2 minute read
1.6.3. Comunicación
from MF1425_2 Manejo de herramientas, técnicas y habilidades para prestar el servicio de teleasistencia
PROBLEMAS Y/O DIFICULTADES EN EL TRABAJO MUSCULOESQUELÉTICOS Contracturas lumbares y cervicales VOZ Afonía, tos, ronquera, falta de aire PSÍQUICOS Estrés, monotonía, cansancio, etc. VISIÓN/AUDICIÓN Escozor, picor de ojos, pitidos, visión borrosa, etc.
1.6.3. Comunicación
Advertisement
En cualquier ambiente laboral, sus trabajadores necesitan comunicarse bien sea de forma verbal, no verbal o escrita. La comunicación se entiende como la transmisión de información entre individuos, algo fundamental en la vida y el trabajo diario. Dado que la información es primordial en el ambiente laboral, tanto la forma de transmitir la información como el mensaje mismo son trascendentales. Si no dispusiéramos de información constante, precisa y actualizada con respecto a lo que nos rodea, no podríamos ejercer nuestras funciones adecuadamente. Ergonómicamente hablando, es preciso concretar sistemas que aumenten la posibilidad de que los mensajes enviados se comprendan correctamente.
Para alcanzar una comunicación efectiva, los trabajadores deben tener en cuenta el mensaje que se desea transmitir y el significado que desean que se reciba. Para que se interprete y entienda correctamente, se debe tener presente la existencia de variables dependientes e independientes como pueden ser las diferencias personales, los niveles de confianza y de comprensión existente, la receptividad, el interés, la atención, la memoria, la capacidad visual y auditiva, la capacidad de comprensión, etc., que evidentemente, si no se producen de un modo adecuado, conllevan malos entendidos.
Se debe tener presente que en la transmisión de mensajes se incluyen la palabra escrita, los signos, la palabra (forma oral) y variaciones de voz, así como los gestos y movimientos.
En los escritos se aconseja evitar tipos de letra que resulten poco legibles, así como copias borrosas, y se debe tener presente la calidad de las impresiones,
el tipo de papel, el fondo, el color u otras situaciones que perjudiquen la legibilidad y comprensión del mensaje. Del mismo modo, se busca llamar la atención de la persona a la que se dirige la información, por lo que se utilizan encabezados, puntos indicadores o claves como palabras o frases señaladas a través de subrayado, cursiva o negrita, etc. El empleo de dibujos esquemáticos, cuadros o gráficos también facilita la comprensión, la asimilación e incluso la memorización de datos, ya que la información simple se muestra de mejor modo a nivel visual. Es básico evitar frases ambiguas, información incompleta y una redacción verborreica (lo más probable que nos lleve a cometer errores). Se recomienda, finalmente, el uso de frases cortas, oraciones afirmativas y activas, el empleo de palabras conocidas, así como organizar secuencias temporales y legibles. Se debe conocer y entender el nivel de formación de la persona a la que se dirige la información, concretar el propósito de lo que se quiere exponer y seleccionar con cuidado las palabras, su uso y la construcción de frases.
De todos modos, cuando la información va a formar parte de una acción, se considera recomendable presentarla o complementarla de forma oral, empleando diferentes niveles de énfasis en el tono de voz. Es fundamental decidir la forma más apropiada de mostrar la información, a fin de llegar a una comunicación efectiva, así como el medio (visual o auditivo), teniendo en cuenta su entorno (el ambiente/ruido existente).
Para finalizar este punto, como es bien sabido, el instrumento principal con el que cuenta un teleoperador y con el que trabaja la mayor parte de su jornada laboral es el teléfono.
Con el fin de evitar movimientos repetitivos y evitar lesiones, los teléfonos disponen de un auricular que lleva integrado un micrófono, normalmente desmontable y con diadema, similar a unos cascos (para evitar que se nos caigan).