19 minute read

1) Venezuela en el equilibrio regional de fuerzas

Next Article
3) Doctrina

3) Doctrina

cumplir con su tarea. Todo lo antes dicho puede resumirse en un término: “Disuasión”, siendo entendida ésta como:

“El concepto de la disuasión se puede definir como el uso de acciones por parte de una de las partes para convencer a abstenerse de iniciar algún curso de acción.”209

Advertisement

En el caso especial de las fuerzas navales, también cumplen otras dos tareas muy específicas y únicas de esta rama de las fuerzas armadas: la salvaguarda naval, es decir, la preservación de la vida humana en el mar, tarea que se realiza principalmente a través de las fuerzas de guardacostas; y la diplomacia naval, tal como fue definida anteriormente.

En las próximas líneas estudiaremos cómo los destructores Clase “Nueva Esparta” colocaron a Venezuela en el equilibro regional de fuerzas navales, es decir cómo potenciaron su capacidad de disuasión, y cómo desempeñaron tareas de diplomacia naval para el país, aclarando que desde la perspectiva de Guardacostas los buques de la Armada de los cuarenta y sesenta no tuvieron esto como función inherente debido a la carácter mahaniano y corberttiano heredado de estadounidenses y británicos, que concibieron a la Armada como un instrumento destinado a la obtención del dominio del mar o de un

importante grado de control que facilitaría el desarrollo de las operaciones navales. Esta diferencia sería corregida a mediados de los años ochenta con la creación del Comando de Guardacostas.

1) La capacidad disuasiva de Venezuela y el equilibrio regional de fuerzas

El equilibrio de fuerzas militares, o navales, entre los Estados de una región geográfica específica viene determinado esencialmente por la cantidad, calidad y apresto operacional de las armas y medios que estos Estados poseen, así como el adiestramiento de su personal en el manejo de las mismas. Estudiaremos ahora cómo los destructores Clase

209 http://docsetools.com/articulos-utiles/article_121012.html

“Nueva Esparta” incidieron en el equilibro regional de fuerzas en el Caribe. Para ello, iremos comparando el balance de fuerzas navales de Venezuela frente a Colombia, Cuba, República Dominicana y Brasil; este último como una referencia de flotas más grandes, aunque ese país no forma parte de la cuenca del Mar Caribe ni tenía intereses directos en la zona durante el período estudiado210 .

Hacia 1950 lo mejor, por no decir lo único, de que disponía Venezuela era de las seis corbetas Clase “Flower” compradas a Canadá y llamadas Clase “Constitución” en nuestro país. Estas corbetas que tenía Venezuela eran inferiores a las que podían tener otras armadas, puesto que llegaron a Venezuela en condiciones de desgaste bastante altas, además de desarmadas, por lo que debió dotárseles con armamento viejo procedente de buques más antiguos de la escuadra. Sus nombres eran “Constitución”, “Federación”, “Independencia”, “Libertad”, “Patria” y “Victoria”; eran buques diseñados durante la Segunda Guerra Mundial para combatir a submarinos y defender convoyes. Tenían un desplazamiento de 940 t estándar y 1170 t a plena carga, eslora de 62,48 m, manga de 10,05 m y calado de 3 m. Su propulsión era una caldera de vapor y alcanzaban una velocidad de 16 nudos. Nada adecuadas para ser el núcleo de las fuerzas de superficie de Venezuela y enfrentar y/o disuadir a sus vecinos.

Colombia por su parte disponía de dos destructores Clase “Douros” adquiridos a la Vickers en Portugal, cuyos nombres eran “Antioquía” y “Caldas”. Como se dijo anteriormente, eran buques muy superiores a todo lo que tenía Venezuela. Su desplazamiento era de 1219 toneladas, 1563 a plena carga; eslora de 98,5m, manga de 9,44 m, y calado de 2,74 m. Tenían dos turbinas de vapor Parson alimentadas por 3 calderas Yarrow, que generaban una potencia de 33.000 CV, logrando una velocidad máxima de 36 nudos. Su armamento consistía en cuatro torretas de cañón único de 120/50 mm, tres torretas antiaéreas de 40 mm, dos tubos cuádruples lanzatorpedos de 533 mm, 20 minas y lanzador de cargas de profundidad. De estos destructores podemos decir, además de lo ya explicado anteriormente, que fueron el origen de la misión naval venezolana en Italia y del

210 Sin embargo, es de destacar que la Marina de Brasil ejecutó funciones de protección de convoyes hasta la costa de Trinidad en la Segunda Guerra Mundial (Ver Farage Dangel, Luis (Coordinador). Venezuela y la Segunda Guerra Mundial 1939 – 1945. Caracas, Armada Bolivariana de Venezuela, 2011

intento de modernización y equipamiento previo a la Segunda Guerra Mundial. Estos destructores iniciaron una verdadera “Carrera de Destructores” entre Venezuela y Colombia, como veremos en las próximas líneas.

