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1) Amenazas extra continentales y la experiencia de la Segunda Guerra Mundial

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Fuentes

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la experiencia del Bloqueo Anglo-Ítalo-Alemán de 1902 le había mostrado al Gobierno venezolano cuan indefenso estaba el país ante una agresión por parte de las grandes potencias, pero ya en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, Venezuela volvería a contemplar su grado de indefensión en dos escalas; primero la extra continental, encarnada por la amenaza de las potencias del Eje y materializada por la actividad de submarinos alemanes en el Caribe, lo que a su vez atrajo la presencia militar norteamericana en nuestros espacios marítimo, aéreo y terrestre, comprometiendo la soberanía nacional, y dificultándole a Venezuela mantener su neutralidad; podemos citar como ejemplo que cuando los cañoneros “General Urdaneta” y “General Soublette” viajaron a EE.UU. en 1943 para reformas, debieron portar las insignias exigidas a los buques neutrales27. En la escala regional, la amenaza de Colombia, manifestada desde 1830 por sus sucesivos avances territoriales; siendo el tratado firmado entre Colombia y Venezuela en 1941 el último y más contundente golpe recibido por el Gobierno y la opinión pública nacionales, generando un gran debate nacional y un amplio efecto en la política interna. Además de estas dos amenazas principales, Venezuela también identificó otras secundarias, aunque nunca descartables. Las estudiaremos una a una.

1) Amenazas extra continentales y la experiencia de la Segunda Guerra Mundial

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Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en Europa, en septiembre de 1939, no puede decirse de forma absoluta que Venezuela no hubiese enfrentado antes a enemigos o amenazas provenientes de fuera del continente. Ya en el siglo XIX los avances territoriales del Imperio Británico en el Esequibo y la diplomacia naval desplegada por las potencias europeas en diferentes épocas de nuestra historia republicana hasta 1909, fueron muestras bastantes claras para el Estado venezolano de su vulnerabilidad ante estas potencias mundiales. Sin embargo, estos roces fueron más de tipo colonial o periférico que una

27 Rivero Blanco, Ramón A. “Venezuela en la Segunda Guerra Mundial: La primera vez que marinos venezolanos desfilaron en Estados Unidos” en FAV-Club. Disponible en:

http://www.fav-club.com/venezuela-en-la-segunda-guerra-mundial-la-primera-vez-que-marinos-venezolanosdesfilaron-en-estados-unidos/ (Revisado online el 14 de marzo de 2015, a las 09:46 pm) (Segunda foto, pabellón nacional enmarcado en armazón en la medianía del buque, a fin de ser más visible).

verdadera vinculación de Venezuela con los grandes conflictos globales y cambios en el escenario mundial. De hecho, al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, Venezuela pudo disfrutar de cierta paz y tranquilidad mientras la matanza estaba a un océano de distancia. En ese sentido, la Segunda Guerra Mundial puso a Venezuela frente a una situación inédita: un conflicto mundial de proporciones nunca antes vistas llegaba sus costas sin que el Gobierno nacional hubiese hecho nada para provocarlo, ni tampoco tuviese los medios para impedirlo. Simplemente Venezuela quedaba a merced de las grandes potencias y del desarrollo de una conflagración mundial cuyos orígenes le eran lejanos y hasta indiferentes. La situación de Venezuela nos la define muy bien el investigador de temas de historia militar y naval Carlos Hernández:

“Tras el fallecimiento del general en jefe Juan Vicente Gómez, en diciembre de 1935, el general de brigada Eleazar López Contreras, quien le sucedió en el poder, hizo notables esfuerzos, por continuar el proceso de modernización a las tres ramas de la institución militar.

El general López Contreras a pesar de no ser un oficial de formación académica, estaba consciente de la necesidad de modernizar las Fuerzas Armadas y, con ese propósito, puso al frente del Ministerio de Guerra y Marina a un militar profesional, el coronel Isaías Medina Angarita.

En el período 1936 – 1939 se contrataron asesores y misiones militares, navales y aéreas, en Alemania, Gran Bretaña e Italia. Se reinició el envío de cadetes y oficiales a formarse y capacitarse en centros de educación militar en países amigos.”28

Las declaraciones del entonces Ministro de Guerra y Marina, General Isaías Medina Angarita sobre la situación de la Marina de Guerra resultan escalofriantes cuando pensamos que justamente sería por mar que llegaría a Venezuela la guerra.

