ABRIL 2021
M O R A D A U N V I S TA Z O A LO S E S PA C I O S Q U E N O S D E F I N E N
Villa Claudia
Un hogar entre lo campestre y lo urbano
VOL. I
M O R A D A U N V I S TA Z O A LO S E S PA C I O S Q U E N O S D E F I N E N
Comunicación 4
Universidad de los Andes Bogotá, Colombia
Texto
Alysson López Chacón Laura Melissa Otálora Aldana David E. Cabrera Zapata
Fotografía & Diseño Editorial
David E. Cabrera Zapata
Styling
Alysson López Chacón Laura Melissa Otálora Aldana
Índice
Introducción
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El Corazón de la Casa
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Del Fuego a la Mesa
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Naturalmente Moderna
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Espacios de Ocasión
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Para los amigos
Entre hermanos
Por y Para Dos
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Entre hermanos
Alcobas de Alcobas
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Villa
Claudia
Un hogar entre lo campestre y lo urbano VEREDA CALAHORRA · PARCELACIÓN BUENASUERTE · CAJICÁ
H
ace ocho años, en busca de un nuevo hogar, Claudia Aldana y Rafael Otálora decidieron arrendar su casa en Chía para mudarse a un entorno más abierto y campestre. Con hijos creciendo y un espacio que se quedaba pequeño para las necesidades y aspiraciones familiares, la pareja decidiò planear y construir una nueva casa. Fue así como encontraron un lote a las afueras de Cajicá que les permitiría explorar su gusto hacia la arquitectura moderna y la conexiòn con un estilo de vida más natural. La residencia de la familia Otálora Aldana, o Villa Claudia como fue nombrada por sus dueños, se encuentra en una zona poco habitada de la sabana de Bogotá. El altiplano cundiboyacense, la ausencia de los altos edificios citadinos, y un pequeño vecindario de villas campestres, conforman un panorama típicamente colombiano que sirve de paisaje para la casa. Rafael relata que la arquitectura fue uno de sus sueños frustrados, que ha logrado materializar a través de sus viviendas. Siempre ha estado al frente de la planeaciòn y construcciòn de los lugares donde ha vivido, tomándolos como un proyecto de vida. En cierto sentido, Villa Claudia
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vendría siendo el magnum opus de Rafael, una obra que ha dedicado a su familia. Por su parte, Claudia es diseñadora de modas, y, aunque ya no ejerce su profesiòn formalmente, esta sensibilidad se ve reflejada en la ambientaciòn de los espacios; una morada espaciosa y moderna pero cálida y hogareña. El interior despliega una contraposiciòn de blancos y negros, así como de tonos cálidos y oscuros característicos de los interiores modernos. Los primeros se presentan como colores base de los pisos, paredes y muebles; los segundos se comportan como acentos que brindan al ambiente un calor funcional entre los objetos. Arquitectònicamente, en la casa predominan estructuras cuadradas y ángulos marcados. El exterior remite a un amalgama de cubos y rectángulos,
con materiales contrastantes que, a pesar de su diferencia, forman un conjunto armonioso que se construye a partir de una aleatoriedad controlada. Este lenguaje continúa en el interior, en donde varios ambientes conviven en un mismo espacio, permitiendo así que los habitantes se encuentren y se separen dependiendo del ánimo de cada día. El resultado final de sus características, tanto arquitectónicas como de paisajismo y diseño, es una vibra que pendula entre lo terrestre, lo orgánico y lo chic. No se trata sòlo de priorizar lo moderno sino de preservar la energía natural característica de sus alrededores.
El corazón de la casa L A S A L A P R I N C I PA L La sala es un ambiente para el uso social de la familia y sus visitantes temporales. Los muebles no tienen presencia singular sino una coherencia en conjunto, constituída por sus interacciones y usos. El espacio dispuesto para este ambiente permite la cercanía entre las personas a raíz de la ubicaciòn de los sillones y sofás, que se dirigen al otro paralelamente, creando un círculo alrededor de la mesa de vidrio. Así mismo, la colocaciòn de los muebles cumple funciones distintas según las relaciones y posiciòn de las personas que se encuentren allí, permitiendo tanto cercanía como lejanía, tanto familiaridad como formalidad. Las paredes blancas y los pisos negros establecen un orden antinatural que prioriza los valores de la limpieza, el orden y la divisibilidad. Aunque el mantenimiento adecuado de estos elementos del espacio resulta demandante, el resultado es un entorno que se encuentra entre lo distintivo, lo elegante y lo orgánico. El color de los muebles tiene matices discretos, con grados de color grises y blancos que resaltan la interioridad y lo chic en el ambiente. Sin embargo, este espacio no rechaza completamente la espectacularidad de los colores vibrantes: cuenta con acentos cálidos en rojo, naranja y amarillo, que brindan un sentido de contraste y permiten la expresiòn del gusto personal de sus habitantes, especialmente de Claudia, quien cuenta con una sensibilidad artística desde su infancia hasta la culminaciòn de su carrera en diseño de modas.
