reportaje
La irrupción de la Inteligencia Artificial obliga a crear estrategias comerciales que consideren su impacto La lista de cosas aterradoras que la IA puede hacer sigue aumentando, incluso según sus propios creadores, quienes piden una regulación en base a sus intereses, aunque sólo hasta cierto punto. Es decir, regúlame… pero sólo la puntita. Por Juan García
E
l conocido como padrino de la IA, Geoffrey Hinton, recientemente renunció a su puesto en Google para poder hablar libremente sobre los peligros de esta tecnología. “Es difícil ver cómo se puede evitar que los actores malintencionados la utilicen para fines negativos”, afirmó. Sam Altman, CEO de ChatGPT, que ha solicitado personalmente una regulación “a su medida” en diversas intervenciones ante el Senado de los Estados Unidos y en encuentros con altos dirigentes europeos. Incluso el famoso Elon Musk, junto con otros
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1.000 expertos, pidió en una carta abierta una moratoria en el desarrollo de estas tecnologías por “el bien común”. Pero, ¿cómo se podría regular? ¿Cómo se podría detener el desarrollo y la investigación llegados a este punto? Hasta ahora, nadie ha presentado un plan creíble para lograr cualquiera de las dos opciones. Por el contrario, parece que todos están tratando de jugar sus cartas de la mejor manera posible para no ser arrastrados por la avalancha que se avecina.
CINEINFORME - JUNIO 2023
La parte mala… ¿Por qué es tan complicado? Simplemente, porque nosotros somos complicados. Se espera que la IA tenga una base moral sólida, tomando como base datos sobre los humanos. Esto suena un poco iluso considerando que somos la única especie en el planeta que miente, mata y construye armas de destrucción masiva por poder o simple placer. ¿No sería un oso panda un modelo más acertado para esta empresa? Si logramos superar estos