El portugués Bruno Medeiros, integrante de Odebrecht en Mozambique, con la esposa, Susana, y las hijas Rita (a la izquierda) y Laura, en Maputo
EL APOYO DE LA FAMILIA PARA VIVIR EL MUNDO EMIRATOS ÁRABES ENCUENTRO DE CULTURAS EN ORIENTE MEDIO
ESTADOS UNIDOS LA PLURALIDAD DEL PAÍS SE REFLEJA EN LOS SITIOS DE OBRA
Diferentes, pero iguales Nuestros equipos están formados por personas de 77 nacionalidades. Trabajamos en las arenas calientes de los Emiratos Árabes Unidos, en las altitudes de los Andes peruanos, en el interior de Angola y de Portugal, en el centro de Miami y de São Paulo o donde sea que haya un desafío para vencer en los 23 países en que operamos. La Tecnología Empresarial Odebrecht nos ofrece la referencia fundamental para actuar en un ámbito global. Para nosotros, el ser humano, cualquiera sea su ambiente y su cultura, debe ser, siempre, el principio, el medio y el fin de todas las acciones que realizamos.
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PROTAGONISTAS DE UNA JORNADA SIN LÍMITES E
ntonces, un día, surge la oportunidad de vivir y trabajar en el exterior. Por fin llegó la invitación. Por más que había deseo y perspectiva real de salir del país de origen, cuando llega la propuesta provoca una reacción de shock. Es natural. Es lo que sucede cuando el sueño se confronta con la inminencia de su realización. Después de la sorpresa viene el sentimiento reconfortante de la conquista de una gran meta. En el camino que se visualiza, queda clara la posibilidad de acelerar el proceso de crecimiento personal y profesional. Las valijas están prontas, la casa está vacía, la familia vive un torbellino de emociones, es hora de partir. De ese viaje, nadie saldrá igual. En esta edición de Odebrecht Informa dedicada al tema “Diversidad Cultural”, conocerás historias que simbolizan la capacidad del ser humano de adaptarse a realidades diferentes. Más que eso: testimonios de superación de barreras, por medio de la inteligencia y de la determinación, para integrarse a contextos y circunstancias completamente nuevos. En
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los siguientes reportajes, te sumergirás en verdaderas lecciones de convivencia respetuosa y productiva protagonizadas por integrantes de la Organización Odebrecht durante las misiones empresariales que les confían a lo largo y ancho del mundo En 2014, cuando celebra 35 años de su primera experiencia internacional, en Perú, la Organización cuenta con 180 mil integrantes, de cerca de 80 nacionalidades, actuando en 23 países de cuatro continentes. Ellos tienen como referencia los principios de la Tecnología Empresarial Odebrecht (TEO), una filosofía de trabajo y de vida concebida para ser llevada a la práctica en cualquier lugar, bajo cualquier condición. En los reportajes de esta edición, tú verás por qué, con su talento y motivación y con la esencial ayuda de la TEO, los equipos de Odebrecht se sienten en casa estén donde estén. Viviendo el mundo. Pasando por transformaciones. Conociendo a sus pares de esta inmensa y siempre sorprendente familia llamada Humanidad. ]
π Ash Vijaykumar y Yunwei Tong en las obras del Grand Parkway, en Houston, en Estados Unidos: sitio de obras con características del país
informa
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D E S T A Q U E S
ECUADOR
PORTADA
Foto de Américo Vermelho.
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Diversidad Cultural Actuación de Odebrecht en cuatro continentes ofrece una paradigmática experiencia de compartir expectativas, intercambio de conocimiento e integración Tradicional ambiente para formar a integrantes de Odebrecht, el país recibe, de regreso, profesionales que estaban en el exterior
ANGOLA
30 En el día a día del sitio de obras del proyecto Sonaref, en la provincia de Benguela, la convivencia productiva de personas de 18 nacionalidades
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BRASIL
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MOZAMBIQUE
Integrantes nacidos en otros países contribuyen para que Odebrecht Realizações Imobiliárias alcance sus objetivos
Conoce historias de buen recibimiento, descubrimientos y comprensión en medio de la diversidad, en las que se destaca el rol de las familias
GENTE
ENTREVISTA
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Infórmate sobre la vida cotidiana de Augusta, Vitor, Carla y Daniel, integrantes de Odebrecht que actúan en países de las Américas, África y Europa
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INTERNACIONALIZACIÓN La llegada de Braskem a otros países ha proporcionado vivencias transformadoras a los protagonistas de este gran movimiento empresarial
COMUNICACIÓN La Organización Odebrecht lanza nueva Política sobre el tema, como consecuencia de la diversidad, del porte y del impacto de sus negocios, entre otros factores
Luis Bueno habla de los desafíos, los aprendizajes, los intercambios y el impacto personal que resultan de la decisión de vivir fuera del país de origen
ARGUMENTO
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Luis Teive y un testimonio de la aplicación de la Tecnología Empresarial Odebrecht en el mundo
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P O R T A D A
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LA FUERZA QUE PROVIENE DE LAS DIFERENCIAS PRESENCIA DE LA ORGANIZACIÓN ODEBRECHT EN 23 PAÍSES DE CUATRO CONTINENTES PROPORCIONA A SUS INTEGRANTES LA POSIBILIDAD DE CONVERTIRSE EN AGENTES DE UN SIMBÓLICO Y PRODUCTIVO PROCESO DE INTEGRACIÓN DE PERSONAS DE LOS MÁS DIVERSOS ORÍGENES
π Sandeep y Sirisha son integrantes indios de Odebrecht en Abu Dhabi
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π El haitiano Desilien Ceus y el brasileño Kleber Albuquerque, integrantes de Odebrecht Agroindustrial: entendimiento y cooperación
Lennon Almeida nació en Bonfim, Salvador, fue a trabajar a Angola, después a Perú, luego a México y, desde 2013, está en Ecuador, junto a su esposa de Pernambuco y la hija del matrimonio, nacida en Quito. El angoleño Jorge Manuel da Silva vive hoy en La Habana, Cuba, país con el que mantenía antiguos y afectuosos vínculos El holandés Yvo Paul Antonius navegó por el mundo – de la costa europea a Asia y las Américas, y ahora vive en Brasil, con dirección profesional en la Cuenca de Santos. Lejos de su Líbano natal desde hace más de 20 años, Ramir Nassar ya pasó por proyectos en Miami y Nueva Orleans, en Estados Unidos, en los Emiratos Árabes Unidos y en Angola, y hoy trabaja en Houston, en el estado de Texas. En Abu Dhabi, el matrimonio Sirisha y Sandeep Pothuri se reúne con conterráneos en un centro social indio para celebrar los festivales de India. Todos ellos son integrantes de Odebrecht que están en el mundo, viviendo la experiencia de servir en medio a la diversidad cultural. Historias de trabajo y de vida como las de Lennon, Jorge Manuel, Yvo, Ramir, Siricha, Sandeep y de muchos otros son la materia prima de esta edición de Odebrecht Informa. Con la llegada de los primeros textos a la redacción, e incluso antes, durante la realización de los reportajes, fueron surgiendo, para satisfacción de quien los leía, frecuentes manifestaciones de la importancia de la familia. Con el apoyo de sus cónyuges e hijos, los integrantes de la Organización Odebrecht protagonizan vivencias transformadoras para sí mismos y para las personas con las que se relacionan en esa historia empresarial que habla, sobre todo, del avance y desarrollo – de comunidades e individuos, vinculados por el respeto, la admiración y el deseo de integrarse para construir, juntos, un mundo cada vez más plural y productivo. 8
TODOS SON BIENVENIDOS EN LOS EMIRATOS ÁRABES UNIDOS, INTEGRANTES DE ODEBRECHT CONVIVEN EN MEDIO DE UN ENRIQUECEDOR ENCUENTRO DE CULTURAS Texto Elea Almeida | Foto Mohammed Baker
π La emiratí Salama dispone de una sala de oración exclusiva en la oficina
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π Sandeep y Sirisha: marido y mujer superando juntos el desafío de la comunicación con los compañeros
El matrimonio Sirisha y Sandeep Pothuri se reúne con conterráneos en un centro social hindú en Abu Dhabi para celebrar los festivales de India. De doble nacionalidad, Farid Dallal unió las tradiciones libanesas al gusto brasileño por el fútbol y por el asado a la parrilla. La filipina Cherrie Bancod aprendió, con mucho esfuerzo, a cocinar para saciar las ganas de probar los condimentos de su casa. Emiratí, Salama Al Kenji tiene una sala para rezar exclusiva para ella en la oficina donde trabaja. Con culturas distintas, esas cinco personas comparten desafíos personales y profesionales en el día a día de la actuación de Odebrecht en Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos, donde la empresa completó, en 2013, diez años de presencia y de servicios prestados. Con el reconocimiento y la solidez conquistados después de su primera década en el país, Odebrecht Infraestrutura - África, Emirados Árabes Unidos e Portugal, ya reúne en los Emiratos a casi 300 integrantes de más de 20 nacionalidades. “Estar en un ambiente tan interesante te permite aprender nuevas formas de trabajar y evolucionar como ser humano. Es desafiante, sobre todo por la barrera de la lengua, pero
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siempre encontramos una forma de comunicarnos”, dice Sandeep, del equipo comercial. Él llegó a los Emiratos en 2009, aproximadamente un año después de ingresar en la Organización en Miami, en Estados Unidos. Después del casamiento, la esposa Sirisha se mudó a Abu Dhabi y también comenzó a trabajar en Odebrecht, su primera experiencia profesional. “Cuando llegué para cumplir mi primer día de trabajo en Odebrecht, me sentía insegura por las diferencias culturales. En seguida advertí que podría conversar con mis compañeros y líderes, porque intentan enseñar todo lo que saben”, cuenta Sirisha. “En mi área, hay cuatro nacionalidades trabajando juntas. Superamos la barrera del idioma y aprendimos a convivir juntos”. Sin nunca haber oído hablar de Odebrecht antes de su primer contacto con la Organización, la emiratí Salama también comprendió desde el principio que, pese a estar en una empresa brasileña y, por lo tanto, con una cultura muy distinta a la suya, sus creencias y costumbres musulmanes serían respetadas. Cuando no encontró una sala separada de la de los hombres para rezar, como indica la tradición, ella lo comunicó a sus
líderes. En solo un día, el espacio ya estaba a su disposición, porque, según ella, existe la voluntad de respetar la cultura emiratí. Su compañero Sandeep cuenta que estaba listo para enfrentar un gran shock cultural, pero, por el contrario, se sintió bien recibido y confortable ante la receptividad del país y del ambiente de trabajo “recompensador y desafiante”. “Existe una cultura muy fuerte, sin embargo es muy buena y respeta las diferencias. Además, en Odebrecht, hay indios, estadounidenses, brasileños, portugueses. Esa diversidad enseña a lidiar con eso”, argumenta. Salama explica que algunas diferencias locales deben ser aprendidas. “Pero eso se soluciona, porque, como enseña Odebrecht, son todos iguales, todas las culturas son importantes y somos como una gran familia en el sitio de obras”. Extrañando el hogar La armonía y la unión de los integrantes presentes en Odebrecht en Abu Dhabi, contribuyen para mitigar la lejanía del hogar. Cherrie se sintió
especialmente feliz cuando vio la cantidad de filipinos que había en la empresa y en el país. En su primera experiencia en el exterior, eso facilitó su adaptación. Señala que la familia es muy importante en la cultura local y, siguiendo el ejemplo, pese a haber llegado a los Emiratos sola y soltera, hoy está casada y tiene un hijo de un año. “La clave para lograr adaptarse es la comunicación y el respeto. Una necesita comunicarse con sus compañeros y respetar las diferentes creencias y costumbres, aceptar a las personas como son, además de trabajar duro”, aconseja. Hijo de libaneses y oriundo de Brasil, Farid también optó por construir su trayectoria en Abu Dhabi. Vivió siete años en São Paulo, hasta que sus padres se mudaron al Líbano, con el objetivo de que sus hijos conocieran la cultura árabe. Regresó a Brasil para cursar la facultad, cuando comenzó a soñar con vivir en los Emiratos Árabes, lo que se concretó en 2006, cuando llegó a Dubai para trabajar en Odebrecht. Desde entonces, ya pasó por Djibuti, Mozambique, Guinea y Portugal.
π Para Farid, la ida a los Emiratos Árabes Unidos significó la realización de un sueño
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π Cherrie: “Uno debe aceptar a las personas como son”
Cuando compara, restrospectivamente, sus expectativas y la realidad que encontró, se destacan dos aspectos: esperaba un país más vinculado al mundo árabe, pero encontró a un pueblo muy abierto y respetuoso en relación a otras religiones y culturas. Creía que sería un trabajador común, en una empresa común, pero se convirtió, claramente, en integrante de una organización en que el “ambiente familiar, desde el conductor hasta el director de contrato” es una de las principales características. Esto hizo que me esforzara aun más para permanecer. La TEO [Tecnología Empresarial Odebrecht] hace con que cada uno se sienta cómodo para trabajar en lo que le gusta y crecer”, subraya. Según Farid, una de las formas que encontró para superar los desafíos de las barreras culturales en la empresa fueron las clases
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de idiomas. Se imparten clases de inglés y de portugués para capacitar a las personas y mejorar la comunicación entre los integrantes. Eduardo Badin, Director de Contrato en Abu Dabhi, defiende que es necesario un vínculo común que permee toda la diversidad cultural para garantizar una armonía en el ambiente de trabajo. “En nuestro caso, ese papel es de la TEO. La cultura única de la Organización permite que esa diversidad se transforme en un gran activo nuestro. La relación de confianza entre líder y liderado hace que, con o sin diferencia cultural, las personas crezcan dentro de sus programas, a la vez que entregan resultados al cliente”, dice Badin, integrante de Odebrecht desde 1993, pero recién llegado en Abu Dhabi, donde se encuentra desde abril de 2014. ]
IDEAS
Texto Emanuella Sombra
Embraport desarrolló una solución creativa y de bajo costo para dar más seguridad al examen de los lacres de los contenedores durante la inspección sobre los semirremolques. El dispositivo se está usando por primera vez en el Puerto de Santos y tiene como función bloquear el movimiento de los vehículos. El inspector acciona una botonera eléctrica que neutraliza la caja de cambios del semirremolque. Cuando termina el trabajo, el profesional acciona el mecanismo y da la señal verde al conductor. El Gerente de Mantenimiento José Roberto Rocco explica que, por tratarse de una actividad repetitiva, en que el inspector y el conductor no se ven, la tendencia es que los dos se distraigan. “Fue un riesgo advertido por nuestro equipo de Seguridad en el Trabajo. Ese es un tipo de accidente muy frecuente en el mundo”. Se están probando 42 conjuntos (que costaron R$ 250 cada uno). Se prevé que, hasta fines de mayo, el dispositivo se use en el 100% de las inspecciones.
Acervo Odebrecht
CON EL CONTROL EN LA MANO
π Semirremolque con contenedor en el Puerto de Santos: más seguridad durante la inspección de los lacres
RECOLECCIÓN DE RESIDUOS AL VACÍO
MEJORAMIENTO GENÉTICO
El Parque da Cidade, que construye Odebrecht Realizações Imobiliárias en São Paulo, será el primer emprendimiento brasileño que adopte el sistema de recolección automatizada de residuos al vacío. Los puntos de colecta, que se dividirán en tres tipos (orgánica, común y reciclable), recibirán los residuos, que llegarán por una tubería subterránea a 70 km/h hasta una central en el subsuelo. Ya separadas en los respectivos contenedores, cada tipo de basura se llevará a planta baja por un ascensor y se acondicionará en los camiones. Además de silenciosa, segura y sin olor, la gestión facilitará el reciclaje y reducirá el número de viajes hasta los rellenos sanitarios –y, como consecuencia, de las emisiones de CO2.
En asociación con el Centro de Tecnología Canaviera (CTC), Odebrecht Agroindustrial implantará polos de mejoramiento genético de la caña de azúcar en dos unidades de la empresa: Rio Claro y Morro Vermelho, en Goiás. Campos experimentales recibirán un conjunto de variedades no comerciales (clones). El objetivo es crear un censo varietal más equilibrado y más adaptado a las nuevas regiones del cultivo, garantizando mayor productividad a la empresa.
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π Yvo: humildad para tratar a todos siempre con respeto
EL PUERTO SEGURO DE LA INTEGRACIÓN UN HOLANDÉS Y UN BRASILEÑO PERSONIFICAN LA RIQUEZA DE EXPERIENCIAS Y CULTURAS EN ODEBRECHT ÓLEO E GÁS
Texto Edilson Lima | Foto Carlos Júnior
El holandés Yvo Paul Antonius, 47 años, es el comandante del buque-sonda ODN I. Nada le produce más alegría y satisfacción que estar en el mar, ya sea ejerciendo su oficio en los mares del mundo, o, en su tiempo libre, practicando surf en las playas de Santos (SP), donde vive. No es una exageración decir que es un “capitán de los siete mares”, por su amplia experiencia en las rutas navegables, que van desde la costa europea a países africanos, pasando por Asia y las Américas. En una de sus navegaciones, en el Puerto
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de Santos, hace 24 años, encontró a su futura esposa, la brasileña Ana Lúcia Margherita. Yvo es un ejemplo de la diversidad de experiencias y culturas presente en los equipos de Odebrecht Óleo e Gás. Inicialmente trabajando en buques de carga, sus rutas internacionales eran las más variadas. El destino quiso, sin embargo, que eligieran a Yvo como sustituto de otro comandante a efectos de transportar una carga hasta Santos. Durante la estadía, sus compañeros y él fueron a disfrutar del carnaval de calle, para saber
cómo era la cultura popular brasileña. Fue entonces que conoció a Ana Lúcia. Se mantuvieron en contacto y poco después ella se mudó para Holanda. Cuatro años más tarde, regresaron a Brasil, gracias a una propuesta de trabajo que le hicieron a Yvo. “Yo no sabía portugués, pero ella hablaba perfectamente bien el inglés. En esa época eso nos ayudó”, él cuenta. La pareja tuvo a Anthony y Marjorie, hoy con 21 y 15 años, respectivamente. La barrera del idioma no perjudicó a la pareja, pero, para trabajar en aguas brasileñas, él tuvo que aprender el portugués, idioma que hoy domina. En 1999, ingresó en Odebrecht, como comandante del buque-sonda Valentin Shashin, en el que trabajó hasta 2003. Después de pasar por otras compañías, retornó a Odebrecht a mediados de 2011, como integrante de Odebrecht Óleo e Gás, para estar al frente del ODN I, que opera en la Cuenca de Santos. “Conocí muchos países, con culturas bien diferente entre sí. La gran lección que aprendí fue escuchar más al otro antes de actuar. Entender al otro es la clave para el éxito. Por más que culturalmente seamos diferentes, tenemos que tener la humildad para tratar a todos siempre con respeto”, argumenta. “Tú eres el que se tiene que adaptar” Del mismo modo que Yvo, el carioca Emerson Farah, 54 años, también siente una intensa pasión por el mar.
