Reincidente 119

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Año VII, Número 119, 1ra. quincena de abril de 2016

LO QUE NO NOS DICEN Octavio Spíndola Zago ESPACIOS Y LUGARES Óscar O. Chávez Rodríguez LA MÚSICA EN LA ESPAÑA DE LOS OCHENTA José Luis Gallegos Vargas SIETE, EL NÚMERO MÁGICO Jorge A. Rodríguez y Morgado ASIMILACIÓN Y DISEMINACIÓN DE LOS TRÁILERS Jesús Iglesias Castelán CUADRATURAS Claudia Caicedo Vilariño POLICULT UNO Jorge Meléndez Preciado DESDE LA FACULTAD Mariano Torres Bautista DE PLANTAS Y ANIMALES Cecilia Vázquez Ahumada REINCIGRAMA Fernando Contreras AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín FRANTASÍAS José Fragoso Cervón ARITMOMANÍA Gabriela Breña DESPUÉS DE LAS REFORMAS ESTRUCTURALES

Octavio Spíndola Zago*

“¡Mancharon mi honor, y me hicieron un daño irreparable! [...] Ahorita sigue echarme unos tacos de barbacoa. Se reprogramó mi tesis doctoral y después veré lo político. Por el momento aspiramos a terminar el doctorado, muy tranquilo. Les acabo de leer un documento en el que dejo en claro que soy inocente.” Tajantes palabras fueron pronunciadas en un ambiente abarrotado por periodistas y una débil línea policíaca que salvaguardaba a la estrella del momento, un Humberto Moreira Valdés ecuánime, prácticamente en actitud de diva saliendo del estudio de grabación, encantado por los reflectores y dibujando en el rostro una sonrisa que solo revela una cosa: el acostumbrado ¡ya chingué!

S

lavoj Zizek, en su libro Acontecimiento, advierte de los avances aterradores de la realidad posmoderna. Vivimos en una sociedad de espectáculo, donde la experiencia cotidiana se realiza en nuestros entornos urbanos a través de la sobresaturación de contenidos audiovisuales. La política, como acceso al poder real, ha perdido su capacidad dialéctica y se ha vuelto insustancial en tanto producción simbólica agotada en el simulacro. Ya Vargas Llosa había calificado al sistema político mexicano, en 1990, como una “dictadura perfecta”, lo que Octavio Paz sancionó y enmendó como “Sistema de Partido Hegemónico”; el moderador del panel, Enrique Krauze, propuso entonces intermediar con el término de “dictablanda”, proveniente del periodo inmediato posterior a la dictadura de Primo de Rivera, en la España de 1923 a 1930. Llámese como se quiera, lo cierto es que durante este sexenio el país, en palabras de Damián Alcázar, empeoró más que el México retratado en La Ley de Herodes. Hoy nuestro “cuerno de la abundancia” (como lo apodaron los geógrafos en la segunda mitad del siglo XIX), ha logrado ser la dictadura perfecta, esa captada por Luis Estrada. La ficción contiene y rebasa a la realidad, en este insufrible largometraje donde el presidente es solo un personaje más dentro de la oscura trama de poder que domina al país y se alimenta de la incapacidad de movilización de la ciudadanía, así como de la cooptación de la juventud (vía el showmedia) y el enajenamiento de los obreros a manos de la cúpula empresarial-sindical. El de Moreira, ex gobernador de Coahuila en el periodo 2005-2011 y presidente del PRI (2011), es un episodio más de la trágica telenovela de muy mala producción pero con estupendos efectos especiales, que llamamos Estados Unidos Mexicanos. Ya no hay necesidad de ser estadista, las bodas con actrices de Televisa se han vuelto una plataforma política más redituable. El contubernio tóxico entre los actores políticos y las empresas de telecomunicaciones y espectáculos está echando raíces muy profundas y pudriendo vorazmente el paisaje. Al anochecer del 15 de enero de 2016, la policía madrileña puso en marcha la orden de aprehensión, sin derecho a fianza, contra Moreira que el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional, había dictado, acusándolo de formar parte de una red criminal vinculada con los hermanos Raúl y Rolando González Treviño, considerados como “blanqueadores” de dinero para cárteles de la droga (fundamentalmente Los Zetas). Humberto se encontraba en el país ibérico desde 2013, debido al asesinato de su hijo por un comando del narcotráfico y decidió empezar estudios de posgrado en Barcelona. No obstante, la investiga* Reincidente no incluye sección de Sociales

