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1.6.2. Ergonomía
from MF1425_2 Manejo de herramientas, técnicas y habilidades para prestar el servicio de teleasistencia
1.6.2. Ergonomía
Se entiende por ergonomía «el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar aplicados para la adecuación de productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades, limitaciones y características de sus usuarios, optimizando la eficacia, seguridad y bienestar» (según la Asociación Española de Ergonomía).
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Se podría decir que es la disciplina que propone el diseño de ambientes laborales y la disciplina sobre el uso de herramientas y tareas, a fin de que sean similares a las características fisiológicas, anatómicas, sociales y psicológicas del trabajador. Estudia a las personas, las técnicas y organización laboral, optimizándolas a disposición del trabajador, proporcionando salud y seguridad en el desempeño de sus funciones.
La motivación y satisfacción laboral tienen mucho que ver con este término y sus implicaciones. Si no cumplimos adecuadamente estas medidas, sufriremos en mayor medida lesiones musculares, fatiga, cansancio, etc.
Iniciaremos este punto haciendo mención al puesto laboral, que es el entorno físico directo y diario, que deberá disponer de las dimensiones oportunas para facilitar la movilidad del teleoperador.
DIMENSIONES ENTORNO FÍSICO
Deberá contar con un espacio libre, con suficiente espacio bajo la mesa a efectos de no oprimir nuestras extremidades inferiores, garantizando nuestro bienestar.
Deberá contar con suficiente espacio tras la silla así como a ambos lados, lo que permite la libertad de movimientos sin obstáculos.
Este trabajo, de tipo sedentario, requiere una altura determinada en función de las exigencias laborales. Por ejemplo, para redactar un documento en el ordenador nos ubicaremos en la mesa de modo que esta esté a una altura más baja que los codos.
Además, nuestro puesto laboral tendrá que contar con ambiente físico adecuado en lo que se refiere a iluminación, sonido o temperatura.
En cuanto a la iluminación, se procurará emplear colores claros y evitar los brillantes o llamativos (que son más estimulantes) que puedan perjudicar nuestra visión. El entorno situado detrás de la pantalla debe tener una menor intensidad lumínica (se procurará no situar una pantalla delante de una ventana) y se deben evitar reflejos de focos a fin de reducir los deslumbramientos.
Se procurará también el empleo de dispositivos que emitan mínimos sonidos, únicamente los precisos para llevar a cabo una intervención telefónica. Evitaremos distracciones sonoras que no tengan relación con nuestra conversación y procuraremos comunicar las molestias con el fin de subsanar estas circunstancias (por ejemplo se podrán cubrir las impresoras con protecciones).
La temperatura será adecuada en función de la época del año, y se tratarán de evitar las corrientes de aire.
En la prevención de riesgos para la salud de un teleoperador es preciso que el propio técnico siga una serie de recomendaciones que dificulten o impidan la aparición de problemas sanitarios:
Una vez que nos encontramos en nuestro puesto debemos adecuarlo a nuestras características fisiológicas (silla, mesa, teclado, etc.). Nuestra posición deberá ser de 90º entre el tronco y las piernas, así como con respecto a las piernas y los tobillos. Debemos sentarnos en el fondo de la silla (la cual será ajustable en elevación e inclinación) y evitar inclinarnos a derecha o izquierda, apoyándonos libremente en el respaldo y soltando la tensión de aquellas zonas que se encuentren rígidas.
Nuestros pies deberán situarse en el suelo o en una plataforma, mientras que el cuello tiene que estar erguido para mirar hacia el frente con una ligera inclinación hacia abajo en la línea visual.
Colocaremos y orientaremos correctamente la pantalla de visualización de datos, procurando desviarla de la entrada de luz y evitar que las ventanas incidan en nuestro campo visual. Si es preciso, emplearemos filtros a fin de eliminar cualquier reflejo sobre la pantalla. Controlaremos también el brillo y el contraste de la pantalla.
El antebrazo y brazo estarán alineados, mantendrán un ángulo de 90º y para ello podremos emplear reposamuñecas.
Dispondremos de espacio para ordenar los objetos que necesitaremos (ratón, teclado, documentos, material fungible, etc.), y evitaremos acumular sobre la mesa objetos que no vamos a emplear.
Mantendremos los cables fuera de zonas de paso o protegidos (canaletas), desenchufaremos correctamente nuestros terminales (sin tirar de los cables) y evitaremos contactos eléctricos (no manipular ni desmontar los equipos).
Actos como caminar con pequeños pasos o levantarse del puesto cada cierto tiempo permiten aflojar la musculatura. Estos descansos se pueden realizar cada dos horas.
Existen distintas tareas que debe ejercer un técnico aparte de la intervención telefónica, como funciones administrativas, revisión de documentación o protocolos, orden de materiales, registros varios, etc., por lo que procuraremos administrar nuestro tiempo por tareas, alternándolas a efectos de no caer en el aburrimiento.
Procuraremos respirar por la nariz y disponer de agua a fin de que nuestra garganta no sufra o se reseque. Intentaremos evitar ambientes secos.
El uso de ropa cómoda nos permite estar relajados.
Evitaremos comidas copiosas, ya que nuestro nivel de somnolencia aumenta mientras disminuye nuestra capacidad de reacción. Bebidas alcohólicas, café y tabaco también repercuten negativamente en la calidad de la voz.
Procuraremos realizar movimientos de diversas articulaciones, cuello y ojos, en casos de fatiga muscular o durante las pausas. Algunos ejemplos son los siguientes:
Sentado o de pie, relajar el cuerpo.
Con suavidad y poco a poco ejercicios sencillos para descargar la musculatura del cuello (lentamente mover de adelante hacia atrás, derecha e izquierda, rotaciones inclinado hacia abajo y girando la cabeza de derecha, atrás, a izquierda y postura inicial, etc.). Los mismos movimientos los realizaremos en hombros, brazos, muñecas y dedos.
Abrir y cerrar los ojos manteniendo la cabeza recta; con los ojos cerrados llevarlos hacia arriba, abajo, derecha e izquierda, movimientos circulares de derecha a izquierda y viceversa. Podemos realizar este mismo movimiento pero con los ojos abiertos.
Para todos estos ejercicios tendremos en cuenta las siguientes pautas:
Estos movimientos deben realizarse despacio. Si sentimos que nos desequilibramos o mareamos, pararemos de inmediato.
Evitaremos realizar, en cualquier caso, durante nuestra jornada giros bruscos que fuercen tronco y/o cabeza.
Es de gran importancia tener conciencia de nuestro cuerpo y así evitar lesiones.