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PROTEGIENDO SU HÁBITAT

Redactado por: Jessica Suarez y Elaine Ferrer. Estudiantes del programa. jessica.suarez4@unipamplona.edu.co elaine.ferrer@unipamplona.edu.co

Puntos De Vista

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Jessica Suarez y Elaine Ferrer: ¿Cómo surge la idea de crear talleres relacionados con la educación ambiental en el Páramo de Santurbán y Almorzadero?

Alberto Peña: Fue un proceso largo, porque todo empezó con la liberación de dos cóndores envenenados a los cuales se les puso un rastreador que confirmaba la presencia de esta especie en otras partes del departamento, lugares donde nunca se habían reportado como tal. Esto nos llevó a identificar los sitios donde las personas podían estar envenenando a los cóndores, el siguiente paso a trabajar, que fue el trabajo de mi tesis, fue identificar esa relación bastante afectiva hacia la especie, pero también el negativismo o rechazo que acarreaba una ola de desinformación frente a los cóndores.

Es así que llevamos a cabo encuestas a las personas de los páramos de Santurbán y Almorzardero y gracias a esto se estableció que el 83% de estas personas no llegan a terminar su proceso de básica primaria, identificando una situación problemática.

¿En qué año usted tomó la decisión de iniciar con este proyecto?

Especie en peligro de extinción en los páramos de Santurbán y Almorzadero. Foto Cortesía.

El cóndor es una especie característica de la fauna colombiana y del continente suramericano, pero se encuentra en peligro de extinción debido a diversas amenazas entre las que se encuentran la pérdida de su hábitat, el envenenamiento, la caza y la contaminación ambiental. En el departamento de Norte de Santander, al noreste de Colombia, existen importantes poblaciones de cóndores que necesitan ser protegidas y cuidadas para garantizar su supervivencia. Alberto Peña, Biólogo egresado de la Universidad de Pamplona, tomó la iniciativa de desarrollar un proyecto pedagógico para la protección de esta especie.

AP: Creería que todo empezó en el año 2017, cuando Francisco Ciri, presidente de la Fundación me invitó a uno de los proyectos que estaban haciendo con el cóndor y con las personas de la zona el Cerrito, una de las zonas con más conflictos con el cóndor, por diversos problemas con las ovejas, las cabras y la parte Ganadera, pero esto por irresponsabilidad de las personas y no tener hábitos de cuidado con sus animales.

El proyecto se enfocaba en estabular el ganado, es decir, que cada persona esté pendiente de ese ganado y resguardarlo en la noche, esto para que no sucedan tantos ataques de perros ferales, pumas o del cóndor.

¿De qué trataban esos talleres? ¿cómo los desarrollaban?

AP: Estos talleres tenían un enfoque más asociado a juegos o dinámicas para que los niños entendieran que la especie no es una especie dañina, se explicaba primero como era la especie; en un primer encuentro se hablaba con los niños acerca de ¿qué saben del cóndor?, muchos hablaban que era una especie peligrosa que atacaba a los ganados, y después nosotros nos enfocábamos en explicar cómo es la especie como tal, su naturaleza típica, hablábamos sobre cómo son ellos, que son carroñeros además de sociables. Todo esto iba siendo compilado para desarrollar luego talleres que eran dinámicas, como dibujos o poemas para los niños más grandes, y también teatro, al final se les explicaba que ellos serían “Guardianes de los cóndores”, esto consistía en, primero no botar basura a las fuentes hídricas, proteger el páramo y los bosques; todo esto asociado a que, si se protege el lugar, si se protege el páramo se está protegiendo el cóndor y ahí se involucraba a la comunidad.

¿Cómo se desarrolló el trabajo en conjunto con la Fundación Neotropical?

AP: La Fundación Neotropical ha sido ese ente de colaboración para el desplazamiento hacia los lugares y a su vez ayuda en el tema de la financiación, entonces la Fundación siempre ha estado trabajando de la mano con las comunidades y con el cóndor en los santanderes, puesto que es allí donde se están presentando o donde se ha visto la mayor concentración de cóndores actualmente en el país. Todo esto va de la mano de esos trabajos que ellos han realizado anteriormente con poblaciones de cóndor, con dinámicas como charlas y talleres.

Axel Pabón y Bladimir Becerra son también biólogos y prácticamente hemos llevado esa línea de la caracterización para trabajar con el cóndor y la caracterización de otras especies; esto nos involucra a trabajar de la mano y así generar esos talleres, es decir, no solamente dándole ese enfoque del cóndor andino sino también a otras especies que están en peligro en esta zona del país.