Hace más de 30 años divide sus atenciones entre su trabajo en plataformas y sus familiares. Hoy actúa como Coordinador de Mantenimiento del buque-sonda ODN II, en la Cuenca de Santos, función que ejerce desde 2011 cuando pasó a integrar el equipo de Odebrecht Óleo e Gás. Emerson llegó a Odebrecht con amplio conocimiento en el área de mantenimiento. “Tuve la oportunidad de trabajar y hacer varios cursos en Estados Unidos. Después pasé por experiencias en Singapur y en Noruega. En todas esas situaciones, el dominio del inglés fue la base para la comunicación”, cuenta. En relación a la experiencia en el exterior, en un sentido amplio, reflexiona: “Tú tienes que tener presente que el extranjero eres tú. Tú eres quien se tiene que adaptar, aprender las peculiaridades de la cultura y respetarlas”. Fan de los cantantes y compositores estadounidenses Josh Groban, que mezcla pop con música clásica, y Clint Black, exponente de la country music, Emerson usa las referencias que recibió y procesó alrededor del mundo y las lecciones de la vida para liderar, en el ODN II, un equipo de 51 personas, de las cuales cinco son extranjeras. Cuando se le pregunta cuál es el desafío de lidiar con las diferencias culturales, responde: “La diversidad cultural incluye varias concepciones y soluciones. Cada persona tiene un punto fuerte que debe identificarse y trabajarse para que, en forma gratificante, forme parte de un único grupo”. ]
π Emerson destaca la necesidad de identificar los puntos fuertes de cada uno
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π A partir de la izquierda, de pie, los brasileños Gabriel Amaral y Fabio Sousa y los franceses Frederic Boudoux y Bastien Garcia. Sentados, el coreano Han Tae-sik y el francés Pascal Pantigny: intercambios y convergencias en el Astillero DSME, en Geoje
EN EL EXTREMO ORIENTE A SUS ANCHAS EN COREA DEL SUR, PROFESIONALES DE ODEBRECHT ÓLEO E GÁS ENCUENTRAN UN AMBIENTE DE INTEGRACIÓN Y CRECIMIENTO Texto Ricardo Sangiovanni | Foto AFP
Llegar a la oficina, darle los buenos días a la secretaria, saludar a las personas por los pasillos y sentarse a trabajar junto a los compañeros del sector. Descripta de esta forma, la rutina del ingeniero naval Marcelo Pedro parece algo común. Solo que la secretaria es una coreana. Los compañeros en los pasillos son un polaco, un croata, un inglés y un chileno. El líder es un escocés –o, en su ausencia, un francés. Los compañeros del sector son cuatro coreanos. La oficina está localizada en el Astillero DSME, en Geoje, Corea del Sur. “Pero el clima es de empresa brasileña", garantiza Marcelo. Desembarcó en esa “babel” en diciembre de 2011. Fue el primer miembro del equipo (hoy formado por 73 integrantes de 14 nacionalidades) de Odebrecht Óleo e Gás y de la asociada francesa Technip, que
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construyen, en suelo coreano, dos buques tipo PSLV (Pipe Lay Support Vessel, tipo de embarcación usada para la instalación de ductos que interconectan los pozos y las plataformas de producción). Cada uno tiene 145 m de eslora por 30 m de ancho, capacidad para transportar 550 t de carga y para alojar a 120 personas. Cuando estén prontas, en el segundo semestre de 2014, Petrobras utilizará las embarcaciones en la costa brasileña. Marcelo, 27 años, trabaja en el proyecto desde la prospección. Ya actuó en varias etapas y, actualmente, es el responsable de los elementos finales de la estructura física y de los equipamientos navales. Su ida a Corea fue el punto culminante de un proceso gradual de “salida de casa”. De Ourinhos (SP), donde nació, fue a estudiar a São Paulo, hizo un intercambio
en Estados Unidos y vivió en Río de Janeiro antes de viajar, solo, al Extremo Oriente. "Movilidad está en la sangre de la empresa, y yo siempre la tuve conmigo", afirma. La adaptación a la culinaria coreana fue un desafío. Los platos mezclan arroz, sopas, pastas, carnes y verduras, fritas o fermentadas – con mucha pimienta. Marcelo dice que aprender a gustar de la comida local le sirvió para estrechar los lazos con los compañeros. Cuenta que, un domingo que fue necesario trabajar en el astillero, los compañeros coreanos pidieron, para el almuerzo, una gran cantidad de comida coreana. "Para mí y otros dos extranjeros, pidieron sándwiches. Nosotros les agradecimos la amabilidad, pero nos negamos. Preferimos comer la comida que todos estaban comiendo. Eso ayudó a generar una mayor integración". Los coreanos, por su parte, se han adaptado bien a la Cultura Odebrecht, según Marcelo. “Un compañero coreano me comentaba sobre una virtud de la empresa: cuando surge un problema, la preocupación principal no es buscar encontrar al culpable, sino trabajar juntos para resolver el problema. Eso es algo nuevo para ellos”. Apoyo a los recién llegados El encargado de acercar a los integrantes del proyecto a la Cultura de la Organización es el administrador Fabio Sousa, 33 años, Responsable por Personas y Organización en Geoje. Es él quien apoya a los recién
llegados a Corea. Está en el país hace poco más de un año, pero Fabio casi se negó a la propuesta de mudarse para Oriente, a fines de 2012. Antes de decir el “si”, precisaba del aval de la esposa, Flávia, 34 años, y de la hija, Kathleen, 15. Flávia estuvo de acuerdo de inmediato, pero Kathleen, cuando se enteró de la novedad, se puso a llorar. Para convencerla se necesitó un mes de muchas charlas – sobre todo una, decisiva, con la suegra de Fabio, que por fin logró persuadirla. En marzo de 2013, dos meses después de la llegada, cuando la chica comenzaba a adaptarse a las clases en inglés del colegio internacional, fue necesario evacuar a las familias de algunos integrantes por causa del agravamiento de la tensión militar entre las dos Coreas. En total, tres familias - la de Fabio y las de dos compañeros indios – fueron enviadas de regreso a casa. Como consecuencia de ese episodio, Fabio asumió la responsabilidad de elaborar un minucioso plan de evacuación, con apoyo de la asociación International SOS. "Hoy, en caso de emergencia, basta activar el plan, que incluye monitoreo de riesgos, puntos de encuentro y procedimientos de fuga". Meses después, los riesgos de conflicto militar disminuyeron y las familias pudieron regresar. Hoy, la familia de Fabio está completamente adaptada. Su hija ya habla el inglés con fluidez y está llena de amigos en el colegio, donde es una de las mejores alumnas. "Ahora tengo otro 'problema': ella no quiere saber nada de irse", dice Fabio. ]
π “La movilidad está en la sangre de la empresa, y siempre lo sentí así”, dice el ingeniero naval Marcelo Pedro
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DESAFÍOS FAMILIARES APOYO Y PRESENCIA DEL CÓNYUGE Y DE LOS HIJOS HACE QUE LA EXPERIENCIA DE TRABAJAR EN EL EXTERIOR SEA AUN MÁS GRATIFICANTE Texto Cibelle Silva | Foto Dimitrius Beck
Angola, São Paulo, Río de Janeiro, Amazonía y ahora Estados Unidos. El administrador de Bahía, Marcus Bandeira, 33 años, siempre quiso ese tipo de vida. "Cuando era niño, leía la revista Geografía Universal sobre países y pueblos y me imaginaba que allí estaría algún día. Hoy, Odebrecht es mi ‘geografía universal’, pero con un agregado diferente: ahora yo formo parte del reportaje, apoyando a los protagonistas, o sea, los empresarios, en medio de la diversidad que ninguna fotografía puede captar", dice Marcus, que está hace nueve años en la Organización. Él es Responsable por Personas y Contraloría en el Proyecto Ascent (Appalachian Shale Cracker Enterprise). Liderado por Odebrecht Ambiental y realizado en asociación con Odebrecht Infraestrutura, Odebrecht Engenharia Industrial y Braskem, ese proyecto estudia la viabilidad de la inversión en un complejo petroquímico en el estado estadounidense de Virginia Occidental. Marcus ingresó en Odebrecht como Joven Socio, en 2006, en Río de Janeiro, y, después de seis meses, asumió un desafío en Angola, donde actuó en las áreas de infraestructura e inmobiliaria. "Asegurar buenos resultados en nuestro trabajo no es tarea fácil, incluso más complejo en una nueva cultura. Fueron cuatro años de experiencias, teníamos 14 sitios de obras simultáneos y nos desafiaban los factores logísticos, de movilización y de diversidad cultural", destaca. Cuando participó del proceso de conquista y movilización de la Usina Hidroeléctrica Teles Pires, en la frontera de Mato Grosso con Pará, pasó 18 meses en un lugar remoto de la Amazonía. "Aunque estábamos en Brasil, la diferencia cultural fue enorme. Tal vez mayor que las que viví en Angola o en Estados Unidos", revela. Por más que reafirme que recorrer el mundo es una opción placentera, Marcus expresa que, del otro lado, el personal, hay siempre un aspecto a trabajar. “Nuestros padres siempre nos quieren ver cerca, pero creo que lo que los satisface es saber que, incluso distantes, nos sentimos realizados todos los días". Casado hace cuatro años con Karen, que fue integrante de la Organización por ocho años, Marcus
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destaca cuán importante fue el apoyo de la esposa, que lo acompaña en todas sus andanzas. “Salir del confort de São Paulo e ir a vivir en el medio de la Amazonía no fue fácil para ella, pero le encantó la vivencia en el sitio de obras y, hoy por hoy, me provoca preguntándome cuándo tendremos un desafío similar", cuenta, riendo. Actualmente, Marcus está destinado a la oficina de Odebrecht Ambiental en Houston, en el estado de Texas. No solo en el trabajo Marcus se redescubre. Padre de Maria Luiza, Malu, como le dicen, de apenas un año, él y la esposa cuidan a la primera hija sin niñera y lejos de la familia. “Bromeo diciendo que ella ni se imagina en cuántos lugares del mundo todavía vivirá”, dice Marcus. Ahora somos cinco O El ingeniero civil carioca Marcelo Moacyr, 53 años de edad y 16 de Odebrecht, padre de tres hijos adoptivos, Julia, 13 años, Gabriel, 9, y Arthur, 4, subraya la importancia de la base familiar en sus procesos de expatriación. “Es primordial tener a tu lado una persona compañera, que compartirá contigo las cosas buenas y las dificultades. Una buena estructura familiar, basada en mucha confianza, es uno de los secretos del éxito”, enfatiza. Marcelo ingresó en la Organización en 1996, en Estados Unidos. Participó en obras en el sector de edificaciones, en Miami. “A pesar de ser un profesional ya maduro, el intercambio cultural me resultó natural, pues los principios de la Tecnología Empresarial Odebrecht [TEO] eran muy similares a mis valores personales”. Durante ese período, tuvo la oportunidad de trabajar directamente con Marcelo Odebrecht, Director-Presidente de Odebrecht S.A., que, en esa época, era el Director de Contrato de la obra. “Enfrentar desafíos en otro país, con otra cultura, tiene una alta dosis de complejidad. El primer choque es con el idioma. Por más que sepamos inglés, adquirir fluidez en la lengua puede demorar, y uno precisa estar bien dispuesto desde el momento que llega. Otro punto interesante es la forma de hacer negocios. Estados Unidos es un país donde las condiciones
π Una buena estructura familiar es uno de los “secretos”, según Marcelo Moacyr (en la foto con la esposa, Angela, y los hijos, Julia, Arthur y Gabriel)
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π Karen, Marcus y la hija, Maria Luiza: “Todos los días nos sentimos realizados”, afirma
legales y contractuales son diferentes de las nuestras en Brasil”, explica. Marcelo y su esposa Angela, a la que llaman Gigi, iniciaron un proceso de adopción en Brasil. Hubo sorpresas, antes del final feliz. “Recibimos a Julia con dos días de vida, pero no sabíamos que la legislación estadounidense establece que es necesario permanecer por dos años en el país de origen de la adopción antes de vivir en Estados Unidos”, explica. Ante ese escenario, Gigi regresó a Brasil y, por ocho meses, Marcelo se convirtió en un pasajero frecuente del puente aéreo Estados Unidos-São Paulo. Al finalizar la obra, y regresar a Brasil, Marcelo optó por asumir los asuntos de su familia. A comienzos de 2004, cuando pensó en regresar a la Organización, él y su esposa recibieron otra buena noticia: la llegada de Gabriel, segundo hijo fruto de la adopción. En 2005, a Marcelo lo invitaron a volver a la Organización. El desafío era nuevamente en Estados Unidos, en la obra del Aeropuerto de Miami. “En esa época, éramos cuatro. Despachamos todas nuestras cosas para Miami. ¡Eran muchas cajas!”, relata. En el semestre siguiente, recibió una llamada para otro desafío en Brasil. “Fue algo del tipo: están formando el equipo, ¿te integras? Mi respuesta fue: si la Organización está precisando y yo puedo contribuir, ¿por qué no?”. Todas aquellas cajas que salieron de un cuarto piso de un edificio en São Paulo para ir a Miami volvieron exactamente seis meses
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después, al mismo edificio, pero, en esta ocasión, al noveno piso. De regreso a Brasil, de 2006 a 2011, Marcelo actuó en el equipo de la empresa Bairro Novo, que luego se incorporó a Odebrecht Realizações Imobiliárias (OR). Durante la entrevista con Odebrecht Informa, hizo un paréntesis: “Yo estaba en una reunión y vi una llamada de Gigi. No atendí, pero ella insistió. Después, envió un mensaje diciendo que debía regresar con urgencia, pero que no me preocupara, porque se trataba de algo bueno. Y de hecho lo era. ‘Nacía’ Arthur, nuestro tercer hijo”. Marcelo contó que después de la adopción de Julia y Gabriel, no esperaba que lo buscaran y ni siquiera se acordaba de un registro de adopción hecho en una ciudad del interior de Paraná. Sonriendo, cuenta lo que dijo Gigi: “No conseguí hablar contigo, pero tomé la decisión por nosotros. Dije ‘sí’”. A fines de 2011, recibió una nueva propuesta de trabajo, otra vez en Estados Unidos, en Odebrecht Ambiental. Hoy vive en Houston y forma parte del equipo de Nuevos Negocios. “Era una oportunidad extraordinaria, desafiante. Y allá fuimos. Ahora ya éramos cinco”, recuerda Marcelo, riendo. “Para los niños, la experiencia de convivir con otras culturas es enriquecedora, porque les hace respetar y apreciar la diversidad, además de ampliar sus horizontes desde muy temprano”, cuenta Gigi. Marcelo complementa: “Uno crea un lazo incluso mayor, sale de su zona de confort, pero con amor”. ]
A R G U M E N T O
UNA FILOSOFÍA SIN FRONTERAS T E I V E
R O C H A Américo Vermelho
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“NUESTRA CULTURA SE PRACTICA EN TODOS LOS LUGARES DONDE ESTUVE”
Dejé el país por primera vez en 1984, rumbo a Perú, cuando Odebrecht iniciaba su internacionalización. Cuatro años después, de regreso a Brasil, asumí la obra del Puerto de Sergipe, y luego el contrato de ejecución del complemento de la terminal 1 del Aeropuerto de Galeão, en Río de Janeiro. En 1990, regresé al exterior, permaneciendo seis años en Ecuador, 13 en Estados Unidos y otros cuatro en Portugal. Yo y mi familia nos sentimos realizados con el camino recorrido. Aprendemos a convivir con la diversidad y a respetar y absorber particularidades culturales. Hoy, resultado de ese aprendizaje, tenemos una visión del mundo y de la vida mucho más flexible. Lo más interesante es poder decir que la Cultura de la Organización se practica sin dificultades, en todos los lugares por donde pasé. La vivencia de la Tecnología Empresarial Odebrecht (TEO) es muy simple y sin fronteras, porque los conceptos y valores son humanos. La comunicación transparente, el espíritu de servir, el desarrollo de las personas, la delegación, la confianza y la simplicidad se aplican perfectamente bien en cualquier cultura. En las conquistas de las obras del aeropuerto de Miami, en Estados Unidos, de la Mina de Moatize, en Mozambique, o en la operación de retirada de las personas en la salida de Libia, la práctica de la TEO fue fundamental para los resultados obtenidos. Eran personas de
muchas nacionalidades diferentes, motivadas y unidas en torno de misiones específicas, con objetivos comunes en el alineamiento con sus Programas de Acción. Especialmente en los momentos de dificultad, prevaleció el espíritu de servir, porque no importaban los orígenes; todos se ayudaron en la búsqueda de los resultados deseados. Ahora, aterrizo en Galeão para asumir un nuevo desafío, con grandes expectativas en relación a las mejorías que se implantarán, que Río y Brasil tanto merecen. Toda mi trayectoria en Odebrecht estuvo pautada por la mejoría de la calidad de vida de las personas por medio de la transformación proporcionada por obras de infraestructura. Ahora, con una concesión de largo plazo en Brasil, la transformación se dará no solo por las obras, sino, sobre todo, por la búsqueda diaria del mejoramiento de la experiencia de todos los que utilizan el aeropuerto. Para actuar conmigo en este desafío, en el que la práctica del espíritu de servir se destacará en las relaciones con pasajeros, líneas aéreas, entidades gubernamentales y prestadores de servicios, movilizamos personas de la Organización, algunas con experiencias internacionales, otras con vivencia en Brasil y otras que vienen del mercado, con el necesario conocimiento de operación de aeropuertos. La diversidad de los socios y del equipo estará unida por la práctica de la TEO, que, por los valores humanos, será rápidamente internalizada, absorbida por los nuevos integrantes y practicada por todos, con el objetivo de devolver a los brasileños, el orgullo de su aeropuerto de Galeão y a todos los extranjeros, la certeza de que, como ya dijo Gilberto Gil, “Río de Janeiro sigue siendo hermoso” (O Rio de Janeiro continua lindo). ]
Luiz Teive Rocha, nacido en Río de Janeiro y criado en Bahía, es responsable de la concesión del Aeropuerto Internacional Tom Jobim (Galeão), que cuenta con la participación de Odebrecht, Changi Airport (Singapur) e Infraero como socios.
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π La india Ash Vijaykumar con el compañero chino Yunwei Tong: estreno en sitios de obras
TAN DIFERENTES, TAN IGUALES ODEBRECHT EN ESTADOS UNIDOS REFLEJA UNA DE LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL PAÍS: LA DIVERSIDAD ÉTNICA
Texto Luciana Lana | Foto Dimitrius Beck
No es difícil pensar en diversidad cuando se habla de la presencia de Odebrecht en territorio estadounidense. El país es el que recibe más inmigrantes desde el siglo XVII, cuando comenzó la colonización inglesa. De acuerdo con el censo de 2010, los extranjeros suman cerca de 35% de la población de Estados Unidos. La mayoría es de origen hispánica: son 50 millones, lo que representan 16,3% de la población. Los asiáticos, por su parte, representan el grupo de más rápido crecimiento: suman 14,6 millones y corresponden al 4,7% de la población. Odebrecht refleja esa característica del país.
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Mucho antes del “crisol de razas” – el melting pot estadounidense –, la inmigración en Estados Unidos merece observarse de forma atenta y sin generalizaciones. Es lo que recomienda David Peebles, Responsable de Desarrollo de Negocios en el Proyecto Ascent (Appalachian Shale Cracker Enterprise), al ser consultado sobre la diversidad en el país y, específicamente, en Odebrecht. Ese proyecto estudia la viabilidad de la inversión en un complejo petroquímico en el estado de Virginia Occidental. “Cada una de las cinco regiones en las que estamos presentes tiene características étnicas, geográficas, culturales y económicas
diversas. Es importante conocer el proceso de ocupación de esas regiones para comprender lo que sucede en cada una de ellas”, dice. Presente hace 24 años en Estados Unidos – desde el inicio con sede en Miami, en Florida –, Odebrecht actúa, en el país, en los negocios Construcción, Ingeniería Industrial, Petróleo y Gas, Ingeniería Ambiental y Química y Petroquímica. Actualmente, cuenta con más de 2 mil integrantes, de 33 nacionalidades, y realiza proyectos en los estados de Texas, Florida, Pensilvania, Luisiana y Virginia Occidental. En los estantes de la oficina de David Peebles, en Houston, en Texas, varios libros tratan de la ocupación del territorio estadounidense. Sobre la mesa de trabajo, hay una investigación sobre el crecimiento de la presencia asiática en Houston. Cuarta mayor ciudad de Estados Unidos y segunda más poblada de Texas, Houston es una metrópolis multicultural. Su crecimiento económico, basado en la actividad petrolífera,
ha ofrecido oportunidades de trabajo que atraen personas de todas las regiones del país, así como del exterior. La ciudad alberga el Centro Espacial Lyndon B. Jonhson, de la Nasa, y el Texas Medical Center, mayor complejo de instituciones médicas del mundo. Las oficinas de Odebrecht están en varios edificios de la ciudad. En el mismo edificio en que trabaja David, está Odebrecht Administradora e Corretora de Seguros (OCS). La brasileña Beatriz Schiesari es la Gerente de Riesgos y Seguros de la empresa, apoyando a Braskem. Ella vive en Estados Unidos desde hace siete años. “La adaptación al país depende del grado de apertura de cada persona”. Para Beatriz, la Tecnología Empresarial Odebrecht (TEO) es lo que garantiza la armonía de los equipos y la longevidad de los negocios: “La adaptación se da en los dos lados, es un camino de ida y vuelta: para tener éxito, depende de quien llega y de quien recibe, con la TEO solidificando la unidad de principios”.
π David Peebles en la peluquería del texano Richard Vásquez (a la izquierda), en Houston: “Es importante conocer el proceso de ocupación de las regiones”
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Ricardo Unzer, argentino, es Director en Odebrecht Procurement, también basada en Houston. Él atiende a todos los proyectos industriales, en diferentes países. Unzer afirma: “Estamos orgullosos de nuestro origen brasileño y de nuestra proyección global, pero nuestro objetivo es convertirnos en una empresa local en cada país, en cada comunidad”. A su lado, en el mismo piso de planta baja del edificio, el bahiano Gustavo Silveira, Director de Proyectos de Odebrecht Estados Unidos, agrega: “Lo lindo de nuestro negocio es estar vinculado con un objetivo mayor, que supera cualquier diferencia cultural”. La familia y la integración Movilidad y flexibilidad son requisitos para los profesionales de las empresas globales”, defiende Ramir Nassar, Gerente de Proyectos en el consorcio ZachryOdebrecht Parkway Builders (ZOPB), que construirá unos 60 km de carreteras en Houston, incluyendo 50
puentes, infraestructura hidráulica y puestos de peaje electrónico. El emprendimiento, de US$ 1,1 mil millones, integrará a Grand Parkway, complejo que atravesará siete municipios del área metropolitana de Houston, beneficiando a cerca de 7 millones de personas. Rami ya pasó por otros muchos proyectos de Odebrecht no solo en Estados Unidos (Miami y Nueva Orleans) sino también en los Emiratos Árabes y en Angola. Salió de Líbano hace más de 20 años para estudiar ingeniería civil en la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.). “El apoyo de la familia fue fundamental”, dice, al lado de su esposa, también libanesa, Hiba Nassar, y de la hija Lana, de poco más de dos años, nacida en Nueva Orleans. Con muchos años de experiencia en Estados Unidos, Rami cree haber adquirido la manera estadounidense de trabajar: “En Oriente Medio, así como en Brasil, las personas dan vueltas antes de llegar a donde quieren. Yo aprendí a ser directo con los americanos”, asegura.
