1. MARCO CONCEPTUAL
2. EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA GLOBAL Y DIVERSIDAD CULTURAL
3. MARCO NORMATIVO
4. ORIENTACIONES PARA LOS PROCESOS DE PLANIFICACIÓN EN LA AECID
5. ORIENTACIONES GENERALES PARA LAS INTERVENCIONES DE LA AECID
6. ORIENTACIONES ESPECÍFICAS SEGÚN MODALIDADES E INSTRUMENTOS DE COOPERACIÓN
7. CAJA DE HERRAMIENTAS POR SECTORES DE LA COOPERACIÓN
8. ANÁLISIS SOBRE LA DIVERSIDAD CULTURAL EN UN ENFOQUE DE DERECHOS
1.3. EL PAPEL ESENCIAL DE LA CULTURA Y DE LA DIVERSIDAD CULTURAL EN EL DESARROLLO SOSTENIBLE La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, en el punto 36 de la Declaración, identifica el respeto a la diversidad cultural como una de las características del mundo futuro al que se dirigen los ODS, donde es posible alcanzar el pleno potencial humano y la prosperidad compartida. Si realmente la Agenda aspira a impulsar un proceso transformador, tal como declara en su título, es indudable que ha de empezar por las personas, como motor y como sujeto del cambio. Este principio subyace en el tránsito experimentado en las agendas de desarrollo, desde los ODM a los ODS, superando el modelo de crecimiento económico y reforzando la dimensión social y el desarrollo del individuo, para el presente y para las generaciones futuras. De este tránsito surgen las “5 P” sobre las que giran los ODS: Personas, Planeta, Paz, Prosperidad, Partenariado. En todas ellas es determinante el factor cultural, distintivo de los grupos humanos y en la base de su forma de concebir su propio modelo de desarrollo sostenible. En el centro de los debates internacionales sobre el desarrollo sostenible encontramos algunas cuestiones intrínsecamente ligadas a la diversidad cultural. La potencial amenaza de la globalización a la identidad y a la riqueza cultural, la búsqueda de formas de convivencia y equilibrio social ante los flujos migratorios a gran escala, incluso el impacto intangible en las comunidades de las políticas culturales y de desarrollo, son algunas de ellas. La perspectiva cultural se abre como una vía para alcanzar y medir el desarrollo humano. Por otro lado, la comprensión de la Agenda como un camino que incumbe a todos los países nos ha de hacer pensar también que las ideas innovadoras, tanto tecnológicas como sociales, las fórmulas nuevas o tradicionales para hacer sostenible la vida humana en el planeta, en definitiva, las propuestas de desarrollo no se concentran en una parte del mundo. Por el contrario, la capacidad de aprendizaje, de adaptación, de crecimiento intelectual, incluso de expresión
Guía de la AECID para la Transversalización de la Diversidad Cultural