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4.5.2 Campo formativo: Saberes y Pensamiento Científico

generan a partir de la convivencia con otras personas. Estas herramientas del pensamiento complejo permiten interactuar con una realidad dinámica, en el que la incertidumbre es el escenario más habitual y en el que la comunicación posibilita la construcción de realidades aún no vividas.

Adicional a lo anterior, se posibilita el análisis de los lenguajes propios a partir de la construcción de significados; el análisis de las diferentes producciones de acuerdo con el entorno, las diferentes expresiones artísticas, las formas de compartir historias individuales y colectivas, así como las maneras de acceder, diseñar y compartir conocimientos. Al analizar los lenguajes propios, se puede acceder al conocimiento, exploración y disfrute de diversos productos u obras, considerados con base en la multimodalidad y en una pluralidad de formatos y medios que permiten relacionarse con la diversidad cultural. Por ello, este campo busca fomentar el acercamiento, goce, disfrute e interpretación de diversas manifestaciones artísticas que se generan en la comunidad, región, país y en el mundo, al mismo tiempo que desarrolla la creatividad de las y los estudiantes mediante la expresión propia de sus inferencias y modos de representación.

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4.5.2 Campo formativo: Saberes y Pensamiento Científico

Este campo formativo privilegia el desarrollo de una actitud científica, fundada en una forma de cuestionar, indagar, pensar e interpretar los fenómenos y procesos naturales y sociales en distintos contextos, desde la perspectiva de la ciencia escolar. El pensamiento científico involucra el despliegue de la creatividad, la imaginación, la lógica, la formulación de preguntas e hipótesis que pueden someterse a prueba, la construcción e

interpretación de modelos, la comparación, la argumentación y el uso de lenguaje simbólico, entre otras formas del proceder en la ciencia escolar.

Es fundamental en este campo aprovechar la curiosidad e interés por conocer y explorar con el que las y los estudiantes llegan a la escuela, para favorecer su comprensión acerca de los fenómenos y procesos naturales y socioculturales que suceden a su alrededor y propiciar que participen en la transformación sustentable de su comunidad. En este sentido, a partir de los saberes y experiencias previas se generan nuevos significados y estrategias que les permitan a niñas, niños y adolescentes resolver situaciones problemáticas de índole escolar, personal, familiar y comunitario.

Interactúan en este campo los saberes de las Matemáticas, las ciencias naturales -Biología, Física y Química- y la Tecnología, los cuales propician el estudio integral de los fenómenos y procesos naturales asociados a algunos aspectos de las ciencias sociales, y favorece el aprendizaje y adquisición del pensamiento científico, considerando los saberes de otras áreas de conocimiento y de saberes aportados por diversas culturas.

El elemento vinculante a lo largo de la educación básica es la diversidad de experiencias que la escuela ofrece al estudiantado, mismas que se originan en la necesidad de dar respuesta a ciertos problemas que son comunes y requieren indagar y con ello, desarrollar habilidades para la solución de problemas, el pensamiento crítico y el escepticismo informado. Con ello se reconoce el valor funcional de las Ciencias, las Matemáticas y la Tecnología al aproximar a los estudiantes a la realidad e incidir en el bienestar personal, familiar y de su comunidad.

La innovación y creación de la tecnología también se tratan en el campo, que además incidir en la satisfacción de necesidades humanas y en la resolución de problemas, propician el fortalecimiento de una conciencia ética en su uso como base de la responsabilidad social y del cuidado del medio ambiente, que son actitudes indispensables para formar ciudadanas y ciudadanos comprometidos para participar en la atención de diversos problemas locales, nacionales e internacionales.

Se plantean maneras de trabajo conjunto, que conllevan la comunicación y la colaboración para propiciar la construcción colectiva de significados. De manera que cobra relevancia trabajar en equipo en contextos multiculturales y reconocer que existe una diversidad de formas de construir conocimiento, usarlo y compartirlo en los contextos socioculturales. En este sentido colocar en el centro de la actividad escolar

a la comunidad y su relación con la escuela, implica reconocer la coexistencia de diversas culturas en un determinado territorio, así como su interacción y enriquecimiento cultural mutuo.

Lo anterior, permite trascender el estudio de nociones, conceptos, relaciones y propiedades de objetos, procesos y fenómenos que se relacionan con saberes y tecnologías de las distintas comunidades y desarrollar habilidades, actitudes y formas de actuar sensibles al contexto, ante los desafíos sociales planteados por el entorno y posibilitar así el diálogo y fortalecimiento de saberes entre las culturas con quienes convivimos.

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