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Cooperación internacional (Norma 8

Principios Generales

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elaborado rutas patrimoniales con excelentes resultados y suministran información, orientación y supervisión a bajo coste, contribuyendo activamente a concienciar al público y ofreciendo magníficas experiencias a turistas y aficionados al buceo. La impresión de prospectos en papel impermeable también puede contribuir a esta empresa.

Este planteamiento no se ajusta a todos los yacimientos. Como alternativa, se pueden complementar las publicaciones y medios de comunicación tradicionales con técnicas virtuales que simulen la experiencia real o permitan las visitas a distancia, ya sea a través de Internet o por otros medios. Sea como sea, el acceso y la experiencia directa confieren sentido a la protección del patrimonio, que de este modo resulta menos exclusivo y se conoce mejor, y contribuye a la concienciación y el apoyo del público a las medidas de protección.

Cooperación internacional

Norma 8. Se alentará la cooperación internacional en la realización de actividades dirigidas al patrimonio cultural subacuático con objeto de propiciar intercambios eficaces de arqueólogos y demás especialistas competentes y de emplear mejor sus capacidades.

Como norma general se alentará la cooperación internacional. El patrimonio cultural subacuático es, de entre todos, el de carácter más internacional, pero su protección y gestión, incluida la gestión de las actividades dirigidas al mismo, está en manos de Estados particulares y de las autoridades competentes de las que cada uno de ellos dispone para ocuparse de este tema. Sin embargo, los Estados que ratifican la Convención de 2001 se comprometen a actuar de forma responsable no sólo en su propio nombre sino también en el del resto de Estados Partes. Esa es, de hecho, la condición indispensable que los capacita para actuar como un solo Estado coordinado en zonas marítimas como son la zona económica exclusiva, la plataforma continental o la Zona (Artículos 10 y 12 de la Convención).

 © L. Faucompré / FMC. Exploración de los vestigios del , hundido en el Passe de Puébo el 4 de septiembre de 1846, Nueva Caledonia. El turismo es una de las industrias con mayor crecimiento del mundo, y en muchos países (sobre todo los que están en vías de desarrollo) tiene un tremendo potencial económico. En el año 2010 los ingresos mundiales de la industria del turismo superaron los 919.000 millones de dólares americanos. El turismo no sólo crea puestos de trabajo y posibilita el crecimiento económico, sino que lo hace en regiones que no disponen de muchos más recursos económicos. Sin embargo, el crecimiento del turismo también puede acarrear diversos problemas, y en años recientes se ha comprobado el nefasto efecto que ha tenido el incremento de las cifras turísticas sobre el medio ambiente y la distorsión que el turismo introduce en la economía local, al inyectar una demanda mal gestionada o excesivamente estacional. El turismo puede promover la comercialización de expresiones culturales locales y conducir a la recreación dramática de su autenticidad en algunos destinos turísticos. Por otro lado, los beneficios económicos que se distribuyen a veces de forma muy poco equitativa y sólo sirven para incrementar las desigualdades existentes. El turismo patrimonial es el sector turístico de más rápido crecimiento internacional. Los yacimientos declarados “patrimonio de la humanidad” por la UNESCO 

 acogen cada año a millones de turistas. Para estos lugares, como para otros yacimientos culturales de importancia, el turismo sostenible es un problema a muchos niveles y constituye un reto de gestión. En Oceanía el turismo es la industria principal de muchas islas y el verdadero impulsor de la economía. Con sus paisajes idílicos y sus aguas cristalinas es natural que buena parte del turismo que acoge esté vinculado al buceo. También hay que tener en cuenta que el submarinismo es una actividad en pleno crecimiento: se calcula que el número de buceadores certificados (según las estadísticas de PADI) crece a un ritmo del 14% anual. Con los años los buceadores han ganado acceso a muchos yacimientos culturales subacuáticos de Oceanía. En algunos lugares protegidos y estables puede fomentarse esta clase de turismo, siempre que se respete la integridad del yacimiento. El patrimonio es un bien que todo el mundo debe poder disfrutar y la grandeza y esplendor de un yacimiento auténtico es una lección de historia mucho mejor que la que puede darse en ninguna aula. Pero la sustracción de souvenirs, la recuperación de metales y la búsqueda de experiencias excitantes han hecho mucho daño al patrimonio sumergido y hasta hace pocos años apenas se había tomado nota de esta amenaza y de las perdidas que supone. La Convención de 2001 de la UNESCO fomenta el acceso público responsable y abre nuevas y prometedoras vías al turismo. Pone de manifiesto que el patrimonio cultural subacuático es una valiosa herramienta para el desarrollo económico y subraya la importancia de la reconstrucción de la memoria y el establecimiento de un diálogo intercultural. Por otro lado, reclama que los yacimientos se protejan de un modo eficaz y para ello establece unas normas estrictas para regular las actividades. Promueve el acceso a los yacimientos siempre que se respeten las normas de protección. Al margen de que cada Estado contribuya así a un objetivo más amplio, la cooperación internacional es el camino a seguir. El valor del patrimonio no se circunscribe a ningún colectivo o país en concreto, aunque algún colectivo o país pueda tener más intereses en juego. Vínculos verificables los hay en todas partes, puesto que el patrimonio es el resultado de la compleja e intrincada historia de la humanidad.

La cooperación es especialmente positiva para la investigación y el intercambio de conocimiento. Así, de entre todos los ámbitos de cooperación, la Norma 8 alude particularmente a la colaboración entre arqueólogos y otros profesionales del ámbito.

