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2) Capacitación de personal

de Puerto Cabello nunca se ejecutó por completo, afectando negativamente la vida operacional de los destructores Clase “Nueva Esparta”; no puede negarse que aún con retrasos, modificaciones y disminuciones respecto al proyecto original, en Venezuela se generó una infraestructura de astillero, cuya motivación inicial fue atender a la nueva escuadra adquirida en los años 50, principalmente a los destructores que nos ocupan en este trabajo.

Otro aspecto que afectó la vida útil de los buques estudiados, y de la flota en general, fue la capacidad de las bases (Puerto Cabello y La Guaira) para sostener el despliegue de las unidades destacadas, es decir, los buques estaban obligados a mantener en funcionamiento sus sistemas debido a que los muelles no contaron con servicios completos a la altura, como electricidad; por citar solo un ejemplo. Además de esta deficiencia, se agrega también la falta de muelles para las unidades.

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En lo que concierne al mantenimiento, es de destacar que si bien hubo una escala del mismo esencialmente correctivo y preventivo a bordo de las unidades y que Puerto Cabello dispuso de una relativa capacidad de mantenimiento correctivo. A una escala superior de mantenimiento hubo dificultades notorias que afectaron la disponibilidad operacional de los buques debido a que el país no contó con la base industrial adecuada para asegurar el mantenimiento de los mismos. Ello explica los overhaulin realizados en el Reino Unido.

2) Capacitación de personal

Los destructores Clase “Nueva Esparta” eran algo nunca antes visto en Venezuela, y no sólo por su armamento y capacidades. Incluso en la habitabilidad resultaban algo totalmente nuevo: por ejemplo, fueron los primeros buques de guerra venezolanos equipados con aire acondicionado – a pedido expreso del Gobierno venezolano, pues la

Clase “Battle” original no lo tenía –, y los primeros con tal nivel de electrificación a bordo203 .

Mención aparte requieren sus equipos de radio, radar y sonar, todos ellos de última generación y complicado manejo, que requerían tripulaciones bien capacitadas y debidamente adiestradas. En este punto el Capitán de Navío Oscar Ghersi Gómez nos comenta:

“En tal sentido, se procedió a establecer nuevas fórmulas de sistemas y procedimientos que incluyeron cambios radicales en las prácticas de comunicaciones, criptografía y archivos. Se establecieron diversos cursos, con la inclusión de nuevas especialidades en la Escuela de Grumetes, entre las cuales puede citarse el adiestramiento de hombres ranas. Se creó la Escuela de Sub Oficiales Profesionales de Carrera, así como el Curso de Capacitación y Actualización de Conocimientos para Oficiales de la Armada, sustituido por la Escuela de Aplicación de Oficiales, la cual desempeñó una importantísima función formativa contemplada en su pensum de Comando y Estado Mayor Naval… Un significativo número de Oficiales y Sub-Oficiales Técnicos fue enviado más allá de nuestras fronteras a fin de obtener de otras fuentes los conocimientos que permitieran aportar nuevas luces que iluminaran el promisor futuro de la Armada venezolana, a la vez que centenares de Clases y Marineros fueron a capacitarse en las nuevas tareas que requerían mayores conocimientos.”204

Veamos detenidamente algunos cursos de capacitación en el extranjero que son mencionados en la Memoria y Cuenta del Ministerio de la Defensa: En 1959 son enviados a Newcastle, Reino Unido, 11 oficiales a Curso General de Armamento, 10 a Curso Básico de Ingeniería, 12 hombres a Curso de Señales, 9 a Curso de Centro de Informaciones de Combate, 74 a Curso Básico de Armamento y Marinería, 36 hombres a Curso de

203 A pesar de la comodidad que ello representó, su instrumentación hizo los buques ruidosos y por ello menos eficaces en la guerra antisubmarina.

204 Ghersi Gómez, Oscar Emilio. “Modernización de la Armada….”, p. 47

Maniobras, 21 a Curso de General de Armamento, 21 a Curso ASDIC (sonar en la denominación inglesa), 30 a Curso Básico de Ingeniería, 14 a Curso de Ingeniería Especializada, 13 a Curso Básico de Electricidad, 14 a Curso de Refrigeración y 17 a Curso de Talleres. Estos fueron, como se dijo en la primera parte, con mucha probabilidad el primer grupo de oficiales, sub oficiales y tropa enviados al extranjero a capacitarse a nivel técnico para operar un sistema específico. Aunque gracias al testimonio del CN Ricardo Ríos sabemos que este personal, el de tropa, no fue elegido bajo el mejor criterio, y que no se formaron instructores que luego continuaran entrenando personal en Venezuela, es innegable la huella que los destructores Clase “Nueva Esparta” dejaron en la Armada venezolana y en el país en lo que a capacitación de personal se refiere. Entre 1959 y 1960 se llevaron a cabo también cursos de sonar y radar en Key West, Estados Unidos.

Estos no fueron los únicos cursos dictados para personal de la Armada en el extranjero, pero constituyen una muestra importante de cómo los destructores Clase “Nueva Esparta” produjeron una verdadera revolución en la formación del personal naval en función de nuevas tecnologías. El hecho de que este proceso se diera en un lapso tan breve – menos de 10 años – no deja de ser un buen indicador para la Armada de aquella época, a pesar de todos los fallos y carencias que se tuvieron. Las tripulaciones de los destructores Clase “Nueva Esparta”, en todos los años que duraron en servicio, efectuaron más de 26 cursos de formación y capacitación en áreas tan diversas como sonar, radar, armamento o ingeniería electrónica y mecánica, formándose centenares de hombres.

Los destructores Clase “Nueva Esparta” no sólo generaron cursos en el extranjero para formar a las futuras tripulaciones en el manejo de las nuevas tecnologías, sino que ellos mismos tuvieron un impacto directo en la formación de nuevos oficiales, pues a bordo de ellos se realizaron no solo cruceros de instrucción casi todos los años, sino que se tuvo que adecuar los centros de formación y adiestramiento a las nuevas necesidades. Es necesario explicar que la Armada no disponía de un buque escuela entre los años 50 y 70, por lo que los cruceros de instrucción para cadetes se realizaban a bordo de los propios buques de línea de la escuadra, poniendo así en contacto al cadete con las mayores unidades de la flota estando aún en la academia. Para cuando salieron de servicio, los destructores Clase “Nueva Esparta” habían cumplido 17 cruceros de instrucción para cadetes, llevando

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