Además, la armada colombiana tenía tres fragatas clase “Tacoma” adquiridas ya usadas a Estados Unidos, a saber la “Almirante Brión”, la “Almirante Padilla”211, y la “Capitán Tono”. Tenían un desplazamiento de 1.234 t, eslora de 92,63 m, manga de 11,43 m y calado de 4,19 m. alcanzaban una velocidad máxima de 20 nudos y su armamento consistía en 3 cañones antiaéreos de 50 mm, 4 de 40 mm y 9 de 20 mm, 1 mortero antisubmarino, 8 lanzadores de cargas de profundidad y 2 rieles de lanzamiento. Así, Colombia tenía una superioridad cualitativa y cuantitativa manifiesta sobre Venezuela en lo referente a fuerzas navales.

Cuba tenía la Marina de Guerra más pequeña del Caribe en aquel momento, con solo tres cañoneros, no muy diferentes a los que Venezuela tuvo antes de la Segunda Guerra Mundial. Por su parte, República Dominicana poseía la Marina de Guerra más numerosa en buques y personal, a saber: un destructor Clase “H” británico llamado “Trujillo” (Desplazamiento: 1859 t y 1888 t a plena carga, eslora: 98,5 m y calado: 3,8 m. Velocidad máxima: 36 nudos. Armamento: 4 cañones de 120 mm, dos montajes cuádruples de ametralladoras de 12,7 mm, 2 montajes cuádruples de tubos lanzatorpedos de 533 mm, 1 riel lanzador de cargas de profundidad, dos lanzadores y 20 cargas.), un destructor clase “F” británico llamado “Generalísimo” (Desplazamiento: 1405 t y 1428 t a plena carga, eslora: 100,3 m, manga: 10,13 m y calado: 3,81 m. Velocidad máxima: 35,5 nudos. Armamento: 4 cañones de 120 mm, ocho ametralladoras anti aéreas de 13 mm, 8 tubos lanzatorpedos de 533 mm, un lanzador de cargas de profundidad), una fragata clase “River” británica llamada “Presidente Trujillo” (Desplazamiento: 1530 t a plena carga, eslora: 86,3 m, manga: 11,1 m, calado: 4 m. Velocidad máxima: 20 nudos. Armamento. 2 cañones de 102 mm, 10 cañones antiaéreos de 20 mm en montajes dobles y un mortero antisubmarino), una fragata clase “Flower” británica y llamada “Cristóbal Colón” (ND), una fragata Clase “Asheville” norteamericana llamada “Juan Pablo Duarte” (Desplazamiento: 2400 t, eslora:

211 Este buque fue el que realizó prácticas de tiro sobre Los Monjes en 1952, dando origen a la crisis homónima.

91,90 m, manga: 11,13 m y calado: 4,17 m. Velocidad máxima: 20,3 nudos. Armamento: tres montajes triples de 50 mm multipropósito, cuatro montajes cuádruples de cañones 40 mm, nueve cañones de 20 mm, 8 lanzadores de cargas de profundidad, 2 rieles de lanzamiento, 1 mortero anti submarino), dos fragatas clase “Tacoma” llamadas “Presidente Peynado” y “Gregorio Luperión”, y 5 corbetas clase “Flower llamadas “Gerardo Jansen”, “Juan Alejandro Acosta”, “Juan Bautista Cambiaso”, “Juan Bautista Maggiolo” y “Cristóbal Colón”.

Brasil, por su parte, tenía en 1950: 2 acorazados clase “Minas Gerais”, 3 destructores clase “Marcilio Dias”, 6 destructores clase “Acre”, 8 destructores de escolta clase “Cannon”, 1 submarino clase “Humaita” y 3 submarinos clase “Tupi”; una flota mucho más cercana a las de las potencias medianas que a los estándares del Caribe.

