Catálogo MUFF - “Caminos conjuntos”

Page 1


aprendemos

FESTIVAL DE FOTOGRAFÍA

MONTEVIDEO - URUGUAY

2020 - 2022

VOLVERSE IMAGEN

¿Quiénes somos?

¿Quiénes queremos ser?

CAMINOS CONJUNTOS

VOLVERNOS IMAGEN: PRÁCTICAS, NARRATIVAS, SABERES

Interpelación, crítica, dudas, resistencia, investigación, colectivo, descubrimiento, escucha, contención, ruptura, búsqueda, incertidumbre, transmutación, epifanía, hallazgos, luces, sombras, compartir, universos, comunidad, compromiso, experimentación, sanadora, amorosa, lenta, crítica, un espacio de navegación profunda, resonancia colectiva, profundización, conceptualización, comunidad, grupalidad, sinceridad, proceso, creación, introspección, descubrimiento, discontinuidad, colaboración, emoción, perturbador, cariñoso, lento, dudoso, tiempo, desafío, calidez, exploración, empatía, vínculos, imagen, procesual, asumir riesgos y hacerlos visibles, potencia el acto de crear, movilizador, reflexivo, creativo, intercambios, apretado, solitario, relajado, esperanzador, archivo, intensidad, crecimiento, sinuoso, atravesado por una pandemia, desafío, inspiración, camino, incertidumbre, red, con los pies pujantes necesariamente andantes, sobre la línea, complejo x complicado, banda chica x grupo grande, saber recibir x saber reaccionar, encuentro, pantalla, acentos, localización geográfica, Zoom, interdisciplinario, reflexivo, personal, vivo, introspección, calma, compañerismo, amistad, transformación, investigación, autoconocimiento, respeto, memoria, terapéutico, emocional, lúdico, vivencial, de crecimiento y aprendizaje, expansión, reflexión, ansiedad, covid, celebración, afectividad, conexión, angustia, potencia, gratitud, asertivo, generosidad, psicomagia, integrar, constelar, liberar, lazos, sostener, celebrar.

Con estas palabras y conceptos describieron su experiencia las y los participantes de Caminos Conjuntos, una de las plataformas de este festival. Participaron en esta edición 35 proyectos seleccionados, individuales y colectivos. En esta oportunidad sumamos a la convocatoria a personas que participaron en la plataforma Barrios, en la primera versión de muff, como una forma de diluir las fronteras de las procedencias profesionales, para indagar en los diálogos con y desde el propio territorio que nos acoge.

A la exposición resultante la llamamos «Volvernos imagen: prácticas, narrativas, saberes». La leo como a una suerte de entretejido de mapas sensibles e interconectados entre todas las obras y los participantes,

por sus metodologías y prácticas de creación, algunas que documentan, otras que investigan, otras que permiten abrir una serie de preguntas sobre los tiempos que vivimos, las heridas que cargamos, los futuros que deseamos construir o los saberes que nos anteceden.

Tanto los procesos como los resultados expuestos se han centrado en la idea de la escucha, entendida como la posibilidad de aprender y transformarnos con lxs otrxs, y en la articulación colectiva como premisa para pensar otras imágenes probables, otras narrativas posibles. Todos los proyectos nos proponen reflexionar, desde un territorio situado, sobre las imágenes y sus implicancias políticas, conceptuales y estéticas. Nos hablan sobre memorias biográficas y colectivas, microrresistencias e historias silenciadas, cuidados, sanación y cicatrices, sobre las implicancias de las fotografías en nuestros territorios latinoamericanos, sobre soledad, encierro y violencias, sobre el bien común y las formas de construir recuerdos.

Desde que iniciamos junto al CdF la idea de esta versión de muff, hemos sido testigos de diversos movimientos culturales, sociales, ecológicos, feministas, políticos en Latinoamérica, así como de una pandemia global que cargó de nuevos sentidos aquellas preguntas iniciales realizadas a fines del 2019 para la convocatoria a participar de esta plataforma: ¿Quiénes somos? ¿Quiénes queremos ser?

Pensamos que la palabra más precisa para convocar al equipo que nos acompañaría a trabajar en los grupos era activadores. Activar un espacio donde los procesos pudieran suceder, activar preguntas que pudieran expandir las propias fronteras o los lugares conocidos, activar para perderse y encontrarse con la mirada y la escucha del colectivo y desde la colaboración, activar sin tener necesariamente un lugar adonde llegar, sino uno donde encontrarnos.

En este proceso nos acompañaron en la activación pedagógica Maya Goded (México), Valentina Montero (Colombia), Alexandre Sequeira (Brasil) y Gisela Volá (Argentina), junto a Luis Camnitzer (UruguayEstados Unidos) y Mônica Hoff (Brasil). También, todo el equipo del CDF, coordinado por Luis Díaz.

Nadie sabía a qué nos enfrentábamos con la pandemia. Las políticas sanitarias variaban según el país y se entremezclaban con estallidos y demandas sociales que estaban en curso o latentes en varios de nuestros países (y siguen estándolo). Encontrarnos en las plataformas virtuales, cambiando en cada encuentro las metodologías para avanzar

en los proyectos, pero, sobre todo, para posibilitar un espacio seguro y de acompañamiento, fue un gran desafío. Con el paso del tiempo, desde que inauguramos hace más de un año la exposición de los procesos, sigo pensando que logramos construir un lugar donde nos potenciamos y nos acompañamos, y donde ampliamos nuestro tejido afectivo y artístico en la región.

Las palabras que inician esta introducción, al escribirlas todas juntas, reverberan como un eco de aquello que compartimos. Sería imposible dar cuenta de todo lo que nos sucedió, pues cada vez creo más que la experiencia vivida, que los encuentros corporalizados, que las conversas y los diálogos expansivos nos permitieron dejar de centrarnos en la mirada para asimilar nuestra complejidad de sentidos y contextos.

Caminos Conjuntos: caminar juntos/juntas, caminar sabiendo que todo trayecto desconocido es un lugar que permite sorprendernos; caminar para desandar y desaprender; caminar para experimentar y extraviarse; caminar como una forma de divagar, pero también de transformar; caminar para encontrar otra ruta que amplíe nuestras propias miradas.

En esta ruta, quienes activaron los grupos fueron esenciales, tanto por su profesionalismo como por su generosidad, cercanía y total dedicación. A continuación, sus propias voces comentan esta experiencia.

Valentina Montero: Ser activadora en muff implica un trabajo de escucha atenta a los intereses, preguntas y objetivos que plantean lxs artistas seleccionadxs. A través de diversas dinámicas, promovemos la discusión y reflexión sobre los aspectos implícitos en el trabajo de cada unx, profundizando conceptos, conectando las inquietudes de cada participante con referentes artísticos y teóricos. En cada encuentro intentamos contribuir a identificar las recurrencias temáticas o estéticas de las propuestas, facilitando el debate y diálogo entre todas y todos, a fin de crear vínculos de colaboración que nutran el proceso artístico. Las particulares condiciones de confinamiento que impuso la pandemia obligaron a que nuestro trabajo fuera exclusivamente remoto. Si bien esto podría haber jugado en contra, generó un particular lazo entre lxs participantes. Las instancias de diálogo y conversación no se limitaron a las previstas por el programa. Espontáneamente, el grupo decidió reunirse con mayor periodicidad a través

de encuentros en línea y de WhatsApp, lo que permitió una camaradería muy bonita. De manera natural pudimos construir un espacio de confianza, donde los titubeos e inseguridades dieron pie a un apoyo mutuo a nivel artístico, técnico y también emotivo. Para mí fue una experiencia muy enriquecedora a nivel profesional y humano. Me encontré con gente muy talentosa, informada y solidaria, dispuesta a escuchar e involucrarse en los proyectos de sus colegas, compartiendo saberes y sensibilidades en un ambiente de mucho respeto y alegría.

Gisela Volá: Ser activadora es crear un espacio para ejercitar la escucha y la reflexión colectiva, habilitando un lugar para pensar, expresarse y crear desde las preguntas más genuinas, intentando encontrar el cauce en las producciones. El contexto mundial fue uno de los desafíos más grandes como activadora, pues la pandemia nos atravesó por completo, en nuestras vidas y en nuestras creaciones. Destaco el compromiso por el trabajo, los vínculos generados, el acompañamiento y el respeto por lo que cada persona compartía y volcaba. La calidad de los procesos más que los resultados finales, las derivas, la incertidumbre, la presencia. La potencia del arte puesta en acción individual y grupal.

Maya Goded: Cuando Andrea Jösch me invitó a ser activadora, mi primera reacción fue decirle que yo no me dedicaba a la docencia, más bien trabajaba en mis proyectos, los cuales siempre son largos. Entonces, para mí fue un reto y un gran aprendizaje, primero los encuentros con los otros activadores que compartían su forma de trabajar; después, compartir con el grupo de artistas y fotógrafos que acompañé durante esta edición de muff. Con el grupo se generó un espacio donde, con respeto y diálogo, se pudo transitar un momento de mucha incertidumbre, como fue el encierro del covid. También se pudo explorar el proyecto de cada uno, que se volvió una introspección. Yo fui entendiendo mi propio proceso de trabajo y pude compartirlo, igual que los demás. Esto fue posible gracias a la complicidad que hubo entre todos. Sin muff no sé cómo hubiera transitado todos estos meses.

Alexandre Sequeira: Creo que la condición de activador se constituyó, sobre todo, en un ejercicio de escucha e intercambio sobre el acto de vivir y el acto de crear. Más que señalar caminos a seguir, el activador, como el propio término sugiere, ofrece estímulos y provocaciones para que el artista vislumbre las posibilidades y potencias en su proceso creativo. Quedan siempre abiertas cuestiones estructurantes de nuestra condición humana, y basta que algún acontecimiento se desvíe de la regla establecida para que esta ilusión de garantía sea desafiada. En estos casi dos años de convivencia, inmersos en una pandemia que asoló el planeta, nos dimos cuenta de nuestra fragilidad ante la pérdida del sentido de protección y —precisamente por esa condición— nos urgimos a promover una revisión de nuestras frágiles garantías en la búsqueda de otra lógica capaz de sustentarlas. En este sentido, tomamos el ejercicio creativo como una posibilidad de dejar en suspenso todas esas pocas garantías y aceptar la conciencia como un campo donde los parámetros están sujetos a cambios permanentes, donde la comprensión y las certezas surgen y desaparecen a cada momento.

