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ENSEÑANZAS DEL CONFINAMIENTO II

TARQUIN COOPER

LO BÁSICO

ENSEÑANZAS DEL CONFINAMIENTO II

Hace unos años, le preguntaron al legendario regatista que le ha dado la vuelta al mundo, Sir Robin Knox-Johnston qué haría si ganara la lotería.

“Lo primero que haría es mandarle hacer ventanas al servicio meteorológico para que vean el clima”, dijo.

Sospecho que hay bastantes pilotos que comparten el mismo sentimiento. ¿Cuántas veces nos hemos quedado esperando en el despegue maldiciendo la previsión? Incluso la proliferación de aplicaciones de clima y viento específicas para nuestro deporte no ha sido suficiente para evitar pasar un día triste viendo al cielo.

SOBREDESARROLLO Cerca de nubes que crecen rápido en Orgañá, España

Foto: Tex Bex

Pero hay una solución para ello. Implica aprender a leer el clima local y generar tu propia previsión. Al menos esa es la idea de un curso en línea gratis de EdX, una plataforma educativa en línea fundada por la Universidad de Harvard y el MIT. (Hacer los exámenes y obtener el certificado cuesta $149).

Durante el primer confinamiento en marzo del año pasado, hice un curso de meteorología en línea (XCES49, julio 2019). El segundo confinamiento en octubre me pareció una buena oportunidad para continuar lo que había empezado.

Meteorología de jardín: la ciencia del clima es un curso de cuatro semanas que no solo repasa conceptos conocidos de meteorología sino que busca enseñarte cómo leer el clima local con signos reales y visibles. Desde lamerte el brazo (sigue leyendo), apuntar las orejas al viento y tener un barómetro en casa, hasta invocar folclor antiguo como los cielos aborregados.

El meteorólogo

El curso lo dicta el profesor John Huth, que normalmente trabaja en física experimental de partículas. (Gracias a su experimento, se descubrió el tan buscado bosón de Higgs, llamado también partícula de Dios). Pero también es el autor de The Lost Art

of Finding Our Way, y es un fanático de actividades al aire libre como senderismo, piragüismo y la acampada. Es científico pero lo explica de forma que los lectores no especializados puedan entenderlo.

“Le enseño a los alumnos a observar y predecir patrones de clima”, dice al principio del primero de 27 videos de cinco minutos o menos. El objetivo, dice, es enseñar “las habilidades observacionales necesarias para hacer una previsión sin usar instrumentos ni modelos computacionales”.

Añade: “El observador local puede ganarle a las previsiones por computadora, porque tú, el observador puede ver el comportamiento del clima a una escala menor de distancia y tiempo. Tú, el observador, puede ganarle de muchas formas a los modelos computacionales porque puedes ver detalles localmente”.

Es una afirmación atrevida, pero ¿podría funcionarle a alguien como yo que se queda dormido cada vez que empiezo a leer de meteorología? A veces aguanto hasta el final de la página, pero intentar entender el efecto Coriolis no falla para que me quede dormido - lo único que gira es mi mente. Así que busco al profesor y veo un video.

Trabajos y trucos

Meteorología de jardín empieza con las explicaciones habituales acerca de la presión, cómo se forma el viento, los frentes y masas de aire, células convectivas y mi viejo amigo, el efecto Coriolis. (Nunca sé en qué dirección debería volar la bola). El contenido es similar en dificultad y detalle al clásico capítulo de clima en un libro de parapente. Los ejemplos son generalmente en EEUU, buenas noticias para los que vivan allá, y un cambio refrescante para los que no.

La diversión empieza cuando el profesor Huth llega a la parte de la observación local. Hace énfasis en la importancia de poder calcular el viento, la temperatura y la humedad.

¿No tienes un anemómetro? Simplemente apunta las orejas al viento. “Muchos lo hacemos instintivamente pero puede que no sepamos por qué”, explica. La razón, “Las orejas tienen relativamente bastante sangre y cuando las toca el viento puedes sentir enfriamiento”. Aprender las señales visibles de la escala de Beaufort es otra herramienta: cuando se mueven las ramas, hay brisa moderada, viento de 22-28km/h.

En cuanto a la temperatura, dice que con la práctica puedes calcular la temperatura del aire hasta unos 3 grados centígrados. Todo está en adivinar y revisar después.

Otro truco es calcular la humedad lamiéndote el brazo y después exponer ambos brazos al aire. Usa el mismo principio de un instrumento llamado higrómetro. Mientras más similar se sienta la temperatura en ambos brazos, mayor será la humedad. “Al igual que al evaluar la temperatura, hay que practicar varias veces a temperaturas y humedades diferentes para aprender a hacerlo. Nuevamente, adivina la humedad, anótala y búscala”.

Gran parte del curso está dedicado solo a eso - cada dos semanas, se le pide a los alumnos que descarguen una planilla de observación para registrar el clima local, hacer una previsión y compararla a la siguiente observación varias horas después.

No es de sorprenderse que mis previsiones no harán que los meteorólogos se queden sin trabajo. Pero con ocho aplicaciones en el teléfono, el curso ha sido un recordatorio de que a veces la mejor forma de predecir el clima es dejar de ver la pantalla y mirar el cielo. Estoy seguro que Sir Robin Knox- Johnston estará de acuerdo.

Puedes encontrar el curso en inglés Backyard Meteorology: The Science of Weather en edx.org

Tarquin Cooper es periodista y reportero de la carrera de la Red Bull X-Alps. Aprendió a volar en 2019 y ha estado adicto desde entonces

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