π Remi (con la esposa, Hiba, y la hija, Lana) dice que con los americanos aprendió a ser directo
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π Danie (en la foto con la hija, Dege) enfatiza la importancia del trabajo para la integración social
No es diferente de la india Ash Vijaykumar, Ingeniera de Proyectos en las obras de Grand Parkway. Ella también se dice “americana en la forma de trabajar”. Ash viajó a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Minnessota. Como extrañaba a la familia, volvió a la India, pero, después de dos años, decidió viajar a Texas, donde hizo la maestría en Ingeniería Civil en la A&M University. “La sociedad india no admite que una mujer haga ese curso. Hasta mis amigos me decían que optara por un área más femenina dentro de la ingeniería, como diseño o tecnología. Pero mis padres me apoyaron”, cuenta. En Texas, Ash encara, por primera vez, el desafío de trabajar directamente en la obra, coordinando un equipo con personas de varias nacionalidades: “Nunca tuve experiencia de campo. Eso me motiva y asusta al mismo tiempo”, dice. La diversidad cultural, según ella, trae la oportunidad de aprender abordajes diferentes para los mismos problemas. “Eso amplía las posibilidades de lidiar con los problemas”, enfatiza. Casada con un indio que vive en Londres, por causa del trabajo en el área de petróleo, Ash comenta que prácticamente no conserva hábitos de su país: “Me gustaba bailar y me inscribí en una escuela de danza india, en Houston, pero solo fui una vez. Tampoco sigo la religión hindú, como mis padres. Visito templos aquí en la ciudad, pero solo para encontrar a las personas y conversar sobre el país”. Los amigos del trabajo, según ella, ejercen el papel de la familia: “Ellos me cuidan”, relata, bromeando. Nacida en Haití, Danie Charles, Gerente de Personas en el proyecto Grand Parkway, destaca la importancia del trabajo en la integración social. Ella llega a decir: “Estoy casada por segunda vez –ahora con el trabajo”. El primer casamiento, con un militar, hizo que Danie se acostumbrara a vivir en diferentes lugares. Hablando fluidamente cuatro idiomas, vive en Estados Unidos desde la adolescencia e ingresó, hace seis años, en el área de Contabilidad de Odebrecht en Miami. El año pasado fue para Houston. En Grand Parkway, que cuenta con más de mil profesionales de 19 países, Danie entrevista diariamente a cerca de 20 personas de las más diversas nacionalidades. “Ellos me preguntan de dónde soy, y, entonces, yo puedo enseñarles un poco sobre mi país. Surge un diálogo enriquecedor. Houston es esto: el intercambio de experiencias entre gente de todo el mundo”. ]
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EL PLACER DE SENTIRSE EN CASA INTEGRANTES DE ODEBRECHT EN ECUADOR, EXPATRIADOS Y REPATRIADOS, CONSTRUYEN UN AMBIENTE PRODUCTIVO Y ESTIMULANTE Texto Cláudio Lovato Filho | Foto Holanda Cavalcanti
π Lennon, Juliana y la pequeña Júlia: la pareja vivió una verdadera hazaña para, finalmente, lograr estar juntos
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“Mamá, me debo ir porque tengo que darte una vida mejor”. Esas fueron las palabras de despedida de Lennon Almeida al dejar la casa de los padres y partir para Angola, en 2007, a los 26 años. Dejaba atrás la vida tranquila en el barrio de Bonfim, en la Ciudad Baja, en Salvador, donde nació. En el horizonte, una África que para él era hasta entonces incomprensible. Tres años después, el Lennon que regaló a sus padres una casa, en el mismo barrio Bonfim de su infancia, era una persona diferente. Era un hombre transformado por la exposición a una nueva realidad cultural, con todas las consecuencias que eso pueda traer aparejado. Graduado en Administración de Empresas por la Facultad Jorge Amado, Lennon – cuyo nombre es fruto de la admiración materna por el beatle John Lennon –, ingresó en Odebrecht en 2001, a los 20 años, como becario en el equipo de Personas de la Constructora Norberto Odebrecht. Un año después, fue transferido para Odebrecht Corretora de Seguros (OCS), empresa que él considera la base de su vida profesional. Se graduó en 2004 y se convirtió en Joven Socio. En aquel mismo año, un encuentro casual con Genésio Couto, en un restaurante de Salvador, que por aquel entonces era Responsable de Administración y Finanzas de Odebrecht en Angola, motivó una invitación que culminaría con la ida de Lennon para Angola. “Fue una decisión difícil”, recuerda Lennon. “Yo estaba en una zona de confort en Salvador, en términos personales y profesionales pero, al mismo tiempo, quería más, precisaba desafíos”. Fueron tres años de muchos aprendizajes y experiencias en Angola. “La vivencia con la cultura angoleña fue un antes y un después en mi vida”, afirma Lennon. Allá conocí a Juliana, ingeniera civil que también trabajaba en Odebrecht. Pronto iniciaron un vínculo afectivo. En 2010, los separaba la distancia, pues ella se fue a trabajar a Pernambuco, su tierra natal, en las obras de la Ferrovía Transnordestina, y Lennon, por su parte, recibía una invitación para actuar en Perú. Contradiciendo algunos pronósticos pesimistas sobre la relación, se ennoviaron en enero de 2010. Estaban juntos tres días por mes, en Bahía o en Pernambuco. Lennon regresó a Brasil en 2011, para trabajar en ETH (actual Odebrecht Agroindustrial). En mayo de aquel año, Lennon y Juliana se casaron. Él vivía en São Paulo; ella, en Pernambuco. “Fueron siete meses de encuentros de apenas un fin de semana por mes”, cuenta Lennon. En noviembre de 2011, Juliana recibió una invitación para trabajar en México y, en seguida, Lennon también consiguió un programa en el país. Al fin, entonces, Lennon y Juliana pasaron a tener una vida de casados.
Dos años después, él asumió un nuevo programa en el área de Administración y Comunicación, en Ecuador, liderado por Geraldo Souza, Responsable de Administración y Finanzas de Odebrecht en el país, donde Juliana también consiguió una oportunidad. En diciembre de 2013, nació en Quito la hija de la pareja, Julia. “Comencé a trabajar a los 11 años, en el restaurante de un tío. Siempre financié mis estudios y desde muy chico ayudaba a mis padres. Ahora tengo una familia, una hija”, reflexiona Lennon, minutos antes de llevar al equipo de Odebrecht Informa para una visita a su casa, ocasión en que se sacaron las fotos de la familia que, nadie puede dudar, está unida por un vínculo muy poderoso. “El joven que tiene la ambición de trabajar en un programa internacional debe construir una base muy sólida para su carrera en la Organización, además de estar siempre alerta para no caer en la mencionada zona de confort”, concluye. El regreso a casa A menos de una hora de vuelo de la ciudad de Quito donde viven Lennon y su familia está Guayaquil, en cuya región Odebrecht desarrolla el proyecto de irrigación Daule-Vinces. En esa obra hay un grupo de 20 profesionales ecuatorianos que, después de haber actuado en el exterior en Odebrecht, están de vuelta en el país. En Ecuador, donde Odebrecht está presente desde 1987, se consolidó una especie de escuela de formación de integrantes, preparados para enfrentar los desafíos de la Organización alrededor del mundo. Es el caso de Leoncio López, 57 años, oriundo de Píllaro, en la Provincia de Tungurahua, Responsable de Ingeniería en Daule-Vinces. Ingeniero Civil graduado en la Universidad Técnica Amabato (UTA), él ingresó en Odebrecht en 1990, en el proyecto de irrigación Santa Elena. Leoncio trabajó en Libia durante dos años, en las obras del Tercer Anillo Vial de Trípoli. “Fue mi experiencia personal y profesional más gratificante”, afirma. “Me relacioné con una cultura que, en su origen, es muy diferente de la mía, con un idioma que desconocía por completo. Con el pasar del tiempo, me adapté y conseguí aportar mi contribución para la buena realización del proyecto y para la aplicación de la Tecnología Empresarial Odebrecht. Mi mayor satisfacción en esa experiencia fue haber colaborado para la formación de muchos profesionales libios”. Con la lengua árabe y la comida, que para él, hasta entonces, eran completamente exóticas, con la arquitectura y los hábitos cotidianos, para los cuales la religión musulmana es la principal referencia, Leoncio amplió sus horizontes,
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Hora de regresar Para muchos integrantes de Odebrecht Ecuador, la experiencia en Angola fue decisiva para mejorar su capacidad de contribución. De regreso a su país de origen, ponen en práctica lo que aprendieron en su vivencia en África. El arquitecto Gilberto Salustiano Zambrano, 34 años, oriundo de Calceta, en la Provincia de Manabí, es Responsable de Mediciones y Costos en Daule-Vinces. Ingresó en Odebrecht en 2004 y, cuatro años después, con poco más de dos años de casado con la psicóloga Adriana, se fue a Angola. Trabajó durante un año y medio en las obras de la Hidroeléctrica de Cambambe. “Conocí a muchas personas que me permitieron crecer como individuo y como profesional”, relata. “Comencé a entender mejor las situaciones de nuestro día a día. Amplié mis horizontes”. Byron Andrade, 43 años, oriundo de Quito, ingeniero de minas, está en Odebrecht desde 2003, en las obras de la Hidroeléctrica San Francisco. En febrero de 2009, con la esposa, Cristina, embarazada, se fue a Angola, solo. “Me fui a África con dolor y más dudas que certezas, pero también seguro que había tomado la decisión correcta”, recuerda. Byron llegó a Luanda hablando poco portugués y extrañando mucho a la familia. “Lo primero que me pregunté fue: ‘¿Qué estoy haciendo acá?’. Una pregunta que solo con el tiempo me contestaría”. En el día a día de las obras del Aprovechamiento Hidroeléctrico de Gove, se procesó la adaptación y, con ella, la gratificación por una experiencia especial, que se prolongó durante tres anos. “Conocer otra cultura me hizo más sensible y más humano”, garantiza el padre de María Salette, hoy con 5 años. Ricardo Mazzutti, 59 años, no pertenece a Ecuador, pero Angola también fue un hito en su vida personal y profesional. Oriundo de Itaqui, en Rio Grande do Sul, geólogo de formación, ingresó en Odebrecht en 1988, yendo directamente a las obras de la Hidroeléctrica de Capanda. Después de un primer período de cuatro años en África, regresó a Brasil, para actuar en el área de propuestas. Volvió a África en 1997 (Angola y Botsuana), retornó a Brasil (Hidroeléctrica de Itá), después estuvo en la República Dominicana, en Yibuti, en Angola otra vez, en Perú y, finalmente, en Ecuador, donde llegó en 2012. “Mis dos hijos aprendieron a leer y escribir en Angola”, cuenta Ricardo. “El apoyo que tuve de mi esposa, Raquel, fue fundamental para que tuviese las condiciones para aceptar la propuesta de ir a África. Cuando llegamos a Angola, nuestra hija, Tanara, tenía 8 meses, y nuestro hijo, Maximiliano, 4 años. Estábamos compartiendo sueños, creyendo juntos”, dice Ricardo, que es Gerente de Obras en Daule-Vinces y que, en los lugares más diversos por donde pasó, siempre mantuvo cerca el mate que ofrece a todos los que entran en su sala, como es el caso del periodista de Odebrecht Informa, su conterráneo, que, por supuesto, lo aceptó con gusto.
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π Centro Histórico de Quito: la religiosidad tiene una fuerte presencia
π Adelante, a partir del centro, de izquierda a derecha, Ricardo Mazzutti, Hugo Gaibor (de pantalón negro), Byron Andrade, Leoncio López y Salustiano Zambrano. Excepto Ricardo y Rubem da Silva (sentado en la camioneta, el segundo a la izquierda, en primera fila), todos son ecuatorianos que retornaron al país
y descubrió una nueva realidad muy diferente de aquella de su Ecuador natal. Volvió a Ecuador y a la convivencia diaria con su esposa, Ruth, y los hijos José Estaban, Adriana Lissette y Jorge Andrés, en 2011. Orgulloso por el servicio que prestó al país árabe y de lo que aprendió durante los dos años que vivió allí, dice que regresó a su tierra natal con mucho más conocimiento sobre la TEO, la que le permitió convivir de manera respetuosa y productiva y con una cultura muy diferente a la propia. Un camino similar recorrió Hugo Gaibor, 47 años, oriundo de Guayaquil, Responsable de Administración en Daule-Vinces. Ingeniero de Sistemas, ingresó en Odebrecht en 1988, en el proyecto de irrigación Santa Elena. Estuvo en Quito, como Responsable de Tecnología de la Información de Odebrecht en el país, y después volvió a los
sitios de obras, actuando en cuatro grandes obras en diferentes regiones. En 2009, fue para Angola. Trabajó en Luanda y Benguela. La familia – la esposa Gloria y los tres hijos, Hugo, Gabriela y Víctor – permanecieron en Ecuador. Hugo llegó hablando poco portugués. Se dedicó a conocer la historia del país – que salía recientemente de un período de 10 años de conflicto armado-, obtuvo informaciones sobre las etnias, sus dialectos y costumbres, viajó, compartió la culinaria, participó de celebraciones. “Tuve un contacto muy intenso con la cultura angoleña”, relata Hugo. En 2010, regresó a Ecuador. “Fue una vivencia muy rica. Nuestros lazos familiares se fortalecieron. En el trabajo y en la vida, una experiencia como esa hace que tú madures, seas menos ingenuo, consolides conocimientos y ratifiques la importancia de la simplicidad, de la humildad y del respeto”. ]
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π Jorge Manuel en La Habana: relación antigua con Cuba
LAS VUELTAS DE LA VIDA ANGOLA, PAÍS EN QUE ODEBRECHT ESTÁ PRESENTE DESDE HACE 30 AÑOS, ES UNA ESCUELA DE TRABAJO CAPAZ DE PROPORCIONAR LECCIONES QUE NO SE OLVIDAN
Texto Eduardo Souza Lima | Foto Kamene Traça
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En septiembre – mes en que se firmó el contrato para la construcción de la Hidroeléctrica de Capanda -, Odebrecht completará 30 años de presencia en Angola. La obra fue realizada en consorcio con la compañía rusa Technopromexport. La relación con el país, por tanto, ya nació con la huella del multiculturalismo. Esa historia de tres décadas está construida con muchas historias de vida. Paulista de São Bento do Sapucaí, Marcus Azeredo, Director de Contrato del Proyecto Aprovechamiento Hidroeléctrico de Laúca, vive hace 14 años en Angola y fue testigo de grandes cambios. La construcción de Capanda había sido interrumpida cuatro veces por causa de los conflictos armados en el interior del país (que duraron de 1975 a 2002) y se estaba retomando por última vez cuando él desembarcó en el Aeropuerto de Luanda. “En aquella época, el vuelo llegaba de noche y, desde las alturas, la primera impresión que tuve fue de que la ciudad estaba poco iluminada”, recuerda. Cuando Azeredo llegó a Angola, todavía había confrontaciones. Hoy, el país es un gran sitio de obras. “Vine para quedarme dos años, y uno de los factores que me motivaron a permanecer fue saber que sería un agente en este proceso de reconstrucción y transformación, que yo haría la diferencia”, dice.
Solo después de cuatro años, la mujer y la hija de Azeredo se mudaron definitivamente al país. La niña, Luisa, hoy con 17 años, es una típica adolescente angoleña. El hijo más chico del matrimonio, Francisco, que tiene 7 años, nació después y está alfabetizándose en el país. “Al comienzo, mi esposa, Ana Lúcia, tuvo mucha dificultad para adaptarse. Hoy, ella ya está bien ambientada”, cuenta él, que es hincha del Santos, pero que también apoya a un cuadro en Angola: “Aquí soy hincha del 1° de Agosto. El angoleño es muy parecido al brasileño, le gusta la música y el fútbol. Demoré en adaptarme al condimento de la comida de aquí, pero hoy, siempre que puedo, aprovechamos para comer un funge [plato típico angoleño a base de harina de maíz o mandioca] en casa de compañeros angoleños, los sábados”. Jorge Manuel Silva, a quien llaman Sapo, hizo el camino inverso. Trabajando hace cinco años en La Habana, en el equipo directo del DirectorSuperintendente de Odebrecht en el país, Mauro Hueb, es el primer integrante angoleño de la Organización que es expatriado. “Hoy digo que tengo 15 días de vacaciones en Angola, pero vivo en Cuba. Una de las cosas buenas de trabajar en Odebrecht es que hacemos muchos amigos, como si siempre encontrásemos, en cualquier lugar, una gran familia”.
π Marcus: de São Bento de Sapucaí al interior de Angola
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Ď€ A partir de la izquierda, JonatĂŁo Timoteo, Arnaldo Heitor, Lauren Pereira, Joaquim Carvalho y Jurandy Moreira: convivencia placentera y productiva
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El vínculo de Sapo con Odebrecht comenzó incluso antes de que se convirtiera en integrante de la empresa, también durante el conflicto armado. “Entré en la Organización en octubre de 1992, en el área de Administración. Pero como en 1984 yo era militar y era necesario construir Capanda, me designaron para ser el responsable por la seguridad de la obra”, explica. La relación de Sapo con Cuba también viene de lejos, proviene de los tiempos de cuartel, vinculado al acuerdo militar entre los dos países. Incluso antes de mudarse para allá, La Habana ya era prácticamente su segunda casa. “Aquí tengo amigos de hace mucho tiempo. Es un pueblo alegre como el angoleño. Y es un país mestizo como Brasil, y como será Angola en el futuro”, afirma. Pero las relaciones de trabajo le reservaban gratas sorpresas: “Aquí no hay analfabetismo, el nivel de enseñanza es muy alto y la voluntad de aprender es todavía mayor”.
enfrentó a su propio país. “Me encontré con una gran variedad de culturas. Solo había oído hablar del carioca, nunca había conocido a uno. En el alojamiento con 700 personas tenía a todo Brasil”. A lo largo de la carretera Catata-Lóvua, que construye Odebrecht en la provincia de Lunda Norte, el profesor Joaquim Carvalho, oriundo de Luanda, es quien está yendo al encuentro de sus raíces. “Mi trabajo es llevar educación y nociones sobre salud a las aldeas por donde pasa la ruta. Tuve una experiencia semejante en la ciudad de Lubango, pero es la primera vez que lo hago en esta región”, cuenta él, que hace cuatro años que está en la empresa y tiene el privilegio de intercambiar conocimientos con pueblos como los lundas, los bangalas, los xinje, los luba, los kakete, los kafia y los bakongo. Por añadidura, también adquirió algunas costumbres brasileñas: “Me gusta Roberto Carlos y a veces le pido a mi esposa que me cocine poroto negro”.