PARTICIPANTES

Imágenes ausentes

Partiendo de una pregunta, reflexiono sobre cuáles son las imágenes que están configurando nuestra forma de ver el mundo, nuestro universo simbólico, nuestra construcción de estereotipos, discursos y realidad. Me pregunto en qué espacio de enunciación nos ubicamos en nuestras imágenes ausentes.

El hacer esta pregunta en una época hipersaturada de imágenes invita a realizar un ejercicio de imaginación. También, a pensar las imágenes en términos históricos o existenciales. Quizás también invita a reflexionar sobre el ámbito de la visibilidad, a pensar desde lo incierto, lo que aún no llegamos a construir, soñar e imaginar.

Este es un proyecto participativo y abierto en el tiempo, en el que las imágenes enviadas generan un archivo vivo, que se va transformando. La formulación de la pregunta (¿Qué es una imagen ausente?) es solo un disparador para dialogar, reflexionar e intercambiar ideas sobre cómo, en un régimen de visibilidad, algo puede ser visto. Me interesa la resonancia que genera en las personas, jugar y reflexionar desde la insistencia en la aparición de algo que es inexistente.

Este diálogo sucede en la red social Instagram, en un sitio web y también se instala la pregunta en el espacio público, por medio de afiches pegados en la ciudad y volantes distribuidos en mano, puerta a puerta o en locales comerciales, que contienen la invitación a participar.

Más preguntas que respuestas, un programa de la radio Chachacha

Se nos exige preferir las certezas a las dudas. La cultura occidental se ha erigido sobre este ideal de saber, convirtiéndolo en el medio más eficaz para explotar el mundo. Más preguntas que respuestas presenta, por el contrario, 80 interrogantes como «resultado» de nuestro proceso en Caminos Conjuntos. Podrían ser más o menos. Su relevancia no reside en su cantidad, sino en su proliferación.

Nuestro punto de partida fue, sin embargo, específico. Queríamos responder una interrogante: ¿Qué define al cliché en la fotografía latinoamericana? Al buscar la respuesta, nos fuimos perdiendo en la enmarañada red de relaciones que conecta, rizomáticamente, dicha cuestión «primera» con las que presentamos aquí —y con las que ustedes probablemente se harán—.

La «eficacia» de esta obra no reside entonces en lo que concluye, sino en lo que permite: sumerge al espectador en el origen del pensamiento (ya sea plástico o conceptual), el preguntar como movimiento dialéctico (¡no didáctico!). Más preguntas que respuestas es una propuesta que cuestiona, por tanto, nuestro propio proyecto, así como la existencia del muff y de las obras aquí expuestas.

SABRINA SRUR (URUGUAY)

(Huevos)

La ginecóloga escribió en la orden médica: «Dudas en deseo concepcional».

Un cuerpo deseante, dudoso, fértil o no.

Un cuestionamiento político sobre el rol de lo femenino reducido a cuerpo reproductor.

Un deseo femenino ancestral de transformarse y concebir vida.

Una imagen manipulable y toqueteada, una mirada propia y ajena.

(Huevos) es un retrato de una etapa médica de mi vida de mujer.

SANTI GOICOECHEA (ARGENTINA)

Argh!

Las fotografías de los naipes piensan el pasado reciente de Argentina y pertenecen a un archivo abierto de imágenes obtenidas con el celular. Instantáneas de momentos que remiten a la crisis de los modelos socioeconómicos neoliberales, tomadas entre los años 2016 y 2019.

Este ensayo visual, que toma la forma de un castillo de fotocartas y que es producto de la acumulación de imágenes, piensa las limitaciones de una generación en un sistema que imposibilita el ahorro e impone la visión de un futuro inmaterial e incierto; es una escultura que observa un tiempo político y sus resistencias.

Crónica visual

Fue un proceso largo y complejo, ya que se realizó en el marco de la pandemia. En lo personal, fue muy motivador y enriquecedor. Si bien cada uno mantuvo su individualidad, participamos y opinamos en todos los procesos creativos del resto de los compañeros, en charlas colectivas y en subgrupos. La organización del festival fue notable, a pesar de las limitaciones impuestas.

Sobre mi proyecto tuve diversas ideas que se fueron descartando. Esta, la final, es un día de todos los días de encierro, donde transito desde una mirada interna más íntima, cosa que nunca había hecho, hacia la mirada del exterior sobre cómo padecíamos ese aislamiento.

El muff fue un camino movilizador, reflexivo y de descubrimiento, de gran ayuda en esos momentos difíciles.

STEWART CHOZIÑO (URUGUAY)

24 horas

La pandemia de covid-19 afectó a todos de maneras diversas. Inesperadamente, mi primer proyecto quedó en pausa. Fue necesario adaptarse y evolucionar. De esa transformación, y ante las pérdidas en el personal de salud debido al covid, surgió mi proyecto: un tributo y una representación de nuestro colectivo. Fue un proceso hermoso y revelador, respaldado por compañeros que fueron un apoyo esencial. En medio de la adversidad, encontramos la esperanza.

LEO CAOBELLI (BRASIL)

Preámbulo de la derrota

Cualquiera que compre un disco duro espera comprar espacio de almacenamiento, pero poco sabe de que en realidad está comprando tiempo. Tal vez incluso esté comprando este nuevo disco para reemplazar uno que acaba de quedar obsoleto.

Como todos los dispositivos tecnológicos de consumo masivo, este disco duro viene cargado con un elemento de fábrica imprescindible: la posibilidad de que falle. Y, sí, invariablemente perderás. Perderás fotos de nacimiento, vacaciones, fiestas. Perderás tu declaración de renta, tu tesis de maestría, el proyecto que debe ser entregado el próximo lunes. Tú perderás.

Estos son datos sesgados. Disipa la niebla, no hay espacio en la nube, no existe éter digital, ahí se compra tiempo en el espacio del otro. Pero hay algo liberador en jugar un juego perdido y aceptar la inevitabilidad de la derrota, el fracaso, el naufragio. No hay backup para los sueños. Mantén tus carpetas organizadas. Los datos se tiran.

JOSE NICOLINI (ARGENTINA)

Las que vencen

Este proyecto es un libro, un diario de viaje, un recetario y un archivo. En el 2018 recorrí en moto las rutas del litoral argentino en busca de señoras que curaran el mal de ojo, el empacho, la rendidura o el susto, a través de simpatías y oraciones. El viaje atraviesa los paisajes frondosos de la selva misionera, los saberes tradicionales de la región y las vicisitudes que implica ir en moto.

La magia existe cuando se tiene fe en el procedimiento, es un acto de fe. «Si no crees, ni vengas a curarte», me dijo doña Rita. Este proyecto empieza con un deseo. Una ruta. El litoral argentino. Tengo una motivación y muchas preguntas: ¿Qué es la magia? ¿Existe? Primero tengo que saber cómo funciona la moto, eso también es magia. Estudio mecánica y ya me siento lista. Ahora solo tengo que animarme a salir. Llueve mucho y hay sudestada. Salgo igual. Viernes 31 de agosto.

El libro fue tomando forma a lo largo del viaje. Una vez de vuelta, la difícil tarea de poner en orden el material, construir su narrativa y entender el espíritu del relato fue posible gracias a las continuas devoluciones y a la mirada atenta de quienes compartimos equipo en el muff Es gracias a todas esas voces, consejos y correcciones que este libro existe. ¡Muchas gracias!

CECILIA SERRA MAURI (URUGUAY)

El proceso dentro del muff resultó una experiencia irrepetible; tuvimos que desarrollar nuestros proyectos de una forma atípica. Iniciamos el recorrido cuando había una pandemia, lo cual nos llevó a adaptarnos a una virtualidad que casi podría decir que fue total para los encuentros que tuvimos durante dos años. Nos conocimos y trabajamos en nuestros proyectos de forma individual y colectiva. Fue un camino lleno de aprendizajes, de aprender a escucharnos más, a respetar el tiempo de cada uno, conocernos, hallar ideas en conjunto, entre el activador y el grupo. Nos permitió madurar los procesos y la obra hasta el momento de la exposición, y concretar ese encuentro tan anhelado luego de dos años.

ANA OLIVA (URUGUAY)

El tiempo que tuvimos

Fui concebida en el segundo mes de descanso de las pastillas anticonceptivas, en julio de 1985. Qué difícil desear/no desear un embarazo. Transcurrieron tres meses de «normal» crecimiento, de rutinas normales y normales desencuentros. Normal separarse a los cinco meses de gestación y normal reconciliarse antes de parir. Mi madre rompió bolsa en la madrugada del 19 de abril de 1986. Pasé inadvertida entre dos jóvenes inconscientes, desconcentrados, desconectados.

Nacer tiene que ser un momento de mierda. Dicen que me portaba bien, que lloraba poco y dormía mucho, que comía bien y era simpática. Virginia me recibió, queriéndolo o sin quererlo, en su habitación, donde una suerte de colecho hermanal nos unió para siempre.

María del Carmen trabajó desde mis tres meses de vida, así que desde entonces estuve al cuidado de gallegos y tanos, que me alimentaban con leche de vaca rebajada con agua.

A nosotras nos criaron las abuelas, decimos siempre con mi hermana. Mujeres, a su vez, criadas para criar, para estar disponibles, para dar todo y no esperar nada a cambio. Mujeres de sus casas, de sus gatos y perros, de sus maridos demandantes y ausentes, de sus cacerolas y ropas.

De chiquita tenía alergias y convulsiones. El pelo rizado y rubio, los dientes separados y la sonrisa dibujada. Hablaba sola, cantaba mucho y estaba siempre mugrienta. Nunca estaba quieta, no prestaba mucha atención a la realidad que me rodeaba y creaba mi propio mundo paralelo.

Ya mucho antes de empezar a perder la memoria, escribía notas, recordatorios, frases por toda la casa. Siempre perdía las llaves y tenía muchos gorros de lana que usaba hasta en verano. También tenía muchos gatos a los que no les agradaban las visitas. No limpiaba su casa muy a menudo, escribía poesía y tenía una voz preciosa para cantar tangos.

