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Los relatos de los chicos de Veracruz y Cumaral

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Proyecto Piloto CDMC2016

Por Jhon Moreno Riaño

Los chicos de Veracruz y Cumaral en el taller de escritura creativa

Mi música es escuchar Los cuentos de mi abuela

Leandro Madrid, 14 años, Veracruz

Mi historia no es una historia normal, pues es una historia de travesía. Se encontraba mi bisabuela en la finca maniando la vaca pa' ordeñarla, preparándose para ir al potrero, para ir a abrir la talanquera, escuchando las garzas paleta y echar la vaca pa'entro.

Mi principal recuerdo no es algo de tecnología, como los pelaos de hoy en día, sino que es del tiempo cuando nos internábamos en la inmensa llanura y, junto con mi abuelo, oíamos los alcaravanes playeros, y yo con la felicidad completa sabía que no iba a volver por esos lares.

Berracos los momentos que al recordarlos te hacen sentir de dónde vienes; berracos los momentos que te hacen caer, porque de ellos te vas a levantar aún más fuerte.

Mi cuento es leer. Mi raza es llanera. Yo quiero ser cultural.

Historia de mi madre en Veracruz

Naye/y Gómez, Veracruz

Un día como hoy, 15 de mayo del 2006, en Veracruz nació un hermoso niño, mi hermano. Por cuestiones económicas mi mamá trabajaba donde mi tía, la hermana de mi papá. Ellas trabajaban alimentando un personal que trabajaba en la palmera. Mi mamá y mi hermano de tan solo unos meses cruzaban por la cancha cuando sintieron que les alumbraban la cara. Pero mi mamá no prestó nada de atención. Ella creía que eran las cinco de la mañana pero tan solo eran las tres de la mañana.

Cuando más se acercaba, la luz era más grande y mi hermano empezó a llorar y el cuerpo de mi mamá se estremeció, la cabeza se le puso grande y los pies pesados y esa llama amarilla se alejó hacía el monte pero mi mamá no sabía qué era eso. Ella siguió andando hasta que llegó al casino y en la tarde les contó a todos y un tío le dijo que si el niño no hubiese llorado, se la habría llevado y la habría matado. Pero como a la bola de juego no le gustan los niños, se fue y mi mamá jamás volvió a madrugar así como antes ...

Mi historia de amor a los gallos

Rana/do Carabali Veracruz, Cauca

Toda mi historia comenzó cuando a los cuatro meses de nacido mi padre me puso frente a dos gallos que me cantaban cerquita de mis oídos.

Desde ese día se me quedó grabado el cantido de aquellos gallos que extraño. Cada día que pasa me acuerdo más y más de aquellos gallos preciosos que eran muy cariñosos y muy hermosos y me puse a pensar cuándo iré a una gallera que anhelaba con todo mi corazón y, cuando llegó el día sábado, mi padre me dijo: hijo, vámonos para la gallera con los dos gallos el colorado y el canaguai. Cuando entré a la gallera, en aquellas varas había gallos de todos los colores.

Cuando me di cuenta, algo en mi corazón se estremeció y me hizo hasta llorar de la felicidad. Ese día fue mi padre amarro el gallo canaguai y mi padre lo puso a peliar con el gallo blanco y el gallo canaguai ganó su primer pelea.

La bicicleta y el gallo Un cuento escuchado jamás por nadie ni por el mismo Poseidon, tenga cuidado.

Felipe Vaiafara y Miguel Palomino Los Escribanos

Todo empezó una noche tormentoza cuando una bicicleta muy vieja andaba muy sola y de repente se encontró con un gallo y le dijo: ¿Para dónde vas?

La bicicleta le responde: Para ningún lado porque no sé qué hago ni para dónde voy.

El gallo le dice: Ven conmigo, te llevare para la granja.

El gallo se subió a la bicicleta y se dirigieron a la granja. Pasaron por un pueblo donde la bicicleta ya había pasado y el pueblo quedó sorprendido de lo bien que se veía la bicicleta junto al gallo.

Hacha

Ricardo Yucuna, Comunidad Je'eruriwa Yucuna

El hacha es un objeto de piedra, que nuestros antepasados utilizaban para trabajar. Mi abuelo me la mostró. No tenía filo. Se amarraban con cabello largo. La hora para trabajar era de las seis de la mañana hasta las dos de la tarde. No se podía seguir porque tenían norma puntual. Si pasa de la hora, el hacha se parte.

Mi abuelo era y andaba con guayuco hecho de pana. En ese tiempo no había colonización. Eran muy bravos, comían y cazaban animales y aves con flechas y venenos, con fariñas y casabe y tucupí y manicuero, etc.

Y desde ahí quedó la bicicleta engallada.

Seré la estrella más brillante

Carolina Carabali, Veracruz

He pasado momentos tan bonitos y divertidos que me han marcado toda la vida. No he olvidado ningún recuerdo de mis amigos que me enseñaron el ser y no ser. Realizo mis sueños poco a poco ya que no necesito ninguna aprobación para ser como soy, una niña sensible, creativa e inteligente que logrará sus sueños de ser la estrellita más brillante que iluminará los corazones de las personas que también sueñan como yo.

Cuando volví al Cauca

Nayely Gómez, Veracruz

Despues de tanto tiempo de estar ausente de mi tierra, había perdido todos los recuerdos de allá.

Mis padres me llevaron un día de diciembre al Cauca y mis familiares me hablaban pero yo los miraba como extraños. Después de dos días ellos me mostraron fotos de mi niñez y empecé a recordar lo bello de estar allá, en mi tierra natal ...

Nunca he cambiado mi estilo de pensar en grande, empiezo como oruga y creceré como mariposa para volar alrededor de los sueños cumplidos y los que faltan por cumplir. Nunca dejo ni dejaré que se apague la estrella de mi cielo nocturno y que se vayan mis sueños como una estrella fugaz.

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