En 1953 entra en servicio el “Nueva Esparta” en Venezuela, y Colombia completa la repotenciación del “Antioquía”. En 1954 entra en servicio el “Zulia” y en 1955 Colombia completa la modernización del “Caldas”. Parece así que Colombia modernizó sus Clase “Vouga” en respuesta a la Clase “Nueva Esparta”, pero como veremos, en 1956 Colombia dio una respuesta aún más contundente.

Para 1956 Venezuela recibe el “Aragua” y los primeros 3 de 6 destructores Clase “Clemente”, mientras que Dominicana no ha variado su flota, Cuba dio de baja un cañonero el año anterior, y Brasil ha dado de baja 2 acorazados y un submarino, adquiriendo dos cruceros y el portaviones “Minas Gerais” en 1956. Ese mismo año Colombia adquirió en Suecia dos destructores Clase “Halland” modificados, que bautizó “Trece de Junio” (luego llamado “Siete de Agosto”) y “Veinte de Julio”. Estas naves tenían desplazamiento de 2650 t y 3300 a plena carga; eslora: 121 m, manga; 12,4 m, calado: 4,5 m. Estaban propulsados por dos propelas movidas por dos turbinas de doble reducción, impulsadas por dos calderas Penhoët de 55.000 CV, que les daban una velocidad máxima de 32 nudos. Tenían una autonomía máxima de 3000 millas náuticas a 18 nudos. Su armamento constaba de tres

torretas dobles con cañones de 120 mm, cuatro torretas simples con cañones antiáereos de 40 mm, un lanzador cuádruple de torpedos de 533 mm y un mortero anti submarino de 375

mm. Tenían radares LW-03 y DA-02212. (Ver Anexo X). Tomando en cuenta sus características tan parecidas y sus fechas de adquisición y entrega, resulta obvio que la Clase “Halland” fue la respuesta colombiana a la Clase “Nueva Esparta” de Venezuela.

La Clase “Halland” estuvo en servicio en Colombia desde 1956 hasta 1986, mientras que la Clase “Nueva Esparta” estuvo en servicio en Venezuela desde 1953 hasta 1978, por lo que fueron contemporáneas. Ambas clases de buques fueron los buques insignias o capitales de sus respectivos países durante tres décadas, así que llegados a este punto vale hacer un análisis comparativo (Ver Anexo XI)

Tras ver la tabla, observamos que un Clase “Nueva Esparta” era ligeramente más grande y pesado que un Clase “Halland”, aunque la diferencia es tan pequeña que poco o nada hubiera podido influir en un hipotético combate uno a uno entre dos buques de estas clases. Más interesantes nos resultan sus líneas, pues mientras que la Clase “Halland” presentaba una superestructura más alta, donde resalta un mástil principal más alto que el de la Clase “Nueva Esparta”, dos chimeneas y un mástil secundario para albergar un radar; la Clase “Nueva Esparta” presenta una superestructura más baja, un único mástil y una sola chimenea. En apariencia, en la Clase “Nueva Esparta” se sacrifica la visibilidad desde el puente de mando en pro de ofrecer una silueta más baja, con todas las ventajas que ello ofrece. La Clase “Halland” tenía calderas que producían mayor potencia (55.000 CV) que las de la Clase “Nueva Esparta” (50.000 CV), pero la Clase “Nueva Esparta” tenía una velocidad máxima de 34 nudos, frente a los 32 de la Clase “Halland”, y una autonomía de 10.000 MN a 10 nudos, frente a las 3.000 MN a 18 nudos de la Clase “Halland”. Es decir, los “Nueva Esparta” eran buques ligeramente más rápidos y con mucha mayor autonomía, teniendo por tanto mayor margen de maniobra.

Mientras que la Clase “Nueva Esparta” poseía como armas principales seis cañones de 114 mm, la Clase “Halland” de Colombia poseía seis de 120 mm, teniendo así más poder de fuego para su artillería principal, además de mayor alcance. Sin embargo, cuando se diseñó la Clase “Battle” primero, y la “Nueva Esparta” después, se cambió el calibre de

212 Gardiner, Robert (Director). All the world´s fighting ships 1947 – 1982. Part II: The Warsaw Pact and Non-Aligned Nations, p. 411

127 mm por uno más pequeño, a fin de hacer la munición más ligera, facilitando así la recarga para los artilleros y ganando en cadencia de tiro. Es importante mencionar que los dos destructores vendidos a Colombia no contaban con los rieles de lanzamiento de misiles SAAB Robot 08213, que si portaban los de Suecia. Es decir, con una tripulación bien entrenada, un Clase “Nueva Esparta” podía enfrentarse a un Clase “Halland” cambiando calibre por cadencia de tiro. En defensa antiaérea, los “Nueva Esparta” cuentan con cuatro veces mayor defensa que la Clase “Halland” gracias a sus ocho montajes dobles de 40 mm, frente a los cuatro simples de 40 mm de su contraparte colombiana. Con la modernización posterior a 1969, los “Nueva Esparta” ganaron aún más en defensa antiaérea, gracias a la dotación de misiles Sea Cat, los primeros misiles antiaéreos embarcados del mundo occidental.

