Reincidente 73

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DIARIO DEL ESCLAVO Bonfilio Aguilar Jiménez

Año V,

Número

73, 1ra.

na de marzo

quince

de 2014

DEL ESCLAVO Jiménez DIARIO Aguilar Bonfilio EDAD E PRECARI DOCENT ICO Y Feria ACADÉM CARRERA Herrera DE LA de Lourdes LA TRABAJO PAZ Y María OCTAVIOLA POESÍA DE Rodríguez ESENCIA Rodríguez Ángel VERDES Miguel Breña LOS BONOS Condés D Enrique LA FACULTA DESDE Torres Bautista Mariano ENGAÑO Lara Condés Enrique (poblano) ARIO DICCION DEL DIABLO Mendoza Sotelo Humberto RAMA REINCIG Contreras Fernando S CUENTO PUROS Paco Rubín AQUÍ, ÍAS FRANTAS Cervón José Fragoso MANÍA ARITMO Breña Gabriela S (IV) ILUSTRE BEBIDAS

TRABAJO ACADÉMICO Y PRECARIEDAD DE LA CARRERA DOCENTE María de Lourdes Herrera Feria

Año V, Número 73, 1ra. quincena de marzo de 2014 que fui desde an Tal vez Jímenez* me habí Aguilar empezó? el Capital me Bonfilio cuándo do y en la que e en ¿Desde el Esta condición avitud. los dioses, rezándom o”. a la mi escl es, rand jeron ndome, to duró que mis padr po me redu estaba dicié me está espe tiem eza cuán pre nes a vida paso del con certlas obligacio que siem verdader No sé con el cuenta de r la te de di cuales n luga conscien ado, las e que me “en algú nueva , ¿qué do? vez desd un mantra: encomend ahora? tal o; de ¿qué hagopara seguir vivien iencuentr a la manera ria bles?, sino se ha cumpl y misera fichas es necesa en esos secreto, peregrinaje,

