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L @ S NUTRIOLOG@S

RETOS DE LA NUTRICIÓN

Hablar de nutrición en la actualidad es hablar de temas muy diversos, de interés común y que cada día son más y más estudiados, temas de “moda” y en algunos casos llenos de mitos y voces elocuentes, pero no siempre muy realistas.

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Uno de los principales retos es mantener el tema de la nutrición al alcance de todos sin que por ello se caiga en algo que yo llamo el “para todos”. La nutrición es para todos desde el punto de vista de la ciencia, ya que tenemos una biología similar y nuestras células responden a un orden o a un caos que puede tratarse, apoyarse o incluso sanarse gracias a la nutrición. Pero no es para todos en su modo simplista y desenfadado, en el uso descarado de sus dominios como un mero paliativo a “malos comportamientos” por temporada, como una especie de “magia” que promete resultados fantásticos e inmediatos por el uso de una o varias combinaciones de vitaminas, minerales o sustancias, aparentemente inofensivas. La nutrición tiene el reto de rescatar aquellos

cuyo interés va más allá de obtener unas medidas

específicas: por ejemplo, no es que no haya un impacto en el peso, cuando se sigue un régimen de alimentación adecuado; lo hay, pero no debería ser lo único. Por lo que la nutrición debería ser - por ley - un derecho humano. Otro de los retos en los tiempos actuales es recuperar su lugar con respecto a las calorías. Por un largo periodo de tiempo se entrenó a las generaciones a preocuparse por las grasas, a estresarse por la energía que aportaban los mal llamados “alimentos”; lo que se nos ha pasado revisar es que fueron las grandes campañas de productos de consumo rápido las que lanzaron al estrellato el fenómeno light. No fueron los vegetales o las frutas, tan atacadas en la actualidad por su contenido de fructuosa (azúcar); lo gracioso con la nutrición es que pareciera un juego de malabar calórico y no un equilibrio entre la calidad y la cantidad. Pareciera que a los profesionales de la salud se nos invita a formar parte de aquellos que corrigen y no de los que educan. No solo deberíamos tomar un mejor plan de acción en el momento que nos diagnostican una enfermedad, o cuando por alguna razón nos deprime mirarnos al espejo o nos llegó la edad de la preocupación. La nutrición debería acompañarnos siempre como parte de un modelo educativo. Por eso, es importante retomar la nutrición desde la alimentación de la mujer embarazada, en la lactancia, en la ablactación, que es el periodo de preparación para la alimentación más amplia y el destete. Se trata de implementar hábitos saludables. Pero, ¿qué sucede si hemos ido construyendo un desgano por el cuidado? Hay que ir a la raíz y nutrirnos con una nueva percepción y, en un muchos casos y momentos, resignificar aquello a lo que llamamos nutrir. Lamentablemente existe un abismo entre comer y nutrir: ¿comer para vivir o vivir para comer? No es extraño que somos una cultura del deleite culinario, pero eso no tendría por qué estar peleado con los elementos nutritivos. En un verdadero reto volver a las raíces sin

perder todas las maravillas que se han logrado con

la globalización, disfrutar de una variedad que puede aportar un mayor número de nutrientes, fruto de estudios en distintas poblaciones, con las oportunidades de replicarlos y saber si un elemento puede o no funcionar con otras variables. Los profesionales de la salud también nos hemos visto rebasados por hábiles operadores de las redes sociales: algunos de ellos con buenas intenciones y

otros sin ética, que promocionan “productos”, “elementos aislados”, laboratorios y estudios inexistentes. Nos encontramos con miles de consejos prácticos; hay incluso personas que arriesgan sus vidas en retos o estilos de vida no saludables llevados al extremo. importancia de no beber en exceso, o comer demasiado o recordar dormir unas buenas 8 horas. ¿Por qué limitarse? Nos justificamos diciendo sólo de los humanos. Pero hemos perdido un poco nuestra conexión con la naturaleza, al grado de que nuestra nariz no logra distinguir

Encontramos aquí otro reto para la nutrición: no existen regulaciones legales: cualquiera puede abrir un sitio virtual, cualquiera puede hacer un canal, cualquiera puede subir contenido. También hay excelentes profesionales que comparten material muy profundo y avalado. Pero no hay una comisión que revise y regule. Entonces es indispensable el trabajo de educar