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El tapete que decora el espacio remite a elementos de la naturaleza, con colores cálidos y vivos que complementan el paisaje que se aprecia por las ventanas.
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Las decoraciones suelen tener acentos de color fuertes o vibrantes, los cuales pretenden romper con la neutralidad de los colores discretos del mobiliario y de las paredes blancas que predominan en toda la casa.
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El equilibrio que otorga la blancura que va desde las paredes hasta la chimenea de gas se ve potenciado por la iluminaciòn que brindan los ventanales que van de piso a techo, significando un valor táctico en la gama de colores. Este es un elemento de soluciòn que resulta funcional, pues con su transparencia logra una ilusiòn de mayor amplitud del espacio. Así mismo, conecta a la familia en el interior con la naturaleza externa. La textura irregular de las baldosas del piso de porcelanato español evocan al suelo terrestre del entorno campestre en el que se ubica la casa, como si se buscara dar una continuidad a la naturaleza del ambiente. La tapicería de chenilla, el tapete de lana, los muebles de madera y vidrio, el metal de las barandas y las piedras volcánicas conforman una paleta de materiales rica en contrastes, con un ritmo homogéneo que transmite calidez y balance. La chimenea es el centro de atenciòn en el ambiente y un punto de encuentro de quienes interactúan en él. Suele ser un generador de conversaciones y un elemento que hace de la sala un espacio de confort. La chimenea
empieza a transformar su valor en cuanto puede separarse de su funcionalidad y ser percibida desde su simbolismo, ya que esta, al igual que el hogar, se relaciona con el calor y la iluminación. La decoraciòn nos presenta una paradoja interesante, responde al gusto de Claudia, la madre, pero tiene un carácter funcional que la sintetiza en un conjunto. Mantiene una coherencia material y formal: son principalmente esculturas figurativas en metal y vidrio de animales y plantas. Esto permite que sean intercambiables, puesto que no responden específicamente al lugar en el que se encuentran sino que hacen parte de la convivencia de todos los elementos. Se vuelven un complemento dentro del sistema de objetos y no un punto de inflexiòn. De la misma manera, las flores que decoran este ambiente son particulares por el problema que solucionan. Al ser sintéticas, estas se vuelven una decoraciòn funcional que evita el tener que comprarlas y cambiarlas frecuentemente. Sin embargo, esto no hace que ellas resalten en el ambiente, pues se presentan con el mismo tono y calidéz del resto del sistema.
La decoración nos presenta una paradoja interesante, responde al gusto de Claudia, la madre, pero tiene un carácter funcional que la sintetiza en un conjunto.
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Del fuego a la mesa COMEDOR Y COCINA La madera de color wengue negro está especialmente presente en los muebles de la cocina y el comedor, evocando la pesadez del material y a una familiaridad que aporta calidez al entorno de blancos y negros. La cocina integrada expone cada uno de los electrodomésticos culinarios, una necesidad primaria en la que impera la eficacia práctica del acero y el aluminio. Las formas simplificadas y fluidas del refrigerador, el horno e incluso la freidora de aire resultan en un espacio que da un respiro a la composiciòn del ambiente. La cocina hace parte del eje de la vida familiar y social. El tamaño compacto de la isla, sus tres asientos tipo bar, y el mármol negro, que continúa en el resto de la cocina, la vuelven un punto de encuentro rápido en las mañanas, de pausas activas, una superficie de descargue y de reuniones informales pequeñas. Es un componente multifuncional, pero protagónico, en el ambiente que integra. El comedor rectangular cuenta con ocho sillas de terciopelo azul pastel, que hace de acento para el conjunto de madera negra y paredes blancas. El uso que se le da al comedor es, principalmente, el de las comidas familiares durante el día, siendo habitado en funciòn del ambiente familiar. Sin embargo, también es usado ocasionalmente como lugar de trabajo/oficina.