a dinos nación de ado su golpe, pensardejado de en nogad combi ha termin regresará el han hiesclavos ar un chile o hubo, La violencia para sus ía. Los ente. Nadie é a compr pesos; inclus tica, s aceda tuta una tonter de lenteja final la dialéc ios. Llegu s de veinte de una prosti En do cabalm sopa el ismo, os es ya s. o servic dinero s, en tres abono ista, la rifa a los pobre dos términ y calientan una aguante hasta al o del organ ndo oficin instala do. Triunf y paga puntu cantar vejez que en los maresn en abono ground pobres medra estábamosser obrerito/ jos. No hay de seguir pensana y consume el under Los no abrevadesesperació dudas, hastío - en todo y hotel. y pala Dejé de pleadito la obligación piensa y compr no había que mi de urdim cantan hombre la onfieso s). s que desasosiegos es un lujo con momento ya ya no tan feliz. obrerito/em también la usura. de ser un sin reservas ese itud r los volvermea decir mis amigo una que nade dejar oa atormentado en mí no envejecer. , ni en una esclavchantilly para dando ex- su plásticde las ventajas es poder aceptada la mía. Ya aron se iba de Sísifo iana. El tedio cruda de teñidas en menempez se inclui adito ismo Una esto, me más dos, ción a emple organ la pereza celan están a todo educa adapta bre pesson la maner éa tenía- sar a ser un otla (como ahora idiotas ado y engañarme; Caxtiy conforme pasabcapacidad de que ya no se años alcanc tivo, sino s que tengo tía ez de los ncerme o dos han triunf la Pero insipid el dinero organismo eso consis conve autodestrucñas alegría ra idiota. Hacecesaba de perses en mí: no ados. Un Saber que ratas y que en Mundial por die necesita o de los taima por las metamorfosi ción comola cordu o. que cal avanz Las peque de a adapta dejar mund atroz más las de cierta pron- pandió al máxima otros buróc ba el Banco una afrent de vive esa tal y el a sus pupilos siempre del desempleo rata; fueron ecía tal, pero siente y pal beneficio dura de lo otorga , dejó de ser Estaba en e especie mos enriqu a mucho y ya no a ellos librarm al hacerme burócado gubernamen a una nuevasocial de el premio que sus indicaciones información.sino conmi- adapta a todo o. Pero el princila esquizofreniofrenia light, de guirme Me hice emple pertenecía Y tipo o, simple desafí esquiz ras en mund a efecto nuevo n noria. a una practicadoy lucha o es el abandono de arena. cuenta de que cuajarse, un aba a las prime en llevar a convertirse no ya con el geo mente se vuelve y el paso di aban esclavitud conciencia, as se obvian y que terminan to me no acababa de gaño férrea a tenían trabaj de guerra Me integrs que trabaj istra- y pasó a todo. todaví cuando llegara social y la una suerteo. Pasé del autoen las miseri de los díasd que soport admin brerito que aún que organismo. o, es el los ble todas vejez. ados/o esta- go mism ualida y está de regres re do de misera hora de la La donde en el tiovivo trabajador, de emple o hacíamos reportigaciones o dolori una pensión de espirit or, la ciones áticas, r invest cinism esclavo. tan se obvian especie pronto es sabio el mundo siemplera genera ero perded la vida del a. Lo mism s a planea ábamos matem das, al las do una como de n aspira suyo ísica de abuuna oficin ayudábamo estudi bodegas inmun. Era podía de ser un verdadl precarizó planta. Yo y los lle- neran mundo aquí que de os metaf cajas, nos la s que endim de Todo itas ahínco a la la hora ulación liberainstalada de tivos quecargábamos papel en o ma- ya todos compro. Es el inicioios y las incógn siempre , los zapato das de científico ido La desregya estaba ahí, brerita donde dísticas, a y pasad y s tonela trabajar con os que había za la casa/o platos mañan sido injust los misterrnos a mundos la luz del atarpero era ordenábamo bamos os. os todo, despensa de lavar nuestros a beber ha de esclav o ni poco, pleado pobre ya todos os asoma más s, sa simulá hijo nosotr la y debíam chuga much con intere de un o bien to/em con- yo en os para menos puestos, o que rren. No querem dos, nos que acabará común miedo no eranto un obreri media y se vábamos agua que usábamzamos a comer a de tiemp la vida . El mome s sido apaleair el cáncer mujeres de clase feras vialrededor ñana, el cuerpos. Emper en una bomb así, nada explo- hemo UniversidadEra en ese que mira su empleo. sus soporí rata con fue que preven algunas pero os able. no istran sin feliz pensa o decer nuestr miedo a como manej el esclav un buróc del ría. Pero os otros con el poco a A la maner alcohólicas, admin hegeTodo hacía vuelto los trabajos chantilly,ver a otros, muchre comenzó esclavo de la más. o temprano estalla se Me he años, que Solo el ahorradode no ser un lumde doce a, es decir sór- vez volver ualizándolas. suela al itud siemp muerte. me he puede salirlly me