10 minute read

Mis 50 favoritos

Mis favoritos 50

Olvídate de los números y concéntrate en volar. Le pedimos a los pilotos que nos contaran de sus vuelos preferidos de 50km o menos

En el vuelo, es fácil obsesionarse con los números, distancias y objetivos, pero la realidad es que la mayoría volamos por otra razón. De hecho, concentrarse demasiado en un distancia puede empezar a restarle placer a un deporte que la mayoría empezamos a practicar por diversión. Para este número, le pedimos a varios de nuestros colaboradores que nos contaran acerca de su vuelo favorito de 50km o menos, ya fuera en su zona de vuelo o uno que les haya marcado. ¡Nada de puntos!

Antoine Girard

Piloto aventurero del Karakórum

Triángulo de 50km por los Ecrins de 4000m

Mi vuelo preferido de 50km es un vuelo clásico en los Ecrins en los Alpes franceses. Se despega desde Vallouise y se vuela alrededor de Les Bans, la Barre des Ecrins, el Râteau, la Meije, la Agneaux y el Pelvoux. ¡Gran parte de los picos más importantes del macizo de los Ecrins!

Este vuelo me hace soñar cada vez por ser salvaje y estar en medio de montañas de 4000m, además del ambiente de montaña con pocas signos de civilización. Cada vez que lo hago me siento del otro lado del mundo.

Lo hermoso del vuelo también se debe al hecho de que no se puede hacer siempre porque hace falta techo alto y porque es un parque nacional en el que solo se puede volar entre julio y octubre.

Cedar Wright

Escalador profesional y piloto

Explorando Wonderland en Boulder, EEUU

Por tener menos de 200m, Wonderland en Boulder requiere paciencia y estar en el momento justo para remontar. Sucede mucho que uno aterriza y después ves a los demás salir disparados a 3000m.

Pero hay una recompensa después de tanta lucha. El vuelo a la inversa de Boulder a Golden es divertido y es un paseo no tan fácil por la zona más espectacular de la cordillera delantera de Colorado. Aunque solo son 35km, siempre será un gran logro.

El vuelo empieza con una transición al monte Sanitas, luego a la montaña de Flagstaff que te coloca cerca de los Flatirons, unos picos de arenisca donde hay un cohete de 6m/s que te llevará hasta la estratósfera. De ahí, puedes volar sobre las paredes del cañón El Dorado, una conocida zona de escalada. Sigue siendo emocionante volar sobre un pico o roca que haya escalado.

Gavin McClurg

Aventurero y conductor de podcasts

Vivac de una noche en las Pioneers, EEUU

Un día, a final de tarde a principios de septiembre de 2014, caminé con mi amigo Matt Beechinor a uno de los despegues de Sun Valley para lo que pensábamos que sería un vuelo de relación. Por capricho, llevamos equipo minimalista para hacer vivac en caso de que tuviéramos suerte y lográramos regresar volando a las Pioneers, una cordillera de montañas inhóspitas pero hermosas que enmarcan nuestro pequeño pueblo de esquí.

Despegamos justo antes de las 5pm, encontramos una térmica fácil y llegamos a 4000m fácilmente. Luego de un planeo rápido de 15km, remontamos cerca de unas montañas empinadas de granito color rosa y ciruela en el corazón de las Pioneers.

Ya habíamos volado por estos picos varias veces en busca de grandes distancias hacia Montana, pero nunca te atreverías a adentrarte en ellas como lo hicimos esa tarde. Las condiciones eran suaves como cama en un hotel cinco estrellas, no había viento y podíamos volar adonde quisiéramos, literalmente.

Dimos vueltas y vueltas hasta después de la puesta de sol y finalmente aterrizamos en una pradera a 3000m junto a la cabaña Pioneer a apenas 20km del pueblo. La cabaña fue construida en 1935 por unos austríacos vagos del esquí. No muchos la visitan, pero está abierta y apertrechada para senderistas y esquiadores, y en este caso, pilotos.

La mañana siguiente, después de pasar la noche bajo las estrellas, inflamos las velas a unos pasos de donde habíamos aterrizamos, remontamos a 3600m y regresamos a casa con un solo planeo.

Haydon Gray

Piloto biplaza profesional

De Grindelwald a Interlaken, Suiza, 18km

A este vuelo lo llamo la ruta del lechero porque es fácil en un día térmico con poco viento y es un buen vuelo para novatos en vuelos de distancia. Son menos de 20km pero es fácil de alargar cuando llegas a Interlaken.

La primera vez que intenté este vuelo, no tenía idea de lo que hacía y un australiano que estaba de visita me dio las indicaciones. Después me dijo que no tenía percepción espacial. Pinché. La segunda vez que lo hice desaparecía entre las nubes mientras veía a pilotos de la X-Alps pasarme por debajo.