En el combate cercano con torpedos, la Clase “Halland”, contaba con ligera ventaja debido a que su lanzador de torpedos de 533 mm era cuádruple y el de la Clase “Nueva Esparta” era triple. Sin embargo, la superior velocidad de un “Nueva Esparta” podría ayudarlo a eludir las salvas de torpedos enemigos. En electrónica hay una ventaja clara a favor del “Nueva Esparta”, debido a su mayor cantidad, variedad y poder de sus instrumentos. En resumen, la Clase “Nueva Esparta”, a pesar de tener un armamento principal de un calibre menor – aunque al menos teóricamente tenía mayor cadencia de tiro – y menor poder de fuego en torpedos, es superior a la Clase “Halland” en velocidad, autonomía, maniobrabilidad y defensa antiaérea, además de superior electrónica. Así, nos atrevemos a decir que en un hipotético enfrentamiento uno a uno, un “Nueva Esparta” podría derrotar a un “Halland” si su comandante y su tripulación sabían sacar provecho de su capacidad de detección y maniobrabilidad, a la par que conseguían una mayor cadencia de tiro.

Para 1959 Colombia dispone de los dos destructores Clase “Halland” mencionados más arriba y los dos Clase “Vouga” repotenciados. Venezuela dispone de tres destructores Clase “Nueva Esparta” y seis Clase “Clemente”, teniendo así superioridad cualitativa debido a la superioridad tecnológica de la Clase “Clemente” sobre la Clase “Vouga”, y

213 Estos fueron los primeros misiles anti buque superficie – superficie del mundo occidental. Ver http://www.encyclo.co.uk/meaning-of-Saab%20Rb%2008A

cuantitativa: de 1,5 a 1 en el caso Clase “Nueva Esparta” vs. Clase “Halland”, y de 2 a 1 en el caso Clase “Clemente” vs. Clase “Vouga”. Dominicana se ha debilitado un poco con la desincorporación de una fragata Clase “Asheville”, y Brasil ha adquirido dos destructores Clase “Fletcher”

214 .

La Clase “Fletcher” seguirá apareciendo entre los países Latinoamericanos en los próximos años, por lo que conviene darle una breve descripción: Esta clase fue desarrollada durante la Segunda Guerra Mundial, siendo la base para las clases “Gearing” británica y “Allen M. Sumner” norteamericana. Tenía un desplazamiento de 2050 t y 2500 t a máxima carga, eslora de 114,8 m, manga de 12 m y calado de 5,3 m. Su propulsión constaba de cuatro calderas diesel de 60.000 CV, que accionaban dos turbinas de vapor, y éstas a dos propelas. Su velocidad máxima era de 36 nudos y su alcance de 5.500 MN a 15 nudos. Su tripulación era de 329 hombres, y su armamento constaba de cinco cañones de 127 mm en montajes simples, 6 montajes dobles de 40 mm para fuego antiaéreo, 7 montajes de 20 mm y 10 tubos lanzatorpedos de 533 mm en dos montajes quíntuples, 6 proyectores de cargas de profundidad y 2 rieles de lanzamiento.

En 1960 Colombia adquirió un destructor Clase “Fletcher”, el “Antioquía”, para totalizar cinco, frente a los nueve de Venezuela, y Brasil adquirió tres submarinos Clase “Tupí”. Al año siguiente Brasil adquirió dos destructores Clase “Fletcher” más, el “Paraná” y el “Pernambuco”. Venezuela por su parte inició su arma submarina con el “Carite” de la Clase “Balao” norteamericana. En 1962 la Armada dominicana continuó su declive con la desincorporación de una de sus fragatas Clase “Tacoma”, y Colombia desincorporó una igual también. Entre 1963 y 1964 Brasil adquirió 2 submarinos clase “Balao” y dio de baja 2 destructores de escolta clase “Acre” y 2 destructores de escolta clase “Cannon”. En 1965 Colombia dio de baja a otra de sus fragatas Clase “Tacoma” y recibió un destructor Clase “Crosley” de fabricación norteamericana, el “Almirante Padilla”, llegando a acumular seis, frente a los nueve de Venezuela. La Clase “Crosley” o “Buckler” eran destructores de la Segunda Guerra Mundial de 1740 t a plena carga de desplazamiento, eslora de 93,3 m, manga de 11,1 m y calado de 3,4 m; con velocidad máxima de 24 nudos, equipado con

