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Observaciones in situ

objetos se les debe dar la misma importancia, sean los restos de madera de un barco naufragado, monedas de oro o ánforas antiguas, puesto que todos proporcionan información sobre el pasado y lo que realmente cuenta es su interrelación espacial. Entre la documentación y el cuidadoso análisis y preparación que requieren los planes y secciones de la excavación, el trabajo es siempre muy intenso.

Sea cual sea el método de documentación empleado, el resultado consistirá en bases de datos computerizadas, planos y secciones, diarios, informes de inmersión, etc. Los datos originales y los inventarios de campo deben adoptar una forma que permita su interpretación independiente, en la medida de lo posible. Eso significa que el archivo debe estar estructurado de modo que los resultados sean verificables, tanto por el director de la investigación como por otras personas. Por tanto, los registros que no sean apuntes sobre el trabajo de campo deben tener un formato y un grado de detalle estandarizado. La elección de la metodología debe justificarse, tanto para la interpretación independiente como para el avance periódico del proyecto. Evidentemente, esta justificación incluirá consideraciones sobre su rentabilidad en comparación con la de otra metodología.

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Las observaciones y datos de primera mano son de gran importancia. Por eso en la arqueología es una buena costumbre tomar notas sobre el trabajo de campo y llevar diarios de investigación. Los apuntes sobre el trabajo de campo suelen tomarse en cuadernos pequeños de tapa dura y con lápiz mejor que con tinta, para poder leerlos si se dejan fuera y llueve o se mojan de salpicadu-

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 © Ships of Discovery. Una buceadora fotografía los restos de un hidroavión japonés Jake en Saipan, Mancomunidad de las Islas Marianas Septentrionales. Al sacar fotografías los buceadores deben ir con cuidado para evitar cualquier contacto con el pecio o el yacimiento en cuestión, pues muchos objetos son sumamente frágiles, sea cual sea su tamaño. La práctica inadecuada de la fotografía subacuática puede dañar elementos vulnerables y deteriorar objetos frágiles al golpearlos accidentalmente con la cámara o las botellas, sacudir las aletas en su proximidad o tocarlos con la mano. Puesto que las cámaras aumentan el peso y flotan, los buceadores deben asegurarse de llevar el equipo bien sujeto y lastrado para evitar cualquier contacto que pueda dañar el patrimonio.

 © Archivo IAPH – CAS. Documentación de un pecio del siglo XIX en Camposoto, España.

ras de agua. Las entradas en el diario son a un tiempo la base y la verificación de los análisis. Puesto que también contienen observaciones sobre las condiciones climatológicas y el estado de la mar, los dolores de cabeza, las emociones y los mareos, constituyen un buen telón de fondo para evaluar la precisión y fiabilidad de las observaciones realizadas en un día en concreto. Ningún arqueólogo es infalible. Incluir estos apuntes en el archivo del proyecto no es señal de debilidad o de dudas sobre los propios análisis e interpretaciones finales. Al contrario: es señal de madurez profesional. El método sencillo del cuaderno y el lápiz sigue siendo útil hoy en día, sobre todo en operaciones reducidas con equipos reducidos, o en actividades que requieren un alto grado de improvisación. Por lo general, no obstante, “las normas profesionales vigentes en materia de documentación arqueológica” incluyen sistemas de recogida de datos y observaciones estandarizados, que se han convertido en la norma. De estos sistemas suele haber una gran variedad en un proyecto de envergadura. Cada uno de ellos obtiene información sobre un aspecto concreto del yacimiento. Algunos están concebidos para el control de la actividad, otros se orientan a la descripción gráfica con dibujos o fotografías o a almacenar las mediciones que se hayan realizado, y hay algunos especialmente diseñados para documentar características específicas de forma estandarizada.

