Reflexiones
en torno a la reforma del Sistema de Ahorro para el Retiro
LÍDERES TRABAJADORES
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omo lo expresara nuestro dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores de México, en su carácter también de Presidente en funciones del Congreso del Trabajo, el Senador Carlos Aceves del Olmo, quien durante la intervención que tuvo con sobresaliente claridad, puntualidad y responsabilidad, habló en el anuncio del importante Acuerdo alcanzado por las representaciones del sector de los trabajadores y del sector empresarial, con el respaldo, conformidad y beneplácito del Gobierno de la República, posibilita impulsar avances que puedan resolver los enormes retos que en materia pensionaria tiene nuestro país; hace también factible la instrumentación de esos trascendentes acuerdos sociales, primero, para la presentación en días subsecuentes, de una iniciativa de reforma legislativa, mayormente integral, que precisamente será propuesta por el Poder Ejecutivo, en el uso de sus atribuciones constitucionales y facultades en la división del poder público en nuestra nación. De tal forma, que en aquella oportunidad,
nuestro compañero y dirigente, Carlos Aceves del Olmo, fue explícito al señalar que éste problema y sus diversos retos, son por demás complejos, representan enormes desafíos, porque ya son muchos años de atraso y postergación en su debida atención y, por tanto, se hacen necesarios para su cabal y total resolución, el procurar atención a los reiterados señalamientos y demandas de la clase trabajadora mexicana. Sin lugar a equívocos, se trata de un tema de trascendencia nacional que no es sencillo, es complejo y es multifactorial; seguramente, por esas razones, nunca ha sido fácil avanzar en las soluciones, de ahí que por ello, tampoco ha sido llano el hacerlo hasta donde hemos llegado; y que, no obstante el transcurso de esos primeros 23 años, seguimos empeñados en una muy esforzada edificación que hoy permite contar con un Sistema de Ahorro para el Retiro, y éste apenas significa un reciente, renovado y más o menos actualizado emplazamiento de algunos andamiajes institucionales, legales, técnicos y operacionales que buscan posibilitar a las grandes mayorías de la población mexi-
cana, comenzando por la clase trabajadora, el que efectivamente al concluir su vida laboral activa, sus mujeres y hombres, puedan tener tranquilidad, protección y seguridad con diversos apoyos y un sostenimiento económico garantizado, habiéndose cimentado con ello, apenas una de las más importantes garantías sociales fundamentales que permitan lograr la dimensión de una pensión universal, la cual efectivamente, pueda alcanzar y disfrutar toda la población en México. Por todo ello, más allá del “canto de sirenas”, canto siempre enervante y engañoso, máxime cuando en él participan voces que se alzan estridentes y algunas más interesadas que otras, e incluso, pretendidamente, más cautivadoras en materia pensionaria, es para la representación trabajadora -tal y como lo expresara Carlos Aceves-, el entendimiento y la definición, de lo que es, ha sido y será siempre la divisa que impone la realidad objetiva en el ámbito laboral y social: ¿Qué se puede hacer? y ¿Cómo se puede hacer? Después de éste último, demostrado y muy