28 Hernández, Carlos. “Las Fuerzas Armadas Venezolanas en la Segunda Guerra Mundial” en Venezuela y la Segunda Guerra Mundial 1939 – 1945, pp. 218 - 219

“Venezuela no tiene Armada verdadera, pues los escasos barcos de que dispone, todos pequeños y muy antiguos, no pueden, ni aún reunidos, combatir contra un crucero poderoso. Su conservación hasta hoy ha significado una constante sangría para el Tesoro, y no se utiliza en otras cosas que las comisiones ordinarias del servicio. Ni siquiera para esos menesteres pueden responder y con entera eficacia. Una nación como ésta, de tan dilatado litoral marítimo, de abundantes aguas navegables en el interior y de tan vasto y productivo territorio, no puede, sin consecuencias fatales, desestimar como uno de sus negocios más vitales el fomento de la Marina de Guerra. Lo piden su seguridad política, la protección de su comercio naval, su porvenir. Lo reclama la protección debida a sus hijos y sus bienes allende del mar, llegado el caso. Todo nos compromete a afrontar el problema con sostenido ánimo. El Ministerio, por el momento limítase a exponer el mal y a prevenir al país del empeño económico que su remedio entraña”29

Según expone Carlos Hernández, en aquellos años Venezuela tenía una “Armada de cañoneras” muy inferior a las de México o Colombia.30 Totalmente inadecuada al tamaño, longitud de costas y creciente producción petrolera. Ahora bien, ¿cómo llegó la Segunda Guerra Mundial hasta Venezuela?...

“América era en ese momento un continente en paz, aunque Canadá y demás enclaves coloniales británicos en el Hemisferio, por obvias razones, ya estaban, de hecho, involucrados en la guerra.

Pero los países hispanoamericanos no podían mantenerse al margen del conflicto debido a que los Aliados consideraban a América Latina un elemento estratégico de vital importancia. Esto los comprometía a asegurarse el acceso a las materias primas de uso industrial que producían los países de la región, particularmente, el petróleo venezolano y el caucho brasileño; controlar y asegurar el tráfico marítimo en el Caribe, Atlántico

29 Memoria que presente el Ministerio de Guerra y Marina al Congreso Nacional en sus sesiones ordinarias de 1937, pp. XI-XII.

30 Hernández, Carlos. “Las Fuerzas Armadas Venezolanas… , p. 232

Sur, Pacífico Oriental y el Canal de Panamá, y, neutralizar, y eliminar la influencia de los países del Eje en Hispanoamérica.”31

“Venezuela, por su ubicación geográfica y producción petrolera fue considerada como un objetivo estratégico, tanto por los Aliados como por el Eje y, en tal sentido, su soberanía e integridad territorial, estaba amenazada nuevamente por fuerzas navales extranjeras.”32

“El 4 de septiembre de 1939, a los cuatro días de haberse iniciado la invasión alemana a Polonia, el gobierno venezolano, mediante Decreto Ejecutivo, declaró ―la neutralidad de la República ante el conflicto armado de potencias extranjeras.

Posteriormente, el 8 de diciembre de 1941, a raíz del ataque japonés a la base naval norteamericana de Pearl Harbor, el gobierno venezolano expresó sus simpatías al gobierno estadounidense y reiteró su disposición de cumplir con sus compromisos en defensa del hemisferio. Finalmente, el 31 de diciembre de 1941, Venezuela rompió relaciones con los países del Eje, pero mantuvo su neutralidad.

No fue sino hasta el 16 de febrero de 1945, cuando Venezuela declaró el estado de beligerancia con Alemania y Japón y se adhirió a la declaración de las Naciones Unidas.”33

“La rendición de Holanda a los alemanes, el 15 de mayo de 1940, significó un problema de seguridad para Venezuela, en consideración de su vecindad con las islas de Aruba, Bonaire y Curazao.

En tal sentido, fueron numerosas las gestiones realizadas por la cancillería venezolana, con los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña, así como con las autoridades de Holanda en el exilio, a fin de tratar lo relativo a la defensa de esas islas y de manifestar su preocupación por un eventual bloqueo u ocupación militar de esos territorios insulares, por parte de las potencias del Eje.