Se puede contribuir a la cooperación internacional mediante la participación en las Reuniones de Estados Partes de la Convención de 2001, en su Consejo Consultivo Científico y Técnico o en las reuniones regionales y los programas de formación de la UNESCO. Otra forma de fomentar la cooperación es involucrar a profesionales de organismos como el ICOMOS y su comité científico internacional ICOMOS – ICUCH, y otras organizaciones que se dedican al patrimonio cultural subacuático y ayudan a establecer normas de calidad, como el Consejo Consultivo sobre Arqueología Subacuática – Sociedad de Arqueología Histórica (ACUA-SHA), el Instituto de Arqueología Marítima de Australasia (AIMA), la Sociedad Alemana para la Promoción de la Arqueología Subacuática (DEGUWA), el Comité Mixto de Política Arqueológica Náutica (JNAPC) de Inglaterra o la Nautical Archaeology Society (NAS), dependiendo de la región.

En el campo de la arqueología subacuática, donde el número de profesionales cualificados sigue siendo escaso y muchos yacimientos precisan de una gestión e investigación a escala internacional, es aconsejable elaborar programas de investigación regionales o multinacionales que establezcan prioridades para proyectos de investigación conjunta. Estos programas de investigación podrían comparar los distintos asentamientos y usos prehistóricos de las plataformas continentales sumergidas de distintas regiones, por ejemplo. Podrían suministrar pruebas sobre la navegación primitiva que cambió la demografía mundial. Podrían estudiar las rutas de navegación que establecieron puntos de contacto entre diferentes regiones a través de uno o más mares en un periodo concreto de la Antigüedad. O podrían centrarse en la evolución de una clase específica de embarca-

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ciones, ya sean barcos de casco múltiple del Pacífico, balleneros, praos de Macasar, dhows árabes, juncos chinos, mercantes de la VOC, galeones españoles, clípers americanos, barcos para el transporte de tropas, de esclavos, de colonos, de trabajadores conscriptos o de inmigrantes, sumergibles tripulados por un solo hombre, acorazados o cualquier otra clase de navío. El diseño de esta clase de programas de investigación global precisará la colaboración de investigadores de los Estados de procedencia de las naves, de los Estados de paso, de destino y de aquellos en cuyas costas naufragaron. Tales proyectos de investigación serían una buena base sobre la que cimentar la investigación y la cooperación internacional futuras.

 © Danijel Frka. An Apoxyomenos statue in situ, Croatia. Roman period life-sized bronze statues are very rare, some 20 have been recovered, and there are only a few original works. Copies are much more frequently made of stone. The statue is likely a copy dating from the 4th century BC. No traces of a shipwreck from which it may originate have been found, although it is presumed that it does come from a shipwreck that sank between the 1st century BC and the 1st century AD. The statue depicts an athlete scraping himself clean of oil, a conventional subject of Ancient Greek votive sculpture called Apoxymenos. The Apoxyomenos statue was found by chance in 1997 in the waters off the islet of Vela Orjula near the island of Veli Lošinj. The task of bringing it to the surface was taken up by the staff of the Department for Archaeological Heritage of the Ministry of Culture’s Directorate for Cultural Heritage Protection, assisted by divers from the Special Police and in collaboration with GRASP (Groupe de Recherche Archéologique SousMarine Post-Médiévale) and OML (Oxford Maritime Ltd.). The extraction of the statue from a depth of almost 45 m was further complicated when damage was

discovered on the statute: the head was practically separated from the body, and a number of fractures were discovered under the right knee and on the right shoulder, but the statue was successfully extracted without new damage. The statue has been preserved intact, missing only the small finger of its left hand. The entire statue was covered with a thick layer of incrustation, and was half filled with sand and sea sediment. Conservation and restoration work was carried out at the Croatian Conservation Institute in Zagreb. The first phase involved desalination, followed by the mechanical removal of the incrustation, a 3-year undertaking, and the consolidation of the fractures and breaks. A support construction was built into the statue to allow it to stand upright. The Croatian Apoxyomenos is certainly among the most spectacular archaeological finds extracted from the Adriatic Sea. The best-known Apoxyomenos was that made by Lysippos in the late 4th century BC. The manufacture of statues of athletes is most often associated with victory at the Olympic games, and they were a votive gift to a god, and an expression of the pride and glory the winner brought to his city. Besides as a statue, Apoxyomenos has also been depicted on grave stele, reliefs, gemmas and statuettes. The Croatian Apoxyomenos is very similar to the one kept in Vienna, which was found in 1896 and is believed to be an original. La Convención se basa en la cooperación internacional. Alienta la cooperación a todos los niveles entre:

• los Estados Partes, • sus autoridades competentes, • sus expertos, • profesionales, • buceadores y otras partes interesadas, e • investigadores internacionales.

Ámbitos específicos de esta cooperación son:

• la propia Convención y sus Directrices Operativas, • la gestión de los yacimientos con múltiples vínculos verificables, • la gestión de los yacimientos en aguas internacionales, • el intercambio de conocimiento especializado, • la formación, • la creación de programas y proyectos conjuntos de investigación.

Las organizaciones profesionales y no gubernamentales conforman la red de cooperación en el ámbito estatal y proporcionan una base para la cooperación en otros ámbitos. Entre ellas destacan:

• ICOMOS – ICUCH, asociación de carácter internacional cuyo cometido es asesorar en temas de normativa en todo el mundo; • ACUA-SHA, que se centra en la arqueología histórica del Nuevo Mundo y el asesoramiento mundial en materia de normativa; • las universidades que colaboran en programas de formación internacionales; • NAS, asociación cuyo cometido es informar y concienciar a la comunidad del buceo; • AIMA, que se centra en la región de Australasia; • Otras entidades organizadoras de congresos internacionales de arqueología, como IKUWA e ISBSA; • Muchas otras organizaciones regionales de este ámbito.

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