En la actualidad, es mi ruta cuando vuelo en biplaza con mi familia y amigos. La última vez, mi novia y yo subimos a 3000m en seis minutos y 25 minutos después íbamos en transición rumbo al lago Brienz mientras nos comíamos un sandwich y escuchábamos música con un parlante inalámbrico.

El vuelo empieza con el Eiger al fondo y termina alto sobre el lago Brienz aguamarina. Es un vuelo de montaña, por lo que recomiendo revisar el clima. ¡Cuando funciona es un sueño!

Greg Hamerton

Cineasta y piloto vivac

Rasgando para volver en los Pirineos

Es el último día de mi exploración por los Pirineos españoles y he caminado más de lo que aguanto. Mi mochila es demasiado pesada. Tengo las piernas destruidas. Llegué a Ibon de Estanes, bien alto, y voy a intentar volar en condiciones suaves.

Mientras rasgaba los árboles, estaba cerca del espacio aéreo. Hay probabilidad de escapar del paisaje imponente y llegar a la libertad de las llanuras (con transporte confiable) en Jaca. Aguanté la respiración, avancé con cuidado sobre los acantilados llenos de rocas y encontré una cara que funcionaba. Remonté y fui a la siguiente. Me adentré a otra arista. Le apunté a las nubes que se formaban, remonté, remonté... ¡y fui libre!

Fueron apenas 30km, pero me he preocupado demasiado tiempo por los números. Cada vuelo es especial, ¡y uno que te permite regresar es inolvidable!

Kari Ellis

Piloto de competencia y de distancia

Volando distancia desde Spring

Vivo en Canberra, Australia y mi zona de vuelo es una lomita complicada llamada Spring Hill de 200m con espacio aéreo y la única forma de escaparse es contra el viento.

A principios de mi carrera, volé cientos de horas en Spring. Cuando empecé a volar distancia, hice literalmente cientos de intentos para alejarme (en la foto, 2011), pero nunca funcionó.

En 2017, me llegó mi primera dos bandas. Era principios de invierno, pero el pronóstico prometía con algunas térmicas. Despegué y empecé a remontar. Hacía frío. Llegué al espacio aéreo y sonreí.

Aceleré a 75% me fui, flotando con viento oeste de siempre. Pasé el aterrizaje, el dique, los campos donde aterrizaba siempre... y las lomitas de en frente. Luego sucedió: ¡encontré otra térmica! ¡Y otra!!

Eventualmente, hice barrena y aterricé en el óvalo deportivo en Yassa. Apenas 50km. Pero sin lugar a duda uno de los vuelos más satisfactorios y felices de mi carrera.

Marcus King

Diseñador de Cross Country

Triángulo de 40km de mi casa a mi casa

Algo genial de donde vivo en el sureste de Francia es poder volar térmico todo el año. Durante los meses de invierno, es posible hacer circuitos de distancia.

Muchos se quedan en la ladera delantera que da a las llanuras costeras haciendo idas y vuelta. Pero cuando el techo lo permite, mi favorito es un triángulo desde Gourdon. Después de hacer una baliza en la bola del radar, la primera transición es en el Cheiron y el despegue sobre Greolieres. De ahí, se vuela por la ladera hasta el extremo este de la montaña. Generalmente, hay una convergencia que permite volver un poco más fácil a la ladera delantera.

La ruta es una mezcla de paisaje montañoso y vuelo técnico, que es aún más especial gracias a los buitres leopardos que se han hecho más numerosos en los últimos años. Es un triángulo FAI de unos 40km y se puede alargar moviendo las balizas más lejos en la ladera principal. ¡Perfecto!

Jerome Maupoint

Fotógrafo de parapente

Ida y vuelta de 40km en Pancas, Brasil.

Este es el tipo de vuelo que prefiero. Me gusta la sensación de liberación, de la primera térmica que abre las puertas a un jardín enorme. Me gusta la sensación de atravesar un paisaje, de subir lentamente; pero sobretodo me gusta detenerme en un lugar y dar vueltas en el cielo para contemplar y apreciar la perspectiva que ofrece el relieve.

Me gusta tomarme el tiempo para volar y aceptar las limitaciones del cielo, que me obligan a volar más lento o acelerar para luego regresar al punto de partida tres o cuatro horas después.

Mi vuelo favorito de 50km fue en Brasil en enero de 2018 sobre el macizo monolítico entre Pancas y Lajinha en Espírito Santo. Luego de una trepada delicada cerca de Pedra Agulha, una columna de 500m, me fui 20km al norte sobre un laberinto de cúpulas de granito que parecían prehistóricas.

