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Autonomía para aprender
En esta época en la cual el tiempo vuela y parece que todo juega contra reloj, es importante dotar a nuestros hijos e hijas con las herramientas necesarias para desenvolverse con independencia y afrontar los desafíos que se presentan en diferentes escenarios de sus vidas, ya sea en casa, el Colegio, la universidad o en los espacios de ocio.
¿Qué es la autonomía?
La autonomía se relaciona con la capacidad de tomar decisiones, de determinar nuestras propias metas y tomar acciones respecto al propio aprendizaje. Es una necesidad básica de los seres humanos porque desde pequeños queremos ser competentes y sentir que controlamos nuestras vidas.
Los niños, niñas y adolescentes se enfrentan a diferentes desafíos en todas las etapas de su desarrollo, en las cuales la autonomía que se construye se pone a prueba: en Maternal, al dejar el pañal y empezar a avisar su necesidad de ir al baño; al descender del tren infantil y portar su maleta sin ayuda; en Media Básica, al asistir al Campamento de Verano; en Secundaria, durante el intercambio en Alemania; cuando deciden el tema de su monografía, y por último, al finalizar su ciclo en el Colegio y definir una vocación.
Este proceso cobra una relevancia especial en el marco del modelo pedagógico de nuestro Colegio, donde el aprendizaje autónomo es un pilar fundamental. Los estudiantes necesitan desarrollar habilidades metacognitivas, pensamiento crítico, cultivar la motivación intrínseca y consolidar hábitos de estudio que les permita avanzar con confianza en sus procesos de aprendizaje.
¿Cómo apoyar el desarrollo de la autonomía?
A continuación, encontrarán unos consejos prácticos:
1. Crear hábitos y rutinas. Resulta crucial establecer una estructura en el día a día de los chicos, contribuyendo así a su organización mental. No se trata de caer en la monotonía (que en últimas genera aburrimiento, desinterés e incluso resistencia), sino que haya cierta predictibilidad y no estén con la incertidumbre de qué va a suceder cada día. Los niños y los adolescentes necesitan que los ayudemos a crear un equilibrio en las rutinas, que tengan un tiempo destinado al cuidado personal, al estudio y al descanso, así como para el tiempo libre, en el que puedan decidir actividades propias de sus intereses.
2. Construir una mentalidad de esfuerzo y crecimiento. La mentalidad fija, que considera estáticas las habilidades contrasta con la de crecimiento, que piensa las capacidades como algo que se puede desarrollar con esfuerzo. En casa, podemos fomentar la mentalidad del esfuerzo al reconocer y elogiar los resultados obtenidos mediante trabajo arduo. Resaltar que la disciplina y el esfuerzo son más valiosos que el talento innato contribuirá a la construcción de la autonomía.
3. Proveer un espacio adecuado para estudiar en casa. Es esencial disponer de un espacio dedicado exclusivamente al estudio en el hogar. Elementos a tener en cuenta para que este sea realmente un ambiente que permita el aprendizaje son:
• Espacio fijo. Debe ser un espacio fijo destinado para ese propósito. No se recomienda que el sitio de estudio quede en una zona común de la casa, como la sala de TV o el comedor.
• Cuidado de la ergonomía. En este sentido se debe revisar que el mobiliario sea cómodo y que la disposición de los elementos y materiales favorezca una correcta postura.
• Organización temporal. Contar con elementos que permitan una organización temporal de las actividades, como el horario de clases, los calendarios, los cronogramas, las líneas de tiempo, la programación de los exámenes, etc.
• Reducción de distractores visuales y auditivos. Lo que incluye regular el uso de los celulares durante las rutinas de estudio, contribuirá significativamente a la concentración. Existen algunas aplicaciones que pueden ayudar a mantener los tiempos de concentración, estableciendo franjas de horario y formas de alejarse de la tentación del uso del celular, como App Forest o Focus Booster.
Fomentar la autonomía de nuestros chicos no solo les brinda las herramientas para enfrentar los actuales desafíos, sino que además sienta las bases para un crecimiento personal continuo. En este viaje, padres, madres, cuidadores, docentes y el departamento de Orientación jugamos un papel fundamental, al guiar con afecto y proporcionar herramientas adecuadas.
La autonomía se aprende y perfecciona a lo largo de la vida”.