tarde o cambio. ahora, después cansaxtiyotl espirit volviendo La esclavterminó con la ísicos”, cuidad tó, solo ar la vida, chanti decir me he he logrado; estoy osísiobrerito/Ca me estoy sto, co- das es metaf re a arriesg mi condición miserias de Puedo o de ser “deber a poco también supue si lo no siempque se atreve son poder y el y ende esos, voy dejand vida, y poco social por de adaptación espíritu, pero bien a bien olencias enemigos la especie liano, el saber Yo no era las benev más acendradamem- poco mendigo de tido. Mishan sacado de an y me han organismo capacidad de ser hom- pen, sin Un comba dido mi esclavitud. rme a todas a sentirme a crecer; y éste me pondí que habla ismo. algo dejaré haber que ó ncé en turno un organ a que pronto pronto siempre ser do sin poderosos hacía adapta te me corres ilidad, dueños lados tan racia. Come miedo empez s. Puesto de la o tiene Un plasm la buroc o cuando ese más cuando los. El desprecio pre- razone toda su versat un esclav re ya no podré y la mos, que unívocamen plasma. “Felices y humilpobres de un a todo ser homb o! los y se miedo género de alcanzará más y salario nivel pese te esclav del trabaj e el al aud, de hisbilioso que tica es como pero inflars laron deje ió Rimb final de mi instalado travesía stica. ¡Buen pezó a o nos conge a la burocracia sintió mucho, za bre. Y re, cuando eludido la dialéc el toda esta de mi cuer- y hace estadí apaleados” escrib se Este es re fui un cobardel Estadsociedad civil de la pobre i- de homb o. Habré do hasta que pio no que fue lugar iglesia. perros a Al princi la devastación é vivien yo recurr és jamás esclav en algún el lunes pasado esta como cantan en la o porque siemp tuve nada de la llamad ero. seguir como , nunca y o cáncer d un los años, Yo y los y despu cuand muerte porque espiritualida ajena; ejemplo, sido abatid la oficina tende justici corrieron serlo, cuento me instaleto todo. Por se acabó en de doscien- toria, no he corrompido es la vida. Miedo y usura, es. La cuando a pudrirme ad me ni quería aguan el agua que ó mos, cerca rebosantes de; no he sido de los rufiano, en realid más vida desa la usura. era héroe libre y no te- po. Ahora o empez No vez más . Ahí estábaa unos baños su trabajo. poner en la mesaque he llegad bla y busca que llegue la que ser como cuand cuando a mos cada y más usura. mal a la desdo a crecer otros otra fue la de los bañosados junto ya no tener miedo hecho no nos ofen- que hablo, ya no se ncia. Solo esperaahora que ria encerr vez más miedo y prefería mas empezaron y después n había ya venir dos, memo miseria tos burócratas vez alguie la situación llegara el agua un organismo tenía miedo de la concielos años por cer sin más poOtra és otros y encarnó en Los proble de a. que o. me pudo. a dolor enveje lica despu el s que serán y mierd mos al de ner trabajdos años, cia simbó día espera las arregló como baños, de ¿Cómo re? ¿Cómo será de los pobre hizo crisis o, el club arse. Ese muerte. se pantan zó a cuarte dinero La violen en los el pan pasaron homb falta de a se volvió un como día ni humillaba. cada quien había agua cooperamos soy más un ácimo como comen e tres; la llegó, a nza, padel paro y enrareció todo; FFyL desierto? tampoco Simplement La oficin do nunca . o oficin amos espera del de la s y que fía la cola moral cuand el caos. o huyen ansiedad ón; termin miseria beber en su trabalos pobre su do la de otro día, io de Filoso había inscrit mal agua para o Al n frenesí desató onar la situaciese día. Esta quienes bres, desbordó del Coleg vez hacien banco a ningú La gente en que no hubo había hechoagua ahí mism egresado para soluci deposición la última uenses, para traconocido de * Al autor, , se le vio afueras de un é uno por entre todos pesos por os hidalg pala aquel díaempleado/obreritoar vasos os se cuatro de los miner el pico y la yo compr llamada a las la BUAP compr -algún os que Recuerdo que intentos de as rea- gando sinos/miner Uno de pensionados . ó la rentaban los para me record es ingleses que esos campe poder ver. jo-, y tuvimla oficina. Angelópolis cuando de como llamad a mi jefa sus patron s de la vela sombrero para esto?, ni ¿cuán- nuestra dentro pesos; o como cobrados dije a al ademá eran nto le a desme pasó universos anosolo 1.50 ahí dentro en ese mome o a nuestr nicas bajar, an con parafin ¿por qué estos telefónicarecuerdo que se había sumad as telefó a pegab se preguntaba qué existen llamad ni ¿por lizadas, carcelaria , hasta las cuando la oficin . ya no ará?, lógica do termin que la todo tenía precio ; también deaba ahí dentro ban precio ventura, hubo tenían mundo merca es; se presta que no super y todo discos, perfum se volvió n chocolates, s Se vendía n de Sociale e secció no incluy idente * Reinc

