desarrollo de una programación cultural

1.2. Reconocimiento de políticas culturales o empresariales aplicables al desarrollo de una programación cultural

La cultura pasó de ser un privilegio de unas minorías a un derecho universal que contribuye al desarrollo de las personas y los pueblos. En este sentido, la Unesco ha jugado un papel fundamental en la planificación cultural de los países.

La diversidad de fines, medios, acciones y agentes configuran las políticas culturales de cara a alcanzar unos fines y objetivos. Para ello, se diseñan diferentes estrategias que pueden ser llevadas a cabo tanto por iniciativas públicas como privadas o por ambas a la vez.

Tres son los paradigmas que fundamentan otras tantas tipologías de políticas culturales en función de los fines que se persiguen. Esta división, planteada en 1981 por el filósofo y sociólogo José Vidal Benito, es de las más citadas por autores expertos que a pesar de la fecha de su publicación tiene plena vigencia.

Políticas culturales

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Basadas en el paradigma del mecenazgo Basadas en el paradigma de la democratización de la cultura

Basadas en el paradigma de la democracia cultural

Concienciar de los peligros que entraña minimizar el riesgo de una situación de maltrato

Dejar constancia de que los malos tratos a mujeres son un delito

Emitir mensajes que favorezcan a identificar el inicio de las relaciones abusivas, mostrando las señales de advertencia que ayudarán a observar y detectar los comportamientos que determinan el proceso de creación de dependencia y las estrategias de control

En relación con la intervención del Estado en la organización y gestión de la vida cultural, hay que distinguir un sector público y un sector privado; y, entre ellos, se configura un sector semipúblico, que se presenta con vocación de

servicio público. Las fundaciones, patronatos o asociaciones son ejemplos de ese sector.

El sector público tiene como rasgos reconocibles en sus políticas culturales: • Regular las acciones de los sectores e industrias culturales.

• Proteger y conservar el patrimonio histórico – artístico. • Asegurar la prestación pública de los servicios culturales.

• Garantizar políticas culturales territoriales. • Ejercer funciones de coordinación e información.

• Apoyar las iniciativas de otros agentes culturales.

El sector privado debe promover por medio de las empresas las siguientes acciones:

• Asegurar la producción y distribución de bienes culturales.

• Desarrollar e intervenir en sectores culturalmente activos.

• Generar una especialización de conocimientos en los productos y servicios producidos. • Consolidar la profesionalización y la especialización de los trabajadores a su servicio.

Los factores que dan forma a la política cultural son los siguientes:

Los objetivos Las acciones

Los promotores La capacidad para ejecutar (recursos)

Y los ámbitos a los que se dirigen las políticas culturales y empresariales son:

1 Cultura popular Local, comunitaria o de base

2 Cultura de masas Producida y difundida por las industrias culturales

3 Cultura cultivada Alta cultura o cultura de élite

Términos clave

Sector público

Las sociedades se organizan en un modelo de estado, que a su vez se estructura en un sector público y un sector privado. El sector público es propiedad de toda la comunidad y es administrado por las instituciones de carácter estatal. Su vocación es de servicio público, por consiguiente, busca garantizar la igualdad de oportunidades y derechos a todos los ciudadanos no obtener beneficios económicos.

Sector privado

Es el contrapunto al sector público. El privado es de propiedad individual o de grupos de individuos (corporaciones empresariales). Su vocación es generar beneficios a través de la venta de productos que demanda el mercado. A pesar de no estar en manos estatales, sí tiene que cumplir unas normas que emanan de los poderes del estado.

Iniciativa particular

Capacidad individual o en grupo para idear y poner en marcha un proyecto, en este caso, cultural. Las iniciativas pueden ser apoyadas por las administraciones públicas o las empresas privadas. Es fundamental para mantener un sector cultural sólido y unas industrias culturales generadoras de empleo.

Cultura popular

Es el conjunto de expresiones folclóricas que identifican mayoritariamente a una comunidad. Se considera cultura popular todo constructo simbólico o no, que junto a las tradiciones, costumbres o saberes surgen y se transmiten por medios no formales.

Cultura de masas

Son productos culturales para el consumo a gran escala. Se trata de creaciones estandarizadas producidas por las industrias culturales, cuyo objetivo es la obtención de beneficios sin importar la calidad creativa o estética, se apoya en campañas publicitarias teniendo en cuenta las modas del momento.

Cultura cultivada

Es la cultura opuesta a la popular. Son expresiones realizadas por una élite o vanguardia cultural destinadas al disfrute de los sectores cultos y privilegiados de la sociedad. Es necesaria una sólida formación y técnicas depuradas que se adquieren en escuelas especializadas o universidades. También se asocia al gusto y costumbres de la burguesía.