Las viejas de mi familia materna tomaban whisky, hablaban fuerte y cantaban en gallego, luego de unos cuantos tragos en el asado del domingo. No parecían muy confidentes entre ellas, pero se tenían cerca.

Sostengo su imagen: Belén 1987-2016

El proyecto es un ejercicio de memoria a partir de la repetición de la última fotografía que le hice a una de mis amigas, Belén Peralta, antes de su asesinato violento, un feminicidio.

Revelé esta fotografía varios meses después de su muerte. Ni siquiera recordaba haberla hecho. Desde entonces, vuelvo a ella constantemente.

Esa imagen de Belén, o de su fantasma, es anterior a su muerte. Es así como esta fotografía analógica, en blanco y negro, borrosa, desenfocada y en movimiento, es entendida ahora como una premonición de su ausencia.

Un gesto de repetición en variadas formas para encontrar pistas, para sanar un duelo, pero, sobre todo, para no olvidar. En la exploración insistente de esta imagen intento hacerla aparecer, hacerla de nuevo presente. La invoco y le hago una ofrenda. Al retrato de Belén he sumado fotografías de objetos que atesoro de ella o que hablan de su muerte. También se pueden leer fragmentos de una crónica que escribí sobre nuestra amistad y su ausencia.

AIMÉ CASTRO (URUGUAY)

Constructo

Mi proceso partió de la necesidad de sanar. Despojarme del velo del dolor que me ha flagelado desde la muerte de mi madre. La obra fue transmutando y construyéndose en torno a un diálogo íntimo y disruptivo con el halo esencial de mi madre. Derribando el espacio-tiempo a través de su archivo fotográfico y descubriendo por medio de sus notas las necesidades, incertidumbres, pulsiones y temores que aquejaron no solo a la madre, sino (y sobre todo) a la mujer que fue. La muestra toma como eje narrativo el vestido de comunión que me confeccionó, rompiendo metafóricamente al sacrosanto determinismo de la muerte, discurriendo en el purgatorio inevitable del encuentro y desencuentro.

El lenguaje técnico que abordé (textil) tiene una fuerte conexión con ella, que era modista, por lo que su reproducción (a escala real), así como su resignificación, establecieron una comunión. Realizado íntegramente a mano y desde una única pieza de tela sin patronaje, estableció una suerte de diálogo entre cada puntada que cada una dio en su entramado. El vestido se quema, se pincha, se rompe, se mancha, se flagela y se desgarra como la carne misma. La fragilidad nos recuerda nuestra efímera humanidad.

En el collage se reescriben nuestras emociones y divergencias, transitando en el calco de sus palabras una vía por la cual me sumerjo en el trayecto emocional que le aquejó. Mi rostro deviene del suyo, comulga, se yuxtapone y se completa. Para encontrarse hay que haberse perdido antes. Salí a buscarte, pero la epifanía me cachetea: jamás te perdí.

NATALIA DI BENEDETTO (URUGUAY)

La casa de los pájaros

Los procesos transitados durante el muff fueron una experiencia muy enriquecedora, tanto para la creación de nuestras ideas como para nuestro crecimiento personal y artístico en este mundo. Pude afianzar mis ideas y mi forma de conectar con lo que quiero mostrar y decir.

En ese momento tan particular que estábamos viviendo, Valentina, nuestra activadora, creó siempre un clima de calma y conexión con el momento, el aquí y ahora, preguntando cómo nos sentíamos, cómo estaba nuestro proyecto.

Nuestras ideas estaban conectadas con lo que estábamos viviendo. Se vivió como una pausa para reconectar y crear, desde el gran sostén que brinda todo el grupo.

Nuestros proyectos nos ayudaban a conocernos como grupo y a fortalecer las ideas y conocimientos para llevar adelante cada obra. La curiosidad siempre estaba en el grupo, la de querer comprender los proyectos de los demás y aportar ideas entre todos.

Conocer el mundo creativo de los demás fue muy enriquecedor. Se expandió mi universo de ideas y conocimientos; me daban ganas de seguir creando. Pude experimentar libremente en la creación de mi proyecto y expresar mis sentimientos y conocimientos.

El desarrollo de los encuentros siempre fue divertido. La pasamos muy bien compartiendo y charlando sobre los temas de cada uno. Siempre eran valiosos los aportes que me brindaron para ver más allá de lo que yo podía decir o expresar.

Historia de una bala

Esta es una obra que trabaja la identidad y la memoria, a través de la investigación y resignificación de un archivo fotográfico familiar. El objetivo es contar una historia sobre un accidente aéreo que vivió mi abuela materna en 1941, construir una narrativa visual y escrita que acompañe la tradición oral y proporcione una nueva perspectiva a una historia anclada en las raíces familiares.

«Historia de una bala» nos invita a reflexionar sobre nuestras propias historias, únicas e irrepetibles y, a su vez, universales. La tradición oral, su vínculo con la escritura y la imagen, y las herramientas que utilizamos para construir la realidad y nuestra identidad.

historiadeunabala.uy

MARTÍN CERCHIARI (URUGUAY)

Los confines

Participar del muff fue crucial para que el proyecto tomara forma final y fuera bajado a tierra. Si bien ya tenía la idea y había producido fotografías, me sentía algo perdido sobre cómo continuar. El trabajo en un grupo y con un tutor del nivel y la experiencia de Gisela Volá me permitieron orientarme y tomar fuerza hacia ciertos lugares.

Una de las cosas más ricas para un fotógrafo es intercambiar con otres fotografes. En este caso estuve acompañado por fotógrafes de primer nivel de todas partes de América: Chile, Argentina, Ecuador, México y Uruguay. Ellos acercaron sus países, sus inquietudes, nos enseñaron sus formas de trabajar y sus realidades locales.

El covid también fue una complicación para mi trabajo fotográfico, que implicaba explorar zonas históricas de Rio Grande do Sul. Cruzar la frontera era prácticamente imposible en el momento en que debíamos producir las ideas que desarrollamos en el grupo de trabajo de muff Por lo tanto, la elección de abordar otro tipo de imágenes y conjugar estas nuevas visualidades con las antiguas imágenes también fue un momento de quiebre. Mis compañeros y tutora siguieron este maravilloso viaje y dieron sus devoluciones.

En el correr del muff, sufrimos como grupo la pérdida física de un familiar y tuvimos la alegría del nacimiento de un hijo. Nos unimos a pesar de la virtualidad, lloramos y festejamos la vida. Porque un taller de fotografía remueve, tiene algo de catártico y siempre es una experiencia intensa. Los grupos que desarrollan proyectos también son espacios donde el deseo personal y el deseo de los otros tiene que ser nivelado; uno debe saber escuchar y esperar. Entender por qué mueve tanto a otra persona su temática, por qué es una necesidad para ese fotografe desarrollar su tema visual.

Siempre estaré agradecido por haber tenido esta experiencia en un momento difícil para articular entre artistas. La producción del muff se movió por diferentes plataformas, coordinando con personas de todas partes de América Latina, y lo logró.

Humano

Durante la participación del proyecto «Humano», en el muff, pude reflexionar a través de los comentarios que me enviaban los visitantes y así ampliar mi visión en este lado del continente sobre la complejidad de la reproducción asistida y la eugenesia. Además, en el transcurso de los meses, los términos técnicos y conceptos éticos se reforzaron, haciendo que la serie cuestione más profundamente la fabricación de hijos en la era tecnológica.

De igual manera, en colaboración con el muff, he generado un espacio de diálogo sobre la relación entre la reproducción y el tecnoautoritarismo. A través de imágenes provocativas y reflexiones ambiguas, el proyecto aborda la diversidad y la identidad en una sociedad impactada por la manipulación genética.

EMILIANA MIGUELEZ (ARGENTINA)

El desentierro

El poder hegemónico genera imaginarios visuales que se repiten en el tiempo, construyendo relatos históricos que persisten y conforman memorias individuales y colectivas. El desentierro —de los libros— intenta pendular sobre las imágenes de esos procesos vitales que se dan en las zonas de conflicto en un mismo territorio, como una forma de comprender la devastación, el renacimiento y la interacción entre lo colectivo y nuestras biografías.

Un cruce de tiempos que comparten intersticios visuales que se reiteran a lo largo de los últimos 200 años alrededor del mismo territorio y sus conflictos estructurales en relación con la legitimidad de la tierra. Son todas imágenes que acompañan los relatos oficiales y las formas con las que nombramos aquello que acontece ahí: «tomas, «conquistas» «desalojos», «entierros».

Este proyecto se construye a partir de apuntes fragmentados sobre el mito de origen del Estado nacional, sobre relatos refrendados por los registros de la prensa hegemónica en el marco del terrorismo de Estado y las derivas familiares de un hecho de censura ocurrido en 1976, en el terreno de una casa de infancia, mientras esos relatos están ocurriendo.

¿Qué mecanismos de poder determinan las imágenes que prevalecen? ¿Cómo se preservan las imágenes donde hay gestos de supervivencia? ¿Qué legitima la propiedad de la tierra? ¿Qué estamos dispuestxs a naturalizar?

Lo hicimos, lo estamos haciendo

Este proyecto toma como punto de partida el escape, en julio de 1971, de un grupo de mujeres (que estaban en prisión por razones políticas) de la cárcel de Cabildo (Montevideo, Uruguay). Aquella fuga, considerada la más grande en la historia de las prisiones femeninas, fue el detonante.

De a poco fuimos construyendo un vínculo a través de las imágenes, las conversaciones, los archivos y las intervenciones con aquellas mujeres al otro lado de la orilla, exiliadas algunas, asesinadas otras, que nos permitieron acercarnos, comprender y discutir sobre los paradigmas generacionales que implican las revoluciones.

Somos hijas del desarraigo histórico de lo social y de la angustia del porvenir. Pero no somos ingenuas, vamos hacia atrás para (tras)tocarnos y a veces volvemos rotas, para seguir caminando.

Historiografía feminista, herstoria para nosotres, memoria transfeminista.

Este proyecto es un espacio metafísico, imaginario, es como una plaza. Un reencuentro entre compañeras, amigas y enemigas que hablan de sí para formar una ronda. Sus historias son habladas desde la experiencia, desde el cuerpo. Ellas nos han arropado, nos han convidado al calor de sus procesos personales, sus contextos, sus sentimientos, sus dudas, sus anhelos, errores y aciertos, para conectar sus luchas con las nuestras.

Existe una línea que lo borda todo: la de cada compañera entrevistada. Un lazo sensible que teje complicidades y afectos. Un hilo como aquel lazo de solidaridad durante la fuga, que, a pesar de las diferencias, les permitió atravesar el túnel y salir hacia la luz.

Contra el patriarcado sin mediaciones ni compromisos. Construir la memoria nuestra es urgente y decimos que, ahora, cada vez somos más.

RUDA COLECTIVA

Ancestras

Iniciamos este viaje hacia el encuentro once personas en distintos países de Latinoamérica. En medio del proceso de conocernos y afianzarnos como grupo creativo, surgió la necesidad de convocar a otras once mujeres, que participaron en algún punto de la cadena que nos volvió carne y finalmente nos juntó.

Nos entendemos desde la complejidad de las experiencias vitales y la permanente evolución de nuestros deseos y pulsiones. Algunas buscamos a la ancestra más lejana que conocemos; otras, en cambio, intentan dialogar con la que todavía duele por su paso a otro plano de la existencia. Ha sido un viaje intenso, doloroso, misterioso, lleno de sueños y revelaciones, que no podríamos hacer de otra forma que acompañadas y a nuestro ritmo.

Esta es la historia de nuestras familias, genética, viajes, migración, despedidas, arraigos, secretos familiares, personas ocultadas, esfuerzos, misterios y la inmensa cuota de sinsentido y magia que se puede narrar desde la población de nuestro territorio hasta nuestros días.

¿Se habrán cruzado en algún puerto de arribo? ¿En alguna capital latinoamericana o quizás en un pueblo perdido?

¿Respiramos el oxígeno de algún árbol que ellas habrán sembrado? Fuimos hacia nuestro origen para avanzar con más fuerza hacia el futuro que queremos construir. De la mano de nuestras ancestras y la hermandad latinoamericana que formamos, ya que creemos que conocer sus historias es también abrazar la nuestra y concientizarnos respecto a las conquistas que nos heredaron, sus luchas y los caminos que abrieron para mejorar las posibilidades de nuestro presente.

Este proyecto de Ruda Colectiva fue realizado en pandemia por:

Mayeli Villalba, de Paraguay

Isadora Romero, de Ecuador

Paz Olivares Droguett, de Chile

Luján Agusti, de Argentina

Fabiola Ferrero, de Venezuela

Morena Pérez Joachin, de Guatemala

Koral Carballo, de México

SERGIO PADILLA (URUGUAY)

Les propongo un juego

¿Cuál fue el juego?

Por correo postal, envié postales iguales a un grupo de personas. La única consigna era que las devolvieran intervenidas de la forma que consideraran conveniente: escritas, dibujadas, pintadas, etc.

Fue lanzar un objeto real a un espacio real, no un mensaje en línea. ¿Es más real lo analógico? Quizás no, pero en la extraña pandemia del 2020, se convirtió en un acto artístico de amor. Lanzar una piedra-postal a un estanque y observar las ondas expandirse y cambiar al encontrarse con otras.

Así surgió este juego, en el marco de la crisis global generada por un virus. Fronteras cerradas y reuniones virtuales predominaban en ese panorama. En medio de esto, apareció esta forma de darnos un abrazo, utilizando un medio de una época analógica, el arte-correo.

Cartografía de la otredad

Ejercicio para mirar un mapa

El territorio es una construcción lingüística y política en conquista; el mapa como imagen es siempre gramática y lectura. En esa política negacionista, la identidad es una línea punteada entre la tensión y la definición del otro, del yo.

El mapa-imagen en singular no existe, por eso me interesa construir uno donde la otra voz también esté presente, aunque nunca estará completo, pues solo será posible en el ejercicio de la retórica de la mirada.

La mirada es el reducto en que se avienen la representación y el signo. ¿Qué pasaría si…? ¿Dónde están las fronteras de la otredad? ¿Es posible desaprender el territorio? ¿Es posible desaprendernos desde el lenguaje?

Quizás la pregunta esté en conocer cómo miramos.

Quizás la respuesta esté en mirarnos.

SOLANGE PASTORINO (URUGUAY)

Aires Puros

Un comienzo entusiasta; de pronto una pandemia y un enemigo invisible que afecta nuestro sistema respiratorio. De ese miedo reflexiono sobre el nombre de mi barrio: Aires Puros. En círculos concéntricos de la actividad del barrio a la Comisión Fomento Aires Puros, me focalizo en la familia de mi hermana y su relación con la zona.

Muchas imágenes cambian en el proceso. Con los vecinos recorremos el barrio y les hago entrevistas y fotos. Las personas comienzan a recortarse de las imágenes planas y a entremezclarse con otras del álbum familiar. Capa sobre capa, en pequeñas cajas, creo escenarios de convivencia. De pronto, la misma persona, niña y joven, dialoga en un mismo espacio en retratos sin tiempo. En el piso de la sala del plano del barrio, a distintas alturas, se levantan los pequeños escenarios.

MARTÍN PÉREZ (URUGUAY)

Instrucciones para invadir un mapa

Instrucciones para invadir un mapa es una investigación sobre la imagen técnica en entornos virtuales, tomando Google Maps como eje. Se desarrolla por medio de la ficción, de acciones que promueven espacios de encuentro, y el estudio de elementos ya existentes en el universo de interés: los miles de imágenes y de perfiles de usuarios que encontramos en la aplicación de mapas más popular del planeta.

La propuesta llevada adelante en muff incluyó la coordinación con diferentes artistas y grupos educativos. Partiendo de las instrucciones presentadas en sala, construimos de forma colaborativa distintas acciones que desarrollamos en la Plaza Independencia. A su vez, también se realizó una actividad de taller abierta a todo público en el marco de los festejos de los 20 años del Centro de Fotografía.

Participaron Lucía Flores, Colectivo nitep, estudiantes de Taller Musso/ienba, estudiantes de Educación Social de ifd Maldonado, estudiantes de Liceo 34, Colectivo Tango Queer.

SOFÍA LÓPEZ MAÑAN (ARGENTINA)

La naturaleza está muerta

Cuando entendemos que los humanos son parte integral de la naturaleza y no están separados ni son superiores a ella, nuestra percepción del mundo puede cambiar radicalmente.

El concepto de naturaleza, visto desde una perspectiva antropocéntrica, no es relevante para hablar de ecología. Es una construcción, una categoría inventada para clasificar cosas, con ideales románticos que la cosifican, convirtiéndola en algo que responde a nuestros deseos, fantasías y temores. Está diseñada para los humanos, separando el mundo humano del no humano con una pantalla arbitraria. Esta dualidad opone naturaleza/cultura, naturaleza/humano, natural/artificial, creando la ilusión de que la naturaleza está en otro lugar y es algo distinto.

El Libro de la naturaleza explora cómo se ha construido este concepto actual de naturaleza, que desencadena confusión con innumerables interpretaciones.

DEBORAH ELENTER (URUGUAY)

Capullo

muff arrancó en paralelo con la pandemia. El mundo paró. La incertidumbre se volvió normalidad. Mis temas propuestos para trabajar en el festival dieron un giro de 180 grados. En lugar de mirar hacia afuera, comencé a mirar hacia adentro, mi interior. Mi propio ser se volvió mi sujeto; mis hijos, símbolos.

Visité recuerdos y sensaciones de mi propia infancia. En grupo realizamos dinámicas que enriquecían cada uno de los proyectos. Por momentos sentíamos que estábamos trabajando el mismo tema, aunque cada proyecto era bien diferente. Encontré en mi proyecto Capullo una forma de reflexionar sobre mi identidad y mi relación con la crianza de tres hijos varones en el mundo contemporáneo y patriarcal.

«En el capullo, la vida se sitúa entre dos cuerpos. La metamorfosis es ese milagro: dos cuerpos y una misma vida». Metamorfosis, de Emanuele Coccia.

ANDRÉS BOERO MADRID (URUGUAY)

Abrazo continuo

Este proceso de investigación surgió del desplazamiento por las costas del río Negro, a unos pocos kilómetros de la desembocadura sobre el río Uruguay. Atravesado por la pandemia, mientras el mundo se aislaba, tuve el privilegio de caminar cotidianamente por un paisaje completamente despoblado. Mi propósito era dejarme guiar por las sutiles latencias del paisaje físico. ¿En qué consistía escuchar al paisaje?

En búsqueda ferviente, me moví por el territorio una y otra vez, generando un vaivén entre una vieja salceda y mi propia casa. En ese lugar todo parecía ordenarse, había un vulnerable equilibrio entre la putrefacción de los troncos, los pequeños retoños y su presencia. Entre huellas, rastros e intuiciones, pude darle cuerpo a un abrazo continuo.

Nachleben

Durante dos años estuvimos indagando en torno a las imágenes y las historias que de ellas se podían desprender. El compañerismo, la horizontalidad y circularidad del acompañamiento que tuvimos fueron muy importantes. Vivenciamos el recorrido como un juego, aprendiendo y abordando la búsqueda personal a partir de la reciprocidad y de correr el borde de las imágenes que cada uno de nosotres tenía sobre su idea.

Pudimos llegar a un lugar distinto y profundo en el camino; la acción de sentido crítico de cada compañerx fortaleció la inspiración y la intuición. Los encuentros nos ayudaban a pensar una cartografía dinámica que tocaba estos dos ejes, qué queríamos contar y cómo íbamos a lograrlo.

Materializar nuestro universo narrativo fue un sueño hecho realidad. Llevarlo a la forma, hacerlo circular y encontrarnos finalmente en persona en el CdF se convirtió en el desafío más fuerte y necesario.

NATALIA AYALA (URUGUAY)

Mi hermana

El medio es lo onírico, los sueños se materializan y las ausencias se homenajean.

En pleno inicio de la cuarentena tuve un sueño revelador. Me encontraba en una especie de retiro espiritual, donde una niña extremadamente familiar me interrumpía abruptamente, diciéndome: «Pero nosotras éramos dos».

Este descubrimiento me impactó e inicié investigaciones a nivel familiar y a través de constelaciones e hipnosis confirmé el hecho. Decidí entonces, como acto psicomágico, darle luz a su inminente y presente ausencia.

El motivo de este proyecto es visualizar las pérdidas, integrarlas, manifestarlas, trascenderlas, sanar ausencias y heridas, resignificándolas.

Sanando uno, sanamos todos.

Furyo – utopias possíveis

Quantas camadas compõem um corpo? Como propor uma nudez plena sabendo que tirar as roupas não é o suficiente para estar nú, ao menos plenamente. Na pintura de Duchamp, diz Robert Lebel, «o nú representa o mesmo papel que os antigos esfolados nos livros de anatomia: É um objeto de investigação interna». Assim, para vislumbrar um estado de utopia pela plenitude de uma nudez, não se faz retirando, mas pela aplicação da matéria-prima da criação em um auto processo de «auto desescultura». Para tal, um ritual, uma performance, uma experiência sensorial no ato fotográfico.

Então decidi dividir o projeto em dois patamares e consequentemente em dois processos de construção imagética:

A performance: executada por um artista experiente em uma tentativa pretensiosa de construir um arquétipo, uma alegoria, um ser que dança, um interlocutor, um xamã que transita entre os mundos.

As experiências: executada por pessoas comuns, que não se enquadram no status hegemônico dos corpos, que por razões culturais e políticas são distanciados dos ideários, banidos, prisioneiros de uma matéria com limites, desapreendidos, dissidentes, corpos distópicos que reservam em si utopias possíveis.

MARGARITA GARCÍA FAURE (ARGENTINA)

Caricia infinita

El proceso del muff trajo certezas, preguntas al infinito e invitaciones. En una noche de fuego exclamé: «¡De las cenizas renacerán nuestras caricias!».

En un encuentro de ronda virtual, me invitaron al ritual, me invitaron al desborde.

En un diálogo en la nube, se nombró al movimiento y a la fricción como claves para que se revelara aquello que pulsaba, y las caricias ya nunca más se detuvieron.

En un diálogo entre pares se develó la certeza: el erotismo se activa con otres.

El diálogo aún sigue activo, las caricias siguen operando en el cuerpo ampliado. Las piezas siguen siendo acariciadas una y otra vez por diversas manos. Comparto un poema de una artista que se acarició con la caricia.

@cariciainfinita

Roma Vaquero Díaz

Ingresar en tu mano fue ingresar al océano

Me escondí y me expandí en su murmullo

(Me arrodillé bajo la mesa de mi abuela para escuchar el mar en un caracol gigante)

Entrar en contacto con un otre de naturaleza y piel me volvió ballena gigante y sonora gigante y sonora gigante y sonora en las profundidades ocultas del agua y la danza tan cercanas a la tibieza.

FRANCISCO JARRÍN (ECUADOR-ARGENTINA)

Living

Este es un proyecto artístico que explora la identidad y el sentido de pertenencia. Iniciado durante la pandemia, evolucionó de una exposición fotográfica a un proyecto audiovisual. Enfrentando desafíos, se convirtió en una experiencia artística y emocional única. Agradezco a mi madre por ser parte de este proyecto, al equipo, activadora y a quienes compartieron sus historias. Espero que «Living» capture la esencia de la conexión humana y los lazos que nos unen de maneras insospechadas.

MAYRA DA SILVA (URUGUAY)

Desbordar la memoria

El proceso creativo en muff fue bastante simbólico, reflexivo y experimental; construimos una red de sostén, confianza, trabajo y colaboración con Gisela Volá y mis compañeres. A partir de lo desconocido y la incertidumbre, generamos otras formas de desarrollo y producción en los espacios virtuales.

«Desbordar la memoria» es un proyecto muy vivencial y fue posible por este acompañamiento y afectividad conjunta. En este trabajo se aborda la construcción de mi identidad afrodescendiente y mixta a través de mi familia birracial (madre blanca y padre afrodescendiente).

Inicialmente, trabajé con el archivo familiar, el que utilicé como soporte. Hice un ejercicio de autorreconocimiento, que revisa el pasado y el presente.

Fue un reencuentro y celebración de mis raíces, donde me vinculé con la infancia, adolescencia, juventud y adultez. La creación de pequeñas composiciones con distintos tipos de materiales naturales y artificiales me permitió plasmar ideas más concretas, que luego comenzaron a transformarse.

Es decir, en los rituales y ofrendas, la memoria explora significados, encuentros y desencuentros. Además, activan nuevos territorios emocionales y espirituales. Por esta razón, considero este trabajo como una forma de relacionarme con mi ancestralidad y siento que es un homenaje a mi padre, Mario Da Silva.

El proyecto contó con la colaboración de la performer Ana Laura Pedraja y de la fotógrafa Bettina Franco.

El jardín secreto de los sueños perdidos

La casa se había convertido en un caldero de sentimientos y acontecimientos.

Todo hervía entre sus bordes.

Los intensos fines de semana de muff eran como especias indias en medio de ingredientes difíciles de digerir.

La obra final es un plato minimalista, con procesos complejos, ingredientes exaltados y un sabor inicialmente amargo con un final dulce.

Lo que la mente olvida, las cicatrices siguen recordando muff fue un espacio íntimo, reflexivo y de mucho diálogo, que permitió hacer de mi proyecto un lugar de experimentación y de crecimiento, llevándome constantemente a tomar riesgos y de salir de mi zona de confort. Este proceso fue sostenido y nutrido por discusiones al trabajo. Fue realizado junto a Gisela Volá y al grupo, que se transformó en una segunda familia durante meses de mucha incertidumbre. En un mundo virtual, se generó un espacio de confianza, donde nos empujamos, animamos, intercambiamos y aprendimos mutuamente. Eso permitió el desarrollo y producción de varios proyectos, incluso el poder experimentar con otros soportes y medios.

Suelo trabajar de manera solitaria; y abrir el proceso creativo me permitió asumir riesgos y experimentar con nuevas narrativas que, al hacer visibles, potenciaron el acto de creación. Realicé mi primera instalación multimedia y posteriormente, al finalizar muff, fue publicado mi segundo fotolibro: Lo que la mente olvida, las cicatrices siguen recordando, con el material desarrollado en el programa.

FRANCISCO LEIZAGOYEN (URUGUAY)

Han tomado la parte del fondo

Me presento a muff para trabajar un proceso desde cero. El primer paso es la identificación de la obra, ligada inevitablemente al contexto de pandemia que enmarca todo el desarrollo. Convierto mi casa en un estudio fotográfico, en un arenero, en un gallinero, en un escenario onírico donde me ofrezco como objeto fotográfico; por primera vez estoy delante y detrás de la cámara. El nacimiento de esta mitología deforme es la nigredo, etapa donde se trabaja con la materia putrefacta, para sublimar y pasar a la consiguiente etapa. Es un trabajo de fontanería, un destape de cloacas, una limpieza a través del símbolo. La meditación, los sueños y la introspección son herramientas que, junto a cada encuentro retroalimentativo con les compañeres de grupo, van dando forma a este engendro que ya no me pertenece y me mira como un espejo.

Sede CdF 9 de setiembre de 2022 al 4 de marzo de 2023

Aimé Castro (Uruguay, 1983)

Licenciada en Artes (ienba, udelar) con especialización en artes plásticas, fotografía y diseño gráfico. Se ha formado en curaduría, gestión cultural y comunicación visual. Ha realizado varias muestras fotográficas y plásticas, tanto individuales como colectivas, en instituciones como CdF (Centro de Fotografía de Montevideo), eac (Espacio de Arte Contemporáneo), Festival de Fotografía San José, Foto 4, im, inju y acsun, entre otros. Técnica en Vestuario, trabajó en carnaval, diseñando para agrupaciones como Araca la Cana, C1080 y La Reina de La Teja. Ha trabajado además con instituciones culturales (como el eac y el CdF) en el área educativa, impartiendo talleres de fotografía experimental y realizando la cobertura de conciertos, talleres y ponencias. Desde hace casi una década es docente en disciplinas artísticas, fotografía y diseño gráfico, en instituciones públicas y privadas.

Sergio Valenzuela-Escobedo (Chile, 1983)

Artista e investigador, con una carrera multifacética en los campos de la curaduría y el trabajo editorial. Tiene un doctorado en Fotografía de la École Nationale Supérieure de la Photographie (ensp) en Arles, Francia. Es cofundador de doubledummy, una plataforma innovadora dedicada a fomentar el discurso crítico y las reflexiones sobre la fotografía documental, a través de programas pedagógicos. Además de participar como jurado del Premio del Libro de Arles en 2023, es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (aica). Los análisis críticos de Valenzuela-Escobedo encuentran su voz en publicaciones especializadas como Inframince (Francia), 1000 words (Londres) y Mirá (Nouveau Musée National de Monaco). Desde 2016, ha exhibido su trabajo curatorial a través de destacadas muestras como «Mapuche», en el Musée de l’Homme en París; «Monsanto: A Photographic Investigation», proyecto que valió el premio de Aperture Book Award y la nominación a la Deutsche Börse; «Forets Géométriques», en Les Rencontres d’Arles, y la cautivadora trilogía «Mama Coca», «Ipáamamu, Historias de Wawaim» y «Oro verde» en el Fotofestiwal en Lodz 2023.

Alejandro León Cannock (Perú, 1980) Filósofo, artista visual y curador independiente. Es doctor por la Escuela Nacional Superior de Fotografía (ensp) y la universidad Aix-Marsella en el programa «Práctica y teoría de la creación artística y literaria». También tiene una maestría en fotografía latinoamericana contemporánea

(Centro de la Imagen, 2015) y una maestría en filosofía (Pontificia Universidad Católica del Perú, 2009). Ha realizado diversas publicaciones (libros, artículos y entrevistas) sobre teoría y creación fotográfica contemporánea. Actualmente, enseña Práctica y Teoría de la Fotografía en la Licenciatura de Artes Plásticas de la Universidad Aix-Marsella y Postfotografía en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Su práctica profesional, a medio camino entre la investigación y la docencia, la creación y la curaduría, se desarrolla en el territorio donde se articulan el ejercicio del pensamiento y la vida de las imágenes. Es miembro del Consejo de Investigación de la Escuela Nacional Superior de Fotografía de Arles (ensp) y del Consejo Editorial de la revista Fot (Perú). En 2017 ganó el primer premio del concurso de ensayo del festival Begira Photo (España) y en 2023 el concurso para ser el curador del pabellón peruano en la Bienal de Venecia 2024. Su trabajo artístico ha sido expuesto en ferias y festivales como LimaPhoto (Perú), ZonaMaco (México), VoiesOff (Francia), FotoLeggendo (Italia) y muff (Uruguay).

Alessandro Celante (Brasil, 1972)

Graduado en Comunicación Social por la faapsp, postgraduado en fotografía y arte por el Centro de Comunicación y Artes senac-sp, donde investiga procesos históricos fotográficos. Enseñó durante ocho años fotografía y semiótica en la Universidad Padre Anchieta en Jundiaí, sp. Trabaja como diseñador gráfico desde hace veinticinco años en aum Graphic Design, firma de la que es propietario. Desarrolla proyectos en artes visuales a partir de la fotografía, lo que ha posibilitado su participación en exposiciones colectivas: dos veces en la Muestra de Arte Digital del centro cultural Pablo de la Torriente Brau, La Habana, Cuba. También en individuales, como «Les Regards Numériques d’um Brézilien». Musée de Baux, Les Baux, Francia. En 2014 crea la experiencia «Máscaras impermanentes» que expuso en Cuba, México, Estados Unidos, Uruguay, Australia, Malasia y en los principales festivales de fotografía en Brasil.

Ana Oliva (Uruguay, 1986)

Comenzó sus estudios fotográficos en el Foto Club Uruguayo en el año 2005. Ha realizado desde entonces diferentes talleres y actividades relacionados con la fotografía. Desde el 2012 lleva adelante el alojamiento y espacio cultural Contraluz Art Hostel, lugar que se habita de muchas formas: desde lo cotidiano, lo creativo, lo profesional-laboral y lo vincular.

Andrés Boero Madrid (Uruguay, 1983)

Cineasta y artista visual, graduado como director de Fotografía de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Cuba). Complementa sus estudios en artes visuales en la clínica de Diana Aisenberg (Argentina). Es el creador del proyecto de residencias para artistas Vatelón y el laboratorio de experimentación artística Vatelón, en la histórica localidad de Villa Soriano. Investiga los límites entre memoria, arte y naturaleza, creando imágenes que se desdoblan en audiovisuales, instalaciones y publicaciones.

Carla Yovane (Chile, 1979)

Psicóloga, fotógrafa y realizadora audiovisual. Entre 2018 y 2019, ganó los premios al mejor portafolio en el Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso (fifv), tercer lugar en Fotógrafas latam y primer lugar en la categoría Vida Diaria, Fotoprensa, Chile. Asistió al Eddie Adams Workshop en Nueva York y fue becada para asistir a Fotolimo, Francia. Participa activamente en exposiciones individuales y colectivas de fotografía. Su trabajo ha sido expuesto en festivales de fotografía y galerías en Argentina, Francia, España, Colombia, Bolivia, Cuba y Chile. Cuenta con dos libros: Tiempo de vals (2022) y Lo que la mente olvida, las cicatrices siguen recordando (2023). Ambos fueron publicados por Haiken Ediciones.

Cecilia Serra Mauri (Uruguay, 1980)

Licenciada en Artes Plásticas y Visuales (udelar). HIzo talleres y cursos con fotógrafos, artistas e investigadores: Diana Mines, Alexandre Sequeira, Pedro Meyer, João Ripper, Eduardo Longoni, Luis Camnizter… Ha trabajado para diferentes portales como fotógrafa. Esto la llevó a cubrir el Congreso Internacional de Arquitectura en Pamplona, España. Fue seleccionada para participar de la revisión de portafolio de San José Foto en 2018 y 2023, del Primer Festival Internacional de Colonia (Uruguay), del festival muff 2017 (Plataforma Barrios). En 2020, participó y desarrolló su proyecto en muff, Caminos Conjuntos. En 2019 obtuvo el primer premio del concurso Al Sur, Cuenca del Plata. Entre sus exposiciones individuales se destacan «Abstracciones», Centro Cultural de San José, Uruguay; «Retrospectiva de abstracciones», Casa Bertlot Brecht, Fotograma 13; «Abstracciones», Sala Pareja, Instituto de Bellas Artes (udelar) y Libertad Libros, Fotograma 11. Asimismo, ha participado en diversas exposiciones colectivas, como «Volvernos imagen. Prácticas, narrativas, saberes», festival muff; «Prado mágico y misterioso», festival muff; «Muros,

fotografía a escala mural», intervención en muros de Ciudad Vieja (Montevideo, Uruguay).

Cecilia Urioste (Brasil, 1980)

Licenciada en diseño por la Universidad Federal de Pernambuco y máster en Fotografía Artística por efti, Madrid. Investiga artísticamente los mecanismos de control y funcionamiento del cuerpo y las cuatro montañas que rodean la vida: nacimiento, enfermedad, vejez y muerte. Tiene un interés especial en las funciones sociales y las relaciones de poder de la medicina y sus dispositivos en la sociedad contemporánea. Trabaja predominantemente con fotografía, video e instalaciones. Participó en varias exposiciones colectivas nacionales e internacionales; entre ellas, la Bienal de Nuevos Artistas Caixa 2017, el festival Panapaná en 2018 y el Festival de Fotografía muff Montevideo en 2020-2022.

Su primer libro, Para Levantar as Forças, lanzado en 2018, participó en varias exposiciones. Entre ellas, Festival Zum 2019 y Diário Contemporâneo 2020. Su segundo libro, O Jardim Secreto dos Sonhos Perdidos, fue lanzado en noviembre de 2022 y continúa de gira por festivales de fotografía en América del Sur.

Dahiana Nava Nieto (Uruguay, 1991)

Licenciada en Ciencias de la Comunicación y fotógrafa. Participante de muff Cerro, 2016-2017. «Cierro los ojos, por un momento se han abierto las imágenes de tu mi casa. Y vuelvo por la voz de quedarme. Por un momento huele a vida la entrada a mis palabras».

Daiana Valencia (Argentina, 1989)

Fotógrafa documental independiente. Su trabajo se centra en proyectos documentales (y personales) sobre derechos humanos, identidad y sobre la memoria a largo plazo en Argentina y América Latina.

Victoria Irene Barco (Argentina, s/d)

Se formó junto a compañeros en los talleres de Leo Liberman, la escuela de argra, subcoop, Gonzalo Mainoldi, Vero Mastrosimone, entre otros. Adquirió técnicas específicas como las de colodión húmedo, cianotipia, estenopeica, posproducción digital, intervención de material de archivo sobre películas fílmicas de 8 y 16 milímetros. Con Orazio Leogrande, stop motion y edición audiovisual. Participó como voluntaria de la recuperación y conservación del archivo xxi, impulsado por argra

Asistió a la Universidad Nacional de La Plata, donde complementó la orientación de no

ficción en la Escuela de Cine de Avellaneda. Se especializó en Dirección de Fotografía en el sica, junto a Rayén Punilla. También tomó un taller de edición fotográfica con Paula Teller y Mariana Eliano, impulsado por Julieta Escardó. Tomó el taller Mi Cantar, coordinado por Leo Vaca, en La Pajarera, Escuela de Ideas. En argra, estudió historia social del fotoperiodismo con Julio Menajovsky. Realizó los workshops coordinados por subcoop, con Mayra Martell (México) y Gihan Tubbeh (Perú), otro dictado en el centro cultural Haroldo Conti: «Imagen y dictadura y los medios de comunicación en dictadura», a cargo de Edgardo Vannucchi. También, narrativa con Juan Mendoza, periodista de la revista thc y uno de los escritores de la vieja Cerdos y Peces En el centro cultural Néstor Kirchner, ganó un lugar en el taller Imágenes Improbables, a cargo de res. Actualmente, trabaja como fotógrafa institucional de la Fundación ypf, como asistente de producción en Rasti Films, productora de contenidos creativos para publicidad. Publica de manera freelance en algunos medios.

Deborah Elenter (Uruguay, 1978)

Fotógrafa, artista visual, doula e ingeniera química. Tiene una maestría en ingeniería ambiental. Su obra se expuso en varios espacios y ha recibido reconocimientos y becas nacionales e internacionales. Participa como docente invitada en talleres; como jurado, en convocatorias relacionadas con la fotografía. Lo íntimo, la mujer, los vínculos y su propia existencia son los temas que explora en su práctica artística.

Elbio Rodríguez (Uruguay, 1957)

Trabajó desde 1978 como administrativo (actualmente está jubilado). Casi simultáneamente, armó una empresa de fotografía y filmación de eventos sociales. Participó en talleres y seminarios de fotografía profesional, eventos sociales, iluminación, retrato, creatividad, entre otros. Partició en muff Barrios en 2017. Ha hecho varias exposiciones colectivas. Fotógrafo documentalista, en búsqueda de crecer y desarrollar su pasión.

Emiliana Miguelez (Argentina, 1976)

Su formación está orientada al vínculo entre fotografía y ciencias sociales. Cursa Historia en la Universidad de Buenos Aires. Es docente en el Taller del Programa de Actualización en Fotografía y Ciencias Sociales, en el Instituto de Artes de la Universidad Nacional de San Martín y en la Asociación de Reporteros Gráficos de la

República Argentina. Trabajó como fotógrafa en el diario Clarín entre 2001 y 2017. Actualmente, trabaja en la hcdn y colabora en las revistas Crisis y Anfibia. También, en otros medios y espacios audiovisuales.