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OCTAVIO PAZ Y LA ESENCIA DE LA POESÍA Miguel Ángel Rodríguez Rodríguez LOS BONOS VERDES Enrique Condés Breña

DESDE LA FACULTAD Mariano Torres Bautista

ENGAÑO Enrique Condés Lara

DICCIONARIO (poblano) DEL DIABLO Humberto Sotelo Mendoza

REINCIGRAMA Fernando Contreras

AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín FRANTASÍAS José Fragoso Cervón ARITMOMANÍA Gabriela Breña

BEBIDAS ILUSTRES (IV)

Bonfilio Aguilar Jímenez*

No sé con certeza cuánto duró mi esclavitud. ¿Desde cuándo empezó? Tal vez desde que fui consciente de las obligaciones que mis padres, los dioses, el Estado y el Capital me habían encomendado, las cuales con el paso del tiempo me redujeron a la condición en la que me encuentro; tal vez desde que me di cuenta de que siempre estaba diciéndome, rezándome en secreto, a la manera de un mantra: “en algún lugar la verdadera vida me está esperando”.

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onfieso que mi hastío no abreva en los mares atormentados que cantan la desesperación de Sísifo, ni en los desasosiegos de urdimbre pessoniana. El tedio en mí no es un lujo autodestructivo, sino la manera más cruda de envejecer. Las pequeñas alegrías que tengo ahora están teñidas siempre de cierta cordura idiota. Hace años alcancé a librarme del desempleo atroz que no cesaba de perseguirme al hacerme burócrata; fueron las de cal por las de arena. Me hice empleado gubernamental, pero pronto me di cuenta de que pertenecía a una nueva especie que aún no acababa de cuajarse, un nuevo tipo social de trabajador, el organismo. Me integraba a las primeras generaciones de empleados/obreritos que trabajaban en una oficina. Lo mismo hacíamos reportes administrativos que ayudábamos a planear investigaciones estadísticas, cargábamos cajas, estudiábamos matemáticas, ordenábamos toneladas de papel en bodegas inmundas, o bien simulábamos trabajar con científico ahínco. Era la vida común de un hijo de esclavos que había ido a la Universidad. El miedo no era mucho ni poco, pero era manejable. Era en ese momento un obrerito/empleado chantilly, el esclavo feliz que mira su alrededor y se consuela al ver a otros, muchos otros sin empleo. La esclavitud siempre comenzó con el miedo pero no siempre terminó con la muerte. Solo el esclavo hegeliano, el que se atreve a arriesgar la vida, puede salir de la esclavitud. Yo no era de esos, mi condición chantilly me hacía adaptarme a todas las benevolencias y miserias de la burocracia. Comencé a sentirme más acendradamente esclavo cuando ese miedo empezó a crecer; y éste empezó a inflarse más y más cuando los dueños en turno del Estado nos congelaron el salario. El desprecio de la llamada sociedad civil a la burocracia es bilioso y se pretende justiciero. Al principio no se sintió mucho, pero cuando corrieron los años, la devastación de la pobreza empezó a pudrirme la vida. Yo y los como yo recurrimos cada vez más a la usura. Miedo y usura, y después más miedo y más usura. No era héroe ni quería serlo, tenía miedo y prefería tener miedo que ser libre y no tener trabajo. Los problemas empezaron a crecer cuando pasaron dos años, y después otros dos, y después otros tres; la falta de dinero hizo crisis y encarnó en miseria moral. La oficina se volvió un pantano, el club al que me había inscrito huyendo del paro comenzó a cuartearse. La gente desbordó su ansiedad y enrareció todo; como aquel día en que no hubo agua para beber en la oficina -algún empleado/obrerito había hecho mal su trabajo-, y tuvimos que comprar vasos de agua ahí mismo dentro de la oficina. Recuerdo que yo compré uno por solo 1.50 pesos; o como cuando los intentos de llamada telefónica ahí dentro eran cobrados como llamadas realizadas, recuerdo que en ese momento le dije a mi jefa que la lógica carcelaria se había sumado a nuestra desventura, todo tenía precio, hasta las llamadas telefónicas que no hubo tenían precio; también cuando la oficina se volvió super y todo mundo mercadeaba ahí dentro. Se vendían chocolates, discos, perfumes; se prestaban * Reincidente no incluye sección de Sociales

dinero o servicios. Llegué a comprar un chile en nogada en abonos, en tres abonos de veinte pesos; incluso hubo, en el underground oficinista, la rifa de una prostituta con todo y hotel. Los pobres medrando a los pobres. En ese momento ya no había dudas, estábamos instalados en una esclavitud ya no tan feliz. Dejé de ser obrerito/ empleadito chantilly para volverme obrerito/empleadito Caxtiyotla (como me empezaron a decir mis amigos). Pero conforme pasaba todo esto, se iba dando una metamorfosis en mí: la capacidad de adaptación se expandió al máximo. Saber que el dinero que ya no teníamos enriquecía a otros burócratas y que en eso consistía el premio que a ellos otorgaba el Banco Mundial por llevar a efecto sus indicaciones, dejó de ser una afrenta y pasó a convertirse en simple información. Estaba en una suerte de guerra no ya con el mundo, sino conmigo mismo. Pasé del autoengaño férreamente practicado al cinismo dolorido de los que todavía tenían trabajo y podían aspirar a una pensión miserable cuando llegara la hora de ser un verdadero perdedor, la hora de la vejez. La desregulación liberal precarizó la vida del esclavo. La pobreza ya estaba ahí, instalada de planta. Yo y los como yo debíamos todo, la casa/obrerita, los zapatos que llevábamos puestos, la despensa de mañana y pasado mañana, el agua que usábamos para lavar nuestros platos y nuestros cuerpos. Empezamos a comer menos y a beber más. Todo hacía pensar en una bomba de tiempo que tarde o temprano estallaría. Pero no fue así, nada explotó, solo cambio. Puedo decir ahora, después de doce años, que poco a poco voy dejando de ser obrerito/Caxtiyotla, es decir sórdido mendigo de vida, y poco a poco me estoy volviendo un organismo. Un organismo social por supuesto, corazones. Puesto que pronto mi capacidad de adaptación alcanzará toda su versatilidad, pronto dejaré de ser hombre. Y como pese a todo un esclavo tiene siempre algo de hombre, cuando deje de ser hombre ya no podré ser jamás esclavo. Habré eludido la dialéctica del miedo y la muerte y seguiré viviendo hasta que toda esta travesía que cuento me instale un cáncer en algún lugar de mi cuerpo. Ahora aguanto todo. Por ejemplo, el lunes pasado fue otra como cuando el agua que se acabó en la oficina, esta vez fue la de los baños. Ahí estábamos, cerca de doscientos burócratas encerrados junto a unos baños rebosantes de mierda. Otra vez alguien había hecho mal su trabajo. La violencia simbólica de la situación ya no nos ofendía ni humillaba. Ese día esperamos a que llegara el agua que nunca llegó, cada quien se las arregló como pudo. Al otro día, cuando tampoco había agua en los baños, ningún frenesí desató el caos. Simplemente cooperamos entre todos para solucionar la situación; terminamos pagando cuatro pesos por deposición ese día. Esta miseria me recordó la de los mineros hidalguenses, a quienes sus patrones ingleses rentaban el pico y la pala para trabajar, además de la vela que esos campesinos/mineros se pegaban con parafina al sombrero para poder ver. Uno ya no se preguntaba ¿por qué me pasó esto?, ni ¿cuándo terminará?, ni ¿por qué existen estos universos ano-