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Naturalmente Moderna LO S E S PA C I O S EXTERIORES
Los ventanales que rodean este espacio tienen una gran influencia en la configuraciòn del ambiente. Por un lado, funcionan a manera de vitrina, valiéndose del entendimiento universal de contemplaciòn que producen en quien las ve. Esto genera una satisfacciòn formal y una colusiòn visual que provoca a las personas al tiempo que las separa del patio de afuera. De esta forma, cuando están cerrados, estas paredes transparentes permiten el paso de la luz y dejan que esta circule libremente por toda la casa mientras aún preservan la intimidad del hogar. Esta divisiòn invisible pero material, caracterizada por el vidrio, permite que el paisaje exterior se vuelva parte del repertorio ambiental del interior; un espectáculo que conecta la vida doméstica con la natural. Por otro lado, cuando los ventanales se abren en su totalidad, el ambiente entra en comunicaciòn directa
con el patio, generando un ritmo fluido entre la cocina, el comedor, la zona de BBQ y el jardín. En este espacio expandido, los miembros de la familia pueden moverse con libertad y experimentar el primer piso como un espacio continuo en el que no hay límites y existen varios puntos de entrada y salida. Esto genera un juego de relaciones que vuelven la comunicaciòn experimentada a través de las ventanas una apertura real al mundo y viceversa. El pasillo exterior junto al jardín está separado del entorno natural por ventanales de vidrio que hacen parte de la estructura exterior de la casa. Aunque los pisos cambian por baldosa negra y lámina de madera clara, el ambiente exterior guarda sintonía con los colores y materiales del interior; estos se comunican gracias a que ambos se pueden apreciar a través del vidrio.
El área de BBQ cuenta con una mesa de picnic de aglomerado con recubrimiento de madera de pino, que conecta la vibra del interior con el imaginario de lo natural. Así mismo, la disposiciòn de los asientos sigue un curso relacional en el que los espacios entre personas dejan de ser impuestos por la colocaciòn de sillas individuales. Este se vuelve un ambiente que focaliza el tiempo de calidad y el compartir familiar alrededor de la comida en un entorno abierto. Junto a la mesa se encuentra un pequeño mueble de madera que cumple la funciòn de huerta. Esta es utilizada, sobre todo, como un pasatiempo de los habitantes de la casa, puesto que es un objeto necesario en las dinámicas culturales de la familia. El recorrido que se hace en el pasillo exterior funciona a manera de puente entre lo moderno de la construcciòn y el paisaje campestre intervenido a su alrededor. En este pasillo también se encuentra una mesa de café, en la cual la familia o su círculo social encuentran reposo en un espacio que está en
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el exterior, pero resguardado por el techo de la casa. La cerca de la casa puede considerarse como parte del jardín, ya que limita la propiedad con altos arbustos de eugenias. Este espacio afuera de la casa no cuenta con más vegetaciòn, es un espacio de prado que da la impresión de aislar la construcciòn en el espacio disponible. La presencia envolvente de la naturaleza responde a un estilo de vida dinámico entre lo urbano y lo campestre. Tener un espacio verde dentro de la propiedad da cuenta de un lujo que proviene de un gusto, satisfacciòn y disfrute más que por la necesidad y funcionalidad del mismo. Los miembros de la familia y sus visitas pueden gozar del jardín simplemente con estar en él. De esta forma, esta zona verde se ha vuelto el espacio de encuentro y relajaciòn por excelencia de toda la familia y su núcleo social, en el que se reúnen a compartir, a tomar el sol o solo a tomar un poco de aire fresco entre el ajetreo del día a día.
La presencia envolvente de la naturaleza responde a un estilo de vida dinámico entre lo urbano y lo campestre.
