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Artes Plásticas - Entrevista

Arte contemporáneo y realismo espontáneo, las armas cruciales de Kike Córdoba

Texto y fotos: José Miguel Córdoba Vanegas Estudiante del Programa Comunicación Social

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Pie de foto: El artista y su obra

Heiner Enrique Córdoba, más conocido en el mudo artístico como Kike Córdoba es un joven audaz, posicionado como uno de los artistas más innovadores del Caribe colombiano. A primera vista resaltan sus obras inspiradas en el arte moderno y el realismo espontáneo. El artista, nacido en Valledupar, y quien es licenciado en arte, folclor y cultura, le agrega a sus obras un toque jovial que lo caracteriza; en muchas ocasiones dejándose llevar de los colores vivos, pinceladas mágicas y vibraciones que generan las figuras, retratos y cuadros que desde hace 7 años ha venido exponiendo en la capital Cesarense. ¿Cómo se define Kike Córdoba?

KC: Como un artista plástico oriundo de Valledupar, hijo de artistas. Actualmente un representante del arte que se auto define como una persona muy altruista y que trabaja del arte, además de lo social. ¿Hay diferencias entre Heiner Córdoba y Kike Córdoba?

KC: No ¡en lo absoluto!, es la misma persona; solamente que considero que, en el gremio de los artistas, valga la redundancia, necesitamos tener un nombre artístico que de pronto nos haga más eco e influencia. ¿Qué busca reflejar en cada una de sus obras? KC: Yo siento que cada una de mis creaciones, de mis obras y de los resultados que estas traen, tratan de concientizar a la persona sobre la vida, el color, la alegría y los buenos momentos. •“Soy un artista innovador desde que era adolescente. Para mí, este oficio más que un gusto, es un estilo de vida, por eso lo hago con amor y pasión”.

¿Cuál es la característica diferencial que existen entre sus obras?

KC: Creo que lo más importante que hay en estas obras es el impacto visual que llevan consigo: la alegría, lo cultural, lo social. Siento que las personas de alguna u otra manera se permiten también percibir estos aspectos en cada una de ellas.

Respecto al proceso creativo, ¿Qué lo inspira? KC: Mi proceso creativo cambia a diario, a cada momento y en cada obra. Aunque son muy parecidas, cada una de ellas tiene un proceso diferente. Captar en cuanto a los retratos de las personas que hago, cada rasgo de una manera distinta me lleva a reinventarme cada vez más en mí actuar como artista y en mi proceso creativo como tal.

¿Cuál es su gran sueño como artista? KC: Yo creo que mi sueño lo estoy viviendo despierto actualmente. Aunque como ser humano siempre tenemos más y más metas y sueños por cumplir; me veo como un gran artista local, nacional y de talla mundial y quisiera tener pronto mi propia galería de arte. ¿Cómo definiría en tres palabras el arte actual? KC: Desgraciadamente consumista, impactante y social. ¿Cómo definiría en tres palabras el arte actual? KC: Mi proceso creativo cambia a diario, a cada momento y en cada obra. Aunque son muy parecidas, cada una de ellas tiene un proceso diferente. Captar en cuanto a los retratos de las personas que hago, cada rasgo de una manera distinta me lleva a reinventarme cada vez más en mí actuar como artista y en mi proceso creativo como tal. Ha adelantado labores sociales, coméntenos sobre algunas de ellas KC: Soy y me consideran una persona altruista; esto de la mano que me gusta que cada proyecto que hago tenga que ver con el sentido social, con llevar este tipo de cosas que son muy ajenas a los menos favorecidos. Estos proyectos se han desarrollado de la mano de Ong’s (organizaciones no gubernamentales), de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que ven el arte como herramienta para crear lazos de desarrollo en lugares que fueron golpeados por la violencia y que ahora están en postconflicto. ¿Cree que estos proyectos han generado impacto? KC: El impacto fue gigante y positivo: llegamos a comunidades que ni siquiera veían el arte como lo que es y ni siquiera lo practicaban. Ver que a través de la expresión artística tienes herramientas para sanar, para ser resilientes, ser fuertes y para tener esperanzas creo que es lo más impactante y fue lo que pudimos encontrar en visitas rurales, entradas a campos que hicimos anteriormente con estas organizaciones.