dinos y miserables?, sino ¿qué hago ahora?, ¿qué nueva combinación de fichas es necesaria para seguir viviendo? La violencia ha terminado su peregrinaje, se ha cumplido cabalmente. Nadie regresará el golpe, pensar en esos términos es ya una tontería. Los esclavos han dejado de cantar y calientan una sopa de lentejas aceda para sus hijos. No hay vejez que aguante hasta el final la dialéctica, la obligación de seguir pensando. Triunfo del organismo, que también piensa y compra y consume y paga puntual su plástico a la usura. Una de las ventajas de dejar de ser un hombre y pasar a ser un organismo es poder aceptar sin reservas la insipidez de los idiotas educados, incluida la mía. Ya nadie necesita convencerme o engañarme; la pereza mental y el mundo de los taimados han triunfado y celan mucho a sus pupilos más avanzados. Un organismo se adapta a todo y ya no siente y vive esa adaptación como lucha o desafío. Pero el principal beneficio de dejar la esclavitud es el abandono de la esquizofrenia dura de lo social y la conciencia, y el paso a una esquizofrenia light, donde todas las miserias se obvian y se vuelven noria. Y tan se obvian en el tiovivo de los días que terminan generando una especie de espiritualidad que soporta todo. Todo mundo aquí de pronto es sabio y está de regreso, ya todos comprendimos que de suyo el mundo siempre ha sido injusto. Es el inicio de la metafísica de las lechugas, ya todos los misterios y las incógnitas nos aburren. No queremos asomarnos a mundos donde siempre hemos sido apaleados, nos interesa más la luz del atardecer que prevenir el cáncer que acabará con nosotros. A la manera como algunas mujeres de clase media en vez volverse alcohólicas, administran sus soporíferas vidas espiritualizándolas. Me he vuelto un burócrata con “deberes metafísicos”, me he ahorrado los trabajos del espíritu, pero también me he cuidado de no ser un lumpen, sin saber bien a bien si lo he logrado; estoy cansado sin haber combatido. Mis enemigos son poderosísimos, tan poderosos que me han sacado de la especie y el género que unívocamente me correspondían y me han instalado al nivel de un plasma. Un plasma que habla y hace estadística. ¡Buen trabajo! “Felices y humillados como perros apaleados” escribió Rimbaud, de los pobres cuando cantan en la iglesia. Este es el final de mi historia, no he sido abatido porque siempre fui un cobarde; no he sido corrompido porque nunca tuve nada que poner en la mesa de los rufianes. La espiritualidad de la que hablo, a la que he llegado, en realidad me es ajena; un organismo ya no se desdobla y busca más vida desde el dolor de la conciencia. Solo espera a que llegue la muerte. ¿Cómo serán los años por venir ahora que ya no soy más un hombre? ¿Cómo será envejecer sin memoria y esperanza, ácimo como el pan de los pobres más pobres, los pobres del desierto? * Al autor, egresado del Colegio de Filosofía de la FFyL de la BUAP, se le vio la última vez haciendo la cola para pensionados a las afueras de un conocido banco de nuestra Angelópolis.


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