Las consultas se iniciaron en 1940 y culminaron en febrero de 1942, cuando, venciendo la resistencia de las autoridades holandesas a admitir la presencia de militares y funcionarios venezolanos en las Antillas

31 Ibídem, p. 231 - 232

32 Ibídem, p. 233

33 Ídem

Neerlandesas, el gobierno de los Países Bajos invitó a Venezuela a participar en la defensa común de las islas, que ya habían sido ocupadas por tropas norteamericanas.”34

Ahora bien, en ¿qué forma se materializó la Segunda Guerra Mundial sobre Venezuela?... Dejemos que el Capitán de Navío Luis Farage Dangel, autor de un detallado trabajo sobre el asunto nos presente los dos hechos bélicos más resaltantes.

“Las operaciones de guerra de la Operación Neuland se iniciaron precisamente en aguas interiores venezolanas en la noche del 15 de febrero, el U-502, al mando del Teniente de Navío Jürgen Von Rosenstiel, quien penetró en el Golfo de Venezuela… …Esa misma noche, un convoy de buques cisterna navegaba por la Barra de Maracaibo con destino a las refinerías de Aruba y Curazao. A las 02:44 horas de la madrugada del 16 de febrero, el U-502 inició el ataque. El primer buque en ser alcanzado fue el Tía Juana, aproximadamente, a 25 millas al suroeste de Punta Macolla. Era un tanquero de bandera británica perteneciente a la Lago Shipping Co. Ltd. De los 25 miembros de su tripulación, murieron 17.

El segundo en ser atacado fue el tanquero Monagas, que fue hundido por el impacto de dos torpedos. De bandera venezolana, era propiedad de la Mene Grande Oil Company y estaba al mando del capitán margariteño Luis Marcano. Existen discrepancias con respecto al número de bajas de su tripulación, que van de 5 a 9 marinos. Entre los 11 supervivientes, se encontraba su capitán quien resultó gravemente herido.

Finalmente fue alcanzado el tanquero San Nicolás, propiedad de la Lago Oil & Transport Co. Ltd. De los 26 miembros de su tripulación, 7 fallecieron y 19 fueron rescatados.

El único buque de la Armada que se encontraba en el área del ataque, era el cañonero General Urdaneta, al mando del entonces Teniente de Navío Wolfgang Larrazábal…

34 Ibídem, p. 236

Los sobrevivientes fueron trasladados a los puertos de Maracaibo y Las Piedras. Tres horas duró el ataque y en total, 7436 toneladas de registro bruto fueron hundidas esa madrugada. Mientras eso ocurría en el Golfo de Venezuela, otros dos submarinos alemanes, el U-156 y el U-67, cañonearon las refinerías de Aruba y Curazao y hundieron varios buques anclados en aguas de esas islas.

La primera fase de la Operación Neuland concretada en esta área, duró hasta el mes de noviembre de 1942.”35

También nos narra otro hecho de combate…

“ …uno de los enfrentamientos navales de connotaciones y características más épicas acaecidos durante la Batalla del Atlántico, ocurriendo esta, en aguas venezolanas.

Esta acción fue protagonizada, por el Capitán de Corbeta Ralph Kapintzki al mando del U-615, quien ingresó al Caribe en junio de 1943. Kapintzki se enfiló al Golfo de Paria, penetrando sus aguas, burlando las defensas anglo-americanas, y saliendo ileso de esta incursión.

Posteriormente, bordeando la costa venezolana se dirigió a Curazao. El 28 de julio, hundió al tanquero holandés Rosalía a 25 millas al noreste de Adícora, localidad del estado Falcón. Luego de varios ataques frustrados, Kapintzki recibió la orden de regresa a su base, pero el 5 de agosto, su submarino fue detectado y atacado por seis aviones y un destructor norteamericano. Durante 2 días el U-615 se batió con sus atacantes en un cruento enfrentamiento aeronaval a tan solo 12 millas náuticas, al noroeste de La Blanquilla. Con el fuego de sus baterías antiaéreas logró derribar a un avión atacante y averiar a otros dos.

El intrépido comandante alemán fue mortalmente herido en la acción, pero su tripulacipon continuó combatiendo hasta que el U-615 zozobrara en la madrugada del 7 de agosto, tras haber protagonizado, en aguas

35 Farage Dangel, Luis. “Operación Neuland: Las acciones navales emprendidas por submarinos alemanes en aguas jurisdiccionales venezolanas, 1942 – 1944” en Venezuela y la Segunda Guerra Mundial 1939 – 1945, pp. 262 - 263

venezolanas, ―una épica batalla que fue única en un mundo en guerra‖, tal como la califó el historiador naval Gaylord Kelshall”36

En pocas palabras, las aguas de Venezuela fueron escenario de combate entre fuerzas del Eje y los Aliados, y no pudo hacer nada para defender su neutralidad. Además, no solo se dieron choques entre Aliados y el Eje, sino incidentes entre Venezuela y los Aliados, además de tensiones con EE.UU. por su intención de establecer bases permanentes en el país.

“ …en el período comprendido entre el 1° de septiembre de 1939 y el 2 de septiembre de 1945, la soberanía de Venezuela fue violentada en múltiples ocasiones por fuerzas navales de los países en pugna. Además, Estados Unidos, tuvo que asumir roles en defensa nacional que le correspondían a Venezuela como nación soberana y por haber suscrito acuerdos de carácter internacional. Y, ocurrieron varios incidentes de carácter bélico en los espacios terrestres, marítimos y aéreos de Venezuela, originados por los Aliados.

Sin embargo, el gobierno de Isaías Medina Angarita (1941 – 1945) no permitió el establecimiento de bases o tropas extranjeras, de manera permanente, en territorio venezolano. Se aceptó la permanencia de contingentes militares norteamericanos, en cantidad y tiempo necesario para el entrenamiento del personal militar venezolano, y sometidos a las leyes y la autoridad de Venezuela, exigiendo su retiro tan pronto terminaran su misión.”37

Aunque el Gobierno nacional en los años previos a la guerra, sobre todo por la amenaza de Colombia como veremos más adelante, trató de armarse y responder al peligro; fue el golpe de la guerra submarina alemana en el Caribe lo que causó un impacto suficientemente hondo como para que llegara a un acuerdo con Estados Unidos para

36 Ibídem, p. 265

37 Carlos Hernández, Ob. Cit, p. 234

armarse y asumir sus responsabilidades en el Sistema Interamericano.38 El Capitán de Navío Edgar Blanco Carrero nos da un comentario interesante sobre este punto:

“…el Estado venezolano sólo interiorizaría la experiencia vivida en el año 1952 luego del incidente del archipiélago de Los Monjes. De igual forma, la enseñanza más importante de este incidente es que un Estado puede ser neutral si está lo suficientemente armado para defender su neutralidad. De lo contrario, la posición política va a depender esencialmente de una entramado de consideraciones políticas, económicas y geográficas, y sobre todo va a depender de la política del propio Estado. Los casos de Noruega en 1940 y Venezuela entre 1940 y 1942 son ejemplos negativos de esta afirmación.”39

“…la principal crítica que se puede hacer desde el punto de vista político sobre la conducta estratégica del Estado venezolano en la guerra fue que no se preparó militarmente para defender su neutralidad y poder negociar desde una posición más cónsona dada nuestra dependencia de un producto de exportación que depende de la seguridad de las líneas de comunicaciones marítimas como lo es el petróleo. Defender la neutralidad, en ese contexto, debió haber sido tener capacidad para defenderse de los UBoot alemanes así como también de los buques de guerra anglosajones y franceses. En una circunstancia determinada por esa debilidad de naturaleza política, la Armada pudo hacer aquello para lo que había sido dotada y mucho más a pesar de los condicionantes con los que limitó la dirigencia política del país en función de unos intereses fundamentados en una miope visión de la realidad global y regional.”40

A pesar de estas limitaciones, el CN Blanco Carrero resalta la entrega en el servicio de las tripulaciones de la Armada durante la Segunda Guerra Mundial, que siguieron cumpliendo labores de vigilancia, abastecimiento a las islas y salvamento, en aguas llenas de submarinos alemanes y sin los medios para defenderse de ellos. Además, que la

38 Ibídem, pp. 227 y 229

39 Blanco Carrero, Edgar. “Desagravio: la Armada venezolana en la Segunda Guerra Mundial” en Venezuela y la Segunda Guerra Mundial 1939 – 1945, p. 285

40 Ibídem, p. 305

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