¿Cuál fue el principal reto al momento de ejecutar estos talleres con las comunidades?

AP: Principalmente no existió representación por parte de un ente gubernamental que nos ayudara, se trabajó de la mano con la fundación. Entonces esto podría representar una problemática ya que los entes gubernamentales no se están enfocando mucho en estos trabajos o en estas directrices de poder generar una línea de acompañamiento hacia las escuelas.

El otro reto es el desplazamiento, en algunas instituciones era complicado este tema, porque hablábamos con los niños y muchos a veces ni siquiera llegaban a esas escuelas porque vivían lejos; por esto logramos identificar que muchos de ellos terminarían desertando. Y obviamente la parte económica, se necesita dinero para el desplazamiento, para comer y demás gastos. Todo lo hemos hecho de la mano de Neotropical y Parex Resources, petrolera que ha destinado un fondo de regalías para trabajos con especies como esta. Entonces contamos con ese apoyo para hacer realidad estos talleres, además de nuestra la voluntad para ir a esos lugares hablar con los niños y con las personas.

¿Cuál es la proyección futura que tiene para esta iniciativa?

AP: Llegar a desarrollar una fase dos de lo que queremos trabajar con lo que hemos hecho hasta el momento, nos sentimos cortos ya que hemos llegado solo a ciertas escuelas. Es indispensable ir a lugares donde está el cóndor, lugares donde hay problemática con la especie. Encaminar el proyecto a otros departamentos, no solamente en Norte de Santander; si lo vemos desde el vecino departamento, Santander ha tenido diversos conflictos, y se ha podido evidenciar el envenenamiento y ataques contra la especie. Posiblemente también exista una fase tres, llegando a sitios donde la dinámica y poblaciones de los cóndores puede empezar a ser estudiada, y analizar la posibilidad de tener apoyo por parte de la Universidad de Pamplona, y si es posible del Ministerio de Educación.

Comprendemos que inicialmente se llevó a cabo un rastreo a la especie para ubicarla, ¿cómo se realiza el plan de rastreo de cóndores y qué factores son determinantes?

AP: Es complicado si no se tiene un individuo marcado, si no tienen telemetría es difícil saber dónde están y que recorrido hacen. Anteriormente, se colocaban unas placas en las alas, por lo menos en Estados unidos anillan las aves con el fin de saber a dónde van a llegar y esto va a relacionar a otra persona que este observando aves e identifique esa marca, digamos, en Estados Unidos fue anillado, pero encuentran la especie en Colombia.

Lo mismo ocurría con los cóndores, se le ponía una placa en las alas que cuando volaban se veía el número del individuo marcado. Se marcaban fácilmente porque estaban en síntomas de envenenamiento y al estar recuperados se les puso esa telemetría. En este caso, para marcarlos se capturan y al estar capturados se le ponen los radios. Entonces, ¿Qué suceden con esos radios? ayudan a saber dónde está el individuo, que hace, a donde se desplaza, en donde duerme y que lugares frecuentan.

Era una pareja de un macho juvenil y una hembra más adulta, la hembra tenía desplazamientos más largos mientras que el individuo menor estaba en una disposición más corta del área.

Usted nos comenta acerca de la ideología errónea que se tenía sobre la especie, ¿Cuál cree usted que fue la influencia de los medios de comunicación en torno a esta problemática?

AP: En el campo muchas personas tienen la facilidad de escuchar la radio. Entonces, es llegar a los medios y hablar de la verdad, de lo que pueda pasar o lo que está sucediendo, las personas confunden una depredación de un puma por un cóndor; el cóndor en algunos lugares trata de ser simplemente un carroñero alimentándose de los estragos que deja el puma, pero las personas al ver el cóndor consumiendo eso, creen que él mató al animal.

En este sentido, es tratar de mostrar la verdad, estar actualizando y que la gente se entere. Hace días estaba escuchando en una emisora una persona hablando sobre como el cóndor está matando los animales, esas cosas las escuchan personas que no están muy comprometidas con el tema del cóndor y lo que sucede en las zonas de páramo obviamente le van a creer. Acudir a los medios y que sean un aliado para hacer educación ambiental, de ahí parte todo.

La radio se presta más para llegar a las comunidades, ya que es la más cercana a las zonas de páramo, porque allá es difícil que llegue un periódico o a veces no hay internet para ver noticias virtuales.

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