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Vida en el viento

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Expreso Karakórum

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Vida en el viento

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El fotógrafo residenciado en Chamonix, Olivier Laugero, y su familia cambiaron el invierno gélido europeo por juegos en el viento en Caribe. Matt Warren conversa con él bajo un cocotero. Fotos: Olivier Laugero

Olivier Laugero sabe algo sobre el equilibrio perfecto entre vida y trabajo. Contesta mi llamada por Skype bronceado y sin camisa, en un paradisíaco paisaje caribeño – con palmas bamboleantes y pájaros que cantan, sobre un cielo azul y un mar turquesa. Esta es su oficina – al menos por ahora.

Este piloto, que pasa el verano en su negocio de parapente en Chamonix (en 2009 fue el primer piloto en aterrizar un biplaza en la cima del Mont Blanc), patrocinado por BGD y fotógrafo, huye con su familia –esposa, Sophie, e hija de 15 meses, Lou – en su yate, el Kagou, a explorar nuevos y deslumbrantes lugares cuando se le antoja y el viento es favorable.

Ahora está en las Granadinas. Puedes ver dónde estuvo en la idílica isla Mayreau, en la primera fotografía de este artículo. “Estoy sentado en la playa, bajo los cocoteros. “Fue tomada con un dron de mi amigo Adrien Nisan, y estoy volando un BGD Punk. Despegué desde la playa y planeo sobre la pequeña colina con vista a mi bote y al resto de las Granadinas. Hermoso”.

Sophie también vuela parapente. “En la imagen grande de arriba, está volando conmigo en el norte de Lanzarote. Estamos haciendo un hermoso vuelo, 20km de ida y 20km de vuelta.

“Vuelas sobre la playa en Famara y a lo largo de grandes riscos hacia la isla La Graciosa. Despegas en el interior, tomas algunas térmicas para llegar a la base de la nube, alcanzas los riscos y sobrevuelas la costa. Es increíble”.

La vida es dulce, pero no todo es cuestión de hallar el lugar perfecto para volar. “También es una vida maravillosa para un niño”, dice Olivier. “A Lou le encanta la playa, los pájaros y las tortugas. Es una excelente manera de crecer”.

5960La odisea de Olivier, Sophie y Lou comenzó hace dos años y medio y los ha llevado por las Canarias y Cabo Verde, a través del Atlántico (cuando Sophie estaba embarazada de Lou) y al Caribe. Recién inician su travesía de seis meses de este año, explorando las costas de Venezuela, Colombia y Panamá.

Los lugares en los que vuelan tienen sus desafíos y recompensas. Cada uno tiene su propia personalidad. En la foto de la izquierda, por ejemplo, “podemos ver a Sophie volando en Lanzarote. Es una isla con unos increíbles paisajes volcánicos negros - me encanta el contraste en esta imagen con la minúscula aldea blanca de Teguise. Es una aldea perdida en la lava. Aquí el mar es muy agitado. No es buena idea acuatizar”.

Navegar hasta los sitios también te lleva a lugares nuevos en los que rara vez se ha volado. “A la derecha, tomé esa imagen de mi amigo portugués, Emi Carvalho, volando en la costa de São Vicente, en las islas de Cabo Verde.

“Muy pocos vuelan parapente aquí, pero hay vuelos increíbles. Comienzas en la playa y luego remontas por las montañas”.

Desde el aire, dice, “se ve que el océano está lleno de tiburones. A veces da miedo. Un día estaba volando por aquí y vi un enorme tiburón tigre nadando cerca de un surfista. Aterricé de inmediato para advertirle, pero él no estaba preocupado. ‘No te preocupes’, dijo el surfista. ‘Aquí hay muchas tortugas. Mucha comida para los tiburones. No nos molestarán’”.

Septiembre, octubre y noviembre, cuando el viento no es muy fuerte, son buenos meses para volar.

“Pero sigue siendo un lugar nuevo para el parapente”, agrega Olivier, “aunque ahora Emi quiere montar ahí un negocio de parapente, así que quién sabe”.

LA VIDA ES UN CIRCO Robert Scharzenbacher y Sophie, bailarina aérea, vuelan por los acantilados en Lanzarote. Parte de su proyecto cinematográfico involucra a artistas en los lugares en donde vuelan

El viaje del Kagou no trata solo de lugares espectaculares. Olivier y Sophie también buscan artistas para darle un toque circense a su trabajo. Lo vemos reflejado en sus filmes Carousel in the Clouds (vimeo. com/198418042) y Dance with the Clouds (vimeo. com/161345519).

En la fotografía principal, regresamos al norte de Lanzarote, cerca de Famara, volando por los grandes riscos la isla La Graciosa. “Fotografié a Sophie volando con nuestro amigo Robert Scharzenbacher, que opera el negocio de biplazas de la isla, Famaraíso.

“Quería que alguien volara con Sophie y confío en Robert, así que fue el primero en hacerlo. Ella despega con un arnés de biplaza, luego lo libera y se baja hasta la soga una vez que estamos en el aire.

“Sophie fue bailarina aérea, pero nunca habíamos hecho nada parecido hasta que lo intentamos hace unos tres años. Fue una manera lógica de combinar el baile y el vuelo, de combinar nuestras pasiones.

“Nos encanta crear presentaciones así. Estamos trabajando en una nueva película con Adrien Nisan sobre otra colaboración que hicimos entre pilotos de parapente y artistas de circo”. Hay muchos otros destinos por explorar en el Kagou. “Al final del viaje de este año, probablemente dejaremos el bote en Panamá y regresaremos el año entrante para comenzar a explorar el Pacífico. Iremos hacia las Galápagos, Polinesia… y más allá”.

Busca ‘Kagou flying boat’ en Facebook para seguir el viaje de Olivier y Sophie

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