Fabiola Cedillo (Ecuador, 1987)

Fotógrafa y educadora. Su trabajo se centra en la resistencia humana ante roles sociales, capitalismo y deseos. Le interesa la desestigmatización de los cuerpos, las neurodivergencias y las vidas marginadas. En sus obras fusiona la ficción, performance y múltiples recursos visuales. Los mundos de Tita, su primer libro, ha ganado premios y participado en festivales globales. Ha expuesto «Humano» en Arte Actual, flacso (2023), Museo Pumapungo (2022) y PhMuseum Days (2021). Enfocada en perspectivas descolonizadoras, en 2017 fundó la escuela de fotografía aula en Ecuador, donde creó programas para minorías étnicas, migrantes y personas trans. Colabora en laboratorios sobre problemas físicos y mentales. Actualmente, colabora con oenegés y medios internacionales de comunicación.

Fernanda Aramuni (Uruguay, 1981)

Comenzó a interesarse en la imagen fotográfica, en sentido amplio, hace poco más de diez años. Con el paso del tiempo, la fotografía se ha transformado en su medio de vida y principal herramienta expresiva. Actualmente, reparte su tiempo entre el trabajo como fotógrafa profesional y su tarea autoral.

La atracción por la complejidad de este medio y sus posibilidades la ha llevado a investigar diferentes registros. Así, su práctica ha variado desde la intervención de fotografías de archivo (con el objetivo de vehiculizar un discurso político) a la práctica de una fotografía directa, con una intención fundamentalmente evocativa o poética, pasando por un cuestionamiento de orden conceptual acerca del carácter y el lugar de la ausencia en nuestros imaginarios. En los últimos años, ha trabajado en proyectos fotográficos y audiovisuales relacionados, fundamentalmente, con las ideas de la performance, la deriva y la construcción de espacios metafóricos. Buena parte de esta producción ha sido expuesta y premiada a nivel nacional e internacional.

Francisco Jarrin (Ecuador, 1983)

Narrador visual independiente, miembro de Diversify Photo y reportero asignado para dw Latinoamérica. Ecuatoriano radicado en Buenos Aires, cursa la Maestría en Crítica y Difusión de las Artes en la Universidad Nacional de las Artes en

Buenos Aires, Argentina. Su trabajo se enfoca en la lucha de clases, pobreza extrema, habitabilidad, identidades humanas y temas ambientales. Fue seleccionado como miembro de Diversify

Photo para el Photoville Opening Day en Nueva York 2023; fifv 2021, Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso; Indian Photo Festival 2021, con el proyecto Wayrañan, proyecto colectivo junto a Jota Reyes. Fue finalista ganador de Lensculture Portrait Award 2020; Caminos Conjuntos 2020-2021, del festival muff, Montevideo. Además, ha participado en la muestra internacional «Otros carnavales». Ganó la convocatoria Dinámicas Urbanas de Quito en 2019. También, la convocatoria de foto y video por la salvaguardia del pci latinoamericano y la mención de honor en el Poy Latam, categoría Cotidiano.

Francisco Leizagoyen (Uruguay, 1984)

Descubrió la fotografía como vocación al iniciar sus estudios en el Foto Club Uruguayo en el año 2014. Desde entonces, la fotografía pasó a ser la actividad a la que dedica la mayor parte de sus energías diarias.

Jose Nicolini (Argentina, 1988)

Antropóloga y fotógrafa. Actualmente trabaja en el suplemento Las 12 de Página 12 y en la revista Brando. Fue editora de la revista Rumbos y publicó en Crisis, Lugares, Sudestada, entre otras. Actualmente, trabaja en el proyecto «Las que vencen».

Juan Pablo Flores (Uruguay, 1977)

Estudió Ciencias Antropológicas en la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República. Se formó en el Foto Club Uruguayo y el Centro de Fotografía de Montevideo, entre otras instituciones. Actualmente ejerce la dirección de proyectos en la productora gráfica Eolio y hace fotografía deportiva en el Club Nacional de Football. En el año 2018 su proyecto fotográfico «Prudencio» obtuvo los Fondos Concursables en Fotografía y el premio Portfolio Review del Festival Internacional de Fotografía San José Foto.

Karen Toro (Ecuador, 1990)

Fotógrafa y periodista visual freelance, artista y educadora. Miembro de Women Photograph y Diversify Photo. Desde una práctica documental y experimental, su trabajo explora temas de derechos humanos, justicia social, medio ambiente, educación y género. Premio Jorge Mantilla Ortega en la categoría de Fotoperiodismo en 2020 y finalista en 2022; becaria del Fondo

de Emergencia para Periodistas de la National Geographic Society en 2020 y finalista de la iv Edición del Premio Brasil de Arte Emergente en 2019. Ha expuesto en Ecuador, Argentina, Uruguay, Escocia, Reino Unido y Chile.

Leo Caobelli (Brasil, 1980) Fotógrafo e investigador brasileño radicado en Porto Alegre. Su trabajo se cruza con la fotografía, el archivo, el video, los juegos. Explora los temas de la apropiación, la privacidad y la transformación en la contemporaneidad. Colabora con varios artistas y colectivos. Su disertación de Maestría en Poéticas Visuales en la escuela de Artes Visuales de la ufrgs, Algún pequeño oasis de fatalidad en ese desierto del error, fue presentada en octubre de 2017. Formó parte del colectivo Garapa hasta 2016. Entre 2006 y 2010 actuó como fotoperiodista en Folha de S. Paulo. Actualmente, es doctorando en el mismo programa y coordina Planta Estudos Visuais, espacio que funciona como escuela, atelier y productora audiovisual.

Margarita García Faure (Argentina, 1977)

Su lengua materna es la pintura y desde allí se abrió a la fotografía, el video y la cerámica. Se aventura a trabajar en territorios que la interpelan, tanto a ella como a la obra: la Antártida, el desierto mexicano, el Amazonas boliviano, las aguas portuarias y el Chaco argentino. La tensión entre territorio, ritual y piel es su foco de trabajo.

Martín Cerchiari (Uruguay, 1979)

Licenciado en Ciencias de la Comunicación (udelar) y realizador audiovisual de la Escuela de Cine de Cinemateca (ecu). Realizó talleres con fotógrafos, artistas e investigadores como Diana Mines, Luis González Palma, Walter Astrada, Muriel Hasbun, Luis Camnitzer y John Mraz. Participó en el Laboratorio del Museo Arte Contemporáneo de Montevideo, macmo, 2015. Se diplomó en fotografía artística contemporánea, Node Center for Curatorial Studies (Berlín) y participó en el Laboratorio del Museo Arte Contemporáneo de Montevideo. Entre el 2004 y 2006 trabajó como fotógrafo en el diario La República. Entre el 2006 y el 2014 trabajó en el diario El Observador. Desde el 2014 trabaja como fotógrafo del Poder Legislativo del Uruguay.

Martín Pérez (Uruguay, 1984)

Licenciado en Artes Plásticas y Visuales en ienba, udelar también realizó la Maestría en Artes en ppgartes/ufpa, en Belém do Pará, Brasil. Se desempeña como fotógrafo y se especializa en

la elaboración de ficciones, en colaboración con artistas escénicos.

Mayra Da Silva (Uruguay, 1983)

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la udelar. artista multidisciplinaria, activista antirracista y diplomada en Afrodescendencia y Políticas Públicas por la Facultad de Ciencias Sociales de la udelar. Realizó cursos, residencias, laboratorios sobre arte contemporáneo, fotografía, género, derechos humanos, activismo y archivo en Uruguay, Chile, Argentina, Brasil y España. Desde el año 2013 participa activamente en exposiciones nacionales e internacionales, conversatorios, seminarios y festivales relacionados con las artes visuales y el activismo artístico. Sus producciones proponen una reflexión sobre temas contemporáneos y perspectivas anticoloniales. En ellas combina la fotografía, la instalación, el archivo y las acciones en el espacio público, para ampliar diálogos sobre identidad, memoria, afrodescendencia, birracialidad, religión, género y estética, entre otros. En sus obras da visibilidad a sus raíces y toma vivencias personales. El cuerpo se configura como un territorio de resistencia y genera cruces entre la realidad y la ficción que acompañan un camino experimental en constante transformación.

Natalia Ayala (Uruguay, 1982)

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la udelar. En 2014 ingresó al diario El País como fotógrafa de la revista Paula. Hizo producciones de moda, cobertura de sociales, gastronomía y arquitectura hasta el 2019, cuando renunció para vivir en La Barra, Maldonado. En 2018 cursó Lab18, laboratorio de fotografía, con la tutoría de Diego Vidart y Pablo Guidali. Allí desarrolló su primer proyecto autoral: «El día después». En octubre del 2019, con la curaduría de Martín Craciun, cuatro fotografías del proceso del Lab18 se expusieron en una muestra colectiva (junto a obras de ocho fotógrafos contemporáneos uruguayos), bajo el nombre «Episodios», en el Instituto Cervantes de Roma. Desde el 2019 colabora con el diario La Nación como fotógrafa en Punta del Este. Sigue vinculada con la revista Paula, para la que hace coberturas.

Natalia Di Benedetto (Uruguay, 1988)

Se formó en el estudio de las artes, hizo la tecnicatura en Museología y la licenciatura en Fotografía. Se desempeña como docente de Educación Visual. Se dedica a la enseñanza en las artes visuales y está en constante formación y relación con la producción de las artes visuales.

Indaga la función de la imagen y la relación del hombre con ella en temas relacionados con la memoria y la naturaleza. En 2019 fue seleccionada en la categoría Fotografía en los Fondos

Concursables para la Cultura. En 2018 ganó la beca de formación Eduardo Víctor Haedo, en la categoría Artes Visuales, del Fondo de Estímulo a la Formación y Creación Artística.

Ruda colectiva

Ruda Colectiva (2018) es un grupo de feminidades latinoamericanas que trabaja alrededor de la fotografía y la imagen. Se reunieron por la necesidad de reflexionar y discutir el lugar de las narrativas y representaciones visuales en la producción actual de la fotografía en América Latina. Actualmente está formada por integrantes de diferentes países: Paraguay, Perú, Guatemala, Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela, México y Argentina. La intención de la colectiva es generar narrativas grupales, desde sus territorios, con una perspectiva local, promoviendo espacios de educación e inclusión comunitaria.