214 Gardiner, Robert (Director). All the world´s fighting ships 1947 – 1982. Part II: The Warsaw Pact and Non-Aligned Nations, p. 404

Radar Type SL y Sonar Type 128D. Su armamento constaba de tres montajes triples de 50 mm de propósito múltiple, dos montajes dobles de 40 mm como defensa antiaérea, 8 de 20 mm en montajes simples, un lanzador triple de torpedos de 533 mm y un lanzador de cargas de profundidad.

En 1966 Brasil abre la era del misil en Latinoamérica al equipar uno de sus destructores Clase “Marcilio Dias” con misiles antiaéreos Sea Cat, dando de baja a los otros dos destructores de esa clase. Al año siguiente adquirió un destructor clase “Fletcher” y en 1967 dio de baja 1 destructor de escolta clase “Cannon” y 1 submarino clase “Gato”, y adquirió 1 destructor clase “Fletcher” más. República Dominicana por su parte dio de baja su destructor Clase “F”, y Colombia entre 1968 y 1969 dio de baja a la última de sus fragatas Clase “Tacoma” y adquirió tres destructores clase “Crosley”, alcanzando un total de nueve destructores, pero sin haber nivelado su disparidad cualitativa frente a la flota venezolana. Por su parte, Venezuela completó en 1969 la modernización del “Nueva Esparta”, dotándolo de nuevos sensores y misiles antiaéreos Sea Cat, como ya se ha dicho.

Hacia 1972 Brasil había adquirido dos submarinos Clase “Oberon”, y había dado de baja a su último destructor Clase “Marcilio Dias”, República Dominicana dio de baja a su destructor Clase “H”, y Venezuela adquirió un submarino tipo “Guppy II”, el “Tiburón”, llegando a acumular dos submarinos. Sin embargo, Colombia amplió notoriamente el poder de su flota al adquirir un destructor Clase “Allen M. Sumner”, el “Caldas”, y un destructor Clase “Dealey”, el “Boyacá”, además de dos submarinos enanos “Tipo SX 506”, el “Intrépido” y el “Indomable”; llegando así a once destructores y dos submarinos, cambiando el equilibro entre fuerzas navales que desde los años 50 había sido favorable a Venezuela. Expliquemos brevemente las características de la Clase “Allen M. Sumner” –que Venezuela adquiriría también en esta década – y de la “Dealey”.

Respecto a la Clase “Allen M. Sumner” tenemos que fue desarrollada por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, y eran naves de 2200 t de desplazamiento, eslora de 114,8 m, manga de 12,2 m y calado de 4,8 m. Su propulsión era a base de cuatro calderas, dos turbinas, dos ejes y propelas, alcanzando una potencia de 60.000 CV y una velocidad máxima de 34 nudos. Su armamento constaba de 6 cañones de 127 mm en tres

montajes dobles, 12 cañones antiaéreos de 40 mm, 11 cañones antiaéreos de 20 mm, 2

pistas de cargas de profundidad, 6 proyectores de cargas de profundidad, y dos lanzadores quíntuples de torpedos de 533 mm. Tenían una tripulación de 336 hombres.

Por su parte, la Clase “Dealey” fue la primera en ser desarrollada por Estados Unidos después de la Primera Guerra Mundial. Se trataba de naves con desplazamiento de 1290 t, eslora de 95,86 m, manga de 11,22 m y calado de 5,49 m. Su propulsión venía de 2 calderas y una turbina de 20.000 CV, que le daban una velocidad máxima de 25 nudos. Su armamento constaba de 6 cañones de 76,2 mm en tres montajes dobles, 4 tubos lanzatorpedos de 533 mm, 2 rieles lanzadores de cargad de profundidad, 2 morteros anti submarinos y 2 lanzadores de cargas de profundidad. Su tripulación era de 170 hombres.