Las sombras de este impresionante relieve acentuó la magia del vuelo cuando volví a cruzarlo de regreso, a las 6pm, a 2000m.

Jorge Atramiz

Fotógrafo de parapente

De Makapu’u al extremo norte de la isla de Oahu, Hawaii, 45-48km

Nunca me canso de hacer esta ruta, de hecho, cada vez es más emocionante. He estado conectando lugares en la cordillera de Ko’olau durante 13 años y siempre encuentro una nueva forma de abordar el lugar.

Este vuelo exuberante y selvático empieza a apenas 25msnm en la congestionada costa de Makapu’u. Después de despegar, se alza una cara volcánica abrupta al norte. La civilización queda atrás y se puede ver toda la isla. Te acompañan cascadas altas, bosque denso y el cantar de miles de aves. Poco después, se hace verdaderamente interesante. Aterrizar en esta zona implicaría una caminata de tres días para regresar a la civilización, por lo que escoger la línea correcta es vital.

Después de la transición, me puedo relajar y seguir volando hasta el final de la cordillera o acortar el vuelo y aterrizar cerca de mi camión restaurante preferido y disfrutar de la mejor comida tailandesa en la isla. Conectar estos dos extremos para cruzar esta tierra jurásica es una experiencia inmensa.

Sebas Ospina

Piloto profesional biplaza

De Schilthorn a mi casa en Interlaken por Grindelwald, 37km

A casi 3000msnm, el Schilthorn es una de las atracciones turísticas más populares de Suiza. Hace unas semanas, llevé a mi esposa a un brunch romántico en el restaurante giratorio con vista panorámica del Jungfrau, Mönch y el Eiger y me sentí como un turista en casa. Después, caminamos a la ladera rocosa suroeste donde hay un despegue minúsculo de alfombra - muy pequeño para nuestro Magnum 3 y con poco margen de error.

En vuelo, había nubes esponjositas y térmicas alpinas suaves. ¡Qué bendición! Fuimos directo a Schynige Platte, donde las térmicas se hicieron más fuertes y movidas. A medida que avanzamos hacia Grindelwald First, logramos disfrutar de la hermosa vista de las paredes rocosas empinadas que contrastan con las praderas de hierba del otro lado del valle desde picos de más de 4000m.

Llegamos a Grindelwald First y Juliana me dijo que tenía náuseas. Comer a todo dar antes de volar no fue la mejor de las ideas. De ahí en adelante, mi misión era regresar a casa sin dar ni un giro. Solté los trimmers y el planeo de 17km fue fácil gracias a la línea de nubes sobre la cresta. Llegamos con suficiente altura y aterrizamos a unos pasos de la puerta de la casa después de una miniaventura de dos horas.

No fue un vuelo largo, pero para mí la mayoría de los vuelos en BernerOberland son para disfrutar del hermoso paisaje de este lugar. Compartirlo con tus seres queridos hace que sea todavía más especial.

Felix Wölk

Fotógrafo de parapente

Volando con cóndores en Argentina

Fue hace muchos años, pero los recuerdos de este vuelo me siguen dando vueltas en la cabeza. Fui con tres amigos a explorar el norte de Argentina y terminamos en La Rioja, en el desierto, al inicio de los Andes chilenos.

Era Navidad y la temperatura llegó a unos increíbles 50ºC. Nos divertíamos en grande todas las noches, dormíamos hasta mediodía y despegábamos a final de tarde para girar las térmicas nocturnas. ¿Te imaginas subir a 4000m de noche?

Con una brisa suave y cálida, seguíamos a los cóndores por las crestas. Podría haberme quedado ahí tranquilo para siempre. Esos vuelos destrozaron mi pobre cerebro (¡al igual que las fiestas!).

Matt Wilkes

Médico de aventura

Detrás de Bir, India, triángulo de 38km

Mientras dejábamos la comodidad de la cresta principal por primera vez e íbamos a la tan importante primera térmica, intenté olvidarme de esos pensamientos de aterrizar.. ¿Y si no encontraba nada? Solo sería un viaje largo en autobús. Pero encontramos algo y remontamos.

La concentración se convirtió en alivio, el alivio en alegría y luego euforia. ¡Estamos girando a 5000m en el Himalaya! ¡Estaba con mis amigos! ¡El sueño se había hecho realidad! ¡Estaba extasiado! ¡Estaba claro que tenía muchísima hipoxia! ¡No me importaba! Todo era felicidad.

Mientras regresaba flotando, descongelándome los dedos helados, me sentí agradecido por el mundo en el que vivimos. Me sentí muy afortunado. Siempre cuento con el vuelo para darme esa perspectiva fresca.

This article is from: