4 minute read
Personal del proyecto (Norma 23
Competencia y cualificación Personal del proyecto
Norma 23. Todos los miembros del equipo del proyecto deberán estar cualificados y haber demostrado una competencia adecuada a la función que desempeñarán en el proyecto.
Advertisement
Casi todo lo dicho sobre la cualificación y competencia arqueológica no es sólo aplicable al arqueólogo que dirige el proyecto sino a todos los miembros de cualquier equipo que planee una actividad dirigida al patrimonio subacuático. La cualificación y competencia de cada miembro del equipo son tan cruciales para la buena marcha del proyecto como las del director del proyecto.
Por la índole misma del patrimonio cultural subacuático, cualquier actividad que a éste se dirija requiere la participación de una gran variedad de especialistas. Un proyecto de estas características suele precisar de un conjunto heterogéneo de conocimientos interdisciplinarios –en arqueología, conservación, historia náutica, arquitectura naval, biología marina u oceanografía, entre otros– y requiere un equipo polifacético para su consecución. El director debe considerar detenidamente cuáles son los requisitos del proyecto y asegurarse de que los miembros del equipo aúnan la experiencia y los conocimientos técnicos que se necesitarán para llevarlo a cabo.
172
© E. Khalil. Equipo de trabajo del Centro de Arqueología Marítima y de Patrimonio Cultural Subacuático de la Universidad de Alejandría dirigiéndose al yacimiento arqueológico. Todos los miembros del equipo de un proyecto de arqueología subacuática deben poseer los conocimientos, la cualificación, la capacidad y la formación necesarios para garantizar que su actividad no pone en peligro un testimonio tan valioso como es el patrimonio cultural. Deben ser competentes en su campo y estar capacitados para la tarea que se les ha asignado en el marco del proyecto.
Así pues, el equipo del proyecto debe contar con suficiente personal cualificado y competente para llevarlo a cabo. En lo que respecta a su especialización, experiencia y conocimientos, los miembros del equipo deben ser complementarios para que a medida que el proyecto avance el producto total sea mayor que la suma de sus partes. Aun así, y a pesar de su experiencia y sus conocimientos individuales y colectivos, ningún equipo podrá responder a todas las preguntas que plantea el proyecto, por lo que es esencial que el director del proyecto y los miembros del equipo sepan cuándo y dónde buscar asesoramiento, información y orientación.
Todos los miembros del equipo deben:
• ser miembros de los organismos profesionales pertinentes y respetar las normas y el código deontológico de su profesión; • disponer en todo momento de toda la información sobre los objetivos del proyecto, el programa de investigación, la metodología de campo, la normativa de buceo, las disposiciones de seguridad y las responsabilidades comunes y de cada miembro del equipo. El director del proyecto debe asegurarse de que todos los miembros del equipo comprenden cuáles son los objetivos del proyecto y saben cómo encajan los conocimientos, experiencias y funciones de cada cual en el programa común de trabajo.
Participación de personas sin formación arqueológica
Aunque el requisito de efectuar los proyectos dirigidos al patrimonio subacuático bajo la dirección y el control de un profesional vaya ganando aceptación y viabilidad en todo el mundo, los arqueólogos y las autoridades competentes no deben olvidar que hay muchos buceadores y otras personas que están muy dispuestas a participar activamente en proyectos dirigidos al patrimonio subacuático. Los arqueólogos y las autoridades competentes deben fomentar la participación responsable de la comunidad del buceo en la investigación y gestión del patrimonio subacuático. Un colectivo de buceadores informado y entusiasta constituye un magnífico aliado y un importante activo para la gestión y el estudio del patrimonio cultural subacuático.
173
Competencia y cualificación
Los “amateurs” son personas no vinculadas profesionalmente a la arqueología que se dedican a la arqueología en su tiempo libre. Los miembros amateurs del equipo son colaboradores muy valiosos para los arqueólogos profesionales. En muchos lugares se han llevado a cabo proyectos perfectamente satisfactorios con personal amateur. Uno de los proyectos más conocidos en los que participó un gran número de amateurs fue la excavación del buque de guerra de la dinastía Tudor Mary Rose que se llevó a cabo en Portsmouth (Reino Unido) entre 1979 y 1982.
Los amateurs suelen ser entusiastas, dedicados y comprometidos, y muchos de ellos prestan su tiempo y sus servicios gratuitamente. Muchos poseen experiencia y conocimientos técnicos que pueden ser útiles para el proyecto (gestión de bases de datos, conocimientos de ingeniería o aptitudes para la logística y la gestión de proyectos). Y, lo que es más importante, su interés por la arqueología responde a los mejores motivos, con lo que se les puede suponer la misma responsabilidad ética que a un arqueólogo.
Los requisitos de cualificación y competencia para el personal amateur los establecerá el director del proyecto, normalmente en colaboración con las autoridades competentes, a no ser que estén ya establecidos oficialmente en las normativas o reglamentos locales o nacionales. La función específica de los miembros amateurs en el plan del proyecto puede variar de un país a otro, pero corresponde siempre al director del proyecto garantizar que todos los miembros no profesionales
© Z.Morsy. Arqueólogo buceando durante una prospección llevada a cabo en el Mar Rojo en el 2010. Los buceadores y otros participantes amateurs suelen ser muy entusiastas y hay que alentarlos a participar activamente en la investigación y en la gestión del patrimonio subacuático. La colaboración de amateurs es un recurso valiosísimo para los arqueólogos profesionales. En muchas partes del mundo se han llevado a cabo con éxito proyectos de arqueología con personal amateur. El director del proyecto establecerá los requisitos para estos participantes en términos de cualificación y competencia. Para ello deberá consultar con las autoridades competentes o guiarse por la normativa local o nacional.