Serviço de Perícia Animal da UFPR
Serviço de Perícia Animal da UFPR
Figura 3 – Perro con secreción ocular purulenta
razas como Beagles, Bulldog francés, Chow chow, Lhasa apso, Pug, Shih tzu, Spitz alemán y Yorkshire terrier. Dos animales de la raza Lhasa apso no fueron identificados por que no permitieron la aproximación, por miedo/agresividad, y el sexo de 6 cachorros neonatos también no pudo ser identificado. Simultáneamente al conteo e identificación, todos los animales fueron identificados con un microchip, excepto 6 cachorros, 2 perros Lhasa apso y 3 Chow chow. En el caso de los cachorros se debió a la edad y en el caso de los otros perros, por su agresividad, que hizo inviable su manejo. Para la evaluación del grado de bienestar de los animales del presente relato, se utilizó el Protocolo de Pericia en Bienestar Animal para Diagnóstico de Maltrato contra Animales de Compañía (PPBEA) 25. Del total de 88 animales, 82 fueron evaluados en base al protocolo a partir de un examen visual y físico realizado por tres veterinarios residentes de la UFPR. Durante los exámenes, 13 de las hembras estaban preñadas. En relación a las enfermedades detectadas durante el examen externo, pudieron observarse varios cuadros, como puede observarse en la figura 1. Siguiendo las recomendaciones de la PPBEA, cada indicador evaluado fue clasificado como inadecuado, regular o adecuado. El informe referente a la nutrición fue clasificado como ina-
decuado, debido al hecho de que algunos animales estaban con sobrepeso, algunos flacos, y de una perra lactante que estaba muy flaca (escore corporal 2/9) (Figura 2). Las puntuaciones de condición corporal (escore: ECC) fueron analizadas de acuerdo al protocolo Nutritional Assessment Guidelines (WSAVA) de 2011 28. Además, algunos bebederos estaban sucios y tenían agua de coloración turbia. Durante la inspección, dos caniles no tenían agua a disposición de los animales. El agua disponible para los cachorros, alojados en una estructura similar a un gallinero, estaba en un bebedero con su interior completamente manchado de tinta, lo que puede provocar intoxicaciones probablemente letales en los animales. El informe relacionado con la sanidad clasificó el local como inadecuado, ya que algunos animales presentaban diarrea y muchos tenían signos de enfermedades oculares crónicas, como secreciones purulentas (Figura 3), leucoma corneal, atrofia y rotación del globo ocular, opacidad corneal, queratitis ulcerativa, queratitis pigmentaria, queratoconjuntivitis seca y perforación corneal. Además, la mayoría de los animales presentaban diferentes grados de enfermedad periodontal (Figura 4), y dos presentaban enfermedades en la mandíbula, sugestiva de hiperparatiroidismo secundario renal (“mandíbula de goma”) (Figura 5).
Clínica Veterinaria, Año XXV, n. 146, mayo/junio, 2020
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