¿Piensa que el arte es una buena herramienta para afrontar cambios y mitigar problemas sociales?

KC: Sin lugar a duda, un ejemplo claro lo vemos en todos los países que son golpeados por guerras o algún flagelo de conflicto, un ejemplo claro aquí en Colombia es en Medellín, sus comunas se jactan de mostrar un museo al aire libre el cual cuenta un presente muy promisorio y no un pasado que fue oscuro para ellos, en ese orden de ideas, ¡sí! El arte es una herramienta valiosa que bien usada puede lograr cambios en personas, comunidades, países y ciudades.

En medio de esta pandemia, ¿Cómo logra mantenerse cercano a quienes siguen su talento, sus obras?

KC: Siento que el acercamiento se da por el arte. Fue un momento en el que todos nos detuvimos y comenzamos a ver lo simple, logramos ser más sensitivos y eso es en lo que trabajo; el significado artístico es una simpleza que toca todos sus sentimientos. Fue la manera casi que natural en que mucha gente comenzó a ver, a consumir, a ver más arte y creo que fue natural y sensorialmente. Las personas lo captaron, lo vivieron y en medio de todo fue un momento genial en cuanto a lo que hago porque tuve superávit (incremento) de obras.

¿Alguna vez le ha tocado lidiar con el fracaso?

KC: Sí. Es de humanos fracasar, errar y nunca estamos exentos de eso, soy una persona muy tranquila, veo estos momentos como una oportunidad para crecer, para aprender y para no cometerlos nuevamente. Han sido muchos, no constantes, porque uno comienza a trabajar en no tener errores y no fracasar tan a menudo, pero esto hace de una o de otra manera a una persona exitosa, fuerte, que busca sus sueños y que no se detiene por ello. Si tuviera la oportunidad de hacer una fusión entre su arte pop y otro movimiento artístico del siglo presente, ¿con cuál lo haría?

KC: Creo que con escultura y con moda. Ellas van de la mano con el arte y actualmente son las fusiones que se hacen y tengo la fe que seguirán obteniendo fuerza cada día más. Es la manera de representar, de usar, de llevar arte no solamente en nuestros hogares sino también mostrar de alguna manera cómo lo sentimos, cómo lo vivimos, usamos y transmitimos tan fácilmente en las culturas que están en la calle, en los lugares que visitamos y en las prendas de ropa que usamos. ¿Qué plasmaría en esa obra?, ¿cuál sería su mensaje?

KC: la alegría, las ganas de vivir, el respeto a la vida y sin duda el color. ¿Cree que la tecnología y el arte digital están dejando atrás todo el camino que ha ido formando el arte? KC: ¡No, creo que no! A veces la persona piensa que los artistas estamos dejándonos oprimir por esto, pero yo siento que es una nueva generación de artistas. El arte ha evolucionado en cada una de las etapas de la vida, es la que está aquí, que estamos viviendo y tenemos que recibirla con la mejor actitud porque con ella se abren nuevos panoramas, ideas, procesos, productos, de los que se pueden tener muy buenos resultados. ¿Cuál ha sido la lección más importante que le ha enseñado su trabajo?

KC: Mi trabajo me ha dado muchas cosas buenas, he conocido varios lugares geniales. El mejor y más grande aprendizaje es no creerme el éxito, ser una persona con los pies en la tierra, que sigue luchando, que teniendo lo que tiene y conociéndose como se conoce, su mejor lección es que se debe ser aplomado, coherente, lo más sencillo posible y altruista con mis sueños y con los demás.

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