Con la adquisición de los últimos dos destructores y los dos submarinos enanos, Colombia se acercaba peligrosamente al nivel de fuerza de Venezuela que, por su parte, había casi paralizado la ampliación de sus fuerzas armadas durante los años 60, pues estaba centrada en la lucha anti guerrillera. Colombia por el contrario, iba aceitando su maquinaria naval en función de la reactivación de sus reclamos en el Golfo de Venezuela, frustrados en buena medida desde 1952 debido a la superioridad naval venezolana, que ya empezaba a desaparecer debido a la progresiva obsolescencia de los buques venezolanos y el crecimiento sostenido de la escuadra colombiana.

En 1973 Venezuela comienza a responder al fortalecimiento naval colombiano, con la entrada en servicio de un destructor clase “Allen M. Sumner”, el “Falcón” y de un submarino tipo “Guppy II”, el “Picúa”, llegando a tener en su escuadra, nominalmente, diez destructores y tres submarinos. Ese mismo año Colombia da de baja a un destructor Clase “Fletcher” y un Clase “Crosley”, y pone en servicio un nuevo destructor Clase “Allen M. Sumner”, quedando con 10 destructores en su escuadra y dos submarinos. La “Carrera de Destructores” entre Colombia y Venezuela se calentaba… Brasil por su parte da de baja un destructor Clase “Acre”, un crucero Clase “Brooklyn” y un submarino Clase “Oberon”, y adquirió 4 destructores Clase “Allen M. Sumner”, 2 destructores Clase “Gearing”, 2 submarinos tipo “Guppy II”, un submarino clase “Oberon”, y 2 submarinos tipo “Guppy III”, en lo que fue el mayor reequipamiento de su flota en el tercer cuarto del siglo XX.

En 1974 Venezuela pone en servicio un segundo destructor Clase “Allen M. Sumner”, el “Carabobo”, totalizando 11 destructores en su escuadra, pero Colombia a pesar de dar de baja a un destructor Clase “Crosley”, adquiere dos submarinos enanos “Tipo SX 506” ese año, y dos submarinos “tipo 209” en 1975, quedando para ese año con un total de seis submarinos contra tres de Venezuela, mientras que en destructores la relación quedaba en nueve para Colombia y once para Venezuela. Al observar estas cifras, pareciera que a mediados de los setenta, los estrategas navales colombianos se inclinaron por la guerra submarina y dejar la carrera con Venezuela en buques de superficie.

Entre 1974 y 1975 Brasil sigue purgando su escuadra, y da de baja 3 destructores clase “Acre”, 5 destructores de escolta Clase “Cannon”, un crucero Clase “St. Louis” y un submarino clase “Balao”. Colombia dio de baja un destructor Clase “Crosley” en 1977, República Dominicana dio de baja una fragata clase “Flower” y 2 corbetas clase “Flower” en 1978, y Brasil entre 1977 y 1978 adquirió dos fragatas Clase “Niteroi” y dio de baja dos submarinos clase “Oberon”, dando inicio a una nueva era en América Latina: la de las fragatas misilísticas. Venezuela, por su parte desincorporó un destructor clase “Clemente”, el “General José de Austria”, y puso en servicio un submarino tipo “209”, el “Sábalo”. En 1977 desincorporó otro Clase “Clemente”, el “Almirante José García”, y recibió otro submarino tipo “209”, el “Caribe”. Finalmente, en 1978 Venezuela desincorporó a los tres destructores Clase “Nueva Esparta”, y dos Clase “Clemente”, el “Almirante Brión” y el “General Juan José Flores”. Venezuela adelantaba ya la adquisición de seis fragatas misilísticas Clase “Lupo” en Italia, a fin de ingresar al nuevo nivel tecnológico naval que se impondría en la década de los 80. La era de los destructores cuyo poder se basaba en la artillería media de tiro rápido, quedaba atrás. El misil y la electrónica de punta habían tomado el protagonismo en el combate naval.

Al abordar este recuento histórico del equilibrio entre fuerzas navales de Venezuela, Colombia, Cuba, República Dominicana y Brasil entre 1950 y las postrimerías de la década de los 70, podemos llegar a varias conclusiones. La primera, que Venezuela estaba muy por detrás de Colombia y República Dominicana en poder naval hasta la llegada de la Clase “Nueva Esparta” y la “Clemente” en los años 50, con la implementación del Plan Naval de 1949. La segunda, que la Clase “Nueva Esparta” fue la piedra angular de la superioridad

This article is from: