jorge casarini Mi nombre es Jorge Casarini. Yo nací acá en Perito Moreno y mis hermanos mayores en Lago Blanco. Yo soy el quinto hijo de una familia de doce hermanos, de la cual quedamos vivos solo cinco…. La Hilda, después viene la Elida, Nelly, Dardo, Carlos, la Lida, César, la Martina, yo, Eugenio, Juan y Oscar. Nací en la casa que ahora es de Don Fernández y la partera fue Griselda Osses.
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Hice la primaria acá, en la Escuela N°12. De maestra tuve a la señora del Dr. Natale, a mi prima Nora, después la Sra. Directora era Páez de apellido, que era señora de un Comandante de gendarmería. La escuela era más chica. Toda la parte de atrás era todo un patio. Estaba la campana ahí y los baños que estaban afuera. Nosotros ayudábamos a don Aurelio Pessolano con el tema de la leña y el carbón. Las estufitas octogonales ahí se prendían, llegábamos temprano y todos teníamos que ayudar. Hacíamos macanas también y se enojaba, nos corría. Don Aurelio era bravo, él era portero. Éramos terribles. Paico y yo por ejemplo. La galería de la escuela con Paico la recorríamos a salto de rana. La directora me agarraba a mí, porque era mi prima. Me decía: yo le voy a decir al tío como te portas vos. Nosotros a mi papá lo respetábamos mucho, a mi mamá igual, así que sabía andar con eso… pensando si iban a ir a contarles a mis padres. Me juntaba con Paico, con un chico de una familia Alarcón que no los vi nunca más, también éramos amigos. Después Figueroa, que murió. Juancito Avendaño también muerto. Ángel Aldauc con el que hacíamos veinte mil macanas. Por ejemplo en ese tiempo había que entrar al aula y saludar a la maestra con un beso. Yo entraba y cuando estaba mi prima Nora, corría y la abrazaba. Nora se enojaba muchísimo y nos mandaba al pizarrón, porque Ángel me seguía el juego. Me gustaba la escuela, siempre íbamos tres, mi hermana Martina, yo y Lola Coya, ellas eran íntimas amigas, siempre lo fueron. Todos los hermanos nos llevábamos bien, pero los mayores nos tenían cortitos. A veces se peleaban en el camino y yo de atrás les echaba carbón para que se peleen más todavía. Las clases terminaban en mayo y entonces venía mi hermano mayor con el carro de leña, porque ya no se podía salir por la nieve. Nosotros teníamos el campo acá nomás al lado del campo de Luti. Nosotros salíamos de la escuela que ya estábamos libre y en la tardecita subíamos al campo, ¡una alegría! Todo el carro con nieve, escarcha, pero no sentíamos frío, no sentíamos nada. Pal’ campo. Porque ya mi papá con la camioneta no podía salir.