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Los diseños dominicanos de Freddy García Godoy

El Museo de las Casas Reales

Por: Fradique Lizardo

Dentro de poco se inaugurará uno de los museos en los cuales se ha trabajado con más interés para que constituya un todo homogéneo y proyecte un mensaje fácil de comprender y enseñe a las nuevas generaciones cómo fue parte de nuestra historia que podrán casi palpar y hasta entrar dentro de algunas facetas como participantes activos.

Se trata del Museo de las Casas Reales, que ha podido armar en un forma muy informativa parte de nuestra vida colonial, valiéndose para ello de los más recientes recursos de la museografía.

A través de sus salones, veremos caballerizas, Santa Bárbara, farmacias de la época, despensas, cocheras, surgir. Con tantos detalles, será innecesario preguntar datos adicionales.

Veremos, además, el despacho de los Secretarios, Oidores, de los Ayudantes de Campo y del Capitán General, así como la Sala de la Real Audiencia y la Sala de los Gobernadores. Está de más que hagamos la descripción de éstas, ya que pronto podrán ser contempladas en detalle, apreciando el cuidado que se ha tenido en su montaje correcto y adecuado.

Pero hay otras salas que hacen aportes significativos a la educación de nuestro pueblo en general, como las llamadas Naval I y Naval II, en las cuales nos informamos de todo tipo de armas y uniformes que se usaron en la época. Sala de Urbanismo, de cartografía, de cristianización y de legislación y la de Contaduría Real, en las cuales, mediante paneles, muy bien concebidos y didácticos, se nos informa de datos que necesitábamos conocer de nuestro pueblo.

La historia de la trata de negros, y la gran influencia de las diferentes culturas africanas a nuestra cultura, apenas está esbozada, representada al máximo por unos atabales, pues todavía consideramos esto «como de allá atrás», de lo cual debemos avergonzarnos. Pero, aunque con timidez, se atrevieron a presentarla, que ya es algo eminentemente positivo, y como este museo será por su naturaleza vitalmente dinámico, estamos seguros de que esas fallas serán subsanadas.

La diferencia de este museo a muchos otros no es solamente la apropiada reconstrucción y disposición de sus exhibiciones, sino la biblioteca adjunta al servicio de los interesados y las publicaciones y boletines que ya han comenzado a lanzar, que hará de esta institución única en su género.

Santo Domingo Mayo 19, 1976

El boicot de la dignidad

Por: Fradique Lizardo

Hace poco tuve la oportunidad de oír al señor Héctor San Juan anunciar su nuevo espectáculo por la radio. Lo describía como si fuera algo maravilloso el que trajeran a nuestro país mujeres francesas para desvestirse en una cama. Y mentalmente me hice la pregunta siguiente, a excepción de las enfermeras de servicio, cada noche, miles de dominicanas se acuestan y se desvisten cada noche, ¿y ninguna de estas le basta al señor San Juan para acostarla en su cama circular?

Verdaderamente somos un pueblo desgraciado, este señor viene de fuera, monta sus espectáculos a base de fantasía, trae sus vedettes y vedettas de fuera, les da a los dominicanos una participación mínima y exiguamente pagada, y sobre esto en privado se expresa muy mal de los dominicanos, diciendo que ninguno le sirve para bailar en sus decadentes espectáculos.

A nosotros no nos interesa que nuestro país se caracterice por mujeres desnudándose en una cama, ni por sus marabus, ni por ninguna de las locuras que el señor San Juan traiga. Aquí tenemos quien puede hacer locuras criollas, con más tino y dando el sentido de la nacionalidad dominicana. De sobra sabemos, que tras los espectáculos de mujeres desnudas andan las drogas y su secuela de vicios, y si esto es cuando nos puede traer el señor San Juan con sus locuras, que se vaya para Puerto Rico, y hablo como representante directo de un grupo de bailarines dominicanos que, con mística y esfuerzo, se preocupan por rehacer una parte muy importante de la cultura dominicana, pero en forma indirecta me expreso a nombre de todos cuantos se dedican al baile en Santo Domingo y son discriminados groseramente por el señor San Juan. Debería ser una obligación que, desde cualquier sitio de esos, se les enseñe a nuestros visitantes nuestra cultura, que es en definitiva lo que debe interesarnos y en cuanto a eso, AMUCABA tiene la palabra autorizada, por sus luchas en pro del bienestar de la clase artística dominicana.

Espectáculos tan denigrantes y que llevan al fomento del vicio, como el del señor San Juan, porque esto sucede en todas partes del mundo, que lo decadente sólo fomenta el vicio, deben ser terminantemente proscritos de nuestro medio y creo que está de más invitar a toda persona de concepto en este país a un boicot de la dignidad a un espectáculo a todas luces bochornoso, que no agrega nada a nuestra cultura y que además discrimina en forma onerosa al talento nativo. Cada dominicano tiene en su casa la oportunidad de ver más mujeres desnudarse, boicoteemos al señor San Juan.

Santo Domingo, Mayo 19, 1972

1976 y 1977: resumen de dos años de actividades

Por el prof. Fradique Lizardo

El avance de las investigaciones folklóricas en Santo Domingo sigue avanzando, y aunque no hay apoyo estatal ni privado para esta clase de actividades, es muy alentador lo que se viene haciendo en ese campo, que servirá a futuros investigadores para apuntalar lo que a título muy privado se viene haciendo, el día que haya una ayuda masiva a esta clase de actividades. La Sociedad Folklórica Dominicana y el Ballet Folklórico Dominicano se ocupan de seguir laborando y vamos a exponer un resumen de actividades de ambos organismos, durante los dos últimos años.

1976

En enero de ese año se rindió un homenaje a Papito Vallejo, al cumplirse el 25 aniversario del Primer Festival Folklórico Dominicano. Comenzó con misa cantada por el coro del Ballet Folklórico Dominicano en la Catedral de Santo Domingo, luego una recepción en Casa de Teatro y, por último, una presentación en el auditorio del Conservatorio Nacional de Música. Se le entregó, además, a Papito Ovalle un diploma que lo acredita como «Pionero de la Investigación Científica de la Danza Folklórica».

En el curso del año, la Sociedad Dominicana de Folklore entregó diplomas declarando «Tesoro Cultural Viviente» a los señores doctor Jovino Espínola, Dámaso Mercado, José Francisco Esquea Gómez, Alfredito Feliz, Amancia Germán Pérez, Teófilo Chilverston, Bertilia de Peña, Fidias Mercedes Bautista, Moreno Graciano, Vicente Pacheco, John Warner y Alejandro Milton.

Comenzaron las presentaciones del Ballet Folklórico Dominicano en el Show del Mediodía, las cuales prosiguieron semanalmente durante todo el año.

Con motivo del «Día del Café», se presentó la obra «Vida, muerte y resurrección del Cafetal», trabajo de investigación en el cual participaron todos los miembros del Ballet Folklórico. Se hizo un presentación para celebrar el 3er. aniversario del Teatro Nacional.

Se hicieron doce viajes de investigación, recogiéndose en los mismos 5 piezas completas de Teatro Folklórico Dominicano, algunas de las cuales además tienen baile. Se recogieron 25 costumbres escenificables, muchas de ellas de carnaval, lo cual hace nuestro país inmensamente rico, y además se recogieron un sinnúmero de canciones.

Se pronunciaron 8 charlas y conferencias, y se publicaron numerosos artículos, esclareciendo algunos puntos del folklore.

Se completó el rescate de los bailes siguientes: Macayambí o baile de los Zancos, Bamboulá, baile del Caimán y se comenzó o se acopiaron datos para el rescate de otros bailes.

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