Pedro Garitaonandia Entrevista realizada en el año 2011
Yo nunca me imaginé de intendente. Yo era Presidente del Concejo Deliberante, en el 1991. Y entré como intendente porque cuando un intendente no cumple su mandato después de los dos años de asunción, tiene que hacerse cargo el Presidente del Concejo. Si renuncia sin llegar a los dos años de mandato, hay que llamar a elecciones de vuelta. En este caso faltaba un año, así que lo terminé yo. En el Concejo estaba Daniel Fernández, el “Chilo” Ramos, y yo por el radicalismo. Asumimos en el 87, el 10 de diciembre y en enero y febrero se le declara una enfermedad a Daniel Fernández y dice que tiene que renunciar, así que renuncia él, asume Dorita y como el Presidente del Concejo en ése momento era Daniel Fernández se eligen nuevas autoridades y ellos me eligen a mí como Presidente. Después de esa experiencia en el 91, no volví a la política, porque vi muchas cosas extrañas, muchos manejos y para mí la necesidad de la gente no tiene color político. En ese momento, en la época del Volcán Hudson, el único extraño era yo, yo era “el radical”. En una reunión por lo del volcán el “Charo” se reía y me decía -¡Cómo te divertís!- porque yo estaba “calladito”. Pasó una cosa… Era octubre y después del volcán fuimos a pedir plata a provincia. Estaba Marcelino García, ex suegro de Máximo Kirchner y nos dice –“¡No, si estoy re seco. Mañana voy a Buenos Aires, si quieren me acompañan!”- Arturo era Diputado Nacional. Así que salimos el 10 de Deseado, el Charo y yo con Marcelino, arrancamos todos para allá, a Casa Rosada, en el Salón de los Pasos Perdidos y pedimos audiencia. Manzano era Ministro de Economía y estaba su Secretario del Interior, un tal Iribarre. Y le dice a Marcelino: - “Los $ 780.000.000 están, pero van a llegar a la provincia a partir del 11 de diciembre!”-, que era cuando iba a asumir Kirchner como Gobernador. Yo me dije… “¡Ah, bueno! Sí a ellos que son del mismo color político le están cerrando la canilla, yo que tengo una intendencia radical… ¡Fuiste!”. Marcelino García era Justicialista, había salvado a la provincia de la intervención y lo dejaban afuera. A partir de ahí dije, esto no es para mí. Yo a nivel político ya había tenido la diferencia con Hita. Una de las primeras diferencias que tuve con Hita a nivel institucional fue porque habían quedado tres casas libres, entonces nosotros con el Concejo Deliberante hicimos una lista de personas prioridades, con hijos del pueblo primero. De esos tres primeros, dos eran justicialistas y el tercero era radical. Entonces Hita y su gente me quisieron bajar esos dos de la lista. -¡No!- le dije, si la lista está así, va así o no va. Porque había que respetar las necesidades, mas allá de las
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