La oficina de Rafael se encuentra en este espacio exterior y se configura de acuerdo a sus preferencias y gustos personales. El escritorio que allí se encuentra es una de sus posesiones más antiguas, con alrededor de 20 años de uso. La biblioteca tiene una funciòn de exhibiciòn de los libros académicos más apreciados de su vida profesional, de la que guarda un registro minucioso en los gabinetes. Por otra parte, al estar aislado de la casa, este espacio le permite a quien lo usa sentirse en un ambiente distinto al doméstico, pues en la oficina circula una vibra de trabajo y productividad intelectual, potenciada por los pocos elementos de distracciòn que allí se encuentran. M O R A D A
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Espacios de Ocasión
LAS SALAS DE LA CASA
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Una particularidad de la casa es que cuenta con varias salas de estar, por lo que cada una se ha adaptado a una funciòn en específico. Desde recibir visitas hasta compartir tiempo en familia, estos espacios generan ambientes que giran alrededor de las relaciones entre personas, y las características de cada espacio comunican el uso que se
les da usualmente. De esta forma, las salas se rigen bajo un orden familiar que le brinda a sus miembros, y a su círculo social, un confort que proveniente de estar en un ambiente pensado para ellos de principio a fin.
Para los amigos
SALA DE TV - PRIMER PISO Esta habitaciòn abierta no es una en la que los invitados puedan fijarse a primera vista, ya que se encuentra conjunta al recibidor y separada por una pared que debe rodearse para ingresar. Generalmente, es el lugar en el que la visita puede ver películas o compartir en un ambiente reducido en el que se puede estar más cerca. Este espacio está dispuesto para una forma de interacciòn entre personas diferente a la que se da en la sala principal, dado que los sofás y sillones ya no están colocados uno frente a otro, sino que su disposiciòn está dirigida hacia el televisor en el centro de la sala. Con espacio reducido, la colocaciòn en torno a la pantalla y la mesa de café evoca tanto
el paso del tiempo en actividades alejadas de las responsabilidades, como la necesidad por compañía durante las mismas. La presencia del color rojo en los sillones comunica una separaciòn de la formalidad y limpieza de los demás ambientes abiertos. Sin embargo, el sofá gris y la alfombra recuerdan la vibra general del primer piso, evitando que este espacio luzca desalineado con la estética de la casa. Su falta de iluminaciòn, en comparaciòn con el resto del piso, sirve el fin funcional de ajustar los ojos a la pantalla de televisiòn cuando sea necesario. M O R A D A
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Entre hermanos SALA DE TV - SEGUNDO PISO Este espacio común se sale de la intimidad de los cuartos, y está pensado para ser una sala en la que los habitantes de la casa puedan compartir por fuera del encierro de sus propias habitaciones. Al estar en el segundo piso, donde se encuentran las habitaciones, Melissa, Paula y Juan Felipe pueden reunirse mientras los padres o los visitantes están en el primer piso. Esta ilusiòn de privacidad existe para los habitantes aunque no exista una barrera física que restrinja el flujo de personas. Los colores y materiales mantienen el ambiente general de la casa, con formas y colores tradicionales y discretos–grises, blancos, maderas–con acentos de color vibrantes, como lo es el del sillón azul cerúleo, brindando tanto calma como familiaridad. Cuenta con un balcòn que ilumina la sala–pasillo y da la impresiòn de un espacio más grande. Así mismo, hace parte de los objetos contemplativos y conecta el segundo piso con el entorno natural de la casa. El piso allí es de baldosa negra y cuenta con barandas de seguridad, para que las personas puedan disfrutar la vista. A pesar de que no se use con frecuencia, de vez en cuando es un buen lugar para leer aislado del ruido.
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Este espacio común se sale de la intimidad de los cuartos, y está pensado para ser una sala en la que los habitantes de la casa puedan compartir por fuera del encierro de sus propias habitaciones.