Café en la heladera La formación de profesionales locales siempre fue prioridad para Odebrecht en Angola. Jonatão Timoteo, Responsable Administrativo del Proyecto Aprovechamiento Hidroeléctrico de Cambambe, que hoy hace un posgrado en Río de Janeiro, es un ejemplo de ese esfuerzo constante de la empresa. “Todavía no conocí a la ‘garota de Ipanema’, pero ya soy casi un carioca”, asegura. Exmilitar como Sapo, es integrante de la Organización desde hace 15 años. “Me acuerdo de la primera vez en que me ofrecieron un ‘café fresquito’. Fresco en Angola quiere decir helado. Pensé que ponían el café en la heladera”, bromea. Las telenovelas lo ayudaron a familiarizarse con las costumbres brasileñas, pero en relación a la metodología de trabajo, al principio le sorprendió: “Nosotros, angoleños, respetamos mucho la jerarquía. En Odebrecht, se delegan poderes”, explica. El bahiano Jurandy dos Santos Moreira, Encargado General en el Proyecto Emprendimientos Inmobiliarios, está hace siete años en Angola y adoptó, sin restricciones, un hábito nativo: “Comencé a implantar en mi casa la costumbre de la reunión familiar. Ellos siempre se reúnen para discutir sus problemas juntos. Es una práctica muy linda”, cuenta. Nem, como le llaman, nació en Retirolândia, en el interior de Bahía. Probó suerte en el garimpo en Goiás antes de mudarse a Salvador, donde fue contratado por Odebrecht. De allí, siguió directo para Luanda. Y en la ciudad también
Respeto a las diferencias Lauren Pereira, Responsable por el Programa Social Kukula Ku Moxi del Proyecto Sodepac, es hija de cubanos nacida en Miami, en Estados Unidos, y estudió en Francia. Comenzó a trabajar en Odebrecht hace cuatro años, en su ciudad natal. Pasó por Guinea-Conakry y, hace un año, vive en Malanje. “Desde mi primer día en la empresa, cuando todavía estaba en Estados Unidos, ¡descubrí que todo el mundo hablaba portugués! ¡Y yo había estudiado francés! Fue mi primer choque cultural”, recuerda, entre risas. “En la Organización, ya tuve un líder carioca, un bahiano y uno de Pernambuco, en proyectos en que el Director de Contrato era portugués y angoleño”. Lauren se está integrando bien a la vida cultural del país. Ella fue quien presentó el equipo de Odebrecht Informa al Teatro Elinga, espacio de resistencia artística de Luanda. Nacido em Cartaxo, el Técnico Especializado portugués Arnaldo Heitor está hace 15 años en Odebrecht, seis de ellos en Angola. Basado en el Proyecto Catata-Lóvua, cuenta que su mayor dificultad al principio fue acostumbrarse a los nombres con que los brasileños llamaban a algunas máquinas y herramientas. “Escuchaba hablar de jirafa y pensaba: ¿estoy en una obra o en un zoológico?”, sonríe. Tiene una buena hipótesis para explicar su rápida adaptación: “Constaté una cosa que es común a los tres pueblos y es la filosofía empresarial de Odebrecht, que hace que ese multiculturalismo funcione tan bien: el respeto por las diferencias”. ]
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LECCIONES DE CONVIVENCIA EQUIPO DEL PROYECTO SONAREF, EN ANGOLA, ESTÁ CONFORMADO POR PERSONAS ORIUNDAS DE 18 PAÍSES DE CUATRO CONTINENTES
Texto Eduardo Souza Lima | Foto Kamene Traça
“Trabajar aquí equivale a hacer un intercambio cultural entre 18 países a la vez”, dice la Gerente de Sostenibilidad (Medioambiente y Social) del proyecto Sonaref, Flávia Gabriela Oyo Francia. Oficialmente, en el sitio de obras se habla en inglés, pero, en el día a día, se escuchan 10 idiomas distintos. En la obra trabajan 1.840 personas: además de brasileños y angoleños, hay gente de Portugal, República Dominicana, Tanzania, Perú, Bolivia, China, Croacia, Egipto, España, Estados Unidos, Filipinas, India, Inglaterra, Italia, Mauritania y México. Administrar esa diversidad cultural es un desafío complejo. “Hay que tomar en cuenta la lavandería, el transporte, el entretenimiento para el fin de semana y la alimentación. Y cada cultura tiene su particularidad: los indios no comen carne bovina, los musulmanes no comen carne de cerdo y los estadounidenses no están acostumbrados al plato preferido de Brasil, arroz con porotos”, explica Rogério Ferreira da Silva, de Rio Grande do Sul, Gerente Administrativo-Financiero. “Los propios brasileños tienen hábitos alimenticios diferentes, dependiendo de dónde provienen”, completa la bahiana Flávia Tavares Britto, responsable del equipo Administrativo. La refinería de petróleo Sonaref se está construyendo en la Provincia de Benguela, en la ciudad del litoral de Lobito, localizada a 515 km de Luanda. Cuando esté operando con plena capacidad, procesará 200 mil barriles por día. Angola es el segundo mayor productor de petróleo de África, atrás solo de Nigeria. Es un proyecto estratégico, pues la meta es que el país se convierta en exportador de los derivados de petróleo y no solo de crudo. Actualmente, Odebrecht está ejecutando las obras de terraplenado, construyendo carreteras de acceso de carga pesada y una terminal marítima. El Director de Contrato Pablo Mensitieri Mattos es carioca. Ingresó en la empresa como pasante y hace nueve años que vive en Angola. “Yo ya había vivido en el país cuando era niño, porque mi padre también
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π Flávia Gabriela, Ramesh, Shanavas y Gurnam: platos típicos para sentir menos nostalgia de casa
trabajó aquí. Es una cultura que se parece mucho a la nuestra, es un pueblo muy alegre, para mí fue fácil acostumbrarme a las costumbres locales”, cuenta. Más complicado fue adaptarse a varias culturas al mismo tiempo. “Por ejemplo: si le tienes que pedir algo a un brasileño, antes tienes que hablar de fútbol, preguntar por la familia. En cambio las personas de otras nacionalidades son mucho más directas”, explica. “Los musulmanes ayunan durante el período sagrado del Ramadán, los chinos suelen dormir después del almuerzo; cada cultura tiene sus costumbres
y tradiciones, y todos tenemos que respetarnos y conciliar esos hábitos con los nuestros”, dice Flávia Gabriela, de Brasilia. Su tocaya Flávia Britto está hace cuatro años y medio en el país. Rogério Ferreira llegó hace menos tiempo, poco más de un año, pero antes pasó tres años y medio en Libia y un año y medio en Portugal. “Como Odebrecht es una empresa global, muchas personas que trabajan aquí ya estuvieron en otros países. Eso incrementa todavía más nuestra mezcla cultural”, dice Flávia Gabriela. “Aprovechamos el momento de desmovilización de obras en otros
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π Belter (a la izquierda) y Mariano disfrutan del contacto con la diversidad
países, como Liberia, Guinea, Ghana, Mozambique y Libia para formar este equipo, porque también precisábamos de personas que hablaran inglés, ya que la empresa que fiscaliza la Obra [Kellogg, Brown and Root – KBR] es estadounidense”, explica Rogério. El mundo en el sitio de obras Los amigos portugueses Daniel Charrua (Técnico de Seguridad del Trabajo) y Hugo Nobre (Responsable de Costos), que antes de llegar a Lobito trabajaban en Libia, se encuentran todos los miércoles y domingos para escuchar canciones de la banda de rock de Lisboa Xutos & Pontapés y asisten a los juegos del Benfica, mientras saborean bocadillos de la tierra. Esos encuentros se tornaron conocidos como “Tasca do Charrua” y también ha atraído a gente de otras nacionalidades, como los brasileños Freddy Jorge (Responsable de Costos y Subcontratos) y Américo Pereira (Responsable de Compras), ambos hace siete años en Angola, que colaboran con la diversidad culinaria mezclando cuscús y pan de queso con el chorizo y la farinheira lusitanos. Los indios Shanavas Valappil y Ramesh Babu (ambos del equipo de Control de Documento del Área de Administración Contractual), Nikhil Agarwal (de Ingeniería) y Gurnam Singh Bal (Seguridad del Trabajo) se conocieron en Liberia. Los amigos se reúnen todas las noches a comer para sentir menos nostalgia de sus casas. “La comida de aquí es buena,
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pero, para nuestro paladar, es poco condimentada”, dice, como midiendo las palabras, el chef Valappil, que prepara platos a base de mucha, pero mucha pimienta, de varios tipos. Cuando termina la jornada, el alojamiento se parece a un parque olímpico y, mientras angoleños, brasileños y peruanos van a patear pelotas a la cancha de fútbol, filipinos y estadounidenses se preparan para el básquetbol y los indios juegan cricket en la cancha polideportiva. ¿Y los dueños de casa, cómo han aprovechado esa diversidad cultural? El ingeniero Belter José Cordeiro da Silva, del área de Producción, nació en Luanda, pero nunca llegó a trabajar en su ciudad. “Jamás había salido de Luanda y, no bien me gradué, fui a trabajar en Malanje. Ahora estoy aquí. Aprendí que cuando uno entra en Odebrecht obtiene una nueva nacionalidad. En mi equipo hay un estadounidense, un portugués, un croata y un brasileño. Siempre se aprende algo nuevo. Es importante tener la mente y el corazón abiertos. Al principio, fue difícil, porque hacía mucho que no practicaba el inglés, pero los números y las metas hablan una sola lengua”. Su compañero Mariano Simão Cristóvão, que también comenzó en la empresa ayudando a construir carreteras en la Provincia de Malanje y en el proyecto Biocom (Compañía de Bioenergía de Angola), aprovechó la oportunidad para conocer mejor su propio país. “Convivir con gente extranjera es una gran experiencia, pero, incluso dentro de Angola, hay diferentes hábitos y costumbres”. ]
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Ď€ Bruno con la esposa, Susana, y las hijas, en Maputo: testigos del desarrollo de Mozambique
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INVENTORES DE LA VIDA REAL ELLOS VINIERON DE PORTUGAL, DE COLOMBIA Y DE BRASIL PARA VIVIR DESCUBRIMIENTOS Y TRANSFORMACIONES EN MOZAMBIQUE Texto Shirley Emerick | Foto Américo Vermelho
Bruno, Jesús y José Roberto abandonaron el confort, la comodidad y la convivencia con parientes y buenos amigos y partieron para enfrentar desafíos en Mozambique, como integrantes de Odebrecht. En la costa este de África, junto a sus familias, están conociendo una nueva cultura. La vida actual es más bien modesta, pero, por otro lado, ellos son unánimes en reconocer que el aprendizaje es intensamente más rico. Cuando trajo a la familia de Portugal, en 2012, Bruno Medeiros ya había recorrido escuelas, mercados, hospitales y condominios residenciales de Maputo. Era el tercer movimiento fuera de su país por Odebrecht. Concluyó que había la estructura necesaria para recibir a su hija Rita, 9 años, y a su esposa, Susana Neves, con un embarazo de seis meses. “Tuve una empatía inmediata con la ciudad y muy pronto gané confianza”, cuenta. Laura nació en un hospital local y hoy, próximo a cumplir 2 años, adora, como buena mozambiqueña, todo lo que tenga ritmo, música y danza. En esos dos años, Rita, la primogénita, perdió la timidez y la vergüenza, vivenció situaciones en las que superó algunos miedos y hoy aprovecha las facilidades de la tecnología de la comunicación para estar en contacto con las amigas que quedaron en Portugal. En la fiesta en que su hermana cumplió un año, en Coimbra, sorprendió a toda la familia al juntarse con dos primas para presentar un pequeño show con músicas, coreografía y vestuario. Todo organizado y ensayado a través de Skype, sin ninguna interferencia de adultos. “Pensé en una sorpresa para el cumpleaños de Laura y arreglamos todo en secreto”, relata la niña, muy desenvuelta. La principal recompensa de esa experiencia en el exterior, para la familia, cuenta Bruno, es ser testigos del desarrollo de algunos valores en los hijos, ante el contacto con realidades diversas. “Siento que Rita tiene una preocupación con la justicia y la igualdad diferentes de los niños de su edad”, añade. Al frente de la estructuración del proyecto del BRT (Bus Rapid Transit) de Maputo, Bruno prevé que permanecerá otros tres años en el país, como mínimo. “El multiculturalismo trae enseñanzas diarias” Para la familia de Jesús Alvarado, la ciudad de Tete, en la región central de Mozambique, fue el primer destino internacional. Valentina Andrade dejó el curso de administración y el empleo en un banco en Colombia para acompañar al marido y a la hija Leide, 9 años. La adaptación no fue fácil. Además del calor de más de 40°C, la ciudad tenía, en 2009,
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π Jesús, integrante de Odebrecht en Tete, enfrenta, con la familia, su primer desafío fuera de Colombia
una infraestructura de comercio y servicios muy limitada. “Había tres restaurantes y una panadería”, enumera Valentina, bromeando. En el caso de Leide, que era la preocupación de sus padres, se adaptó rápidamente. “Ella se integró con facilidad, y llegaba de la escuela contenta con sus bailes y músicas”, cuenta Jesús. Los planes tuvieron que ajustarse cuando Valentina quedó embarazada de nuevo. La decisión fue trasladar a la familia para Maputo, a efectos de tener mejor acompañamiento médico. A Esteban, que hoy tiene 4 años, le gustan las tardes en que juega con su madre en los parques de la ciudad y, con la hermana, entrena el nuevo vocabulario en inglés que aprende en la escuela. Tener a la familia
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cerca y ver el desarrollo de los hijos son recompensas diarias para Jesús y Valentina. “Tomar la opción de un país de África impone ciertos sacrificios, pero salimos fortalecidos en lo personal. El multiculturalismo que encontramos brinda enseñanzas todos los días”, añade Jesús, que en Tete es coordinador de depósito del Proyecto Carbón Moatize. Construyendo una nueva historia José Roberto Pereira está en la organización hace 25 años, y Mozambique es su primer proyecto internacional. En 2010, recibió la invitación para integrarse al equipo de la obra del Aeropuerto Internacional de Nacala. Concluyó que era el momento adecuado para partir de Brasil.
“Estaba muy motivado, porque sabía que sería una fantástica experiencia de vida para mí”, recuerda el Gerente Comercial del proyecto. Divorciado, él llegó solo, pero los hijos - Rafael, entonces con 6 años, y Roberta, 10 – vinieron algunos meses después. En los tres primeros meses, ellos fueron las “mascotas” de la obra, pero, cuando llegó el período escolar, se mudaron a Maputo. La convivencia intensa con los hijos duró hasta agosto de 2013, cuando ellos regresaron a Río de Janeiro. “Fue una etapa nueva para nosotros y yo maduré mucho”, relata. En el trabajo cotidiano de la obra, conoció a la médica Solange Pires. Hoy, ellos tienen una hija de 10 meses, Tahis Sayra Yussuf Pires Pereira. El apellido es bien representativo de la mezcla de la nacionalidad de los padres – brasileña y mozambiqueña – y de la religión islámica que los dos adoptaron. “Yo me convertí porque me conquistó la simplicidad y caridad practicada por los musulmanes”, confiesa José Roberto. Solange fue una de las primeras integrantes de la empresa en el sitio de obras. Ella tiene una fuerte inclinación por la Medicina del Trabajo y divide su tiempo entre la casa con la beba y los libros, en busca de más conocimiento y capacitación. José Roberto y Solange reconocen la dificultad que es vivir distantes de la ciudad, pero hablan con orgullo de la oportunidad de construir una historia diferente a 2.200 km de la capital. “Estamos formando jóvenes que asumirán nuestros puestos, en un local de pocas alternativas. Es motivador y gratificante presenciar este momento y solo puedo reconocer que vale la pena”, enfatiza José Roberto. ]
"Me encanta vivir aquí" Jerry Khouly llegó solo a Mozambique, en 2011, contratado para el proyecto Carbón Moatize, en la provincia de Tete. Pasaron tres años y la familia ahora tiene brasileños, colombianos, portugueses y mozambiqueños. Es de esa forma que él considera a los amigos y compañeros del trabajo y a las personas de la comunidad local: sus familiares. “No se trata solamente de que me guste este lugar. Me encanta vivir aquí”, declara Jerry, poniendo énfasis en los verbos. El cambio de escenario fue radical. Nacido en Antigua, en América Central, pero morador de Miami desde los 17 años, Jerry decidió dejar Estados Unidos para ir a trabajar en Mozambique, que está entre los países con peor posición en relación al Índice de Desarrollo Humano (IDH). Los tres primeros meses fueron los más difíciles, pero bastó entender mejor el portugués para que él trabara amistades. Jerry reside en el alojamiento del proyecto y confiesa que está feliz con el tipo de vida que lleva. Soltero, aprovecha los fines de semana para viajar por el continente, almorzar en la ciudad con los amigos, participar de una actividad en el orfanato de la ciudad o simplemente mirar televisión. En uno de los viajes a Miami, el equipaje estaba lleno de ropas y juguetes, que fueron la alegría de los niños atendidos por las monjas del orfanato de Tete. La carencia y las condiciones de vida de las familias mozambiqueñas imprimieron una marca en la vida de este ingeniero civil, que nunca se arrepintió de la decisión que tomó en 2011. “Pasé a comprender mejor a las personas. Aprendí a valorizar y agradecer las pequeñas cosas de la vida”, subraya Jerry.
π Jerry: “Pasé a comprender mejor a las personas”
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"VIVIR DIFERENTES CULTURAS ME CONVIRTIÓ EN UN MEJOR SER HUMANO" LUIZ BUENO, DIRECTOR-SUPERINTENDENTE DE ODEBRECHT INFRAESTRUTURA – BRASIL Texto Emanuella Sombra | Foto Paulo Fridman
Luiz Bueno inició su trayectoria en la Organización por medio del Programa Básico de Desarrollo de Empresarios Socios, en 1993. Recién graduado en Ingeniería Civil, él se enfrentaba a su primera oportunidad profesional. “Fue la primera empresa en que trabajé y de donde nunca salí”, dice. Más de dos décadas después, el hoy DirectorSuperintendente (DS) de Odebrecht Infraestrutura – SP/Sur habla en esta entrevista sobre sus decisiones profesionales, entre ellas, la de ir a trabajar en el exterior, con el sentimiento de que volvería a hacerlo de nuevo. “Vivir diferentes culturas me convirtió en un mejor ser humano”, afirma. Bueno fue Director de Contrato en Angola por seis años y, durante cuatro, actuó como DS en Colombia. Después de 10 años fuera de Brasil, retornó en 2013 a São Paulo, su ciudad natal. “La decisión de ir al exterior fue de las mejores que tomé en la Organización”. 42
π ¿Qué aprendizajes destacas del tiempo en que trabajaste fuera del país? Cuando recibí la invitación para ir a Angola, en 2003, no estaba en mis planes salir de Brasil. Ese país vivía la posguerra, para mucha gente no existía lo que entendemos por atención de las necesidades básicas –agua, luz, saneamiento. Me acuerdo que cuando trabajábamos en un proyecto de producción y distribución de agua tratada en Benguela, un joven vino a hablarme. Tenía algo más de 20 años, estaba exultante y vestía el uniforme de la Organización. Entró en mi escritorio, se sentó y me dijo: “Jefe, vine a agradecer. Ayer fue la primera vez que me bañé en el cuarto de baño de mi casa. Puse una silla debajo de la ducha y dejé que el agua cayera sobre mi cabeza”. Nunca más me olvidé de esa charla. . π ¿Cómo fue tu experiencia en Colombia? Colombia es un país con una economía un poco más sofisticada, donde el PIB crece más que el promedio de América Latina y se hacen negocios de una forma diferente a Angola. Tuve que capacitarme rápidamente para estar a la altura de las expectativas de la Organización y de los desafíos impuestos por el mercado colombiano. En seis meses, fue muy grato conquistar dos proyectos: la duplicación y operación de la Ruta del Sol, aproximadamente 500 km de carretera que conecta Bogotá con la costa Caribe del país; y la construcción del Túnel Tunjuelo-Canoas, en Bogotá. Creo que el ciclo promedio ideal de un ejecutivo en el exterior está aproximadamente en los 10 años, y en 2012 entendí que era el momento de regresar. Tuve la oportunidad de trabajar en dos países con realidades muy diferentes, y la sensación de volver a casa, São Paulo, y con desafíos profesionales incluso mayores, es muy buena. π ¿Cuáles son las principales dificultades de vivir fuera del país de origen? Creo que son la adaptación y la distancia. Cuando uno está lejos de su tierra, se distancia de su familia y de sus amigos. Traba nuevas amistades, pero se aparta de su núcleo. Y eso genera un hiato que permanece contigo. Suceden hechos importantes en los cuales uno no participa. Las fiestas de cumpleaños, los casamientos, los nacimientos y los velorios. La vida continúa, tus padres envejecen, los hijos crecen y tú observas los registros en las películas y en las fotos de los eventos en que no estuviste presente. Por otro lado, haces nuevos amigos, conoces otras culturas y realidades. Creo que en mi caso ese balance es positivo, haría todo de nuevo. π ¿Tu familia te acompañó? No. Cuando fui a Angola, mi exesposa tenía una carrera promisoria en Brasil y consideramos que no era conveniente que ella se fuera. Por otro lado, yo tenía una agenda bastante apretada y que me obligaba a trasladarme constantemente fuera de Luanda. Yo no paraba, viajaba mucho. No haber llevado a la familia me permitió tener más disponibilidad para el trabajo.
π ¿Cómo influye el posicionamiento de la familia en lo profesional? La decisión de salir de Brasil para trabajar en el exterior debe ser compartida y decidida en conjunto. Ese equilibrio es muy importante, ya que las dificultades de adaptarse a una nueva cultura, y de vivir a la distancia, pueden ser grandes. π ¿Transmitir conocimiento es una de las prioridades de quien trabaja por la Organización en el exterior. ¿Cuál fue tu mayor desafío en este sentido? Creo que uno de los grandes desafíos en Angola era ejecutar los contratos en el plazo y con calidad. Y, para eso, la formación y cualificación de la fuerza de trabajo local eran fundamentales. Entiendo que un proyecto debe generar beneficios que trascienden la propia obra, y la oportunidad de contribuir para una mejor sostenibilidad en el interior del país fue muy gratificante. En sentido amplio, contribuir para que la sociedad de cada una de las ciudades donde operábamos creciese de manera más equilibrada.
“EN EL EXTERIOR ES DONDE EL ESPÍRITU DE SERVIR SE PONE A PRUEBA MÁS INTENSAMENTE”
π ¿En Colombia fue diferente? Allá encontramos una fuerza de trabajo mejor cualificada, y nuestro mayor desafío era aproximar a las personas a la Tecnología Empresarial Odebrecht [TEO]. Como nuestro crecimiento en el país fue muy rápido – en seis meses pasamos de 30 integrantes para más de 2 mil -, el desafío era hacer que las personas internalizasen nuestra cultura empresarial. Y asimilar nuestra cultura lleva tiempo, dedicación y trabajo. π ¿Qué características deben tener las personas que actúan o quieren actuar por Odebrecht en el exterior? En primer lugar, precisan conocer y practicar la TEO. También es importante tener la disposición para adaptarse a nuevas realidades, tener curiosidad, conocer los hábitos y costumbres de las personas, tener capacidad de influenciar y de ser influenciado. Y, naturalmente, tener alguna aptitud para correr riesgos, ya que muchas veces la realidad del país de destino es bastante diferente de nuestro país de origen. Es fundamental integrarse a la sociedad. Si yo tuviese que volver 10 años atrás en el tiempo, no lo pensaría dos veces, haría todo de nuevo. ]
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π Biaggio y Thaís: padre e hija trabajando juntos en el exterior
UN EQUIPO QUE VIO EL MUNDO EXPERIENCIA INTERNACIONAL DE SUS INTEGRANTES ES UNO DE LOS MAYORES ACTIVOS DE ODEBRECHT LATINVEST
Texto João Marcondes | Foto Gihan Tubbeh
Un hombre, una familia, varios caminos por recorrer. Y un Fusca 1962. Para Biaggio Sérgio Carollo, de 54 años, el movimiento es lo que le da sentido a la vida. Cuando era niño, soñaba con un mundo sin fronteras, influido por las historias que le contaba su padre, Mário, un italiano que huyó del hambre y de la guerra, no se le permitó entrar en Francia y terminó en Brasil, amparado por su fuerza de trabajo y su inclinación multidisciplinaria: era herrero, carpintero, mecánico, electricista.