al lector, al consumidor de este

contenido. Quizá el mayor reto sea seguir

manteniendo la mente clara y con-

servar el objetivo de una ciencia que nació para estudiar la forma en

que el organismo utiliza la energía de los alimentos para mantenerse

y crecer, mediante el análisis de los procesos por los cuales ingiere, digiere, absorbe, transporta, utiliza y extrae los nutrientes esenciales para la vida, y su interacción con la salud. Reto importante es seguir rescatando los resultados de cientos de profesionales serios que acompañan a otros en la búsqueda o el mantenimiento de un estilo de vida sin deficiencias ni excesos. A lo que muchos en esta cultura dirían: ¿Dónde quedó lo divertido? Y es que en muchos aspectos somos una cultura de excesos, de disfrute, de gustos arraigados, no muy previsores, no muy estudiosos, no muy meticulosos a la hora de exigir calidad: somos algo conformistas y preferimos el sabor. No todos, por supuesto. Se sigue trabajando en las campañas para la salud; pero las enseñanzas desaparecen en las fiestas navideñas, por ejemplo. Nunca he visto un solo anuncio en televisión abierta que recuerde la que “son sólo unos días”. Por eso en enero los profesionales tenemos casa llena, para ver caer la curva de asistencia nuevamente en los días santos o las vacaciones de verano. Es como si la nutrición fue-

ra un remedio para algo que nos

causó un problema; antes de ello no es tan interesante. Por eso la importancia de darle un lugar distinto

en nuestra vida, en nuestra mente, en nuestro corazón incluso. La nutrición es una excelente herramienta, es una parte primordial de cualquier ser, no elementos nocivos; nuestra lengua es fácilmente engañada y nuestros ojos se dejan llevar por la belleza de los tonos hiperrealistas con los que la mercadotecnia nos encanta. ¿Seguiremos en un mundo que nos lleva de manera comprobada al caos o tendremos la capacidad de poner un alto y comenzar a hacer algo? No podemos seguir esperando que alguien aparezca con las soluciones: somos la solución, así como hemos sido parte del problema. Nos toca resolver los problemas de manera consciente y responsable; desde nuestra casa, desde nuestras elecciones, desde nuestras compras; nos toca leer un poco más e informarnos. Voy a decir algo que no me gusta, pero

debemos dejar de con-

fiar ciegamente; sería bueno poner en duda algunas de las cosas que nos dicen como verdades únicas; hay que poner en duda las anteriores informaciones y, sobre todo, cuando los resultados nos están enfermando.

ALCANCE DEL NUTRIÓLOGO RENAL

Los procesos de salud-enfermedad en un ser humano deben atenderse de forma integral y - desde la dimensión física - también se encuentra un área de oportu-

nidad de atención con el enfoque

a la nutrición. Para un profesionista de la salud con especialidad en nutrición la visión de una persona que se encuentra con una enfermedad no es un número de cama, un expediente, un pase más de consulta o lista de hospital. Para la Organización Mundial de Salud un paciente es un ser

humano con una alteración o des-

equilibrio de su salud física, mental o hasta social.

Por ello, este artículo pretende sensibilizar la incidencia y alcances del nutriólogo específicamente en la enfermedad renal crónica (ERC).

Antes de hablar de enfermedad renal es necesario conocer la forma en que se define este padecimiento siendo la presencia de una altera-

ción estructural o funcional del

riñón que persiste más de 3 meses, con o sin deterioro de la función; o un filtrado glomerular (FG) < 60 ml/ min/1,73 m2. Esto significa que si un riñón no filtra adecuadamente, empezará a acumular toxinas, electrolitos (nutrientes) los cuales en cantidades anormales pueden poner en peligro la vida de la persona.

México ocupa uno de los pri-

meros lugares a nivel mundial en incidencia de enfermedad renal

crónica; en 2017 se reportó una prevalencia del 12.2% y 51.4 muertes por cada 100 mil habitantes. A nivel mundial se ha estimado que la ERC afecta aproximadamente entre 8 y 15% de la población. La Diabetes mellitus es el principal factor de riesgo asociado a la ERC en la población mexicana; sin embargo, los metales pesados como el plomo, el arsénico, el cadmio y el mercurio se han relacionado con las nefropatías. Una

correcta alimenta-

ción puede ayudar a prevenir la enfermedad renal en conjunto con un diagnóstico oportuno: consumo abundante de verduras, de fruta fresca de temporada, de aceite de oliva; consumo regular de nueces y semillas; cereales integrales todos los días; consumo de porciones moderadas de pescado dos o tres veces por semana; consumo de productos lácteos (yogur, leche, quesos bajos en grasa); especias y hierbas para condimentar, incluyendo lo menos posible carnes rojas; ingesta de mucha agua natural como bebida. Por esta razón es de vital importancia acudir a un nutriólogo el cual brinda un asesoramiento en cuanto a la elección y calidad de los alimentos que son beneficiosos para frenar la enfermedad en caso de padecerla. Al mismo tiempo se busca fo-

mentar un cambio en el estilo de

hábitos los cuales llegan a impactar a toda la familia. Cada plan de alimentación está diseñado específicamente para cada persona dependiendo de sus gustos, actividad física, estilo de vida y recursos económicos; todo esto con base científicas para obtener los mejores resultados. Se analiza la composición corporal, no solamente el peso de la persona para procurar la salud del paciente.

