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TELETERAPIA: EL FUTURO DE LA TANATOLOGÍA
“La telesalud nos deja sin excusa para no encontrar la ayuda que necesitamos - para el cuerpo y el alma - sin importar en qué parte del mundo estemos” - Eric J. Hall
Lo que para muchos fue el día en que el mundo se detuvo - o mejor conocido como el inicio de la pandemia por COVID-19 - en realidad ha venido a ser una revolución de pensamiento e innovación sin precedentes que nos ha abierto los ojos a posibilidades infinitas y situaciones que jamás hubiéramos explorado sin la oportunidad que la pandemia nos ha regalado. De un día para otro, nuestras vidas se vieron modificadas en todo sentido, poniendo a prueba nuestra capacidad de adaptación y, sobre todo, nuestra capacidad de mantener un estado mental prístino en medio de la tempestad. A medida que la cuarentena se fue alargando y comenzamos a sentir el peso de la palabra “pérdida” en toda su extensión, esto último se volvió cada vez más complejo. Perdimos libertad, capacidad de socialización, salud; atravesamos a distancia la muerte de seres queridos… en pocas palabras, perdimos hasta la esperanza.
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El mundo cambió y nos exigió cambiar
Por primera vez, personas que jamás hubieran considerado ir a terapia psicológica, comenzaron a contemplarla como opción y el diálogo con respecto a quienes acuden a ellas cambió drásticamente. Un tema tan tabú como lo es la salud mental de pronto se volvió viral entre las redes sociales y comenzó a permear dentro de las conversaciones de familias y amigos. Comenzamos a valorar el tesoro que es la salud mental y que, como cualquier dolor, debemos atenderlo de manera regular. Aprendimos que la palabra “pérdida” no solo se limita a describir la muerte de un ser querido, sino que su significado engloba todo tipo de eventos que modifican nuestra manera de interactuar con el mundo. Pero, sobre todo, caímos en cuenta que una pérdida es más llevadera cuando se cuenta con el apoyo de un tanatólogo. Y aquí es donde la tecnología hizo su magia. Desde hace ya algunos años, los modelos de “telesalud” han operado en Estados Unidos y algunos países europeos, ofreciendo diferentes tipos de consultoría médica de manera virtual y contando con resultados sumamente positivos tanto de satisfacción como de efectividad. “Se ha demostrado que la telesalud mejora los resultados de salud generales para los pacientes con enfermedades crónicas, reduce las hospitalizaciones y los reingresos hospitalarios entre los pacientes de alto riesgo, previene los eventos agudos, respalda el cumplimiento de los planes de atención prescritos, mejora la experiencia del paciente y reduce los costos tanto para los pacientes como para los proveedores de atención médica” (Thomas, K. R. - 2015). Sin embargo, en nuestro país ha sido un modelo que ha tardado en ser aceptado, ya sea por costumbre de los métodos tradicionales de consulta o por desinformación sobre los muchos beneficios que este modelo brinda. Afortunadamente, la pandemia nos dio la maravillosa oportunidad de probar su eficiencia en temas de salud mental y acompañamiento en duelo.
Pero, tangible mente, ¿por qué deberían las personas optar por este modelo de atención cuando han sufrido una pérdida?
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sibilidad : asistir a una terapia presencial está lleno de trabas de logística, lo cual reduce la cantidad de sesiones que se celebran exitosamente. Puede ser que vivas en una localidad donde no encuentres un tanatólogo o bien, que no cuentes con facilidad de transporte para llegar a tu cita a tiempo. Adicionalmente, si tienes alguna discapacidad o enfermedad, atender a una consulta presencial queda prácticamente fuera de discusión. La teleterapia elimina todos estos obstáculos y pone la atención terapéutica requerida a solo un clic de distancia. Lo único que necesitas es conexión a internet, contar con cualquier dispositivo - teléfono móvil, tableta o computadora - y listo. Tiempo: nuestras vidas cada día son más y más agitadas, llenas de todo tipo de actividades personales o de las agendas de quienes están a nuestro cuidado. Por lo tanto, hacernos el tiempo para atender nuestra salud mental - por más primordial que esto sea - puede llegar a ser complicado. La teleterapia se adapta a tu estilo de vida y horarios, ayudándonos a ahorrar tiempo de traslado y traduciendo esos tiempos muertos en tiempo de calidad.
Privacidad: lo dijimos con anterioridad, los temas de salud mental aún siguen siendo un gran tabú, por lo que muchas personas deciden no acudir a terapia para evitar ser vistos en un consultorio. La teleterapia nos regala un proceso privado en todo sentido, del cual solo sabrán las personas a las que les decidamos contarles.
Entorno protegido: las pérdidas comúnmente vienen acompañadas de un fuerte sentimiento de incertidumbre, en el que no sabemos qué tantos cambios nos depara el futuro. Por esto mismo, comenzar un proceso de duelo dentro del propio hogar resulta reconfortante. Se puede recibir atención y acompañamiento en un entorno familiar y acogedor pero, sobre todo, en un lugar donde estamos “al mando” en un momento donde parece que no tenemos el control sobre nada más. A su vez, explorar los sentimientos dentro de un entorno conocido ayuda a que las personas se sinceren más fácilmente, ayudando a llevar un proceso de duelo más efectivo.
Costo: debido a que se cambia el espacio físico de un consultorio por un espacio más cálido como lo es el propio hogar, los costos de atención se ven directamente beneficiados. Al no tener que pagar la renta de un consultorio, la atención brindada puede ser de alta calidad y, por fin, accesible para más personas. Distanciamiento social: la pandemia nos enseñó este término que, si bien fue novedad para muchos, es la realidad de varias personas que, por distintas condiciones médicas, viven con restricciones sociales. La teleterapia trae a estas personas a primer plano, ofreciéndoles por primera vez apoyo a sus necesidades tanatológicas y adaptándose a sus estilos de vida y cuidados.
Imagen completa: ya sea de manera consciente o inconsciente, las personas tenemos la tendencia de “maquillar” nuestras vidas cuando sentimos que quien tenemos enfrente puede emitir un juicio sobre nuestra existencia. Esto no es excepción para los casos de atención tanatológica. Sin embargo, todo en nosotros habla sobre las situaciones que estamos atravesando: postura, arreglo personal, vestimenta. Y el arreglo de nuestro hogar no queda excluido. Al tener teleterapias, el especialista puede contemplar un poco más de cerca el entorno en que una persona vive, pudiendo juntar más piezas del rompecabezas y, por consiguiente, ofrecer un apoyo más adecuado.
El mundo seguirá cambiando y los efectos secundarios del COVID seguirán moldeando nuestras maneras de ver la vida. Sin embargo, hoy contamos con herramientas tecnológicas extraordinarias que nos ayudan a usar las adversidades a nuestro favor y mejorar el entorno en el que nos desarrollamos. Así que, si estás pensando en comenzar tu proceso de sanción después de una pérdida, ¡anímate a probar los modelos de teleterapia!