La documentación nunca es excesivamente minuciosa, sobre todo cuando es la documentación de observaciones in situ. Muchas observaciones arqueológicas, y especialmente las relacionadas con la estratigrafía o las descripciones espaciales de los depósitos que se des-

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cubren durante la excavación, se pueden realizar una sola vez. Es aconsejable disponer de otro miembro del equipo para corroborar estas observaciones, aunque no siempre es posible. En yacimientos subacuáticos de gran dinamismo y poca visibilidad, por ejemplo, cada observación puede ser de gran importancia. Es decir, puede ser importante para los objetivos inmediatos del proyecto pero también en una fase muy posterior.

La documentación del supervisor de buceo se ocupa de la seguridad y la gestión de accidentes y situaciones peligrosas. Debe realizarse siempre sobre la marcha y con copia impresa. Las hojas de inmersión personales también pueden contener información relevante para la seguridad. Desde una perspectiva arqueológica, no obstante, es preferible que sirvan al mismo propósito que el cuaderno ya mencionado, para registrar observaciones y comentarios sobre la buena marcha y las condiciones de buceo. Estas hojas de inmersión también deben hacer referencia a cualquier otro tipo de documentación realizada durante la inmersión, ya se trate de dibujos, esbozos, fotos, vídeos o tablas de mediciones.

Dadas las particularidades de la psicología subacuática y del funcionamiento del cerebro bajo el agua, es esencial que transcurra el mínimo tiempo posible entre la inmersión y la redacción del informe de inmersión Esto implica a veces que estos informes deben escribirse en un cuaderno, aunque el director del proyecto puede requerir que al término de la jornada se pasen a un ordenador. También pueden almacenarse en el ordenador otras formas de documentación, como pueden ser los

 © I. Radic´ Rossi. Documentación del pecio romano de Pakoštane, Croacia. Las observaciones directas son esenciales para la arqueología y es conveniente tomar notas de campo en diarios de bitácora y formularios de documentación de manera sistemática. Los diarios, donde figuran todos los aspectos del proyecto y las condiciones ambientales, servirán de base para el análisis y la verificación y deben formar parte de los archivos del proyecto.

álbumes de dibujo y de fotos, las tablas de medición, los informes descriptivos, los inventarios de hallazgos, muestras, objetos o piezas de madera, para poder realizar copias de seguridad y referencias cruzadas más fácilmente. Eso depende de la situación, por supuesto. Las copias de seguridad sólo sirven si se dispone de más de un ordenador o una conexión a Internet en la plataforma o en la base de trabajo. Por otro lado, los ordenadores no se llevan muy bien con las embarcaciones pequeñas o los dedos mojados, y son aún más inservibles si se caen por la borda.

Pero no son sólo los ordenadores los que corren peligro de mojarse y estropearse. Las operaciones subacuáticas en general son especialmente propicias a toda clase de percances e interrupciones y están siempre a merced de la meteorología y del estado de la mar. Por eso la documentación debe organizarse de un modo acorde. Al arqueólogo subacuático experimentado se le puede reconocer por el lema: “se debe documentar cada día como si fuera el último”. A veces puede resultar tentador posponer la labor después de un turno especialmente laborioso, pero es recomendable ultimar toda la documentación, incluido el resumen del día, antes de dar la jornada por terminada, aunque implique trabajar a deshoras.

Avances tecnológicos

En la industria del buceo profesional hay cierta tendencia a limitar el tiempo que se pasa bajo el agua al mínimo imprescindible, sea cual sea la profundidad. En muchas obras de construcción, los vehículos de control remoto con cámaras y equipos de documentación y los dispositivos localizadores con sistemas de medición precisa han sustituido a los buzos, limitando su presencia a ciertas evaluaciones y operaciones complicadas para las que se necesita su inteligencia, o a las tareas sencillas para las que un buzo resulta más eficiente. La tecnología habitual en estos casos requiere inversiones considerables o pagar alquileres altísimos. Pero si unos cuantos días de alquiler de equipos puede ahorrar varios meses de duro trabajo de submarinismo, sigue siendo la opción más eficiente. La miniaturización de la tecnología marítima tiene dos ventajas: por un lado reduce el alquiler, los gastos de envío y los precios de compra; por otro, permite usar una tecnología mucho más versátil en ciertas tareas relacionadas con la documentación arqueológica.