¿Qué más realiza un nutriólogo(a) renal

Además de la gran labor de valorar, prevenir y orientar, puede realizar tamizaje nutricional, un cuestionario breve para identificar el estado nutricional del paciente, si se encuentra en desnutrición, obesidad

o un peso normal. Al cuestionario sigue un análisis e interpretación de estudios bioquímicos con el fin de obtener datos sobre el porcentaje de la función actual de riñón, niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos etc. El tamizaje se enfoca en el manejo de complicaciones, entre las que se incluyen el desequilibrio de electrolitos (particularmente potasio y fósforo), la enfermedad cardiovascular y los trastornos minerales y óseos, la anemia y la acidosis metabólica.

Elabora el plan de alimentación: éste varía de acuerdo a la gravedad de la enfermedad, lo que determina sus metas y objetivos. Cuando la ERC se diagnostica de manera temprana (estadios 1 y 2), los componentes clave de la dieta se dirigen a revertir, retrasar o prevenir la progresión de la enfermedad. En el momento que la enfermedad renal progresa es importante, el enfoque se dirige a la alimentación asociada al tratamiento que esté tomando el paciente (diálisis peritoneal, hemodiálisis o trasplante renal). El asesoramiento dietético para personas con ERC puede verse como algo complejo; el manejo dietético exitoso requiere una planificación cuidadosa, una evaluación periódica del estado nutricional, así como un seguimiento del cumplimiento de la dieta.

¿Cómo puede ayudar el nutriólogo renal?

• Detener o retrasar la progresión del daño renal. • Mantener un buen estado nutricional al elaborar planes de alimentación personalizados donde ésta sea equilibrada, completa, inocua, suficiente, adecuada y variada. • Prevenir o disminuir los síntomas que provocan las toxinas en sangre. • Evitar el edema (hinchazón causada por el exceso de líquido atrapado en los tejidos del cuerpo), las calcificaciones arteriales y enfermedades cardiovasculares. • Ayudar en el tratamiento de enfermedades asociadas tales como diabetes e hipertensión. • Proporcionar materiales educativos gratuitos, descargables y reproducibles para familiares y pacientes. Estos materiales educativos para pacientes se enfocan en sodio, potasio, fósforo, proteína y contenido de agua de los alimentos y bebidas. • Informar a la familia sobre el nuevo cambio de alimentación del paciente, todo esto para fortalecer la red de apoyo y el paciente pueda adherirse más al plan de alimentación. como la participación en el equipo multidisciplinario (lo conforman médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, psicólogos y nutriólogos). Lamentablemente, la adherencia a la dieta renal es escasa por parte de muchos enfermos, debido a la restricción de alimentos, las restricciones hídricas, las preparaciones preferentemente con poco líquido, cambios en la percepción en el sabor del alimento. El gran reto del nutriólogo renal comienza desde la prevención, invitando en cada consulta a introducir poco a poco hábitos de alimentación saludables, iniciando con el ejemplo de los padres hacia los hijos en sus primeros años de vida siendo estos un espejo que podría perdurar hasta la vida adulta. En el caso del tra-

tamiento nutricional de los pacientes que padecen

enfermedad renal, y a pesar de todas las restricciones que atraviesan estos pacientes, la mayor encomienda del nutriólogo es proponer una dieta lo más rica, completa y variada. Afortunadamente en México contamos con una gastronomía bastante rica en frutas y verduras - con un gran poder antioxidante - y con una variedad tan extensa que funciona como principal escudo de defensa contra la enfermedad renal.

