, Huaylas.

Cuando se casó, su esposo le propuso comprar la hacienda para poder vivir ahí, y ella aceptó. Fue 30 años después que, habiendo obtenido el control de la chacra, ayudado a sus peones a trabajarla y tenido un ingreso económico fijo por lo que producían, Velasco radicalizó la Reforma.

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Más de 10 millones de hectáreas pasaron de manos de sus dueños a los campesinos comuneros que las trabajaban. 15 mil fundos expropiados; 360 mil familias beneficiadas.

Dentro de esas familias beneficiadas se encontraban los peones de doña Eugenia.

Carlos, Luis y Ángela se pararon frente a ella cuando fue a ver por última vez la hacienda que le habían expropiado. Con voz firme le dijeron: “Tú te paras y nosotros nos paramos. Agarramos un palo, piedras y nadie entra”. Eran hombres, mujeres y niños. Eugenia, conmovida por el gesto, les explico que era una ley y que tenía que cumplirla, que nada se podía hacer. Ellos, entre lágrimas, le reclamaron que ahora no iban a saber qué hacer, que cómo iban a estar, que ella siempre los había ayudado. Pero doña Eugenia les prometió visitarlos siempre. La última vez que lo hizo fue en mayo de este año.

toparon con empresas que los compraban a bajos precios. Una de estas empresas era Gramercy Funds Management, más conocida como Fondos Gramercy.

Pero, ¿quiénes son estos Fondos Gramercy y por qué el afán de comprar bonos agrarios? Rafael Trujillo Pérez, abogado de un grupo de expropiados de la Reforma, parece conocerlos muy bien.

Miraflores, 5 de la tarde, Hotel Suites Larco.

Rafael baja al lobby del hotel en donde vive, con un sobre blanco lleno de papeles, resoluciones, leyes y demandas. Solo nosotros sabemos de qué tratan; él ya me lo ha comentado. Sus ojeras delatan que casi no ha dormido en los últimos días. Se sienta y me entrega el sobre blanco. Mientras se acomoda en el sillón dice con un aire relajado: “Lee primero los documentos y después preguntas, ahí está todo”.

Fondos Gramercy Los Fondos Gramercy son fondos de inversión del norteamericano Robert Koenigsberger, con sede en Greenwich, Connecticut, Estados Unidos. En el mundo económico son considerados como ‘fondos buitre’; es decir, fondos de inversión libre que suelen comprar títulos de deuda a personas o empresas de países con situación económica difícil. ¿Por qué unos fondos de inversión comprarían deudas que pareciera que no se van a pagar? La jugada reside en comprar la deuda a 20% o 30% de su valor original; es decir, a bajísimo precio. Una vez comprada, presionan para que se les pague el 100% de su valor.

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Cuando se le pregunta a doña Eugenia si le entregaron unos bonos en recompensa de su chacra hace un gesto de desprecio y chasquea los dedos. “Bah, sí me dieron el bono pero ya ni quise saber de él. Lo debo tener por ahí porque me acuerdo que me dieron muy poco y dije ‘para qué necesito esto’. Era poquísimo dinero a comparación de lo que valía”, afirma. La indiferencia con la que habla de su bono es sincera.

Así como ella, hubo muchas familias que perdieron la fe en que el Estado iba a pagar la deuda valorizada en alrededor de 15 mil millones de soles de oro en bonos pagables en 20, 25 o 30 años, según un informe de la revista Caretas. Algunas familias los conservan hasta ahora, pues no vieron la necesidad de venderlos. Sin embargo, los que sí vieron esa necesidad se

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Son casi cien hojas de oficios, cartas notariales y peticiones dirigidas a personajes de la política local: Daniel Figallo, exministro de Justicia; Marisol Espinoza, vicepresidenta de la República; Ollanta Humala, presidente de la República; Victor Isla, expresidente del Congreso; Alan García Pérez, expresidente de la República, y así, un sinfín de autoridades que lo único que han hecho hasta ahora es responder con un sello de recibido. Pero, ¿cuál es el tema en común con todos estos documentos? Tiene que ver con el pago de la deuda de la Reforma Agraria y, también, con los Fondos Gramercy.

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¿Cómo te enteras de la existencia de estos fondos?

Porque en marzo del 2006, en pleno gobierno de Alejandro Toledo, un cliente mío, el señor Hugo, me comenta que habían aparecido unos compradores de bonos y que le parecía raro. A mí también me pareció sumamente extraño ya que, paralelamente, se estaba discutiendo el pago de la deuda mediante una ley en el Congreso. No entendía por qué alguien se empeñaría en comprar bonos que la gente no va a vender porque ya les van a pagar.

Esto no tenía ni pies ni cabeza.

Rafael, al darse cuenta de que algo estaba ocurriendo, decide investigar el nombre del comprador que representaba a Gramercy. Sorpresa: la empresa estaba catalogada como ‘fondo buitre’.

Entonces, hace la denuncia y pone en conocimiento de la prensa las intenciones de los Fondos Gramercy por comprar la deuda. Ante ello, el Ministro de Economía y Finanzas de ese entonces, Fernando Zavala, responde que la demanda de Trujillo

El fallo del TC en el 2013 establece que el Ejecutivo tendrá cinco años para registrar a todos los que tengan bonos, dos años para actualizar el valor de cada uno y ocho años para pagar la deuda, ya sea por canje de tierras, emisión de nuevos bonos o efectivo.

es un tema entre entes particulares. Pero hay algo que al exministro se le estaba olvidando: ya existía un antecedente de un ‘fondo buitre’ comprando una deuda de manera fraudulenta en el Perú, que había causado bastante daño.

Ya nos había pasado antes En el 2000, los fondos Elliot Management causaron un grave perjuicio al Estado peruano de la misma manera que pretende hacerlo Gramercy, ganando 58 millones de dólares. Es por esto que la actual vicepresidenta, Marisol Espinoza, trató de poner el tema en discusión mediante la moción N° 8245 y la creación de una comisión investigadora para averiguar cómo actuaban los Fondos Gramercy. Además, advirtió que como consecuencia de este

Es ilegal incluir a los compradores en la ejecución de la sentencia si no están en el fallo original

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Aparte, en el compromiso asumido en la VI Reunión de Jefas y Jefes de Estado de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), se estipula “limitar el accionar de los Fondos de situaciones especiales (fondos buitres) a fin de que el comportamiento de estos agentes especulativos no afecte la obtención de acuerdos entre deudores y acreedores ni ponga en riesgo la estabilidad financiera global”. ¿Compromiso? ¿Por dónde?

Pese a estos antecedentes, el gobierno de Alejandro Toledo no hizo nada sabiendo que la movida de Gramercy podía perjudicar al Estado. No hubo ninguna prevención, ni control. Lo mismo pasó con

sus dos sucesores, Alan García y Ollanta Humala. Fue tanta dejadez que se podría mal pensar.

“He ido a todos los lugares posibles y todos me cierran las puertas, se hacen los locos. Si ellos no me quieren escuchar, no me voy a quedar callado. Esto afecta a los bolsillos de todos los peruanos, el tuyo, el mío, el de tus hijos”, afirma Rafael con exasperación en la voz. ¿Qué es lo que realmente está pasando? ¿Ha sido un descuido tremendo del Estado peruano o ha sido intencional?

“El bono es un medio de pago, no la deuda” Hay algo que se debe tener en claro para poder entender la jugada que se ha armado a lo largo de todo este tiempo. El bono es un medio de pago, no es la deuda en sí.

Es por eso que cuando los compradores

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antecedente, “se debieron tomar medidas inmediatamente después de que el Estado peruano tomó conocimiento del ingreso del fondo Gramercy al Perú”. Pero la moción quedó en solo eso: una moción.

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de bonos adquieren el bono solo adquieren el papel, no adquieren la deuda, por lo tanto no son acreedores al pago.

“Si a ti te pagan con un cheque no te deben el cheque, te deben la cantidad que hay en el cheque. La causa puede ser indemnización o cualquier otra, pero el cheque solo figura como un medio de pago”, explica Rafael.

Es más, existe un informe del propio Estado peruano, suscrito por el ex Ministro de Agricultura, Milton Von Hesse, en el cual se afirma que “los bonos son nulos como medio de pago y que solo sirven para determinar el monto del justiprecio pendiente de cancelación”.

Sin embargo, el abogado y presidente del Centro Peruano de Estudios Sociales, Laureano Del Castillo, opina lo contrario: “Los bonos son un título de valor así como un cheque o una letra de pago.

En este caso el bono expresa de manera práctica una obligación de Estado con el tenedor original pero que es transferida al tenedor actual por medio de la venta del bono”, explica desde su oficina en una casona antigua en la Av. Salaverry en Jesús María. Esto quiere decir que, según Del Castillo, el Estado tiene que pagar a los que presenten el bono porque es un derecho legítimo y lo que ha hecho Gramercy es utilizar mecanismos de mercado para poder ganar bien.

Los compradores de bonos estàn incluidos en el fallo

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Aquí es donde empieza todo. En julio del 2013, el Colegio de Ingenieros (CIP), representado por Mario Seoane Linares, pidió la ejecución de la resolución del TC del 2001 –en la que ordenaban que se pague la deuda a los expropiados-, y logró que se resuelva que el pago de los bonos de la deuda agraria iría a favor de “todos los tenedores de bonos pendientes de pago, en su condición de expropiados, herederos o cesionarios”. Esta última oración es la que incluye a los compradores de bonos en la ejecución de la sentencia.

Los Fondos Gramercy entrarían en el grupo de ‘cesionarios’.

Existe una diferencia entre el fallo y la ejecución del mismo. Según Rafael, no se puede agregar, en la resolución de la ejecución, actores que no hayan estado estipulados en el fallo original. En este caso, el fallo original era de marzo del 2001, y en él solo se ordenó el pago actualizado

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de la deuda producida por la Reforma Agraria para la cancelación del justiprecio de la expropiación; o sea, para pagar el valor de los fundos expropiados. Nada más.

Pero Mario Seoane afirma lo contrario: “Procesalmente, Gramercy no tiene por qué aparecer en el fallo original. Este fallo se refiere a los tenedores de bonos, si un bonista me vende un bono, me convierto en tenedor de bonos; y, en consecuencia, tengo derecho a lo que establece la sentencia”, afirma desde su oficina.

“No se puede sustituir un derecho constitucional en base a uno mercantil de documentos o valores que no tienen raíz que el TC tutela. Yo pondría cuestionamientos en vía de ejecución porque la sentencia original no los reconoce como tal y el TC no tiene la competencia para sustituir un juzgado comercial”, agrega Landa.

Según Seoane, los compradores de bonos tendrían un 20% de la deuda de la Reforma Agraria, calculada en 4, 500 millones de dólares. Para José León, congresista de la República, solamente Gramercy tendría

Sorpresa: Gramercy estaba catalogada como ‘Fondo Buitre’ alrededor de 30%. Pero Seoane puntualiza que Gramercy tendría nada más que 10%.

Lamentablemente, no se tiene un registro único de los compradores de bonos por lo que las cifras solo se quedan en meras especulaciones.

Mientras hay cálculos que dicen que hay entre 1,000 y 3,000 millones de dólares en bonos, otras estimaciones llegan a 4,600 millones de dólares, lo que equivale al 2% del Producto Bruto Interno (PBI) del país. Las familias de expropiados le tienen mucho fastidio a Gramercy porque les compró los bonos a precios bajos aprovechándose de su estado de necesidad. “Lo que más fastidia es la relación no-pago. El Estado no quiere pagar y permite que esta gente cobre y ahora que ya acumularon ya quieren pagar. ¿Qué pasó para que el Estado no pague al momento y ahora sí quiera hacerlo con Gramercy? No hay que ser muy mal pensado para ver la relación directa en el tema”, sugiere Rafael en tono irónico.

El hombre clave Mario Seoane Linares fue abogado de Gramercy Advisor en el Perú, y, como ya lo mencionamos, también es abogado del Colegio de Ingenieros del Perú (CIP). O

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César Landa, ex presidente del Tribunal Constitucional, contradice a Seoane señalando que el TC, según el Código Procesal, tiene la competencia de restituir la situación del agraviado a un pleno goce de sus derechos ordenando que las cosas vuelvan al estado en el que se encontraban. Es decir, reestablecer las cosas al estado anterior de la violación de derechos.

El TC puede hablar de la realidad vigente, como lo ha hecho en la ejecución de la sentencia pero en este particular caso lo ha hecho con una intromisión a un ámbito que no le compete. El ámbito mercantil o comercial.

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sea, fue abogado de los fondos que buscan cobrar los bonos que no les corresponden y, al mismo tiempo, desde el CIP, presentó la petición para que el pago salga ya. Ha publicado un libro llamado “La Deuda Secreta del Perú: Los bonos de la Reforma Agraria”, y figura en las páginas blancas con la misma dirección y el mismo número del estudio de abogados que tiene a su nombre. Contesta el teléfono a la primera timbrada y, después de saber el motivo de mi llamada, dice que “está ajustado con el tiempo”. Aun así, no se queda callado ante las preguntas sobre si Gramercy merece legalmente el pago de la deuda o no.

Pero los Fondos Gramercy han comprado por debajo del precio, como un fondo buitre…

Los Fondos Gramercy son solo un acreedor más, el punto acá es la venta de bonos. Yo te hablo de forma general, yo defiendo el derecho de que si hay una ley que dice que el bono puede ser vendido entonces no hay nada ilegal.

Si los compradores de bonos no tienen la condición de expropiados, ¿por qué van a cobrar como si lo fueran?

Los bonos se pueden haber vendido pero eso no significa que los que tienen bonos tengan un derecho inferior a los expropiados originales. Al haberte expropiado tú tienes un crédito contra el Estado y puedes vender ese crédito, ceder ese derecho, no hay prohibición alguna.

En la resolución del 2001 no se mencionaba a los cesionarios (compradores de bonos)…

No es cierto que no incluía a los cesionarios. La sentencia del 2001 reconoció un derecho a los tenedores de bonos de la reforma agraria. Eso que solo se aplica a los expropiados es falso, porque si yo recibo el bono por herencia, por mandato de ley me convierto en tenedor de bonos. Lo mismo pasa con el comprador.

Y es que en efecto, no hay nada ilegal en comprar bonos. Lo ilegal radica en que no se puede incluir a los compradores de bonos en la ejecución de una resolución, cuando en el mismo fallo no figuran.

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¿Usted fue el abogado de Gramercy?

Los he ayudado en unos temas pero actualmente no lo soy.

Pero, ¿sabe que han tenido problemas en Argentina como fondos especulativos? ¿En Argentina? No sabría decirte. Pero el tema de fondo es la deuda y nuestra búsqueda para que el TC corrija la fórmula.

El eslabón perdido A principios del 2012, un nuevo nombre apareció en el proceso de cancelación de la deuda: el de la ex Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, quien representaba a los expropiados y que tenía como misión exhortar al ejecutivo al pago de los bonos agrarios. Salió en la prensa nacional e internacional presionando al Estado para que cumpla lo más pronto posible.

en el 2011, el local estaba repleto de tenedores de bonos con alta expectativa sobre la orden de pago. Sin embargo, hubo algo que llamó la atención de Rafael: muchas fichas de información de los expropiados. “Parecía un censo, les habían pedido información sobre cuántos bonos tenía cada expropiado y cuánto valían”, afirma Rafael.

Y sí, Seoane admite que hicieron un censo de bonistas porque el Estado había sido muy dejado en ese tema. “Ese censo nos ayudó para poder tener una idea de los casos dramáticos que vivía la gente”, afirma. Cuando le pregunto si es que Gramercy aprovechó esa información para poder comprar bonos a los expropiados, responde tajantemente: “Gramercy compró bonos hace siete años y nunca más volvió a comprar”.

La pregunta aparece de nuevo: ¿por qué Gramercy estaba interesado en saber la cantidad de bonos de los expropiados?

Sobre todo cuando el pago está ad portas de darse. Y es que cuando el CIP logra

Infografía: Carlo Reátegui

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Un año atrás, Mario Seoane y Beatriz Merino armaron unos eventos para explicarle a los expropiados cómo iba a ser el proceso del pago de la deuda. Cuando invitan a Rafael a que vaya como invitado

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la resolución de pago en el 2013, esta es dada por el TC con una fórmula de actualización que convertía el valor del pago de la deuda en un valor diminuto; o sea, la valorización de la deuda era ínfima y eso desanimaba por completo a los acreedores del bono. Para ponerlo más simple: al hacerla más larga, Gramercy podía comprar más bonos ante la desesperanza de los expropiados.

Carlos Monge, historiador y sociólogo, afirma que es cuestión de investigar y preguntar cuál fue el verdadero interés de Beatriz Merino en este caso. “Si es que ha habido un lobby no nos debería sorprender. La imagen de Beatriz Merino como una de las pocas políticas respetables podría haberle jugado a favor para obtener el respaldo de los expropiados”, afirma Monge.

“Si Mario Seoane, siendo abogado del CIP y de Gramercy, logra la resolución de ejecución me parece raro que haya aceptado un valor de actualización que a él mismo le perjudicaba. Si coordinas todo, solucionas todo de una vez. Salvo que no quieras solucionarlo de verdad”, agrega Rafael.

Seoane la defiende a capa y espada.

Seoane por su parte afirma que a él no le importa quién cobre, sino que se realice el pago. “No me importa a quién se le pague aun así sea mi enemigo. Yo debo defender un derecho para cualquier persona. Mi compromiso no es con quien lo cobra sino que se dé el cobro. Igual, el bono era y es transferible; el mismo Velasco lo dijo”.

En marzo del 2001, solo se ordenó pagar el valor de los fundos expropiados

¿Beatriz Merino habría ejercido su influencia para el pago a los compradores?

Ella no tiene nada que ver. El Colegio de Ingenieros le pide que apoye nada más.

Hemos trabajado juntos, no mucho. Menos de un año. La conozco, es una persona honesta que ayudó en el tema y salió la resolución.

Noviembre, 2014 Nora Laredo, asesora de Prensa de Beatriz Merino contesta el teléfono con un tono amable. “Pero la Dra. Merino no es especialista en ese tema”, responde cuando le pido una entrevista con ella sobre la Reforma Agraria. “Pero ella ha representado a varios expropiados de la reforma”, le digo. “Sí, pero ahora está de descanso médico, mejor entrevista a otros especialistas, en la PUCP deben haber abogados”, me dice. El tono amable persiste, pero es más cortante.

Marzo, 2015 El teléfono de Nora está apagado. Llamo tres veces a lo largo del día y nunca se prende. Dos días después vuelvo a insistir. Contesta después de 5 timbradas. Le vuelvo a pedir una entrevista con la Dra.

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César Landa: “La inclusión de compradores de bonos en la sentencia no corresponde” Expresidente del Tribunal Constitucional

¿El TC debió incorporar a los compradores de bonos en la ejecución de la sentencia?

Esa inclusión no corresponde. Yo diría que el derecho constitucional surge para velar por los derechos fundamentales, por eso está en función del agraviado original, los expropiados. En este caso, ha habido una transacción comercial de por medio, por lo que ya no le corresponde al TC exigir el pago a los compradores, solo a los expropiados. ¿Qué es lo que se debería hacer ahora para evitar algún tipo de fraude?

Los beneficiarios tienen que estar identificados. Con esta fórmula de decir “ya, preséntese quien tenga el papel y le pago” suceden muchas estafas. De esa forma se ha hecho mucha corrupción en el Perú. Si los beneficiarios afectados tenían un con-

trato con sus compradores, que se arreglen entre ellos, pero el Estado no tiene por qué sustituir la voluntad de quienes han demandado. ¿Qué debieron hacer los fondos para que su transacción sea correcta?

Estos fondos debieron llevar a cabo contratos con los bonistas originales a efecto de que cuando salga la sentencia ellos lo sustituyan, pero no fue así. Un título como un bono de libre transmisión, desde el punto de vista constitucional, no es suficiente para efectuar el pago.

Si no se puede incluir a los compradores de bonos en la ejecución, ¿entonces tampoco podría incluirse a los herederos?

Sí se les puede incluir porque la naturaleza del derecho no es la misma. Una cosa es que uno sea víctima de una afectación del Estado y plantee una acción de amparo –y, posteriormente pase a los herederos- a que ese derecho lo haya licuado a nivel comercial y lo haya vendido. En este caso, los compradores han adquirido el bono por un interés patrimonial y comercial legítimo pero que no se puede sustituir en los derechos de los expropiados. ¿La responsabilidad recaería en el Estado?

Nosotros tenemos una Superintendencia de Banca y Seguros que autoriza el ingreso de las empresas bancarias que reciben fondos y depósitos, por lo que la responsabilidad recaería en ella. Sin embargo, es cierto que falta una legislación que garantice y evite que estos fondos que compran deudas ejerzan el cobro en las zonas grises de la legalidad. A la deficiencia de las normas de supervisión, estas actividades solo terminan alterando patrones fundamentales de las personas.

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Punto Edu - Felix Ingaruca

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Merino pero explica que, por motivos personales, no brindará entrevistas durante un mes. ¿Cuál es la relación entre Seoane y Merino? ¿Realmente hay algo fraudulento o es un interés aparte? ¿Desde cuándo Merino se interesó en la causa de la Reforma Agraria? ¿Qué es lo que sabe de los Fondos Gramercy? ¿Qué es lo que sabe de todas las denuncias presentadas por Rafael? Son preguntas que la Dra. Merino no ha respondido por ahora.

El proceso hoy

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Actualmente el caso está en manos de Fuad Khoury, Contralor General de la República, y el congresista Sergio Tejada ha presentado la denuncia de Rafael a la Comisión de Fiscalización del Congreso.

Lo sorprendente es que todos los escritos que había presentado Rafael hicieron que el Procurador del Congreso de la República, Gustavo Gutierrez-Ticse, le responda también por escrito que como había avisado a destiempo del problema, él ya no podía hacer nada para defender al Estado de Gramercy.

Sin embargo, un día después de emitida la resolución, Rafael había puesto en conocimiento del tema a Ollanta Humala, explicándole: “El Estado peruano se encuentra únicamente obligado al pago de la deuda del justiprecio, no siendo procedente el pago a los compradores de los Bonos de la Reforma Agraria (…). No existe en ninguna parte del fallo referencia alguna a los compradores de bonos. Reitero, no se puede incluir para el pago en ejecución a alguien que no forma parte de la sentencia”.

“La reforma agraria ha sido un desastre, una cosa terrible” La afirmación del procurador es falsa.

Con esto, lo único que hicieron fue demostrar que, en efecto, hay un afán por no tener problemas con estos fondos especulativos. Rafael, a sus 46 años, sabe que es una lucha difícil y que por más que le digan que les pagarán a sus clientes si deja de molestar al Estado, no se va a quedar callado. ¿Es este un claro caso de ineficiencia del Estado o de lobby encubierto? ¿Cuándo decidirán el pago de los expropiados de la Reforma? ¿Existe un nexo entre Gramercy y el Estado? ¿Por qué siguen dejando que entren fondos especulativos a nuestro país?

Es lo mismo que se preguntan cientos de familias que vendieron sus bonos a muy bajo precio. Esas respuestas se verán respondidas cuando llamen a la cola para cobrar la deuda. Allí se verá quiénes eran los interesados en el pago y lo más probable es que nos llevemos más de una sorpresa.

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Des-Unión Civil Ramiro Escobar*

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Vaya. Por el momento, han pasado la batahola en el Congreso, el cargamontón en las redes sociales, el desborde verbal y hasta callejero. La histeria cívica, la alarma religiosa. Las mutuas condenas, eternas y flamígeras. Y es necesario reflexionar al respecto.

Soy uno de los ciudadanos –minoritarios en el país, seamos realistas– que está desencantado y alucinado por la manera cómo el Congreso despachó el Proyecto de Ley de Unión Civil, que permitiría a una pareja de personas del mismo sexo tener más derechos. Apenas eso. Pero más me alarma la manera cómo se dio el debate, tan cruzado de insultos, ataques, delirios. Tan pobre, casi mísero incluso.

La cumbre más alta de esta indigencia de ideas fue la ‘argumentación’ del congresista Rubén Condori, quien citó, sin querer queriendo, el libro Mi Lucha de Adolfo Hitler para sazonar su oposición contra esta mínima propuesta de modernidad.

Ese estado de catatonia colectiva en el que entramos es, a mi juicio, tan grave como el desenlace penoso en el Parlamento.

Revela no sólo escasez de información sino, además, de elaboración; habla, no tan a lo lejos, de la deficiencia de nuestro

sistema educativo, que parece más interesado en poblar el país de aulas o ‘colegios emblemáticos’ que en poner tabiques de entendimiento.

Vi a varios amigos pelearse –sobre todo en redes sociales– hasta el extremo de mandarse al carajo o hundirse en la nada del ciberespacio gracias a la maldad de la tecla delete. En más de un caso fue porque uno de ellos hizo pública su homosexualidad o su acuerdo con la unión civil, sin imaginar que eso despertaría dentro de algunos de sus conocidos la furia inquisitorial.

Triste, muy triste. Pero cabe preguntarse si ese síndrome no alude, paradójicamente, a algo que podríamos llamar la ‘des-unión civil’. Es decir, a una tendencia casi suicida a partir la sociedad cuando comienzan a debatirse asuntos esenciales, como el otorgamiento de derechos a una minoría que está presente en todos los ámbitos, que trabaja y paga impuestos, que influye.

Salvando las distancias históricas y dimensionales, me hizo recordar los tiempos del conflicto armado interno (o ‘del terrorismo’ para quienes no aceptan el rótulo anterior), cuando hablar de derechos humanos era prácticamente una herejía. Un acto de audacia que podía

Hace tiempo he dejado de creer que el hombre es un ser racional

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costar sanción social o, peor aún, alguna malsana acusación de un desquiciado que veía fantasmas por doquier.

Poco a poco, sin embargo, la lucha por los derechos humanos fue adquiriendo más ciudadanía, salió de la ‘espiral del silencio’ de la que hablaba la investigadora alemana Elisabeth Noelle-Neumann hace varios años. Rompió diques, prejuicios, falsas conciencias, y se hizo más fuerte y sonora en el espacio público, aun cuando todavía provoca raptos de insensatez y calumnias.

Hay que agregar, sin embargo, que la des-unión civil fue tan fuerte que hubo un momento en que solo se escuchaban maldiciones. No creo exagerar si digo que algunos de los partidarios del proyecto también llegaron al exceso con la otra parte, en menor proporción. Aunque es obvio que soltado el virus furioso, vuelto invisible el Otro, casi no había quien se libre del ataque ciego. Cuando el dúo Dolce

& Gabbana declaró recientemente, desde su homosexualidad, su apoyo a la ‘familia tradicional’, eso se tomó como la prueba de la cuadratura del círculo, el ¡eureka! que los ultracatólicos esperaban. Aun cuando se trataba solo de una opinión, en tanto que muchas otras podían sostener lo contrario, ya sea de homosexuales o heterosexuales.

Hace tiempo he dejado de creer que el hombre es un ser racional, viejo truco que nos inculcaron desde la infancia católica o liberal. José Saramago decía que “cuando el hombre se dio cuenta de que era inteligente, se volvió loco” y eso creo que es una verdad palmaria: cuesta pensar, ser coherente; la lucidez solo viene por ráfagas en medio del tráfago de la vida. Pero se puede tentar, y creo que este escenario ameritaba examinar data, investigaciones, leyes, recoger experiencias. De manera global, no parcial o tendenciosa.

Y así nos pasamos estos meses hundidos, literal no metafóricamente, en una Torre de Babel desatada, donde lo único que quedó claro es que hay aún mucha gente en nuestro país para la que un dogma vale más que la dignidad humana. Esa es nuestra sociedad: desunida en torno a cuestiones cruciales que no deberían debatirse en base a una clamorosa suspensión del juicio, ya sea acicateada por motivos laicos o beatos. Así, nunca estaremos ‘preparados’ para el voto voluntario, para la unión civil y para otros asuntos en los que se juega nuestro progreso, nuestro entendimiento y un poquito de nuestra felicidad. *Profesor de la carrera de Periodismo de la PUCP. Periodista y Columnista del diario La República.

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La lucha por los derechos de la comunidad LGTBI –que en realidad es una lucha social, no de un ghetto– forma parte de esa misma tela que tanto cuesta enhebrar.

Es parte de los derechos humanos y se emparenta con la lucha por las 16, 000 víctimas de desaparición forzada en el Perú, o con la gesta por los derechos civiles de la comunidad afroamericana en Estados Unidos. O con el fin del apartheid en Sudáfrica. Si bien cada uno de estos casos tuvo –o tiene– su tiempo y su afán, se ubican en el mismo piso donde nuestra especie hace lo posible por no cercenar la dignidad de una de sus partes. Si uno alaba a Nelson Mandela pero cree que los homosexuales quieren destruir la familia, tal vez no entienda que todos ellos se encuentran bajo el mismo cielo.

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Informalidad laboral en los restaurantes de Lima: las escuelas de cocina y la Sunafil también son responsables Alejandro Guzmán

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En ediciones pasadas, esta redacción ha sido dura con los representantes mediáticos de la cocina peruana, y sus restaurantes, por no acatar la legislación laboral. Pero, aunque su responsabilidad en el problema es directa, no es exclusiva. hay otros dos actores clave: las universidades e institutos que no velan por los derechos de sus alumnos, y la Sunafil, un novel ente fiscalizador cuyo trabajo intenta empezar a dar frutos. Dicen que cuando llueve, todos se mojan; así que les traemos el reportaje que, considerábamos, quedaba pendiente.

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Fotografía: Carlo Reátegui

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Eligió el instituto D’Gallia, que –según ha declarado a otro medio Guido Gallia, su director– exige nada menos que 2,500 horas de prácticas preprofesionales para poder egresar. Dos años tardó S en acabar sus estudios, lo cual es solo un poco más del tiempo que necesitaba para conseguir esas 2,500 horas de prácticas, trabajando a un ritmo máximo de treinta horas semanales, como limita la ley.

En otras palabras, hubiera tenido que trabajar durante casi toda su etapa como estudiante para poder egresar en el plazo ideal.

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n el 2013 Apega publicó que eran más de 15 mil los estudiantes que egresaban anualmente de las escuelas de cocina en el Perú. S era uno de ellos, uno más en ese vasto ejército de jóvenes que, atraídos por la constante publicidad del boom de la gastronomía, decidió que quería estudiar para convertirse en chef.

Por la dedicación que le demandaba el estudio, S recién hizo sus prácticas cuando terminó los cursos. Al

Desde este semestre la UPC inició el dictado de clases de su nueva carrera llamada Gastronomía y Gestión Culinaria. La cara publicitaria de la carrera es Virgilio Martínez, dueño del restaurante Central, que esta revista ha demostrado que no cumple con la legislación laboral.

completarlas, volvió al instituto y entregó una constancia de trabajo que acreditaba haber cumplido las horas necesarias bajo la supervisión de un chef. La persona encargada recibió el certificado, revisó la cantidad de horas e inició el trámite de inscripción de prácticas. Nada más. Nadie se fijó en cuál había sido su horario de trabajo, ni en cuántas horas a la semana estuvo en el restaurante, ni si le dieron un seguro médico, ni mucho menos si le pagaron el sueldo mínimo; requisitos indispensables para las prácticas preprofesionales según la Ley 28518, sobre modalidades formativas laborales.

A S, como a todos sus compañeros, solo le pidieron el certificado de cantidad de horas firmado por el chef, gerente o dueño del restaurante, y un sello de la empresa. D’Gallia, por cierto, no es cualquier instituto. Si existiría un ranking de los mejores, probablemente figuraría en los primeros puestos.

Hace cuatro meses, en una entrevista para este medio, Gastón Acurio, el rostro más

Fernando Ochoa, coordinador académico de la Universidad Le Cordon Bleu, cree que las escuelas de cocina no son responsables de velar por el cumplimiento de la legislación laboral, sino las empresas y el Mintra.

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Fotografía: Alejandro Guzmán

El cocinero más reconocido del Perú opinó en la misma entrevista que las escuelas de gastronomía deberían preocuparse por que se cumpla la ley, y que creía que las buenas sí lo hacían. A su juicio, sería provechoso que se cree un ranking de escuelas de cocina, tanto de institutos como de universidades, para que los empleadores tengan un referente

de la calidad de los egresados y puedan contratar con mayor confianza.

Además de D’Gallia, otra de las escuelas que podrían estar en la cima de ese ranking hipotético, debido a su reconocimiento internacional, es la de la Universidad Le Cordon Bleu (ULCB).

Por eso sorprende que Fernando Ochoa, su coordinador académico, cuente que, de acuerdo al reglamento interno de la universidad, no hace falta que un estudiante reciba un sueldo por sus prácticas para poder convalidarlas.

Entonces, la Universidad podría aceptar prácticas ilegales si sucediera que uno de sus alumnos esté trabajando sin recibir, por lo menos, el salario mínimo.

Ochoa indica que ello hasta ahora no ha ocurrido. “La universidad es muy estricta”, dice, sin embargo, en alusión a sus reglamentos; lo que sí exigen es que a los practicantes se les asigne un seguro

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visible del boom gastronómico peruano, dijo que el principal problema del rubro son las escuelas de cocina, porque se han abierto muchas que existen solo para ser un mero negocio y no priorizan la calidad de la enseñanza. Aseguraba que él mismo ha intentado romper ese vicio al crear la escuela de cocina Pachacutec, cuyos estudiantes realizan sus prácticas preprofesionales en los restaurantes del Grupo Acurio, en donde dijo que sí se les asignan todos los beneficios que considera la ley.

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médico y que no laboren más de treinta horas a la semana.

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La ULCB, que hace poco cumplió cinco años de creada y cuenta con once egresados hasta el momento, exige a sus alumnos realizar 720 horas de prácticas preprofesionales durante los dos últimos ciclos académicos. Estudiantes aseguraron que se les otorga una lista de instituciones en las que pueden realizar dichas prácticas, pero Ochoa declaró que esa lista no existe y que los alumnos son libres de hacerlo en cualquier lugar mientras estén supervisados por un chef. Por ejemplo, cuenta que tienen un convenio con el restaurante del Hotel Marriot y otro con la cocina de la clínica Good Hope.

También han registrado a estudiantes que han practicado en restaurantes como El Buen Sabor y Rústica, entre otros. De todos ellos, Ochoa considera que “los que tienen un contrato remunerado es por una coincidencia”.

“Las empresas son las que deberían aplicar la ley”, sostiene Ochoa cuando se le pregunta por la responsabilidad de las escuelas de cocina frente al problema de

Las escuelas de gastronomía sí tienen la capacidad de cortar el problema de raíz

Si D’Gallia exigiera el cumplimiento de la Ley 28518, sus estudiantes tendrían que hacer prácticas durante aproximadamente un año y ocho meses para completar las 2,500 horas que pide el instituto, casi los dos años completos que duran los estudios de la carrera.

la informalidad laboral en los restaurantes limeños, y complementa su respuesta aduciendo que “el Ministerio (de Trabajo) es el que controla y supervisa la labor de una persona en una empresa”.

El Ministerio de Trabajo (Mintra) fiscaliza el cumplimiento de la legislación laboral mediante la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), creada en abril de 2014. Sin embargo, los empleados de dicho organismo han realizado dos paros sindicales en menos de un año de funcionamiento (16 y 29 de diciembre de 2014), protestando por el incumplimiento de sus propios beneficios laborales. “A los fiscalizadores del derecho laboral en el Perú no se les respeta sus derechos”, anunciaba un comunicado del sindicato de inspectores.

Esta revista se puso en contacto con la oficina de comunicaciones de la Sunafil para conocer su versión, acciones y opiniones sobre la informalidad laboral en los restaurantes limeños. Su respuesta fue clara: “los responsables de que estas (las leyes) se cumplan son los empleadores, al ser ellos los obligados por ley frente a los trabajadores que les brindan su labor para el crecimiento de su actividad económica”.

En diálogo con Carta Abierta, también informaron que cuentan con 401 inspectores en todo el país, distribuidos en nueve Intendencias Regionales y que, en el caso de Lima, en el rubro

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Fotografía: Giovani Alarcón

“Se trata de un ente que todavía no ha cumplido un año en operaciones, por lo que su crecimiento y consolidación fortalecerá el sistema de protección de los derechos laborales de los trabajadores”, opinó la institución. Para ello, serviría que los empleados explotados denunciaran a sus empleadores por escrito, indicando sus datos laborales y los incumplimientos que se estarían produciendo. Infracciones como no pagar horas extra, realizar prácticas no remuneradas o hacer un uso fraudulento de las modalidades formativas, son consideradas como ‘muy graves’.

Aunque la Sunafil contara con más inspectores y funcionara sin problemas sindicales, no tendría la capacidad de fiscalizar a los miles de restaurantes que operan en todo el país. Incluso, si los inspectores llegaran a algún restaurante, es muy fácil que las empresas oculten practicantes ilegales porque no habría documentación que acredite que están laborando en el establecimiento evaluado, a pesar de que la primera visita de inspección de la Sunafil se lleva a cabo sin previo aviso al empleador.

Las escuelas de gastronomía, en cambio, sí tienen la capacidad de cortar el problema de raíz, simplemente tendrían que exigir que se cumpla con la Ley 28518 para considerar válida una práctica. La Sunafil, aunque quisiera, no tiene la potestad de exigir a las escuelas de cocina que cumplan con dicha ley, eso solo pueden exigírselo a las empresas fiscalizadas.

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de restaurantes se han realizado 550 inspecciones, tanto por denuncias como de oficio. De ellas, 88 han concluido en Actas de Infracción en las que se verifican incumplimientos a las normas laborales, por las que se han formulado multas que ascienden a un total de S/. 6´369,259.50.

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Este documento le fue entregado a un estudiante de la ULCB para inscribir sus prácticas. No se revisa el horario, ni el seguro médico, ni la remuneración. El coordinador académico de la universidad asegura que el documento ya no es lo único que se les pide a los alumnos para inscribir sus prácticas.

Carta Abierta no tuvo acceso al reglamento de prácticas de la Universidad.

Así las cosas, llama la atención el caso de la UPC, que este año ha empezado a recibir alumnos para la carrera de Gastronomía y Gestión Culinaria. El cofundador de la carrera es nada menos que Virgilio Martínez, dueño y chef principal del restaurante Central, considerado el mejor de Latinoamérica según el ranking anual de la revista británica Restaurant, pero donde se incumplió deliberadamente con la legislación laboral, según denunciamos en la edición pasada de esta revista.

Hubiera tenido que trabajar durante casi toda su etapa como estudiante para poder egresar en el plazo ideal

mandatos de la Ley 28518. La universidad pide a sus estudiantes 640 horas de prácticas preprofesionales, pero todavía no permite que se registren para esa carrera porque recién dictará su primer semestre durante el 2015-1, de modo que todavía no se puede saber si los estudiantes de la escuela publicitada con la imagen de Martínez cumplen con los requisitos de la universidad que la alberga o con las tradiciones del chef.

Si se creara el ranking de escuelas de cocina que reclama Acurio, es muy probable que Le Cordon Bleu, D’Gallia y la UPC ocupen las mejores posiciones.

Está probado que dos de ellas no garantizan que sus alumnos cumplan con la legislación laboral cuando hacen las prácticas exigidas, y la tercera tiene como cara publicitaria a un cocinero que explota a sus practicantes. ¿Cómo sería, entonces, la situación en las escuelas que ocuparían los lugares más bajos de ese ranking? Según Apega, hay 83 instituciones educativas impartiendo carreras de cocina en todo el Perú.

S, aquel chico que estudiaba gastronomía en D’Gallia hace pocos años y al que le exigieron completar 2,500 horas de prácticas, como a todos sus compañeros, ahora ya no es cocinero. Prefirió estudiar otra carrera, en otra universidad, y en otro rubro.

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La cuestión es aún más contradictoria, pues la UPC sí tiene un documento que regula la inscripción de prácticas en el que se exige el cumplimiento de los

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Las viejas, los viejos y los comadreos oscilantes Diego Olivas Arana Ilustración: Thalía Gonzáles

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Alfonso y El Insecto - Bar Etnias, Cercado de Lima.

- Ese es mi Insecto, ¿cómo has estado, causa? Ya tocaban sus chelas bien helenas.

- Y en el Etnias, ‘ta bien acertado, compare. Como los viejos tiempos.

- ¿Bien acertado? Bien Suzuki dirás, deberían limpiar más seguido, carajo.

- Mi Poncho, acá veníamos a chupar cuando estábamos en la San Martín, ¿recuerdas?

- No me digas Poncho pe’. Ya fue. Me suena a forro, a condón. Una huevada gay.

- Jajaja, ¿y ahora cómo te dicen? Eres Poncho, broder. Ahí vienen las chelas.

- Tranquilo, Alfonsito, se me chispoteó un poco nomás. Ahí ‘ta. Oye, ¿por qué ya no quieres que te digan Poncho? ¿Es porque ahora te las das de fotógrafo profesional, causa? Capturando imágenes de familias con plata, de flacas ricas.

- Claro pes. Hace poco hice mis tarjetas.

Hay que hacer empresa, Insecto, hay que hacer empresa. No todos podemos sentarnos a escuchar Spinetta o Soda Stereo todo el día, mientras la mamá nos cocina el almuerzo y el lonche ¡Salud por tu vieja!

- ¡Y por la empresa, Ponchito! Alfonso, diré. Sorry pe’ Alfonsito, me va a costar sacarme la palabra.

- Anda chupa nomás.

- ¿Oye y qué fue de la vez pasada, que nos encontramos en la avenida La Molina?

Estabas con todo tu equipo fotográfico, un culo de cosas, y tu socio el gringo. Dijiste que te ibas a fotografiar una familia con billete.

- Así fue, causa. Ese día fue cosa de locos.

- ¿Por qué? Suelta pe’.

- ¿No te conté antes? El gringo Salas y yo estuvimos todo el puto día en esa jato pituca de mierda, con harto viejo forrado y mamacitas cuarentonas.

- Qué locazo, nola, Alfonsito, cuenta pe’.

Pero antes sécala.

- Listo, mi querido Insecto. Bueno, luego de verte nos metimos en un taxi pues, Salas y yo, directito a la casa donde nos habían contratado para la sesión.

- ¿Tenías el maquinón ese carísimo causa?

El que te compraste conmigo en Hiraoka?

continúa en la página 54

31 31 diálogos de taberna

- Enhorabuena, compare. Ahora, Alfonso nomás. Sirve bien, huevón, sin espuma pe’.

e sd go a lo ern Diá Tab

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a is t ev al tr tr En cen

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Carlos Bruce: “A veces miro al techo y digo, ¿para qué mierda me metí en esto?”

Diego Castillo Fotografía: Giovani Alarcón Tras el archivamiento de su proyecto de Ley de Unión Civil en la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso, Carlos Bruce se sentó a hablar con esta revista. ¿Por qué no tuvo el apoyo del partido oficialista? ¿Propondrá la adopción de bebés si se aprueba la unión civil? ¿Qué sacerdote le preocupa más que Bambarén? Y lo más importante, ¿qué suerte le depara al proyecto del congresista que logró que, en sus palabras, por fin se pueda hablar de “maricones en el Perú”?

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l día de nuestra entrevista, Carlos Bruce abandonó su escaño en el hemiciclo del Congreso sin el peso de quien ha sido rechazado dos veces. El parlamentario de camisa rosa y pantalón caqui no parecía el hombre al que Gana Perú, la bancada de gobierno, había dejado sin quórum en el Congreso para aprobar el pedido de reconsideración de su proyecto de Ley de Unión Civil No Matrimonial entre personas del mismo sexo.

Tampoco parecía el derrotado congresista que la semana pasada había abandonado el Parlamento llamando “retrógradas” a los legisladores que decidieron rehusar la medida. Y, aún menos, el ofendido representante que fue llamado “maricón” ante cámaras de televisión por el obispo Luis Bambarén, que dijo creer que ‘en peruano’ esa palabra no es un insulto, y de quien no aceptó una carta de disculpas al respecto.

No. Carlos Bruce, el primer político abiertamente gay en la historia del Perú desde noviembre del 2014, llegó a la Sala de Em-

bajadores del Congreso para hablar sobre su acalorada semana con la mirada serena de quienes han aprendido a esperar.

Llamó a la unión solidaria un “acuerdo mercantil”.

No lo digo en sentido peyorativo. La unión solidaria forma parte del derecho comercial y no del derecho de familia, como sí lo es la unión civil, porque te reconoce como pareja, te da cierto parentesco. En cambio, la unión solidaria es un contrato que firmas con tu hermano, o un padre con uno de sus hijos, o dos socios en una empresa para manejar bienes como las personas casadas, pero no te reconoce como pareja. Me parece muy graciosa porque los conservadores dicen que así los homosexuales resuelven sus problemas. Es decir, reconoces que hay parejas homosexuales que se quieren, pero no las quieres llamar así. Estamos llegando a lo absurdo.

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También fue notoria la ausencia del partido de Gobierno para debatir sobre la reconsideración de la unión civil.

Está claro que el partido de gobierno tiene una posición contraria. El presidente y la primera dama nunca han expresado una opinión a favor, aparentemente por no querer enfrentarse a la Iglesia o porque no lo aceptan, cosa que no me extrañaría por la formación militar de él. Y sin el apoyo del Ejecutivo, es bien difícil que legislaciones de este tipo salgan.

El congresista Carlos Bruce responde los correos electrónicos de cientos de adolescentes que han decidido confesar su homosexualidad a sus familias desde que el tema de la unión civil dejó de ser un tabú en la esfera pública.

“Antes nadie hablaba de los maricones en el Perú. Se ha abierto un debate” ¿Qué opina de lo que dijo el congresista Rosas sobre que “ha ganado la familia”, celebración compartida por muchos?

No han ganado nada. Aunque tampoco hubieran perdido nada si eso se aprobara.

No les afecta. Eso fuera si estuviéramos hablando de la Ley del Divorcio, ¿pero de qué manera el hecho de que a una cuadra de tu casa viva una pareja gay va a atentar contra tu familia? Y fíjate, es el mismo argumento que usaban los blancos en Sudáfrica para justificar el apartheid: “no podemos integrarnos con los negros porque tienen unas costumbres y un estilo de vida que atenta contra el estilo de vida de nuestras familias tradicionales”. Todo lo contrario, se trata de que se creen más familias. Son las circunstancias modernas las que nos llevan a eso.

Pero no puede negar que hay una mayor aceptación del concepto tradicional y establecido de la “familia” en el Perú, que del que usted propone.

En la Constitución, y lo ha dicho el Tribunal Constitucional, no se establece un tipo de familia. Ahora hay una variedad de familias muy amplia: una madre soltera con su hija, un padre soltero con su hijo. Yo

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El presidente de la Comisión de Justicia, Juan Carlos Eguren, estaba en contra del proyecto desde el principio e, incluso, en pleno debate verbalizó su posición: “no creo que sea lo más adecuado (la unión civil) para legislar desde mi punto de vista. El dictamen de unión solidaria recoge perfectamente la mayor parte de preocupaciones”, dijo.

Lo más raro es que la secretaría técnica de la comisión que él preside preparó un pre dictamen favorable. Sin embargo, al sustentar ese dictamen favorable, Eguren públicamente declara que está en contra.

Eso no es ilegal, pero sí irregular. Significa que no ha sustentado el proyecto con convicción. Además, usó el argumento de que la unión solidaria es más inclusiva, pues no solamente es para parejas del mismo sexo, y que la unión civil es muy excluyente. Si es así, habría que abolir el matrimonio civil para parejas heterosexuales, que es excluyente.

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tengo dos hijos, somos familia. Una lesbiana que decidió hacerse inseminación artificial y su hija, también lo son. Entonces, el mundo moderno nos dice que la familia no está determinada por el número de personas ni por el género de estas. Lo que constituye una familia es el amor y el deseo de tener una vida conjunta bajo un mismo techo, como un proyecto de vida.

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Muchos aseguraban, como el congresista Tubino, que la unión civil era “un paso” para que las parejas homosexuales puedan adoptar niños.

Disculpe, y si ello se aprueba, ¿qué, pues?

Para eso, tendría que haberse visto en comisiones, en el Pleno del Congreso, tendría que tener opiniones favorables por los organismos del Estado. Ellos dicen “este proyecto no te lo doy porque después me vas a pedir más cosas”. No se pueden negar derechos con argumentos de que mañana pueden pedir tal o cual cosa. Eso es una cosa retrógrada. Mi proyecto no incluye adopción de niños.

De aprobarse en el futuro la unión civil, ¿está dispuesto a ver la posibilidad de crear un proyecto de adopción para parejas homosexuales?

Creo que en su momento habrá que discutirlo. No está en la agenda ahora por varias razones. Hay una discusión científi-

“Convertirme en el primer político abiertamente gay no es un paseo por el parque”

Carlos Bruce fue el ministro de mayor aprobación durante el gobierno del expresidente Alejandro Toledo. Hoy, como congresista, su aprobación no destaca por encima de las demás.

ca que no es concluyente con respecto a si un niño puede desarrollarse normalmente con la ausencia de una figura materna o una figura paterna. Algunos dicen que sí, otros que no. Hasta que no haya una conclusión definitiva, hemos decidido no ponerlo. Si el día de mañana se llega a una conclusión de que basta que dos personas tengan un mínimo de criterio y le den amor al niño, se discutirá. Y no hay que tenerle miedo a los cambios.

El Apra, que forma parte su bancada, inicialmente estaba dividido, pero cada vez más cerca a las elecciones, dieron su apoyo total al proyecto.

En el proceso de aceptación de aprobación de proyectos de leyes, tu bancada tiene que aprobar el proyecto. Mis primeros aliados han sido ellos. Y te voy a decir que no tuve que convencerlos mucho. Sé que ha habido un proceso de discusión interna en el Apra donde la mayoría del partido estuvo de acuerdo. No todos. Hay un grupo que no está de acuerdo, pero el expresidente García también lo ha aprobado públicamente.

Es un hecho que usted se quiere favorecer a usted mismo con este proyecto.

Por supuesto. Como también me favorezco cuando promuevo proyectos de agua, también tomo agua. O como me favorezco cuando hablamos de bajarle las tasas de interés a los bancos. No hay ley en la que un congresista no se favorezca.

Lo que está mal es que tú te favorezcas individualmente y de manera económica.

Si no, serían tan pocas las leyes que se

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podrían presentar en el Congreso. Me voy a beneficiar, como también se van a beneficiar 3 millones de peruanos.

Educación, transporte, distribución de la riqueza; varios creen que hay temas más importantes que la unión civil.

Ese es un argumento muy usado por los conservadores. Yo he leído los debates

de este Congreso en el año 56, cuando se discutía el voto a la mujer, y un argumento muy usado era ese. Felizmente no les hicieron caso y ahora las mujeres pueden votar, pero ese argumento siempre se utiliza para negar derechos. Los derechos de tres millones de peruanos también son importantísimos.

Su aprobación como parlamentario ha decaído desde que reveló su homosexualidad. ¿Ha sido positiva la revelación?

Ha sido positivo para la causa de los derechos de personas con orientación sexual distinta. No sé si será positivo para mí en términos políticos. Estoy convencido de que he perdido votos, pero también convencido de que habré ganado algunos. ¿Sigue creyendo que era necesario confesar su homosexualidad?

Sí, porque en medio del debate se estaba diciendo cantidad de tonterías sobre los gays y las lesbianas en el Perú, como que eran personas desviadas y enfermas. Yo

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Además de la unión civil, es difícil recordar otros proyectos de ley gestados por Carlos Bruce.

Ahorita estamos planteando la Ley de Protección a Animales Domésticos. Hay, al menos, media docena de leyes que han sido aprobadas en este Congreso de las cuales yo he sido autor, desde la Ley de Agenda Inmobiliaria, hasta la Ley de Facilitación del Comercio Exterior, que nos ayudó a adecuarnos al TLC con EEUU. Esta es la primera ley que presento en favor de la población LGTB, las otras han sido de carácter económico y vinculado al Comercio Exterior.

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consideré necesario demostrar que una persona que ha conseguido ser ministro de estado 4 años, el de mayor aceptación (Vivienda) en el gobierno del ex presidente Toledo, congresista reelegido, y tú sabes que se reelige solo al 15% de congresistas, no es un enfermo ni un desviado. Fue para que se den cuenta que puedes ser buen o mal servidor público y eso no tiene nada que ver con tu orientación sexual.

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¿Qué ha ganado personalmente con la revelación?

No mucho. Mis seres queridos lo sabían hacía mucho tiempo. Ya me sentía aliviado desde hablé con mis tres hermanos y mis hijos. El hacerlo público me importa un bledo. Incluso, la prensa me ha visto en locales a los que solo van gays y me han preguntado si lo soy, y les he dicho que no hablo de mi vida privada. Lo que en términos periodísticos significa “sí, pero no quiero hablar de eso”. Claro que convertirme en el primer político abierta-

mente gay no es un paseo por el parque.

Recibes insultos de todo tipo de gente, machos detrás de una computadora, pero a la cara nadie se ha atrevido a insultarme. ¿A veces se arrepiente?

Hay noches en las que miro al techo y digo para qué mierda me metí en esto, pero al saber que hay chicos que de alguna manera has ayudado dices: “para eso sirvió”. ¿En qué momento descubrió su homosexualidad?

No voy a hablar sobre mi vida privada, porque hay terceras personas involucradas, pero en general el gay descubre su sexualidad en la adolescencia. Ahora, ¿cuándo se forma la orientación sexual?

Es en los primeros años de vida. Otros dicen que cuando naces está predeterminado. La ciencia no tiene aún una explicación clara.

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¿Veía venir un insulto de parte de la Iglesia como el del obispo Luis Bambarén?

Me sorprendió porque él no era el obispo más homofóbico dentro de la Iglesia Católica, o no lo parecía. Ha habido expresiones de monseñor Cipriani muy duras en el pasado. “Los gays son mercancía dañada”, dijo y nunca me voy a olvidar.

Sin embargo, Bambarén agarró el papel del más homofóbico. No sé quién lo habrá aconsejado. Yo sabía que alguien iba a hacer una cosa así, pero no imaginé a un obispo, sino a un sacerdote. La presidenta del Congreso se solidarizó con nosotros en un Pleno y rechazó que un miembro de la Iglesia Católica insulte así. Grafica los argumentos conservadores.

El proyecto de unión civil fue archivado por la Comisión de Justicia del Congreso con 4 votos a favor, 7 en contra y 2 abstenciones.

“Hay una relación directa entre sociedades homofóbicas y atrasadas económicamente” Usted dijo que fue católico, pero que en algún momento dejó de creer.

En los últimos años del colegio me volví ateo. Ahora soy agnóstico. En el colegio formamos un grupo de estudio en el que pensábamos que la razón y la ciencia, a medida que avanzan, destruyen una serie de mitos y explican fenómenos que antes creíamos divinos. Hay dos cosas que el día que se descubran mandan al diablo a todas las religiones: el origen de las cosas y a dónde vas después que mueres. Pero la religión cumple un rol social positivo: buenos valores, que ayudan a imponer a la gente un código de conducta positiva que los hace vivir mejor en sociedad. La Iglesia Católica tiene principios muy buenos, yo he educado a mis hijos en una escuela católica. Sin embargo, este racionalismo evolucionó hasta mis últimos años de colegio y primeros años de universidad, y dije “hasta que no me lo demuestren, no creo”. Y me volví agnóstico. ¿Y qué piensa de aquellos que todavía creen?

Respeto la libertad de culto en el Perú. Y si el día de mañana, siendo yo una perso-

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Sin embargo, sí cree que hay mucha discriminación en el catolicismo, ¿no?

Pasa primero por la discriminación a la mujer. La práctica en la religión hace que la mujer tenga un segundo lugar que no tiene ningún sentido. ¿Por qué no hay obispos mujeres? ¿Por qué no hay un papa mujer? Allí hay una discriminación que no está en la religión: es la práctica lo que ha llevado a eso. Y también la absurda discriminación a los gays y lesbianas. Hay personas gays y lesbianas que necesitan y quieren llevar una vida religiosa, y forman sus grupos cristianos porque no pueden vivir a plenitud con la Iglesia. Es una tontería. Por eso es que hay ciertas iglesias como la Anglicana en Inglaterra que ahora aceptan a los gays y les brindan el sacramento del matrimonio.

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“Mi proyecto no incluye adopción de niños” na no religiosa, alguien quisiera atentar contra ello, yo estaré al lado de los religiosos. Es parte de esa sociedad liberal que yo quiero en el país.

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¿Cómo es la sociedad ideal que imagina?

Creer en lo que quieras, llevar el estilo de vida que quieras, con una sola limitación: que no afecte el derecho de los demás.

Puedes llevar la vida religiosa que quieras, puedes llevar el estilo de vida que a ti te parezca. Yo soy gay, quisiera vivir con mi pareja, que no tengo actualmente. ¿Por qué eso te va a afectar a ti? Déjame a mí tener ese estilo de vida.

Pero el Perú es todo menos eso. Somos un país racista y de los pocos que no tienen una legislación acerca de uniones homosexuales, y eso no parece afectar el desarrollo del país.

Hay una relación directa entre sociedades homofóbicas y atrasadas económicamente. Los países sin legislación sobre uniones gay son los menos competitivos del mundo. Los países más innovadores, que generan ciencia y tecnología, son los más tolerantes. Ser uno de los pocos países que no tiene esa legislación nos va a llevar al atraso, porque hay una relación directa entre competitividad y aceptación. Si tienes tres millones de peruanos rechazados, ¿crees que esos tres millones van a seguir produciendo lo mismo si les reconoces sus derechos? Inmediatamente se vuelven

más productivos, ya no se esfuerzan en esconderse, en huir. Y ese es un ángulo que no hemos visto. ¿Cuánto se ha avanzado en el debate sobre la unión civil?

Nunca pensé que se iba a aprobar al primer intento. En ningún país del mundo sucede así. Siempre es un proceso y estoy muy contento por dónde hemos llegado.

Hemos discutido durante un año un tema tabú. Nadie hablaba de los maricones en el Perú. Se ha abierto un debate. Hemos logrado que cuatro instituciones del estado (Defensoría del Pueblo, Fiscalía de la Nación, Poder Judicial y el Ministerio de Justicia) opinen a favor y que hayan dicho que es constitucional. Eso era impensable cinco años atrás. Tampoco me hubiera imaginado la cantidad de apoyo por parte de la prensa a favor de esto. Si bien todavía no hemos conquistado ningún derecho, para los medios de comunicación y los líderes de opinión un homofóbico es mal visto. Eso ya es un tremendo avance.

Demuestra que la razón y el derecho están de nuestro lado. Los que no han votado por nuestro proyecto se han inspirado en Hitler y no en la Constitución.

El panorama para las siguientes elecciones no se ve favorable en las encuestas que ponen a los fujimoristas con mayor intención de voto…

En la Comisión de Justicia hay cuatro congresistas fujimoristas. Dos votaron a favor, dos en contra. La bancada fujimorista está partida. No todos opinan como Rosas, Tubino y Martha Chávez. A diferencia del partido de gobierno, que unánimemente votó en contra, creo que el fujimorismo se va a partir en el siguiente Congreso.

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Radio Ambulante dedicado a su hija, ella sorprende con su voz y deja oír por un momento a qué suena el desconsuelo.

Los pasos de Radio Ambulante Emilio Camacho*

opinión

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En mayo de 2014, a través de un archivo de Soundcloud colgado por Radio Ambulante, los peruanos pudimos escuchar el canto de Vilma Sánchez, la voz ronca, la pena infinita, un momento especial en el que se despedía de su hija muerta, mientras repetía la letra de un tema llamado Basta Carajo.

No había mejor forma de resumir la frustración e impotencia que sentía aquella mujer. Pudo haber dicho muchas cosas sobre la forma en que perdió a su hija: Ruth Talía Sayas Sánchez. Pudo decir, por ejemplo, que si Ruth Talía no hubiera participado en el primer programa de El Valor de la Verdad, conducido por Beto Ortiz, en julio de 2012, probablemente seguiría viva.

Podría haberse quejado de la manera morbosa en la que los medios limeños cubrieron la desaparición y muerte de su hija. Pudo mandar al diablo a quien le diera la gana. Todas las posibilidades estaban abiertas. Pero ella, una exponente del folclor de Huancavelica, prefirió la música. Y en el minuto 42 del reportaje de

Ningún otro medio ha ofrecido este mensaje tan potente. Sobre todo porque los medios no cubrieron el impacto que tuvo la muerte de Ruth Talía en su propia familia, interpelando al propio Beto Ortiz, a reporteros de otros canales, resumiendo el caso policial, pero echando una mirada también sobre el rol de la prensa. Eso no lo hizo nadie. Excepto Radio Ambulante.

Y ese es el gran mérito de este medio alternativo. Contar, valiéndose de las herramientas de la radio tradicional, las historias que pasan bajo el radar de los grandes conglomerados informativos.

Armar extensos reportajes en audio cuando la moda es reducir al mínimo la información. Recoger datos de fuentes directas cuando lo que recogen otras emisoras son opiniones, algunas poco informadas. Su lema no es “tu opinión importa”; para ellos lo que realmente importan son los hechos. ¿Y qué es Radio Ambulante? Es un medio concebido hace cuatro años en San Francisco, California, para difundir, en español, historias de América Latina.

Sus creadores son el escritor peruano Daniel Alarcón y su esposa Carolina Guerrero. Por su oficio, Daniel le ha dado un formato narrativo a todos sus largos despachos radiales. Es como si trasplantara la vieja crónica impresa a las transmisiones en streaming. Lo que importa para ellos es el detalle. Y su formato les exige estar atentos no sólo a lo que cuentan sus personajes sino a cómo suena su contexto.

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Tienen la misma capacidad de observación de la que hacían gala los viejos reporteros de la BBC de Londres que, durante la Segunda Guerra Mundial, transmitían el sonido de las sirenas que advertían que se acercaban los bombarderos alemanes o el ruido que hacían los zapatos de los londinenses que corrían a los refugios antiaéreos.

“En un caso tan mediático se borra la parte que está debajo, que es el ser humano. En la noticia nunca oyes la voz

Fue concebida en California para difundir, en español, historias de América Latina

de la mamá o lo que sintió la hermana, esos elementos que hacen que la historia sea tan conmovedora que a uno mismo le duela”, contó Carolina Guerrero al diario El País, cuando le preguntaron sobre cómo cuentan y arman su material.

Están tan pendientes de los sonidos, son tan ordenados a la hora de mezclar los tracks de sus narraciones, tan obsesivos con los actualities o hot tapes (las citas más importantes de una entrevista) que grabar con ellos, es más que una experiencia laboral, es en realidad un curso intensivo de guión en formato WAV. Y esa es otra de sus virtudes. Para ser un colaborador de esta radio se debe aprender todo sobre el formato con el que trabajan, de la mano de un editor-tutor.

Su método los ha llevado a ganar el premio Gabriel García Márquez 2014 en la categoría de innovación. Con más de 100 mil oyentes en esta parte del planeta, convenios con la revista del New York Times, con BBC Mundo y Public Radio International de Estados Unidos, además de otras repetidoras en la región, Radio Ambulante avanza a paso firme en estos tiempos de inmediatez e imprecisión mediática.

Su próxima aventura es abrir una escuela de crónicas radiales para toda la región, algo que se ha venido anunciado en diferentes portales. La experiencia los ha convertido en maestros, voceros de su propio método. Son aire fresco para nuevos días de radio. Bien por ellos. *Periodista del suplemento Domingo del diario La República.

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opinión

Y para lograr ese efecto, su trabajo de reportería es más exigente que el de cualquier emisora. Para armar el reportaje sobre la muerte de Ruth Talía Sayas –la joven que ganó veinte mil soles al contar en TV que se prostituía, y que luego fue asesinada por su exenamorado– los periodistas de Radio Ambulante tardaron un año. Hicieron decenas de entrevistas, incluida una al propio Beto Ortiz, recopilaron los audios del primer programa de El Valor de la Verdad en el que concursó Ruth Talía, y conversaron con los familiares de la joven, cuando el revuelo sobre el caso ya había pasado.

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Augusto Álvarez Rod quiso tener más afinid de Alan G

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Sobre las paredes de su despacho enmarcados: “El Gobierno y los noche”. Son títulos de dos de inicio en el periodismo nacion de Harvard en un mundo que pen ilustrados. Augusto Álvarez Ro metros cuadrados de su flamant porque tiene una reunión en c dice el director periodístico ambiente, luego de

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drich: “El Comercio dad con el gobierno García” Julio Rospigliosi Fotografía: Giovani Alarcón

o, dos retazos de papel periódico s medios”, “La votación de esta e sus columnas en Perú 21, su nal, su incursión de burócrata nsaba de propiedad de bohemios odrich nos recibe en los veinte te oficina en Latina apresurado cuarenta minutos. “Empecemos”, o del Canal 2 apenas entra al e un escueto saludo

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E

mpecemos.

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Nuestra primera reunión se vio frustrada debido a la marcha contra la Televisión Basura. En ese momento tuviste una opinión poco decorosa al respecto (Augusto no lo recuerda, pero el mismo viernes 27 de febrero me dijo por teléfono: “Mejor lo dejamos para la otra semana, porque abajo están los cojudos de la marcha”). Es tu oportunidad de explayarte.

Yo veo con simpatía que la gente salga a marchar por causas de interés general, lo que no quiere decir que no pueda discrepar con la orientación específica que le han querido dar a esta marcha. Creo que el tema de fondo es interesante: discutir la televisión que la gente quiere tener. Me parece un tema válido, legítimo, donde todos deben estar abiertos a escuchar puntos de vista y donde la industria de la televisión debe ser lo suficientemente inteligente para identificar lo que pasa, al margen de intereses políticos particulares que puedan haber… ¿Qué tipo de intereses particulares?

Por ejemplo, el gobierno tiene interés en criticar de esta manera a la televisión. El presidente Humala está todo el día diciendo: “no me gustan los contenidos porque me critican”. Pero en general, yo creo que la industria debe ser lo suficientemente inteligente para identificar, dentro de todo el ruido que está habiendo, qué puede servirle para hacer una mejor televisión.

Asumo, entonces, que tú también crees que existe una ‘televisión basura’.

Creo que es complicado ponerle el término de ‘televisión basura’. Es un cliché, un nombre que está en los diccionarios, un nombre académico. Me cuesta más identificar qué casos son experiencias específicas de televisión basura. Por supuesto que

“Cuando tengo un cuadro de todas las portadas de Perú21 contra Toledo digo: ‘¡Carajo! qué bestias fuimos” tengo una opinión del tema y por supuesto que identifico algunos programas con los cuales discrepo totalmente… ¿Qué programas?

No entro al nivel particular de identificar los programas que no me gustan. Como soy parte de la industria, prefiero inhibirme de identificar los programas que califican en esa categoría porque cuando el lector lea mi declaración, va a decir que lo digo porque estoy en uno de los canales de la competencia. Claro que hay cosas que no me gustan y están pasando en la televisión en todo sentido. Ahí no me limito al tema de espectáculos, sino a las

Álvarez Rodrich se preparó toda su vida para ser un tecnócrata. Estudió Economía en la Universidad del Pacífico y en la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard.

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noticias también. Hay cosas con las que discrepo, pero también quiero decir que hay cosas muy valiosas. No todo es malo.

Todo lo que mencionas yo lo he visto en canal 2. ¿Cómo encontraste el canal cuando llegaste como director periodístico?

Seguramente, y en todos los canales. Lo que he encontrado es un grupo entusiasta de periodistas con muchas ganas de hacer las cosas y que tienen logros innegables.

Pero creo que sobre esa base se puede seguir avanzando y construyendo una estructura de lo que a mí me gusta llamarle “la máquina de hacer noticias”. Se necesitan algunos cambios de estructura para hacer mejor periodismo.

Llevas ya más de tres meses en el cargo. ¿Cuándo se verán los resultados?

Estamos planeando muchas cosas y haciendo muchas cosas. Son esfuerzos de largo aliento que toman no menos de un año. ¿Has tenido reuniones con algunos grupos de periodismo de investigación?

Sí. No voy a revelar lo que estoy haciendo porque sé que estoy en un ámbito com-

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Has mencionado los noticieros. ¿Qué es lo que no te gusta de los noticieros peruanos?

Yo he trabajado mucho tiempo dando la cara en la pantalla, pero otra cosa es la cocina de generación de la noticia. A mí como televidente me molesta, por ejemplo, la vocación que existe por resolver la agenda noticiosa con el muertito del día.

Me parece deplorable. No digo que el policial no sea un género importante y que tenga un espacio, pero tratar de resolver todo básicamente por cuál es, entre comillas, el mejor muerto del día, a mí me parece que es una manera absurda, mediocre, de entender la agenda noticiosa.

También siento que es mediocre y deplorable que, al conseguir una primicia, se tienda a parcializar con una de las partes sólo porque la información la vas a conseguir de ese lado.

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petitivo, pero estamos haciendo cosas muy interesantes que todavía no se ven en pantalla, aun cuando los resultados en términos de rating nos han acompañado en los primeros meses. Estamos haciendo un montón de cosas que van a demorar en verse. Lo que quiero hacer es crear una estructura que mantenga una oferta ganadora permanentemente. Y eso toma mucho más tiempo.

Todo el mundo estaría feliz de tener un buen rating, ¿pero cómo choca eso con la actividad periodística?

Personalmente, yo quisiera trabajar con una tremenda preocupación por el rating, pero por un rating distinto, que es el de hacer buenos programas periodísticos.

Quiero armonizar buen rating con buenos programas periodísticos.

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Ahora para conseguir rating los noticieros están incluyendo noticias ya ni siquiera de farándula, sino de realities, de cosas que son ficción. Eso es una contradicción.

Es parte de lo que ocurre. Pero te invito a que veas regularmente el noticiero 90 Central de la noche y verás que tiene una jerarquía noticiosa que se parece más a lo que yo quisiera; que empieza con los temas políticos, que no es una solución efectista.

Hablando de 90 Segundos, una de las presentadoras quedó muy mal al tomarse un selfie bastante feliz anunciando una noticia terrible (“Bebé falleció tras estar bajo el cuidado de nana adolescente. ¿Con quién deja a sus hijos?”). ¿Qué opinión te merece ese incidente?

Cuando uno está en pantalla tiene que ser tremendamente cuidadoso con las expresiones que está transmitiendo en todos los ámbitos: en las redes, en la radio, hasta en su vida privada. Y claro, hay que ser más cuidadoso con los mensajes que se pueden interpretar finalmente.

Fue un error.

Claro, lo que pasa es que… lo que recuerdo es que ella mandó el mensaje diciendo

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que íbamos a discutir ese tema en el noticiero, lo cual era cierto, y de ahí se malentendió porque lo hacía con un rostro sonriente. A lo que voy es a que son detalles que hay que saber manejar. ¿Hablas con tus periodistas de este tipo de cosas?

Así es. En el caso particular de Alexandra Horler lo hemos conversado. Y viene con frecuencia a mi oficina para conversar los temas. ¿Qué le dijiste?

Las reuniones privadas con mis conductores son privadas.

Hay periodistas que están entrando al mundo de la farándula ¿Te parece peligroso eso?

Sí. El periodismo es un oficio en el cual lo mejor es que sólo se haga periodismo.

Sobre los argumentos del congresista Rubén Condori contra la Unión Civil: “La culpa la tiene Ollanta Humala por llevar idiotas al Congreso”.

“Perú21 no defendía candidatos, defendía ideas” Además, como serie, es de las más espectaculares que he visto y plantea temas que los periodistas enfrentamos cotidianamente. ¿Cómo cuáles?

Conflictos de intereses, cómo resolver las tensiones propias de una redacción. Creo que pocas series reflejan tan realmente la vida cotidiana de una redacción. ¿Ya has tenido algunos choques acá en Canal 2?

No choques, pero es parte del ejercicio. Es más, cuando estás haciendo bien las cosas comienzan a aparecer en la superficie más de esos problemas que hay que ir resolviendo en el camino.

Relacionados con auspiciadores o grupos de poder.

No. Yo eso lo tengo bien claro. El periodismo es periodismo y se deben a dar las noticias que se deben dar. Digamos que ya estoy muy viejo como para que venga un auspiciador y me diga “este es el titular”. ¿Cómo fue tu paso por Canal 9?

Pues encontré gente fantástica que quiere hacer muy bien las cosas. Ellos tienen una segmentación de mercado que no privilegia la noticia política. Yo tenía un

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Tengo que preguntarte por The Newsroom. Eres muy fanático de la serie y ahora te toca ser una especie de Charlie Skinner.

The Newsroom es el modelo del cual, conceptualmente, yo he aprendido más en los cursos de periodismo que he tomado en Estados Unidos. Está fundamentado en ese tipo de esquema donde la noticia es integrada desde el comienzo y todos van acompañándola, con conductores que están muy cerca de su construcción y que participan muy activamente del diseño.

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poco más de interés por los temas políticos, pero para eso tenía mi programa en ATV+, Buenas Noches, donde para mí era un deleite plantear los temas que yo quisiera. Trabajé en ATV con total autonomía, independencia y respeto por las cosas que yo pensaba.

Pero te hubiera gustado entonces hacer un noticiero más completo, más político.

Las mañanas no son para un noticiero político, en ningún lado. La gente en la mañana no quiere política. Quiere la ‘pepa’ de la noticia política.

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Yo diría que ni en la mañana, ni en la tarde, ni en la noche.

Te invito a ver mi noticiero de las noches y vas a ver que está estructurado como creo que se debe hacer. No son muchos los que por las mañanas se sientan en la sala a ver el programa, la gente está haciendo cosas. Eso te plantea enfoques noticiosos que no son necesariamente políticos, lo cual no es impedimento para que tú les des los temas políticos en el paquete de las mañanas, sin ninguna duda. Y eso lo hacemos, totalmente.

Hablaste también de un noticiero con voces plurales. ¿Se puede hacer eso con la gente que actualmente está condu-

“El periodismo es un oficio en el cual lo mejor es que sólo se haga periodismo”

El nuevo director periodístico de Latina trabajó en el Grupo Apoyo desde 1980 hasta el año 2002. También fue vicepresidente de Osiptel durante el gobierno de Alberto Fujimori, hecho del que no se arrepiente “ni de vainas”.

ciendo los programas? Ideológicamente todos piensan igualito.

Yo más bien sí distingo matices entre los conductores.

Pero en el mismo espectro.

Pues mira, yo distingo algunos matices.

La pluralidad es un valor que aprecio y valoro mucho, y como prueba de ello puedo dar a Perú 21, que era un diario tremendamente plural. Y eso es lo que aspiro a construir: una oferta periodística que la gente diga “en este medio yo tengo un debate y una coyuntura que me da los distintos puntos de vista relevantes sobre los temas”. ¿Y no necesitarías traer a alguien más?

Bueno, siempre se ve en el camino. Sin duda. Yo estoy en una etapa inicial de reconocimiento, sembrado y construcción.

Uno empieza un viaje y ya ve en el camino cómo la tripulación va cambiando. Lo que tengo ahora es lo que tengo y con eso trabajo. ¿Conversas mucho con los conductores?

Converso más con los directores de los programas. Con ellos tengo una permanente relación. Con los conductores menos y habría que integrarlos más en el proceso noticioso. ¿Cómo te dio la bienvenida Aldo Mariátegui?

Bien. Mira, esta cosa es un tema profesional. Yo soy un tipo tolerante, abierto a discrepancias y…

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¿Crees que Aldo Mariátegui puede hacer buen periodismo?

Sí, es un periodismo fundamentalmente de opinión, con una visión bien particular de las cosas, pero sospecho que el público también valora eso. ¿Qué opinas de su salida de El Comercio?

Respeto las decisiones que los directores toman en cada medio. Me molestaría que un director de otro medio me diga “por qué has contratado o botado a fulano de tal”. Cada quien arregla su gallinero como mejor le parece.

Cuéntanos qué se viene para las elecciones del 2016.

Las elecciones son un tema absolutamente relevante en lo que va a ser nuestra

cobertura y nos estamos preparando.

Prefiero no contar porque es un tema muy competitivo y estamos trabajando en transformar nuestro sistema de noticias.

La expresión de ello va a ser la cobertura periodística de las elecciones.

Me has hablado de pluralidad y eso a veces no se ve en los canales de televisión.

Muchos medios ya tienen su candidato.

Mi aspiración es que Latina sea el medio más veraz, más creíble, más respetado y más influyente del periodismo peruano y esto pasa por una cobertura de campaña que sea plural, que permita que todos los puntos de vista sean reflejados, que no se comprometan con un candidato en especial, sino con ideas centrales que un medio defiende. Así como lo hice en Perú 21; ese periódico no defendía candidatos, defendía ideas.

Perú21 fue uno de los periódicos más importantes en ese momento, pero no saliste muy bien de ahí.

Yo salgo como debía salir. Creo que fue un proceso sumamente ordenado y tengo

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Pero se han dicho de todo antes. Él, sobre todo, a ti.

Sí. Pero, mira, yo no he venido acá a hacer un ajuste de cuentas. He venido a hacer buen periodismo. Y quiero aprovechar todos los insumos que tenga la redacción para eso.

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por El Comercio un reconocimiento muy grande, porque teníamos un pacto en el cual yo, como director del medio, decidía desde la portada hasta el crucigrama. Y eso el Grupo El Comercio lo respetó cabalmente. El día que sintió que mi manera de hacer las noticias no les gustaba, pues tuvo que cortar la relación.

el mismo García quiso botarme a mí de un medio. Creo que lo que había era un directorio que quería tener una afinidad más cercana con el gobierno de turno y, al final, los presidentes quieren que los directores de los medios sean sus amigos.

Por eso es tan importante saber quién es el dueño de un medio.

Dijiste, cuando saliste de Perú 21, que te daba pena que algunos periodistas sean amigos de políticos.

Yo no dije eso.

Entonces el directorio de El Comercio quería un acercamiento con el gobierno de turno.

Sentía que era muy crítico de Alan García, pero no llego a tener la capacidad de comprobar que él habló con ellos para que me echaran. Y en verdad no creo. Creo que García sabe lidiar con medios opositores.

Lo dijiste, lo vi ayer en un video. ¿Sí? Los periodistas somos amigos de los políticos. Creo que lo que dije es que Alan García tenía muchos amigos entre los propietarios de los medios y cada vez tiene más.

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De alguna manera atribuiste eso a tu salida.

Mira, ¿cómo saberlo? Pero tampoco me quiero sentir tan arrogante de decir que

Lo contrario a este gobierno.

Sí, lo contrario. Este gobierno tiene mucha impericia. Recuerdo que Alan García de vez en cuando me llamaba por teléfono un miércoles en la noche. “¿Y qué estás poniendo?, “¿cómo ves las cosas?”, me preguntaba y me daba su visión de

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algunos temas. Toledo hacía lo mismo. Y es parte de lo que un presidente tenía que hacer. Conversar, hablar. Este Gobierno no lo hace y creo que es un error. ¿Fuiste muy duro con Toledo en tu paso por Perú 21?

Ahora, cuando tengo un cuadro de todas las portadas de Perú21, digo “¡carajo, qué bestias que fuimos!”. Pero es mejor que el periodismo se pase de duro a que se pase de franelero. Debo decir que Toledo fue un real demócrata en términos de resistir la presión de los medios en general y del mío en particular. Y cuando acabó el gobierno me invitó a su casa a comer y me dijo “mira, tengo acá no sé cuántas arrugas, tres son tuyas, pero lo que te quiero decir es que gracias a coberturas como las de Perú21, mi gobierno estuvo chequeado y me ayudó a tomar mejores decisiones”.

Tus opositores, el mismo Aldo Mariátegui, han puesto en el tapete tu trabajo en el gobierno de Alberto Fujimori. ¿Te arrepientes de haber colaborado con ese gobierno?

El 2008 dejó de ejercer el cargo de director de Perú 21 luego de tomar la decisión de publicar los llamados “Petroaudios”, el mayor escándalo de corrupción del gobierno aprista. “Salí como debía salir”, apunta.

“La vocación que existe por resolver la agenda noticiosa con el muertito del día me parece deplorable” No, para nada. Hay que entender que una cosa es un trabajo en una oficina del Estado y otra cosa es ser un activista político.

La gente no va a decir que Julio Velarde del BCR es miembro del partido de Humala. Es su trabajo. Yo me preparé toda mi vida para ser un burócrata, estudié en la Escuela de Gobierno de Harvard para trabajar en políticas públicas. Y me gustaba mucho. La visión de país que saqué trabajando para el Estado, encontrando gente valiosa y honesta, la verdad que es una cosa a la que no renunciaría ni de vainas.

Pero hay una particularidad de ese gobierno: ya en el 93 era una dictadura.

Es cierto. Pero había la confianza de que se iba a reeducar. Yo no era periodista, mi mundo era el de un tecnócrata, por eso renuncié a todo el 2002, cuando iba a ser director de Perú21, para no tener ninguna relación con ningún tipo de poder. Ni privado, ni público.

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Me parece que la cobertura periodística de entonces se centraba más en cosas superficiales, como que Toledo era un borracho, los temas de sus sobrinos, etc…

Puede ser. Visto en perspectiva, la prensa, y lo que me corresponde a mí, fue excesivamente dura con Toledo y poco comprensible.

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viene de la página 31

- La Canon 70D, por supuesto, loco. Con sus lentes de mierda que me han endeudado.

- Qué chévere.

- La vaina es que llegamos. Sudando. Era en El Sol de La Molina. Una jatazo A1.

- ¡Ala mierda! Ahí vive el Lonjas Apéstegui, ¿no? Es recontra lejos.

diálogos de taberna

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- Sí, pero era otra parte, Insecto, lejos de la casa del Lonjas. Este lugar no era de fácil acceso, no es como la casa del gordo Lonjas, que tiene la reja ahí nomás. Tenías que darte una vuelta medio pendeja de la avenida principal y luego doblar a la izquierda para recién llegar al lugar. Ahí sí no hay ni un grifo, ni mierda, y todas las casas son fichas. Por donde vive el Lonjas Apéstegui también son fichas pero estas ya son demasiado fichas, causa.

- Chucha, ¿y qué fue? Oye más chelas, ¿no?

- Claxon. Nada, llegamos y nos atendió la empleada. Nos dijo que la señora todavía no estaba lista y que esperásemos un rato.

Nosotros como las huevas, preparamos las luces, chequeamos el lugar para ver qué ambiente convenía para la chamba. Pero

ya teníamos todo listo y nada. Pasaron dos horas para que llegase alguien. Era ya como la 1:00 p.m.

- Yo me hubiera quitado, causa ¿Qué chucha se creen estos platudos de miércoles? ¿Qué hicieron ustedes todo ese rato?

- Tomamos Inca Kola como huevones.

Hasta que llegó la primera pareja.

- Uy… Espera, ¿llegaron? No estaba ahí ya, alistándose.

- Sí, los dueños de la casa, pero eran varias parejas los de la sesión, todos se conocían.

Esta primera era una flaca tetona, bien rica, como de cuarenta años y su esposo, un viejo pituco tela.

- Manya, viejas fuertes, qué bonito. Salud por ellas, Poncho.

- Alfonso, huevón, Alfonso. Salud, Insectoide. La cosa es que nos empezaron a conversar. Hablaban de huevadas pitucas: que venían de un almuerzo en el colegio Markham, que conocían a la dueña de la jato por la membresía en el Regatas, que su hermano –del esposo– también era fotógrafo y vivía en el extranjero como el fotógrafo principal de Stephen Hawking.

Harta mierda.

- Una bolsa con caca, man. Una bolsa con caca.

- Cierto, mi Insecto. Muy cierto. Esta pareja se quedó ahí hablando con nosotros

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y, a pesar de que estaban en casa ajena, lo primero que hicieron al entrar fue ir al minibar y servirse whisky. Así estuvieron todo el rato, chupando.

- La cagada estos pitucos. Se tenían confianza, seguro. Oye termina tu vaso, para empezar el otro.

- ¿Por qué tan apurado, broder? ¿Te quieres zampar? Espera que termine de contar.

- Poncho, mi causa…

- Alfonso.

- ‘Tamadre, Alfonso, Alfonsito, broder, hay que meterle otra ronda más. Recuerda que es 2x1 solamente hasta la 1:00 a.m.

- ¿Cómo se llamaban?

- ¿Qué? ¿Quién?

- Los pitucos. Te apuesto que tienen nombres graciosos.

- Ya idiota, pide la siguiente nomás. Luego de ellos llegó otra pareja más. El esposo era el que menos encajaba en todo ese grupo. Era un tío feo, chato y gordo.

Hasta las huevas. De ese sí me acuerdo su nombre, era Toño.

- Nada galán el tío. ¿Su esposa también era un hembrón?

- Compare, esa mujer era una mula. Qué rico. Una MILF, causa, pero se notaba que era la más joven de las esposas. Seguro tenía entre treinta y cinco y treinta y ocho años.

- Y el tío recontra federal. Entonces yo también me puedo conseguir un mujerón.

- Lamento recordártelo, causa, pero billetera mata galán. Esos dos no se veían nada bien juntos, ni cagando. ‘Ta que era un jermón la flaca. La plata los junta. Tú, mi Insecto, no solo eres más feo que la putamadre, como una mosca grande y marrón, sino que eres misio.

- La concha tu madre.

- Puta, el del broder no recuerdo. La flaca sí, me acuerdo los de todas. Soy bueno en eso, en especial con las mamacitas, como esa. Su nombre era Margarita.

- Margarita. Qué rico cacharse una Margarita, ¿no? continúa en la página 76

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- Tienes razón. Pero me llega al pincho chupar rápido.

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Alonso Tipacti: la voz es lo que sale de adentro Carlos Portugal Fotografía: Norma Lietzenmayer

Un cantante lírico trasforma su voz para cantar como mujer. No por una razón estética; es una necesidad para definirse como gay. ¿Cambiar tu voz puede ser una búsqueda de rebelarte para ser tú mismo? Alonso Tipacti, uno de los pocos contratenores peruanos, tiene su propia frase: lo suyo es cantar para bitchslapear a la sociedad.

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P

cultura

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ara ser contratenor tienes que modificar tu voz. Transformarla.

Cantar desde adentro. Pensar como cantas. Volverte tu voz. Saber que el cambio será irreversible, que esa será tu forma de cantar para siempre. Para Alonso Tipacti, el descubrimiento de los contratenores sucedió en nueve minutos veintinueve; un video de YouTube le llevó la voz del maestro francés Philippe Jaroussky a su habitación. Contratenor en el canto lírico es una voz de hombre más aguda que la voz de tenor, situada en el registro del contralto. Una voz de falsete. Desde el punto de vista tímbrico, situada entre la soprano y la contralto femenina. Con un espectro más bien claro, penetrante, dotado de pureza instrumental. La traducción es lograr que tu voz sea más parecida a una voz femenina. “Si me preguntaran yo diría que mi voz no es ni femenina ni masculina. No la distinguiría así. Es una voz que parte de mí. Mi voz es quien soy.

Es Alonso”, dice con la seguridad de quien a sus veinte años ha aprendido cómo definirse.

Está sentado en la plazuela de la Escuela de Música de la PUCP donde estudia como contratenor. Violines, guitarras, chelos llevan los compañeros a su lado, pero él se vale solo del sonido de sus cuerdas bocales. Cuando está en el escenario y ve las miradas de sorpresa al interpretar, no se distrae, a pesar que siempre divise en la primera fila una señora con cara de sorpresa y rechazo.

Pero eso ya no le interesa. Le estimula.

Su voz se alza, aguda, en el canto lírico.

“Ser contratenor era lo que siempre había estado buscando. No sabía que existía, pero era lo que quería lograr”. Pero de

aquel video a cantar como canta existió todo un camino, una transformación, una decisión en la que no había vuelta atrás.

Una suma de lecciones. Un cambio en su vida. O como él dice, una segunda salida del clóset.

Primera Lección: Cantar es primero un acto solitario Es una casa enorme en La Aurora, Miraflores, y Alonso Tipacti espera que su mamá se vaya para poder cantar.

Tiene miedo. Si bien sus padres saben que es gay, decirles que se va a dedicar a modificar su voz para cantar aún le parece complicado. Sería contarles que en el escenario, y como un trabajo, va a mostrarse como mujer. “Me encerraba en mi cuarto. No quería que nadie me escuchara”. Por eso Alonso Tipacti, de diecisiete años, espera el silencio absoluto, el sonido de la puerta de la cochera cerrándose o de la camioneta retirándose para alzar su voz aguda por la habitación.

Cuando no hay nadie, él canta. Descubrir ese mismo año el video de Philippe Jaroussky en Internet lo había cautivado.

Cuando descubrió al contratenor francés por primera vez en YouTube, no entró al video para perfeccionar sus gustos musicales. La razón era más sincera: vio el rostro del cantante en YouTube y le pareció que era guapo. “No entré por

En octubre del año pasado, Alonso Tipacti conoció a su ídolo, Philippe Jaroussky.

La foto que se tomó adorna su Facebook con la frase: “Y así le confesé mi amor a Philippe Jaroussky”

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Vivaldi. Ni por la ópera. Entré porque el chico que aparecía era de lo más churro.

Fue el clic de mi vida. Verlo cantar era saber que había hombres que sonaban como mujer. Era lo que siempre había estado buscando, pero no sabía que existía”.

carrera se inscribiría, Alonso Tipacti dijo: “Canto Lírico, sí Canto Lírico”. Su mamá lo miró sorprendida, pero entendió. “Fue como salir del clóset otra vez. Yo sabía que era algo diferente. Algo de lo que estoy consciente que es diferente y puede sentirse extraño. Es que el contratenor sale del estereotipo de género”.

Aún Alonso Tipacti no sabía si lo hacía bien, si esa era la manera, si servía para modificar su voz. Ya adentro, en la escuela, empezó cantando como tenor.

“Tenor: voz cuyo registro se encuentra entre el de contralto y el de barítono”. En traducción: una voz no tan grave, pero aún bastante masculina. Sin embargo, esa voz no era la suya. Ni de lejos. No estaba cómodo. No se sentía él. Para decirle a su profesora de la escuela, Pilar Ciruelos, le tomó tiempo. Fue ingeniando formas de contarle que quería cantar más agudo, mucho más, y así fue tanteando

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Hacía un año que les había dicho a sus papás que era gay. Ellos no lo tomaron tan mal. Algunas tías de su familia, sí.

Pero sobre cantar, nadie sabía su secreto.

Cantar a escondidas hacía que su pasión sea desconocida para todos. Así que primero había que decidirse. Lo hizo en la misma cola para inscribirse a la escuela de música de la PUCP, el 2011.

Todos pensaban que estudiaría violín, es más, ese día lo llevaba entre sus manos y unos días antes había terminado clases de práctica para el examen de la escuela.

Pero no. Las decisiones se toman en segundos y, cuando le preguntaron a qué

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durante meses hasta que se lo confesó.

Ella le advirtió que sería complicado, que aquí no se hace, que en Lima es difícil, que causa sorpresa al escucharlo. Pero para él eso no era lo importante. “Todos me preguntaban si realmente era lo que quería. Es que es una decisión sin vuelta atrás. Tu voz cambiará para siempre”.

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Saber lo que quieres se debe alimentar de la terquedad. Así que Alonso fue donde el único maestro de contratenores de Lima, Equis (su identidad quedará en reserva a pedido de Alonso), un director de coro de cincuenta y tantos años que trabaja en el Conservatorio, para saber si podía. La respuesta después de escucharlo cantar era que sí, que había talento, pero era necesario pulirse. Solo tres meses después, Alonso Tipacti tendría su primera presentación. Tenía diecinueve años. Hoy le da vergüenza recordar ese día, pero en ese entonces era un comienzo importante. Equis también le advirtió que sería difícil, que no había muchos lugares de trabajo, que la gente miraría raro.

En ese primer recital, en Miraflores, lo comprobó. Ahí descubrió a ese personaje que sería recurrente en sus conciertos: la señora de la primera fila que miraba desconcertada. Fue esa noche que su familia lo escuchó cantar por primera vez. A su padre le tomó varios días salir de la sorpresa. Pero entendieron. Esto era lo que Alonso había estado buscando.

En esos meses con Equis logró saber que podía, que modificar su voz era posible.

Pero esa relación debía romperse. El joven contratenor descubriría algo: no todos los contratenores piensan igual. No todos arriesgan lo mismo.

“Fue como salir del clóset otra vez. Es que el contratenor sale del estereotipo de género” Segunda Lección. Toda transformación requiere rupturas.

—Yo no estoy de acuerdo. Voy a cantar esto si me da la gana. Sorry si no le gusta– dice Alonso Tipacti a su maestro, Equis.

La frase suena fuerte y resultó el quiebre de la relación entre ambos. Pero el problema no empezó ahí. Alonso Tipacti quería ser el personaje de la princesa que canta en su torre mientras el príncipe está yendo a rescatarla. Pero no lo dejaron.

En realidad ensayó meses para dar los

Un momento importante en la historia de los contratenores fue en la década de los cuarenta, cuando en Inglaterra, el compositor Michael Tippet se enamoró de la voz del contratenor Alfred Deller, solista del Coro de la Catedral de Canterbury. Gracias a eso, en 1946 Deller fue invitado por la BBC. Ese fue un importante regreso al plano mediático para los contratenores en el siglo XX.

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exámenes con ese personaje. Se sentía cómodo. Sentía que podía representarlo.

Pero le dijeron que no era para él. No fue alguien fuera de la escena artística, fue su propio maestro. En realidad hubiera sido una apuesta arriesgada. Algo que hasta en Europa resultaría novedoso. En España, el año pasado, estrenaron una obra de Leonardo Vinci donde todos los personajes los hacían contratenores, hasta los personajes femeninos con maquillaje y vestimenta (ahí estuvo por supuesto Philippe Jaroussky). Era algo que no se hacía hace muchísimos años y trajo toda una ola de comentarios a la escena lírica.

Pero es cierto, en Europa el tema es más tranquilo. “En nuestra sociedad, que un hombre tenga cosas femeninas está mal visto. Por eso cantar como mujer es un cuchillazo contra esos parámetros. Si bien

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esto tiene la protección de ser arte, igual causa revuelo”.

Los contratenores parecen ser una figura que en la opera se niega a morir, pero que nunca ha sido muy popular. En realidad, que existan es una decisión fortuita del compositor de cada ópera. En la antigüedad, cuando a las mujeres no se les dejaba cantar, los hombres hacían personajes femeninos y masculinos.

Era algo común. Luego llegaron los castrati, con su voz aguda causada por una castración infantil, pero con el paso de los años aquello se volvería ilegal. Así que los contratenores aparecieron en un principio para interpretar las obras antiguas que había dejado el vacío de los castrati. Hoy en día, la decisión para que una obra tenga un contratenor es en realidad fortuita, más sentimental que

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A Equis le resultó difícil de creer que Alonso Tipacti podía interpretar a la princesa. Y es que no todos los contratenores piensan igual ni toman las mismas decisiones. Algunos deciden llevar su voz al límite de lo femenino, otros consideran que a pesar del sonido agudo deben tener algo de hombres.

Pero no era solo eso lo que separó a discípulo y maestro. Alonso Tipacti es abiertamente sincero sobre su sexualidad, y eso le incomodaba a su maestro, que consideraba que en la música y en la vida se debía ser más recatado. “Hay otros que dicen que el contratenor debe tener algo de hombre. Yo no sé si mi voz sea más masculina o femenina. Tampoco sé qué define que sea una u otra. Yo digo que mi voz no suena ni a hombre ni a mujer.

Suena a Alonso. Únicamente a Alonso.

Pero mi maestro no lo veía así”.

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musical. “Como me dijo mi maestro una vez, nosotros hemos decidido cultivar un arte que estaba muerto, que podría estar muerto. No existe una necesidad musical para un hombre que cante como mujer”,

La voz de los contratenores lleva por lo menos ocho siglos en la música. En manuscritos del siglo XII ya aparece este término.

Tercera Lección. La voz no es un instrumento.

Lima no es una ciudad para músicos.

Lima no es una ciudad para cantantes liricos. Y aquí no existen contratenores o llamados en jerga: travestis bocales.

O todo eso es mentira, y esta sí es una ciudad para músicos, sí es un espacio para cantantes liricos y aquí si existen contratenores. O todo eso no se sabe.

Y ni Alonso Tipacti que está sentado en el auditorio de la escuela de música de la PUCP en Chorrillos, un jueves temprano, sabe si se puede o no se puede, pero al menos lo está haciendo y eso se ve ahora que alza la voz y la pone aguda, quebradita, femenina. “Mi sueño es triunfar como contratenor y hacer algo con la discriminación por la orientación sexual. No conozco cantantes de ópera de Lima que digan: soy gay y todo bien.

Eso estaría genial. En Lima y en la música clásica hay parámetros muy delimitados sobre ser hombre o ser mujer. Yo quiero cantar para decir que existe algo más”.

Alonso Tipacti tiene una barba delicada en forma de línea, y su cara es redonda como un emoticón que sonríe, lleva una gorra ladeada hacia la derecha, un pantalón morado pegadito y su voz tiene la dulzura de un grito agudo en una nota perfecta. Mira a un lado y sus ojos parecen irse, parecen perderse, parecen encontrarse. Pero todo el sonido es hermoso y en el aula cerrada retumban las ondas de su voz.

Luego del quiebre de la relación con Equis, su profesora de canto lírico de la escuela de música, Pilar Ciruelos, apareció un día con libretos de lo que estaban cantando los contratenores en Europa.

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Una persona decide hasta dónde lleva una trasformación. La cantante Conchita Wurst, la del vestido ajustado, la barba y el pelo largo que acaba de ganar el Eurovisión 2014, es Tomas Neuwirth, un travesti que lucha por los derechos de los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales en el mundo. Sharon Cohen, que usa el nombre artístico de Dana Internacional, es una cantante que nació en Tel Aviv y que en 1993, el mismo año que publicó su primer sencillo, viajó hasta Londres para realizarse una operación de cambio de sexo y modificar su nombre masculino Yaron por Sharon. Alejandro Bogue es una transexual mexicana que llegó a tener el reconocimiento de la Asociación Mexicana de Críticos como la revelación femenina a principios de los noventa. Alonso Tipacti no cambia su imagen, pero la modificación de su voz resulta irreversible, una decisión que será para siempre. Sin vuelta atrás. Y la voz es más que ondas proyectadas hacia afuera, es algo que llega a definirnos.

Pero algo separa a Alonso Tipacti de estos personajes. Él la tiene más difícil.

Lima es una ciudad que exige sus propias condiciones.

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Estaba decidida a que Alonso Tipacti lo intentase. Empezaron a ensayar todos los días, pero la voz no es un instrumento y depende del ánimo, de las ganas, de lo de adentro. De vez en cuando, a Alonso le es imposible cantar. Las clases son de a uno con su maestra, así que cuando esos días ocurren, cuando se nubla, cuando su voz no está, solo conversan y esperan que la voz regrese. “Le digo, por ejemplo, hoy no puedo cantar, que he peleado con mi novio y hablamos de la vida. Con el canto a veces te puedes sentir muy frustrado.

Depende mucho de cómo estés, de si estás bien, de cómo te sientes. Puede que no llegues al nivel que quisieras. Tengo un sueño recurrente en el que voy a cantar en un auditorio y la voz no sale”. Pilar Ciruelos no sabía tanto de contratenores antes de Alonso. Ahora se educa a sí misma para poder enseñarle. El joven contratenor puede ser totalmente sincero con ella. Eso lo motiva aún más. “¿Por qué tendría que fingir? ¿Por qué debería mostrarme como quieren que me muestre? ¿Por qué no cantar como yo? ¿Por qué no puedo cantar como Alonso? ¿Por qué debo fingir una manera de comportarme? ¿Por qué no comportarme como me nace? ¿Por qué no ser como yo? ¿Por qué ser como esperan que sea? ¿Por qué acomodarme a los que me miran raro? ¿Por qué acomodarme a los que no me soportan? ¿Por qué no gritar si quiero gritar? ¿Por qué no ser feliz aunque les joda? ¿Por qué no ser yo si la paso tan bien así? ¿Por qué no ser yo si soy tan feliz así? ¿Por qué cantar como esperan que cante? ¿Por qué no ser distinto? Me encanta el escándalo. Es una manera de rebelarme contra esta sociedad. Disfruto ser el diferente. Disfruto entrar en el

auditorio con el coro de las mujeres y cantar con ellas. Disfruto las miradas de las tías de mierda de la primera fila.

Disfruto su cara de sorpresa, de rechazo.

Disfruto cantar. Disfruto cantar como yo.

Disfruto cantar como Alonso. Disfruto mi voz. Disfruto ser Alonso. Disfruto ser yo.”

El contratenor está en un salón con un piano y lo toca levemente, es una ópera de Vivaldi, la primera que aprendió cuando decidió cantar como él quería.

Va a empezar pero pasa una amiga y lo interrumpe desde la puerta. “Calla perra”, dice fuerte Alonso y sonríe guiñando el ojo. Entonces empieza. Canta alto, agudo, femenino. Alzando la voz. Su voz. Cantando como él. Siendo él. Y las paredes escuchan el eco y lo voltean, y la atmosfera se vuelve su voz, y todos se callan. La voz es lo que sale de adentro.

Y aquí adentro, al escucharlo, es eso que envuelve, que sorprende, que cachetea, que impresiona. Mientras canta y sonríe, abre los ojos y mira como si no mirara. Entonces todo cobra sentido, y se entiende su sueño, ese de que algún día, algún chico perdido vea un video de YouTube sobre Alonso Tipacti cantando una ópera de Vivaldi, y a ese chico, ese día, en los minutos que dura la canción, también se le cambie la vida, y se encuentre, y sepa que es posible cantar como te nace, y sepa que es posible. Que la voz es lo que sale de adentro. Que es tan importante como eso.

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66Atrápame si puedes Para ¿celebrar? el estreno de Rápidos y Furiosos 7, En Polvos te trae cinco películas con memorables escenas de persecuciones. Abróchense los cinturones.

1. Bullitt (1968) - Peter Yates Si nos referimos a películas pioneras de persecuciones, Bullitt no puede faltar. La historia del teniente Frank Bullitt (Steve McQueen) y su investigación sobre el asesinato de un testigo clave incluye una de las mejores escenas de persecución del cine. Durante casi once minutos, este policía, junto a su Ford Mustang, sigue el rastro del Dodge del asesino a través de las calles de San Francisco. La película ganó, en parte por esta escena, el Oscar a mejor edición.

2. Vanishing Point (1971) Richard C. Safarian

3. Ronin (1998) Frankenheimer

Una motociclista desnuda, un cazador de serpientes y dos asaltantes homosexuales. Esta es solo una muestra de la serie de personajes extravagantes que encuentra Kowalski (Barry Newman), un experimentado conductor, y su Dogde Challenger 1970 en su recorrido desde Denver hasta San Francisco. Sin olvidarnos de las decenas de policías que lo persiguen por exceso de velocidad y manejo temerario. Parece a Kowalski las reglas de tránsito le sonaban a chino.

De los Estados Uni mos a Francia. Sam un exmilitar gringo por terroristas irlan ren robar un valios lograrlo, Sam será p persecuciones en la -la mejor secuencia Niza, en las que ma fico, atropella peato tar uno que otro au conductor más ach los choferes de la O

s lvo Po En

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idos nos trasladam (Robert de Niro), o, es contratado ndeses que quieso maletín. Para partícipe de varias as calles de París a de la película- y aneja contra el tráones y hace explouto. Sin dudas, un horado que todos Orión.

4. Mad Max 2 (1981) - George Miller

5. A prueba de muerte (2007) Quentin Tarantino

Para las persecuciones se necesita, por supuesto, mucho combustible.

En la Australia apocalíptica de esta película la gasolina escasea y los sobrevivientes luchan por conseguir un poco de esta. Max, un expolicía, se encarga de defender al pueblo que maneja la única refinería del país a cambio de petróleo. Parte de su trabajo será transportar el combustible en un camión sin ser capturado por una banda de motociclistas punks que quieren matarlo para robarle.

Literalmente, Max tiene que correr por su vida.

Tarantino, el hombre de los tributos, le rinde homenaje a las películas de persecución dirigiendo A prueba de muerte. Mike (Kurt Russell), un doble de acción dueño de varios autos, viaja por Estados Unidos en busca de adrenalina y chicas bonitas. En uno de sus viajes se cruzará con tres amigas manejando un Dogde Challenger 1970 (el mismo de Vanishing Point) y las perseguirá para asesinarlas, pero ellas no serán presas fáciles. ¿Quién dijo que las mujeres no saben manejar?

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Hogar, tradición y trago: Una crónica de la Yunza Negra de EL Carmen Jimena Rodríguez Cada febrero, el icónico distrito de El Carmen, en Chincha, se viste de fiesta y carnaval. Así es la celebración de la llamada “Yunza Negra” de la familia Ñañez, ritual y espectáculo donde el color y la diversión inician bajo los últimos rayos de sol y terminan con los primeros. Una rama sacada del árbol de sauce es la protagonista de la noche, alrededor de ella se menean los cuerpo de extraños y locales, en celebración de la buena juerga, del cultivo y de la vida. Bienvenidos a la fiesta de El Carmen, a la fiesta donde todos somos uno.

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N

o era la primera vez que iba a El Carmen. Hacía tres años había tenido la oportunidad de llegar, pero solo por una tarde. Una tarde que, cuando la recuerdo, se resume en una sola imagen: el zapateo jocoso de unos niños en la plaza, una coreografía improvisada a cambio de unas cuantas monedas y bajo uno de los mejores atardeceres que jamás he visto, mezcla de amarillo y anaranjado en el cielo que parecía sacado de un óleo.

Sin embargo, lo que ocurrió esta vez, el 7 de febrero pasado, no se puede resumir en unos cuantos pequeños detalles.

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Llegué a El Carmen alrededor de las 3 de la tarde, en uno de esos colectivos que cubren la ruta desde Chincha. Pero no era solo el atardecer de mi memoria lo que me impulsaba a llegar mucho antes de que empiece la fiesta; en realidad, quería ubicar a sus organizadores, quienes según lo que había podido averiguar, eran una familia de apellido Ñañez. Sin embargo, siempre que uno arriba a un lugar ajeno,

el primer problema a solucionar es el hospedaje. Y a mí no me quedó más remedio que recorrer las calles en busca de alguien que quisiera ampararme.

En esas andaba cuando me encontré con un grupo de mujeres sentadas afuera de una casa. “Disculpen”, les dije, “¿sabrán de algún lugar dónde me pueda hospedar?”. “¿Para cuántas personas?”, me preguntó una de ellas. “Solo yo”, le respondí, y no pude evitar una risa nerviosa al ver sus caras de sorpresa. Pensé: quizás este distrito que parece tan tranquilo sea todo lo contrario. “¡Qué valiente!”, exclamó una de ellas.

“Te puedes ir a preguntar a esa casa que está en la otra esquina o a esa otra de dos pisos que está frente a la comisaría”, me sugirió. Seguí mi camino, mientras ellas retomaban la conversación que, con osadía de no local, me había atrevido a interrumpir. En el primer hospedaje me dijeron que ya no había habitaciones: cla-

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ramente, este evento sí se trataba de algo más que unos cuantos turistas.

Recalé entonces en la casa de la señora Mary, una mujer que en su faceta más emprendedora había convertido su hogar en un hospedaje con varios cuartos. Un bello grafiti de una joven mujer morena adornaba la pared del pasadizo. Pero el emprendimiento de Mary no había quedado ahí; afuera de la casa había abierto una bodega con productos clave para aquellos viajeros de espíritu aventurero y talante olvidadizo (como la que les habla).

Y allí no solo se podía salvar el viaje con productos de primera necesidad, sino también calmar la sed con un par de cervezas. En Chincha y bajo el sol de media tarde, eso es casi lo mismo.

Salí del restaurante animada y sin ganas de volver al hospedaje, así que decidí caminar por las calles del pequeño pueblo y evitar la misa de las 5, ritual al cual

La hora oficial en la que se inicia el evento es a las diez de la noche; sin embargo, desde un par de horas antes, ya va llegando la gente desde todas las partes del país e incluso del extranjero.

Dos yunzas se celebran en El Carmen, la de la familia Nañez y la de la famosa señora mamaine no asisto desde que terminé el colegio.

A lo lejos se escuchaba música y vi una camioneta monstruosa que exhibía un cartel con letras de neón y diseño chicha: “GRAN YUNZA NEGRA DE LOS HERMANOS ÑAÑEZ”. Sonaba timba y cinco hombres bailaban alrededor. Uno de ellos era Lorenzo Ñañez, una de esas personas que con solo una sonrisa te hace sentir cómoda. Parte de un clan de ocho hermanos, Lorenzo –o ‘Mandingo’, como le llaman– trabaja en Lima como promotor de eventos de la famosa anticuchería Doña Julia, de Jesús María.

“La Yunza es una costumbre de los abuelos”, me dijo. Dos yunzas se celebran en El Carmen, la de la familia Ñañez y la de la famosa señora Mamaine, que es la semana siguiente. Para entrar a la de los Ñañez, hay que pagar entrada. “Con esta yunza se busca generar algún ingreso para la comunidad, mientras se hace pasar un buen rato a quienes vienen de otros lados. Pero lo más importante es que sepan que acá se siente el cariño, el amor y el hogar”, agregó.

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De la comida se encargó África, un restaurante regentado por una familia del lugar que acababa de inaugurarse. Su plato principal era la sopa seca, de la cual –por fortuna–, soy fanática acérrima. El señor tomó mi pedido y gritó a uno de sus hijos: “¡Una sopa seca para la mesa 5!”, mientras que en voz baja y riendo, añadía: “¿Qué mesa 5? Si es la única sentada en el restaurante”.

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“Aquí hay muchísimo talento, pero no todos lo saben explotar. Se conforman con saber tocar el cajón o bailar festejo porque se los enseñaron sus papás o sus abuelos. No se especializan ni estudian para poder promover la cultura que hay en El Carmen. Hay que salir adelante con lo nuestro”, terminó diciéndome mientras me pasaba otro vaso de cerveza.

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Y fue entonces que esa callecita de El Carmen comenzó a llenarse de vida. Eran quince, todos en sus veintes, cargando timbales, guitarras, trompetas, telas y pelotas de malabares. El grupo de mochileros salió de la casa de Mandingo como sacado de un cuento de aventuras, todos suelto de ropas, con peinados extraños y tatuajes surcándoles la piel. Afinaron sus instrumentos y comenzaron a tocar salsa dura, La Murga de Panamá. La calle se convirtió, de pronto, de improviso, en una caravana bailable. En un momento, la cantante se sentó a mi lado mientras el grupo tocaba.

“Vengo de Argentina”, me dijo, “pero también hay gente de Chile”. “¿Y cuántos años tienes?”.

El objetivo de una yunza es tumbarse al sauce, lo que sella la buena suerte para el resto del año

La mayoría de familias en El Carmen se dedican a la agricultura. Por ello, la Yunza, más que una fiesta, es un ritual a la fertilidad de la tierra.

“Veinticuatro. Y ya llevo dos viajando desde Argentina hasta Ecuador; voy y vengo entre Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, y así estoy. Solo llegué a mi casa dos semanas y volví a salir hasta la casa de la familia de mi novio en Chile. Luego, seguí viajando de vuelta. Y así ya hace dos años”.

Me causó una sana envidia escucharla hablar sobre los lugares que había conocido. Ella y su novio se habían atrevido a hacer lo que a muchos de nosotros nos aterra: negar el protocolo de vida que se nos impone; solo viajar y conocer lugares, gente que te abre las puertas de sus hogares como lo hicieron los Ñañez.

A las 4 de la tarde, el grupo de mochileros paró de tocar para que todos pudiésemos descansar en preparación para lo que sería una de las mejores fiestas que El Carmen haya visto jamás. Para entonces, las cadenetas de papel de seda hechas por algunas de las hermanas Ñañez adornaban el pequeño espacio donde habían colocado el árbol o “palo” (como le dicen allá), protagonista de esa noche.

Volví a la Yunza a las 10 de la noche y el ambiente ya era de fiesta. Quienes no acompañaban sus pechugas de pollo con cerveza lo hacían con Tutuma, trago típico de allá que consiste en vino dulce, pisco y fruta fermentada del mismo nombre, y que era vendido en pequeñas botellas de vidrio de seis soles. Luego de unas horas de salsa, cervezas, piscos y tutumas, subió al escenario el grupo de la famosa fami-

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“No es una depredación, este sauce fue sembrado por alguien que, en su pasado, tumbó la yunza”, dijo uno de los Ballumbrosio sobre aquella rama del palo que seguía “vestido”; es decir, vivo. Aquella rama, mencionó después, era la encargada ese día de unirnos a todos en una fiesta “de todas las sangres”. El objetivo de una yunza es tumbarse al sauce; al hacerlo, se sella la buena suerte para el resto del año.

Por eso, quien le da la estocada final no solo trae alegría para los suyos, sino que también se convierte en el centro de las atenciones de la comunidad. A continuación, sonó el Huanchihualito, canción que se toca cada vez que es momento de meterle hachazos al sauce. Para ello se forma una ronda y se empieza a bailar. Alegría, fiesta y tradición.

“Esta es una oda a la cosecha, una oda al esfuerzo”, mencionaba el músico. Aquel baile no era solo un espectáculo turístico para ellos, era rescatar lo poco que les queda de su pasado, aquello que el progreso y la modernidad muchas veces les quitó. Los hachazos al sauce se daban por intervalos de tiempo. El Huanchihualito sonaba al ritmo de los cortes, mientras los bailarines que sabían el ritual de la danza sacaban a bailar a mujeres y hombres para moverse al compás de la melodía.

Lo que siguió luego, entre los cortes al sauce, fue una amalgama de tradición y juerga; una mezcla de salsa, festejo y reggaetón. Alrededor de las 2 de la mañana, mientras descansaba del baile en una de las gradas de la vereda, un señor me llamó: “¡Amiga, ven, tómanos una foto!”.

Al parecer, estar con la cámara colgando toda la tarde me había hecho acreedora del título de fotógrafa de eventos.

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lia Ballumbrosio, encargado de animar aquella noche. Y entonces, ahí sí en serio, comenzó la Yunza.

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Luego de la respectiva toma, me acerqué al que me había hecho el pedido. Se llamaba Juan Carlos Torres y venía desde el Callao. “Hace dos años que no vengo a El Carmen. He venido a ver a mi familia y aquí, a mi viejito”, me presentó a un señor de unos setenta años. Era uno de los que había estado acompañando en la voz a la agrupación de los Ballumbrosio. Se llamaba como su hijo, vestía una camisa de seda a lo Héctor Lavoe y un sombrero a lo Sinatra.

“Yo canto desde siempre, desde que tengo uso de razón”, me dijo. “Pero he vivido 37 años en Lima”. “¿Por qué ha regresado, entonces?”

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“Me estaba juntando con gente incorrecta, estuve un tiempo en la cárcel por las malas juntas y después de salir ya no quise tener más líos. Aquí todo es más tranquilo. Aunque ahora veo las noticias y, te digo, la gente mala con la que yo me

juntaba no era tan mala como la de ahora.

Antes no te mataban por robarte un par de zapatillas, solo un susto y ya.”

El sauce ya había caído cuando el menor de los Juan Carlos llegó con más cerveza.

Allí la cerveza se toma como en el barrio, en ronda. Y en nuestra ronda había dos chicas que, en solo unos minutos y con un par de respuestas, me enseñarían mucho sobre la relación entre el pequeño pueblo de El Carmen y la cultura de la gran ciudad. La primera, de 24 años, se llamaba Cinthia y no paraba de moverse al ritmo de la timba salsera que sonaba en ese momento.

“Parece que los que viven acá casi ya no bailan festejo, ¿no?”, pregunté.

“No, eso es más para los turistas que vienen a ver cómo es todo esto”, me dijo. “Yo

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Lo que siguió luego fue una amalgama de tradición y juerga prefiero la salsa; el festejo, la verdad, no tanto.”

La segunda chica se llamaba Jhoselyn y tenía 18 años, aunque aparentaba muchos menos. “¡Tienes cara de chibola!”, me atreví a decirle, “¿No hay problema con que tomes acá?” “¡Tengo 18!”, me gritó con una sonrisa.

“Me parece un poco extraño que a tu edad no hayas decidido irte a vivir a Lima,

La gran mayoría de personas que participan del ritual son los visitantes, aunque algunos locales también son los encargados de avivar el ambiente.

como muchos chicos hacen apenas terminan el colegio”.

“Sí lo voy a hacer, dentro de poco me voy a vivir con mis tíos a Chorrillos”, confesó.

Así como hay cosas que no cambian, hay formas de ver el mundo que se instalan y dominan. Irse a la gran ciudad es una de ellas.

Cuando Cinthia y Jhoselyn se pusieron a hablar entre ellas llegó Yumalay, un personaje tan especial que quizás sea ideal para cerrar esta crónica. Era un trans que llevaba puesto un polo licrado rojo y de letras brillantes que decía “Nirvana”, aquel grupo de grunge de finales de los ochenta e inicios de los noventa que transmitía en sus canciones el sentimiento de la juventud rebelde e inquieta. Pero Yumalay también bailaba al ritmo de la timba y el reggaetón, que en ese momento ya estaba empezando a sonar. Eso era la yunza: hospitalidad, alegría, tradición, y el diálogo –entre música y cervezas– de distintas formas de ver el mundo.

Lo que siguió fue eso. Botellas de cerveza que se iban rompiendo inofensivamente con los primeros rayos de sol, una lista de canciones que entremezclaba reggaetón, timba, salsa dura y festejo, gente bailando a pesar del dolor en los pies y un palo de sauce cortado y tirado en medio de la tierra para atraer a la buena suerte. Para que todos los días del año que empezaba fueran tan alegres y tan prósperos como aquella noche. Así terminó, a las 7 de la mañana y bajo la luz del nuevo día, una yunza más de los hermanos Ñañez.

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Un estereotipo acababa de romperse: no porque sea de El Carmen le tiene gustar el festejo. Pero mientras conversábamos, un hombre la sacó a bailar. Al instante, el Juan Carlos menor, que resultó siendo su hermano, gritó: “¡Cuidado, ah! ¡Papá, dile que tenga cuidado!”. Ella conocía al chico con el que estaba bailando y no entendía por qué su hermano, al que probablemente solo veía algunas veces, la condicionaba así. Hay algunas cosas que no cambian.

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viene de la página 55

- Bueno, acá es donde empezó la locura, Insecto.

- ¿Qué fue? ¿Se calatearon toditas?

- Honestidad ante todo, Insecto.

Para eso son los patas. Te sirvo. Bueno, se quedaron hablando cojudeces. Los dos maridos estaban en smoking, así que chongueaban entre ellos como si fuesen mayordomos. Se choleaban. Las flacas después se metieron al chongo: “mozo, ¿me puede traer tal mierda? ¿mozo, podría servirme tal huevada?”

- “Mozo, ¿podría cacharme acá en la sala delante de estos fotógrafos misios y pajeros?”

diálogos de taberna

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- Jajaja imbécil. En eso llegó la siguiente pareja pues.

- Los dueños de la casa.

- No, ellos todavía no bajaban.

- Ala mierda. Seguro estaban en pleno cache.

- Bueno, enfermo. Con esta pareja ya eran seis personas. La esposa era hermana de la anterior. Se notaba que era la mayor, igualita a la otra, pero de más de 40. María Paz, se llamaba. Rica la tía. Otra MILF. - María Paz ¿Y la hermana menor, cuál era su gracia?

- Cucha, le decían. Esos nombres pe’.

- Seguían chongueando, y los hombres se alejaron un poco, al jardín, como para hablar en grupo. Más whisky. Más whisky.

Estaban en confianza. Ahí nos pasaron la voz y empezaron a hablar sin paltas sobre sus últimos caches: con quién le habían sacado la vuelta a sus mujeres en el pasado y con quien le sacaban ahora.

- Pasumadre, qué pendejos.

- Mencionaban chicas de 20, 21 años.

Hablaban de universitarias. De los culos de flaquitas con las que van a discotecas, a bares, por las noches.

- No me jodas. Y las señoras mamacitas ricas en sus casas, contando los vestidos.

Chupemos más, por ellas.

- Huevón, nos loqueaban presumiendo sus pulseos. “Pucha, esta flaquita tenía piel de melocotón”, “Jovencitas con un culito preciso, estrechito”. Miraban a Salas como contándole a él. A mí no me dieron mucha bola. Salas les trató de seguir la corriente, les dijo “Yo cuando voy a tomar fotos a quinceañeros he visto chicas de 14, 15 años que parecen de 21”. Ahí como que la cagó, porque uno de los tíos, uno grande que tenía pinta de rubio pituco cincuentón surfista le respondió incomodado “bueno yo tengo una hija de 14”.

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- Lo cagaron a tu pata el gringo. ¿Se palteó?

- Chucha.

- Nada, a Salas le gustó paltearlo, creo, pues le llegaba al pincho que hablaran así, tan feo, digamos. Yo al final me zurro en toda esa caca, pero estaba sorprendido.

Bueno, hablaban de con quién engañaban a sus mujeres y la verdad causa es que sus mujeres estaban buenazas, eran unas MILFS, unas mamás bien ricas, no te miento, merecían ser cachadas por todos lados… Era inaudito escucharlos y ver a esas mamacitas conversar entre ellas y reír sin preocupaciones, una verdadera huevada.

- Exacto. Se notaba que eran los más producidos, su esposo tenía sus gemelitos, sus huevadas brillantes en todo su smoking.

La tía, Chechi, ni qué decir, estaba resplandeciente, era rubia, alta, tetona. Una vieja porno. La vaina es que tomamos las fotos y en medio de la sesión las señoras ricas se emocionaron y nos pidieron más.

- Y ustedes dos escuchando como buenos pajeros, mi Alfonsito. Me parece correcto.

Yo los hubiera grabado con algún equipo tuyo y luego los chantajeaba. Causa, podríamos sacar miles de soles con eso.

- Ponchito… ¿Todavía tienes las fotos?

- Carajo, Insecto, es Alfonso. Nosotros estábamos empilados porque más fotos era más plata. Acordamos un pago por sesión, no foto por foto y además les cobramos por el tiempo que nos hicieron esperar como huevones.

- Se achoraron.

- Claro pe’. Lo mínimo luego de tanta estupidez, entre esperar como cojudos y escuchar todas las historias de estos pitucos sobrados millonarios hijos de puta.

- Por supuesto, mi causa ¿Y qué fue luego contigo y Salas? ¿Llegaron a tomar las fotos?

- Las flacas de verdad eran demasiado ricas, compare. Todas, las tres rubias y la morena. Esa era la más tetona. Salas y yo las estábamos mirando todo el tiempo.

Les miraba las tetas. Hubo un rato en el que me puse bien armado, me palteaba que se dieran cuenta.

- Nada, seguir ahí nomás aguantando sus historias y chismes cojudos. Como se botan estos viejos de mierda. Mientras pasaba eso, bajaron por fin los dueños de la casa.

- Causa, contesta la pregunta. No me loquees.

diálogos de taberna

- ¿Miles? Millones seguro, huevón. Y sería yo nomás, qué mierda te incluyes, pendejo. Pero no, a mí esas mierdas no me vacilan. Me parece rarazo engañar a esos culos millonarios tan ricos, pero no me voy a jugar el cuello por eso. Que se jodan. Oye ya sirve la última chela.

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- Broder, cuenta pe’, ¿tienes copia de las dos sesiones o no?

- Terminó la sesión y nos fuimos. El dueño de la casa era un hijo de puta, prácticamente nos ninguneó desde el inicio.

Incluso a Salas, que es gringo. Seguro que cuando nos fuimos rajó horrible de nosotros. Y esa fue la experiencia maso, flacas ricas con ropa y joyas caras y esposos pitucos saca vuelteros de mierda con carrazos de año.

- Compadre, deja de hacerte el huevón, me muero por ver las fotos de esas mujeres. Ya se acabó la chela.

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- Esos tíos pitucos de mierda. Uno más feo que el otro. No te imaginas la cantidad de banalidades estúpidas que decían. Y se choleaban entre ellos en plan de chongo, todo broma. Obviamente ninguno se cree en serio cholo, y bueno, de hecho no lo eran.

- Oye ya no te pases pe’, Alfonso, antes de irnos, contesta, ¿me puedes pasar esas fotos o no? Puta madre.

- Te apuesto loco que nadie ahí está contento con su vida: los hombres nada más se preocupan en tener plata y se dan el lujo de trampear y sacarle la vuelta a su mujer que está buenaza por eso, porque tienen plata. Las mujeres, por otro lado, no son tan cojudas, también les gusta sacar los pies fuera del plato pero si el marido se entera, la matan, esa es la diferencia. Ellas sí saben que ellos las engañan

pero ahí se queda todo, por el estatus.

No se van a privar de todo lo que te da ese tipo de matrimonio. Por más ricas y brutas que sean, esas viejas saben que su marido les saca la vuelta, pero están acostumbradas a ese estilo de vida. ¿Entiendes, huevón? El poder de la apariencia y la ambición. Lo puede todo. Gente de mierda, carajo.

- Oye Alfonso - Sí causa, te mando las fotos a tu correo.

Ya vámonos de acá, que se terminó el 2x1.

- Ya. Mejor me las das por USB pe’, el otro demora en cargar.

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Instantes del Tit

Diego Oliv

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1. Uros y Totora. Viajando un par de horas desde Puno llegarás a las primeras islas de los uros, promontorios artificiales flotantes de totora que se han vuelto una de las atracciones turísticas del lago. Aquí una miniatura de sus casas, también de totora.

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flotantes ticaca

vas Arana

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Situado en los andes centrales, el lago Titicaca comparte te La existencia de este extenso cuerpo de agua ha devenido a presunciones que distan su origen tectónico y su trayectoria disquisiciones místicas o espaciales ¿Qué sucede hoy en s continuación, breves asaltos de la vida en las islas de Uros y más alto del mundo –casi 3,900 m.s.n.m.–, durante

2. Reunión entre las islas. El lago más largo de Suramérica tiene más de veinte islas uros, todas en viajan para aprender sobre el estilo de vida de la comunidad. El aymara es la lengua oficial, aunque ot tiempo.

3. Souvenirs flotantes: Los pobladores de las islas de uros se han habituado a las frecuentes visi les para ofrecer fotografías, o venden recuerdos o adornos relativos a la totora y las islas.

4. Pescadores y constructores. Los hombres lacustres de la etnia de los uros se dedican a la pesca con la totora. Son los expertos hacedores de las embarcaciones de Totora.

3.

erritorio boliviano y peruano. través del tiempo en extrañas preincaica e incaica a difusas sus más de cuarenta islas? A y Taquile, en el lago navegable el mes de febrero.

n la parte peruana. Día a día, cientos de turistas ros dialectos se perdieron en la inmensidad del

itas. Muchos visten sus indumentarias tradiciona-

a de trucha y pejerrey, como también al trabajo

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5. Caballitos de Totora. Así es como empezaron a llamar los españoles a las famosas embarcaciones de los uros, que suelen tener el diseño de la cabeza de al guna criatura en una de sus partes supe riores. Mientras las mujeres de la comunidad se dedican al tejido, los hombres emplean estos pequeños vehículos para transporte, la pesca y el recreo turístico.

6. Una tierra casi virgen. La isla de Taquile se encuentra a 45 k.m. de la ciudad de Puno. Se trata de uno de los lugares más originales del lago, con apro ximadamente 2,200 habitantes, quienes todavía conservan muchas de sus tradiciones ancestrales, sin embargo, la gran mayoría son católicos. En la isla hay dos iglesias católicas y una adventista.

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7. Taquileños. En la isla de Taquile, son los hombres quienes se dedican al tejido el cual se ha convertido en la actividad insigne del pueblo. Taquile y su arte text fueron nombrados Patrimonio Oral e In material de la Humanidad por la UNESCO en el 2005.

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