ción finalmente lo alcanzó cuando se vinculó con una solicitud de Estados Unidos para integrar su caso a las indagatorias sobre lavado de dinero en Coahuila. Sin embargo, a pesar de la envergadura de las imputaciones y las recomendaciones del juez de guardia José de la Mata, respecto a la necesidad de mantenerlo en prisión, la tarde del día 22 de enero Humberto fue liberado pero sin permiso para salir del país, lo que hizo la mañana del 2 de febrero, incluso sorprendiendo a su propio abogado. ¿Cómo es posible que el poder judicial español, ese gigante que ha logrado sentar en el banquillo de los acusados a la mismísima infanta Cristina de Borbón, acusada de cooperar en los delitos financieros contra la Hacienda Pública de su esposo, Iñaki Urdagarin, deje en libertad, sin más, a Moreira? El gobierno de México echó a andar toda la “maquinaria legal y diplomática” de su embajada para lograr la excarcelación de Moreira, poniendo a disposición del priísta (que ha dado a conocer sus intenciones de regresar a la vida política activa) una asistencia consular nunca antes vista, incluyendo diálogos directos entre la procuradora Arely Gómez y su homóloga española, Consuelo Madrigal, escribe José María Irujo en el diario El País. Dicen que en política forma es fondo y, el hecho de que uno de los periódicos más allegados al gobierno de un país con el cual México sostiene una alianza bilateral de primer orden, quizá solo rebasada por Washington, revele información confidencial de este calibre, que además circula en tiempo real por todo el mundo, poniendo en entredicho la ética de la administración de Los Pinos, nos puede dar a entender que en Madrid hubo prácticas y tratos que no fueron de su agrado, visibiliza eso de que los de acá están buscando esconder, que algo no nos están diciendo... En México, a pesar del sistema nacional anticorrupción de Peña y sus anhelos de frenar esa patología endémica, no hay investigación abierta por la PGR en contra de Moreira, aun cuando es señalado como responsable de que la deuda del estado que gobernó haya crecido de 323 millones de pesos en 2005 a 36 mil 675.8 millones de pesos en 2011, de acuerdo con datos de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público. Incluso han descartado el hecho de que el ex-titular del Sistema de Administración Tributaria de Coahuila, Héctor Javier Villareal Hernández, fuera detenido el 29 de octubre de 2011 por haber participado en la contratación “de manera irregular” de créditos con los bancos Santander y del Bajío utilizando para ello documentación falsa. ¿Dónde se fue todo ese dinero? Algo no nos están diciendo... La pensión de 37 mil pesos vitalicios que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación otor-

ga a Moreira, quien fue profesor frente a grupo solo durante tres años, es una burla obscena para el magisterio de a pie. La excusa de Jesús Núñez, director de Pensiones de Coahuila, es que Moreira estuvo 27 años comisionado sin goce de sueldo... Sin embargo, esos profesores que tienen que salir antes del alba para pedir aventones hasta los pueblos en los que se les asignó una plaza, aún cuando sean condecorados con la Medalla Maestro Altamirano por 50 años de servicio, jamás podrán aspirar a tan buena tajada. Más allá de que esto demuestre la complicidad todavía vigente entre la SEP y el SNTE, da la sensación de que Aurelio Nuño, mano derecha de Peña, sabe algo... Sin embargo, al amparo de la Fiscalía Anticorrupción española, el 19 de marzo, el caso dio un giro inesperado. Con la protección de la jurisdicción del juez José de la Mata y de los fiscales Juan José Rosa y José Grinda, la policía ibérica detuvo y cateó el domicilio en Madrid del empresario coahuilense Juan Manuel “El Mono” Muñoz Luévano, propietario de una red de gasolineras en su estado natal y amigo de Moreira. Su nombre salió a la luz debido a las pesquisas abiertas en Texas contra Rolando González Treviño, presunto exsocio de Moreira en sus actividades ilícitas. Si la tesis de la fiscalía procede con pruebas fehacientes, habrá medios fidedignos para llamar a cuentas a Moreira y entonces no tendrá quien lo proteja... ¿o sí? Para conectar los puntos debemos remontarnos a 2011. El entonces presidente del PRI decidió hacer el destape de su candidato a la Presidencia y puso todos los huevos en la canasta del gobernador del Estado de México e hijo predilecto del Cartel de Atlacomulco. Pero se dice que no es sólida la hipótesis de que Peña Nieto esté atrapado en un pacto de honor con Moreira por hacerle el destape. Basta comparar el caso con Emilio Chuayffet, ex-gobernador del estado de México. Chuayffet jugó una de las cartas más pesadas de las reformas estructurales del proyecto para Mover a México, la reforma educativa. Una vez conseguidos los fines inmediatos de desmovilización de la CNTE y haberse convertido en carga muerta por su trabajo sucio, Chuayffet Chemor fue sustituido sin más. Pero con Moreira no está pasando lo mismo. ¿Será que él fue uno de los padrinos de fondos más importantes de la campaña de Peña, con recursos que no solo provienen del erario sino del crimen organizado? Debe haber algo más. ¿Qué puede saber Moreira que obliga a Peña a jugar el “si me hundo yo, nos hundimos todos”?, ¿Caerá aún más bajo la clase política reinante? * El autor es estudiante de la Licenciatura en Historia en la FF y L de la BUAP.


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