Huellas... Por: Heriberto Perez Genesta III de Teología
San José Que dicha el poder compartir con todos los amigos de nuestro boletín. En este espacio, vamos a contemplar un poco de la vida de uno de los hombres más importantes y maravillosos para nuestra Iglesia, el papá terrenal de nuestro Señor Jesucristo, el Señor San José, al cual, le debemos gran parte de la crianza de Jesús y que nosotros también podemos considerar como un padre y protector: “Señor, en este día, tu humilde siervo te quiere compartir que finalmente se animó a comprometerse con la más hermosa de las mujeres, María, la hija de los buenos Joaquín y Ana, a los cuales les prometí trabajar mucho y esforzarme para merecer a tan fina y maravillosa creatura. Ha pasado un tiempo y me he encontrado a María embarazada, no lo
entiendo, Señor ¿Por qué? Estoy muy confundido, pero he decidido no ponerla en evidencia, aunque mi corazón se desmorona al no ser capaz de comprender esta situación. En sueños vino a mí un ángel y me ha explicado todo, ahora entiendo un poco más, pero me parece increíble que Dios se haya fijado en este pobre carpintero para ser su colaborador en tan grande obra, cuando hay personas muchísimo más dignas que yo, aun así, confío en ti, Señor y te obedeceré en esto que me has pedido. Jesús ha nacido, pero me invade una gran tristeza de no poderlo tener en un lugar más digno y cómodo, sin embargo, con la visita de estos humildes pastores y de los hombres de oriente, me recuerda que aun en este humilde establo, Dios está en
4