En 2018, Ruda Colectiva comenzó a construir un primer diálogo alrededor del territorio, con el fin de crear lazos imaginarios que unan a las mujeres latinoamericanas. En 2019, los lazos se hicieron físicos, cuando varias de las integrantes se reunieron en Guatemala durante el campamento 20 Fotógrafos Atitlán. En Guatemala dieron charlas y talleres en Antigua y Ciudad de Guatemala y trabajaron en un protocolo contra la violencia de género, para que fuera utilizado en eventos fotográficos. Hacia finales de ese mismo año, participaron del workshop de Women Photograph en Quito, liderando la discusión reflexiva «Mujerxs tras el lente». En ambas ocasiones socializaron los resultados de la encuesta que hicieron ese año sobre desigualdad de género en el ámbito de la fotografía. En 2020 recibieron el fondo de emergencia de National Geographic Society para hacer un trabajo de cobertura focalizado en la crisis alimentaria en América Latina, crisis propiciada por la pandemia de covid-19. De esta investigación nació el proyecto web «Esto no es una cadena», exploración narrativa que se centró en el acceso a los alimentos en once países de América Latina durante la pandemia. Ese mismo año fueron seleccionadas para asistir al espacio de capacitación de muff, del CdF de Montevideo. Se presentó el proyecto «Ancestras», en el cual varias de las integrantes investigaron sobre su ancestría femenina. En 2023 fueron seleccionadas, con el proyecto «Desalientos del bosque que desembocan en la mar», para crear y exhibir este trabajo en la versión de e-co 2023 en Bolivia y México.

Ruda Colectiva está integrada por Ángela Ponce de Perú, Fabiola Ferrero de Venezuela, Isadora Romero de Ecuador, Koral Carballo de México, Luján Agusti de Argentina, Mayeli Villalba de Paraguay, Morena Pérez Joachin de Guatemala, Paz Olivares Droguett de Chile.

Sabrina Srur (Argentina, 1988)

Uruguaya, nacida en Buenos Aires. Fotógrafa, licenciada en Comunicación Audiovisual (2010, ort) con base en Montevideo y en Punta del Este desde 1991. En sus años universitarios completó diversos cursos y talleres en ecu, Foto Club y CdF, en Montevideo. También asistió a los programas intensivos en Nueva York: Photography & Digital Video Summer Program (2011) en Parsons, Lens and Screen Arts Summer Residency (2012) en sva y al Certificado Anual Creative Practices Program (2020) en icp, donde obtuvo la beca Arnold Newman Scholarship.

Su experiencia en fotografía comercial tiene una gran influencia en su lenguaje visual, que investiga la representación de la identidad individual como ficción. Se interesa en el archivo familiar, en la experiencia femenina y su correlato en sistemas más grandes, como la familia, la medicina o la sociedad digital. Después de un pasaje por la fotografía de moda, actualmente desarrolla su práctica artística y académica. Es fotógrafa freelance Dirige el proyecto de arte, diseño y tecnología

Magma Futura. Es residente en el estudio Las Estrellas y es miembro de Women Photograph, del colectivo Herencia en Diálogo y del proyecto editorial, audiovisual y pódcast Arcanas, sobre magia y feminismos.

Santiago Goicochea (Argentina, 1986)

Estudió periodismo, codirige el proyecto @pr0testa, que combina la comunicación social y el diseño textil y se vincula con la docencia en @creadoresdeimagenes en La Plata. Trabaja con materialidades y con lo visual, usa la fotografía, la palabra, la serigrafía y le interesa el mundo de los símbolos y arquetipos.

Sergio Padilla (Uruguay, 1954)

Arquitecto de profesión. Durante muchos años trabajó en la administración municipal, principalmente en áreas relacionadas con la población socialmente excluida. Su trabajo también incluyó la rehabilitación de edificios históricos patrimoniales. Paralelamente, su pasión por la fotografía lo llevó a convertirse en un productor de imágenes, con un aprendizaje autodidacta. Colecciona imágenes propias, ajenas y diversos

objetos, siempre buscando contar historias visuales. Además de vivir en Uruguay, ha tenido la oportunidad de residir en México y de viajar por la mayoría de los países de América del Sur. Su obra fotográfica ha sido exhibida en varias exposiciones colectivas, incluyendo el Museo Zorrilla de San Martín, como parte del Laboratorio de Procesos de Creación (Procesual #2, 2019) y el festival muff (2020-2022). También ha realizado exposiciones individuales en espacios alternativos, como «Travesía, 1972-1986», que se centra en imágenes domésticas durante la dictadura en Uruguay y «Los otros», sobre personas en situación de calle. Ha participado en la creación de fotolibros colectivos y formó parte del colectivo fotográfico Develado entre 2017 y 2020. Desde el año 2020, ha estado generando y manteniendo exposiciones en línea en su sitio web (http://www.sergio-padilla-ubal.net/) y en Instagram (@s.padilla1917). Actualmente está explorando el mundo del documental en video.

Sofía López Mañán (Argentina, 1982)

Trabaja con la fotografía, pero a su currículum le suma su experiencia como dibujante, cineasta, investigadora. Es naturalista y micóloga por afición. Su trabajo se enfoca en temas medioambientales. Su último proyecto es una investigación sobre la naturaleza como creación cultural.

Solange Pastorino (Uruguay, 1960)

Licenciada en Arte por ienba-udelar. Diseñadora teatral, premio Florencio 1989. Gestora cultural, jurado y docente. Desde 2012 a la actualidad, es miembro del equipo editor de la revista Materia Sensible del Foto Club Uruguayo. De 2013 a 2021 fue curadora de la sala de exposiciones del Centro Cultural fucac. Realizó once exposiciones individuales. Participó en más de cincuenta muestras colectivas y festivales internacionales. El CdF publicó en 2021, dentro de la colección Fotografía Contemporánea Uruguaya, su reseña biográfica, edición de sus fotos y una entrevista. Crea y coordina el proyecto de Foto Club «De la selfie al autorretrato», ganador de Fondos Concursables del mec en 2015. En 2010 fue invitada a una residencia de trabajo fotográfico en Londrina, Brasil. Obtuvo varios premios y distinciones en artes plásticas, entre ellos, el premio 100 años de ute y en la x Bienal de Salto, 2013.

Stefanie Wolff (Argentina, 1982)

Artista visual y docente. Estudió Dirección de Fotografía en la Universidad del Cine. Trabajó en cine y televisión. Asistió a Marcos López durante dos años. Desde 2008, vive y trabaja en

Neuquén como fotógrafa freelance y brindando talleres de acompañamiento en procesos narrativos fotográficos, tanto de manera virtual como presencial. Desde que se conectó con la fotografía, en 2002, ha tomado cursos de iluminación, edición digital, reportaje, ensayo, retrato en estudio y seminarios de historia del arte en Argentina, Alemania y España. Ganó la beca Salto Luz (Fondo Nacional de las Artes); realizó una clínica de obra con Lena Szankay. Fue seleccionada para cuatro residencias de arte en México, Berlín y Argentina y por el festival muff, Caminos Conjuntos. En 2021 participó en la selección oficial del premio de publicación latinoamericano felifa con su obra Heimat; recibió la mención especial del público. Luego lo publicó con La Luminosa Editorial; presentó el libro en caba, Montevideo, Córdoba, Neuquén, Ecuador. Le interesa la imagen como un espacio de reflexión y búsqueda. Pone en tensión lo que aparece para comprender sus relaciones, operaciones y desplazamientos de sentido.

Stewart Choziño (Uruguay, 1977)

Se desempeña en el área de la salud desde hace más de veinticinco años. Casi por casualidad terminó en un taller de fotografía y nunca la dejó. Realizó el básico de fotografía y varios cursos más en el Foto Club Uruguayo y en otros lugares, tratando de entender todos los aspectos de la fotografía. Participó del muff, en la plataforma Barrios, con el grupo del barrio Peñarol. Luego, en su segunda versión, en la plataforma Caminos Conjuntos.

© 2024, de los/las autores/as

Centro de Fotografía de Montevideo cdf.montevideo.gub.uy cdf@imm.gub.uy

Intendencia de Montevideo, Uruguay.

Realización:

Intendencia de Montevideo

Centro de Fotografía / División Información y Comunicación

Primera edición: Setiembre 2024, 500 ejemplares.

Edición y selección fotográfica: Andrea Jösch

Fotografías: participantes de MUFF, Lucía Martí/CdF, Luis Alonso/CdF, Ricardo Antúnez/CdF

Tratamiento digital: Andrés Cribari/CdF

Diseño: Nadia Terkiel/CdF

Textos: Andrea Jösch, Luis Camnitzer, Luis Díaz/CdF, Activadores y participantes de MUFF

Corrección de textos: María Eugenia Martínez

Coordinación editorial: Noelia Echeto/CdF

Planificación: Luis Díaz/CdF

Impreso y Encuadernado en Gráfica Mosca SA

Montevideo - Uruguay

Depósito Legal 385.667 - Comisión del Papel

Edición Amparada al Decreto 218/96

MUFF 2020-2022

Caminos conjuntos / Intendencia de Montevideo, Centro de Fotografía; textos Andrea Jösch K., Valentina Montero, Gisela Volá, Maya Goded, Alexandre Sequeira; participantes de la plataforma Caminos Conjuntos. 1a ed. - Montevideo: CdF ediciones, 2024.192p. : fot. ; 22x16,5cm - (Volverse imagen / Intendencia de Montevideo, Centro de Fotografía; curaduría y edición Andrea Jösch K.; V3)

Volumen 3 del Catálogo de la segunda edición de MUFF: Volverse imagen. Festival de fotografíaMontevideo - Uruguay 2020 - 2022; organizado por el Centro de Fotografía de Montevideo.

Incluye textos e imágenes de los autores participantes de la plataforma.

ISBN 978-9915-9700-2-8

ISBN OBRA COMPLETA 978-9915-9536-9-4

1.FESTIVALES DE FOTOGRAFÍA - URUGUAY. 2.FOTOGRAFÍA CONTEMPORÁNEA - AMÉRICA LATINA. 3.CATÁLOGOS.

FESTIVAL DE FOTOGRAFÍA

MONTEVIDEO - URUGUAY

2020 - 2022

VOLVERSE IMAGEN

CAMINOS CONJUNTOS

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.