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En Cornélio Procópio, en Paraná, nació Biaggio y una hermana. Vivían en el asiento de atrás del Fusquinha que recorría el estado según el lugar donde su padre estaba construyendo cimientos o levantando paredes: Apucarana, Prudentópolis, Morretes, Bandeirantes, Guaraniaçu. “Para mí, la vida nómada y la adaptación a cualquier situación están en la genética”, afirma él, que es Gerente de Concesión de la Carretera IIRSA Sur, en la Amazonía peruana, por Odebrecht Latinvest.
Cuando habla de “genética” se refiere al padre, Mário. Pero también a la hija, Thais, 26 años, psicóloga a la que él alentó a cambiar de país y hoy es Joven Socia en Perú, trabajando para Rutas de Lima. Graduado en Ingeniería Mecánica y Civil, antes intentó trabajar como funcionario público, en la alcaldía de su ciudad, pero no se acostumbró. Después, intentó en la industria, una fábrica de cerámicas. “No me gustó la rutina, aquel barullo cotidiano de la prensa golpeando. Me sentía como en Tiempos Modernos (película clásica de Charles Chaplin)”], comenta, en tono de broma. Prefirió el mundo. Después de recorrer Brasil de arriba abajo por Odebrecht, fue para Venezuela, su primera experiencia internacional, en las obras del Metro de Caracas. “Tuve muchos problemas con la lengua, no entendía. Trataba con obreros venezolanos y técnicos franceses, alemanes, irlandeses. Lo que me impidió desistir fue el tamaño del desafío, enorme”, puntualiza. “Para aprender el castellano, iba a mi casa y quedaba escuchando los larguísimos discursos del Presidente Hugo Chávez (fallecido). Él tenía una dicción perfecta. En poco tiempo aprendí”. La vida de Biaggio fue inspiradora para su hija Thaís, que, hoy, vive en Lima una intensa experiencia de intercambio. “El peruano festeja demasiado sus victorias, aprendí eso con ellos, así como el hecho de que la formalidad de su pueblo traduce respeto y confianza”, explica. El padre complementa: “Uno necesita cambiar, para ver la realidad desde otro ángulo”. “No, no, ¡llama a tu hijo!” Así como Biaggio, el ecuatoriano Mario Costa Morales, de 41 años, también tuvo un padre constructor. Pero, al contrario de él, su infancia no tuvo muchos viajes. Nació y se crió en Guayaquil, en la costa de su país. Desde muy chico, su padre, con su mismo nombre, desafiaba constantemente al niño de 14 años. Por ejemplo, Mario tenía que hacer el pago semanal a los obreros, muy experimentados, hombres de más de 40 años. Algunos ya habían pedido adelantos, pero hacían de todo para que el niño fuese “buenito” con ellos. Mario, el niño, encontró su manera de manejar la situación. “No descontaba todo, daba una parte. Más adelante cobraba. Hacía pactos, que se cumplían. Después, cuando aparecía el padre para hacer los pagos, ellos decían “no, no, ¡llama a tu hijo!”, recuerda, con una sonrisa. Cerca de 25 años después, Mario Costa estaba en Libia, en la obra del Tercer Anillo Vial de
Trípoli, donde aprendió a tener una imprescindible flexibilidad, fruto de su proceso de madurez y que fue importante para hacer la diferencia. “Los libios tienen un proceso diferente de negociar, de manejar el tiempo. En Odebrecht nos estimulan a soñar el gran sueño de los clientes. En Libia, debíamos priorizar las pequeñas metas, las pequeñas conquistas del día a día. Solo eso nos llevaría a la meta mayor”. No hay que apurarse para cerrar un negocio con un libio, dice Mario. El gusto por la negociación, de extender ese ejercicio, es esencial para tener éxito en el país del norte de África. “Aprendí mucho con ellos y traje esa experiencia conmigo para América Latina”, comenta Mario, hoy Director de Ingeniería y Comercial en Latinvest, donde el foco son las concesiones de largo plazo. Ingeniero y abogado, Marcos Pereira da Silva, oriundo de Juiz de Fora, Minas Gerais, no tuvo un padre constructor ni una infancia de viajero. En verdad, su padre tenía el que ya fue considerado el más estable de todos los empleos del país:
π Mario utiliza los aprendizajes obtenidos en Libia
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π Marcos: participación en la obra pionera de Charcani V
funcionario del Banco do Brasil. Sin embargo, el natural desapego de Marcos por cosas materiales lo hizo viajar lejos. Todo lo que tenía, siempre cabía en una maleta. Marcos participó de la primera obra internacional de la historia de Odebrecht, la Hidroeléctrica Charcani V, en Perú, iniciada en 1979. “En aquella época, todo era diferente. Nos embarcábamos rumbo a lo desconocido”, describe con nostalgia y emoción. Hasta hoy es hincha del Melgar de Arequipa (y también del Tupi de Juiz de Fora y del Botafogo de Río de Janeiro).
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No se detuvo más. Estuvo en Estados Unidos, Colombia, Panamá, Libia y ahora trabaja como Gerente de Mercado en la concesionaria Rutas de Lima. “Siempre tuve una certeza al hacer todas esas mudanzas: la empresa me daría la mejor condición de trabajo”. Para él, trabajar en diferentes países, con culturas variadas, ayuda a construir una visión de largo plazo, esencial para el ramo de las concesiones. De las muchas lecciones, destaca una: “Tú tienes que entender que nadie es insustituible. Por eso, lo más importante es dejar tu legado para que otra persona pueda continuarlo”. ]
Márcio Lima
TEO “UN SISTEMA DE COMUNICACIÓN VIVO Y PALPITANTE PUEDE TORNARSE MÁS EFICIENTE GRACIAS A LA TECNOLOGÍA, PERO SU EFICACIA RESIDE EN EL ESPÍRITU DE LOS SERES HUMANOS QUE LO UTILIZAN”
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MÁS QUE SIMPLES ALIANZAS ALEX Y RENATA, JUNIOR Y PATRÍCIA: EL COMIENZO DE LA VIDA CONYUGAL DE UNA MANERA SORPRENDENTE Y PECULIAR Texto Bárbara Rezendes | Foto Edu Simões
“El cambio es parte de mí. A los 19 años salí de casa para construir mi carrera”. Determinación es uno de los sentimientos que guían la vida del ingeniero electrónico Alex Lage, integrante de Mectron, empresa de Odebrecht Defesa e Tecnologia (ODT). Nacido y criado en Araçatuba, dejó el pequeño municipio del interior de São Paulo para estudiar en la facultad y, desde entonces, le tomó el gusto a los cambios, sobre todo a los que contribuyen con su crecimiento. Siempre buscando nuevas oportunidades, pasó a integrar Mectron en 2008, durante su maestría en el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), en São
π Junior y Patrícia: desafíos y lecciones en Sudáfrica
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José dos Campos (SP), ciudad sede de la empresa fabricante de productos para uso militar y civil. Ya en el primer año, participó de una presentación con un grupo que estaba regresando de Sudáfrica, en el proyecto del misil A-Darter para la Fuerza Aérea Brasileña (FAB). “Cuando vi la presentación, lo que me llamó la atención no fue el producto. Me encantó saber que aquellas personas estaban viviendo en otro país, viviendo costumbres tan diferentes”. Ver aquella realidad tan próxima despertó en Alex el deseo de conquistar la oportunidad de también poder experimentarla. Poco tiempo después, se
enteró que había una vacante para participar de aquel mismo proyecto y luchó por ella. “Conversé con mi líder, insistí y creé la oportunidad. La decisión estaba entre yo y otra persona, que terminó desistiendo del proceso de selección”. Alex no estaba solo en aquella jornada. Recién se había casado y acababa de traer a su esposa, Renata, de Araçatuba para São José dos Campos. Para ellos, la novedad era motivadora. Con valores familiares fuertes y tradicionales, lo difícil fue contarles a los padres. “Mantuvimos el secreto durante siete meses y solo les contamos que nos estábamos yendo a Sudáfrica dos meses antes de embarcar”. La historia se repitió cerca de un año después, con la pareja de ingenieros de Mectron Antonio de Oliveira Junior y Patrícia Pinheiro da Cruz. Junior es el integrante número 97 de la empresa; comenzó a hacer pequeños trabajos para Mectron con 14 años, como cadete del área Financiera. Poco después pasó a integrar el equipo en el apoyo administrativo. Se graduó en Ingeniería de Control y Automatización y fue a trabajar en el sector mecatrónico. “En 2002, mi líder me pidió que me encargara de un proyecto. Conversando, decidimos que necesitaríamos que una persona me ayudara. Él busco en las escuelas de la región a ‘la mejor alumna’ y me presentó a Pati”, cuenta Junior. Sin saberlo, allí comenzaba también una historia personal, que ya dura 12 años. “De ese modo, fueron siete años, siete meses y 17 días de novios”, recuerda Patrícia. En 2010, cuando estaban de novios desde hacía un año, Junior fue invitado a ir a Sudáfrica, para participar del proyecto A-Darter. La propuesta vino en julio, días después de comenzar a distribuir las invitaciones del casamiento. “Fue una sorpresa, pero le dije que fuéramos. Tenía que ir. Sería una experiencia increíble para recoger buenos frutos y madurar personal y profesionalmente”, explica Patrícia. En la misma semana, la invitación se extendió a ella. El casamiento se realizó en septiembre y, en noviembre, el matrimonio se estaba mudando de São José dos Campos para Centurion, en Sudáfrica. Nuevo escenario, nueva etapa de la vida Alex y Renata, Junior y Patrícia. Las dos parejas tuvieron la experiencia de comenzar la vida de a dos de una forma peculiar. No solo con los desafíos propios de los recién casados, sino aprovechando individualmente nuevas experiencias personales y profesionales. Al llegar, la adaptación al huso horario y a la rutina local fueron los mayores desafíos. “El horario de trabajo es diferente. Normalmente, ellos entran a las 6 de la mañana y salen a las 3 de la tarde”, explica
Patrícia. No era común ver personas en la oficina después de hora. “Advertimos que eso era cultural, no era poco interés por el trabajo”. Ella cuenta también que a las 10 de la mañana y a las 3 de la tarde está el tea time (hora del té). “Ese momento para ellos es sagrado”. En el proceso de transferencia de la tecnología de la empresa sudafricana Denel Dynamics, cada integrante tenía un mentor, responsable de transmitir informaciones sobre el proyecto A-Darter. Al principio, esa comunicación no fue fácil. Patrícia explica: “Pasábamos por un proceso burocrático de autorización de acceso a cada información confidencial”. Para esto, conquistar la confianza por medio de un trabajo participativo, de intercambio de conocimiento, fue esencial. “Necesitábamos mostrar a nuestros mentores que podríamos colaborar”, cuenta Junior. Con el pasar del tiempo, se fue adquiriendo la confianza y el trabajo pasó a fluir mejor, incluso en relación a las barreras del idioma. “Por más que supiésemos inglés, en el día a día, las palabras muy técnicas las expresábamos por medio de la mímica”, recuerda Júnior, riendo. Viviendo la Historia La experiencia de Sudáfrica los aproximó a una realidad histórica que todavía estaba viva en la ciudad del interior donde estaban: el apartheid – régimen político de segregación racial entre blancos y negros. La gran mayoría de la población de Centurion es blanca y, por muchos años, tuvo beneficios educacionales y profesionales, además de políticos. Con el fin del apartheid, esa realidad cambió y empezaron a surgir cuotas para los negros. Ese quiebre del paradigma es evidente en la teoría, reflejado en el día a día, pero todavía es difícil en la práctica. “Donde vivíamos, blancos y negros todavía no se mezclan”, cuenta Patrícia. “Cuando mostré una foto de mis padres – mi padre morocho y mi madre rubia de ojos claros – todos se espantaron, como si no entendieran que aquello fuera posible”. Para Alex, la realidad es diferente en municipios mayores como Ciudad del Cabo o Pretoria. “Ellos todavía se separan, pero por cuestiones de afinidad, como el gusto por las mismas músicas o comidas típicas. No existe más odio entre ellos”. Los relatos de Alex sobre esos cerca de tres años de crecimiento personal suyos y de su esposa, Renata, y de la complicidad de recién casados replicada entre Junior y Patrícia son apenas ejemplos de que la experiencia valió la pena. “Se trata de felicidades diferentes: ir, vivenciar todo eso y poder regresar”, afirma Junior. ]
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DEL RECÔNCAVO BAHIANO A LA TIERRA DEL SOL NACIENTE ¡DESDE JAPÓN AL RECÔNCAVO! BRASILEÑOS Y JAPONESES PARTICIPAN DE ACUERDO DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA Texto Mateus Codes | Foto Márcio Lima
π Los soldadores Marcos Aurélio (a la izquierda) y Heitor Borges, con sables de samurai que trajeron de Japón
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π André entre los japoneses Ryusuke (a la izquierda) y Takeo: conociendo diferentes estilos de vivir y trabajar
Aprender yoshi. Ese fue el gran desafío de los 23 brasileños que, el 20 de abril, volvieron de Sakaide, en Japón, después de tres meses de entrenamiento en el astillero de Kawasaki, una de las accionistas de Enseada Indústria Naval. El viaje formó parte del Acuerdo de Transferencia de Tecnología. El acuerdo entre Enseada y la accionista japonesa garantizará el intercambio para la formación de 100 profesionales. Para ese grupo, más importante que multiplicar los conocimientos técnicos aprendidos allí, será transmitir a los colegas brasileños la filosofía de trabajo de Oriente. “El yoshi es la expresión que utilizan para confirmar una acción. Por ejemplo, si un japonés va a cruzar la calle, primero mira el semáforo, después el otro lado de la calle y, luego, evalúa el recorrido. Recién entonces cruza. Luego de cada acción de esa planificación dice yoshi, como una señal de positivo”, explica el soldador bahiano Marcos Aurélio Nascimento. Él y otros tres integrantes se reunieron para contar al equipo de Odebrecht Informa cuáles fueron las principales lecciones que aprendieron durante la estadía en Japón, un encuentro de culturas diferentes, que, por medio de la Educación por el Trabajo, generó conocimiento y amistad. “La mejor lección que recibí fue la importancia de la planificación. Ellos dedican mucho tiempo a esa etapa del trabajo
lo que reduce los errores en la ejecución de la tarea”, afirma el soldador Heitor Ferreira. El encargado de soldadura Samuel Souza se sorprendió con la simplicidad de los orientales. “Pese al respeto por la jerarquía, allí en el Astillero de Sakaide todos usan los mismos uniformes y trabajan directamente en las máquinas, ya sean jefes u operadores de menor rango”. También le impresionó el comportamiento de los japoneses. “En una ocasión, estaba andando en bicicleta y perdí la billetera. Entré en pánico, porque tenía mucha plata. Volví por el mismo camino con gesto preocupado. Una señora la había encontrado, esperó a que volviera y entonces me llamó para devolvérmela”, cuenta el sanitario industrial José Cristiano. Durante los tres meses de convivencia, se forjó una linda amistad entre los compañeros. “El día de la despedida todos lloraban. No nos dejaban entrar al auto. Y créelo: es muy difícil hacer llorar a un japonés”, subraya Marcos. Inversión en la formación Salir del recôncavo bahiano e ir al otro lado del mundo no fue tan simple. Los integrantes tuvieron que dejar atrás a esposas e hijos para invertir en la formación profesional. “Cuando mi supervisor comentó sobre el viaje, mi señora estaba embarazada.
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Él pensó que yo preferiría quedarme, por la posibilidad de no estar en el nacimiento de mi hija. Le dije que sí, que quería viajar, porque el futuro de mi hija depende de mí. Tuve suerte. Cuando viajé, ella tenía seis meses. Ahora, cuando volví, ¡ya tiene cuatro dientes!”, cuenta José Cristiano. Según el Acuerdo de Transferencia de Tecnología también corresponde que vengan japoneses a las unidades de Bahía y de Río de Janeiro. El ingeniero naval Takeo Seto es uno de los profesionales que vinieron a Brasil. Después de seis meses en Río de Janeiro, Seto ahora está en la unidad bahiana. “Para nosotros, japoneses, es importante la preparación de las actividades. Los brasileños enfrentan las dificultades que se presentan con menos estrés. Creo que los dos pueden aprender uno con el otro y ganar con esa convivencia”. El ingeniero carioca André Frias también cree lo mismo. Seto, el también japonés Ryusuke Tsujiuchi y él, comparten la misma sala de trabajo. “Lo más difícil con mis compañeros es la comunicación, pero esto se compensa con creces con el intercambio de experiencias con ellos”, afirma. Ricardo Lyra, Responsable por Personas y Organización en Enseada Indústria Naval, cree que los entrenamientos de transferencia tecnológica son estratégicos. La idea es que el intercambio de conocimiento con los japoneses proporcione una mayor productividad que el promedio nacional. “Tenemos una permanente insatisfacción con los
índices de calidad y productividad alcanzados. Esa asociación con los japoneses es una manera de mejorarlos, ya que los índices de Japón son más elevados que el promedio brasileño. Creo que si unimos la gran capacidad de planificación de los orientales a la flexibilidad y velocidad en la toma de decisión que es una de nuestras características, tendremos excelentes resultados”, argumenta Ricardo. Enseada también mantiene un estrecho vínculo con asociados de otros países, además de Japón, como Rumania, Noruega, Reino Unido, China y Estados Unidos. ] Geraldo Pestalozzi
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El regreso a su casa Pese a integrar la Organización Odebrecht desde hace solo dos años, el ingeniero bahiano Marcelo Sampaio convive con las enseñanzas de la Tecnología Empresarial Odebrecht (TEO) desde niño. Hijo de un integrante de la Organización (Newton Príncipe, Director-general de Biocom, en Angola), él representa la tercera generación de una familia de ingenieros civiles. En Enseada Indústria Naval, en Río de Janeiro, Marcelo lidera un área compleja, que vincula las actividades del programa de Compras y Suministros con la Gerencia de Proyectos. La trayectoria internacional del ingeniero comenzó a los 25 años, cuando se fue de Salvador, rumbo a Estados Unidos, con el proyecto de cursar un MBA. Después de dos meses en Houston, en Texas, postergó los estudios por causa de una excelente oferta laboral en una multinacional francesa del sector de petróleo y gas. Después de dos años
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en Lafayette, en Luisiana, y en las plataformas del Golfo de México, Marcelo logró juntar el dinero necesario para cursar sus estudios en tiempo integral, en Thunderbird School of Global Management, en Arizona. Su formación y experiencia adquirida lo llevaron a una gran empresa estadounidense de equipamientos de producción de petróleo. Ese fue el puntapié inicial para un maratón internacional que le proporcionó grandes enseñanzas. En sus 22 años de carrera, Marcelo ya estuvo en más de 25 países. De las 12 primeras semanas de 2014, nueve las pasó fuera de casa. Con tantos viajes las lecciones se consolidan. “Aprendí que en cada país se trabaja de una forma diferente. En India la preocupación de servir es tan grande que nunca te dicen que no, incluso cuando saben que no pueden cumplir con una tarea. Cada pueblo tiene su cultura. Debemos adaptarnos y aprender”.
S A B E R E S
“FUE CON COMPROMISO Y ENTREGA QUE CONSTRUÍ MI CARRERA” DESDE SU INICIO EN LA ORGANIZACIÓN, MARCELA TRAZÓ PLANES DE LARGO PLAZO Y, SIEMPRE QUE ANHELABA UN NUEVO DESAFÍO, ESTE SURGÍA Texto Alice Galeffi | Foto Ricardo Artner
M A R C E L A
Su madre, en el mundo de las artes; su padre, en el de los negocios. Así fue criada Marcela Drehmer, entre los ballets del Teatro Castro Alves y el Polo Petroquímico de Camaçari, en Bahía. Hoy, ella es la Vice-Presidente de Finanzas de Odebrecht S.A. “Esos dos opuestos fueron fundamentales para mi trayectoria profesional”, dice Marcela. Por un lado, la danza le dio disciplina y coraje para enfrentar el público y le enseñó a soñar; en el otro extremo, le tomó el gusto a las construcciones civiles y al mundo de los negocios – aunque su principal aprendizaje de esa época fue saber que tenía libertad para elegir el camino que la haría feliz. Planes de largo plazo Marcela ingresó en la Organización en 1994, en Poliolefinas, como Responsable de Cuentas a Pagar. Muy pronto fue a Tesorería y, después, a Operaciones Estructuradas. A medida que la empresa crecía, ella también lo hacía. “Siempre me comprometí con el trabajo; ellos pedían y yo cumplía”. Sus planes en Odebrecht eran de largo prazo y, siempre que pensaba en buscar un nuevo desafio que complementase su formación, este aparecía. En
D R E H M E R
Braskem, fue Gerente de Operaciones Estructurales, Directora de Finanzas y Tesorería y, hasta julio de 2013, ocupó el cargo de Vice-Presidente de Finanzas y Relaciones con Inversores. Estuvo en Nueva York participando del Programa Corporativo de Finanzas, en el Credit Suisse, en 2000, y, desde el segundo semestre de 2013, es Vice-Presidente de Odebrecht S.A. “Fue con compromiso y entrega que construí mi carrera”. Familia y asociación Para Marcela, la asociación con la Organización va mucho más allá del trabajo. Cuando quiso tener un hijo, tuvo dificultades, y fue necesario permanecer dos meses en casa por causa del tratamiento que hacía. En esos dos meses, nadie en la oficina la fue a buscar para el trabajo – y al mismo tiempo todos estaban deseando que lograra su objetivo. “Quedar embarazada, para mí, fue un trabajo en equipo, me sentí literalmente contenida”, dice, bromeando. Marcela cuenta que ser madre fue la experiencia más gratificante de su vida y que su família está siempre en primer lugar. “De nada sirven las conquistas si no tenemos con quien compartirlas”. ]
Marcela Drehmer es la 13ª entrevistada de la serie audiovisual Saberes – Gente que aprendió en el trabajo y en la vida. Para asistir a la entrevista completa, accede a www.odebrechtonline.com.br
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Ď€ Rodrigo, Anelisa, Kleverton y Lana fortalecieron sus trayectorias gracias a la experiencia internacional
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ELLOS SALIERON A RECORRER EL MUNDO Y AHORA ESTÁN DE REGRESO DESPUÉS DE PASAR POR EXPERIENCIAS MARCANTES EN EL EXTERIOR, CUATRO INTEGRANTES TIENEN LA OPORTUNIDAD DE APLICAR SUS CONOCIMIENTOS EN UNA OBRA EN SU PAÍS NATAL
Texto Luiz Carlos Ramos | Foto Kraw Penas
Rodrigo Passos, 35 años, ya trabajó en tres países, en cuatro años de Odebrecht: Mozambique, Guinea y Portugal, antes de actuar en Brasil. A comienzos de 2013, repatriado, llegó al municipio de Capanema, en el Suroeste de Paraná, a 20 km de Argentina, donde Odebrecht Infraestrutura – Brasil construye la Usina Hidroeléctrica Baixo Iguaçu. “Fui uno de los primeros que vino”, dice Rodrigo, Gerente Comercial y de Administración Contractual de la obra. “Es mi primera represa, yo quería construir una represa”. En su equipo hay dos exliderados en África y en Europa: Lana Lemos y Kleverton Armelin. Venida de Perú, Anelisa Cantieri refuerza el grupo.