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Por y para dos
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La alcoba principal es el resultado de la uniòn entre los gustos y preferencias de Claudia y Rafael como pareja. Los colores tierra y la presencia de madera predominan en toda la habitaciòn, compuesta por dos espacios que se conectan a través del pasillo del closet. En el primer espacio se encuentra la cama, decorada con varios cojines que hacen de ella un elemento de decoraciòn cuando no está en uso. A cada uno de sus lados se encuentra una mesa de noche, sobre las cuales se posan objetos que conectan a sus dueños: una pareja de lámparas iguales y una pareja de ovejas decorativas que, a pesar de ser diferentes, van en juego. Todos estos elementos están rodeados de grandes ventanales que llenan el cuarto de luz natural y dan una vista espectacular al entorno verde de la casa, proveyendo además acceso a dos balcones a lado y lado. Esto, en conjunto con las paredes blancas, hacen que el espacio se sienta amplio y conectado con el resto de la casa. Dentro de esta alcoba hay otra sala. Este espacio presenta una característica particular que lo diferencia de las demás de la casa, pues al estar dentro de la alcoba de Claudia y Rafael existe una barrera física con respecto a los demás espacios de la casa, lo que le da una connotaciòn de privacidad. Así mismo, su ubicaciòn y el orden familiar estructurado en la casa denotan que este es un espacio íntimo; una sala que no está abierta a las visitas y que no es el lugar habitual para los demás miembros de la familia. Por otro lado, al estar dentro de la alcoba principal, este espacio sigue las cualidades estéticas y formales del resto de la habitaciòn, con mesas de madera que se corresponden en su tonalidad café, decoraciones en colores discretos y un mueble de chenilla cuyo color hace juego con el tapete de tonalidades grises que adorna la sala. El piso laminado sigue la misma línea que tienen los pisos de las habitaciones de la casa, lo que acentúa aún más su uniòn con los mismos. El closet que conduce al segundo espacio está compuesto por un pasillo con estanterías a cada lado. Estas no tienen puertas que oculten las prendas, por lo que el espacio dividido entre Claudia y Rafael es evidente. Sin embargo, a pesar de ser abierto, el closet se encuentra oculto a la vista de quien entre a la habitaciòn, lo que lo hace más privado e indica que no es un elemento de exhibiciòn.
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Nuestro Oasis B A Ñ O - A LC O B A P R I N C I PA L El baño, de igual forma, tiene una fuerte connotaciòn de pareja. Con dos lavamanos, una regadera de gran tamaño y una tina con dos cabeceras, este espacio fue diseñado en funciòn de la convivencia matrimonial. Como sucede con los demás espacios de la habitaciòn, allí los objetos de la pareja se encuentran juntos en el mismo lugar, pero separados por una organizaciòn que les permite diferenciar las cosas propias de las compartidas. Así, tanto él como ella tienen gabinetes y cajones de uso exclusivo de cada uno, como otros en donde guardan los objetos de uso común. La decoración del baño también está en funciòn de los dos, con acentos de colores neutros que no compiten entre sí y con un predominante uso del blanco, que habla tanto de limpieza como de relajaciòn y tranquilidad. Por otro lado, la presencia de grandes ventanales incluso en un espacio tan íntimo como lo es el baño hablan de la importancia que tiene la entrada de luz natural para la pareja, y es un lujo que se pueden permitir por vivir en una zona campestre. Sin importar que sea necesario cerrar las cortinas cada vez que se use, Rafael y Claudia disfrutan de tener una gran vista en las mañanas, cuando se preparan para comenzar su día.
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Alcobas de Alcobas L A S H A B I TA C I O N E S DE LA CASA
Cuarto de Invitados Que haya un cuarto de invitados en la casa habla de los gustos y posibilidades de los habitantes. Dado a que tiene un uso ocasional, la habitaciòn está vacía con excepciòn de algunas cobijas y objetos sin lugar que se almacenan allí. Aunque mantiene el estilo de color y materiales del resto de la casa, es el único espacio que da la misma vibra impersonal que daría una habitaciòn de hotel: no hay rastros de nadie en particular, parece que la casa misma le dio un estilo y nadie ha querido cambiarlo.
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Melissa El cuarto de la hermana menor, Melissa, está adecuado para sus estudios. También se encuentran exhibidos todos sus peluches, desde la infancia hasta la actualidad. Cuenta con grandes ventanas que, al igual que en el resto de la casa, invitan la luz y brindan una vista que la conecta con la sabana Bogotana.
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Juan Felipe La habitaciòn de Juan Felipe está caracterizada tanto por su guitarra y trofeos como por el uso de las paredes como lienzos vacíos para llenar con fotos e ideas. Las fotos familiares protagonizan una de las paredes, y estos detalles agrupados hablan de lo que es importante para quien habita el espacio.
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Paula Por orden familiar, el cuarto más grande de los hijos es el de la hija mayor. Este es el caso de Paula, quien lo ha venido convirtiendo cada vez más en una oficina en casa. Sin embargo, el escritorio y la silla puestos por ella siguen sin desentonar con el resto de colores; son los detalles y accesorios los que le brindan acentos y rastros de su carácter y personalidad.
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