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 © Museo Nacional de Arqueología Subacuática ARQUA. Un ROV modelo Achile filma el yacimiento arqueológico de Sud Caveaux 1 en el Mar Mediterráneo, Francia. Los vehículos de control remoto (ROV) con cámaras y otros equipos de documentación, además de dispositivos localizadores capaces de realizar mediciones, son de gran ayuda a la hora de documentar un yacimiento arqueológico.

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A la hora de elegir una técnica de documentación eficiente a veces es preferible combinar más de una. Es evidente que en las excavaciones reducidas lo más eficiente es realizar mediciones y esbozos sencillos. Para establecer las coordenadas de medición es preferible usar el Método de Exploración Directa (Direct Survey Method), que procesa de manera informática distancias directas medidas de forma sencilla. Existen varios programas de ordenador sencillos para procesar esta clase de información con ayuda de métodos estadísticos no paramétricos.

Cuando se trata de documentar estructuras complejas, se pueden evitar los trabajos subacuáticos prolongados combinando la triangulación simple con un registro oral de las medidas que puede procesarse fuera del agua. Por norma, las distancias directas medidas con cintas métricas no deben exceder los 20 o 30 metros, sobre todo cuando la visibilidad es reducida. Por tanto, si hay que realizar mediciones de larga distancia la solución más eficiente pueden ser los dispositivos localizadores empleados por la industria marítima, sobre todo cuando su uso es concreto y puede limitarse a pocos días. En yacimientos de poca profundidad, el posicionamiento por GPS con una antena en el extremo de una pértiga puede servir para establecer las coordenadas de referencia. Si el yacimiento está cerca de la costa también puede emplearse una Estación Total tradicional. La siguiente fase consistirá en fusionar la retícula de referencia y la

superficie del lecho marino para obtener una imagen batimétrica detallada.

Previsión de investigaciones futuras

Las metodologías y técnicas de documentación deben seleccionarse teniendo en cuenta que en el futuro los investigadores usarán los mismos datos para solucionar problemas que aún no se han planteado en el momento en que se recoge la información. Por ello, junto a los datos procesados debe conservarse un registro de las observaciones primarias y los datos en bruto. Las relaciones espaciales entre los distintos estratos y sus puntos de contacto, por ejemplo, pueden analizarse provechosamente con la ayuda de la llamada Matriz Harris, pero la documentación debe permitir una reconstrucción de la información original en la que se basan las interpretaciones.

Por la misma razón tampoco deben aplicarse métodos destructivos de recogida de datos a partes o elementos del yacimiento cuando sea posible emplear métodos no destructivos. La disyuntiva pierde importancia, no obstante, cuando se sabe que el yacimiento se destruirá de todas formas (cuando se ha programado una obra tras la investigación, por ejemplo). En tal caso puede ser mucho más práctico y eficiente recopilar la información necesaria de la forma más rápida y directa, aunque haya que servirse de técnicas destructivas. Este es otro motivo por el que la investigación arqueológica destructiva debería centrarse en yacimientos destinados a desaparecer.

Al margen de los objetivos principales del programa de documentación, es probable que el trabajo de campo arroje información que no se analizará al detalle en el contexto del proyecto. Del mismo modo que los datos en crudo que sí se analizan, estos datos adicionales deben registrarse y conservarse para facilitar la labor de futuros investigadores.

Asimismo, la documentación del proyecto debe registrarse respetando un método y un orden determinados y por medios que puedan ser igualmente asequibles y comprensibles para futuros investigadores. Actualmente lo más recomendable es recoger y almacenar la información en formato digital, pero también esta opción

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tiene sus desventajas. Por ello hay que tratar de guardar copias de seguridad en distintos lugares y formatos. También debe contemplarse la posibilidad de depositar copias completas por escrito en algún lugar seguro.

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