LA NUTRICIÓN EN HOSPITALES

¿Quiénes somos los/las Licenciados/as en Nutrición? Somos un grupo de personas que confirmamos lo dicho por Hipócrates: Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina. Aunque esta licenciatura tiene varias áreas de desarrollo, como es la industria, la agricultura y el deporte, la mayoría se enfoca en el área de la medicina siguiendo los pasos de una de las primeras pioneras de la nutrición clínica en México que fue Esther Margarita Casanueva López. La primera vocación de ella era la medicina, pero, por indicaciones de su padre, no le fue posible estudiar esta carrera por lo que estudió Nutrición en la Universidad Iberoamericana, con un pequeño grupo de estudiantes. Estos pequeños grupos se mantuvieron así por mucho tiempo; cuando yo ingresé a la preparatoria me decían que era difícil ingresar a la Licenciatura por ser pequeño y selectivo el grupo; afortunadamente, para cuando terminé la preparatoria, otras universidades ya habían abierto esa carrera. La Licenciatura en Nutrición se ha venido renovando en sus campos de acción, iniciando con un panorama epidemiológico y posteriormente intervinieron en la ciencia y la tecnología de los alimentos. El 21 de noviembre 2014 fue constituido el primer Colegio de Nutriólogos en Jalisco y se aprobó el 25 de junio de 2015 en la Secretaría de Profesiones. Este Colegio ha tenido el objetivo de que el Licenciado en Nutrición sea reconocido como un profesionista y no como un técnico, ya que, desde las contrataciones, sueldos y niveles de puesto no son al mismo nivel que otros profesionales de la salud. Se han realizado marchas ante las autoridades, se ha acudido al Senado de la República en busca de apoyo legal. En lo que se refiere a la labor en hospitales, los puestos de Licenciados en Nutrición con planta son muy pocos, no llegan a ser más de uno o dos por estructura. Esto habla de cómo no se considera la necesidad de atención de un Licenciado en Nutrición en nuestro país. Este dato no cambia a pesar de que México es el primer país en obesidad y que una de las enfermedades que ocasiona más muertes por sus complicaciones es la Diabetes Mellitus. En un hospital se reúnen varias generaciones de trabajadores y varias maneras de pensar según sus experiencias profesionales. Hay médicos que todavía piensan que son ellos los que tienen que resolver todas las necesidades del paciente, entre ellas las nutricionales. Otros médicos piensan que los licenciados en nutrición son sólo para estar en el servicio de alimentación o en control de peso; están convencidos que lo antro-

pométrico, bioquímico, clí-

nico y las dietas las pueden manejar sin la necesidad de acudir a otro profesionista. Conforme han ido avanzando las generaciones más jóvenes, los médicos han comprendido que

la atención integral es la

mejor atención que puede tener un paciente; se están convenciendo que se obtie-

nen mejores resultados dedicándose a dar lo que

cada uno domina y según el sector de especialidad: queriendo abarcarlo todo, no se atienden adecuadamente a los pacientes. El licenciado en nutrición orienta al paciente en

sus enfermedades, estudiando qué tipo de nutrición ofrecerle según las patologías que presenta. También es el que tiene a cargo toda la alimentación del hospital, desde que llegan los alimentos, al almacén, la preparación, las calorías, las cantidades, la administración ya sea vía oral o especializada. Si el paciente no puede nutrirse con alimentos, se utilizan suplementos alimenticios, especializados por patologías, y se administran por sondas o vía venosa. No siempre hay respeto por la profesionalidad de los Nutriólogos y algún medico quiere decidirlo todo, descuidando algo que sea indispensable para el paciente. Cuando el Licenciado en Nutrición trabaja dentro de un equipo multidisciplinario y en el que cada uno aplica sus conocimientos y realiza sus actividades conforme a su especialidad, el que sale ganando es el paciente, recuperando su salud más rápidamente y se reducen los días de estancia hospitalaria. En mi caso fui la primera

que llegó a una Institución Re-

gional (hace 6 años). El día en que me asignaron un consultorio, éste sólo tenía siete elementos: 3 sillas, 1 escritorio, 1 archivero, 1 báscula. Esto quiere decir que tenía que iniciar de cero un servicio, desde papelería, archivos, solicitar una computadora que me diera ingreso al sistema institucional, el hacer un oficio a las autoridades con el ABCD (Antropometría, Bioquímica, Clínica y Dietética) de la nutrición en la atención a pacientes, justificando porqué solicitaba cosas que no había en ese momento o que no eran manejadas por un Licenciado en Nutrición. Me tocó luchar un tiempo porque se me asignara la nutrición parenteral, argumentando que no sólo era indicado por el médico y que se justificaban diciendo que eran medicamentos, hasta que justifiqué que no eran medicamentos sino suplementos alimenticios. Ya posteriormente comencé a manejar los suplementos existentes en el hospital. Lo que no se ha logrado aún, tal vez por falta de presupuesto, es ampliar la cartera para diferentes patologías. Al día de hoy todavía sigo luchando en la atención del paciente y tratando de hacer entender a mis compañeros la importancia de la atención de Nutrición desde el ingreso del paciente al área de hospitalización para que tenga una pronta recuperación. Todavía no se ha logrado: algunos médicos piden la atención cuando el paciente ya se encuentra complicado y difícil de recuperar. No me he cansado de luchar y espero que un día le den la verdadera importancia a mi profesión e integren a más licenciadas para que la calidad de atención nutricional crezca cada vez más.

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