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La situación de Rodrigo, Lana, Kleverton y Anelisa es semejante a la de otros 60 brasileños repatriados por Odebrecht Infraestrutura. Obras terminan, obras comienzan. ¿Cómo son los nuevos desafíos? ¿Cómo quedan las relaciones con los amigos que se hicieron en el exterior? Odebrecht Informa buscó respuestas para esas preguntas en las márgenes del Río Iguazú, cuyas aguas componen, 70 km adelante, uno de los mayores símbolos de Brasil – las maravillosas Cataratas del Iguazú. “Hice amigos” “Siempre es lindo regresar a Brasil”, define Rodrigo Passos, ahora más cerca de su hija, Lorenza, de 11 años, que vive en Florianópolis. “La experiencia africana fue excelente. Recibí lecciones, ayudé a mejorar talentos locales, hice amigos”. Rodrigo ingresó en Odebrecht en marzo de 2010 y viajó a Mozambique, en el proyecto de las minas de carbón de Moatize. Un año después, partió para Guinea, del otro lado de África, para actuar en las obras de infraestructura de la gran reserva de hierro de Simandou. Después de seis meses, el trabajo de su equipo prosiguió, pero en una oficina de Oeiras, en Portugal, elaborando el informe financiero sobre las actividades en Guinea. “Poco vimos de Portugal, en 10 meses, pero el trabajo fue un éxito y regresé a Brasil. Hoy, tengo contacto con los mozambiqueños Gabriel Nhanpossa e Ivo Josine, mis exliderados, que asumieron el área de control y finanzas después de mi partida”, cuenta Rodrigo, que también dejó amigos en Guinea. “África está conmigo” Lana Lemos, administradora de empresas de Itabira (MG), 39 años, cuatro de Odebrecht, es Técnica en Costos en Baixo Iguaçu. “En 2010, fui para Mozambique. ¡Mi primer viaje internacional! Un mundo diferente, con gente cordial y sacrificada”, relata Lana. La segunda misión fue en Guinea: “El idioma, allá, es el francés, pero yo me entendía con ellos en inglés. Me quedé preocupada con la epidemia de ébola en Guinea, pero mis amigos no fueron afectados”. En su casa, en Realeza (PR), ella muestra piezas de artesanía de madera: “Este aquí es un Pensador, inspirado en Rodin, que un artesano de Guinea esculpió para dármelo. África está conmigo”. El continente también está en la memoria y en el corazón de Kleverton Armelin, de São Manuel
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(SP), 29 años, Técnico en Sistemas de Información. Hace ocho años en Odebrecht, hoy es Responsable de Apropiación en la obra. “Trabajé en la Línea Amarilla del Metro de São Paulo y fui a Libia en 2009, con el Tercer Anillo Vial de Trípoli”. Después, actuó en obras de minería en Guinea. “Aprendí a ser nómada como mi padre, Norberto Armelin, también de Odebrecht. Amplié conocimientos, di consejos e hice amigos”, rememora. “Libia y Guinea tienen contrastes, pero uno de los puntos en común es el interés por el fútbol brasileño”, destaca. Él muestra el celular. “Con esta tecnología, tengo contacto con los amigos lejanos. Hablamos de fútbol y trabajo”. La presencia de los amigos de los Andes Anelisa Cantieri, oriunda de Presidente Prudente (SP), 36 años, ingeniera de producción con 10 años de Odebrecht, está en su sexta usina. Ella es Responsable de Medioambiente en Baixo Iguaçu, después de actuar en Capim Branco I y II, en Minas Gerais, Santo Antônio, en Rondônia, Teles Pires, en Mato Grosso, y Chaglla, en Perú. Su padre, Orlando Cantieri, también constructor de represas, trabajó por más de 25 años en Odebrecht. En su computadora y el celular hay fotos de los compañeros peruanos en los Andes. Ella aprendió español, adora la culinaria peruana, baila salsa y está orgullosa de las lecciones dadas a profesionales locales. “Ellos se identifican con la Tecnología Empresarial Odebrecht [TEO] y hoy siguen, en Perú, el concepto empresarial de sostenibilidad desarrollado en otras obras brasileñas”, dice Anelisa. “Ayudé a formar a siete Jóvenes Socios para el programa de Medioambiente: Rodrigo Reategui, Daniel Jara, Gabriela Ponce, Juan Blas, David Durán, Patrícia Robles y Haniel Torres. Dos de ellos ya vinieron a pasear a Brasil”. El Director de Contrato de la Hidroeléctrica Baixo Iguaçu, Luís Fernando Rahuan, cuenta que la obra repatrió también a los encargados generales Antonio Moaci Rodrigues y Raimundo Rodrigues, con experiencia en América Latina. La usina, que se construye para Neoenergia y Copel, tendrá tres turbinas del tipo Kaplan, con capacidad para generar 350 MW y deberá concluirse en 2016. Rahuan destaca el papel de los repatriados, sobre todo en la transmisión de conocimientos a los más jóvenes: “Ellos agregan valor, por la vivencia en otros tipos de obras, en culturas distintas”. ]
ESPÍRITU NATIVO PROVENIENTES DE OTROS PAÍSES, ELLOS TRAEN SU EXPERIENCIA DE VIDA Y TRABAJO PARA ODEBRECHT REALIZAÇÕES IMOBILIÁRIAS EN BRASIL
Fred Chalub
Texto João Paulo Carvalho
π A partir de adelante, Eleonore, Pedro, Patrícia y Julio: capacidad de adaptación
Brasil es un país de dimensiones continentales, formado por regiones con culturas diversas, acentos propios, climas y relieves contrastantes. Es la falta de hegemonía que hace de esa nación tan ecléctica un lugar peculiar para vivir, al punto de atraer personas de todos los rincones del mundo, que contribuyen para enriquecer aun más una diversidad cultural que es poderosamente simbólica en el ámbito mundial. No es necesario esforzarse para encontrar a alguien que partió de tierras distantes y vino a Brasil. Odebrecht Realizações Imobiliárias (OR) es uno de los lugares donde podemos encontrar “gringos” que eligieron al país como su nuevo hogar. Es lo que le pasó a Esteban de la Cruz, nacido en Mallorca, en España, hijo de madre inglesa y padre español y que estudió en las Islas Canarias y Baleares hasta ingresar a la facultad de Ingeniería Civil, en Barcelona. Después de egresado y de vivir
una breve experiencia profesional en su ciudad natal, fue invitado a participar de la construcción de complejos hoteleros en Cancún y Playa del Carmen, en México, de donde partió a nuevos desafíos profesionales en Varadero, en Cuba. Allí, adquirió el bagaje necesario para incursionar en proyectos más ambiciosos. Después de volver a España, recibió una invitación de Iberostar para dirigir la implantación de un resort inmobiliario en Praia do Forte, en Bahía. Algún tiempo después, lo invitaron a participar en OR y actuar en el desarrollo de Destino Sauípe, del que forma parte el complejo hotelero de Costa do Sauípe, proyecto donde trabaja desde enero de 2013. “No tuve mucha dificultad para adaptarme a la nueva cultura, pero el idioma fue un obstáculo al inicio”, destaca Esteban de la Cruz. “Principalmente por el hecho de venir a trabajar en Odebrecht, una empresa que es referencia en todo lo que hace y por poseer
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Artur Ikishima
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π Esteban analiza cómo la filosofía de Odebrecht permitió que su integración fuera “tranquila”
una filosofía consolidada, en la que se respetan las diferencias, mi adaptación transcurrió de manera muy tranquila”, evalúa. Desde Cataluña, en el este de España, partió Patricia Caba. Antes de llegar a la Universidad de La Salle, en Barcelona, donde estudió Ingeniería de Edificaciones, hizo un intercambio con Estados Unidos. Después de su regreso a España, ya recibida emigró en 2004 a Shangai, en China, donde trabajó para una empresa francesa. Fue allí que conoció a su marido, un economista brasileño con quien se casó en Barcelona. Pero Brasil estaba realmente en su camino. La empresa francesa para la que trabajaba en China prestaba servicios de consultoría para las arenas que Odebrecht Infraestrutura construye en Brasil. Era el detalle que faltaba para que cambiara el Océano Índico por el Atlántico y viniera a OR, en 2010. Hoy, Patricia actúa en la construcción del emprendimiento multiuso Plaza São Paulo, que se está construyendo en la capital paulista. “Como mi referencia profesional anterior a Brasil fue China, me pareció muy rara la forma de trabajar en los dos países. En China, solo se piensa en trabajo, ellos invierten poco en esparcimiento y en el relacionamiento interpersonal. Aquí en Brasil es completamente diferente. El pueblo es más abierto, comunicativo, con flexibilidad. Creo que el brasileño
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es demasiado autocrítico. En verdad, los brasileños tienen muchas cualidades que no se exaltan, y que deberían valorarse más”, argumenta. Haciendo amigos También de la península ibérica, específicamente de Portugal, vinieron otros dos integrantes de OR: Pedro Sanches y Julio Casanova, coincidentemente líder y liderado en las obras de construcción de Parque da Cidade, otro emprendimiento de OR en São Paulo. Pedro se recibió como ingeniero civil por la Universidad Técnica de Lisboa, en 2010. Incluso antes de finalizar la carrera, actuaba en su país de origen desarrollando proyectos que serían implementados en Angola. Luego de visitar a Brasil durante unas vacaciones, recibió una propuesta e ingresó en OR en julio de 2012. “Aquí los procesos de trabajo son muy diferentes de los de Portugal, pero no encontré grandes dificultades de adaptación. Los equipos son más grandes, las personas saben trabajar en conjunto y lo más importante: saben hacer amigos”, resalta. Julio, a su vez, no necesitó pasar por ninguna adaptación. Pese haber nacido en Oporto, ciudad famosa por sus vinos, llegó a Brasil a los siete meses de edad. “Mi padre no estaba de acuerdo con el régimen de Salazar”, puntualiza. “Tuvimos la opción de ir a Canadá o Venezuela, pero elegimos Brasil. Fue aquí que mi padre me enseñó mi profesión”,
cuenta Julio, que está en OR desde 2007 y ya trabajó en obras como el Edificio Odebrecht São Paulo.
Lia Lubambo/Lusco
Capacidad de adaptación El venezolano Camilo Maldonado nunca se sintió un verdadero extranjero. Vive en Brasil desde que tenía un año. Vivió en Brasília y en Tocantins, donde se recibió. Después de ingresar en el programa Joven Socio, en 2008, se fue a Angola, donde participó de la construcción de Vías de Luanda y del Condominio Mansões do Vale. De vuelta a Brasil, luego de experiencias fuera de la Organización, regresó para actuar en la Reserva do Paiva, en Recife, donde se encuentra desde mayo de 2012, y ahora finaliza la obra de Terrazo Laguna. En la frontera entre Francia y Suiza, más exactamente en los Alpes d’Annecy, era el lugar donde vivía Eleonore Vigier. Oriunda de Ginebra, vivió en Marsella, Lyon, París y Montpellier, hasta que resolvió hacer un intercambio en Australia y conoció al marido brasileño. “Todo ese camino recorrido me fue brindando la experiencia necesaria para adaptarme a cualquier cultura. Me sorprendí con el tamaño de São Paulo, mayor que cualquier ciudad en que viví, pero eso no fue un obstáculo”, relata, con buen humor.
Eleonore disputa cabeza a cabeza con José Ignacio Suárez-Solís el título de quién recorrió más millas en las andanzas por el mundo. Oriundo de Valparaíso, histórica ciudad de la costa chilena, hijo de padres cubanos, casado con una brasileña y padre de hijos mexicanos, Solís vino a vivir a Brasil con solo dos años de edad. A los 18, se fue a Estados Unidos, donde se recibió en Arquitectura por la Universidad de Oregón, en 1993. Recibido, regresó en 1994 a América del Sur y dividió su trabajo entre Argentina y Chile donde permaneció hasta 1998. En Río de Janeiro actuó en la reforma del Hotel Nacional y, después, se fue a Bahía, a abrir un restaurante en sociedad con los hermanos, hasta embarcarse para Puerto Rico, donde ayudó en la construcción del hotel Hilton Caribe. De allí, su destino fue São Paulo, para participar de la ejecución del Hilton Morumbi. Estuvo en la ciudad durante dos años, pasó un año en Helsinki, se mudó a México y, a continuación a Venezuela, hasta regresar a Brasil en 2010. A partir del contacto de un amigo de OR y con tanta experiencia en emprendimientos hoteleros, Solís pasó a participar de la construcción del Sheraton Reserva do Paiva, en la capital de Pernambuco. Hasta el siguiente desafío que se le presente. ]
π Camilo (a la izquierda) y José Ignácio están ambientados en Pernambuco y en Brasil
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π Mark, su esposa, Jennifer, y los hijos: buena receptividad en el colegio permitió que la integración de la família en Alemania fuera más fácil
EL IMPULSO NECESARIO CONOCE CÓMO VIVEN ALGUNOS DE LOS PROTAGONISTAS DEL PROCESO DE INTERNACIONALIZACIÓN DE BRASKEM Texto Thereza Martins | Foto Thomas Kienzle/AFP
Filadelfia, Estados Unidos, 2011. Mark Nikolich, en aquel entonces Responsable Comercial de Braskem América hacía un año y algunos meses, es invitado, en medio de la rutina de un día de trabajo, para almorzar con Luiz de Mendonça, Líder Empresarial de Odebrecht Agroindustrial, que en esa época era Responsable de Braskem en el país. Mientras tomaban una sopa de tomate, Mark recibió la invitación que cambiaría su vida: asumir los negocios de Braskem en Europa.
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“Acepté inmediatamente”, relata. “De noche, conversé con mi esposa, Jennifer, y recibí su apoyo”. Una semana después, Mark viajaba a Alemania para conocer las dos unidades industriales recién adquiridas por Braskem en el país. En poco más de tres meses, la familia Nikolich estaba reunida nuevamente, para vivir en Frankfurt. No bien se instalaron, vino la etapa de adaptación. Cuando niño, Mark vivió en Alemania con los padres,
por cuatro años, lo que hizo que la lengua y la cultura le resultaran familiares en esa segunda experiencia europea. El proceso fue un poco más lento para su esposa y la pareja de hijos, Kamren y Brienna, ambos en el inicio de la adolescencia. “Mi mujer es enfermera y, para acompañarme, dejó atrás una profesión que adora”, cuenta Mark. Además, como habla el español con fluidez, si pudiera optar, ella hubiera preferido un país de raíces latinas. Al comienzo, sus hijos se sintieron intimidados por el cambio, pero la receptividad que encontraron en la escuela les facilitó la integración. La experiencia de vivir en otra cultura ha sido enriquecedora para todos. En el campo profesional, los desafíos no fueron pocos. Braskem había adquirido, ese mismo año de 2011, los activos de polipropileno de Dow Chemical, con dos unidades en Estados Unidos y dos en Alemania, pero el negocio en Europa incluía apenas los activos industriales. Todo lo otro debería reconstruirse, empezando por la contratación de los equipos administrativos y de apoyo. “Lo que podría parecer una dificultad fue, en la práctica, un desafío que solo nos trajo beneficios”,relata Mark. “En primer lugar, por estrechar los lazos con el equipo comercial de la oficina de Braskem en Roterdam, en Holanda. Y, también, porque tuvimos la oportunidad única de seleccionar profesionales que se identificaban con los principios de la Tecnología Empresarial Odebrecht [TEO]”.
Como exintegrante de Sunoco, la primera empresa adquirida por Braskem en Estados Unidos, en 2010, Mark estructuró sus equipos en Alemania con la mirada y la sensibilidad de quien ya había pasado por un cambio cultural. Una de las responsabilidades de Mark en Alemania era propagar la TEO entre los recién contratados y, también, entre potenciales candidatos, como Alexander van Veen. Alexander actuaba en el liderazgo de Dow Chemical en el país. Tenía 20 años de actuación en la empresa. Decidió ingresar en Braskem motivado por las conferencias y conversaciones de las cuales participaba. “La cultura empresarial y la oportunidad de influir y actuar en un ambiente de negocios para el que tendríamos que construir una nueva estructura, además de procesos y procedimientos, determinaron mi elección”, afirma Alexander. Como Líder Comercial, de Servicios y Desarrollo Técnico en Braskem Europa, Alexander destaca la importancia de la integración con la empresa en Brasil, sobre todo por la posición de liderazgo ocupado en el sector petroquímico global y por la visión de futuro, de crecimiento e internacionalización. En las unidades de Braskem en Alemania, con poco más de 160 integrantes, la diversidad cultural es un trazo significativo. “Provenimos de 16 países, de casi todos los continentes”, dice Alexander, que nació en Holanda. “En Europa se hablan muchas lenguas e
π Alexander: atraído por la cultura empresarial de Odebrecht
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intentamos comunicarnos con nuestros clientes en su propio idioma, para reducir las barreras lingüísticas en el relacionamiento”, afirma. Oportunidades y aprendizajes En un mundo distante del europeo, la perspectiva de crecer con una empresa global, que está fortaleciendo su proceso de internacionalización, impulsó a Diego Ballesteros Marini a participar del proceso de selección para el programa Joven Socio en Braskem Idesa, joint venture en el cual Braskem posee el 75% de participación para la construcción y operación del Complejo Petroquímico de Coatzacoalcos, en el estado mexicano de Veracruz. Contratado en enero de 2013, Diego actúa como Joven Socio en el equipo de Personas y Organización, en la sede de la empresa, en la Ciudad de México. “El tamaño de Braskem Idesa, el volumen de inversiones destinadas al proyecto y los grandes desafíos de construir una nueva empresa determinaron
mi elección. Espero hacer un buen trabajo, aprender más todos los días y consolidar una carrera en la empresa”, afirma. Aprender todos los días también es estimulante para profesionales más experimentados, como Roger Marchioni, Responsable de las Exportaciones de Poliolefinas, que actuó en la gestión de Negocios en Polímeros, en la oficina comercial de la empresa en Argentina. “Brasileños y argentinos tienen aspectos en común y se llevan muy bien. En cualquier vivencia internacional, el respeto a la cultura del país es fundamental. Como gestor, advertí características muy positivas entre los argentinos, que facilitaron el diálogo profesional”, afirma. Roger explica que el equipo argentino valoriza la transparencia en el relacionamiento entre líder y liderados, sobre todo en reuniones de feedback. “Ellos saben escuchar, argumentar y nunca consideran eventuales críticas como algo personal”. Actualmente, la
BRASKEM EN EL MUNDO Un mapa y algunos números de la presencia internacional de la empresa
UNIDADES OPERACIONALES Brasil Estados Unidos Alemania
6.742 Brasil
624 EE.UU.
524 México TOTAL
8.096
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Alemania
INTEGRANTES (EN 31/12/2013)
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OFICINAS COMERCIALES EN OTROS PAÍSES
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EN CONSTRUCCIÓN Complejo petroquímico integrado para la producción de etileno y polietilenos (con inicio de operación prevista en 2015)
Bruna Romaro
π Ligia y Yuri: fuerte y amplia estrategia de comunicación
oficina en Buenos Aires es responsable de las exportaciones de Braskem para la propia Argentina, destino de, aproximadamente, 25% de las ventas externas de polietileno y polipropileno. El papel de la comunicación El proceso de internacionalización de Braskem es apoyado por todos los programas de la empresa, entre ellos el de Comunicación Interna, que crea condiciones para la propagación de la cultura y abre canales que facilitan el diálogo entre los líderes y sus liderados y la integración de los equipos. En Estados Unidos, por ejemplo, la actuación de Comunicación fue decisiva para la recepción de los integrantes que trabajaban en Sunoco y en Dow Chemical, empresas adquiridas por Braskem en el país. “Nuestra primera iniciativa al llegar a Estados Unidos fue definir los tres principales mensajes que queríamos transmitir a los nuevos integrantes en el proceso de integración: polipropileno es parte de nuestro core business, la estrategia de internacionalización de las operaciones de Braskem estaba apenas
comenzando y poseíamos una cultura empresarial que cree en las personas y en su capacidad de desarrollarse. En ese contexto, la experiencia de cada uno de los que allí estaban era fundamental para construir Braskem América”, relata Yuri Tomina Carvalho, del equipo de Marketing Institucional, que por casi tres años actuó en Estados Unidos, en la estructuración del área de Comunicación. Durante ese período se implantaron los medios de Comunicación Interna de Braskem, como la intranet local, y otros medios de noticias y de integración específicos para Estados Unidos. “A efectos de fortalecer la relación con los equipos de México, Estados Unidos y Alemania y garantizar la consistencia de la comunicación interna, mantenemos, de forma disciplinada, un cronograma de alineamiento, que incluye videoconferencias mensuales, una reunión presencial por año, charlas diarias sobre campañas, comunicados y noticias corporativas y reuniones de planeamiento para grandes acciones e investigación global de comunicación interna”, resalta Ligia Vannucci, Responsable de Comunicación Interna Corporativa. ]
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G E N T E
Texto Eliana Simonetti
VIAJE
Oriundo de Belo Horizonte, Minas Gerais, Vitor Santos vivió en Río de Janeiro, en Vila Velha (ES) y Belém, donde se graduó como ingeniero civil. Ingresó en Odebrecht en 1996, en las obras de ampliación del Aeropuerto de Miami, en Estados Unidos. Después, trabajó en Brasil, en los Emiratos Árabes Unidos, en Libia, en Mozambique y en Guinea–Conakry, y participó de propuestas en Yibut y en Arabia Saudita. Hoy está en Angola, donde es Gerente de Administración Contractual en la construcción de la Refinería de Sonangol, la petrolífera estatal angoleña. “El contraste entre el desierto y las modernísimas construcciones en los Emiratos Árabes, las ruinas romanas de Sabrath y Leptis Magna, en Libia, la Isla de Roome, en Guinea-Conakry, la villa de Borema, en Tete, Mozambique, las playas de la Restinga de Lobito, en Angola – todo eso me gustó demasiado y todavía me encanta”, dice Vitor.
