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PIONEROS DE LA ENSEÑANZA DE LA BIOÉTICA EN JALISCO
La Bioética creció, pero no nació, en los Estados Unidos, porque el primero en utilizar el vocablo bioética fue el alemán Fritz Jahr en 1927, mientras que el estadounidense Van Ressenlaer Potter lo utilizo hasta 1970 (Potter, V. R. Bioethics, the science of survival. Perspectives in biology and medicine.1970).
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A nivel nacional, el Dr. Manuel Velazco Suárez fue uno de los principales impulsores de la bioética en México, y fue el primer Comisionado Nacional de Bioética, 1989-2002, seguido por el Dr. Fernando Cano Valle y el Dr. Guillermo Soberon. El pionero de la bioética en Jalisco fue el Dr. Miguel Ayala Fuentes, médico del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente del IMSS quien, a inicios de los 90s del siglo XX, conjuntamente con otros médicos del mencionado hospital ideó la creación del primer centro de bioética en Jalisco, el Centro de Estudios e Investigación en Bioética (CEIB), de orientación personalista: “Este centro nace de manera informal en 1992 cuando un grupo de médicos que trabajábamos en el Centro Médico Nacional de Occidente notamos que las nuevas generaciones ya no participaban de la mística que nos habían enseñado en los años cincuenta”. Fue también el Dr. Ayala uno de los principales impulsores para la inclusión de la bioética en el plan de estudios de la carrera de medicina en la Universidad de Guadalajara, así como en la formación del primer comité de ética en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente del IMSS en Guadalajara, cuyo primer presidente fue el Dr. Juan Lozano. En 2004 este comité se dividió en dos: el de La ética de la investigación y el de Ética clínica o ética hospitalaria presidido por el Dr. Juan Manuel González Flores. A finales de la década de los 90s del siglo XX hace su aparición la abogada y Mtra. en Bioética Irene Córdova Jiménez, primero en el Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos de Jalisco y después en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara y una década después el Mtro. en bioética Eduardo Casillas González en el Centro San Camilo. El primer Comisionado estatal de Bioética en el Estado de Jalisco fue el Dr. Rafael Rivera Montero, 20132018, al que le siguieron la Dra. Irene Córdova Jiménez y el Dr. Rodrigo Ramos Zúñiga. Dentro de los impulsores y difusores de la bioética en Jalisco destaca el Dr. Cuauthémoc Mayorga, a cuyas instancias se creó la Maestría en Bioética en la Universidad de Guadalajara, que inició en 2018, cuya primera coordinadora fue la Mtra. Itza Patiño González. Finalmente se debe de reconocer las contribuciones a la bioética en Jalisco del Dr. Ricardo Páez Moreno, MSpS, cuando era Rector del Instituto de Filosofía de Guadalajara y actualmente como profesor de la UNAM.
Límites y alcances de la enseñanza de la bioética
A 30 años de los inicios de la enseñanza de la bioética, tanto en pregrado como es posgrado, así como el inicio de los comités de ética o bioética en los hospitales y centros de investigación biomédica en Jalisco, podemos afirmar que no ha tenido el impacto que hubiéramos deseado Aunque algunos dicen que la ética es única y que no admite adjetivos, el Mtro. en bioética Eduardo Casillas nos dice que “la historia de la bioética corre el riesgo de convertirse en una galería de opiniones” y ese supuesto
es una realidad, pues - como dice el Dr. en filosofía Fernando Leal Carretero - a los filósofos y a la ética como una rama de la filosofía no se les da eso del consenso, ya que más tarda uno en proponer una hipótesis que otro en contradecirla. Aunque existe una gran diversidad de corrientes filosóficas de la bioética como el utilitarismo, el deontologismo, el personalismo, etc., para fines prácticos quizá sea mejor dividirla en éticas religiosas y laicas. Durante su mandato al frente de la Comisión de Bioética del Estado de Jalisco, el Dr. Rafael Rivera Montero, convocó a una reunión entre las Instituciones de Educación Superior que tuvieran carreras relacionadas con las ciencias de la salud con la finalidad de establecer un programa de bioética en común, la cual se llevó a cabo en la UNIVA en 2015, reunión en la que no fue posible llegar a ningún acuerdo debido a una especie de confrontación y falta de diálogo entre los representantes de las instituciones religiosas y las laicistas. La enseñanza de las propuestas religiosas, en las escuelas y hospitales del estado, suele tener algunos problemas cuando no se toma en cuenta la laicidad del estado. Para un bioeticista religioso, fuera de los espacios pastorales “la religión debe de ser su fuente de inspiración, pero la argumentación debe de ser racional”. De acuerdo con el artículo 3º Constitucional la enseñanza que imparta el Estado debe de ser laica, y la Universidad de Guadalajara es una institución del Estado, por lo que la enseñanza de la bioética dentro de sus aulas ha tenido algunos problemas dado que buena parte del programa de estudios eran religiosos, como puede verse en el manual de la materia.
Pobre selección de profesores
Además de los problemas derivados de la enseñanza de diversas corrientes bioéticas, tenemos el problema de la relativa mala selección de profesores. Algunos médicos tienen una pobre formación bioética y, además, algunos filósofos, que en general están bien preparados en relación a los aspectos teóricos, no lo están tanto en relación al ejercicio de la medicina, lo que explica que el aprovechamiento en general no sea muy bueno, ejemplificado por la expresión de una alumna cuando le pregunté: “¿cómo ves la enseñanza de la bioética?”, la respuesta fue “como uno entra, sale”.
Los comités de ética clínica de los hospitales
Los comités de ética aparecieron en México a finales de los 80s y en Guadalajara al inicio de los 90s del siglo XX. Inicialmente estaban dedicados básicamente a la ética de la investigación en seres humanos; sólo a inicio del presente siglo aparecen los comités de ética clínica, asistencial u hospitalaria. De acuerdo con la Comisión Nacional de Bioéticas, los comités deben estar integrados por hombres y mujeres de distintas profesiones, por lo que la regla es la diversidad de opiniones. Uno de los primeros comités de ética clínica en Jalisco fue el del Hospital de Especialidades del Centro Médico de Occidente del IMSS en Guadalajara que se constituyó en el año de 2004 cuando, de acuerdo a la normatividad del IMSS, los comités de ética existentes en los hospitales debían de dividirse en: de ética de la investigación y de ética clínica, cuya actividad sustantiva es el análisis de casos clínicos. Entre los principales problemas de los comités, en primer lugar encontramos la falta de aspirantes a pertenecer a los mismos, ya que hasta ahora son voluntarios, sin ninguna remuneración y un pobre reconocimiento. El segundo es la falta de capacitación, empezando porque la normatividad no establece ningún requisito de formación y es evidente que se necesita una formación en bioética. Para solucionar lo anterior el Comité de Ética Clínica del Hospital de Especialidades ha llevado a cabo en los últimos años tres cursos de actualización, con pretensiones de diplomado; el último de ellos tuvo una duración de 80 horas y el reconocimiento académico, además del propio comité, de la Maestría en Bioética de la Universidad de Guadalajara y la Comisión de Bioética del Estado de Jalisco. En el caso del Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS, el Comité funciona desde muchos años en base a médicos jubilados, algunos de la misma institución, pero eso tiene muchas limitantes ya que ellos no están en contacto con el personal médico, de enfermería y de trabajo social que labora en el hospital. Esta falta de voluntariado de parte de los trabajadores del hospital es debida también al poco interés de algunos directores que suelen considerar al Comité sólo como el cumplimento de un requisito legal. La enseñanza de la bioética a nivel de las escuelas de medicina y en los hospitales del estado no ha tenido el impacto que se deseara, debido a la falta de recursos humanos bien preparados y a un ambiente adverso.