AMOR TEATRAL
Jorge y Elena, Buenos Aires, año 1957 Había cumplido recientemente 21 años, siendo un empleado bancario mi vida transcurría alternativamente entre la monotonía de mi labor y la indefinición entre seguir la carrera de contador o dedicarme a la actuación. Supongo que durante ese año en Buenos Aires no eran pocos los jóvenes de ambos sexos que soñaban con la segunda alternativa. El cine sobre todo norteamericano impulsaba ilusiones y sueños sobre los que se monta-
ban muchos de mi edad cabalgando hacia un mundo de fantasía que raramente se transformaba en realidad. Mi lugar de trabajo era el banco Mercantil, situado en una conocida esquina céntrica a metros de las avenidas Callao y Corrientes y quizás esa cercanía con los teatros y cines había influido reafirmando ideas de mi adolescencia. En aquel entonces participaba esporádicamente en un teatro experimental barrial que proponía
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