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El hombre de la gastronomía mexicana en China
Ezequiel Santacruz se ha forjado un nombre con esfuerzo, dedicación y sazón
Por MAGDALENA ROJAS
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PASÓ de tener una sencilla taquería a ser dueño de seis restaurantes que lo han catapultado como chef y empresario gastronómico en China, donde día a día transmite parte de la rica cultura mexicana a través de deliciosos platos.
Un viaje hacia nuevas latitudes
Ezequiel Santacruz, más conocido como Cheque, es el icónico chef detrás de una serie de restaurantes mexicanos –y más recientemente de otro local de estilo americano– en China. De nacionalidad mexicana, Cheque se formó como chef y dio sus primeros pasos en el mundo de la gastronomía en la Ciudad de México y más tarde en Colima (capital del estado homónimo en la costa del Pacífico), donde residió durante cinco años y abrió su propio negocio.
Sin embargo, cuenta que el grueso de su experiencia lo adquirió a lo largo de los 12 años que vivió en la capital mexicana, donde trabajó como chef del restaurante El Furgoncito. “Ahí me formé y tuve la oportunidad de abrir sucursales en otros países como Costa Rica y Nicaragua”, señala en diálogo con China Hoy. Por ese medio pudo conocer a muchas personas, entre ellos, un amigo quien fue una de las primeras personas que le animó a “atravesar el charco” e instalarse en China.
Aquello fue por el año 2003 a 2005, en un momento en el que Cheque aún no tenía la intención de moverse. “Le dije que me dejara analizarlo porque ya tenía mi negocito con el que me iba bien y no tenía la necesidad de irme a otro país”, confiesa. 2010 fue el año decisivo en el que Ezequiel Santacruz finalmente decidió emprender el tan esperado salto. “Lo pensé y, dado que se me había presentado la oportunidad de ir a China, dije ‘¿por qué no vamos a ver?’”. De esta forma, el mexicano tomó sus maletas y arribó en mayo de ese año a la ciudad de Shenzhen, donde a las pocas semanas puso en marcha el restaurante Coyotes Cantina, propiedad de un inglés y un australiano.
Desde entonces han pasado muchos años y Cheque ha logrado forjarse un nombre propio a punta de esfuerzo y dedicación. Es un hombre cálido y alegre, que presta especial atención a la relación con sus clientes. Por lo mismo, siempre se encuentra en alguno de sus locales, ya sea preparando comida, o animando e interactuando con su clientela cada vez que hay una celebración mexicana. Así y todo, Cheque admite que es un trabajo altamente demandante. “El negocio de los restaurantes no es fácil, durante el día tienes que estar ahí. Lo tienes que amar”. Para ello, por suerte, cuenta con la ayuda de su esposa. “Ella es mi todo: mi esposa, mi socia y la madre de mi hija”, declara. “Hacemos un muy buen equipo, la verdad”.
Su señora, oriunda de la ciudad de Xiamen, es quien se encarga de los aspectos legales y financieros del negocio principalmente. Según Cheque, parte del éxito de sus restaurantes se puede atribuir a la autenticidad de sus platos y su equipo de trabajo, donde nunca falta un chef mexicano. Tacos by Cheque, su marca registrada, cuenta con cinco sucursales –dos en Shanghai, dos en Shenzhen y uno en Xiamen– que ofrecen una variedad de platillos mexicanos como tacos, enchiladas, burritos, quesadillas, entre otros. El 80 % de sus clientes son chinos. En ese sentido, el chef y empresario gastronómico manifiesta que la comida mexicana ha logrado posicionarse en Asia, y específicamente en China, gracias a una clase media boyante deseosa de probar platos nuevos, pero que, al mismo tiempo, ha encontrado varios elementos en común con la propia gastronomía china, como el uso del picante y sabores agridulces.
Además de estos cinco locales, Ezequiel Santacruz tiene otro restaurante que se encuentra operando hace aproximadamente tres meses. Se trata de Smokehouse by Cheque, un local de 250 metros cuadrados, donde se ofrecen diversos cortes de carne ahumados. Este ha sido el proyecto más ambicioso y de mayor envergadura hasta la fecha.
El mexicano había abierto otra sucursal de Tacos by Cheque en Tailandia, pero que se vio obligado a cerrar producto de la pandemia. Aun así, este no ha sido un impedimento para detenerse. Por el contrario, planea abrir otro local de la franquicia en la ciudad china de Guangzhou posiblemente el próximo año.
Transmisión de un legado
Hace seis años, Cheque se convirtió en padre de Regina. Su hija es una inspiración y alegría a diario, por lo que ha intentado transmitirle sus raíces desde temprana edad. “Ella nos pregunta de la cultura mexicana, de lo que hacemos nosotros y ahí la vamos instruyendo”, menciona. Una niña risueña y divertida, Regina ya se desenvuelve en mandarín, inglés, español y amoy, el dialecto local de Xiamen, pese a su corta edad. “Yo creo que lo más importante es la educación, ya que es la mejor herencia que se les puede dar a los hijos”.
Ezequiel Santacruz lleva doce años viviendo en China, pero advierte que no desea moverse a ningún otro lugar. “Ya eché raíces acá, es como mi segunda casa”, dice al respecto. Una de las cosas que más aprecia del país es su constante transformación y la seguridad que ofrece. “La tranquilidad que me da vivir aquí no tiene precio”. Además, Cheque señala que Shenzhen, donde reside, es una ciudad bonita, limpia y con gente muy amable.
Cuando pisó China por primera vez, el mexicano no hablaba inglés ni mandarín. Esto, no obstante, no fue un obstáculo a la hora de hacer amistades locales y tampoco detuvo sus ganas de salir adelante. “Ahora es más fácil porque ya hablo inglés. No hablo fluido, pero sí puedo entablar una conversación simple, y entre las nuevas generaciones, hay muchos jóvenes que han estudiado fuera de China y la mayoría habla inglés”.
Al preguntarle cómo nació su apodo, el empresario explica que a las personas que se llaman Ezequiel se les suele decir Cheque en México. Quiso ponerle “Tacos” a su franquicia, pero la marca ya había sido acuñada por otra empresa y, en su lugar, adoptó “Tacos by Cheque”. En la actualidad, sus restaurantes son sinónimo de la gastronomía mexicana en China y él mismo se ha convertido en su mayor exponente.
La gastronomía mexicana ha entrado en los libros de historia como una de las más famosas a nivel mundial gracias a su variedad de platos que integran sabores, aromas y colores provenientes de su rica herencia cultural del periodo prehispánico y aportes más tardíos de Europa, África y Medio Oriente.
De esta forma, fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en noviembre de 2010. Cheque ha recogido este importante legado, que no solo se expresa en la comida propiamente tal, sino también en un sinfín de tradiciones, fiestas y modos de socialización, para llevarlos directamente a la mesa de sus comensales.