Arquivo Pessoal
Un ciudadano del mundo
π Vitor: pasión por descubrir lugares y sus encantos
FAMILIA Mônica Alcântara
Distancias relativas
π Augusta: internet para comunicarse con los padres
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Augusta Fernandes ingresó en Odebrecht en 2003, en el proyecto Concesiones de las Autopistas del Norte de Portugal, cerca de Braga, donde nació. En 2006, cuando sus padres regresaban de 30 años de trabajo en Alemania y había una expectativa más próxima de convivencia familiar, Augusta fue transferida para Lisboa. Desde 2010, ella es Coordinadora del Sistema de Gestión Integrada de Calidad, Ambiente y Seguridad en las obras de Aprovechamiento Hidroeléctrico de Baixo Sabor. Soltera, sin hijos, una Internet para comunicarse con los padres y así se siente bien. “Cuando aceptamos los desafíos y la oportunidad de trabajar en una empresa con la dimensión de Odebrecht, y cuando hacemos lo que nos gusta, las distancias se tornan relativas”.
Acervo Odebrecht
CULTURA Arquivo Pessoal
DEPORTE
π Carla: presencia en las comunidades
DESCUBRIMIENTOS ESTIMULANTES
π Daniel: cuerpo y mente en sinergia
Hombre de hierro Con ocho años en la Organización, Daniel Oliveira es, desde hace cinco años, Gerente de Producción en el Proyecto de Preservación del Patrimonio Histórico de la Ciudad de Panamá, donde vive con la esposa, Tatiana. Desde niño, practica deportes, en especial la natación. Recientemente, sin embargo, resolvió superarse. Comenzó a prepararse para participar en una prestigiosa prueba de triatlón, el Ironman, que abarca 1.9 km de natación, 90 km de ciclismo y 21 km de corrida. Los entrenamientos fueron durísimos, y la dieta, monitoreada de cerca por Tatiana, que es nutricionista, no fue nada fácil. Daniel consiguió completar la competencia, realizada a comienzos del año, en la Ciudad de Panamá, con la participación de atletas nacionales e internacionales. “Se trata de una prueba que requiere planeamiento y control, en que el cuerpo y la mente precisan trabajar en sinergia”, señala.
Ingeniera química, Carla Pires, de Rio Grande do Sul, tiene especial interés por descubrir y entender nuevas culturas. Después de trabajar 24 años en la Compañía Petroquímica del Sur (Copesul) y en Braskem, ella es, desde hace cuatro años, Responsable por Sostenibilidad en Odebrecht Agroindustrial. En su día a día, recorre las nueve unidades de la empresa, conociendo las pequeñas ciudades de su entorno. Cuenta el caso de Perolândia, en Goiás, que tiene 2.900 habitantes. Por medio del Programa Energía Social, de Odebrecht, apoyó a las mujeres de la ciudad, que deseaban montar una cooperativa de corte y confección y artesanía. Después del curso en el Senai (Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial) y del plan de negocio con soporte del Sebrae (Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas), la alcaldía les entregó un galpón, que fue reformado y equipado con máquinas industriales por Odebrecht. Se inauguró en febrero. Las 70 asociadas ya atienden a empresas de la región y se preparan para confeccionar los uniformes de Odebrecht. Pero no hay que buscar a nadie en la hora de la siesta. Perolândia cierra las puertas después del almuerzo. Una característica cultural que se mantiene en la cooperativa.
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LA CONSOLIDACIÓN DE UN GRAN APRENDIZAJE ACTUALIZACIÓN DE SU POLÍTICA DE COMUNICACIÓN COMO CONSECUENCIA DEL CRECIMIENTO DE ODEBRECHT Texto José Enrique Barreiro
La Organización Odebrecht tiene una nueva Política de Comunicación. Publicada el 27 de noviembre de 2013 y firmada por Marcelo Odebrecht, Director Presidente de Odebrecht S.A., la nueva Política sustituye a la anterior, de 2003, y actualiza el tema para toda la Organización. La necesidad de actualizar la Política es consecuencia de varios factores, entre ellos el aumento de la diversidad, del tamaño y del impacto de los negocios de la Organización; la evolución tecnológica, que hizo que las informaciones se difundieran en tiempo real, en escala global; la creciente interacción con miles de Clientes personas físicas y con millones de Usuarios-Clientes de las concesionarias de servicios públicos; la aspiración definida en la Visión 2020 de que la marca Odebrecht esté entre las 50 más admiradas del mundo; y la búsqueda permanente por unidad conceptual y uniformidad de prácticas en toda la Organización, buscando coherencia y sinergia en todas las iniciativas y ámbitos. El documento, de 36 páginas, define responsabilidades específicas en el ámbito de la Pequeña Empresa, de la Gran Empresa y de Odebrecht S.A.; instituye el Comité de Comunicación e Imagen; trata de la Estrategia de la Marca Odebrecht y de la Arquitectura de Marca; orienta sobre Inversión Social; y detalla los medios y programas de Comunicación. Además trae cinco anexos: Reglas de Buena Conducta en los Medios de Comunicación Sociales; Recomendaciones para el Líder Empresarial Responsable de la Administración de una Crisis de Imagen; Perfil de la Fundación Odebrecht; Glosario; y Guía de Convivencia Online en la Red Integra. “Todo lo que Odebrecht aprendió sobre Comunicación e Imagen a lo largo de 70 años está en esta Política”, resume Márcio Polidoro, uno de sus formuladores y líder del Comité de Comunicación e Imagen de la Organización. Además de Márcio, otros tres miembros del Comité fueron escuchados por Odebrecht Informa sobre la nueva Política. Cada uno subrayó aspectos distintos, pero todos
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destacaron lo que es el núcleo de las orientaciones: la responsabilidad por la imagen de Odebrecht es el resultado de las acciones de cada Integrante en sus desafíos cotidianos de servir clientes y contribuir con las comunidades en que están presentes.
MÁRCIO POLIDORO Responsable de Comunicación en Odebrecht Infraestrutura – América Latina π Tú estuviste durante más de 20 años en el holding y fuiste uno de los principales formuladores de esta nueva Política y de las que la antecedieron. ¿Qué diferencia trae esta Política en relación a las anteriores? Esta es la cuarta Política de Comunicación de Odebrecht. La primera, fue hecha a fines de la década de 1980, durante la transición del régimen militar para la democracia, o sea, de un ambiente cerrado para otro con libertad de prensa, evolución de la organización social y nuevas exigencias y expectativas. Esa primera Política todavía traía cierta influencia del período anterior. No trataba, por ejemplo, de las relaciones con los medios de comunicación externos, solo se destinaba al apoyo a los negocios. La segunda Política, de 1994, era mucho más coherente con el nuevo momento histórico, con la democracia, la necesidad de transparencia de las empresas y su responsabilidad social y ambiental. Odebrecht también percibió la importancia de los medios de comunicación, que es el principal canal por el que se manifiesta la sociedad. Aquella segunda Política hizo una contundente revisión de ese tema y apuntó a la necesidad de que aprendiéramos a relacionarnos con la gran prensa. Hasta entonces nuestra comunicación era apenas a través de medios propios. La tercera Política, de 2003 fue una evolución significativa, resultante de aprendizajes de la Comunicación y del Empresariamiento. Odebrecht había crecido en
π Integrantes de Braskem en una de las unidades industriales de la empresa: búsqueda por la uniformidad de prácticas en toda la Organización fue uno de los factores que llevaron a la actualización de la Política de Comunicación
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el exterior, ya era protagonista en el sector industrial y operaba en nuevos y complejos ambientes de negocios. La imagen pasaba a ser elemento determinante. El objetivo era apoyar a la construcción de relacionamientos saludables y productivos, con imagen sólida, construida con la confianza de la sociedad. La Política actual trae una nueva dimensión. El relacionamiento continúa siendo decisivo para construir imagen, dirigiéndose a cuatro grupos principales: Integrantes, Clientes (incluyendo también los Usuarios-Clientes), Comunidades impactadas y Formadores de opinión (gran prensa, ONGs y otros). La diferencia es que, ahora, lo que se promueve es el diálogo de ida y vuelta, basado en la interdependencia obligatoria que mantenemos con esos cuatro grupos sociales. La actual Política expresa, de forma clara, el aprendizaje de 70 años de la Organización. Todo lo que aprendimos sobre Comunicación e Imagen está en esa Política. “LA NUEVA POLÍTICA DE COMUNICACIÓN PROMUEVE EL DIÁLOGO DE IDA Y VUELTA, BASADO EN LA INTERDEPENDENCIA OBLIGATORIA QUE MANTENEMOS CON DIVERSOS GRUPOS SOCIALES”. π ¿Qué aspectos destacarías? Destaco dos. Primero: ella reafirma la importancia del Integrante en la formación de la imagen, pues la marca no es apenas la expresión simbólica, la marca es el resultado del ejercicio de nuestras Concepciones Filosóficas, construida en la práctica, en el día a día, y que se refleja en los medios de comunicación y en todos los formadores de opinión. Por eso, en la Política se reafirma el papel decisivo del Integrante. Estamos hablando de cada uno de nuestros 180 mil compañeros, y no solo de los líderes y de los profesionales de comunicación. Destaco también el hecho de tener, por primera vez, una estrategia y una arquitectura de marca para toda la Organización. Hoy, tenemos una visión de grupo, articulada con nuestra Visión 2020. Para convertirnos en una de las 50 organizaciones más admiradas del mundo, como pretendemos, tendremos que ser reconocidas como una única marca. π En el ámbito de tu negocio, ¿la Política sufre alguna forma de adaptación para implementarse en los países de América Latina? La Política tiene amplitud, conceptos y directrices conectados, considerando su aplicación en ambientes diversos y culturalmente diferentes. Es fruto del largo aprendizaje de la Organización. Sirve a cualquier espacio. Para quien actúa, como yo, en el área interna-
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cional, en 10 países, buscando una única identidad, los conceptos y directrices de la Política apuntan a todos los caminos. Con eso, el desafío es construir una identidad sólida en América Latina, reforzar la marca Odebrecht de empresa global y contribuir para posicionar a la Organización entre las más admiradas del mundo.
ALEXANDRE ASSAF Responsable por Personas & Organización y Comunicación en Odebrecht Infraestrutura – África, Emirados Árabes e Portugal π ¿De qué forma la Política de Comunicación apoya la actuación de tu empresa en los diferentes ambientes en que está presente? Nuestro mercado es África, Emiratos Árabes y Portugal, ambientes de cultura europea, africana y árabe. Nuestra actuación en esos mercados se encuentra en etapas bien diferentes, y, por ende, tenemos el desafío de buscar las mejores estrategias de comunicación para que seamos percibidos por la sociedad de la manera que queremos. En Portugal y Angola, donde estamos presentes hace 25 y 30 años, respectivamente, tenemos una actuación consolidada (en Angola, con la presencia de otras empresas de la Organización, además de las inversiones de Odebrecht Africa Fund) y el reconocimiento de la sociedad por nuestra capacidad de actuar y de contribuir con la agenda de desarrollo de esos países, además de invertir en la formación de equipos locales. En los Emiratos, ejecutamos una obra muy compleja, al mismo tiempo que aprendemos a trabajar con la cultura del país. En Mozambique, tenemos una actuación importante y en etapa de consolidación. Y en Ghana, el año pasado establecimos un Director Superintendente porque creemos mucho en el potencial de ese país. Por todo esto puede verse que nuestro escenario está lejos de ser uniforme. En este sentido, la Política nos ayuda mucho en el desafío de implementar acciones de comunicación coherentes en diferentes negocios, culturas y países.
“LA POLÍTICA DEJA CLARO EL PAPEL DE CADA UNO Y REFUERZA QUE LA CONSTRUCCIÓN DE LA MARCA NACE EN LA PEQUEÑA EMPRESA, EN LOS CENTROS DE RESULTADO”.
π Concretamente, ¿de qué modo ayuda? Con el gran crecimiento reciente de la Organización, incorporamos personas maduras, que están integrándose a nuestra cultura, y que pueden tener una
π Integrantes de Odebrecht en Angola: reconocimiento de la sociedad por la capacidad de contribuir con el desarrollo del país
impresión equivocada de que la Marca es un tema del personal de comunicación. No lo es. La Política deja claro el papel de cada uno. Ella refuerza que la construcción de la marca nace en la pequeña empresa, en los centros de resultado. Y deja claro también cuál es el papel de la gran empresa, de los líderes y del personal de comunicación. Los integrantes de las pequeñas empresas no pueden esperar que las personas de comunicación distribuyan la “fórmula mágica para la formación de la imagen”. La Política alerta sobre el hecho de que las decisiones tomadas aquí o allá pueden impactar el todo. Antes, éramos solamente Ingeniería y Construcción, pero hoy somos una Organización de varios negocios. En Angola, decisiones tomadas en un negocio pueden afectar a los demás. En Nossosuper, por ejemplo, cadena de supermercados que administramos en el país, tenemos 10 millones de clientes/año. Es importante que actuemos en la Comunicación junto a los formadores de opinión de manera integrada y alineada con la Ingeniería y Construcción. Entonces, necesitamos estar atentos para no tener ningún reflejo en nuestra imagen por falta de comunicación y sinergia. No podemos pensar de forma aislada. La delegación es un concepto claro de la Tecnología Empresarial Odebrecht. Pero las personas no tienen delegación para tomar decisiones que puedan impactar a la marca.
π ¿En qué aspecto juzgas que ha habido una evolución en esta Política en relación a la anterior? Son muchos. Citaré algunos. Relacionamiento con la prensa, por ejemplo. A veces percibimos un cierto recelo de las personas a tratar este tema. La nueva Política deja en claro la importancia de establecer relaciones de confianza y de largo plazo con los periodistas. Para esto –y también de forma general- la Política nos ofrece el camino a seguir en los distintos tópicos tratados, apoyando de forma directa y concreta el empresariamiento de los temas relacionados con la Imagen. Destaco también el mensaje de proactividad que trae esta Política. Vamos a construir relaciones con las personas, no solamente en una eventual crisis de imagen, sino de forma anticipada y planeada. Vamos a dar a conocer, a ellos, a nuestra Organización. La estrategia de marca, que orienta un discurso institucional único, es otro avance relevante. Estamos impulsando a nuestros Directores-Superintendentes en esa dirección, adecuando las orientaciones de la Política a las necesidades de comunicación en cada país en relación a nuestra actuación. En Angola, por ejemplo, no podemos dejar de destacar la actuación relevante que tenemos como inversores y el hecho de que somos el mayor empleador privado del país. Partimos de las orientaciones del holding para elaborar, en el ámbito del Líder Empresarial y en cada país de actuación, el posicionamiento destinado a la conquista de la Imagen Deseada.
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MARCELO PONTES Responsable de Comunicación en Odebrecht Transport π A tu juicio, ¿cuál es el principal mensaje de la Política de Comunicación? La Política tiene muchos méritos. El principal es actualizar el tema en relación a lo que está ocurriendo en el mundo. El mundo está conectado. La información circula en tiempo real e interfiere en la vida de todos. Cada ciudadano es un medio de comunicación, es un vehículo de información. Con un celular en la mano, él divulga hechos y opiniones a los medios de comunicación sociales y a los medios convencionales (prensa, radio y tv). Es todo tan rápido que llega a sorprendernos. En las operaciones de TransPort, a veces resulta sorprendente hasta para el Centro de Control Operacional de una concesionaria, por ejemplo, pues el ciudadano está en el local del evento, con un celular en la mano, y divulga el tema de inmediato en Internet. Por eso, nuestros equipos de medios de comunicación sociales trabajan exactamente en el mismo ambiente de los centros de control operacional. De esa forma, no solo tienen acceso inmediato a toda la información sobre la operación, sino que también pueden transmitir al Centro de Control relatos relevantes de nuestros Usuarios-Clientes. “ESTAMOS EN LA VIDA DE MILLONES DE PERSONAS. UNO DE LOS MÉRITOS DE LA POLÍTICA ES RECONOCER LA NUEVA CANTIDAD DE USUARIOS-CLIENTES DE ODEBRECHT”. π ¿De qué forma esta actualización contribuye para la formación de la imagen? Odebrecht profundizó su diversificación y hoy presta servicios públicos directos a los ciudadanos, que nos evalúan en todo momento. Necesitamos interactuar con ellos. Tenemos la Visión 2020, queremos ser una de las cincuenta organizaciones más admiradas del mundo y, por tanto, precisamos tener unidad de conceptos y coherencia en las acciones. Para eso, lo más importante es la prestación de buenos servicios. Es ahí que la imagen comienza a consolidarse. Pero además de prestar buenos servicios, tenemos que ser transparentes con el Usuario-Cliente. Esto vale para Odebrecht TransPort y, ciertamente, para otras áreas de concesión de servicios públicos de la Organización. Tenemos que estar abiertos para escuchar lo que el ciudadano nos trae, sea una información, una opinión o una queja, y dar la respuesta adecuada y rápida.
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π ¿Cómo ayuda la Política en este esfuerzo de unidad y coherencia? En 2013, considerando todos los medios de comunicación, se vehiculizaron 17 mil noticias sobre Odebrecht. Fueron casi 50 noticias por día. Este volumen muy alto de exposición muestra la relevancia de la actuación de Odebrecht. Ante esto, la Política ayuda a dar coherencia y uniformidad a nuestra comunicación. La Política es la brújula que organiza conceptos, da dirección y ayuda a construir la imagen deseada de la Organización. Ella tiene además el gran mérito de reconocer la nueva multitud de Usuarios-Clientes de Odebrecht. Estamos en la vida de millones de personas. En las concesiones de carreteras y de movilidad urbana de Odebrecht Transport, atendemos a cerca de 10 millones de usuarios. Los 7.500 nuevos refugios peatonales en las paradas de ómnibus que está implantando en São Paulo una de nuestras empresas, se destinan al universo de 8 millones de pasajeros de ómnibus de la ciudad. En Río de Janeiro y en São Paulo, transportamos en trenes urbanos y metros a casi 1,5 millones de pasajeros por día. A partir de agosto de este año, asumiremos el Aeropuerto de Galeão, por donde circulan 17 millones de personas por año, un número que queremos aumentar para 80 millones hasta el final de la concesión, en 2049. Además de eso, tendremos VLTs (Vehículos Livianos sobre Rieles) en Río y en Goiânia, cada uno con capacidad para 250 mil pasajeros por día. Todas esas personas nos juzgan y nos evalúan en todo momento. La Política, acertadamente, nos orienta para escucharlas y darles respuestas convincentes. Es así que mejoraremos el relacionamiento con ellas y la calidad de nuestros servicios. Estar cerca de ellas es la mejor manera de garantizar lo que, según la Tecnología Empresarial Odebrecht, es el fundamento de la existencia de la Organización Odebrecht: el Cliente satisfecho.
SÉRGIO BOURROUL Responsable De Comunicación En Odebrecht S.A. π ¿Qué aspecto central destacas en la Política de Comunicación? Todos nosotros somos responsables de la imagen de la Organización y ese es el punto central que queremos transmitir. Odebrecht es un organismo social vivo, cuyos integrantes interactúan entre sí y con el medio externo, impactan ese medio externo y son impactados por él. La consolidación de la imagen y de la marca Odebrecht se da por la acción de cada integrante en el día a día, sea en el relacionamiento con los clientes, con la comunidad e incluso en el ámbito de su vida personal. La Organización tiene valores asociados a su imagen,
π Integrante de la Super Via, en Río de Janeiro: servicio brindado directamente al público
como la responsabilidad pública, social y ambiental, la integridad, la sobriedad, la transparencia, la confianza en las personas y la práctica de una cultura empresarial, la Tecnología Empresarial Odebrecht, que nos une e identifica. La acción de cada uno debe reflejar eso. Destaco también las orientaciones de la Política en relación a nuestra presencia en los medios de comunicación sociales. La Organización espera de todos nosotros que tengamos conciencia de que nuestro comportamiento puede impactar la imagen empresarial. Por tanto, debemos prestar atención a lo que publicamos. “LO QUE LA ORGANIZACIÓN ESPERA DE TODOS NOSOTROS ES LA CONCIENCIA DE QUE NUESTRO COMPORTAMIENTO PUEDE IMPACTAR LA IMAGEN EMPRESARIAL”.
π ¿La Política de Comunicación prevé mecanismos para asegurar el alineamiento en todos los frentes, considerando la diversidad y el tamaño de Odebrecht? Sí, para eso existe el Comité de Comunicación e Imagen, con papel coordinador, deliberativo y ejecutivo. Forman parte del Comité los Responsables de Comunicación en el holding y en los Negocios, que discuten todos los temas y acciones de comunicación que tengan impacto en la marca Odebrecht, como la
elaboración de informes anuales y videos institucionales, portales en Internet, campañas publicitarias de naturaleza institucional, publicaciones para distribución externa, entre varios otros. π ¿Cuál es el papel del holding Odebrecht S.A. en la nueva Política de Comunicación? Las acciones de Comunicación en Odebrecht S.A. buscan preservar y valorizar la marca Odebrecht, asegurando su unidad en torno de nuestros principios y el alineamiento interno ante la nueva Política. Para eso, apoyamos a los responsables en los Negocios en la implantación de la Política y contribuimos para su formación y capacitación continuas. También apoyamos a los Comités de Gestión de Crisis en los Negocios y acompañamos la aplicación de la arquitectura de marca en toda la Organización. Es importante destacar que la comunicación, para Odebrecht, no es un fin, sino un medio que nos permite estructurar y cultivar relacionamientos basados en la confianza entre nuestros integrantes y las personas que consideramos estratégicas. Entre esas personas están nuestros Clientes, los Usuarios-Clientes, los representantes de las comunidades con las cuales interactuamos en nuestros emprendimientos, liderazgos empresariales y formadores de opinión, como los medios de comunicación. Es por intermedio de la comunicación que consolidamos nuestra imagen, nuestras competencias y nuestros valores para la sociedad. ]
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DISTINTOS ACENTOS, UNA IDENTIDAD EN ODEBRECHT AGROINDUSTRIAL, LA ARMONIZACIÓN DE LAS DIFERENCIAS CULTURALES Y GENERACIONALES ES UNA DE LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS Texto Guilherme Bourroul | Foto Guilherme Afonso
π Desilien (a la izquierda) y Kleber: comprensión mutua que se origina en el respeto
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π Lídia: “Poco a poco tuve que enfrentar mis miedos"
El mes de abril comenzó y, con él, el inicio de la zafra 2014/2015 de la caña de azúcar. Momento de reflexión, fe y esperanza. Siguiendo una tradición que tiene décadas, las empresas del sector acostumbran realizar en este período un culto ecuménico de acción de gracias por otra zafra que se inicia. En el Polo Goiás de Odebrecht Agroindustrial, el evento contó con la presencia de tres líderes religiosos – sacerdote, pastor y ministrante de centro espírita. En común, tenían el deseo de un buen año, con superación de resultados y, principalmente, velando por la seguridad de todos, tanto de aquellos directamente involucrados en la operación – desde el campo hasta la industria –, como de la comunidad, que también siente el aumento del flujo de personas y vehículos pesados en las ciudades. “Estamos muy satisfechos de hacer el culto ecuménico. Siempre tenemos que agradecer a Dios y pedir por la preservación de nuestra familia y de la familia Odebrecht. A partir del momento en que formamos una familia, todos los resultados pactados se alcanzarán”, dijo Kleber Albuquerque, Líder de la Pequeña Empresa Polo Goiás, durante el evento religioso, cuya característica principal es el respeto por la diversidad. Capacidad de adaptación Generar trabajo e ingreso para las comunidades en que actúa es uno de los principales compromisos de Odebrecht Agroindustrial. Con siete de sus nueve
unidades en la región Centro-Oeste, la empresa contrata y capacita profesionales de esas localidades. Para tener una idea de lo que esto significa, los integrantes oriundos de los tres estados del Centro-Oeste representan actualmente el 42% del total efectivo de la empresa. A pesar de que Odebrecht Agroindustrial invierte anualmente R$ 5 millones en capacitación y desarrollo de sus integrantes, la actividad sucroenergética exige conocimiento técnico, que muchas veces precisa ser cubierto con la contratación de profesionales especializados. La empresa tiene integrantes de todos los estados brasileños. La adaptación no siempre es fácil, porque hay muchas costumbres diferentes y la distancia es muy grande. “Como buena parte de los integrantes son de afuera, creamos un grupo que ayuda a cada persona que llega”, dice Kleber. Nacido en Pernambuco, él sabe de lo que habla. Después de salir de su estado natal en 2006, ya vivió en Alagoas, São Paulo, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Goiás. La diversidad está en el ADN de la empresa, y no apenas en lo geográfico y cultural. En ella trabajan personas de diferentes generaciones: jóvenes que representan la nueva realidad del trabajo y de la vida en el campo, en la que están presentes la alta tecnología y avanzados programas de capacitación, y profesionales más maduros, que vivieron una época del sector en que todavía se practicaban las costumbres
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de los antiguos ingenios de azúcar. “La unión de esos dos perfiles trae buenos resultados; tenemos un clima más armónico”, relata Kleber. Otro aspecto importante es la multitudinaria presencia femenina: 17% del total, muy superior al promedio del sector. Lídia Toledo está hace más de cinco años en Agroindustrial. Su historia está pautada por la superación. Si bien es oriunda de Cidrolândia (MS), fue criada en Paraguay, donde vivió hasta los 15 años. Cuando regresó, pasó por un proceso de adaptación. “Es otra cultura, otra comida, otro ambiente. Cuando vine aquí yo no salía de casa. No les decía ni ‘hola’ a los vecinos por temor de que me respondieran”. Ella relata que, además de la timidez, necesitó superar las bromas que los otros jóvenes le hacían por causa de su acento. “Poco a poco, fue necesario que saliera de mi escondrijo para enfrentar mis miedos”, recuerda. Según Lídia, la dificultad de hablar portugués también fue un obstáculo en la búsqueda de una oportunidad profesional. “Necesitaba trabajar, pero no tenía muchas opciones porque no lograba que me entendieran”, cuenta. Ingresó en la empresa en los trabajos de plantación y, apenas cinco años después, ya es Líder de Frente. Más que eso: fue elegida para apoyar al supervisor agrícola en tres frentes, con casi 90 integrantes. “El respeto que conquisté en mi equipo va mucho más allá de mi voz y mi acento”, afirma. conquistei da equipe vai muito além da minha voz e do meu sotaque”, afirma. ]
INTEGRANTES POR REGIÓN Odebrecht Agroindustrial tiene integrantes provenientes de todos los estados brasileños
Un largo camino A inicios de 2012, Brasil e Haití firmaron un acuerdo que concedió 1,2 mil visas permanentes al país caribeño, devastado dos años antes por un terremoto. Participando en ese esfuerzo de ayuda humanitaria, Odebrecht Agroindustrial ofreció 23 vacantes para que haitianos ingresaran en el Polo Goiás. Desilien Ceus fue uno de ellos. Hasta llegar a Cachoeira Alta, municipio de Goiás, donde vive, tuvo que recorrer un largo camino. Ceus salió de Gonaives, ciudad a 200 km de la capital Puerto Príncipe, e hizo escalas en República Dominicana y en Perú, antes de lograr llegar al Acre, donde permaneció por un mes. “Fui muy bien recibido. Los brasileños respetan a las personas y las diferencias. Aquí es como si fuera mi tierra”, afirma. A pesar del respeto y de la tolerancia, Ceus se ha esforzado para mejorar su adaptación al Brasil. Él vive con otros dos compatriotas. Cuando están juntos, dialogan en creolle, segundo idioma de Haití, cuya lengua oficial es el francés. A pesar de eso, su portugués mejora cada vez más. Ceus retomó los estudios. Está cursando 5º ano de primaria. “El primer sábado que fui a la iglesia ya encontré una familia. Lo mismo sucede en el trabajo. Todos respetan las diferencias culturales”.
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Centro-oeste
28% Sureste
20% Nordeste
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π Carlos, María Beatriz y Carlitos: “nacido” en Odebrecht
ARMONÍA QUE VIENE DE CASA EN VENEZUELA, FAMILIARES TRABAJAN JUNTOS Y CONTRIBUYEN PARA LA INTEGRACIÓN CON EL MULTICULTURALISMO DE LOS SITIOS DE OBRAS Texto Patrick Cruz | Foto Andrés Manner
El extrovertido Carlos Vergara no duda en hacer bromas con los compañeros de trabajo refiriéndose a los, digamos, “contactos privilegiados” que tiene en el área administrativa de la obra del Tercer Puente sobre el Río Orinoco, en Venezuela. “Cuando entro en una sala, les digo a todos que se porten bien, porque si no le voy a contar a la señora del dinero”, dice, entre risas. Vergara, Responsable de Soporte Operacional y Seguridad Patrimonial de la obra, localizada en Caicara
del Orinoco, en el Estado Bolívar, a 500 km de Caracas, está casado con María Beatriz Figueras, que actúa en el área financiera del proyecto. El ejemplo de la pareja venezolana muestra que la convivencia entre marido y mujer en el ambiente de trabajo puede ser muy saludable – para los cónyuges y para la empresa. María Beatriz ingresó en Odebrecht en 2001, para actuar en el programa Financiero del Segundo Puente sobre el Río Orinoco, obra ya finalizada.
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π José Luis y Tania: ejemplo de unión en la casa y en el trabajo
En la ocasión, a pedido de su líder, María Beatriz sugirió cinco nombres de candidatos para asumir la responsabilidad del Soporte Operacional de la obra – pero ninguno de ellos era el de su marido, pese a que tenía el perfil y experiencia que se adecuaban perfectamente a la vacante. “Nunca pensamos que sería posible trabajar en el mismo lugar. Lo más común es que las empresas no lo estimulen”, dice ella. Como las sugerencias presentadas por María Beatriz no tenían el perfil exacto para el puesto, ella mencionó que su marido cumplía con los requisitos necesarios, y de esa manera se abrieron las puertas. Vergara entró en Odebrecht ese mismo año. Entre 2006 y 2008, antes de llegar a la obra del Tercer Puente, el matrimonio pasó por el proyecto de la Hidroeléctrica Tocoma, en el Río Caroní, también en el Estado Bolívar. Ellos no asumieron
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sus funciones simultáneamente en Tocoma y en Tercer Puente, pero sus líderes siempre intentaron, como prioridad, que la pareja pudiera estar junta no bien fuera posible. “La filosofía de la empresa es de confianza en las personas”, dice María Beatriz. “Y la responsabilidad no se delega: o la tienes o no la tienes”. Unidos en la casa y en el trabajo, Carlos y María Beatriz hoy cuentan con la compañía de Carlitos, hincha del fútbol y del crack argentino Messi. “Él nació en Odebrecht”, cuenta el padre. Intrigrado con la dedicación de la novia José Luis Paz López y Tania Carolina Finol Boscan también son ejemplos de unión tanto en el hogar como en el trabajo. Tania ingresó en Odebrecht en 2004, como pasante, en el proyecto agrario de Maracaibo. José Luis, su novio desde 1999, cuando
ambos estaban en facultad, confiesa que, hasta entonces, no conocía a la empresa. Pero comenzó a intrigarle la dedicación de la novia, que cuanto más trabajaba, parecía estar más satisfecha en lo profesional. “Como ella no se quejaba, incluso en épocas de más horas de trabajo, pensé: ‘Quiero trabajar en esa empresa para descubrir qué es lo que a Tania tanto le gusta’”, cuenta José, Responsable de Producción en los Proyectos Habitacionales Gran Caracas, en Chorritos (en Los Teques, en la región metropolitana de Caracas), emprendimiento de vivienda popular del Gobierno venezolano. Tania
es Responsable de Proyectos y Control de Calidad del sitio de obras de los Proyectos Habitacionales Gran Caracas, en Santa Cruz (Guarenas, también en la Gran Caracas). “Si estamos juntos, las preocupaciones con los hijos o con nuestra vida cotidiana disminuyen. Y personas satisfechas rinden más en el trabajo”, expresa Tania. Ellos tienen hoy una pareja de hijos, Amanda y Matías, nacidos en 2010 y 2012, respectivamente. Dos frutos de una unión que se mantiene dentro y fuera del trabajo. ]
Una manera nómada de ser A los 49 años, Mariano Domingues, Director de Desarrollo de Negocios de Odebrecht Infraestrutura – Venezuela, pasó más de la mitad de la vida trabajando en la Organización. Ingresó como pasante, hace 28 años, y recorrió el mundo en diferentes proyectos. “Uno siente a la empresa como parte de la familia”, señala. Mariano, ingeniero civil, entró en Odebrecht en Recife, su ciudad natal. Su trayectoria incluyó proyectos en Ecuador, Sudáfrica, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Portugal, Guinea, Ghana y, ahora, Venezuela. “Lo interesante es que estar en la misma empresa durante todo ese tiempo no significa quedarse quieto”, afirma. “Al contrario. Como cada proyecto y cada país son un reinicio, la sensación es siempre de un nuevo aprendizaje, un nuevo desafío”. De los 28 años de trabajo en Odebrecht, Domingues está desde hace 20 fuera de Brasil, acompañado desde el inicio por la esposa, Ana Cláudia. Ellos tienen dos hijos, Mariana, 19 años, y André, 18, ambos nacidos cuando la pareja estaba fuera del país. “Algunos creen que el hecho de estar tanto tiempo fuera de Brasil nos hace perder las raíces. En verdad, reforzamos aun más nuestra identidad y la familia se unió más”, explica. José Carlos Camargo también está cerca de completar tres décadas de Odebrecht: es integrante de la Organización desde hace 27 años. Después de pasar por proyectos en Goiás, Sergipe, Rio Grande do Norte, Ceará y Minas Gerais – intercalado por un año que se alejó para cursar un MBA en Inglaterra -, Camargo partió hacia Angola en 2005. Al inicio de 2010, se mudó con la familia a Venezuela, donde hoy es Director de Contrato de la Hidroeléctrica de Tocoma. “Esa actitud ‘nómada’ de nosotros nos aleja de padres, tíos, primos, pero nos acerca aun más de la pareja y de los hijos”, señala. “Y, en la empresa, terminamos formando otra familia”.
π Mariano: la empresa como parte de la familia
π José Carlos: lazos más fuertes con esposa e hijos
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CUANDO EL PUERTO TAMBIÉN ES HOGAR EUSTÁQUIO SOUTO, GERENTE DE PRODUCCIÓN DE LA TERMINAL MARÍTIMA DEL PROYECTO SONAREF El ingeniero eléctrico Eustáquio Antônio Ferreira Souto salió de la pequeña ciudad de Resplendor, en Minas Gerais, para conocer el mundo. Gerente de Producción de la Terminal Marítima del Proyecto Sonaref, en Lobito, Angola, él ya pasó por Bahía, Pernambuco, Rio Grande do Norte, Alagoas, Maranhão, Yibuti, Perú y Argentina. Un verdadero globetrotter, que ha sabido aprovechar las oportunidades de conocer nuevas culturas y otras maneras de vivir. Texto Eduardo Souza Lima / Foto Kamene Traça
π ¿Cómo podría resumirse tu periplo por el planeta? Cuando yo tenía 15 años, mi familia se mudó a Vitória, en Espírito Santo. Entré en Odebrecht en Bahía, en 1983, en el área de Equipamientos. En 1991, pasé para el programa de Producción. Participé de proyectos de realojo y de irrigación en Pernambuco, donde también tuve la oportunidad de conocer una obra portuaria, en Suape. Después, fui para las obras del Pier III, en São Luís, mi primer gran desafío en el área portuaria. En 2004, fui para Yibuti, en el extremo este de África, donde permanecí un año y seis meses. Luego, volví a Maranhão para la ampliación del Pier III. Pasé cuatro años en Perú, volví nuevamente a Maranhão, para participar de las obras del Pier IV, después pasé dos años en Argentina y hace seis meses que estoy en Angola. π Tú ayudaste a que Odebrecht entrara en el mercado de Yibuti. ¿Cómo fue esa experiencia? Estuve en Yibuti después que la empresa conquistó su primer contrato
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en aquel país. De acuerdo con la Tecnología Empresarial Odebrecht, nosotros somos los que nos tenemos que adaptar a los países y no ellos a nosotros. Cada nación tiene sus particularidades. En Yibuti, en nuestro sitio de obras, se hablaban 15 idiomas y dialectos, con integrantes de 25 países. Como había muchos musulmanes, teníamos que respetar los horarios de sus oraciones, principalmente en el período del Ramadán. La culinaria angoleña se parece a la de Brasil. A Yibuti, en cambio, tuvimos que llevar porotos. π ¿Cómo estás viviendo el trabajo en Lobito? Es un puerto diferente. Antes de Lobito, solo habíamos construido puertos usando pilares, que son clavados/excavados en el suelo. Con esta tecnología, usamos bloques de hormigón. Los chinos de la empresa Chec China Harbour Engineering Company Ltd., habían hecho una obra idéntica en la ciudad de Lobito, y Odebrecht contrató sus servicios.
π Respecto a la relación de trabajo con los chinos, ¿cómo es? La relación es buena. Respetamos las costumbres relacionadas, por ejemplo, al horario de trabajo y de almuerzo y a los feriados, y también aprendemos con ellos. Comienzan a trabajar a las 6 de la mañana y paran para almorzar a las 11 h 30. Después, duermen hasta las 14 horas. Es su costumbre, y, así, producen más. Salieron de su país para trabajar y esto se lo toman muy en serio. Para contribuir en la relación con ellos, tenemos programas de entrenamiento basados en nuestras políticas de Seguridad, Medioambiente y Calidad, trabajando en conjunto. También nos hemos enfocado en el relacionamiento social: hacemos comidas, ellos participan de nuestras charlas y de las actividades deportivas. ]
Diferentes, pero iguales Forman parte de la Organización Odebrecht:
Negocios Odebrecht Engenharia Industrial Odebrecht Infraestrutura - Brasil Odebrecht Infraestrutura - América Latina Odebrecht Infraestrutura - África, Emirados Árabes e Portugal Odebrecht Estados Unidos Odebrecht Realizações Imobiliárias Odebrecht Ambiental Odebrecht Latinvest Odebrecht Properties Odebrecht TransPort Braskem Enseada Indústria Naval Odebrecht Agroindustrial Odebrecht Defesa e Tecnologia
Nuestros equipos están formados por personas de 77 nacionalidades. Trabajamos en las arenas calientesInversiones de los Emiratos Árabes Unidos, Odebrecht Energias Brasil en las altitudes de los Andes peruanos, en el interior de Angola y de Portugal, Odebrecht Africa Fund Odebrecht Latin Fund que haya un desafío en el centro de Miami y de São Paulo o donde sea para vencer en los 23 países en queEmpresas operamos. Auxiliares Odebrecht Comercializadora de Energia Odebrecht Corretora de Seguros Odebrecht Previdência Odebrecht Engenharia de Projetos Odebrecht Serviços de Exportação
La Tecnología Empresarial Odebrecht nos ofrece la referencia fundamental para actuar en un ámbito global. Para nosotros, el ser humano, cualquiera sea su ambiente y su cultura, debe ser, siempre, el principio, Acciôn Social el medio y el fin de todas las accionesFundación que realizamos. Odebrecht
RESPONSABLE DE COMUNICACIÓN EN ODEBRECHT S.A. Sérgio Bourroul RESPONSABLE DE CONTENIDO Y GESTIÓN DE LA MARCA EN ODEBRECHT S.A. Karolina Gutiez COORDINACIÓN EDITORIAL Versal Editores Editor José Enrique Barreiro Editor Ejecutivo Cláudio Lovado Filho Versión en Español Gloria Rodríguez y Maria da Gloria Lampreia Editora de Fotografia Holanda Cavalcanti Arte y Producción Gráfica Rogério Nunes Publicación electrónica y Coordinadora editorial en Español Maria Célia Olivieri (in memorian) y Juliana Olivieri Tiraje: 1.996 ejemplares Pre-impresión e Impresión Ipsis Redacción: Rio de Janeiro (55) 21 2239-4023 São Paulo (55) 11 3641-4743 e-mail: versal@versal.com.br Puedes leer la revista Odebrecht Informa también: * en Internet, en el sitio web www.odebrechtinforma. com.br, donde podrá acceder a vídeos y otros reportajes * por iPad, descargando gratuitamente la aplicación Revista Odebrecht en App Store
Contribución
Quito, Maputo y Abu Dhabi. Tres ciudades donde los integrantes de Odebrecht están presentes, con su capacitación y su espíritu de servir. Tres ambientes en los que protagonizan complejas e inspiradoras experiencias de integración de personas provenientes de diferentes culturas. A lo largo y ancho del mundo, la actuación de Odebrecht también proporciona esto: una inequívoca demostración de que el ser humano quiere aproximarse a sus semejantes (por más distintas que sean sus costumbres, sus tradiciones y sus convicciones), conocerlos y compartir con ellos sus sueños y realizaciones.