VIVENCIAS RUPESTRES DE CUEVA DE LAS MANOS Cerros duros y curtidos como el rostro del hombre, marcados por el pasar del tiempo milenario. Protegidos por senderos y cuevas, que frente a sus dioses practican sus rituales, gritando a los cuatro vientos que a su cultura, figuras de animales y humanos quieren conservar. Hombre y animal fueron una sola alma, ya que sus manos plasmadas descansan en el altar. Círculos positivos y negativos se encuentran acá en Cueva de las Manos. Marcadas están las cavernas de esperanzas con círculos definidos por colores milenarios. Fueron habitadas por tehuelches que se refugiaban de los fuertes vientos, que surcaban sus rostros. Pasaban el tiempo celebrando misteriosos rituales en donde les pedían a sus dioses abundancia y fertilidad. Marlene Morales
VIEJO LIBRO Una tarde de invierno, venía con mi bicicleta esquivando los charcos de agua. El viento que soplaba con fuerza se hacía imposible avanzar. El viento y el frío se hacían más fuertes, entonces baje de mi bici y la traía agarrada con las manos. De repente vi sobre un pequeño charco, hacia la orilla, un viejo libro; lo levanté y pensé dentro mío “¡Pobre viejo libro!”. Cuando llego a casa lo puse a secar porque estaba mas que mojado, tenía las hojas amarillas por el pasar del tiempo. ¿Querido libro cuantas manos te han agarrado, cuantos ojos te han leído? Hoy te tiran sin saber lo que has brindado, quizás alegría o dolor. Pero dolor sentí cuando a mis pasos te encontré y a mi casa te llevé para que vuelvas a renacer. ¡Aún te quedan hojas para que vuelvan a leer! Marlene Morales
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